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Degradación del polietileno de baja densidad por Aspergillus niger

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UNIVERSIDAD  DE  LOS  ANDES   FACULTAD  DE  INGENIERÍA  

Proyecto  de  Grado  para  Ingeniería  Ambiental   Nombre:  Diana  Catalina  Múnera  Parra  

Código:  200912382  

Fecha:  Agosto  14  del  2014  

Degradación del polietileno de baja densidad por

Aspergillus niger

 

Resumen

   

La biodegradación del polietileno de baja densidad podría ser una solución a la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente. En el presente estudio se muestran los resultados de la capacidad degradante del hongo Aspergillus niger sobre dos tipos de muestras de polietileno de baja densidad (bolsa plástica común y manguera para riego) bajo condiciones controladas de laboratorio, donde la mitad de estos materiales fue expuesta a rayos UV por un tiempo de 13 horas; la biodegradación de las muestras se monitoreó con microscopía electrónica. Se realizaron observaciones de las muestras antes de ser expuestas a cualquier tratamiento, luego de la irradiación a UV, un mes y dos meses después de haber sido inoculadas con el microorganismo. Después de dos meses de exposición se encontró una preferencia de Asperigllus niger hacia la manguera, en la que se presentaron biopelículas de hifas penetrando la superficie de este material además de una pérdida de dureza y cambios macroscópicos; en las muestras de bolsa plástica no se presentaron estas biopelículas pero si aparece un desgaste y rugosidad en la superficie que no es tan claro como en la manguera. Finalmente aunque la irradiación UV facilita inicialmente la degradación del polietileno, en la microscopia electrónica no se observaron diferencias en la acción de Aspergillus niger sobre las muestras expuestas y no expuestas a rayos UV.

Abstract

 

The biodegradation of low-density polyethylene could be a solution to the accumulation of plastic waste in the environment. This paper reports the capability of the fungus

Aspergillus niger to degrade two samples of low density polyethylene under controlled laboratory conditions, namely a common plastic bag and a watering hose. Half of the materials was exposed to UV irradiation for a period of 13 hours, and the other half was unexposed; the biodegradation of the samples was monitored with electron microscopy. Observations were made of the samples before exposure to any treatment, after UV irradiation, one month and two months after being inoculated with the microorganism. After two months of exposure it was found a preference of Aspergillus niger to the hose, where biofilms of the fungus were found penetrating the surface of the material, accompanied by a loss in hardness and macroscopic changes. Fungi biofilms were not found in the samples of plastic bags, but there was a wear and roughness in the surface, that was not as clear as in the hose. Finally, although UV irradiation initially facilitates polyethylene degradation there were not differences in the action of Aspergillus niger

on exposed and unexposed samples of UV radiation as observed by electronic microscopy.

(2)

1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad la industria del plástico se encuentra en constante crecimiento debido a

que es un material muy utilizado en todo el mundo (Shah  et  al.,  2008). Los plásticos

están formados por polímeros sintetizados a partir de compuestos orgánicos, y se

caracterizan por tener una alta relación de resistencia/densidad, por lo que son útiles

para el aislamiento térmico y eléctrico, además de ser muy usados como empaques

(Frias, Lema, & Gavilan, 2001). El polietileno (PE) es el termoplástico más utilizado en

la actualidad, se caracteriza por ser un polímero compuesto por monómeros de oleofinas

muy resistente a la degradación (Méndez et al., 2013); por su inercia química y

biológica son muy adecuados para la fabricación de bolsas plásticas, tuberías,

envolturas, películas, botellas de bebidas gaseosas; así como para la construcción de

tanques de almacenamiento de combustibles (Mathur et al., 2011; Méndez et al., 2013

& Restrepo-Flórez et al., 2014).

Debido a la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente y a su mala

disposición, desde el punto de vista ecológico hay una preocupación cada vez más

grande; ya que el ritmo de fabricación de plásticos es de más de 280 millones de

toneladas al año y este material no se degrada fácilmente (Matavulj & Molitoris, 1992

Méndez et al., 2013; & Restrepo-Flórez et al., 2014). Por ello se han adelantado

estudios cuyo objetivo es el de mitigar este tipo de contaminación, dirigidos a la

búsqueda de nuevas alternativas de degradación o reutilización. En los últimos años se

han generado nuevos plásticos que contienen polímeros biológicamente degradables o

pro-oxidantes (Uribe et al, 2011; Shah  et al., 2008), también se han incrementado las

investigaciones de microorganismos capaces de degradar o alterar las propiedades

físicas y químicas de los polímeros de los plásticos (Zahra et al., 2010; Mathur et al.,

(3)

años recientes se ha encontrado evidencia de la capacidad de algunos hongos para

biodegradar el polietileno de baja densidad (LDPE) entre ellos el Aspergillus niger cuya

tasa de degradación es una de las más altas (Mathur et al., 2011). El presente estudio

tenia como objetivo observar la capacidad degradante del hongo A. niger sobre LDPE

en condiciones controladas de laboratorio.

2. MARCO TEÓRICO

2.1 Hongos involucrados en la degradación de polietileno

 

La biodegradación del polietileno es un tema que aún no se ha entendido totalmente

debido a su gran complejidad, sin embargo se han adelantado diversos estudios con el

fin de lograr una mayor comprensión sobre los procesos usados por los diferentes

microorganismos para degradar este tipo de plástico; en la literatura se encuentran dos

estrategias diferentes para el estudio de estos mecanismos (Restrepo-Flórez et al.,

2014). En la primera la degradación se llevó a cabo utilizando sepas puras, puesto que

este método permite un mejor entendimiento de las rutas metabólicas y también permite

observar el efecto de exponer los microorganismos a diferentes condiciones ambientales

con el fin de encontrar las condiciones óptimas para la degradación del polietileno

(Yamada-Onodera, K. et al., 2001; Gilan et al., 2004; Shah a. et al., 2008; Mathur et al.,

2011; Santo, M. et al.,2013 Restrepo-Flórez et al., 2014). Sin embargo una desventaja

de este método es que se ignora la posibilidad que la degradación del LDPE sea el

resultado de un proceso de cooperación entre diferentes especies. Por esto la segunda

estrategia consiste en utilizar comunidades microbianas en ambientes complejos para

estudiar la biodegradación; algunos ejemplos de esto son estudios realizados con

microorganismos de suelos, compost y aguas marinas (Matavulj, M. et al., 1992;

(4)

al., 2011; Sindujaa, P. et al., 2011; Uribe, D. et al., 2011; Chatterjee, S. et al., 2013;

Harshvardhan, K. et al., 2013; Kumar, S. et al., 2013; Méndez,C. et al., 2013;

Restrepo-Flórez et al., 2014).

En los últimos cincuenta años se han identificado algunas sepas de hongos con la

capacidad de interactuar con el polietileno causándole algún tipo de deterioro. En la

tabla 1. se encuentran una lista con el género y la especie de algunos de estos hongos.

Aunque solo se encuentran 9 géneros de hongos reportados en la literatura, se espera

que este número aumente debido a las recientes técnicas de secuenciación molecular

(Restrepo-Flórez et al., 2014).

Tabla  1.  Hongos  asociados  con  la  degradación  del  polietileno  Tomado  de  (Restrepo-­‐Flórez  et  al.,  2014,  Pag.  85)  

Genero Especie

Acremonium Kiliense

Aspergillus Niger

Versicolor Flavus    

Chaetomium spp

Cladosporium Cladopsprioides

Fusarium Redolens

Gliclodium Virens

Mortierella Alpina

Mucor Cicinelloides

Penicillum Simplicissimun Pinophilum Frequentans    

Phanerochaete Chrysosporium Verticillium Lecanni

El género Aspergillus pertenece al phylum ascomycota y está compuesto por

aproximadamente 200 especies, de las cuales 20 son consideradas como patógenas

oportunistas en humanos, siendo aspergilosis la enfermedad más reconocida. Los

hongos pertenecientes a este género son filamentosos, cosmopolitas y comúnmente se

aíslan de suelo, restos vegetales y el aire. Algunas especies son de interés industrial ya

que se emplean para la conservación de algunos alimentos. Su reproducción asexual se

(5)

Aspergillus niger es una de las especies más común de este género, con apariencia

filamentosa y de textura suave. Crece en vegetales como la lechuga y el tomate y es de

gran importancia industrial debido a la producción de ácido cítrico y glucónico. Sus

colonias inicialmente son de color blanco, pero pronto se vuelven de color negro en la

parte superior, mientras que la parte inferior permanece amarillo pálido; las colonias son

granulosas y de crecimiento rápido (Cepero de García, et al., 2012).

       

Imagen 1. Colonias de Aspergillus niger

       

Imagen  2.  Estructuras  de  reproducción  asexual  de  Aspergillus  niger,  se  observa  la  cabeza  aspergilar,  el   conidióforo,  las  vesículas  y  fiálides  

 2.2  Polietileno  de  baja  densidad  (LDPE)  

 

El polietileno (PE) es el termoplástico más utilizado en la actualidad, su producción

(6)

2010). El polietileno es químicamente el polímero más simple, su estructura

fundamental es (-CH2-CH2-)n y se obtiene de la polimerización del etileno (CH2=CH2)

del cual deriva su nombre   (The University of York, 2014). Estos polímeros fueron creados para ser utilizados como aislamiento eléctrico, pero debido a sus propiedades se

les encontró diversas aplicaciones especialmente como películas y envases (Amo, et al.,

2002). El PE puede clasificarse según su grado de densidad: Polietileno de baja

densidad,  cuando la densidad se encuentra entre 0.915 - 0.925 g/cm3, el cual se produjo comercialmente por primera vez en el Reino Unido en 1939; de Media Densidad con

densidad entre 0.926 - 0.940 g/cm3; y de Alta Densidad con densidad entre 0.941 -

0.960 g/cm3 (Ecopetrol, sf). Algunas de las propiedades que hacen del polietileno una

materia prima tan utilizada son: su estabilidad, ya que son inertes a una gran variedad

de compuestos químicos, su resistencia a oxidantes suaves y agentes reductores, la

flexibilidad, tenacidad y propiedades eléctricas sobresalientes (Amo et al., 2002).

2.3 Degradación del polietileno

 

Se considera degradación del polietileno cualquier cambio químico o físico en el

polímero, resultado de factores ambientales como: humedad, calor, actividad biológica

o condiciones químicas suaves. La degradación se refleja en cambios de las

características mecánicas, ópticas y eléctricas del material, así como en grietas,

rajaduras, erosión, decoloración, separación de fases y cambios en las propiedades del

material (Shah, A. et al., 2008). La degradación puede ser foto, térmica, oxi y biológica,

ver tabla 2.

La sensibilidad de los polímeros a la fotodegradación se debe a la habilidad que poseen

estos para absorber buena parte de la radiación troposférica; esta incluye la radiación

(7)

visible y la radiación infrarroja también contribuyen acelerar la degradación del

polímero debido al calentamiento (Shah, A. et al., 2008).

La degradación térmica de los polímeros es un deterioro molecular, que resulta del

sobrecalentamiento a temperaturas elevadas. Esto lleva a que los componentes de la

cadena principal empiecen a separarse y reaccionen entre ellos cambiando las

propiedades del polímero. Este tipo de degradación implica cambios en el peso

molecular y en sus propiedades como: cambios en el color, grietas, reducción en la

ductilidad, fragilidad y reducción en la mayoría de propiedades deseables (Shah, A. et

al., 2008).

La oxi-degradación utiliza dos métodos, la fotodegradación y la oxidación. El primero

utiliza luz UV para degradar el producto final, mientras que la oxidación utiliza el

tiempo y el calor para descomponer el plástico; estos dos métodos tienen como

consecuencia la reducción del peso molecular facilitando una posterior biodegradación

(Shah, A. et al., 2008).

Por último la biodegradación de los plásticos se puede presentar de forma aerobia,

anaerobia o anóxica, esto se puede ver en la naturaleza en: sedimentos, vertederos en el

compost o el suelo. Dióxido de carbono y agua resultarán de la biodegradación aerobia,

mientras que dióxido de carbono, metano y agua serán productos de una biodegradación

anaerobia (Shah, A. et al., 2008).

Tabla 2. Rutas degradación del polímero tomado de (Shah, A. et al., 2008, pag 250)

Factores

(Requerimientos) Foto-degradación

Degradación

termo-oxidativa Biodegradación

Agentes activos Luz UV o radiación con

alta energía Calor y oxigeno Agentes microbianos Requerimiento de

calor no se requiere

Mayor a la temperatura del

ambiente no se requiere

Tasa de degradación

Al inicio es lento, pero la

propagación es rápida Rápida Moderada

Otras consideraciones

Amigable con el ambiente, si no se utilizan radiaciones

(8)

Aceptación global Aceptable pero costosa No aceptada Costos bajos y muy aceptada

2.3.1. Biodegradación del polietileno

 

Microorganismos tales como bacterias y hongos juegan un papel importante en la

descomposición de diferentes materiales, sin embargo el mayor obstáculo en la

biodegradación del LDPE es la resistencia a los ataques biológicos debido a que es un

compuesto altamente hidrofóbico, tiene un alto peso molecular, y carece de grupos

funcionales reconocidos por la mayoría de las enzimas de los microorganismos (Shah,

A. et al., 2008). Por esta razones se suelen utilizar tratamientos previos como la

foto-oxidación, la termo-oxidación y la oxidación química con el fin de aumentar los grupos

funcionales y la tasa de degradación (Yamada-Onodera, K. et al., 2001; Shah, A. et al.,

2008; Zahra, S. et al., 2010; Mathur et al., 2011; Nowak et al., 2011; Santo et al., 2012;

Harshvardhan  &  Jha,  2013;  Restrepo-Flórez et al., 2014;).

La biodegradación se rige por diferentes factores como, el tratamiento previo, el tipo de

microorganismo y las características del polímero tales como: cristalinidad, tactilidad,

peso molecular, grupos funcionales y plastificantes o aditivos añadidos al polímero

(Shah, A. et al., 2008).

2.3.2 Mecanismo de biodegradación del LDPE

   

El proceso de degradación consiste en el paso de polímeros a monómeros, para que

estos puedan ser mineralizados, debido al tamaño de la mayoría de los polímeros y a

que un aumento en el peso molecular significa una menor tasa de degradación del

polímero por parte de los microorganismos, ya que no pueden pasar a través de las

(9)

dímeros y oligómeros para poder ser absorbidos o biodegradados dentro de células

microbianas más fácilmente (Shah, A. et al., 2008; Restrepo-Flórez et al., 2014).

Aunque hay un buen número de evidencia que prueba la biodegradación del polietileno,

aún hay una falta de conocimiento sobre las rutas metabólicas completas que participan

en el proceso y las enzimas implicadas (Restrepo-Flórez et al., 2014). Se ha encontrado

la presencia de dos enzimas activamente implicadas en la degradación biológica de

polímeros: despolimerasas extracelulares e intracelulares (Shah, A. et al., 2008;

Chatterjee, S. et al., 2013; Méndez et al., 2013; Santo, M. et al.,2013). Otras enzimas

también fueron reportadas por estar implicadas en el proceso de biodegradación del

polietileno como: la enzima alcano monoxigenasa (Uribe et al, 2011), las enzimas

oxidasas y catalasas (Kapri, A. et al., 2010) y la enzima lacasa extracelular (Santo, M. et

al.,2013). En otros estudios se menciona degradación catalizada por enzimas pero no se

especifican cuales (Yamada-Onodera, K. et al., 2001; Nowak et al., 2011;  

Harshvardhan & Jha, 2013).

Estas enzimas ayudan a descomponer polímeros complejos en moléculas más pequeñas

de cadena corta, haciéndolas lo suficientemente pequeñas para pasar por las membranas

bacterianas exteriores semipermeables, para posteriormente ser utilizados como fuentes

de carbono y de energía. Este proceso de degradación enzimática de polímeros se da por

hidrólisis en dos pasos: primero la enzima se une al sustrato del polímero para

posteriormente catalizar un rompimiento hidrolítico; como se dijo el LDPE puede ser

degradado ya sea por la acción de enzimas despolimerasas extracelulares e

intracelulares. La degradación intracelular es la hidrólisis de un depósito de carbono

endógeno debido a la acumulación de los propios microorganismos, mientras que la

extracelular consiste en utilizar una fuente de carbono exógeno y no necesariamente

(10)

Cuando los productos finales son CO2, H2O o CH4 la degradación es llamada

mineralización y ya que la degradación de este sustrato rara vez llega al 100%, una

pequeña parte del polímero se incorpora en la biomasa microbiana, humus u otros

productos naturales (Shah, A. et al., 2008).

Los grupos dominantes de los microorganismos y las vías degradadoras asociadas con

la degradación del polímero son determinadas por las condiciones ambientales y la tasa

hidrofóbica de los microorganismos. Respecto a la primera cuando hay O2 disponible en

el ambiente los microorganismos aerobios serán los principales responsables de la

destrucción de materiales complejos, generando CO2, H2O y biomasa microbiana como

productos finales. Por otra parte en condiciones anóxicas, los microorganismos

anaerobios serán los responsables de la degradación del polímero y en condiciones

metanogénicas los productos primarios serán el CO2, H2O, CH4 y la biomasa

microbiana (Shah, A. et al., 2008). En cuanto a la tasa hidrofóbica debido a que el

polietileno es un material altamente hidrofóbico no es fácil la formación de biopelículas,

por lo que un microorganismo con una alta hidrofobicidad de la superficie celular podrá

adherirse mejor a la superficie del plástico y formar una biopelícula (Mathur et al.,

2011).

2.3.3 Métodos para medir la degradación

 

Los microorganismos capaces de colonizar la superficie del polietileno generan

diferentes efectos en las propiedades de este. A continuación se explican los métodos

más utilizados para establecer el grado de degradación del polímero (Restrepo-Flórez et

al., 2014 & Shah, A. et al., 2008):

1. Visual: se busca observar cambios en la topografía de la superficie, tales como:

(11)

el color, aumento en la cristalinidad o formación de biopelículas. Aunque estos

cambios no demuestran la presencia de un proceso de degradación, los cambios

visuales pueden ser utilizados como un primer indicador de ataque por

microorganismos

2. Microscopía: es un buen método para obtener información sobre el mecanismo

de degradación, suele utilizarse cuando se han encontrado cambios visualmente;

las mejores observaciones se obtienen al utilizar microscopia de barrido de

electrones (SEM) o microscopía de fuerza atómica (AFM). Aunque en la

literatura se encuentran diversas técnicas para evaluar el grado de

biodegradación del polímero como; transformación de Fourier de la Radiación

infrarroja (FTIR), espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN),

colorimetría diferencial de barrido (DSC), espectroscopia de fotoelectrones de

rayos X (XPS, difracción de rayos X (DRX).

3. Cambios en las propiedades mecánicas y de masa molar: debido a que la

resistencia a la tracción es muy sensible a los cambios en la masa molar de los

polímeros, fluctuaciones en esta propiedad se utilizan como indicador de

degradación. Además en estudios enfocados en películas delgadas, cambios en

la carga de rotura serán un buen indicador para la degradación, mientras que en

películas gruesas el efecto del microorganismo es muy superficial y no se

alcanzan a presentar cambios mecánicos.

4. Producción CO2/Consumo de O2: Cuando las condiciones son aerobias los

(12)

carbono como uno de los mayores productos metabólicos finales. Por esta razón

la producción del CO2 medida con el ensayo de sturm y el consumo de oxígeno

medido con pruebas respirométricas, se han convertido en buenos indicadores

para la degradación del polímero, siendo unos de los métodos más utilizados

para medir la biodegradación en los laboratorios.

5. Grupos funcionales en la superficie: En estudios se ha encontrado una relación

entre los cambios en algunos grupos funcionales y presencia de actividad

biológica; para esta prueba se utiliza la transformación de Fourier de la

Radiación Infrarroja (FTIR), técnica para medir los siguientes grupos

funcionales: carbonilo, ésteres, vinilos y enlaces dobles. Sin embargo no se ha

llegado a un consenso con los resultados, ya que en algunos estudios se

encuentra una disminución en los grupos carbonilos y un incremento en los

enlaces dobles. Pero en otros estudios los grupos carbonilos han aumentado y la

cantidad de dobles enlaces disminuido.

6. Distribución del peso molecular: Luego de un ataque microbiano se ha

observado un aumento en el peso molecular promedio debido al consumo de las

cadenas de peso molecular inferior (Yamada-Onodera et al, 2001), sin embargo

este resultado no es universal ya que algunos autores no han encontrado cambios

en la distribución del peso molecular. Otros aseguran que son los factores

abióticos como la irradiación UV quienes realmente afectan el peso molecular

más no un ataque microbiano. Para medir la distribución del peso molecular se

utilizan dos técnicas diferentes, la más común es el uso de cromatografía de

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mediciones reológicas, que se relacionan indirectamente con la distribución del

peso molecular.

7. Formación de zonas claras: Este método suele utilizarse para saber si un

microorganismo es capaz de degradar un polímero específico, aunque también

sirve para obtener resultados semi-cuantitativos. Esta prueba se realiza en una

caja de Petri con un agar sintético, dispersando el polímero en partículas muy

finas dentro del medio dándole una apariencia opaca al agar. Luego se inocula el

microorganismo; la formación de un halo claro alrededor de la colonia indicará

la capacidad de los microorganismos para despolimerizar el polímero, siendo

este el primer paso de la biodegradación.

3. METODOLOGÍA

3.1  Medios  y  cultivos  

 

Una muestra del hongo A. niger fue otorgada por el laboratorio de micología y

fitopatología de la Universidad de los Andes (LAMFU). A los ocho días se realizó un

pase a una caja de Petri con agar papa dextrosa (PDA-Pronadisa) y se llevó a la

incubadora a 30ºC. Después de 15 días se sembró el hongo en un caldo de PDA, a 30ºC

por dos semanas. A este medio fue necesario adicionarle un antibiótico para inhibir el

crecimiento de las bacterias con el fin de obtener solamente A. niger; en este caso se

(14)

                                                                 

Imagen 2. Biomasa de Aspergillus niger en PDA Imagen 3. Biomasa Aspergillus niger en caldo PDA

 

3.2  Ensayo  de  biodegradación  de  polietileno  

 

Para este ensayo se utilizó el medio M9 (ver tabla 3) , ya que permite estar seguro que

la única fuente de carbono que tienen los microorganismos es el polietileno. Se

utilizaron dos muestras de LDPE, una bolsa plástica (común) y una manguera para riego

(comprada en una ferretería). La mitad de estos materiales fue expuesta a rayos UV con

longitud de onda de 254nm por un tiempo de 13 horas; posteriormente las muestras

fueron cortadas en trozos pequeños. Se realizaron cinco montajes: 1. Control: medio M9

al que se le inoculó el hongo 2. Blanco del LDPE expuesto a UV: medio M9 con los dos

tipos de plástico que fueron expuestos. 3. Blanco del LDPE sin exposición: medio M9

con los dos tipos de plástico que no fueron expuestos. 4. Montaje UV: medio M9 con

inóculo del hongo y los dos tipos de plástico expuestos a UV. 5. Montaje sin

exposición: medio M9 con inóculo del hongo y los dos tipos de plástico que no fueron

expuestos. Finalmente estos montajes fueron llevados a un shaker a 30ºC y 150 rpm por

un periodo de tiempo de 2 meses.

Tabla  3.  composición  medio  M9    

Compuesto Cantidad por litro Na2HPO4 7.25g

(15)

KH2PO4 3.0g

NaCl 0.71g

NH4Cl 2g/4ml

MgSO4 1ml

CaCl2 0.09g

   

Imagen  4.  montajes  de  ensayos  de  degradación  

 

 

3.3  Análisis  de  degradación  del  LDPE  

 

Se utilizó el método de microscopia electrónica de barrido (SEM) para observar los

cambios en la superficie del polietileno de baja densidad durante la degradación. Para

esto se prepararon las muestras siguiendo el proceso de fijación con glutaraldehido,

deshidratación, secado de punto crítico, recubrimiento con oro para posteriormente

realizar las observaciones. Se realizaron tres observaciones, en la primera se observaron

las muestras del LDPE expuestas a UV y las no expuestas sin ser sometidas al hongo,

en la segunda se observo el plástico después de haber sido sometido al hongo por un

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4. RESULTADOS

4.1 Macroscópicos

 

Después del primer mes de biodegradación se observó perdida de dureza de manguera

tanto para la muestra expuesta a UV como para las que no lo estuvieron, además se

observaron algunos hilos desprendiéndose y hongos adheridos a la superficie de las

muestras. Por otro lado en las muestras de las bolsas plásticas después del mismo

periodo de tiempo no se observaron cambios visibles. En la imagen 5 se encuentran

muestras de manguera después de dos meses de biodegradación, tanto en (a) y (b) se

vieron hilos desprendiéndose de los pedazos de plástico, sin embargo había una

degradación aparente mayor en la muestra que fue expuesta previamente a rayos UV.

Después de dos meses tampoco se evidenciaron cambios aparentes en las bolsas

plásticas.

         

Imagen   5   fotografías   de   la   manguera   dos   meses   después   de   la   biodegradación:   (a)   manguera   sin   exposición   a   rayos  UV.  (b)  manguera  con  exposición  a  rayos  UV.  

4. 2 Análisis SEM de las muestras de manguera

En la imagen 5 se observan fotografías de SEM de la manguera, antes y un mes después

de la biodegradación y de los blancos; tanto de las muestras que fueron o no expuestas

a la radiación UV. La microscopía electrónica de barrido mostró como el solo hecho de

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algún deterioro a la misma. En la muestra (b) se observó una ranura mucho más grande

que las que poseía la muestra (a) que no fue expuesta a tratamientos. Con la muestra (c)

se pudo ver como el medio M9 no generó degradación ni cambios visibles en la textura

ni superficie de la manguera; mientras que en la (d) que fue expuesta a rayos UV se

presenta una textura más rugosa que podría deberse a algunas arrugas generadas en la

bolsa al momento de ser dispuesta en el porta-muestras para microscopia, sin embargo

no se presentaron ranuras en la superficie. Después de 30 días de exposición de las

muestras al hongo A. niger en el medio M9 las fotografías (e) y (f) mostraron la

formación de biopelículas sobre las muestras, lo cual podría ser interpretado como un

signo de presencia de biodegradación. Por esta razón se realizó un acercamiento a estas

muestras donde en las imágenes (g) y (h) se observó rompimiento de la manguera, lo

que significaría biodegradación. Sin embargo no se puede asegurar totalmente que esta

degradación se haya presentado exclusivamente debido a los hongos, puesto que se

observaron algunas bacterias sobre las fibras de la muestra las cuales también podrían

haber estado generando algún tipo de interacción con el A. niger y por lo tanto

contribuyendo a este proceso.

                       

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                          Imagen   6.   Micrografías   SEM   de   la   manguera   antes   y   después   de   1   mes   de   biodegradación.   (a)   antes   de   la   incubación  sin  UV;  (b)  antes  de  la  inoculación    con  UV;  (c)  Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  sin  UV);  (d)   Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  con  UV);  (e)  y  (g)  después  de  la  inoculación  sin  UV;  (f)  y  (h)  después  de  la   inoculación  con  UV.    

Por otra parte en la imagen 7 se observan los resultados de la microscopia SEM

realizada dos meses después de la inoculación con el hongo; en esta se presentaron

signos claros de degradación, también se vió claramente la formación de biopelículas

sobre la superficie del material en (a) y (b). Además al realizar un acercamiento al

material (c) se pudieron observar algunas hifas sobre una fibra del plástico que al

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más claramente las biopelículas formadas por el crecimiento de las hifas, sin embargo

también se vieron algunas bacterias sobre la muestra de manguera, las cuales podrían

haber tenido algún tipo de simbiosis con A. niger y de esta manera haber participando

en el proceso de degradación. Por otra parte se observó como en los blancos no se

presentó degradación y su apariencia era muy similar al que se tenia en las condiciones

iniciales donde (e) no había sido expuesto a ningún tratamiento, mientras en (f) se

observaron algunas grietas pero estas eran muy similares a las causadas en el momento

de exponer este material a los rayos UV más no a un efecto generado por algún tipo de

microorganismos.

(20)

           

 

Imagen   7.   Micrografías   SEM   de   la   manguera   dos   meses   después   de   la   biodegradación.   (a)   y   (c)   después   de   la   inoculación  sin  UV;  (b)  y  (d)  después  de  la  inoculación  con  UV  ;  (e)  Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  sin  UV);   (f)  Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  con  UV).    

 

4.  3  Análisis  SEM  de  las  muestras  de  bolsa  plástica  

 

En la imagen 6 se observan fotografías de SEM de la bolsa plástica: antes y un mes

después de la biodegradación y de los blancos; tanto de las muestras que fueron o no

expuestas a la radiación UV. Los resultados mostraron que se presentó deterioro en el

material, ya que la superficie de las imágenes (e) y (g) se encontraron más rugosa e

irregulares que la (a); esto mismo se observó entre las imágenes (d) y (f) respecto a la

(b) que era la inicial. Por otro lado para las imágenes correspondientes a los blancos se

vió como en (c) no hay afectación aparente del material, mientras que en (d) se observó

un leve deterioro. También se puede decir que la exposición de este material a los rayos

UV generó un pequeño desgaste en el material.  

                               

(21)

                             

                         

                      Imagen   8.     Micrografías   SEM   de   la   bolsa   plástica   antes   y   después   de   1   mes   de   biodegradación   (a)   antes   de   la   inoculación  sin  UV;  (b)  antes  de  la  inoculación  con  UV;  (c)  Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  sin  UV);  (d)   Blanco  (LDPE    en  el  medio    sin  el  hongo  con  UV);  (e)  y  (g)  después  de  la  inoculación  sin  UV;  (f)  y  (h)  después  de  la   inoculación  con  UV.  

5. DISCUSIÓN

Bajo condiciones de laboratorio se observó como A. niger tiene la capacidad para

degradar polietileno de baja densidad. Sin embargo los resultados macroscópicos y

microscópicos mostraron como la degradación fue mayor en las muestras de manguera

(22)

polietileno generando biopelículas sobre la superficie, además se presentó una perdida

de dureza en estas muestras, signos que se han encontrado previamente en otros

estudios como indicadores de biodegradación (Zahra et al., 2010; Mathur, G., et al.

2011; Nowak, B., et al. 2011).

Los resultados obtenidos de la observación SEM para la manguera ratificaron que A.

niger tiene una tasa de degradación alta, pues en las observaciones a 4000X un mes

después de la inoculación del hongo ya se podían observar claramente biopelículas tanto

para las muestras vírgenes como para las previamente irradiadas. Y en las observaciones

a 10.000X se vieron más claramente las biopelículas formadas por las hifas sobre

algunas fibras de la manguera que estaban siendo degradadas, sin embargo también

habían algunas bacterias sobre la superficie de la muestra, las cuales podrían tener

algún tipo de simbiosis con A. niger y de esta manera estar participando en el proceso

de degradación. Al comparar estas observaciones con las realizadas a los dos meses de

la inoculación, fue evidente el aumento en el crecimiento y colonización del hongo

sobre la superficie, ya que se necesitó de un aumento mucho menor para encontrar

signos claros de biodegradación. Los resultados de la manguera a 500X y 1000X para

la muestra virgen y la irradiada respectivamente, mostraron claramente las biopelículas

y en la muestra virgen se evidenció un desgarramiento en las fibras de la manguera. En

las observaciones a 4000X se vio la colonización de las fibras de la muestra y al igual

que en la observación realizada un mes antes se siguen encontrando el mismo tipo de

bacterias.

Respecto a estudios previos en los que se midió la biodegradación de otras especies de

hongos con microscopia SEM, aunque se encontró formación de biopelículas no se

obtuvieron resultados tan claros en tan corto tiempo ya que a 5000X después de 100

(23)

cambios sobre la superficie del material (Zahra et al., 2010; Chatterjee, S. et al., 2013).

Por otra parte en un estudio realizado con A. niger sobre polietileno de alta densidad

oxidado anteriormente, después de un mes se observaron resultados muy similares a los

del presente estudio. En este también se formaron biopelículas y se evidenció la

penetración de las hifas sobre la superficie del material a un aumento de 5000 y

10.000X, aunque este estudio no se realizó sobre LDPE se muestra la capacidad de este

hongo de atacar el polietileno en general (Mathur, G., et al. 2011).

Además de los signos encontrados microscópicamente se encontraron signos

macroscópicos, donde a los dos meses en el montaje del laboratorio se evidenciaban

hilos desprendiéndose de los pedazos de plástico, también se presentó perdida de dureza

del material desde el primer mes de exposición a este microorganismo. Si se comparan

estos resultados con los obtenidos en un estudio previo realizado igualmente con A.

niger pero sobre polietileno de alta densidad se encuentra que los resultados son

consistentes ya que en los dos casos se observaron signos de degradación después de un

mes (como perdida de dureza y formación de biopelículas), sin embargo en el otro

estudio además se realizaron pruebas para determinar la reducción gravimétrica del

material en el que se encontró una reducción de 0.81% en el peso del LDPE puro

después de 90 días (Mathur et al., 2011).

Es importante resaltar que las muestras de manguera que no fueron expuestas a rayos

UV presentaron cambios en cuanto a su dureza y en la superficie, además de ser

colonizadas por el microorganismo en un grado similar a las que fueron expuestas a

esta radiación (las cuales presentaron algunos cambios microscópicos tales como

nuevas grietas antes de ser inoculadas con el hongo). Sin embargo la exposición a estos

rayos se realizó por un tiempo muy corto comparada con la mayoría de los estudios

(24)

generar un buen número de grupos funcionales y debilitar en un mayor grado el

polímero, por lo que se podría decir que A. niger es efectivo degradando la matriz del

polímero sin necesidad de realizarle tratamientos previos (Yamada-Onodera, K. et al.,

2001; Zahra et al., 2010; Kumar, S. et al., 2013).

6. CONCLUSIONES

Con los resultados obtenidos en el presente estudio se comprobó la capacidad

degradante del hongo A. niger sobre LDPE en condiciones controladas de laboratorio.

Sin embargo se encontró una preferencia de este microorganismo por las muestras de

manguera sobre las de bolsa plástica, ya que en las primeras se observó como estos

hongos se adhieren a la superficie del polietileno formando biopelículas de hifas que

penetran la superficie y utilizan este polímero como fuente de carbono, así como

perdida de dureza del material y cambios macroscópicos. Sin embargo en los resultados

de la microscopia SEM para estas muestras se observaron algunas bacterias por lo que

no puede descartarse la posibilidad de que estas tengan algún tipo de simbiosis con este

hongo y estén participando también en el proceso de biodegradación. Mientras que en

las muestras de bolsa plástica no se presentaron estas biopelículas y aunque se presenta

un desgaste y rugosidad en la superficie, no es tan claro como en la manguera. Para

futuros estudios y un mayor entendimiento respecto al tema es recomendable conocer la

composición exacta de los tipos de plásticos utilizados para poder entender la

preferencia de compuestos que tiene A. niger u otro tipo de microorganismos. Más

estudios deben ser realizados para entender las posibles simbiosis que A .niger pueda

estar presentando con algunas bacterias en el proceso de biodegradación, además de

estudios sobre el metabolismo de este microorganismo y las enzimas que están

(25)

degradación del polietileno las muestras que no fueron expuestas a ningún tipo de

tratamiento respondieron muy bien al proceso de biodegradación.

7.  AGRADECIMIENTOS  

Este estudio se realizó como requisito parcial para obtener el grado en ingeniería

ambiental de la Universidad de los Andes. Agradezco al profesor Manuel Rodríguez

Susa por su asesoría, así como a Juliana Martínez encargada del laboratorio de

ingeniería ambiental por toda su colaboración, a Dery corredor encargada de operar el

microscopio electrónico con el que se analizaron las muestras y al LAMFU por

otorgarme la muestra de Aspergillus niger.

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