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E S C U E L A A R C A N A

EL TRABAJO MÁGICO DEL ALMA CUADERNO II

Sección I MAGIA BLANCA

El Sendero – El Plan

Sección II LOS PROBLEMAS DE LA HUMANIDAD:

LA CONSTRUCCIÓN DE CORRECTAS RELACIONES HUMANAS

La Rehabilitación Psicológica de las Naciones

Este cuaderno está destinado exclusivamente a los estudiantes de la Escuela Arcana

© Lucis Trust 2018

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ESCUELA ARCANA

EL TRABAJO MÁGICO DEL ALMA CUADERNO II

Sección I ♦ MAGIA BLANCA El Sendero: El Plan

Trabajo a Realizar ... 1

El Sendero: su Técnica y su Meta ... 2

El Sendero de Ida y de Retorno ... 5

El Camino ... 8

El Sendero del Conocimiento ... 9

El Sendero ... 13

El Plan ... 15

Extractos sobre el Plan ... 18

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TRABAJO A REALIZAR

Por favor, conteste las siguientes preguntas:

1. “El objetivo de todo entrenamiento interno es desarrollar el sentido esotérico”. ¿Cómo describiría usted este sentido?

2. ¿Qué es el N.G.S.M.? ¿Cuál es su función?

3. Constantemente se nos dice que debemos servir. Quiere usted indicar:

a. ¿Cuál es la base del verdadero servicio?

b. ¿Cuáles son sus características sobresalientes?

c. ¿Cuál es la relación entre sacrificio y servicio? Compare estos dos aspectos de un todo.

4. Exponga brevemente su actual concepto del Plan y en qué forma cree usted que está relacionado con él actualmente.

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EL SENDERO: SU TÉCNICA Y SU META

El Tibetano 1. El Sendero es una línea estrecha entre los pares de opuestos que el aspirante descubre y

huella, sin desviarse a la derecha ni a la izquierda.

a. Cuando discierne sobre los pares de opuestos.

b. Cuando equilibra las fuerzas de su propia naturaleza, entonces sabe que ha

encontrado el Sendero. (pág. 225 ed. ingl.)

2. El alma enfrenta dos senderos, el de la derecha y el de la izquierda:

a. Uno conduce al renacimiento, el otro a la liberación.

b. Uno es el sendero de involución, el otro el de evolución.

c. Un sendero conduce a la magia negra, el otro es el camino del mago blanco

d. Uno es el camino de la personalidad egoísta, el otro es el camino del alma consciente del grupo.

La clara discriminación entre ambos revela el “estrecho sendero del filo de la navaja”, que existe entre uno y otro. Es llamado también el “Noble Sendero Medio” de Buda.

(pág. 229 ed. ingl.) 3. Para que el discípulo llegue a ser un adepto será necesario que investigue el camino.

(pág. 583 ed. ingl.) 4. Todo ser humano encuentra con el tiempo su camino de regreso al Sendero de Retorno, hacia uno de los tres rayos mayores. Todos tienen que expresar, finalmente, la facultad inteligente creadora, estar animados por el amor divino y poner en función activa la Voluntad, a medida que expresa el propósito y el Plan divinos. (pág. 197 ed. ingl.) 5. En el Sendero de Probación y del Discipulado, esta actividad vibratoria más sutil del Yo o Alma, ejerce un creciente atractivo. El mundo externo deja de atraer. El mundo interno del Yo asume un lugar predominante en la naturaleza de deseos. (pág. 147 ed. ingl.) 6. A medida que se progresa en el Sendero, los procesos mentales del aspirante son cada vez más potentes y las formas mentales creadas con propósito definido en la meditación se hacen más efectivas, a fin de obtener resultados. (pág. 258 ed. ingl.) 7. El Sendero se encuentra cuando se revela el segundo campo de conocimiento:

a. El primer campo de conocimiento que recibe iluminación es la totalidad de las formas que se encuentran en los tres mundos del esfuerzo humano, etérico, astral y mental.

b. El segundo campo de conocimiento es el Yo, en el cuerpo espiritual, el Alma cuando se expresa por medio del cuerpo causal, y la percepción de esa fuente de energía espiritual que es el impulso motivador que se halla detrás de la manifestación inferior.

Entonces se ve “el disco de luz dorada”. (págs. 59-60 ed. ingl.) 8. El estrecho Sendero del Filo de la navaja es percibido cuando el hombre:

a. Comprende algo de la Ley de los Ciclos.

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c. Aprende a vivir en la conciencia del alma.

d. No le afectan las fluctuaciones de la vida de la personalidad.

e. Sale de la vida de los sentidos y penetra en el mundo de la realidad.

f. La vida de la forma se convierte sencillamente en un campo de servicio.

(pág. 63 ed. ingl.) 9. El primer requisito requerido en el Sendero de Probación es la construcción del carácter.

10. El desarrollo del intelecto del hombre marca su aptitud para hollar el Sendero. Este Sendero conduce a:

a. La plena conciencia del Alma

b. La percepción del estado del Ser puro.

Se ha de recordar que, en el Sendero de Probación, el aspirante aprende a controlar el cuerpo astral, su enfoque, sus deseos y su trabajo. En el Sendero del Discipulado el discípulo aprende una lección similar, en relación con el cuerpo mental y la naturaleza de la mente.

El trabajo del iniciado y del adepto, en el Sendero de Iniciación, surge de la realización de

estos dos senderos. (págs. 212, 237-238 ed. ingl.)

11. A medida que el hombre se acerca al Sendero, el Sendero de Probación queda sembrado de formas destruidas. Por lo tanto, si progresan, la vida del aspirante está caracterizada por:

a. Movimiento, cambios constantes y diferenciaciones, y por un continuo construir y destruir.

b. Una vida de incesante sufrimiento y frecuentes choques con el medio ambiente.

c. La constante trascendencia de los ideales.

d. Se ven las visiones, se materializan y luego se reemplazan. (pág. 264 ed. ingl.) 12. La palabra “SERVICIO” abarca la naturaleza de los primeros pasos que da el discípulo en el Sendero del Discipulado y en las dos primeras iniciaciones. (pág. 93 ed. ingl.) 13. El progreso de un hombre, en el Sendero, depende de la habilidad para apropiarse de la

enseñanza, debiendo:

a. Transmutar las lecciones de los planos internos en conocimientos prácticos, de manera que se conviertan en parte de su experiencia, dejando de ser simplemente teóricos.

b. Expandir su conciencia para que el ideal se convierta en una experiencia práctica.

(pág. 348 ed. ingl.) 14. En el Sendero del Discipulado debe existir:

a. Comprensión del Plan y del propósito grupal.

b. Conformidad con el propósito del ciclo inmediato.

c. Subordinación de sus ideas y dharma personales al servicio.

d. Obtención del conocimiento, de la fortaleza y de la coordinación. (pág. 280 ed. ingl.)

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15. Las seis etapas necesarias en el Sendero son:

a. Reorientación, trae como resultado una visión clara del Plan.

b. Respuesta, trae como resultado una correcta interacción entre el yo superior y el yo inferior.

c. Recordar, trae como resultado meditación concentrada.

d. Irradiación, trae como resultado la enunciación de la nota del alma.

e. Respiración, trae como resultado trabajo creador.

f. Reunión, trae como resultado unificación. (pág. 220 ed. ingl.) 16. Existe un Sendero de visión, pues el Alma mira en tres direcciones:

a. Hacia la Luz Suprema y la Vida central.

b. Hacia el reino de las almas, el Reino de Dios.

c. Hacia el reflejo del alma, el hombre en los tres mundos. (pág. 211 ed. ingl.) 17. La Luz que se halla en la cabeza indica que el hombre ha encontrado el Sendero.

(pág. 185 ed. ingl.) 18. Sólo en un caso de emergencia, los Maestros utilizan la energía para ponerse en contacto con un principiante en el Sendero del Discipulado. (pág. 172 ed. ingl.) (Adaptado de Tratado sobre Magia Blanca)

NOTA: “Debe tenerse muy en cuenta que el término SENDERO se emplea sólo para significar energía e indicar corrientes de energía – siete corrientes que se mezclan y fusionan para formar un Sendero”.

(Tratado sobre Fuego Cósmico, pág. 1241)

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EL SENDERO DE IDA Y DE RETORNO

por A. BESANT Si comprenden que la gran evolución de la humanidad sigue dos senderos: el de ida y el de retorno, les ayudará a realizar el objetivo y a cambiar su deseo.

En el sendero de ida, en el cual se hallan la inmensa mayoría de los seres humanos, los deseos son útiles y necesarios. Cuantos más deseos tiene el hombre en este Sendero, mejor será para su evolución, pues constituyen los móviles que lo impulsan a la actividad. Sin ellos, se estancaría en la pasividad. ¿Por qué la Deidad, Ishvara, llenó el mundo de objetos deseables si no hubiera tenido el propósito de que el deseo fuese un factor de la evolución?

La Deidad trata a la humanidad como una madre inteligente a su hijo, que no lo sermonea sobre las ventajas del andar, ni le explica eruditamente el mecanismo de los músculos de las piernas, sino que le enseña un lindo juguete diciendo: “Ven y tómalo”. El deseo se despierta y el niño comienza a gatear, aprendiendo así a andar. Análogamente, Dios pone juguetes a nuestro alrededor, pero siempre fuera de nuestro alcance y dice: “Vengan y tómenlos. Aquí tienen amor, dinero, fama y honores sociales. Vengan y tómenlos”. Nosotros, como niños, hacemos grandes esfuerzos y luchamos para arrebatar los juguetes; pero una vez que nos apoderamos de estos, se rompen y de nada sirven. Así los hombres se esfuerzan, luchan y trabajan para lograr riquezas, y cuando llegan a ser multimillonarios, exclaman: “¿En qué emplear tantas riquezas?” El amor a la fama y al poder estimula a los hombres y los lleva a realizar los más ingentes esfuerzos, pero una vez obtenidos, el hastío es el resultado. Sigamos ahora al poderoso jefe de estado, al líder de un pueblo o nación, al hombre idealizado por las multitudes hasta la intimidad de su hogar, y allí veremos la fatiga del poder y la saciedad producida por la pasión. Entonces, ¿acaso Dios se burla de nosotros presentándonos todos esos objetos? No. Su propósito ha sido extraer el poder del Yo, desarrollar la capacidad latente en el hombre, y en el desarrollo de la facultad humana puede observarse el resultado del incentivo (Lila)1. Este es el medio por el cual aprendemos a desarrollar el Dios interno: el resultado de la actuación del divino Padre con Sus hijos.

Pero a veces el deseo de los objetos externos se pierde prematuramente y sólo se aprende la lección a medias, siendo ésta una de las dificultades que existen hoy en la India. Tienen una poderosa filosofía espiritual, expresión natural de las almas nacidas hace siglos y dispuestas a renunciar a los frutos de la acción y a consagrarse al servicio del Logos Supremo y realizar Su Voluntad…

¿Qué es el Sendero de Nivritti? Es el Sendero de Retorno, donde ha de cesar todo deseo, siendo reemplazado por la voluntad auto-determinada. El hombre que se compromete en el Sendero de Retorno sólo tiene un deseo, el de trabajar de acuerdo con la Voluntad del Supremo.

Armoniza su voluntad con la suprema Voluntad, renuncia a todo deseo personal y trabaja a fin de hacer girar la rueda de la vida mientras sea necesario para la Ley de la Vida. El deseo en el Sendero de Ida, se convierte en Voluntad en el Sendero de Retorno; el alma, en armonía con la Deidad, actúa de acuerdo a la Ley. El pensamiento, en el “Sendero de Ida”, está siempre alerta, vacilante y mutable. En el “Sendero de Retorno” se convierte en Razón; el yugo de la razón es colocado en la testuz de la mente inferior; la Razón guía al toro. El trabajo, la actividad y la acción inquieta, en el Sendero de Ida, atan al hombre común. En el Sendero de Retorno, el trabajo se convierte en sacrificio; así se destruye la fuerza que ata al hombre. Por lo tanto, las

1Lila: (Lîla, sánsc.) Literalmente: Juego, diversión, pasatiempo. En las Escrituras ortodoxas hindúes se explica que “los

actos de la Divinidad” son lîlâ, o una diversión. Glosario Teosófico

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manifestaciones de los tres aspectos, tales como se demuestran en los Senderos de Ida y de Retorno, son:

La Bienaventuranza manifestada como Deseo, se transforma en Voluntad.

La Sabiduría manifestada como Pensamiento, se transforma en Razón.

La Actividad manifestada como Trabajo, se transforma en Sacrificio.

Frecuentemente la gente pregunta ¿por qué en el ser humano la voluntad constituye la analogía de la Bienaventuranza de la Deidad? Las tres grandes cualidades divinas son: “Sat” o existencia, “chit” o consciencia, “ananda” o bienaventuranza. Evidentemente la consciencia divina se refleja en la consciencia del hombre, aunque es la misma cualidad en miniatura.

Análogamente, resulta evidente que la existencia y la actividad pertenecen la una a la otra, pues el hombre existe porque actúa externamente. La etimología de la palabra “existencia” lo demuestra, pues equivale a “fuera de”, o sea la vida manifestada. Por lo tanto, queda la bienaventuranza como analogía de la voluntad; muchos no lo comprenden debidamente y preguntan: “¿Cuál es la analogía que existe entre bienaventuranza y voluntad?” Si analizamos el deseo y los objetos del deseo, hallaremos la solución del enigma. La naturaleza del Yo es bienaventuranza. Introduzcamos esta naturaleza en la materia, y ¿cuál será la expresión de la naturaleza de la bienaventuranza? El deseo por obtener la felicidad - la búsqueda de objetos deseables que le proporcionarán felicidad, que es su propia naturaleza esencial y que continuamente tratará de lograr entre los obstáculos del mundo. La naturaleza misma del Yo es la bienaventuranza, busca la felicidad, y es ese deseo el que ha de transmutarse en voluntad.

Estas analogías tienen un profundo significado si las analizan, y la universal “voluntad de vivir”

se traduce en “deseo de felicidad”, que se halla en todo hombre o mujer y en toda criatura consciente. ¿No se han dado cuenta con qué seguridad justifican ese análisis de su propia naturaleza, por la forma en que aceptan la felicidad como si fuera un derecho, y se resienten por la infelicidad, preguntándose qué han hecho para merecerla? Hacen la misma pregunta respecto a la felicidad, que es el resultado natural de nuestra propia naturaleza. Lo que necesitan explicarse no es la felicidad sino el sufrimiento, las cosas que están contra la naturaleza del Yo, el cual es bienaventuranza.

Considerando esto, vemos que el deseo y la voluntad constituyen la determinación de ser feliz. Uno es ignorancia extraída de los objetos externos, la otra es autoconsciencia estando iniciada y regida desde lo interno. El deseo es evocado y dirigido desde lo externo. Cuando el mismo aspecto rige desde lo interno, es voluntad. No difiere en naturaleza. De aquí que el deseo en el Sendero de Ida, se convierte en voluntad en el Sendero de Retorno.

Cuando el Deseo, el Pensamiento y el Trabajo se convierten en Voluntad, Razón y Sacrificio, el hombre regresa a su hogar y vive renunciando. Cuando el hombre realmente renuncia, se produce en él un gran cambio. En el Sendero de Ida ha de esforzarse por conseguir cuanto desea y necesita. En el Sendero de Retorno, la naturaleza derrama todo tesoro a sus pies. Cuando el hombre cesa de desear afluyen a él todos los tesoros, porque ha llegado a ser un canal por el cual todos los dones llegan a quienes lo rodean. Busquen el Bien, renuncien a toda codicia, y todas las cosas serán suyas. No pidan que sólo se llene su pequeño tanque de agua, entonces se convertirán en un conducto que extrae del manantial vivo de todas las aguas que surgen perennemente de la fuente inagotable. La renunciación significa el poder de trabajar incesantemente para el bien de todos; trabajo que nunca fracasará porque ha sido forjado por el Supremo Trabajador, por medio de Su servidor.

Si están empeñados en una obra de caridad, digna de ese nombre, y los medios son limitados, y no fluyen las riquezas a sus manos ¿qué significa ello? Significa que todavía no han

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aprendido la verdadera renunciación, que aún están apegados a lo visible, al fruto de la acción, y por lo tanto, no afluyen las riquezas a sus manos.

Purificación de los Cuerpos

El desarrollo de los poderes o facultades pertenece al aspecto consciencia; la purificación de los cuerpos pertenece al aspecto materia. Deben purificar cada uno de los tres cuerpos activos – mental, astral y físico. Sin esta purificación será mejor que no se dediquen al Yoga. Ante todo, ¿cómo se purifica el cuerpo mental? Por el correcto pensar. Entonces deberán emplear la imaginación, que es el gran instrumento creador. Imaginen cosas, e imaginándolas, formarán un cuerpo mental organizado en la forma que desean. Imaginen intensamente algo, así como el pintor imagina cuando va a pintar. Visualicen un objeto si tienen el poder de visualizar, y si no lo poseen, traten de lograrlo. Desde luego que ésta es una facultad artística y la mayoría de la gente la posee en mayor o menor grado. Prueben a reproducir perfectamente el rostro de una persona a quien ven diariamente. Por esta práctica fortalecerán su imaginación y harán de ella el utilísimo instrumento que necesitan para practicar la Yoga.

Hay otro empleo valioso de la imaginación. Si se imaginan en su cuerpo mental la presencia de las cualidades que desean poseer y la ausencia de esas que desean eliminar, estarán en camino de poseer unas y eliminar otras. También es posible suavizar algunas dificultades de la vida si las imaginan correctamente antes de que sobrevengan. ¿Por qué esperar hasta que deba enfrentarlas en el mundo físico? Si por la mañana, al levantarse, piensan en las eventuales dificultades y se imaginan actuando perfectamente en medio de ellas (nunca deberán sentir escrúpulos en imaginarse perfectos), cuando aquellas se presentan durante el día, habrán perdido su poder y no sentirán tan agudamente el aguijón. Cada uno tendrá en su vida algo que lo perturbe. Por lo tanto, imagínense enfrentando esa dificultad sin preocuparse, y cuando sobrevenga, actuarán como se han imaginado. Podrán hacer desaparecer la mitad de las dificultades y de sus defectos si los manejan por medio de la imaginación.

A medida que se purifica así el cuerpo mental, deberán dedicarse al cuerpo astral, lo cual se logra por los buenos deseos. Tengan nobles deseos y el cuerpo astral desarrollará los órganos de los buenos, en vez de los malos. El secreto de todo progreso consiste en pensar y desear lo superior, sin detenerse nunca en los defectos, las debilidades y los errores. Piensen siempre en el poder perfecto y, de esa manera, lentamente, serán capaces de lograr la propia perfección.

Por lo tanto piensen y deseen correctamente, a fin de purificar los cuerpos mental y astral.

(Extraído de “Introducción al Yoga”, por Annie Besant, págs. 117-25)

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EL CAMINO

por Cavé El discípulo que desea encontrar a su Maestro, busca a un estudiante más sabio que él y (mentalmente) lo toma como guía. Esto es un error.

La relación del Maestro con el aspirante no es una relación física ni mental; sino que pertenece a una esfera más elevada del ser – la esfera espiritual – y por lo tanto está regida por las leyes espirituales.

Que el discípulo busque su propia Luz en lo más profundo de su ser; ya que esta Luz es el Alma y como la Luz del Maestro es también el Alma, ambas son una; así, encontrando a su propia Alma, el discípulo encuentra al Maestro.

El discípulo que haya logrado esto solo y sin ayuda, alcanza el punto en el cual tiene el privilegio de encontrar a la Gran Alma, a Cuyo rayo su alma pertenece, en el cuerpo, si su Maestro está encarnado, o bajo la forma que en ese momento revista su alma; ya que sus esfuerzos solitarios le han dado derecho a la ayuda intelectual y al contacto personal, y su aptitud para reconocer al Alma ha hecho posible el compañerismo.

La ayuda intelectual y el compañerismo que pueda entonces tener, dependerán de la medida en la que haya purificado su mente y la haya sintonizado con el Alma.

Verá que el Maestro se esfuerza únicamente para hacerle percibir más claramente su propia Luz – para hacer que arda con una llama más viva; porque el Alma es Una. Y lo que pertenece al Alma no puede nunca estar en conflicto con la intuición individual.

Esto muestra que el discípulo debe aprender a distinguir correctamente entre su intelecto y su intuición.

El Sendero es interno, nunca externo. Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

Esta es la síntesis del estado de Chela2. Cristo es la Luz del Alma y cuando el discípulo encuentra a Cristo, encuentra al Maestro.

Estas frases están escritas en la Sala del Aprendizaje, lo único que he hecho es traducir lo que he leído allí.

2 Chela: literalmente niño, discípulo de un gurú, maestro o sabio: en Oriente se llama también así al discípulo ya

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EL SENDERO DEL CONOCIMIENTO

por Rudolf Steiner Antes de entrar en el Sendero del Conocimiento superior, el hombre sólo conoce la primera de sus cuatro etapas, que en la vida común pertenece estrictamente al mundo de los sentidos.

Incluso en lo que se denomina “ciencia”, el hombre sólo tiene que ver con el primer grado de conocimiento, pues esta ciencia trata únicamente con el conocimiento común en forma más minuciosa y disciplinada. Por medio de instrumentos tales como el microscopio, el telescopio, etc., hace sus sentidos más efectivos, mostrándoles lo que, de otra manera, no podrían percibir.

Pero siempre permanece en los mismos planos de conocimiento, ya sea que vea cosas grandes a simple vista u observe objetos y fenómenos muy pequeños con la ayuda del microscopio.

También en la aplicación del pensamiento a hechos y cosas, tal ciencia permanece en el campo de la vida diaria. El hombre clasifica los objetos, los describe y los compara; trata de imaginarse sus variaciones, etc. El más hábil naturalista no hace fundamentalmente nada a este respecto, más allá de convertir los métodos de investigación de la vida diaria en un arte. Su conocimiento adquiere mayor amplitud, se hace más complejo y más lógico, pero no se acerca ni un paso más a cualquier otro modo de cognición.

En la ciencia oculta, la primera etapa del conocimiento se denomina modo material de cognición, seguida de otras tres superiores; y todavía, más adelante existen otras que serán explicadas antes de continuar con la descripción del Sendero del Conocimiento. Comenzando con el método común de cognición científica, de comprensión por medio de los sentidos, tendremos que diferenciar las cuatro etapas siguientes:

1. Conocimiento material 2. Conocimiento imaginativo

3. Conocimiento inspirativo, denominado también “conocimiento de la naturaleza de la voluntad”

4. Conocimiento intuitivo.

Luego hablaremos de las etapas que le siguen. Primeramente, debemos tener una idea clara respecto a lo que estamos considerando en los diferentes modos de cognición. En el

“conocimiento sensorial” común deben observarse cuatro elementos: (1) El objeto que hace impresión sobre los sentidos; (2) La imagen que formamos de dicho objeto; (3) La idea por la cual llegamos a una comprensión espiritual del objeto o suceso; (4) El “Ego”, que forma para sí mismo la imagen y la idea basada en la impresión del objeto. Antes de formarnos una imagen, una representación, debe haber un objeto que la provoque. No formamos el objeto, sólo lo percibimos y, en base al objeto se forma la imagen. Mientras estamos mirando un objeto, nos ocupamos sólo de eso; en el momento en que desviamos la mirada, sólo poseemos su imagen.

El objeto es abandonado, pero la imagen permanece “fija” en la memoria.

Ahora bien, el hombre no puede quedarse en la etapa de formación de la imagen; debe continuar hasta llegar a las ideas. Es absolutamente necesario diferenciar entre “imagen” e

“idea” si queremos tener claro este punto. Por ejemplo, imaginemos un objeto de forma circular; luego, dejémoslo, y retengamos en la memoria una imagen del círculo. Pero aún no tenemos el “concepto” de un círculo. Sólo lo tenemos cuando nos decimos: “Un círculo es una figura en la que todos los puntos se hallan equidistantes del centro”. Llegamos al conocimiento de una cosa sólo cuando nos hemos formado un concepto de ella.

Hay muchos círculos - pequeños, grandes, rojos, azules, etc., pero sólo hay un concepto de

“círculo”. Esto se considerará más extensamente a medida que avancemos en el tema; por ahora

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daremos sólo un delineamiento de lo que es necesario para distinguir los cuatro primeros pasos en el conocimiento.

El cuarto elemento que se ha de considerar dentro de la cognición material, es la “edad”.

Aquí se logra la unión de las imágenes y de las ideas. El ego almacena la imagen en su memoria.

Si no fuera así no sería posible una continua vida interna. Las imágenes de las cosas permanecerían sólo mientras las cosas mismas tuvieran un efecto sobre el alma. Pero la vida interna depende de la asociación de percepciones. El ego se abre camino en el mundo hoy porque, con ciertos objetos, reaparecen las imágenes de otros objetos similares del ayer.

Evidentemente, la vida del alma sería imposible si mantuviéramos la imagen de una sola cosa durante el tiempo que ella estuviera ante nosotros.

Referente a las ideas, también el ego forma la unidad. Combina sus ideas, y de esta manera hace un análisis, llegando a una comprensión del mundo. Esta asociación de ideas ocurre cuando uno se “forma un juicio”. Aquel que tiene sólo conceptos difusos, no se abre fácilmente camino en el mundo. Toda la actividad del hombre depende de su capacidad de combinar conceptos, es decir, formarse opiniones.

El modo material de conocimiento consiste en recibir, por medio de los sentidos, una impresión de las cosas junto con las representaciones del mundo externo. El individuo tiene el poder de percibir o “sensibilidad”. La impresión recibida del “exterior” se denomina “sensación”.

Por lo tanto, en la “cognición material” hay que considerar cuatro elementos: Sensación, Imagen, Concepto y Ego. En la siguiente etapa superior de conocimiento, la impresión hecha sobre los sentidos físicos, la “sensación”, desaparece. No existe ya ningún objeto sensorial externo. Quedan sólo tres de los factores a los cuales el hombre está acostumbrado en el conocimiento común: Imagen, Concepto y Ego. Generalmente, el conocimiento de un individuo sano crea una imagen y no una idea, cuando no se halla presente un objeto para los sentidos externos. El Ego se halla entonces inactivo. Aquel que forma imágenes de objetos sensibles, que no existen realmente, vive en la fantasía.

Pero el estudiante ocultista adquiere esta verdadera facultad de formar imágenes, aunque no esté presente ningún objeto sensorial externo. Otra cosa que existe en él debe reemplazar los objetos externos. Ha de ser capaz de traer a la memoria imágenes cuando ningún objeto afecta sus sentidos. Algo más debe ocupar el lugar de la sensación, y este algo es la Imaginación.

En esta etapa las imágenes aparecen al estudiante esotérico exactamente como si un objeto sensible hiciera impresión sobre él, siendo tan vívidas y reales como las imágenes sensoriales, sin embargo, no vienen del mundo “material”, sino del mundo del alma y del espíritu. Entonces, los sentidos permanecen totalmente inactivos. Evidentemente se ha de adquirir primero esta facultad de formar imágenes fecundas sin la ayuda de las impresiones sensoriales, lo cual se logra por la meditación y por los ejercicios ya descritos en otros sitios. El hombre confinado en el mundo de los sentidos, vive dentro de los límites de una esfera de imágenes que han tenido acceso hasta él por medio de los sentidos. Pero el hombre imaginativo tiene un mundo de imágenes que ha extraído de una fuente superior.

Es necesario un entrenamiento muy cuidadoso para distinguir la ilusión de la realidad en este mundo superior de imágenes. Cuando tales imágenes entran por primera vez en la mente de una persona, tiende a decir: “Bah! esto es sólo fantasía, un simple producto de mi imaginación”. Esto es muy comprensible, porque el ser humano, en la actualidad, está acostumbrado a llamar “real” únicamente a aquello que, sin su propio esfuerzo, halla en el sólido fundamento de la evidencia que le proporcionan sus sentidos. Debe acostumbrarse primero a aceptar como “real” las cosas producidas de otra manera.

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En esta cuestión se ha de ser muy cuidadoso para no caer en la fantasía. La capacidad de decidir, en las regiones superiores, entre lo “real” y lo “ilusorio”, sólo puede adquirirse con la experiencia. Y esta experiencia debe obtenerse en una tranquila y paciente vida interna.

Debemos estar preparados para encontrar que, al principio, la ilusión nos hará malas jugadas.

En todas partes existe la posibilidad de que las imágenes se presenten como resultado de alguna ilusión de los sentidos externos o de una vida anormal; todas esas posibilidades primero deben eliminarse. Primero debemos detener completamente el flujo de fantasía; sólo entonces podremos lograr imaginación. Cuando un hombre ha llegado hasta aquí, verá claramente que el mundo en que ha penetrado, no sólo es tan real como el mundo de los sentidos, sino mucho más.

En la tercera etapa de conocimiento, las imágenes ya no aparecen. Tenemos que considerar sólo el concepto y el ego. Así como en la segunda etapa existía todavía un mundo de imágenes a nuestro alrededor, recordándonos el momento en que un recuerdo vívido evoca instantáneamente impresiones del mundo externo, sin que recibiéramos tales impresiones, en la tercera etapa incluso esas imágenes están ausentes. El hombre vive totalmente en un mundo espiritual. Quienes están acostumbrados a limitarse a los sentidos, estarán tentados a creer que es un mundo insípido e incoloro, pero eso está muy lejos de ser verídico. Tampoco el mundo de imágenes de la segunda etapa tiene nada de insípido ni de oscuro, aunque lo sean en su mayor parte las imágenes de la memoria, cuando los objetos físicos han desaparecido. Pero las figuras de la imaginación tienen tal vivacidad y son tan comprensibles, que superan con mucho a las sombrías figuras de la memoria del mundo sensible, e incluso al siempre cambiante y llamativo mundo físico. Incluso éste es una simple sombra, comparado con el reino de la imaginación.

¿Pero cómo describiremos el mundo de la tercera etapa del conocimiento? Nada en el mundo de los sentidos puede darnos una idea de su riqueza y magnificencia. Lo que fue Sensación en la primera etapa e Imaginación en la segunda, se vuelve aquí “inspiración”. Si algo en el reino de los sentidos puede ser comparado con este mundo, es esa región que se nos ha abierto por el sentido del oído, el mundo de los tonos. Pero ahora tratamos, no con los tonos de la música terrenal, sino con la cadencia puramente espiritual. Se empieza a “oír” lo que pasa en el corazón de las cosas. La piedra, la planta, etc., se transforman en “palabras espirituales”. El mundo empieza a expresar al alma su verdadera naturaleza. Parece absurdo, pero es verdad literalmente, que en esta etapa del conocimiento se “oye” en espíritu el crecimiento de la hierba. La forma del cristal es percibida como sonido y la flor que se abre “habla” al hombre. El hombre inspirado es capaz de comprender la naturaleza interna de las cosas; su alma contempla la resurrección de todas las cosas en una nueva forma. Habla el lenguaje que pertenece a otro mundo, el único que puede hacer comprensible el mundo cotidiano.

Finalmente, en la cuarta etapa del conocimiento también cesa la inspiración. De los diversos factores que el hombre está acostumbrado a observar en el conocimiento de cada día, queda sólo el ego por considerar. El logro de esta etapa por el estudiante ocultista, está marcado por una experiencia interna muy definida. Esta experiencia se manifiesta en el sentimiento de que ya no está fuera de las cosas ni de los acontecimientos que reconoce, sino solamente de su expresión. Nuevamente, lo que la inspiración brinda no es un objeto, sino sólo una expresión de éste, porque aquello que ahora vive dentro del alma es realmente el objeto mismo. El ego se ha derramado sobre todos los seres; se ha fusionado con ellos. La vida de las cosas en el alma, es ahora Intuición, y cuando decimos que “a través de la Intuición el hombre se desliza dentro de todas las cosas”, es textualmente verídico.

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En la vida corriente, el hombre no tiene más que una “Intuición”, o sea la del ego en sí, porque el ego de ninguna manera puede ser percibido desde fuera; sólo puede ser experimentado dentro. Una simple consideración aclarará este hecho, y es una que los psicólogos no han utilizado convincentemente, como hubiera sido deseable. Por insignificante que pueda parecer a aquellos que lo comprenden plenamente, es de la mayor trascendencia. Es como sigue: en el mundo externo, todos pueden aplicar el mismo nombre a la misma cosa.

Cualquiera puede llamar a una mesa, “mesa”, a un tulipán, “tulipán”, o dirigirse al Señor Miller como “Señor Miller”. Pero hay una palabra que cada uno puede aplicar sólo a sí mismo: es la palabra “Yo”. Ninguna otra persona puede decirme “yo” a mí. Para todos los demás yo soy “tú”, de la misma manera que todos los demás son “tú” para mí. Solo de mí mismo yo puedo decir

“Yo”. Y esto es porque cada hombre vive, no fuera, sino dentro del “yo”. Y de la misma manera, en la Cognición Intuitiva, e1 hombre vive en todas las cosas. Esta percepción del ego es el tipo de todo conocimiento intuitivo. Así, a fin de penetrar en todas las cosas, debemos empezar claramente por salir de nuestro yo. Debemos perder “el yo” antes de que podamos fundir el yo, el ego, con otro ser.

La meditación y la concentración son el método seguro por el cual esta etapa, como las anteriores, puede ser alcanzada. Pero es esencial que sean practicadas en forma tranquila y paciente. Aquel que se imagina que puede ascender violentamente y por la fuerza a los mundos superiores, está muy equivocado. El que así lo creyera, también cometería el error de esperar que las realidades de las regiones superiores llegasen a él del mismo modo que las del mundo sensorial. Así como son ricos y vívidos los mundos a los cuales el hombre puede ascender, también son raros y sutiles, mientras que el mundo de los sentidos es burdo y rudo. Lo más importante que debemos aprender es acostumbrarnos a considerar lo “real” como algo distinto a aquello que designamos como tal en el reino de los sentidos. Y esto no es fácil. Aquí reside la razón porqué tantas personas que con gusto hollarían el Sendero Oculto, se alejan atemorizadas al dar los primeros pasos. Esperan hallar cosas como mesas y sillas, y en cambio, encuentran

“espíritus”. Y como los “espíritus” no son como las mesas y las sillas, los toman por

“imaginaciones”. El fallo sólo reside en que no les son familiares. Primeramente debemos adquirir la actitud correcta hacia el mundo espiritual: entonces no sólo veremos lo que es espiritual, sino que también lo reconoceremos. Y una gran parte del entrenamiento ocultista concierne a este correcto reconocimiento y valoración de lo espiritual.

De “Los Portales del Conocimiento”

por Rudolph Steiner (págs. 1-18)

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EL SENDERO

Comentario de Helen Wood No puedes recorrer el Sendero antes de que te hayas convertido en el Sendero mismo.

(La Voz del Silencio)

La palabra “Sendero” tiene muchas definiciones, según el individuo y la escuela de pensamiento a que pertenece. Puede ser considerado como un sinónimo del Sutratma, el Cordón de Plata de la Biblia, o el Vínculo Magnético. A veces es definido como el proceso que conduce a una experiencia. También se le puede describir como una aventura de la consciencia que alcanza la meta del conocimiento de sí mismo y, por medio de ello, a la toma de conciencia de la unión con lo divino.

El sendero tiene un aspecto esotérico y un aspecto exotérico. Fue el aspecto esotérico (el Padre unido al Espíritu crístico) en cada uno de nosotros, y capaz de evolucionar hacia “todo lo que queramos”, de lo cual Jesús el Cristo dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”. En el lado involutivo, el macrocosmos está implicado germinalmente dentro del microcosmos como una diferenciación del Absoluto, y en el lado evolutivo, la manifestación de sus potencialidades coincide con el desarrollo del ego al Ego (la fusión del Alma con el espíritu).

Otra forma de expresarlo es: “como el hombre piensa en su corazón, así es él”. El Sendero es necesariamente el de la evolución del individuo, ya que aparentemente el plan de la creación es que no haya dos almas idénticas en propósito o en la forma de alcanzarlo – no en la manera de alcanzar el propósito, ni dos senderos pueden ser el mismo; es decir, que ningún Sendero establecido sería posible para dos personas.

Cuando la consciencia del alma (el segundo aspecto del Ser) comienza a manifestarse a través del vehículo físico (tercer aspecto), el Espíritu y la Materia se unen conscientemente en el individuo y un ascenso en la conciencia hacia una vida progresivamente espiritual, comienza a expresar una serie de etapas o iniciaciones. El pensamiento intuitivo, filtrado por el alma como instrumento, hace entrar a este instrumento y a sus substancias esenciales en actividad. De la fusión y la co-actividad del pensamiento, de la sustancia y de la vida (las fuerzas y los medios activos del cosmos), se desarrolla el camino que conduce al Uno. Es más, el hombre saca de sí mismo y modela las circunstancias y las condiciones que encuentra en el Sendero, al mismo tiempo que determina la forma que tomará su propio ego (el viajero en el Sendero).

Según los filósofos antiguos, el ascenso del hombre es por una trayectoria espiral, en la que esencialmente supera las mismas experiencias una y otra vez, pero siempre a un nivel superior.

No obstante, este ascenso se hace en la consciencia antes de que sea posible física o emocionalmente. Las fuerzas del alma deben preparar el terreno para permitir a los cuerpos físico, emocional y mental avanzar en un camino despejado y seguro.

Los pasos y los métodos que se toman, varían según la escuela de pensamiento a la que las leyes del Karma atan al ego en evolución, pero todas tienen el mismo objetivo: la substitución de la naturaleza inferior por la naturaleza superior, hasta que la más elevada u hombre ideal (Cristo) finalmente aparezca. Pero mientras el probacionista mantenga una conciencia de separación – de Dios como de sí mismo –no puede hollar parte alguna de este Sendero que es Dios, expandiéndose desde Su centro dentro de nuestras almas en Su universo infinito.

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Es muy cierto que el hombre no debería hollar el Sendero antes de haber desarrollado en sí mismo las cualidades esenciales que hacen que este Sendero le sea propio y al mismo tiempo seguro para todo lo demás a lo largo del camino. Deberá comprender y apreciar las diferentes fuerzas y los diversos egos que encontrará, con el fin de evaluarlos correctamente; pero para llegar hasta allí, el hombre debe fusionar su conciencia con las leyes cósmicas y el Ser Esencial, que es él mismo en todos los Senderos.

En su aspecto exotérico, el Sendero es triple: Sendero de Probación, Sendero del Discipulado y Sendero de la Iniciación. El período probatorio es un período de auto-disciplina que conduce a la purificación. El Sendero del Discipulado es la toma de conciencia de las leyes, de los objetivos y de la naturaleza de la consciencia y del alma. Esto se hace mediante el control de la mente (la concentración que trae la iluminación, la meditación que inspira, la contemplación que lleva a la unión). En el momento de la meditación vemos el Sendero y reflexionamos sobre él. En la contemplación lo vivimos con el alma. En la última parte del Sendero, la de la Iniciación, el hombre alcanza tal unión con el Alma, que ésta controla el yo inferior. Se desenvuelve de tal forma, que la energía central del espíritu puede manifestarse, y la Divinidad implantada surge expresando la vida del alma a través del vehículo de la materia adecuada a este plano. En el plano inmediatamente superior el proceso se repite en el Alma manifestándose a través del Espíritu. Después “el rostro sin velos, contempla como en un espejo la gloria del Señor, (nosotros) nos convertimos en la misma imagen (la Divinidad), de gloria en gloria”. El espíritu crístico llama con aspiración a la Divinidad en todos los niveles y la Divinidad responde abriéndole el camino a la realización, hacia arriba y adelante en el Sendero hacia el Logos.

El Sutratma es ese flujo de energía, o hilo de vida que emana de nuestro aspecto más elevado, la Mónada o el Padre en los Cielos. Es mediante el Sutratma que el Padre se encarna físicamente a través de nosotros y en determinadas condiciones y circunstancias. Por él, la Mónada se comunica constantemente con el yo inferior del hombre vía el Alma (Ego) que juega el rol de mediador, y sobre este Hilo se ensartan nuestros diversos cuerpos.

Cuando el hombre comprenda que este Regente interno es quien piensa, conoce y siente a través del triple yo inferior, y que al mismo tiempo puede pensar en términos de divinidad por el pensamiento recibido, posee la clave de todo conocimiento. Antes de acceder al Sendero (es decir, el hilo del destino seguido hasta el Logos), el Alma debe controlar el cuerpo físico. Esto debe hacerse para que la primera iniciación (el nacimiento de Cristo) pueda alcanzarse con toda seguridad, ya que en ella el centro cardíaco se vivifica tanto que hay peligro para el resto del hombre, si el vehículo corporal está descontrolado. En la segunda iniciación, el astral (o emocional) está bajo control. La naturaleza inferior o del deseo, se ha sublimado. La tercera iniciación proporciona el control del cuerpo mental.

Quien haya contactado y activado su Yo superior (el Ego) hasta el punto de poder, por el vínculo del Sutratma con los devas, los elementos y las energías primarias, comprender y utilizar su propia triple naturaleza, ha abierto el universo para sí mismo.

(Extracto de “The Beacon”, vol. XIII, n° 3, Junio 1934, págs. 74-76)

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EL PLAN

Delineado por El Tibetano

Estos pensamientos son el resultado del intento de recoger las ideas del Tibetano tal como han surgido en sus diferentes libros.

Parece que el Plan es:

1. Hacer que la humanidad sea una síntesis subjetiva.

2. Despertar, a gran escala, la LUZ en los seres humanos. Este acontecimiento, conjuntamente con la realización de la síntesis subjetiva indicada, producirá:

a. El establecimiento de una gran central de Luz que iluminará todo el pensamiento humano.

b. La pasada gloria de la individualización se desvanecerá en la gloria de la iniciación y se revelará la gloria oculta en la humanidad.

c. Los portadores aislados de luz cederán su lugar, en el futuro, al GRUPO portador de luz.

3. Facilitar la entrada de nuevos tipos de energía, lo cual producirá:

a. La creación de una central de luz que ayudará a salvar al mundo.

b. La liberación de fuerza espiritual.

4. Terminar la era de la separación. Por lo tanto, podemos esperar ver y trabajar para:

a. El creciente impulso hacia la integración y la síntesis.

b. El cese de las diferencias religiosas.

c. La constante tendencia hacia la paz mundial y la solución de los problemas nacionales.

5. Elevar la conciencia de las masas a los niveles mentales. Existen en el mundo actualmente:

a. Los reaccionarios masivos

b. Los Pensadores precursores, el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

c. Un público inteligente e investigador.

d. Las masas poco evolucionadas.

6. El resultado de esta elevación será:

a. La formación de unidades grupales vinculadas por un pensamiento común. Esto se ha realizado desde el siglo XV.

b. La formación de una humanidad caracterizada por tres cosas:

1. Un sistema de intercomunicación e interrelación. Radio. Teléfono. Viajes.

Telepatía.

2. Un sentido de responsabilidad mutua. Comprensión de la buena voluntad.

3. El reconocimiento de la omnipresencia.

7. Producir una colaboración y comunicación más íntima y más directa y consciente con los Guías de la Raza. Los Maestros entrenan actualmente a las personas a fin de:

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a. Establecer relaciones espirituales entre sí y con el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

b. Entrenarse a sí mismos para responder al Plan.

c. Entrar en una interacción consciente con el grupo jerárquico interno.

d. Forjar los eslabones que unan a los servidores en un grupo subjetivo.

8. Lograr en la humanidad, una definida continuidad de consciencia, lo cual producirá:

a. Una nueva escala de valores.

b. El aumento del idealismo, que consiste en presentir el Plan.

9. Facilitar la solución de los tres principales problemas de esta era:

a. El problema de las ideas y su materialización.

b. El problema de Dios.

c. El problema de la inmortalidad.

10. El Misterio de todas las edades, a punto de ser revelado:

a. Abolirá el temor a la muerte b. Establecerá la realidad del alma.

c. Provocará la demostración de los poderes divinos. Esas “cosas más grandes” que Cristo profetizó.

Esta revelación será un proceso natural que tendrá amplios efectos.

11. Se ha alcanzado el punto máximo de las condiciones perturbadas. También la culminación de la era del materialismo, y ello se debe a que:

a. Un número suficiente de hombres y mujeres han hecho contacto con el Plan.

b. La raza es ahora susceptible a la visión.

12. El trabajo que ahora se realiza a fin de lograr el surgimiento del Plan para la Nueva Era, producirá en el futuro inmediato:

a. Un cambio en la actitud mental de los hombres hacia el mundo de los fenómenos.

b. La abolición del espejismo mundial.

c. La destrucción de la ilusión mundial.

d. La disolución del “Morador en el Umbral” racial.

e. El desarrollo de la intuición.

f. La instauración de la nueva educación, que acentuará el valor del control mental y de la construcción del antakarana, individual y racial.

13. El Nuevo de Servidores del Mundo llegará a ser tan poderoso que:

a. Atraerá la atención política b. Moldeará la opinión pública.

c. Se acentuarán y más tarde se adoptarán los ideales que regirán la Nueva Era.

d. El Nuevo Grupo y las unidades Grupales actuarán subjetivamente como un grupo.

14. El nuevo grupo se irá formando constantemente y será de naturaleza experimental:

a. La enseñanza se impartirá en forma colectiva, no en forma privada o personal.

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b. Se tratará de exteriorizar los grupos de aspirantes y de discípulos que ya están reunidos alrededor de los Maestros en los planos internos

c. A los miembros de estos grupos se les enseñará a desarrollar la sensibilidad mutua y el contacto telepático entre sí y con el Maestro.

d. Se enseñará a guardar silencio respecto a las ideas de la personalidad.

e. Se darán pruebas para determinar la actitud y el equilibrio grupales.

f. Habrá un constante aumento de la impersonalidad y del desapego.

g. Toda la enseñanza se impartirá en los niveles mentales.

15. Esto significa que el instrumento planetario, para prestar servicio, está siendo preparado:

a. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se integra constantemente.

b. Se está fusionando un grupo compuesto de muchos grupos.

c. Las palabras de reconstrucción que pronunciará, ya se están emitiendo en los planos internos.

16. La Jerarquía puede hacer ciertas cosas por primera vez:

a. Materializarse en el plano físico.

b. Impulsar a la actividad a ciertos grandes SERES cuya función es provocar la nueva crisis mundial.

17. La segunda gran crisis planetaria, en lo que respecta a la humanidad (la quinta en lo que atañe a la vida planetaria) podría tener lugar:

a. La primera crisis fue la fecundación con la mente. La individualización. La aparición del cuarto reino de la naturaleza. La evocación de la autoconsciencia.

b. La segunda crisis será la fecundación con el amor. La iniciación. La evocación de la consciencia grupal, hará aparecer el quinto reino.

18. A fin de producir esto, los aspirantes deben trabajar para a. Obtener una acrecentada sensibilidad interna.

b. Obtener la capacidad de reconocer principios.

c. Lograr la capacidad de discriminar lo esencial.

d. Dominar la ambición personal.

e. Mantener un contacto interno con el alma.

f. Renunciar a los deseos y reacciones personales.

19. La intención es que la humanidad sea:

a. El sanador planetario.

b. El portador planetario de luz.

c. El transmisor planetario de energía.

d. El unificador de las evoluciones humana y angélica. Esto se comprenderá cuando cada uno de nosotros conozca:

1. El Ángel de la Presencia por medio de la técnica de la Presencia.

2. A nuestro ángel guardián por medio de la técnica de la luz.

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EXTRACTOS SOBRE EL PLAN

“Del libro: Discipulado en la Nueva Era, Vol. I”

“Una de las cosas más necesarias para cada discípulo es aplicar la enseñanza impartida a la idea de promover y acrecentar su servicio en el mundo, y así llevar a la práctica y efectividad en su medio ambiente el conocimiento adquirido y el estímulo al que ha sido sometido. Quisiera que prestaran verdadera atención a esta sugerencia.

Deseo también llamar la atención sobre el hecho de que un discípulo aceptado, en realidad no es aquel que fue aceptado por un Maestro para recibir entrenamiento. Esto es una tergiversación de la verdadera idea, la cual, al pasar del plano mental al físico, ha sido invertida o distorsionada totalmente. Discípulo aceptado es el que ha aceptado:

1. La realidad de la existencia de la Jerarquía, con lo que ello implica de lealtad y colaboración.

2. El hecho de que las almas son una y, en consecuencia, se ha comprometido a expresarse como alma. El servicio a prestar consiste en despertar y estimular a todas las almas con las cuales establece contacto.

3. La técnica esotérica de servicio. El servicio que presta a la humanidad determina todas sus actividades y subordina su personalidad a la necesidad de la época. Observen esta frase.

Cultive la percepción interna y una respuesta fluida a la necesidad inmediata, y no la reacción sensible a una lejana meta.

4. El Plan, tal como lo presentan los Instructores de la raza. Trata de comprender la naturaleza de tal Plan y facilita su manifestación”. (DNE I – pág. 83 ed. ingl.)

“El mundo pasa hoy por un período de preparación y un intervalo de adaptación al nuevo mundo y al nuevo orden que están viniendo a la existencia. Este nuevo mundo es en verdad una nueva creación y los Maestros desempeñan sus actividades, trabajando siempre por intermedio de sus discípulos. En este período de preparación, Ellos se ocupan actualmente, entre otras cosas, de preparar discípulos para el trabajo constructor a fin de que presten servicio y reciban eventualmente la iniciación. Por lo tanto se ocupan de formar nuevos grupos de discípulos, que puedan integrarse gradualmente en los grupos existentes y estar a disposición del servicio mundial. Se proyectó hacer esto en amplia escala, debido a la necesidad mundial y a la disposición de los aspirantes del mundo a enfrentar riesgos personales, incidentales al trabajo preparatorio.

Existen reglas muy simples a las cuales me referiré y constituyen la base de las verdades que ustedes aceptaron como necesarias para todo progreso espiritual. Los Maestros aceptan estos requisitos y reconocen que los poseen todos aquellos que toman bajo Su tutela y los fusionan en sus grupos para prestar servicio, y son:

1. La reconocida necesidad de sintonizarse, hasta donde le es posible al aspirante individual, con la necesidad mundial, a medida que aparece gradualmente. Debe tenerse en cuenta que los requisitos, para quienes desean trabajar y traer a la existencia el nuevo mundo, serán muy distintos de los del pasado. No debe olvidarse esto. La necesidad mundial debe ser encarada mental y espiritualmente, no emocionalmente. Muchos aspirantes y pseudo- discípulos son emocionales, evitan enfrentar los hechos existentes y abordan los problemas

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2. La adquisición de un sentido más sutil de los valores. Descanso, ocio, diversión, discusiones y críticas, no tienen cabida en la vida de un discípulo, durante los próximos años. Se requerirá un sensato manejo del mecanismo físico, más una divina indiferencia a todo sentimiento personal y a las reacciones de la salud. Completa dedicación a satisfacer la necesidad humana; total consagración al Plan; colaboración inteligente con aquellos que reconocen que son discípulos avanzados; precaución adecuada para emprender una acción correcta en cualquier circunstancia, a fin de no perjudicar su eficiencia; conservación de la energía por el silencio, y constante radiación, basada en el olvido de sí mismo – eso es lo que hoy se exige al discípulo en el mundo, y es lo que la Jerarquía espera y lo que eventualmente abrirá la puerta de la iniciación. Esa puerta deben abrirla hoy con más amplitud los discípulos aceptados del mundo, para que cada vez más miembros de la raza humana puedan entrar con mayor facilidad. No la abrirá el interés en sí mismos.

3. El desarrollo de una mente fluida y de una actitud que reconozca el hecho de que – aunque el Plan permanece – las técnicas, las presentaciones, los idealismos y los métodos deben cambiar necesariamente. Esto no es fácil. El Plan, tal como lo he delineado en el pasado, sólo era un delineamiento estructural y simplemente una estructura básica subyacente.

Constituyó el armazón de acero para el venidero nuevo mundo, en lo que respecta a esa parte del mismo que ustedes podrían ayudar a materializar.

No es fácil para la persona común, ser flexible y cambiar los detalles y métodos en relación con lo enseñado en el pasado, y sobre lo cual ha desarrollado ideas definidas y características.

Por lo tanto, ¿están dispuestos a arrojar las ideas por la borda y trabajar para satisfacer la necesidad del nuevo mundo bajo las nuevas y entrantes influencias?

El Maestro puede depender y confiar más en el discípulo que – en los períodos de cambio – mantiene lo bueno y fundamental, mientras rompe con el pasado y le agrega lo que es de utilidad inmediata en el presente. La actitud de la contemporización espiritual es correcta, necesaria y muy rara de encontrar. La mayoría de las cosas sobre las cuales discuten y argumentan los discípulos, concierne a los métodos y eventos relativamente no esenciales; se ocupan de cuestiones de organización, las cuales no son tan importantes como la unidad interna de visión y la capacidad de aceptar las cosas cuando nada malo está involucrado y un colaborador no tiene el mismo punto de vista. Los discípulos no deben constituirse en obstáculos mediante la autoafirmación o la imposición de sus propias ideas o autoritarismos, basados en procedimientos antiguos. Reflexionen sobre esto. (Ídem págs. 680-82 ed. ingl.) La obra y tarea de los Maestros consiste en proyectar en el mundo esos pensamientos e ideas divinos y esos conceptos y significaciones que representan, en cualquier momento, el Plan inmediato para la Humanidad. Por lo tanto, el Maestro busca esas mentes sensibles al Plan. No busca personas pseudo-buenas. El olvido de sí mismo y la bondad directa significan siempre inofensividad, que representa el máximo bien. Busca a las personas que puedan responder al unísono a ese aspecto del Plan del cual es responsable, y a quienes se les puede enseñar a subordinar la personalidad a sus exigencias, que no tienen propósitos egoístas y nada desean, sino ayudar al Maestro y a los discípulos avanzados que trabajan bajo Su supervisión, en algún aspecto del Plan. Implica, como ya señalé, enseñarles a adaptarse y a reconocer los verdaderos valores, que tengan ideas fluidas y trabajen altruistamente para sus semejantes.(Ídem págs.

683 ed. ingl.)

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Entrará – si así lo decide – en un extenso período de servicio. Los interrogantes que surgen son: ¿Quiere servir toda vez y cuando se necesite? ¿o quiere servir como cree que puede y debería servir? Estas preguntas son básicas y sólo pueden ser contestadas en forma correcta, si se esfuerzan nuevamente para captar la visión como un todo. No me refiero aquí sólo a la visión de los muchos grupos que sirven actualmente en el mundo y cumplen su correcta función, la cual pueden cumplirla y la cumplirán. Me refiero a la visión del Plan, tal como existe en la conciencia del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Es de valor que usted comprenda que el Plan existe en cuatro estados de consciencia:

1. Visualizado y conocido por los Miembros de la Jerarquía, como lo son los discípulos aceptados del mundo.

2. En la consciencia de los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, introducido en sus mentes y deseos en forma atenuada.

3. En la consciencia de los hombres de buena voluntad.

4. En los delineamientos casi imperceptibles, existentes en la mente del hombre inteligente común, que cree en Dios.

Acentuaré la necesidad de captar definidamente el Plan como lo hace el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, reflexionando sobre él e identificándose con él. Usted capta el Plan como lo hacen los hombres y mujeres de buena voluntad; su comprensión no es como la del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, que ve al grupo como fuente emanante; el hombre de buena voluntad se ve a sí mismo como fuente emanante. Entre ambas posiciones hay una vasta diferencia, la diferencia entre una conciencia centralizada y una conciencia descentralizada. La eficacia y la eficiencia de su futuro servicio depende de la comprensión de esta diferencia, por

ser vital y real. (Ídem pág. 377 ed. ingl.)

“Del loto de la cabeza brota la flor de la bienaventuranza.

Su forma primitiva es la alegría.

Del loto del corazón surge la flor del amor.

Su primer indicio es la sabiduría.

Del loto de la laringe nace la flor de formas vivientes.

Su primer signo es la comprensión del Plan.

¡Alegría, Sabiduría y Plan!…” (Ídem pág. 157-158 ed. ingl.) 1. El sentido de responsabilidad fulgura con llamas vacilantes, en toda alma que ha buscado y encontrado el alineamiento. Procure que estas llamas se conviertan en fuego constante en cada alma que encuentre. Reflexione sobre esto.

2. El sentido de sacrificio se percibe tenuemente en cada alma que ama al Plan. Debe enseñarles que el sacrificio es dar al máximo y no extraer de lo que está en la superficie y puede ser conocido. El sacrificio invisible debe ir a la par del sacrificio visible. Enseñe esto.

3. El sentido de camaradería es conocido con seguridad por todos y cada uno de ustedes, pero necesita la profundización del servicio compartido. Extraiga esto y manifiéstelo. La camaradería de la responsabilidad compartida, el sentido de profunda respuesta a la necesidad, el compañerismo en el servicio prestado y el anhelo de sacrificio, son cosas que

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