Vivir con Valores
PAUTAS PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Busca definiciones de estos términos: Valores, escala de valores, proyecto de vida, contravalores, altruismo, filantropía, ética, moral…
¿Qué son los valores?
Trata de definir lo qué significa para ti vivir con valores
¿Hay valores que podemos considerar universales? ¿Cuáles serían?
¿Cuáles son tus valores? Enuméralos según la importancia que les das, elabora tu escala de valores
¿Cuáles son los valores que predominan en nuestra sociedad según tú? Enuméralos según la importancia que se les da, elabora la escala de valores sociales.
Lee este diálogo imaginario con Dios.
¿Cuál es el proyecto de vida que Dios propone en este diálogo?
¿Qué es para ti tener un ideal en la vida?
¿Cómo crees que los ideales influyen en la felicidad de las personas?
Soñé que tenía una entrevista con Dios…
-¿Te gustaría entrevistarme?-Dios me preguntó.
-Si tienes tiempo… -Le dije.
Dios sonrió.
-Mi tiempo es eterno. ¿Qué quieres preguntarme?
-¿Qué opinas de mí? –pregunté.
Y Dios me respondió:
-Estás tan ansioso por el futuro que olvida el presente; vives la vida como si nunca fueras a morir.
Las manos de Dios tomaron las mías y estuvo en silencio por un rato. Entonces le pregunté:
-Padre, ¿qué lecciones deseas que aprenda?
Dios respondió con una sonrisa:
-Que aprendas que no puedes hacer que todos te amen; lo que puedes hacer es amar a los demás.
Que aprendas que lo más valioso no es lo que tenga, sino que tienes la vida.
Que aprendas que no es bueno compararte con los demás.
Que aprendas que una persona rica no es la que más tiene, sino la que menos necesita.
Que aprendas que bastan unos segundos para herir a una persona y que son necesarios años para que la herida cicatrice.
Que aprendas que a perdonar se aprende perdonando.
Que aprendas que hay que te aman entrañablemente, aunque muchas veces no sepan cómo expresarlo.
Que aprendas que dos personas pueden mirar las mismas cosas, y las dos percibir algo diferente.
Que perdonar a los otros no es fácil, y que perdonarse a sí mismo es el primer paso.
Y que aprendas que yo siempre estoy aquí, en ti, para ti. Siempre.
LA FELICIDAD
No creo que haya una sola de nosotras, uno solo de nosotros, que no quiera ser feliz, ¿verdad? Y eso es natural, pues hemos nacido para ser felices. La felicidad es la única aspiración del ser humano. Pero,
¿existe la FELICIDAD? Y si existe, ¿por qué nuestras vidas están tan llenas de momentos infelices?, ¿por qué hay tanta gente que no es feliz?
Nuestra forma de ver las cosas, nuestra actitud en cada detalle de la vida es lo que nos puede hacer sentirnos felices o desdichados/as. La idea de lo que es la felicidad, es también un factor muy importante. Es por eso que vamos a reflexionar sobre algunos pensamientos que nos pueden ayudar a encontrar el camino hacia la felicidad.
1. La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro de nosotros mismos, de la actitud que tengamos en la vida. i. ---
2. La felicidad es un estado de la mente. Mientras no decidamos ser felices, no lo seremos, así nos bajen las estrellas. En todo puedo encontrar algún motivo o razón para sentirme infeliz.
3. Felicidad no significa que no tengamos problemas, sino cómo nos enfrentamos a ellos para resolverlos o aceptarlos, si no podemos hacer nada para solucionarlos.
4. La felicidad es disfrutar cada momento, cada pequeño detalle de la vida. Podemos encontrarla en todo, si así lo decidimos, y sin embargo, no la podemos comprar ni con todo el oro del mundo.
5. Felicidad es vivir el momento presente. Si lo pensamos, veremos que no hay otro momento que podamos vivir. El pasado ya pasó, y por más que nos angustiemos queriendo remendarlo o deseando que hubiera sido distinto, nada podemos hacer, solo aprender de él para vivir el presente. El futuro no nos pertenece; sólo podremos vivirlo cuando llegue, nunca antes. Así pues, la felicidad consiste en vivir intensamente éste momento que estamos viviendo. Si lo dejamos ir, lo hemos perdido para siempre!!
6. Una forma de evitar ser felices en el momento presente, es estar siempre posponiendo nuestra felicidad...
¡cuándo termine de estudiar, seré feliz! ¡Cuándo tenga novio! ¡Cuándo me case! ¡Cuándo compre ese vestido tan bonito que vi! cuando me dejen ir a fiestas! etc., etc. Idealizamos tanto el futuro, que cuando llega, no nos satisface como creíamos... pero el momento presente se nos escurrió de las manos.
7. Felicidad es buscar la rosa, sin detenemos y aferramos a las espinas. Todo momento de la vida tiene algo positivo y algo negativo, aún los más difíciles, como puede ser la muerte, la enfermedad, un accidente, etc. Todo depende con el cristal que lo veamos. A veces nos aferramos tanto a ver lo negativo, a las espinas, que no volteamos a ver la rosa que tenemos a nuestro alcance.
8. Felicidad es descubrí el tesoro que tenemos dentro de nosotros, valorar lo que tenemos, sin amargamos por lo que quisiéramos tener. Valorar lo que somos, sin envidiar lo que son o tienen los demás.
9. Felicidad no consiste en hacer siempre lo que queremos, sino en querer lo que hacemos, sea la tarea, el trabajo, etc. Tenemos derechos, y también obligaciones que podemos hacerlas de dos maneras: contentas o renegando, nosotros decidimos.
10. Felicidad es no necesitar la constante aprobación y aplauso de los demás para sentimos bien. Hagamos lo que hagamos, siempre habrá alguien a quien no demos gusto. Vivamos de acuerdo a nuestras convicciones y a nuestra conciencia. Tengamos a Jesús como modelo.
11. Felicidad es sentimos personas maravillosas, creadas por Dios, con capacidad para amar, pensar, decidir, sentir, gozar, etc. Es estar en paz con nosotros mismos.
12. Felicidad es aceptamos como somos e irnos superando y realizando cada día.
13. La felicidad no tiene recetas, cada quien la tenemos que encontrar... ¡Dios nos ha dado la capacidad para elegirla!
Cada mañana podemos decidir: Hoy voy a ser feliz, independiente de lo que pase.
14. No tengamos miedo a la felicidad! cuántas veces, cuando nos sentimos felices, nos entra miedo, nos sentimos culpables... posiblemente porque nos han enseñado que hay que sufrir para ganar el cielo... o también porque pensamos que, entre más felices seamos ahora, más desdicha nos puede venir después. Le ponemos zancadilla a la felicidad! Por lo que pueda ocurrir mañana, ya hoy decido no disfrutar, no ser feliz....
15. La felicidad produce bienestar y salud una persona feliz está en mejor disposición de enfrentar dificultades, y, con su forma positiva de ver la vida, las dificultades y problemas serán cada vez más escasos.
16. Felicidad es saber reír con alegría y espontaneidad. Muchas personas pagan para que un payaso los haga reír! Han perdido la espontaneidad para hacerlo por sí solos.Reír con la gente, no de la gente.
17. Felicidad es compartir lo que somos y lo que tenemos con los demás, en especial con aquellos que están más necesitados. Entre más damos, más recibimos....
18. Felicidad es saber que tenemos un amigo, Jesús, quien nos vino a enseñar una forma de vivir que nos lleva a la felicidad.
19. Para llegar con menor dificultad a un lugar, lo mejor es tener a la mano un mapa, ¿verdad? pues las enseñanzas de Jesús y lo que El nos pidió que viviéramos: el amor, la paz, la justicia y la verdad, son ese mapa que nos llevará sin perdida a la felicidad. ¡DECIDAMOS SER FEUCES! ¡DIOS NOS QUIERE FEUCES!
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PAUTAS PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Lee atentamente el documento.
Escoge las afirmaciones con las que más te identifiques y explica el por qué.
Añade tres definiciones sobre la felicidad desde tu propia experiencia.
¿Por qué y con qué crees que tiene relación la felicidad y la religión?
Lee Mt. 5, 3-12 relaciona y comenta el texto en relación a lo que hemos comentado en este documento.
• Bienaventuranzas (Mateo 5,3-12):
o Felices los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
o Felices los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
o Felices los que lloran: porque ellos serán consolados.
o Felices los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados.
o Felices los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia.
o Felices los puros de corazón: porque ellos verán a Dios.
o Felices los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
o Felices los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
Un proyecto para dar sentido a la vida
Cada persona, aunque no se de cuenta, va construyendo día a día su vida, lo que es y lo que será; porque día a día vamos tomando decisiones que nos acercan o nos aleja de la felicidad: tener unos amigos u otros, aprender unas cosas u otras, realizar unas acciones u otras, etc. El primer paso para construir una vida con sentido consiste precisamente en ser conscientes de todas esas cosas, de todas esas decisiones que vamos tomando, de todas las acciones que realizamos cada día de nuestra vida.
Además de ser conscientes de nuestra propia vida y de las propias decisiones, cada persona deberíamos evitar, por un lado, el dejarnos llevar por imposiciones ajenas; y, por otro, debemos elegir los ideales que deseamos conseguir o alcanzar. Eso significa tener un proyecto de vida.
Esos ideales nacerán de la propia vocación que cada uno debe descubrir en su interior (para eso debemos aprender a escucharnos, para escucharnos debemos hacer silencio) y también las interpelaciones que las vidas de otras personas pueden producir en nosotros.
No es fácil desarrollar una vida plena de sentido con unos ideales que proporcionen la felicidad. Las personas nos sentimos muy influidas por el ambiente y a veces nos cuesta ser fieles a lo que realmente pensamos. Por otro lado, el sistema económico en el que vivimos nos engaña constantemente creándonos deseos que no dan la felicidad. Su único fin es que consumamos cada día más y más. La publicidad, especialmente, nos crea unas ilusiones de felicidad completamente engañosas.
Lo que somos y podemos ser
Cada persona tiene una historia propia que arranca en el pasado, se vive en el presente y se proyecta al futuro. Lo que actualmente somos hace que optemos por unos u otros proyectos de vida.
Todo proyecto de vida exige de nosotros, en primer lugar y de modo irrenunciable, conocernos a nosotros mismos, a nosotras mismas, tal y como realmente somos; desde ahí y junto con nuestros propios ideales, nos proyectamos hacia el futuro.
Para poder ser algo en el futuro primero debemos saber lo que somos en el presente.
Conócete a ti mismo
Esta expresión se remonta a la antigua Grecia: fue puesta en el frontispicio del templo de Delfos y expresa que el ser humano se conoce cuando va al fondo de sí mismo.
El modo en que cada uno se percibe a sí mismo conlleva ciertas actitudes, comportamientos, gestos, opciones, etc. que le definen. La persona que no se conoce a sí misma o que rechaza su modo de ser, difícilmente logra alcanzar una felicidad verdadera. La autoestima, sea positiva o negativa, es la
valoración que uno tiene de sí mismo. El grado de autoestima es un buen modo de saber qué nivel de conocimiento tiene de sí misma.
Podríamos estructurar el conócete a ti mismo de los pensadores clásicos en dos grandes retos y tareas:
conocer lo que somos (trabajarnos por dentro) y desde ahí proyectar lo que podemos ser (realizar un proyecto de vida).
La importancia justa del pasado
Aunque algunas formas de pensar quieren imponer en la actualidad que sólo somos presente y que lo ya vivido es historia pasada que en nada afecta a nuestra vida, lo cierto es que no es así. Lo que hoy somos es fruto de lo que hemos sido.
Nuestro pasado forma parte de nuestro presente y puede influir en nuestro futuro. Olvidar nuestras raíces es no querer aceptar lo que realmente somos. Reconocer lo que somos, y proyectarnos en lo que queremos ser es el primer paso para poder dar sentido a nuestra vida.
Pero no es menos cierto, que a nuestro pasado debemos darle su justo valor, es cierto que para bien o para mal nos configura, pero no es menos cierto que debemos superarlo para vivir nuestro presente, que es realmente en momento vital. El futuro está por venir, y si no somos conscientes del presente, el futuro también se nos escapará.
Lo que podemos ser
Sobre todo estamos llamados a ser personas.
Hay aspiraciones que resultan muy difíciles o casi posibles de alcanzar porque no dependen solo de nuestro voluntad sino también de otros factores de nuestra propia realidad personal y social ( sufrir vértigo y querer ser astronauta, desmayarse al ver sangre y querer ser enfermero, querer tener estudios y vivir en un país que no puede ofrecértelos, no tener más posibilidades que sobrevivir cada día…)
El proyecto de vida de una persona, para que no se convierta en un camino casi imposible de realizar, tiene que partir de la realidad propia de cada uno. Esto no significa renunciar a la superación de nuestros límites; se trata sencillamente de que nuestras expectativas se enmarque dentro de las fronteras de las posibilidades.
Sin embargo si hay algo a lo que podemos aspirar todos los seres humanos independientemente de nuestras circunstancias vitales, eso es conocernos y desarrollarnos plenamente como seres humanos. El trabajarnos personalmente y desarrollar todas nuestras potencialidades vitales está en nuestras manos.
Llegar a ser lo que podemos ser desde lo que somos, no es un enrevesado trabalenguas, sino una sabia enseñanza para una vida feliz.
PAUTAS PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Trata de hacer tu historia personal hasta hoy: ¿qué has logrado como persona? ¿Qué objetivos has alcanzado? ¿Cómo te ves a ti mismo? ¿Qué te queda por hacer? Ten en cuenta las distintas
dimensiones de tu vida: personal, familiar, relacional, escolar-laboral, formativa,…
Partiendo de lo que eres hoy, traza tu plan de vida para el futuro: ¿Qué quieres lograr como persona? ¿Qué objetivos quieres alcanzar? ¿Qué tienes que hacer para lograrlo? Ten en cuenta las dimensiones de tu vida.
Utiliza el siguiente cuadro para hacer las actividades anteriores:
HISTORIA PERSONAL DE VIDA
DIMENSIONES LOGROS PENDIENTE
PERSONAL
FAMILIAR
RELACIONES
ESCOLAR- FORMATIVA
PROYECTO PERSONAL DE VIDA
DIMENSIONES OBJETIVOS QUE VOY HA SER PARA
LOGRARLO
PERSONAL
FAMILIAR
RELACIONES
ESCOLAR- FORMATIVA
Fuentes de información:
• Proyecto Emaús, Religión Católica 1º Eso, editoriales PPC y SM, Madrid 2007.
