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El método generativo en la didáctica de la lengua

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O. INTROD UCCJON

El método generativo

e

n la

didáctica

de

la lengua

Por Lu is Alberto HERNANDO CUADRADO

El método generativo se erige en teoría l i ngüística con N. Chomsky y los l i ngüistas del M assachusetts l nstitute of Technology, entre 1 960 y 1 965. Criticando los modelos -d istri bucional y de los constituyentes inmed i a­ tos- de l a l i ngüística estructu ral , que describen solamente las oraciones ya em itidas y no exp l i can numerosos fenómenos l i ngüísti cos (ambigüedad , constituyentes d iscontínuos ... ) , N . Chomsky e labora una teoría que ponga de manifiesto l a creatividad del habl ante , su capacidad para em iti r e i n­ terpretar oraciones i néditas . Para ello form u l a h i pótesi s sobre l a natu ral e­ za y e l funcionam iento del lenguaje humano, basado en l a existencia d e estructu ras universal es i nnatas q u e pos i b i l itan el aprendizaje, p o r parte del n i ñ o , de los s i stemas particul ares que son las lenguas . Así, la gramática cons i ste en un mecan ismo finito que perm ite generar el conj unto infinito de l as oraciones g ramaticales de una lengua, y sólo e l l as . Formada por reg las que definen l as sucesiones de palabras o de sonidos , constituye e l saber l i ngüístico de los q u e hablan u n a l engua, e s decir, s u competenc i a ; e l u s o parti cular q u e cada habl ante hace de l a l engua en u n a s ituación particular de comunicación es la actuación.

En e l presente trabajo pretendemos exponer l os principios bási cos de este método , presentando sus diferentes etapas (pri mera form u l ación , teo­ ría estándar, teoría estándar ampl i ada , h i pótes is lexi ca l i sta y semántica generativa) y apli cándolo -s iempre que ello resu lte pos i b l e- a nuestra lengua españo l a .

1 . FUNDA MENTOS Y PRESUPUESTOS TEORJCOS DE LA GRAMATICA GENERA TIVA

1 . 1 . LA FACU LTAD DEL LEN G UAJ E

Resulta un hecho patente l a capaci dad del hombre para uti l i zar e l len­ guaje. Ciertos animales, como las abejas, pueden comunicarse mediante

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3 8 Luis Alberto Hernando Cuadrado una serie de signos, serie muy reducida y con d i ferencias bás icas con res­ pecto a la comunicación humana : m ientras en la comunicación animal los s ignos no son d ivisibles, en l a humana cada u n i dad de l a l engua portadora de sentido (en l íneas generales, la palabra) se puede descomponer en otras más pequeñas ( los sonidos) y combi nar en u n idades más g randes para formar enunciados .

El lenguaje humano s i rve de soporte al pensam iento , es un med io de expres ión afectiva, puede tomar una función lúdica o estética, pero sobre todo « en su uti l ización normal , no está sometido al control de estímu los externos o estados i nternos i dentificables de manera i ndependi ente • (1 ) . D icho d e otro modo, e l l enguaje humano n o es u n s i m p l e reflejo, i nsti ntivo o condicionado, ni está l i m itado a la única función práctica de la comuni­ cación : es una facu ltad i nherente a la natural eza humana. Como afi rma N. Chomsky, « e l hombre posee una facultad propi a de su especie, un tipo de organ ización i ntel ectual única , que no puede ser atribuida a órganos periféricos , ni l i gada a l a i ntel igencia genera l . .. El l enguaje humano es apto para servir c:!e i nstrumento a una expres ión y un pensam i ento l i­ b res » (2) .

1 .2 . COM PETENCIA Y ACTUACION

Según Chomsky, todo ser humano posee u n s i stema innato (3) apl i ca­ b l e a la g ramática de cualquier lengua (4) , que se constituye probabl emen­ te a parti r de la pos i b i l i dad de establecer en el cerebro un cierto número de rel aciones . Cuando un i n d ividuo ha logrado asi m i lar una lengua, puede constru i r un número i nfi n ito de frases en e l l a . Chomsky l lama a esta po­ s i b i l idad i l i m itada competencia y la define como « e l conoc i m iento que e l e m i so r-receptor tiene de su lengua» (5) . Al gunos l i ngü i stas , sobre todo los behavioristas , han pensado durante mucho tiempo que ésta tenía su ori­ gen en un cierto número de hábitos gramaticales : un i n d ividuo l legaría a reproduci r l as frases oídas escuchando contínuamente l as mismas (6) ; pe­ ro resulta que la mayor parte de las frases que nosotros empleamos u

oí-( 1 ) N . Chomsky oí-( 1 967) . -�he formal Nature of Languag e » ; Eric H . Lenneberg , Blolo­ gical Foundations of Language, with appendices by N. Ohomsky and Otto Marx, pági­ nas 398-442, citado por Ch. N ique ( 1 975) , Introducción metódica a la gramática generativa, Madrid, Cátedra, pág . 1 8.

(2) lbid.

(3) Cfr. N. Chomsky ( 1 965) , Aspects of the Theory of Syntax, Cambridge, Mass, pá· ginas 47-51 .

(4) Chomsky emplea el término gramática, tanto en su acepción de sistema de re­ g l as adquirido como en la de descripción de ese sistema por los l ingüistas . Cfr. N . Choms­ ky y M. Halle ( 1 968). The Sound Pattem of English, Nueva York, Harper and Row, pági­ na 4. Aquí el término se emplea en su primera acepción.

(5) Chomsky, 1 965, citado por Nique, 1 975, pág . 2 1 .

(6) Cfr. sobre este punto R . Lamerand ( 1 971 ) , Teor[as de la enseñanza programada y laboratorios de idiomas, Madrid, Fragua.

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El método generativo en la didáctica de la lengua 39 mos son de hecho ori g i nales (7) . En este sentido Chomsky concl uye que la competencia debe ser una rea l i dad creadora del espíritu .

En l a práctica, l a competencia se refleja, no s i n deformarse un poco, en l a actuación, defin i d a como « la uti l ización rea l en s ituaciones concre­ tas » (8) . Comprende las manifestaciones l i ngüísticas del sujeto habl ante ; en gran parte está determ inada por la competenci a , pero no está menos i nfluenciada por ciertos factores extra l i ngüísticos , como l a l i mitación de la memoria , l a d istracci ó n , la neg l igencia, etc. (9) .

Competencia y actuación se hallan en constante i nteracción : l a pri me­ ra determ ina en g ran parte la segunda, y esta ú ltima i nfluencia constante­ mente aquélla. Del mismo modo , los métodos de i nvestigación propios de cada uno de estos dos dom i n ios se encuentran en relación dialéctica el uno con el otro : para el estudio de la actuación el método debe ser empí­ rico y debe ser adelantado de forma inductiva, m ientras que la i nvestiga­ ción en el terreno de l a competencia se servirá de métodos lóg i cos , ma­ temáti cos , y, por tanto , deductivos , puesto que la competencia consiste en un conjunto de reg l as bien de l i m itado en una s ituación de locutor-audi­ tor ideal .

La d i stinción entre competencia y actuación establecida por Chomsky puede llevar a pensar en l a d i stinción entre lengua y habla establecida por F. de Saussure. Pero , para este ú ltimo, l a lengua estaba constitu ida por un conj unto de s i g nos l i ngüísti cos , con sus características gramaticales, es decir, era una magn itud abstracta perteneciente al dom i n i o social , y que no existía, propiamente hablando, en el cerebro de los que l a uti l iza­ ban . El aspecto estático de esta concepción debía conduci r a Saussur� a l a conclusión de que l a construcción de frases provenía exclusivamente

(7) Cfr. Chomsky, 1 967, citado por J. Nivette ( 1 973) , Principios de gramática genera­ tiva, Madrid, Fragua, pág. 88 : • La idea de que una persona tiene un repertorio verbal

-un fondo de enunciados que ella produce por costumbre cuando se presenta la oca· sión- es un mito sin relación alguna con la uti lización del lenguaje tal como se puede observar. Tampoco se podría aceptar seriamente la concepción que sostiene que el lo­ cutor tendría un fondo de patrones (patterns) en los cuales injertaría las palabras o los morfemas . Tales puntos de vista son apl icables tal vez a los saludos, a ciertas frases hechas, etc., pero dan una imagen completamente falseada de la util ización normal del lenguaje, como el lector podrá fácilmente convencerse de los hechos sin ningún pre· juicio • .

(8) Chomsky, 1 965, citado p o r N ique, 1 975 , pág . 21 .

(9) G . M i l l e r ( 1 956) . cThe M agical Number Seven , Plus or M inus Two : Sorne Limits on our Capacity for Processing lnformations • , en Psichological Review, tomo 63, núme· ro 2 , págs. 8 1 -97, ha mostrado que la memoria humana inmediata no es capaz de retener simultáneamente más de siete o nueve elementos o datos. V. Vngve ( 1 961 ) , «The Depth Hypothes i s • , en Structure of Language and its Mathematical Aspects, págs . 1 30-1 38, se basa en esta l i mitación para elaborar una hipótesis de profundidad. Ciertas construccio­ nes de frases , aparentemente muy complicadas, no tienen otro fin , según este autor, que disminuir la profundidad gramatical de la frase, es decir, de hacer más fácil el trabajo de la memoria cuando reti ene los segmentos ya dichos u oídos . Si esta hipótesis fuera exacta, constitui ría un ejemplo excelente de la interacción entre la competencia y la actua· ción.

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40 Luis Alberto Hernando Cuadrado de l a l i bre creación, y no de l a observancia de reg l as estri ctas , de manera que pertenecía a l dom i n i o del habla y no al de l a lengua. Para Chomsky, por el contrario, l a competencia es un fenómeno dinámico; que abarca compl etamente el aspecto creador de la lengua, m i entras que 1a actuación no es más que l a refl exió n , perturbada -claro está- por otros factores .

1 .3 . TEORIA GENERAL Y G RAMATI CAS PARTI CU LARES

Todas l as lenguas poseen en común determ i nados caracteres -los un iversales del l enguaje- que la l i ngüística debe poner de manifi esto ela­ borando una teoría general que precise su natural eza e i ndique cómo y por qué las l enguas difi eren entre sí, y que i mponga condiciones sobre l a forma que debe tener l a g ramática de cada l engua. Por reg l a genera l , s e reserva el térm i no de gramática para e l estudio de l as lenguas particula­ res , y el de teoría general para el de los un iversales del lenguaje.

El cometido de l a teoría general es el de mostrar los principios por los que han de reg i rse las g ramáticas parti cul ares , y ello se puede lograr de tres formas d i ferentes :

a) Por un procedimiento de descubrimiento, que proporcione un me­ can ismo que perm ita al l i ngüista constru i r la mejor gramática de su l en­ gua a parti r de un corpus dado ( 1 0) .

b ) Por un procedimiento de decisión, que, dados u n corpus y una gra­ máti ca, perm ita d i l ucidar s i ésta es o no adecuada.

c) Por un procedimiento de evaluación de las gramáticas, que, ante dos (o más) g ramáticas y un corpus , pueda manifestar cuál es la más adecuada.

Estas tres concepciones pueden representarse de l a manera s i g u i en­ te ( 1 1 ) : Dato Corpus G ramáti ca� Dato Corpus G ramáti ca � Dato G ramáti ca 2 � Corpus

1

1

Respuesta : gramática � Teoría �

Teoría Respuesta : la gramática es o no es adecuada

Teoría Respuesta : la mejor gramática es ...

-( 1 0) Vid. Chomsky -( 1 957) , Syntactic Structures, The Hague: Mouton.

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El método generativo en la didáctica de la lengua 41 Estas tres maneras de conceb i r la teoría general no presentan el m is­ mo g rado de exigenci a . La primera resulta ser la más exigente : pide a la teoría que i n d i que la forma que ha de presentar la g ramática de cada l en­ gua. Tal tipo de pregu nta no puede obtener fác i l solución , no sólo en l i n­ g ü ística, s i no en l a mayor parte de l as ciencias . Como observa Chomsky, « parece dudoso que este objetivo pueda ser alcanzado de u n modo i ntere­ sante , y temo que toda tentativa de este orden no conduce más que a un laberi nto de proced i m i entos anal íti cos cada vez más complejos y refi nados , que dejarán s i n sol ucionar muchos problemas concern i entes a l a naturale-­ za de la estructura l i ngüísti ca » ( 1 2) .

La segunda concepción n o e s más adecuada que la primera , por lo que toda una parte de l a i nvesti gación l i ngüística está dedi cada a la compara­ ción de las diferentes g ramáti cas pos i b l es para una misma l engu a : « Creo -d ice Chomsky- que l i m itándonos al fi n más modesto ( l a el aboración de u n proced i m i ento de eva l uación de las g ramáticas ) . podemos concen­ trar nuestra atención más c l aramente sobre los problemas fundamentales de la estructura l i ngüísti ca, y que podemos desembocar en sol uciones más satisfactorias " ( 1 3) .

E n resumen , podemos afi rmar que n o exi ste u n proced i m i ento a priori de descubri m i ento de l a g ramática de una lengua. Poco i mporta saber có­ mo el l i ngü ista l l ega a e l aborarl a ; lo principal es determ i nar si es cohe­ rente y adecuada.

1 .4 . G RAMATICALI DAD E I NTERPRETAB I LI DAD

El l i ngü ista , dado que debe formular una teoría de la i nfi n i dad de ora­ ciones g ramaticales pos i bles y que no posee n i ngún proced i m i ento para descubri r l a g ramática adecuada a su lengua, ha de apelar constantemen­ te a su i ntu i c i ó n , sobre todo para determ i nar primeramente s i las oraci o­ nes producidas por la gramática que ha el aborado son g ramaticales .

De todos los conceptos i ntroducidos por Chomsky es , qu izá, e l de l a gramaticalidad el que m á s se ha d iscuti do y el que mayor número de mal­ entendi dos ha suscitado ( 1 4) . En l íneas generales, para conseguir una vi­ sión más cl ara de l o que es l a gramatica/idad, es preciso oponerla a l a interpretabilidad partiendo de una s e r i e de casos concretos . Fijémonos en los s i g u i entes ejemplos :

a) u Yo estudio los sábados en la b i b l ioteca » . ( 1 2) N ique, op. cit., pág . 28.

( 1 3) Chomsky, 1 975, citado por N ique, pág . 29 .

( 1 4) Cfr. Jakobson ( 1 959) , « Boas ' view of grammatical meaning • , American anthro­

pologist, LXI , págs. 1 39-1 45, traducido al francés ( 1 963), Essais de linguistique générale,

París , Eds. de M inuit, págs. 204-206 ; Bolinger ( 1 960) , • Linguistic science and l inguistic engineering • , Word, XVI , págs. 374-39 1 .

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42 Luis Alberto Hernando Cuadrado b) · El cuadro del p intor que es cuñado del novio de la prima del. novio

de l a hermana d e tu amigo que trabaja en el hotel está muy bien » .

c ) • J uan M adrid viaja mañana » .

d ) « Monte corre c o n Juan ad i ós l a canta río • .

Constituyen cuatro ti pos de oraciones que, e n térm i nos teóricos , pode­ mos clasificar de l a s i g u iente manera :

a) g ramati cal e i nterpretable, b) g ramati cal e i n i nterpretab l e , c) agramatical e i nterpretabl e ,

d) agramatical e i n i nterpretable.

Ahora ya podremos concretar con mayor precisión en qué consisten es­ tos térm i nos . Por gramatica/idad entendemos la propiedad que tienen cier­ tas oraciones de estar bien constru idas s i ntácti camente. De esta forma, siempre que s igan l as reg l as de l a gramática han de producirse oraciones g ramaticales ; y como una g ramática , a su vez, es l a descri pción de la com­ petencia, la g ramatica l idad se convierte , en defi n itiva, en una caracterís­ tica de ésta. Todo habl ante que, por defi nición, posee la gramática de s u l engua, puede real izar j u i cios de g ramatica l i dad sobre l o s enunciados e m i ­ tidos . Puede dec i r s i una oración formada con pal abras de su lengua está bien constru ida, con re lación a l as reg l as de la gramática que tiene en co­ mún con todos los habl antes de esta lengua; tal aptitu d , como se ha i n d i ­ cado, pertenece a l a competencia de éstos , no depende de la cu ltura n i d e l grupo social d e l locutor. L a g ramatica l idad n o s e basa e n el empleo d e una palabra o de una construcció n , s i no en un juicio, el c u a l emana de u n sistema de reg las i ntariorizadas en e l transcurso del aprendizaje de l a l en­ gua. Así, los j u icios de gramatical i dad son los que perm iten establ ecer l as reg l as de una g ramáti ca , y l as agramati cal i dades observadas permiten de­ fi n i r las restricciones que se ejercen sobre l as reg l as generales.

En este sentido, l a teoría de l a competencia aparece un poco como normativa . Pero no lo resu lta del m ismo modo que lo eran las gramáticas trad icionales, ya que toma el lenguaje tal como es , diferente según los ind ividuos , l as cl ases sociales, l as s ituaciones , y trata sólo de dar cuenta de su funcionami ento . S i n embargo, no d i cta n i nguna reg l a del tipo « No hay que dec i r . . . s i no que hay que deci r » ( 1 5) . Constata l o que se d i ce , l o q u e no se d i ce , o q u e no s e d i c e y a tal o cual oración . L e basta indicar cuá­ les son l as oraciones g ramati cales y cuáles l as agramati cales, para dar cuenta de l as primeras y exc l u i r l as segundas .

La noción de interpretabilidad -una oración es i nterpretabl e cuando e l l ocutor nativo puede darle u n sentido, según l as reg l as semánticas de l a lengua cons iderada- pertenece , por e l contrari o , a l a actuación. Depend e ,

(7)

El método generativo en la didáctica de la lengua 43 por tanto , no sólo de l a adecuación a l as reg l as g ramaticales (toda oración no g ramatical es inaceptable) , s i no también de l as reg las i mpuestas por e l contexto o por las propiedades ps i cológicas del sujeto.

Para descubrir l a falta d e i nterpretabi l i dad de una oración son suficien­ tes unas s i mples pruebas , pero lo rel ativo a la gramatical idad , concepto mucho más i mportante -y, por supuesto, más abstracto-, es tarea com­ p l i cada que concierne, como hemos visto , a l a competencia. Una oración presentará un grado máximo de g ramatica l idad s i está formada de acuer­ do con las reg las del s i stema. Las oraciones anti gramaticales se d i stinguén sin gran d i ficu ltad en los casos extremos . Los probl emas com i enzan a la hora de graduar l as s ituaciones antigramaticales y se acentúan al acer­ carse a los l ím ites de l a g ramatica l i dad , en los que suelen producirse ca­ sos de duda. La g ramatical idad y su graduación son problemas debatidos y, en real idad , no resueltos ( 1 7) .

1 .5 . LA NOCION DE G RAMATICA GENERATIVA

De acuerdo con l o expuesto anteriormente, se puede considerar l a g ramática como una teoría que da cuenta de l as oraciones gramaticales ,

y sólo de l as gramaticales . « U na gramática -di ce N ique- es un modelo de la competencia, es decir, que debe hacer expl ícita la gramática implícita que poseen l os sujetos hablantes » ( 1 8) . La gramática, de algún modo, es una máqu ina, que se podría presentar, bajo la forma de un esquema, con una entrada (o i m put) . a la que se darían i nstrucciones , con d iversas eta­ pas para la constitución de oraciones , y con una sal ida (o output) que da­ ría las oraciones rea l i zadas a partir de las i nstrucciones y de l as d iversas etapas supuestas precedentemente . En síntes i s , toda gramática generativa presenta la forma s i g u i ente :

l mput

( instrucci ones) Constitución

de oraciones

Output (oracio­ nes real izadas)

El esquema muestra en qué sentido la gramática ha pod ido ser cal ifi­ cada de generativa: perm ite generar al conjunto i nfin ito de las oraciones de l a lengua. La g ramática es una teoría de la estructura -y del funciona­ m iento- del cód igo l i ngüístico , y no da cuenta del mecanismo físico-psi­ cológico que permite hablar y comprender; es solamente l a exp l icitación

( 1 7) Cfr. Chomsky ( 1 96 1 ) , · Sorne methodological remarks on generative grammar•, XVI I , págs. 36-45 ; y ( 1 964), • Preface to Paul Robert's ·English Syntax• , A Programmed Introduction to Transformational Grammar, Nueva York, págs. 1 - 1 5 .

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44 Luis Alberto Hernando Cuadrado del sistema de reg l as que subyace a la competencia, la cual es común al hablante y a l oyente. Se d i stingue de l as restantes gramáticas no sólo por e l pu nto de vi sta elegido, s i no sobre todo por e l fin que se ha i mpuesto. M ientras l as g ramáti cas trad i cionales y estructu ral es eran modelos taxo­ nóm i cos de la lengua, ésta pretende ser un modelo exp l icativo . Asp i ra no sólo a formar un i nventario de los elementos l i ngüísticos , sino también a exp l i car su funcionami ento , la regul aridad de cada lengua, los un iversales del l enguaj e , y a dar cuenta del fenómeno de l a creatividad . En este sen­ tido, las gramáticas taxonóm i cas son a la vez anteriores y necesarias para la gramática generativa : l as primeras descri ben los hechos l i ngüísti cos que la segunda exp l ica.

De l a misma manera que existen diferentes gramáti cas taxonóm icas , se pueden concebir asimismo d i ferentes gramáti cas generativas . El mo­ delo de los estados fin itos que presenta Chomsky en Estructuras sintác­ ticas sería una de ellas, pero exi g i ría una formu lación compleja para ser i nteresante . Otros estu d i os más recientes (la semántica generativa , por ejemplo) presentan una alternativa seria a las i nvestigaciones de este l i n­ g ü i sta , pero aún no están estudiadas con la sufici ente profundidad como para ser aceptadas como ta les.

En l as pág i n as que s iguen expond remos las l íneas generales de una g ramática generativa -la gramática generativa transformacional- ema­ nada de los trabajos de Chomsky, en primer l ugar, y presentaremos a con­ tinuación los desarro l los reci entes que prolongan esta teoría , o que se oponen a e l l a .

2 . LA GRAMA TICA C/ENTIFICA

« Los métodos de la gramática trad i c ional , al ser inadecua­ dos , plantean el problema de reemplazarlos . En efecto , los i n­ tentos de arreg l o no han contribuido en absol uto a mejorar es­ tos métodos . A menudo , al contrario , han puesto el acento so­ bre d i ficu ltades supl ementarias » .

( M aurice Gross) 2 . 1 . LOS TRES N IVELES DEL ANALISIS G RAMATICAL

Ya hemos i n d i cado que l a gramática debe ser una teoría de l as oracio­ nes gramati cal es y que debe excl u i r las agramati cales. Pero , ¿qué enten­ demos por oración ? En una pri mera etapa la defi n i remos con N ique como « U na u n i dad autónoma del d iscu rso, formada por elementos reunidos se­ gún ciertos pri ncipios , real izada material mente por cierta cadena de soni­ dos , y que representa cierto signifi cado » (20) . De esta defi n i ción se

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El método generativo en la didáctica de la lengua 45 prende que la descripción g ramatical se rea l i za en tres n ivel es d i sti ntos y compl ementarios :

a) Nivel sintáctico, que es e l estudio formal de las rel aciones que se dan entre las diferentes partes de l as oraciones . Chomsky defi ne l a s i nta­ xis -de una manera muy general- como « e l estudio de los principios y procesos , en v i rtud de l os cual es se construyen oraciones en las lenguas particul ares » ( 2 1 ) .

b ) Nivel fonológico, que consiste e n e l estudio d e las rel aciones fun­ cionales y de l as combi naciones que exi sten entre los sonidos de l as ora­ ciones de una lengua particular. La fonética, por su parte , debe determ i nar los soni dos que son pronunciables y caracterizarlos, y se halla muy próxi­ ma a l a fís i ca y a l a fisiología. Por e l contrario, la fonología -recal camos­ se i nteresa por l as comb i naciones de son i dos en la lengua sobre la que se trabaja.

c) Nivel s emántico, cuyo cometi do es el estudio del sign ificado de las oraciones, en íntima conexión con l a s i ntaxis .

Vo lviendo a l a d i stinción entre teoría general y gramáticas parti cul ares , podemos afi rmar que s i estas últi mas constan de tres niveles, y s i l a teo­ ría general estudia los universales del l enguaje, neces itamos d i sti nguir también, en l a teoría general , tres n ive l es : l a sintaxis universa/, la fonética universa/ y la semántica universal. La noción de fonética u n iversal está bien estab lecida en los l i ngü istas , y numerosos trabajos -entre ellos , los de Jakobson , H a l l e y Chomsky- han i ntentado aportar una contribución i nteresante al estudio de esta ciencia. La s i ntaxis un iversal , noción menos fam i l iar aunque i mportante , debe dar cuenta as i m ismo de ciertos u n iversa­

l es del lenguaj e . El aspecto más d ifíc i l de resolver es el de la semánti ca un iversal , ya que no se encuentra ni un trabajo que haya puesto al d ía aún l eyes semánticas que sean vál i das para todas las l enguas , salvo en algunos dom i n ios muy particul ares . « Los escasos estudios semánticos serios exis­ tentes hasta hoy se han hecho todos sobre dom i n i os o campos semánti cos privi legiados que se prestan ya a una descri pción en los térmi nos de una teoría genera l , i ndependiente de l as l enguas parti cul ares " , d i ce Ruwet (22) . Tal es el caso de l as i nvesti gaciones de Sap i r sobre los cuantificadores (23) , de Benveniste sobre las personas (24) . o de estudios más reci entes de aná l i s i s componencial sobre el parentesco , los colores , l as

enfermeda-(21 ) Chomsky, 1 957, edición española ( 1 975) , Siglo XXI , pág . 26.

(22) N . Ruwet ( 1 978). Introducción a la gramática generativa, Madrid, Gredas, pági· nas 35-36.

(23) E. Sapir ( 1 930) . «Totality, Linguistic Soci ety of America • , en Language Mono­ graphs, núm. 6, y ( 1 944) , « Grading : a study in semantics • , en Philosophy of Science, XI, pági nas 93-1 1 6 .

(24) E. Benveniste ( 1 966) , Problemes de linguistique générale, París, Gallimard , 5.ª parte .

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46 Luis Alberto Hernando Cuadrado des , etc. (25) . Por tanto , admiti mos dos cosas con Chomsky (26) . En primer l ugar, l a estructura de una oración cualquiera, en una lengua, debe poder descri b i rse, por una parte, en térm i nos de una teoría fonética un iversal , que representará , e n defi n itiva, s u aspecto sonoro , y, por otra , en los tér­ m i nos de una teoría semántica u n iversal , que representará su sentido. Pe­ ro , por otro l ado, esta teoría semántica un iversal no existe todavía prácti­ camente (o más bien, no existen aún más que fragmentos apl icables a algunos sectores semánticos muy privi leg i ados) y, por otro , es evidente que la correspondencia entre estas dos representaciones , fonética y se­ mántica, resu lta muy compl icada e i n d i recta ; para descri birla correcta­ mente será preciso recurri r a un aparato teórico más fi rme y más elabora­ do de lo que son los modelos esencial mente clasificatorios forjados por los estructura l i stas .

Estas consideraciones exp l i can , en parte , la i m portancia central de l a s i ntaxis e n l a gramática generativa y de q u e sea objeto d e un estudio pu­ ramente formal (27) . Resu lta i mpos i b l e descri b i r i nmed iatamente las ora­ c iones de una lengua en térm i nos semánti cos un iversales, pero desde ha­ ce algún tiempo conocemos ya un gran número de condiciones formales que debe cumpl i r una oración para ser suscepti ble de recibir una i nterpre­ tación semántica. Por eso , una gramática (generativa) debe asociar a cada oración de una lengua una descripción estructural, que cons iste en un con­ junto de rel aciones abstractas que desempeñan un papel mediador entre la representación fonética y la representación semántica de esta oración (quedando todavía , en g ran parte , i ndeterm i nada esta ú ltima) . La s i ntaxis es la que s u m i n i stra l o esencial de l a descripción estructural , de tal ma­ nera que determ i na de forma unívoca, por una parte , la descri pción foné­ tica y, por otra , la descri pción semántica de l as oraciones . Con esta pers­ pectiva , la gramática de una l e ngua abarca , pues , tres partes : un compo­ nente centra l , l a s i ntax i s , que asocia a cada oración de l a l engua -conce­ bida como una cadena de elementos s i ntácti cos míni mos esl abonados (los morfemas)- una descri pción estructural , s i endo ésta una especie de ob­ jeto abstracto , i ntermed i o entre el son i do y el sentido; inmediatamente tenemos dos componentes interpretativos, que traducen este objeto abs­ tracto en forma más concreta : la fonología , que l o traduce en una secuen­ cia de señales sonoras ; y l a semánti ca, que da una i nterpretación -valga

(25) Cfr. H . C. Conkl i n ( 1 962) . • Lexicograph ical treatment o f fol k taxonomies • , e n International Journal o f American linguistics, XXVI I I , 2 , parte I V , págs . 1 1 9-141 .

(26) Ghomsky ( 1 964) , Current lssues in Linguistic Theory, La Haya, Mouton; y ( 1 966 ) , Current Trends in Linguistics , vol . 1 1 , L a Haya, M outon.

(27) Se llama formal a la descripción de una lengua, s i describe las relaciones entre los símbolos perteneci entes a esta lengua, prescindiendo de su i nterpretación. Sobre esta noción, vid., especialmente Carnap ( 1 939 ) . · Foundations of Logic and mathematics • , en lnternational Encyclopedia of Unified Science, 1, págs. 1 43-1 71 (recogido en Fodor, J. A. y J . J . Katz, eds. ( 1 964). The Structure of Language. Readings in the Philosophy of Language, Englewood Cl iffs , N ew Jersey ; Prentice-Hall.

(11)

El método generativo en la didáctica de la lengua 47 l a redundancia- semántica. La s intaxis, considerada como estudio pura­ mente formal , constitu i rá el objeto pri ncipal de nuestro enfoque.

2.2. EL MODELO FO R MAL 2 .2 . 1 . El método distribucional

Según Harris , la descripción de las lenguas apl i cando los m ismos mé­ todos tiene l a ventaja de mostrar que l as d iferencias son i nherentes a l as estructu ras de aquéllas y no de método. Algunas consecuencias de l a apl i­ cación de métodos expl ícitos serán la contribución a l desenvolvi mi ento de l a tipo l ogía l i ngüística, así como de los estudios h i stóricos y dialectua­ l es (28) .

Las regularidades de una lengua rel evantes para descri b i r su estructu· ra pueden hal larse al exam i nar l as rel aciones d istri bucionales de los ras· gas del hab l a . Por tanto , el método fundamental es la distribución ( = « l i­ bertad de ocurrencia de porc iones de una emisión en relación con cada una de l as otras ») (29 ) . Los restantes métodos propuestos son particula­ res , es decir, proced i m ientos por los cuales se apl i ca el anál isis distribu­ cional a ciertos datos.

La noción de distribución, aunque i ndudablemente tenga apl i caciones pos i b l es en otros niveles , se emplea sobre todo en el aná l i s i s del n ivel s i ntáctico . El que una gramática hici era la l i sta de todas las combinacio­ nes de pal abras que se pueden dar dentro de su lengua resultaría vano e impos i b l e , dada l a i nfi n i dad de oraciones que una g ramática puede gene­ rar; por e l l o , se apl i ca el método de la d i stribución de l as palabras y se clasifican por grupos : esto ya se había efectuado en la gramática tradicio· nal , pero ambiguamente y mezcl ando n iveles.

Para proceder a una d i stri bución de los elementos de la oración en e l n ivel s i ntáctico , podemos partir de l o s sigui entes ejemplos :

1 ) a EI pájaro vue l a » .

2) « El pájaro canta » .

3 ) " La paloma come tri go » .

4) « El gorrión canta por l a mañana » . 5) « El loro m i ra al n i ño » .

Ahora nos encontramos e n cond iciones d e establ ecer una serie d e con­ juntos , por un l ado, y una serie de combi naciones pos i b l es de los el emen· tos de esos conjuntos , por otro :

(28) z. S. Harris ( 1 951 ) , Methods in Structural Linguistics, Chicago, The University of Chicago Press .

(12)

48 pájaro, paloma, etc. el, un, la, etc. canta, come, etc. a, por, etc.

Luis Alberto Hernando Cuadrado

N:

Conjunto de palabras que ti enen la m isma d i stri bución que

pájaro. Son « nombres » (símbo l o : N) .

Art:

Conjunto de palabras que tienen la misma d i stri bución que

el. Son «artícu los » (símbo l o : Art) .

V

Conju nto de palabras que tienen l a misma d i stri bución que canta. Son « verbos » (símbo l o : V) .

Prep:

Conju nto de palabras que tienen la misma d i stri bución que

a. Son « prepos i ciones » (símbo l o : Prep) .

H emos añadido etc. a cada conjunto para indicar que los elementos contenidos en tales conj untos no son los ún icos . Ello nos perm ite i ntrodu­ cir l as oraci ones de nuestro corpus bajo la forma de cadenas de catego­ rías , y así dar cuenta del aná l i s i s d i stri bucional de un mayor número de oraciones que l as que teníamos de partida:

1 ) Art + N + V (oraciones 1 y 2) . 2) Art + N + V + N (oración 3) .

3) Art + N + V + Prep + Art + N (oraciones 4 y 5) .

En esta agrupación , como se puede observar, se presci nde de los pro­ bl emas de la concordancia y del sentido. Mediante tal procedi m iento s e logra un grado de genera l ización i mportante y un método que puede per­ m iti rnos d i scern i r mejor entre l as nociones de nombre, verbo, artículo, etc. (30 ) . De este modo, nos acercamos a l a descripción de una de las reg u l a­ ridades de l a l engua que mencionábamos más arri ba. Con todo , es preciso señalar que esta i l ustración está hecha a parti r de u n conjunto l i m itado de hechos , y que un estudio más vasto nos conduci ría a conclusiones más serias .

2 .2.2. Paradigmática y sintagmática

El modo en que hemos presentado el método distri bucional resulta cier-(30) Nique, op. cit., pág . 52 .

(13)

El método generativo en la didáctica de la lengua 49

tamente m uy esquemático, por lo que sería oportuno preci sar ahora lo que se entiende por paradigmática y sintagmática.

La conmutación y comb i nación son los dos pri ncipios que rigen el aná­ l is i s d i stri bucional ; los hemos uti l izado s i n defi n i rlos cuando hemos bus­ cado l a d i stribución de la pal abra pájaro en nuestro corpus de partida, y después l as diferentes categorías , nombre, verbo, etc . S i hemos agrupado pájaro y paloma en el m ismo conjunto , es porque pueden conmutarse, es decir, ocupar el m ismo lugar, entran en l as m ismas comb i naciones (delan­ te de un verbo , unidas a un artícu l o , etc . ) . De este modo :

l

pájaro

¡

Art + paloma + V + Art + N etc .

¡

pájaro

J

Art + N + V + Art + paloma

etc. 1

Ya consideramos l a s i ntaxis como un estudio puramente formal , y que

pájaro y paloma funcionan del m ismo modo , por l o que podemos cons i de­ rar estos térm i nos , en cierto sentido, como equ ival entes : deci mos que son

paradigmas y que pueden conmutarse.

Por otro lado, l as pal abras y g rupos de palabras se combi nan entre sí l i neal mente para formar oraciones , en un eje horizontal l lamado eje sin­ tagmático, en opos ición al eje vertical que forman los parad igmas y que l l eva el nombre de eje paradigmático. El eje s i ntagmático es el de l a coe­ xistencia de los elementos l i ngüísticos , y el eje parad igmático es el eje d e l as equival encias (y por tanto de l as exc l u s i ones) (31 ) . Ejemplo :

o (..) :¡::::; 'C\l E Cl "'C (\l ,_ (\l a. <ll "(i) i eje s i ntagmático El gorrión vue l a pájaro loro paloma etc.

Apurando mucho, puede l legarse a establ ecer clases paradigmáticas para todos los e l ementos l i ngüísticos . En rea l i dad , esta manera de

(14)

50 Luis Alberto H ernando Cuadrado derar los hechos s intácticos ha permitido progresar mucho en l a descrip­ ción de las lenguas , y s e uti l iza -como más adelante veremos-, bajo apariencias l igeramente d i ferentes , en los trabajos de los generativistas. Las nociones de eje paradigmático y s i ntagmático están un poco dejadas de lado, pero el principio s igue s i endo vál ido: los elementos se agrupan en clases (paradi gmáticas ) . y cada uno de los elementos de estas clases se combina con los otros para formar la oración.

2 .3 . EL MODELO S I NTAGMATICO

2 .3 . 1 . El análisis en constituyentes inmediatos

El aná l i s i s en constituyentes inmediatos , esquematizado en el Language

de B l oomfi e l d , ha s i do elaborado en los últi mos cuarenta años por diversos l i ngüistas americanos (33) . La original idad de este aná l i s i s consiste , ante todo, en haber s istematizado las formulaciones trad i cionales . La estructu­ ra de cada oración , por compleja que sea , se encuentra allí representada bajo la forma de una construcción jerárqu i ca de elementos incrustados unos en otros, en forma de una especie de pirám ide; la descomposición de l a oración es l l evada hasta los ú lti mos elementos , los morfemas (mien­ tras que los anál isis s i ntácticos tradicionales se detenían en las palabras y la descomposición de las pal abras en morfemas adoptaba otras formas y se trataba en una rama especial , la morfología) .

Los procedi m ientos uti l izados se reducen siempre, en conjunto a una combi nación de operaciones de segmentación y de sustitución ; dado un enunciado, se l e divide, en un punto dado , y, a los segmentos así obteni­ dos , se i ntenta sustitu i rlos por otros , para ver s i los nuevos enunciados son g ramaticales . Final mente , se e l i gen las divi s i ones que perm itan una separación en segmentos « i ndepend ientes al máxi m o » (34) .

Es pos i b l e representar g ráficamente l a estructura de una oración cual­ qu iera, a parti r del momento en que se l a concibe en esta forma jerarqui­ zada y cualesquiera que sean , por otra parte , las decisiones particulares que se tomen (ya d ivi damos , por ejemplo, la oración en dos constituyentes o b i en en tres) . Han sido propuestas varias representaciones gráfi cas (35) .

(33) Las formulaciones teóricas más clásicas se encuentran en Wells ( 1 947) , « l m· mediate constituents • , en Language, XXI I I , págs. 8 1 -1 1 7: y en Harris, 1 951 , cap. XVI . En­ tre las apl icaciones al estud io de las lenguas concretas hay que señalar, sobre todo, el tratado d e Bloch sobre el japonés ( 1 946) , u Studi es i n colloquial Japanese : 11, Syntax•, en

Language, XXI I , págs. 200-248 ; y el de Nida sobre el inglés ( 1 943) , A Synopsis of English Syntax, Ann Arbor, mimeografiado, reimpreso, 1 960, Norman , Oklahoma; así como diver­ sas descripciones de lenguas amerindias, publ icadas en el lntemational Journal of Ame­

rican Linguistics.

(34) Wells, op. cit., pág. 1 90 .

(35) Vid. B . Grunig ( 1 965) , « Les théories transtormationnelles. Exposé critique•, e n L a linguistique, 2, págs. 1 -24.

(15)

h g f e d c b a

El método generativo en la didáctica de la lengua 51 que ponen en evidencia l a estructura abstracta del enunciado y l as rel a­ c iones que define entre los e l ementos .

U n aná l isis l i neal daría l a secuenci a de morfemas s i g u ientes :

- (El + s i ng u la r) (policía + singular) (pone + presente + 3 .ª perso­ na) (una + s i ng u l ar) (multa + s i ngular) .

Pero , s i se observa más de cerca este ejemplo, nos damos cuenta de que tal perspectiva nos i nforma de pocas cosas acerca de l a oración . En rea l idad , es mucho más i nteresante considerar que esta está formada por diversos constituyentes y representarla por u n esquema que representa una caj a , según Hockett, con varias entradas :

e d c h a e l e l e l el e l pol i cía

1

pol i cía pol i cía pol i cía pol icía pone

1

una

1

mu lta

pone una m u lta

pone una mu lta

pone una mu lta

pone una mu lta

Esta caja se lee de abajo arriba y, en cada caj a , se i ntroduce sólo una nueva separación que marca una etapa del aná l i s i s . De esta manera :

- La l ínea a representa l a oración.

- La l ínea b muestra los constituyentes i nmediatos de l a oración. - La l ínea c muestra los constituyentes i nmed i atos del s i ntagma el

policía. - Etcétera.

Los dos aná l i s i s precedentes resultan por sí solos i nsuficientes , por l o que debemos l l evar a cabo uno que conjunte l os dos anteriores, que es­ quematizaríamos mediante l a s i g u iente caja:

s i ngular el pol i cía

1

3 .ª pers . sing. pres . pon- s i n g .

1

una

l

mu lta

s i ngular Art N 3 .ª pers . s i n g . pres . V s i n g .

1

Art

1

N s i ngular Art

/

N 3 .ª pers . s i n g . pres . V

\

s i n g . G N

s i ngular Art N 3 .ª pers . s i n g . pres . V SN

s i ngular Art N 3 .ª pers . s i n g . pres . GV

s i ngular Art N sv

s i ngular GN sv

SN sv

(16)

52 Luis Alberto Hernando Cuadrada Comentando la caja, hemos de dec i r que cada l ínea aporta una indica­ ción nueva (y sólo una) en relación con l as l íneas precedentes :

- La l ínea a representa l a oración.

- La l ínea b i nd i ca los constituyentes inmed i atos de l a oración (SN y SV) .

- La l ínea c i nd ica los constituyentes i nmed iatos del SN (singular y G N ) .

L a l ínea d i n d i ca l o s constituyentes i nmed i atos d e l G N (Art y N ) . L a l ínea e ind ica l o s constituyentes inmediatos d e l SV (3.ª pers . s i n g . pres . y GV) .

La l ínea f i n d i ca los constituyentes inmediatos del GV (V y S N ) . L a l ínea g indica l os constituyentes i nmediatos del SN sostenido en el SV (singular y G N ) . '

La l ínea h i ndica l os constituyentes inmediatos del G N (Art y N ) . L a l ínea i representa l a secuenci a de l o s morfemas verdaderos por l os cuales está formada l a oración.

El conjunto de l a caja representa l a verdadera estructu ra de l a oració n . S i n embargo, esta forma de presentar l a caja no e s la única pos i b l e , y a que hay otras que son total mente equivalentes ; pero esto sólo constituye un problema de presentaci ó n , cuya i mportancia está reducida en cuanto se p i ensa que tal modo de ver no es suficiente para desembocar en una gra­ mática generativa .

2 .3 . 2 . L a gramática sintagmática como modelo generativo

Este aná l i s i s que hemos considerado, desarrollado por constituyentes i n m e d i atos , no es más que una extensión -y un mejoramiento- del que cons idera l a oración desde el punto de vista del eje s i ntag máti co. Por eso, com b i nándolo con un modelo d e g ramática formal , Chomsky l e ha dado el nom bre de gramática sintagmática, que puede l legar a ser un modelo, es dec i r , un mecanismo que perm ite generar oraciones .

Para lograr este cometido, l a g ramática debe poseer un conjunto de i nstrucciones, que se presentan bajo l a forma de reg l as que permiten res­ cri b i r un símbo l o en una secuencia de símbo los . Por tanto , si queremos generar una O (y s i , por supuesto , deseamos asignarle una descri pción estructu ral correcta) deberemos sentar -al menos provi sionalmente- la serie de reg l as de rescritu ra s i g u i e ntes :

( 1 ) O -7 SN + SV

(2) SN -7 No + G N

(17)

El método generativo en la didáctica de la lengua (4) SV --7 Tps + GV (5) GV--7 V + SN (6) No --7

�:��

t

(7) Tps --7 3 .ª pers . s i n g . presente . . . 53

Apl i cando suces ivamente estas diferentes reg las, podemos obtener lo que se l lama una derivación, que, en nuestro caso, presentaría l a forma s i gu i ente : A) O --7 SN + SV B) O --7 No + GN + SV C) O --7 No + Art + N + SV D) O --7 No + Art + Tps + GV E) O --7 N o + Art + N + Tps + V + SN F) O --7 No + Art + N + Tps + V + No + GN G) O --7 No + Art + N + Tps + V + No + Art + N

H ) O --7 Sing + Art + N + Tps + V + No + Art + N

1 ) O --7 S i n g + Art + N + 3 .ª pers sing presente + V + No + Art + N J ) O --7 Sing + Art + N + 3 .ª pers sing presente + V + s i ng + Art + N K) O --7 Sing + el + N + 3 .ª pers sing presente + V + s i ng + Art + N

L) O --7 Sing + el + policía + 3 .ª pers s i ng presente + V + sing + + Art + N

M ) O --7 S i n g + e l + policía + 3 .ª pers s i ng presente + pon- + s i n g + + Art + N

N) O --7 Sing + el + policía + 3 .ª pers s i ng presente + pon- + sing + + una + N

O) O --7 Sing + el + policía + 3 .ª pers s i ng presente + pon- + s i ng + + una + multa.

Cada l ínea de la derivación rem ite a la apl i cación de una nueva regl a de rescritura (o de otra nueva reg l a l éxica) y se denom ina secuencia o cadena;

l a ú lti m a l ínea es l a secuencia terminal o cadena terminal.

Pero la derivación es muy com p l i cada para manejarla, por lo que Choms­ ky ha propuesto su sustitución por una representación gráfica de l a estruc­ tura de l a oración, que l l eva el nombre de indicador sintagmático (o más comúnmente árbol), y se representa bajo la forma de un d i agrama que se lee de arriba abajo del modo sigu iente :

(18)

54 Luis Alberto Hernando Cuadrado

Sing polie!a !íing �· pera pre s

La defi n ición de algunos térm i nos i mportantes relativos a l indicador s intagmático es l a que a conti nuación establecemos :

El punto de partida del árbol es el símbo lo categorial O. Se l e l l ama alguna vez su raíz.

Cada símbo lo categorial se encuentra s ituado en un nudo del árbol , porque d a nac i m iento a u n cierto número d e ramas.

- Las ramas que parten de un nudo acaban en los constituyentes i n­ mediatamente de este nudo. Así e l nudo O está constituido por SN y SV, SN de No y G N . . .

- La ú ltima l ínea del árbol representa l a secuencia term i na l de l a de­ rivación y también hay que apl i carle l as reg l as morfológicas señala­ das arri ba.

Por ú ltimo, existe otro modo de representar l a estructu ra de l a oración consistente en uti l izar paréntes is etiquetados para encuadrar cada consti­ tuyente . La parentización equ iva l e exactamente al árbo l : posee l as m ismas cua l idades y los m ismos defectos. Además , es muy d ifíc i l l eer, por l o que no se emplea con mucha frecuencia. La oración estaría representada así:

(

No (!rt + N)

\

�ps (v (

No (Art ... N)

\ l _)

SN�

GN GN

)

SN S

'\\_

GV

\

SN

\

GN GN

)

SN

)

GV

)

SV

Todos estos métodos de aná l i s i s sostenidos por unas regl as de rescri­ tura deben ser complementados por reg las l éxicas más detalladas , de for­ m a que, por ejemplo, O -7 S N + SV pueda ser sustitu ido mediante d i chas reg las por un contenido semántico : O -7 « El n i ño corre » .

Para i l ustrar esta teoría , veamos el desarrollo pos i b l e e n el SV: s e dan en caste l l ano una serie de frases que escapan a las reg l as de rescritura hasta ahora contempladas dentro del SV, tal es com o :

El pol icía ponía una m u lta-pondrá-pondría-ha puesto-había puesto-ha­ brá puesto-habría puesto-puede poner-podrá poner-podía poner-po­ dría poner-ha pod ido poner-debe poner-debía poner-deberá

(19)

poner-de-El método generátivo en la didáctica de la lengua 55 bería poner-ha debido poner-había debido poner-puede haber puesto­ podía haber puesto-podrá haber puesto-podría haber puesto-ha podi­ do haber puesto-había pod ido haber puesto-habrá pod ido haber pues­ to-habría podido haber puesto-debe haber puesto-debía haber pues­ to-deberá haber puesto-debería haber puesto-ha debido haber pues­ to-había debido haber puesto-habrá debido haber puesto-habría de­ bido haber puesto .

Para comp l etar l o expuesto , nos resta ahora precisar l a rescritura del A ux:

- En todos l os casos deberemos i ntroducir el constituyente Tps , ya que l a persona y el tiempo están s iempre presentes : Tps--- T + ps . - Los tiempos más usuales son el presente , i mperfecto , futuro y con­

d i ciona l . Un aná l i s i s d i stribucional muestra que el futuro no es otra cosa que el infin itivo al que se le añade el presente del verbo haber, y el cond i c ional el i nfin itivo más el i mperfecto . Por ello, podemos rescri b i r el morfem a de tiempo (T) de la siguiente manera :

.

1

pres

t

T -7 ( mf) +

(

i mpf )

- Por otra parte , encontramos algunas veces, además del tiempo, el elemento haber que i mpone el participio pasado a l a raíz del verbo (ha pedido, había pedido . . . ). Ambos elementos (símbo l o : pp) forman un solo constituyente que denomi namos haber + participio

.

...:... Por ú ltimo, encontramos algunas veces l o que se l laman modales (poder, deber . . . ): éstos son opcionales, y pueden segu i r a haber y/o

precederlo.

Este modo de anal izar el auxi l iar sobrepasa , con mucho, el anál isis en constituyentes inmediatos y representa ya una extensión del modelo s i n­ tagmático. Pero , para generar todas l as oraciones que deseemos , debemos sentar l as reg l as de rescritura sigui entes (que se añaden a l as anterior­ m ente anotadas) :

7) Aux -7 Tps + (haber + pp) + (M) + (haber + pp) 8) Tps -7 T + ps

9) T -7 ( inf) +

¡��f

t

1 0) ps -7

l 1.ª

2 .ª pers + spers

l

l

.

;��

3 .ª pers P d) M -7 deber

,

poder.

(20)

56 Luis Alberto Hernando Cuadrado

Y así, por ejemplo, elegi mos :

- Tps , haber + pp, M y haber + pp como rescritura de Aux, - pres como rescritu ra de T,

- 3 .ª pers s i ng como rescritura de ps , - deber como moda l ,

de acuerdo con ello, obtendremos el auxi l iar sigu iente :

N o resu ltaría d ifíc i l recoger todas las pos i bi l idades de rescritura del auxi l iar perm itidas por las reg l as 7- 1 0 . Al aumentar las reg l as l éxicas , au­ mentaríamos el número de oraciones generables de una manera cons idera­ b l e . S i n embargo, esta visión sobrepasa el modelo s i ntagmático.

Como se ha podido comprobar, el modelo si ntagmático es una exten­ sión de l as gramáti cas estructural es . Chomsky ha demostrado que todas podían reducirse a este model o , revel ando así su i nadecuación, y ha pro­ puesto extender este modelo en otro más adecuado gracias a la noción d e transformación, abriendo, de este modo , el cam ino hacia l a gramática ge­ nerativa transformacional .

3 . LA GRAMA T/CA TRANSFORMA CIONA L

S i l a g ramática s i ntagmática está i ntegrada tan sólo por l as reg l as de l a estructura de l a frase , l a transformacional se compone de éstas y d e reg l as transformacionales. Medi ante l a i ntroducción de estas ú ltimas , l a g ramática chomskiana recibe e l cal ificativo d e « gramática transformaci o­ nal generativa » -o generativo-transformacional- o s i m p l emente « g ramá­ tica transformacional " · Esta nació de l a dificu ltad de l a g ramática si ntag­ mática para exp l i car diferentes casos oracionales (36) .

Las reg las de rescritu ra son operaciones que resultan úti l es por per-(36) Cfr. Lyons ( 1 969) , Introducción en la lingüística teórica, Barcelona, Teide, pá­ g inas 258-282.

(21)

El método generativo en la didáctica de la lengua 57 mitir desarrollar un símbo l o categorial en una secuenci a de símbolos (ej em­ p l o : O -7 SN + SV; Sn -7 No + G N ) . En este sentido, éstas no pueden lle­ var más de u n sólo e lemento a l a izquierda de l a flecha, y han de l l evar a l menos uno a l a derecha. P o r el contrario, l as transformaciones s o n opera­ ciones que cambian una secuencia terminal -y no un símbolo- en otra secuencia term i n a l .

Si l a s reg l as de rescritura son cons ideradas como operaciones de ex­ pans ión , l as transformaciones se consideran operaciones de despl azam i en­ to (de Af en la transformación afija! ) . de permutación (SN 1 se permuta en

SN2 en transformación pas iva) . de copia (el morfema plura l del sujeto es­ tá copiado en el el emento Tps del si ntagma verbal por medio de la trans­ formación de concordancia sujeto/verbo), de supresión (vid. más adel ante la rel ativización ) , y los ú n i cos constituyentes cuya i ntroducción se autoriza en l as transformaciones están l i m itadas a algunos morfemas (por ejem­ p l o , ser + pp y por en la transformación pasiva) :

- T afija! : Af + V 2 1 -2 =+- 2-1 - T de concordancia en el SN : No + Art + N 1-2-3-+- 2-1 -3-1 - T de concordancia sujeto/verbo : No + GN + Tps + Y 1 2 3 4 1 -2-3-4 =+- 1 -2-3 + 1 --4 - T pas iva : S N 1 + Aux + V + SN2

1 2 3 4 1 -2-3-4 =� 4-2-ser + pp-3-por-1 - T de rel ativización : 1 ) 2) X + SN + Y 1 2 3 SN + SV 4 5 1 -2-3 =+- 1 -2-que-5-3 4-5 (Condición 2 = 4) X + SN + Y 1 2 3 Z + V + SN 4 5 6 1 -2-3 -+.- 1 -2-a/ que--4-5-3 4-5-6 (Cond ición 2 = 6)

(22)

58 Luis Alberto Hernando Cuadrado En l a pri mera formulación de l a teoría, l a d i sti nción entre transforma­ ciones obligatorias y opcionales es fundamenta l . S in embargo, posterior­ mente, g racias a l as mejoras aportadas por Chomsky, esta distinción pier­ de cada vez más su i nterés , y prácticamente será abandonada en la segun­ d a form u lación, donde se tiende a reformular todas l as transformaciones opcionales en transformaciones obl igatorias i ntroduciendo desde l a base constituyentes como pasivo o negación en l a rescritura de l as oraciones , que i mpondrán l as transformaciones correspondientes en l as cadenas en que aparecen .

U n a concepción de l a g ramática como ésta sol amente puede lograr po­ ner al día probl emas que l as gramáticas tradicionales ( lógico-semánticas y estructu ral es} no podían resolver. Por otro l ado, resulta una gramática i ndependiente del contexto , en l a que los dos grandes ausentes de tal for­ m u lación son el léxico y l a semánti ca. Para resolver todos estos probl emas , Chomsky ha aportado numerosas mejoras a l a primera versión de l a g ra­ mática generativa, y es en Aspectos de la teoría de la sintaxis ( 1 965} , don­ de ha expuesto con deta l l e lo que algunas veces se l lama l a « teoría c l á­ s i ca » , y más comúnmente " la teoría estándar » .

4. LA TEORIA EST ANDAR

4 . 1 . EL PROBLEMA DE LA SUBCATEGORIZACION

Las reg l as de rescritu ra no son suficientes para resolver probl emas a l enfrentarnos con oraciones del t i p o « l a cal l e pasa p o r el cam ión » . Una de l as soluciones propuestas para tratar este tipo de frases cons iste en afi r­ mar que no es agramati cal , s i no que se d isti ngue de « el cam ión pasa por l a cal l e » p o r u n porcentaje n u l o de aparición en el discurso dependiente d e l a esti l ísti ca. Pero una solución m á s satisfactoria consistirá en d a r u n a serie de reg l as q u e impidan l a construcción de frases s i m i l ares ; por tanto , las reg l as de rescritura son i nsufici entes y han de ser completadas con otras que tengan en cuenta ciertas características de las piezas léxicas (ani mado, humano . . . }. Este nuevo s i stema de reg las l l eva e l nombre de componente de base de la g ramáti ca.

Cada pieza léxica se representa en el léxico con una matriz de rasgos d i sti ntivos fonéticos y s i ntácticos . Aquí nos i nteresan los ú ltimos : una pie­ za I que posea los rasgos x e y, pero no el z, será representada en el l éxico:

(1, ( + X, + y, -z] )

Así, l as palabras que proponemos a conti nuación poseen los siguientes rasgos : (Pedro, (Italia, (niño, (lápiz, + N , - común, + humano} + N, - común, - humano) + N, + comú n , + humano) + N, + común, - humano)

(23)

El método generativo en la didáctica de la lengua 59 Los indicadores que hemos uti l i zado hasta ahora no nos s i rven para i n­ troducir las piezas bajo forma de matriz de rasgos, por l o que nos vemos obl i gados a desarrollar l a categoría N en u n símbo l o complejo (abreviatura se) formado por un cierto número de rasgos. Para ello, debemos postular l as reg l as de rescritu ra 1 , 2 y 3 , y las reg las de subcategorización 4 , 5, 6, 7, 8 y 9 :

1

- O --7 S N + SV 2 - SN + No + GN 3 - G N --7 Det + N 4 - N --7 se 5 -se --7 [ + N, ± com ú n ]

6 - + común --7 [ ± ani mado] 7 - - común --7 [ ± ani mado]

8 - + ani mado --7 [ ± humano] 9 - - humano --7 [ ± contable]

A parti r de estas reg las, es pos ible construi r indi cadores s i ntagmáticos (y derivaciones) que operen con la subcategorización . El s ímbol o N origi­ nará el símbo l o se, que origi nará una serie de rasgos obtenidos por l as reg l as de subcategorización 5-9 ; faltará efectuar una operación que va a perm iti r insertar una p i eza l éxica que posea los mismos rasgos· que u n se

en l ugar de este se. Ejem p l o :

Italia es un nombre que está representado en el l éxico de l a s i g u iente manera (Italia, [ + N, - común, - humano ] ) , y, por otra parte , apl i camos l as reg l as de rescritura 1 , 2 y 3 y l as reg l as de subcategorización 4, 5, 6 , 7 y 8 , con l o que obtenemos :

H asta aqu í hemos establecido regl as que desarro l l an u n símbol o com­ p l ejo en una serie de rasgos i nherentes , es decir, no contextuales. Los ras­ gos + ani mado , o + humano son i nherentes al nombre, y no tienen nada que ver con l as restantes partes de la oración . Pero si queremos dar

(24)

cuan-60 Luis Alberto Hernando Cuadrado ta del hecho de que ciertos verbos , como comer, no adm iten cualquier nom­ bre como sujeto, habrá que proponer para el los una serie de rasgos que determ i nen sus relaciones con los restantes elementos de las construccio­ nes en que se i nserte n .

El verbo comer tendrá que ser especificado en e l léxico como poseedor del rasgo [ + sujeto viviente ] . y sólo podrá entrar en construcciones en que el nombre que l e preceda posea el rasgo [ + viviente] . Así, l a oración «el perro come pan » puede ser generada por la gramática por presentar los rasgos necesarios requeridos por ésta ; pero no podrá serlo « e l pan come al perro » . Hay que añad i r todavía que comer tiene el rasgo [ + objeto com i b l e ] , lo que le impide preceder a un nombre que no contenga tal rasgo.

S i anal izamos el verbo mirar, podemos encontrar: 1 . « J uan m i ra al mar . »

2 . a EI casti l l o m i ra a l mar. »

A s i m p l e vista , parecería que mirar puede tener sujeto, ya con el rasgo [ + ani mado ] , ya [ + concreto y - ani mado] . Pero , en real idad , se trata de algo más comp l ej o , pues encontramos 3, pero no 4 :

3 . « J uan m i ra . » 4 . « El casti l l o m i ra . »

Las oraciones 3 y 4 i n d i can q u e no hay un único verbo mirar, s i no dos . Semánticamente los dos verbos no tienen el mismo sentido, puesto que e l primero indica actividad rea l y el segundo actividad pasiva . Por otro lado, ambos no encajan en l as m ismas construcciones : mirar1 será especifi cado como preced ido obl igatoriamente de un nombre, y seguido facu ltativamen­ te de é l ; y mirar2, como preced ido y seguido por un nombre o b l igatoria­ mente :

mirar1 : + V, [ + N -] . [ + - ( N )] .. .

mirar2 : + V , [ + N -] , [ + - N] . . .

El rasgo + V es i n herente a l as piezas propuestas , y los rasgos [ + N ] , [ + - N] y [ + -( N ) ] son contextua/es que las subcategorizan en base a u n contexto categorial , l l amándoseles « rasgos de subcategorización es­ tri cta (37) .

Por opos i ción , se llama " rasgos de subcategorización sel ecciona! ,, (38) a aquéllos que subcategorizan una pieza en base a los rasgos s intácticos de su contexto . De este modo , los dos verbos mirar están especifi cados desde el punto de vista de sus rasgos sel eccionados así:

(37) Nique, op. cit., pág . 1 32. (38) N ique, ibid.

(25)

El método generativo en la didáctica de la lengua 6 1 mirar1 , [ + animado -] , [ + - (vi s i b l e)] . . .

mirar2,

[ +

concreto y - ani mado -] , [ + -visible] . . .

Por l o anteriormente expuesto s e advierte que los rasgos de subcatego­ rización estricta y l os seleccionados se comp l ementan y que, por otro l ado , perm iten dar cuenta de una manera económ ica de las características s i n­ tácticas particu l ares de l as piezas l éxi cas .

El adjetivo , al igual que el verbo , está subcategorizado en base a su contexto (subcategorización estricta y selecciona l ) . Tomando como m uestra el adjetivo leal, éste debe ir preced ido de un nombre que presente los ras­ gos + viviente o + abstracto y + controlable. La entrada leal vend rá re­ presentada en el l éxico como poseedora de los sigui entes rasgos :

[ + humano] Leal: + Adj , [ + N -) , [- complemento] [ b

+ a stracto y + contro la-ble -]

Si deseamos tener reg las que perm itan i nsertar leal en el lugar de un símbolo comp l ejo que contenga los m i smos rasgos , deberemos elaborar l as reg las de subcategorización (estri cta : 2 , y selecciona ! : 3) que se añad i rán a l a reg l a de rescritura 1 :

1 - Adj -7 L.

2 -L. -7 SC/ [ + N ] - [- complemento] - L. -7

se¡

[ + humano] -[ + abstracto y + controlab l e ]

-De l o anteriormente tratado se deduce que l a noción de subcategoriza­ ción ha mod ificado profundamente la concepción del componente de base de la gramática generativa , porque l as estructuras profundas no están gene­ radas solamente por reg las de rescritura , s i no por las de categorización , que i ntroducen símbolos complejos , y por las transformaciones de sustitu­ ción l éxica.

El componente de base está constitu ido, pues , por dos subcomponentes : el categorial , que i ntroduce reg l as de rescritura y que perm ite l legar a los símbolos postizos L. que representan l as categorías si ntácti cas ; y el l éxico , que opera por un lado con reg l as de subcategorización , con e l fin de des­ arrollar el símbolo postizo L. en uno comp l ejo formado por una serie de ras­ gos inherentes y contextuales, por otra con el vocabu lario, concebido como l i sta no ordenada de entradas l éxi cas . s i endo cada una matriz de rasgos (fo­ nológ i cos , s i ntácti cos y semánticos ) , y finalmente con transformaciones de sustitución l éxica de acuerdo con e l teorema propuesto por Chomsky en 1 965 :

(26)

ras-62 Luis Alberto Hernando Cuadrado gas fonológ i cos , y C un s ímbol o comp l ej o ; l a reg l a l éxica perm ite l a sustitución de D en todo símbol o complejo

K

no d i stinto de e ,. (39 ) .

En resumen, se pueden d i stingu i r tres c lases de reg las de l a base, l a primera dependiente del subcomponente categori a l , y l as otras d o s del sub­ componente l éxico : 1 ) R eg l as de rescritura (O -7 SN + SV . . . N -7 .6.). 2 ) Reglas de subcategorización (.6. -7 SC, SC -7 . . . ): a) No contextua l es (SC -7 [ + N ] , [ humano] , . . . ) . b) Contextuales : a') estrictas (SC --7 [ + N ] - . .. )

b'J seleccionadas (SC -7 [ + ani mado ] -. . . ).

3) Reg l as transformacionales de sustitución l éxica (cfr. el teorema de Chomsky) .

4.2. MOD I F I CACIONES EN EL CONCEPTO DE uTRANSFORMACION »

La noción de transformación generalizada plantea un problema a l a gra­ mática generativa : si las estructuras profundas deben contener todos los el ementos necesarios para l a i nterpretación semántica de l as oraciones , l as transformaciones no han de aportar n i ngún elemento que pueda modifi· car e l sentido de aquéllas, en l a medida en que toman dos estructu ras pro­ fundas disti ntas para reu n i rlas.

Para dar cuenta de l a recurs ividad , Chomsky ha propuesto que se per­ m ita a l as reg l as de rescritura de l a base i ntroducir el símbolo O a l a dere­ cha de las fl echas , con lo que deberían el aborarse reg l as de rescritura que perm itan estas oraciones :

O -7 O + y + O (para l as coord inadas)

0 -7 SN + SV

l

.

SV -7 V + Que 0

(para l as completivas)

De manera semejante a como se ha observado que las transformacio­ nes genera l izadas cambian el sign ificado de l as estructuras profundas se ha notado, as i m ismo, que existen otras transformaciones que pl antean al­ gunos probl emas tal como estaban presentadas en l a pri mera formulación : se trata de l as transformaciones que perm iten pasar de un tipo de oración a otra , las transformaciones pasiva , negativa, i nterrogativa, etc.

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