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Recorrido por el núcleo central de Sierra Blanca

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Academic year: 2021

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Centro de Profesores Marbella-Coín

Curso Herbario Virtual Ibn-al-Baytar

2ª salida al campo 25 de marzo de 2006

Recorrido por el núcleo central de Sierra

Blanca

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GENERALIDADES SOBRE SIERRA BLANCA

Sierra Blanca es un enclave montañoso geográficamente repartido entre cuatro municipios: Ojén, Monda, Istán y Marbella. Desde el punto de vista paisajístico es un elemento fundamental en la fisionomía de esta parte de la Costa del sol Occidental. Comienza a escasa altura (100 o 200 m sobre el nivel del mar) y en un corto trayecto alcanza algo mas de 1200 metros (La Concha, El Lastonar).

Geológicamente está formada por mármoles de edad triásica y naturaleza dolomítica en mayor o menor grado, existiendo una zona periférica de mármoles masivos blancos y azulados y otra zona interna de mármoles sacaroideos muy kakiritizados con formación de típicas arenas dolomíticas. Además hay pequeñas intercalaciones silíceas de gneises con anfibolitas, y en los bordes, pequeños enclaves de peridotita relacionados con la gran fractura que la bordea. Los suelos son fundamentalmente regosoles y litosoles.

En términos biogeográficos pertenece al Sector rondeño de la provincia Bética, y dentro de este al subsector Mijense, que comparte con la sierra de Mijas, de similares características.

En cuanto a Bioclimatología, están representados en ella los dos primeros pisos, el termomediterráneo (de 0 a 600-800 metros de altitud), y el mesomediterráneo (de 600-800 hasta 1200-1400 m), con las normales variaciones en función de la orientación en solana o en umbría. Intuitivamente podemos identificar este segundo piso con las zonas que eventualmente se ven cubiertas por nieve en algún momento del año. Respecto al ombroclima, definido en función de las precipitaciones, se encuentran dos tipos: el subhúmedo (de 600 a 1000 mm), y el húmedo (de 1000 a 1600 mm); este último se encuentra en las zonas de mayor altitud, relacionado con el aumento de la precipitación por influencia orográfica.

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ITINERARIO

Comenzamos el recorrido en el Refugio de Juanar. En principio vamos a transitar lo que se llama la “Senda de José Lima”, una típica ruta de senderismo perfectamente señalizada y habilitada al efecto. Para empezar bajamos por la carretera unos 500 metros y tomamos la indicación hacia la izquierda. Rodearemos una montaña de unos 1200 metros de altitud para terminar de nuevo en el Refugio. O bien, antes de llegar, prolongaremos la jornada con un segundo recorrido rodeando otro núcleo

montañoso (Los Púlpitos), lo que nos llevará al olivar de Juanar, y una vez más, al Refugio, como punto final.

PRIMERA PARTE SENDA DE JOSE LIMA

Tramo primero: Aulagar y Coscojar

Desde que comenzamos el recorrido hasta que coronamos la primera loma vamos observando el matorral más típico de Sierra Blanca. Se trata del "coscojar dolomitícola con efedras", que en gran parte está muy degradado y sustituido por un "aulagar

dolomitícola". El coscojar sería un matorral denso, con cierta altura

(hasta 2 metros y mas), y compuesto por especies nobles como coscoja (Quercus coccifera), cornicabra (Pistacia terebinthus), aladierno (Rhamnus alaternus). enebro (Juniperus oxycedrus), romero (Rosmarinus officinalis), etc y con la efedra (Ephedra fragilis) como componente característico. Esta formación sería el ecosistema climácico, el mejor que podría formarse en estas laderas demasiado soleadas, con excesiva pendiente, y con un sustrato muy fracturado y por tanto permeable, lo que impide el desarrollo del

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suelo y la implantación de un bosque. Es lo que se llama una comunidad edafoxerófila.

Nos encontramos entre 800 y 900 metros de altitud, en el piso mesomediterráneo, lo que se demuestra por la presencia de indicadores como Lavandula lanata o Saxifraga globulifera, pero en una zona de transición desde el piso termomediterráneo, con especies que suben hasta aquí, por encima de los 700 m, en las laderas mas soleadas, tales como el algarrobo (Ceratonia siliqua) o el palmito (Chamaerops humilis). Sin embargo no aparecen las estrictamente termomediterráneas como Myrtus communis, Aristolochia baetica, Viola arborescens, o Lavandula multifida.

En cuanto al aulagar dolomitícola corresponde al matorral más degradado que ocupa la mayor parte del recorrido, y que suele ser la formación que mas prospera después de los incendios. Contiene especies como la aulaga (Ulex baeticus), el romero (Rosmarinus officinalis), etc. La relativa exuberancia de estos aulagares sobre suelos tan pobres se debe a la fijación de nitrógeno que realizan las leguminosas en sus raices, gracias a la simbiosis con las bacterias del género Rhizobium. Esta formación es la más extendida en Sierra Blanca, debido a la repetición histórica de fenómenos como sobrepastoreo, incendios, extracción de leña y otras que acaban con las especies mas nobles.

En esta subida paramos de vez en cuando a descansar y nos fijamos en las diversas especies que existen, la mayor parte de las cuales se van a repetir durante el resto del trayecto:

(algunas de la lista aparecerán en tramos posteriores del recorrido)

Abies pinsapo (pinsapo) Andryala ramossisima Arisarum vulgare (candilitos) Asparagus stipularis Asphodelus albus (gamón) Astragalus lusitanicus (garbancillo) Ballota hirsuta

Brachypodium retusum (lastón) Bupleurum gibraltaricum Carex halleriana

Castanea sativa (castaño) Ceratonia siliqua (algarrobo) Chamaerops humilis (palmito) Cheilanthes acrostica (helecho) Cistus albidus (jara blanca) Cistus salviifolius

Dactylis hispanica Dahne gnidium (torvizco) Dianthus malacitanus Echium albicans

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Elaeoselinum foetidum Ephedra fragilis(efedra) Ferula comunis (cañaheja) Fritillaria hispanica Gagea nevadensis Gallium verrucosum Genista haenseleri (bolina) Halimium atriplicifolium Halimium halimifolium Iris filifolia

Juniperus oxycedrus (enebro) Juniperus phoenicea (sabina) Lapiedra martinezii

Lavandula lanata (alhucema) Linaria clementei

Lobularia maritima

Mercurialis tomentosa (criadillas de ratón)

Narcissus gaditanus

Olea europaea sylvestris (acebuche) Ophrys fusca (orquídea)

Orchis italica Orchis lactea

Paronychia suffruticosa Phlomis lychnitis

Phlomis purpurea (matagallo)

Phyllirea angustifolia (labiérnago) Phyllirea latifolia

Pinus halepensis Pinus radiata Pinus pinaster

Pistacia lentiscus (lentisco) Pistacia terebinthus (cornicabra) Ptilostemon hispanicus

Quercus coccifera (coscoja) Quercus rotundifolia (encina) Ranunculus blepharicarpos Reseda suffruticosa

Rhamnus oleoides (espino prieto) Rosa canina (rosal silvestre) Rosmarinus officinalis (romero) Saxifraga globulifera

Sedum sediforme (uña de gato) Smilax aspera

Stipa tenaccissima (esparto) Teucrium fruticans (olivilla) Thapsia villosa

Thymbra capitata (tomillo andaluz) Thymus mastichina (almoradux) Ulex baeticus (aulaga)

Valantia hispida Vinca difformis

La especie mas característica de Sierra Blanca y que aparece a menudo en estos matorrales es la bolina (Genista haenseleri), un piorno de aspecto generalmente almohadillado, que es un endemismo malagueño exclusivo de estas sierras dolomíticas. Fue descubierta por Boissier en su famoso viaje por Andalucía, nombrándola en honor a su amigo y colaborador Felix Haenseler, farmacéutico de Carratraca. En las crestas mas azotadas por el viento forma la vegetación típica, denominada bolinar de crestas.

Tramo segundo: Efectos de solana y de umbría (Diferencias entre las laderas con orientación norte y sur).

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adentramos en la ladera con orientación norte, empiezan a aparecer algunas encinas aisladas. Esta ladera mas espeso y mas noble en el que abundan los enebros. La ladera orientada al sur, mucho más seca y menos fría contiene todavía especies termófilas; en un tramo podemos ver una loma cubierta por un bolinar con palmitos, que en nada se parece a la formación de la umbría, aunque el suelo es similar y la altitud también.

En esta zona vemos algunas catas y acumulaciones de cantos, restos de la antigua actividad minera, que buscaba sobre todo magnetita como mineral de hierro.

Tramo tercero (zona del manantial del Pozuelo): Encinar

mesomediterráneo en recuperación

Las encinas se hacen cada vez mas abundantes según el suelo se encuentra mejor desarrollado, o mas bien, son ellas contribuyen a la formación del suelo. Basta con situarnos bajo una de ellas y observar la capa de mantillo. Estamos de lleno en el piso mesomediterráneo. Se puede decir que el encinar está en periodo de recuperación, si bien siguen dominando los matorrales de sustitución, salpicados también con pinos de repoblación, predominando en esta zona el Pinus pinaster. En todo este tramo aparecen ya algunos pinsapos aislados. Llegamos al puerto del Pozuelo (1079 metros) y ya vemos frente a nosotros el pinsapar. A nuestra derecha se extienden las crestas de Los Cuchillos (1200 m) en cuya cara norte también se encuentra otro espléndido pinsapar en recuperación, en el que además podemos encontrar peonías, especie indicadora tanto del encinar como del pinsapar calcícola. Se puede acceder hasta allí siguiendo la estrecha senda que sale a la derecha, que en unos treinta minutos nos situa frente al impresionante paisaje del norte de Sierra Blanca.

Tramo cuarto: Pinsapar

Es la joya de este recorrido, y quizás de toda Sierra Blanca. Nos encontramos con un pequeño pinsapar calcícola (o dolomitícola), concretamente el que está situado mas al sur en la

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península ibérica, pues sus ecosistemas hermanos bien desarrollados se encuentran al norte, en la Sierra de las Nieves y en la Sierra de Grazalema. El pinsapar de Los Reales de Estepona se encuentra mas al sur, pero es diferente, concretamente un pinsapar serpentinícola, desarrollado sobre las peridotitas de Sierra Bermeja. Fue precisamente en Los Reales donde Edmond Boissier descubrió por primera vez para la ciencia este árbol, en el mes de mayo de 1837.

De la presencia de este pinsapar del Pozuelo, y de otros ejemplares aislados en varios puntos de Sierra Blanca deducimos que estamos dentro del área de distribución natural de la especie, de carácter relíctica, arrinconada en escasos puntos por el avance de las quercíneas (encinar en este caso). Esto nos dice que todas estas laderas con orientación norte y altitud igual o superior a 1000 metros constituyen un sustrato ideal para la propagación artificial de la especie y la creación así de nuevas poblaciones que favorezcan la lucha contra la extinción de la misma.

Tramo quinto: Aulagar-romeral y Espartal con Lavandula lanata,

Una vez pasado el grupo de pinsapos, atravesamos una zona con el suelo bastante deteriorado. Estamos a una altitud de entre 1050 y 1080 metros, lógicamente en el piso mesomediterráneo (el piso superior o supramediterráneo no aparece en esta sierra). La elevada pendiente y la pobreza y casi inexistencia del suelo impide la formación de matorral noble y nos encontramos con una vegetación muy degradada tipo aulagar, o jaral-romeral, dependiendode las especies dominantes, pero con la abundante presencia de un tipo de lavanda propia de las sierras del sur de España, y que nos indica que estamos en el piso mesomediterráneo; es la Lavandula lanata o alhucema, especie propia de montañas calizas frías.

En los tramos más degradados predomina el esparto (Stipa tenaccissima), especie que casi se forma su propio suelo bajo la masa de hojas viejas y secas que permanecen unidas a la planta madre.

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Durante todo este tramo disfrutamos de unas impresionantes vistas hacia el norte

 En primer término el alcornocal de Bornoque, masa forestal de gran importancia en la provincia, desarrollado lógicamente en suelos ácidos sobre micaesquistos y gneises alpujárrides.

 A su izquierda, Sierra Real, una típica sierra parda de composición peridotítica, hasta hace poco cubierta por bosques de Pinus pinaster, su vegetación climácica, pero devastada por el fuego en 1991.

 Al fondo, la Sierra de las Nieves, de naturaleza caliza, con el Pico La Torrecilla, el más alto de la provincia de Málaga.

Terminando este recorrido, y dejando atrás la orientación norte, podemos encontrar ya algún ejemplar aislado de palmito casi al límite de su distribución altitudinal, lo que nos indica una cierta recuperación de las condiciones termófilas.

Final de la primera parte

Hemos estado dando la vuelta al Cerro del Pozuelo, de modo que en el último tramo volvemos a tener orientación sur. Atravesamos un aulagar muy denso salpicado de algunos Pinus pinaster, supervivientes de algún incendio, que nos ofrecen su agradecida sombra. A nuestra derecha estamos viendo el impresionante Cerro de la Zarina, con numerosos derrubios en su ladera, el cual separa dos grandes barrancos que se dirigen hacia Río Verde (Istán). Frente a nosotros vemos alguna zona roturada: son actuaciones dirigidas a eliminar el denso aulagar y favorecer la formación de pastos para la cabra montés, especie emblemática de la sierra, declarada “Reserva Andaluza de Caza”.

Llegamos a un puerto donde empiezan a aparecer las típicas arenas dolomíticas, que caracterizarán la segunda parte del recorrido. Desde aquí, se puede terminar la jornada bajando al Refugio de Juanar que ya está a la vista, por un camino que atraviesa de nuevo un denso aulagar, pero que al final termina en un zarzal, y en el bosque de castaños próximo a la casa.

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SEGUNDA PARTE

DESDE EL ARENAL HASTA EL LLANO DE JUANAR Tramo sexto: Borde del aulagar y afloramiento anfibolítico

Comenzamos la segunda parte del recorrido. En lugar de bajar al Refugio de Juanar, seguimos el ancho camino que desde la vereda conduce hacia el oeste. Vamos viendo como el agua que rezuma del suelo del aulagar hacer crecer especies interesantes en el borde del camino, si bien muchas de ellas son típicamente ruderales asociadas a medios nitrificados. Este es un camino utilizado por la maquinaria utilizada para las roturaciones, asi como para llevar agua al depósito que hay al final del mismo.

Podemos ver especies como Dorycnium hirsutum, Carlyna corimbosa, Rubia peregrina, Ononis natrix, Sanguisorba minor, Senecio vulgaris., Phlomis purpurea, Resea suffruticosa, etc,...

Llegando a la zona del depósito empiezan a aparecer especies típicas de las arenas dolomíticas, particularmente Andryala ragusina subespecie ramossisima y Echium albicans.

Frente al mismo, se observa una loma con una formación de jara pringosa (Cistus ladanifer). Esto indica claramente que el sustrato no es calizo-dolomítico (suelo básico) sino silíceo (suelo ácido). Efectivamente, gracias al trabajo de la roturación, podemos comprobar que la roca del sustrato es una anfibolita mezclada con gneises. Se trata de pequeños enclaves de Sierra Blanca donde la vegetación potencial sería el alcornocal, y que en la actualidad están ocupados por jarales o brezales. Otro de estos enclaves se encuentra junto al Refugio de Juanar, hoy ocupado por un castañar, lógicamente de origen cultivado. El castañar nos indica que el suelo es silíceo (ácido) y que el piso bioclimático es el mesomediterráneo.

Tramo séptimo: El arenal

Después de dejar el depósito de agua entramos de lleno en el reino de las arenas dolomíticas. Se forman por un proceso de

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kakiritización; el marmol dolomítico sacaroideo que forma la roca se desmorona con mucha facilidad desprendiendo granos que en muchos casos son auténticos cristales de dolomita. Así se ha creado la impresionante llanura que tenemos ante nosotros con material procedente sobre todo de los cortados rocosos de la izquierda llamados “Las agujas de los Púlpitos”, azotados aquí por las borrascas y los vientos húmedos del oeste.

La especie dominante sobre las arenas es el Halimium halimifolium, o jaguarzo blanco, que aparece en todo la sierra en aquellos lugares donde el suelo se hace fundamentalmente arenoso, formando un característico jaguarzal de aspecto blanquecino. En nuestro caso, esta especie domina completamente la planicie debido a la intervención humana, ya que hace unos diez o doce años roturó la zona para mejorar los pastos eliminando la vegetación arbustiva, que apenas se ha recuperado, salvo esta especie.

En este llano es interesante observar la disposición de las capas arenosas dejadas al descubierto por la erosión del arroyo seco que baja desde el cortado rocoso y atraviesa la semillanura.

Tramo octavo: Subiendo hacia el puerto de Juan Graja

En esta subida podemos ir observando la flora rupícola de umbría que ya hemos ido encontrado durante todo el recorrido, y que seguramente se encuentra en perfecto estado en Las agujas de los Púlpitos. Es una comunidad de umbría caracterizada sobre todo por Saxifraga globulifera (especie indicadora del piso mesomediterráneo). Podemos encontrar otras como Sedum dasyphyllum, o el interesante endemismo malagueño Gallium pulvinatum. Putoria calabrica (hedionda) es también común en toda la sierra. Abundan también helechos, musgos y líquenes

En otros lugares de la sierra encontramos comunidades rupícolas de solana, caracterizadas por Chaenorrhinum villosum y Campanula mollis. Desde esta zona vemos hacia el norte la superposición en vertical de tres comunidades vegetales: el jaguarzal (Halimium halimifolium) en el llano, el aulagar (Ulex

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baeticus) en la media ladera de enfrente, y por encima, el jaral de Cistus ladanifer sobre los gneises y anfibolitas.

Tramo noveno: Bajada hacia el circo de Juanar

A nuestra derecha queda el Cerro de la Maceta, mas al sur la Cruz de Juanar, al sureste Tajo Negro, y a nuestra izquierda Los Púlpitos. Frente a nosotros el circo de Juanar con el pinar de pino de Monterrey y el olivar. La bajada es empinada, y la ladera es bastante seca ocupada por casi todas las especies que ya hemos ido observando durante el recorrido. Volvemos a encontrar la efedra que vimos al principio, coscoja, encina, espino prieto, romero, enebro, labiérnago, bolina, etc,...

Tramo décimo: El llano de Juanar

Una vez en el llano, atravesamos el pinar de Pinus radiata o pino de Monterrey, especie americana muy usada en España para repoblaciones forestales. Se caracteriza por tener las acículas en grupos de tres, al contrario que el resto de pinos españoles que las tienen por parejas.

El pinar es de una tremenda pobreza en especies. El matorral ha desaparecido bajo la sombra de los pinos y por la acidificación creada al descomponerse las acículas. Tan sólo algunas bulbosas (por ejemplo orquídeas) proliferan de vez en cuando. Por encima del pinar hay otro estupendo encinar mesomediterráneo en franca regeneración, ocupando esta húmeda ladera del pico de la Cruz de Juanar. Por aquí podemos ver el vallado cinegético creado para proteger un núcleo poblacional de cabra montés libre de la sarna.

Más abajo y ya en dirección hacia el Refugio, un estupendo olivar tradicional aporta su encanto a la zona. Por esta zona es frecuente encontrar especies como Iberis nazarita, Coronilla juncea, Linaria clementei (interesante endemismo malagueño), Coronilla glauca, Halimium atriplicifolium, Scorzonera angustifolia, Crupina

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vulgaris, etc...

Finalmente, a través del pinar de Pinus pinaster y del castañar regresamos al punto de partida.

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Referencias

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