Introducción grupos vulnerables
Alguna evidencia sugiere que la obesidad en las mujeres tiene más efectos adversos que en los hombres, especialmente en términos de riesgo cardiovascular. La obesidad aumenta las posibilidades de desarrollar acidez de estómago, enfermedad de la vesícula biliar y problemas hepáticos. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedad del hígado graso, una afección causada por depósitos excesivos de grasa en el hígado.
Marco teórico de obesidad
Para calcular su IMC, multiplique su peso en libras por 703, divida por su altura en pulgadas y vuelva a dividir por su altura en pulgadas. A partir de 25,0, cuanto mayor sea su IMC, mayor será su riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con la obesidad. Para la mayoría de las personas, el índice de masa corporal es una estimación aceptable de la grasa corporal.
Algunas personas, como los atletas musculosos, pueden tener un índice de masa corporal en la categoría de obesos, aunque no tengan exceso de grasa corporal. Muchos profesionales de la salud también miden la circunferencia de la cintura de una persona para ayudar a guiar las decisiones de tratamiento. Los problemas de salud relacionados con el peso son más comunes en hombres con una circunferencia de cintura superior a 40 pulgadas (102 centímetros) y en mujeres con una cintura superior a 35 pulgadas (89 centímetros).
El porcentaje de grasa corporal es otra medida que se puede utilizar durante un programa de pérdida de peso para realizar un seguimiento del progreso. La obesidad es a menudo el resultado de factores hereditarios, fisiológicos y ambientales, combinados con la dieta, la actividad física y las opciones de ejercicio. Una alimentación más saludable, mayores niveles de actividad física y cambios de comportamiento pueden ayudarle a perder peso.
Los medicamentos recetados y los procedimientos para bajar de peso son otras opciones para tratar la obesidad.
Factores determinantes
Es posible que no pueda ajustar sus factores de riesgo, pero conocer su riesgo es importante para lograr un peso saludable y reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con la obesidad, como enfermedades cardíacas.
Deportes más recomendados
Los ejercicios de fuerza pueden ser una parte importante del tratamiento de pérdida de peso. Entrenamiento de fuerza (durante 20-30 minutos) que puede incluir una rutina de pesas y/o trabajo con máquina de fuerza realizando 2-3 series de 10/15 repeticiones y trabajando diferentes grupos de músculos. Si no puedes ir al gimnasio, no te preocupes porque puedes tener un plan de entrenamiento en casa igual de efectivo.
Entrenamiento de fuerza (20-30 minutos): Puedes hacer una rutina de ejercicios que incluya: sentadillas, flexiones, abdominales y estocadas para trabajar los músculos principales de las piernas, el pecho y el core. Para tus brazos, puedes hacer una rutina corta de trabajo con pesas o bandas elásticas para brindar resistencia. Estiramiento: No olvides estirar durante 5-10 minutos antes de finalizar tu rutina de ejercicios.
Una caminata diaria es un excelente ejercicio de bajo impacto que te ayudará a perder peso y mejorar tu salud general. También puedes diseñar tu propio circuito de entrenamiento al aire libre con una combinación de escaleras, saltos de tijera, sentadillas, flexiones, sprints, etc. Mejora del sueño (la falta de sueño o una mala calidad del sueño se relaciona con una mayor tendencia al sobrepeso).
Hay muchas investigaciones que muestran un vínculo directo entre hacer ejercicio y mejorar la condición física y la salud en general. Recuerda que es importante tanto realizar un calentamiento (antes de entrenar) como realizar ejercicios de estiramiento al finalizar la sesión. Dependiendo de la actividad que vayas a realizar, es importante buscar un calzado que se adapte a tu tipo de pie.
Su nutrición encaminada a la obesidad
Las dietas equilibradas son dietas en las que la ingesta de alimentos se ajusta a las necesidades individuales de nutrientes: carbohidratos, proteínas, lípidos, minerales, vitaminas y agua. Las recomendaciones de proteínas para adultos deben ser del 10 al 15% del valor calórico. Los lípidos deben proporcionar aproximadamente el 30% del valor calórico, recomendándose un contenido de ácidos grasos entre 7-10% saturados (carne, leche), 10-15% monoinsaturados (aceite de oliva) y 8-10% poliinsaturados (aceite de pescado, ). girasol).
Aumentar el consumo de carnes blancas (pollo, pescado y pavo), limitando las carnes rojas y eliminando la grasa visible. Consuma más calorías de las que utiliza: La cantidad de calorías que necesita varía según su sexo, edad y nivel de actividad física. Vea las necesidades u objetivos de calorías para adultos como parte del plan de alimentación DASH.
También puede encontrar consejos para padres que le orientarán sobre cuántas calorías necesitan los niños y formas de reducir el tiempo que pasan frente a la pantalla. Consuma demasiadas grasas saturadas: la cantidad de grasas saturadas en su dieta diaria no debe superar el 10% del total de calorías. En una dieta de 2000 calorías, eso equivale a aproximadamente 200 calorías o aproximadamente 22 gramos de grasa saturada.
Consuma alimentos con alto contenido de azúcar agregada: en su rutina diaria, trate de limitar la cantidad de azúcar agregada en su dieta a no más del 10% de las calorías consumidas.
La higiene con respecto a la obesidad
Construimos nuestra microflora a partir de nuestro entorno, comenzando con nuestras madres, luego con otros miembros de la familia e incluso con nuestras mascotas, a lo largo de nuestra vida. La mayor parte de nuestra microflora intestinal se adquiere a través de la boca, por ejemplo al comer, beber y cepillarse los dientes. Los limpiadores domésticos matan los microorganismos, incluso los buenos, y evitan que lleguen a nuestro intestino.
La dominancia o el "crecimiento excesivo" de un grupo particular de bacterias puede conducir a un mayor riesgo de desarrollar muchos problemas de salud, incluyendo obesidad, alergias, inflamación y diabetes tipo 2. Cuanto más "diversa" sea la comunidad de bacterias que viven en nuestro intestino, y cómo Cuanto más equilibrada sea nuestra dieta para mantener y nutrir estas bacterias, menos probabilidades habrá de que se pueda desarrollar un tipo de bacteria asociada a alguna enfermedad. La obesidad se ha relacionado anteriormente con el predominio de un cierto tipo de bacteria en el intestino, conocida como Firmicutes, sobre otro tipo llamado Bacteriodetes.
En el estudio actual, se encontró que Lachnospiraceae (una familia de bacterias de la familia Firmicutes) es más prevalente en bebés de familias que usan productos de limpieza y, posteriormente, en niños obesos. No se comprende bien el mecanismo exacto que vincula la microbiota intestinal con la obesidad, pero está bien establecido que ciertas bacterias, en particular Firmicutes, pueden aumentar la producción de energía alimentaria, lo que puede aumentar la probabilidad de desarrollar obesidad. Las enfermedades suelen surgir de determinados grupos o incluso especies de bacterias que dominan al resto.
Esta reciente investigación muestra que el uso excesivo de detergentes puede favorecer este cambio en el dominio microbiano.
La autoestima con respecto a la obesidad
Todo esto hace que las personas con sobrepeso se sientan inferiores en comparación con aquellas con cuerpos delgados, generando problemas de autoestima. Esto significa que debido al rechazo de la sociedad hacia él, una persona gorda puede ser rechazada y entrar en un bucle del que es muy difícil salir. En películas y series de televisión es común ver a un niño o adulto “gordito” sonriendo y estando feliz.
La obesidad no es motivo de risa, ya que afecta nuestra salud tanto mental como físicamente. Todo esto no sólo repercutirá en la salud mental del niño, haciéndole sentir ansiedad, aislamiento social, depresión e innumerables problemas, sino que además muchos niños podrán rechazarlo e incluso acosarlo. Sin embargo, la evidencia sugiere que los niños con sobrepeso y obesidad tienden a tener una autoestima más baja que los niños con peso normal.
Todo esto puede llevar a que sufran acoso por su tamaño, y que sean constantemente objeto de burlas e incluso acoso. Esto se debe a los estigmas sociales, que en muchos casos promueven los ideales de cuerpos delgados, ya que las personas obesas suelen ser rechazadas de muchas maneras. Esto hace que las personas obesas se sientan diferentes a los demás, lo que puede reducir su autoestima.
Además, diversos estudios han demostrado que una persona delgada, pero con baja autoestima, puede volverse obesa.
Adicciones al padecimiento de la obesidad
Los alimentos adictivos contienen componentes que estimulan el sistema de recompensa del cerebro, incluidos azúcares refinados, grasas saturadas, sal y otros aditivos. Es por eso que la comida chatarra y la comida procesada son especialmente adictivas, lo que las convierte en una opción popular para quienes buscan una comida rápida. Por el contrario, los alimentos menos adictivos son principalmente alimentos naturales, no procesados y de origen vegetal, como zanahorias, pepinos, manzanas, arroz integral, brócoli, frijoles, plátanos, maíz y fresas.
Identifique los alimentos desencadenantes: identifique los alimentos que desencadenan los antojos y evítelos tanto como sea posible. Incrementar la actividad física: Incrementar la actividad física para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Busque apoyo: busque apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud para que le ayuden en el proceso de cambiar sus hábitos alimentarios.
Obtenido de Obesidad y Diabetes en Población Vulnerable: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=50647. Obtenido de https://www.obymed.es/ejercicios-para-combatir-la-obesidad/#tipos-de-ejercicio-recomendadas-en-obesidad. Obtenido de Causas y Factores de Riesgo: https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/sobrepeso-y-obesitas/causas.
Obtenido de Ciencia: ¿Cuál es el mejor deporte para evitar la obesidad?: https://www.televisa.com/noticias/ciencia-cual-es-el-mejor-deporte-para-evitar-la-.