La edad de presentación mínima fue de 28 años, en este caso fue un paciente del género femenino sin antecedentes de padecimientos crónicos, se presentó con un cuadro de OVCR con Glaucoma Neovascular y con una visión de no percepción de luz. La edad máxima fue de 88 años, donde se encontraron 3 pacientes del género masculino todos ellos con diagnóstico de Hipertensión Arterial Sistémica, en 2 de ellos se diagnosticó ORV y en 1 OVCR. Se sabe que las patologías que se asocian más frecuentemente a las oclusiones venosas de la retina son la hipertensión arterial sistémica, la diabetes Mellitus, la hiperlipidemia, el glaucoma primario de ángulo abierto esto sobre todo en personas mayores de 60 años. (2,3) En el caso de personas jóvenes que presentan algún cuadro oclusivo venoso de la retina es indispensable realizar estudios de laboratorio e investigar sobre alguna enfermedad procoagulante como la presencia de anticuerpos antifosfolípidos, niveles elevados de fibrinógeno o enfermedades inflamatorias de tipo autoinmune como el lupus eritematoso sistémico, y enfermedades infecciosas como el VIH, sífilis, herpes zóster, sarcoidosis. (4) La mayor cantidad de pacientes fueron de entre 55 y 75 años con 83 casos (66%), las patologías más frecuentes en este grupo de edad fueron la hipertensión arterial sistémica, la diabetes Mellitus y el glaucoma primario de ángulo abierto, la ORV se presentó en 44 pacientes y la OVCR se presentó en 39 pacientes, con un total de pacientes masculinos 45 y 38 pacientes femeninos. Esto apoya a las características clínicas que usualmente se presentan en pacientes con oclusiones venosas de retina, en las que encontramos en su mayoría personas mayores de 55 años, con padecimientos crónicos como la hipertensión arterial sistémica y la diabetes Mellitus. Sí encontramos varios padecimientos en un solo paciente, sobre todo a la diabetes Mellitus, el cuadro oclusivo podría tratarse de una cuadro isquémico que con lleva a un peor pronóstico. (4)
El fundus flavimaculatus y la enfermedad de Stargardt son variantes de una misma enfermedad. Se presenta predominantemente en un pa- trón hereditario autosómico recesivo debido a una mutación del gen ABCR. Los pacientes suelen presentar nictalopía y metamorfopsias, sin una pérdida significativa de la agudeza visual. Se observan lesio- nes atróficas rodeadas por lesiones blanco-amarillentas alargadas en forma de cola de pescado a nivel del epitelio pigmentario de la retina. En la evaluación histopatológica de las células del epitelio pigmentario de la retina, se encuentran grandes cantidades de lipofuscina. Casi el 90% de los pacientes van a presentar en la fluorangiografía de retina un fenómeno llamado silencio coroideo. El electrorretinograma en fa- ses tempranas de la enfermedad, presenta campo completo normal, pero el foveal o focal se encuentra reducido en amplitud y/o con el tiempo implícito retrasado. No existe tratamiento preventivo o curati- vo, únicamente se recomienda asesoría genética. Se describe el caso de un paciente con fundus flavimaculatus.
- Desprendimiento exudativo: es el menos frecuente. La retina se proyecta hacia el vítreo por procesos proliferativos de los vasos coroideos A. Se debe a la filtración de líquido por debajo de la retina, causado por otras enfermedades oculares, tales como corioretinopatía serosa central o epiteliopatía pigmentaria difusa, anomalías de los vasos sanguíneos u otros trastornos poco habituales como el síndrome de Vogt- Koyanagi-Harada. Con frecuencia el tratamiento indicado en estos casos es el de la enfermedad que causa el exudado. Los tumores vasoproliferativos de retina, a pesar de ser raros y benignos, ocasionan desprendimiento exudativo y su origen no está bien esclarecido. 10,12,13-15
Paciente de 7 años, masculino, blanco, con antecedentes de enfermedad de Coats y operado de desprendimiento de retina (DR) el 28 de octubre de 2009 del OD. Al examen ocular encontramos percepción de la luz, conjuntivalización corneal total, cámara anterior, medios y fondo de ojo no explorables. Por los datos recogidos en la historia clínica y el examen oftalmológico se hace el diagnóstico de insuficiencia de células madre limbares en el OD (Fig. 3).
La oclusión de la vena central de la retina (OVCR) se define como un desorden vascular retiniano con complicaciones potenciales que pueden conducir a la ceguera. Después de la retinopatía diabética, la enfermedad oclusiva venosa retiniana (incluyendo oclusión central y de rama) es probablemente la causa más común de desórdenes vasculares. Pocas entidades son tan dramáticas y distintivas dentro de la oftalmología como esta entidad; su clásica apariencia de edema del nervio óptico y de la retina, dilatación y tortuosidad venosa asociadas a la presencia de hemorragias retinianas radiales al nervio óptico que se extienden hacia la periferia en todos los cuadrantes, hacen fácil su diagnóstico. 1
Iluminación retiniana. Sería a través de liberación de radi- cales libres en la retina. Los estudios arrojan controversia en este aspecto. Otros factores se resumen en la tabla y siguiente. Respiratorios Enfermedad pulmonar crónica, dis- trés respiratorio del RN, episodios de apnea, anestesia general, venti- lación mecánica
El síndrome de von Hippel-Lindau es una enfermedad caracterizada por el desarrollo de tumores como hemangioblastomas del sistema nervioso central y de la retina, quistes renales, hepáticos y pancreáticos; carcinoma renal de células claras, feocromocitoma, así como adenomas en el oído interno, la nariz y la laringe. En la mayoría de los casos hay un antecedente familiar positivo del síndrome 8. A continuación se presenta el caso de una femenina de 35 años de edad, sin antecedentes personales patológicos conocidos, con antecedente familiar positivo por la enfermedad de von Hippel-Lindau. Según la historia de sus familiares, la mujer presentaba “ataques de rigidez” de dos semanas de evolución, posterior a uno de estos ataques fue atendida por paramédicos quienes la declararon fallecida. Según la autopsia médico legal se diagnosticó una hidrocefalia obstructiva secundaria a hemangioma cerebeloso y hallazgos compatibles con el Síndrome de von Hippel-Lindau. El objetivo de este artículo es resaltar los hallazgos postmortem de esta entidad y su relación con la causa de la muerte.
Enfermedad que tiene como condición final común una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina y cambios en el as[r]
es derivado en mayor medida por el edema vascular. La oclusión de la vena central de la retina (OVCR) y la oclusión de la rama venosa de la retina (ORVR), han sido consideraos por diversos autores como causas relevantes y de importancia hasta llegar incluso a la pérdida de la visión. En este sentido, el rango de edad con mayor frecuencia o nivel de vulnerabilidad en ese sentido, se registra en ambos sexos y con aumento de su prevalencia a partir de los 60-70 años de edad. Como principales causas en este proceso, se registran con niveles de sistematicidad, la compresión externa de la vena, enfermedad primaria de las venas y formación de trombos, frecuente en enfermedades como la diabetes e hipertensión arterial. También, se asocian a estos resultados, lo relacionado con el indiscriminado y prolongado uso de tabaco, el índice de masa corporal elevada, la hipermetropía y glaucoma de ángulo abierto porque interrumpen el flujo sanguíneo venoso, son causantes en mayor medida de la prevalencia de la afección.
Dimensión Física: Se ven afectados los estados funcional y físico. Para la escala específica QOL-CX-24, se encontró que, en la dimensión sexual, el 70,7 % ha tenido molestias o irritación vaginal que interfieren en su desempeño. Dimensión Psicosocial: Las mujeres del estudio pertenecen a los estratos socioeconómicos 1 a 3; el mayor impacto negativo de la enfermedad, según el QLQ-30, se observa en las mujeres de estrato 1. Los aspectos más afectados de la calidad de vida son los relacionados con sus actividades sociales y familiares (51,9 %). y los problemas económicos causados por la enfermedad (47,2 %). En la función psicológica, el 87,7 % de las mujeres se han sentido preocupadas por su enfermedad.
Como aporte al conocimiento previo, por primera vez, se realiza un análisis del promedio de capas retinales según la severidad de la ambliopía; 6 sectores de la retina mostraron diferencias estadísticamente signifi cativas. Según estos resultados hay una clara tendencia a una reducción del promedio de espesores retinales en ambliopía severa. Esto se corroboró al dividir de una manera distinta los espesores en 3 subgrupos equivalentes (espesor bajo, medio y alto) y como resultado relevante, en el cubo macular temporal 3 mm, cubo macular inferior 3 mm, y 2 mm temporal del grosor retina total, se encontraron espesores retinianos más delgados en niños con ambliopía severa, lo cual podría atribuirse a un proceso atrófi co secundario al estímulo visual anormal que experimentan estos pacientes.
rentes. La PAI tipo 1, se caracteriza por afectar a pa- cientes de mayor edad, tiene predominio por el género masculino, eleva marcadores de IgG4 habitualmente por sobre el 80% y presenta habitualmente compromi- so extrapancreático, y la PAI tipo 2, que se manifiesta en gente más joven, sin predominio de género, no ele- va a marcadores de IgG4 y se asocia frecuentemente a enfermedad inflamatoria intestinal 8 . Ambas pueden
El debut de la enfermedad es generalmente precoz, ya que en más del 70 % aparece dentro de la La hora tras la inmersión; ciframos en el 85 %, los casos que debutan dentro de las seis horas siguientes a la salida a superficie. El inicio del cuadro después de 24 horas de finalizar la inmersión resulta excepcional (ningún caso en nuestra estadística). En cuanto a las formas clí nicas (Tabla 1), la ED grave supone el 66 % del total, casi duplicando la frecuencia de aparición de la ED leve (34 %). Respecto a ésta, los síntomas más frecuen tes son el dolor articular (<<bend») que aparece en el 76 %, seguido de las manchas ( 14 %); ambos aparecen asociados en un 9 %. No registramos ningún caso de prurito. En cuanto a la ED tipo II o grave, los sínto mas neurológicos son los más frecuentes (62 %) segui dos por los vestibulares ( 11 %) y pulmonares (6 %), asociándose algunos de ellos en el 20 % de los casos. En la Tabla II se refleja la frecuencia de presentación de síntomas en la ED tipo Il, en donde la parálisis/pa resia localizada preferentemente en miembros inferio res se observa con una elevada frecuencia, hecho que puede ayudar a comprender la gravedad que puede re vestir esta enfermedad.
La hemorragia vítrea y el desprendimiento de retina traccional o traccional- regmatógeno son dos indicaciones para el tratamiento quirúrgico de la retinopatía diabética proliferativa mediante vitrectomía vía pars plana y sus técnicas asociadas. La vitrectomía precoz en caso de hemorragia vítrea en pacientes con diabetes tipo 1 tiene más probabilidades de recuperación de una agudeza visual de 10/20 o mejor, que si se realiza tardíamente. El desprendimiento de retina traccional, que en la actualidad es la indicación más habitual de vitrectomía en la diabetes, ha de intervenirse cuando afec- te o amenace la mácula. Si existe componente regmatógeno, siempre se opera al paciente. La fi siopatología del desprendimiento de retina traccio- nal afecta a la interfase vitreorretiniana y a las proliferaciones fi brovascula- res que allí se desarrollan. La cirugía del desprendimiento de retina secun- dario a retinopatía diabética se centra en dichos elementos. Las técnicas más frecuentemente empleadas son la segmentación y la delaminación de las proliferaciones realizando cirugía bimanual. Es muy útil la inyección de bevacizumab intravítreo dos días antes de la intervención, ya que provoca la regresión de las proliferaciones, disminuyendo así el riesgo de hemorra- gia. Si transcurre más tiempo antes de la intervención, existe riesgo de contracción del tejido fi brovascular, con hemorragia vítrea y/o lesión reti- niana. Los casos de edema macular con hialoides posterior engrosada traccionando la mácula pueden benefi ciarse de la vitrectomía. Algunos cirujanos realizan también un pelado de la membrana limitante interna con el fi n de liberar tracciones residuales. El verde de indocianina se emplea para teñir dicha membrana, lo que facilita su identifi cación.
cientes con enfermedad leve predomina S. pneumoniae , mien- t ras que en aquellos con mayor alteración de la función pul- m o n a r, a me dida que ésta se agrava, presenta n mayo r p ro p o rción H. infl u e n z a e y M. cat a rr h a l i s, e incluso P. aeru - ginosa en los que tienen más obstrucción. Otros estudios tam- bién han demostrado que, a medida que la enfe rmedad pro- gresa (lo que se re fleja en tratamientos antibióticos prev i o s , t ratamiento con cort i c o s t e roides por vía oral, más de cuat ro exacerbaciones al año y/o obstrucción grave de las vía re s p i- rat o rias con FEV 1 <40%), la micro b i o l ogía de la ag u d i z a c i o-
La literatura médica se ha esforzado en demostrar me- diante numerosísimas publicaciones que la HBPM en el trata- miento de la ETEV tiene ventajas terapéuticas sobre el pro- pio proceso, permite un correcto control de la enfermedad con una sola administración diaria gracias a su alta biodispo- nibilidad, evita o reduce la hospitalización del paciente con la consiguiente mejora de calidad de vida del enfermo, per- mite la automedicación y ahorro de cama hospitalaria, induce menor morbilidad (hemorragias, trombopenia, osteoporosis). Numerosos estudios comparativos demuestran que las HBPM inducen mayor reducción y menor extensión del trombo, con disminución del número de recurrencias, menor mortalidad, y menor número de complicaciones hemorrágicas mayores 42-48 .
para la pérdida de agudeza visual, así como otras modificaciones celulares que afectan significativamente a la recuperación funcional tras un DR [3, 14, 32]. Estas modificaciones se producen de forma muy precoz tras el DR [3, 32] y han sido adecuadamente descritas por el Grupo de Retina del IOBA mediante la utilización de modelos de cultivo organotípico tanto de neurorretina humana como porcina [4, 5, 11]. De forma resumida, los hallazgos encontrados incluyen (Figura 1) un progresivo acortamiento y pérdida de los segmentos externos de los fotorreceptores, la pérdida de mitocondrias y la descompartimentalización de las organelas intracelulares en el segmento interno de los fotorreceptores [32], la progresiva disminución del espesor retiniano, como resultado de la degeneración y la desorganización de las capas nucleares externa e interna, de las capas plexiformes y de las células ganglionares, así como la proliferación y la hipertrofia/hiperplasia de las células de Müller [3, 32]. Estos estudios han contribuido a complementar los conocimientos acerca de la patogenia precoz del DR y han permitido identificar una serie de factores de crecimiento y de citoquinas que pueden constituir importantes dianas terapéuticas en un futuro inmediato [33], como el TNF-α [34].
Las EROs en la retina se generan mediante la irradiación que daña los segmentos externos de los fotorreceptores, la peroxidación lipídica en la que el ácido docohexanoico y su precursor el ácido α -linoleico actúan sobre la susceptibilidad de la retina y los cromóforos que son moléculas que absorben luz para producir reacciones químicas como la rodopsina, la lipofuscina, la melanina y enzimas mitocondriales como el citocromo c oxidasa. 40
La necesidad de dejar pasar la luz hace que sea un órgano hueco con estructuras transparentes (córnea, cristalino, fluidos intraoculares como el humor acuoso y humor vítreo). Esta transparencia convierte el ojo en el único órgano del cuerpo al que podemos asomarnos directamente a su interior. El gran número de patologías que afectan al fondo del ojo y el cada vez mayor grado de complejidad de las técnicas diagnós- ticas y quirúrgicas ha hecho indispensable la creación de unidades especializadas de retina y vítreo, que desarrollan una labor principal en todas las clínicas del Grupo Innova Ocular.
Se confirmará el diagnóstico de agudización de la EPOC, en los casos donde además de cum- plir los tres criterios previos, se haya descartado otras causas secundarias de disnea (Figura 3). La Tabla 3 muestra las principales enfermedades a considerar en el diagnóstico diferencial con la agudización de la EPOC. Todas estas otras enfer- medades también producen aumento de sínto- mas respiratorios en pacientes con EPOC, espe- cialmente disnea. Sin embargo, la fisiopatología Figura 3. Primer paso. Diagnóstico de la agudización de la enfermedad pulmonar obstructiva cróni-