Si bien el éxito de una ficción viene determinado, en gran medida, por la capacidad de actuar como un espejo de las personas que conforman la sociedad a la que sedirige, t[r]
La apariencia personal tiene un gran valor ya que se encarga de ofrecer información a los demás sobre el estatus, el atractivo, el estilo, el gusto, la sexualidad, etcétera. Éstas suelen ser las primeras percepciones que recibimos de los otros. “Se podría pensar que no merece la pena conocer a la gente que responde a estas señales externas, puesto que olvida el “interior de la persona”. Sin embargo, la gente puede no llegar a tener nunca una oportunidad de conocer el interior de la persona si son rechazados por la apariencia externa” (Gambrill & Richey, 1985). Nos estamos basando completamente en estereotipos 2 marcados por la sociedad actual, hablamos de un conjunto estructurado de creencias (pre-juicios) acerca de los atributos de un grupo social determinado. El estereotipo no refleja la realidad de un sector, sino que se encarga de caracterizarlo, pero sin mostrar la realidad. La construcción de estos se centra en marcar las diferencias de endogrupo 3 y las semejanzas en el exogrupo 4 .
El cine contribuye a la formación, mantenimiento o eliminación de estereotipos, según apoyen o no las creencias aceptadas socialmente. Además, genera modelos que influyen en la creación de la identidad social. Modelos que pueden ser interpretados como un espejo donde se refleja la cultura de un país, y la matriz en la que aquélla se forma y se transforma (Pérez Serrano, 1991). En It’s a Man’s (Celluloid) World, un estudio del Centro para el estudio de la mujer en el cine y la televisión de San Diego, se analizó la representación de los personajes femeninos en el Top 100 de películas estrenadas en 2013. Algunos de los datos que aporta el estudio afirman que: sólo el 30% de personajes con diálogo son mujeres y sólo un 15% son protagonistas. Es curioso que, siendo una batalla ganada, aún tengamos que seguir hablando sobre ello.
En la actualidad hay muchos estereotipos que se caracterizan principalmente por su clase social, sexo o etnia y son los medios de comunicación y publicitarios los actores principales en crear estas conductas de estereotipos que se crean en la sociedad, que muchas personas desean seguir, según el imaginario, para mejorar su autoestima, verse o sentirse mejor o también por su deseo de pertenecer a un grupo social, ya que esto les otorga una identidad que les posibilita ser aceptados por los demás. Desde el diagnóstico inicial del tema, se ha logrado identificar que los estereotipos permiten que las personas modifiquen sus
Este género literario al-riḥla es una fuente de noticias muy interesante para el estudio de las mujeres en la Edad Media, tanto en el ámbito islámico como en los territorios de la perife[r]
El paso del cuplé sicalíptico a las variedades selectas y al cuplé sentimental fue acompañado de otros cambios en la puesta en escena de las variedades. Por un lado se produce un cambio en los cánones de belleza femeninos, limada la sensualidad de las canciones, los kilos sobran y las cupletistas a partir de 1911 son más delgadas y no necesitan ser tan guapas (Salaün, 1990, 137). Además hace que se comience a prestar más atención a la puesta en escena, de hecho, La Goya «erige la canción en espectáculo total», es decir cada una de los cuplés se concibe con entidad propia y tiene su propio proceso narrativo completo, habiendo entre canciones preludios orquestales con luces apagadas. Además, se cambia de vestuario en función del dramatismo propio de cada una de las piezas (en vez de tener en cuenta la región o tema a la que hacían referencia) y se asume una forma de interpretar diferente para cada una de ellas, es decir, la cantante se convierte en «actriz del cuplé», por el contrario, la escenografía se hace más sobria, siendo muy pocas aquellas cupletistas que cuentan con decorados teatrales propios. El reto consistía en crear una personalidad escénica que les diferenciase del
En el seno del mundo digital, la televisión continua ejerciendo un papel fun- damental en la representación y la transmisión de roles sociales (Gerbner, 1998; Lauzen, Dozier y Horan, 2008). La imagen de la mujer sigue represen- tándose, a menudo, siguiendo la lógica de los estereotipos tradicionales, que reflejan una imagen vinculada a la cultura patriarcal y la someten a la figura masculina. En este sentido, y a pesar de que cada vez más las ficciones tele- visivas incorporan la igualdad social en sus narraciones audiovisuales (sobre todo con la incorporación de la representación de la mujer trabajadora) aún son muchos los reflejos que encasillan a la mujer frente al orden doméstico en las narrativas televisivas (Galán, 2007; Chicharro, 2013). La representa- ción de género nos acerca a una realidad específica que puede aproximarnos o bien alejarnos de la realidad cotidiana. Los contenidos televisivos suponen un factor muy importante a la hora de construir realidades sociales. En este contexto, el estudio de la presencia de estereotiposfemeninos nos permite entender mejor la representación de género que se lleva a cabo a través de los contenidos televisivos.
y desde su posesión, tanto sexual como simbólica, es decir como objeto de colección y de adorno. En un segundo aparte, la mujer significa, siempre y cuando en contraste con lo masculino siga siendo la parte pasiva que soporta el accionar del otro, del hombre victimario que la victimiza. Y en el tercer y último momento, la figura de la mujer es operada desde una dualidad, se podría decir que histórica, pues revive el imaginario de la mujer sumisa, en este caso boba en contraposición con la mujer pecadora o necia para esta particularidad. Y es esencialmente en este último apartado donde se logra una configuración más amplia de las representaciones y de los estereotiposfemeninos en circulación, pues su dualidad de boba es objeto de recriminaciones y de valoraciones negativas, mientras que en su acepción de necia, logra por un lado el repudio y la condena por su inmoral comportamiento, pero a la vez de forma hipócrita y solapada despierta el deseo masculino. En sí esta mujer está construida a la medida y a la sombra de la mirada masculina.
El reclamo por presencia contenido en la creación de los primeros partidos políticos femeninos expresa, en primer lugar, el rechazo a ser incorporadas, cual complemento, a las organizaciones políticas de su época; y en segundo lugar demuestra el deseo de duplicar las organizaciones y estructuras políticas existentes pero, y en esto reside la novedad, con militancia solo femenina. La igualdad se planteará, entonces, de un modo doble: en términos universales, expresada en las leyes y las estructuras que organizan la política; y en términos diferenciales, expresada en el ser sexuado femenino.
Lo mismo podría afi rmarse en otro cuento, “Ceremonias de Rechazo”, donde el propósito del personaje, Amanda, al sembrar en el jardín exterior que posee, muestra no solo la tarea de re[r]
mujeres de ojos claros o de ojos oscuros, en relación con el producto que anuncian, con la tarea que realizan y con el tipo de personas que la acompañan en cada caso..[r]
Eventualmente, estereotipos opuestos aparecen en el mismo texto, y entonces se puede captar la posibilidad de que un estereotipo sea construido claramente a partir de otro (en realidad, por el otro) y no independientemente de los discursos que estén en confrontación. En otras palabras, debería ser evidente que los estereotipos son construcciones producidas por aquel (aquellos) que funciona (funcionan) siendo el (los) “otro” (otros) para algún grupo. Pero, eventualmente esta relación interdiscursiva se oculta cuando la confrontación no aparece en el chiste mismo, y el efecto es la impresión de que el estereotipo es universal, que no tiene condiciones históricas de producción, o por lo menos que estas condiciones no incluyen efectivas relaciones de confrontación con una alteridad. Es decir, los chistes que se fundan en estereotipos son siempre agresivos —utilizando la clasificación de Freud— y por tanto, deben referirse a alguna diferencia construida en condiciones históricas de polémica. Anécdotas como las que se mencionan 3 a
En la segunda sección se presentó el estímulo mapuches del pasado seguido de una lista de 18 atributos. En la tercera sección se exhibió el estí- mulo mapuches del presente seguida de otra lista de 30 atributos. Los atributos de cada lista fueron aquellos que integran, respectivamente, los estereo- tipos sobre los mapuches pretéritos (15 atributos) y contemporáneos (18 atributos) encontrados por Saiz (1991). La segunda lista incluyó, además, atributos que procuran re ejar los dos nuevos estereotipos sobre mapuches sugeridos por la literatura, esto es, terroristas (5 atributos: agresivos, extremistas, destructivos, con ictivos, prepotentes) e injusta- mente privilegiados (4 atributos: aprovechadores, manipuladores, oportunistas, desvergonzados). Los atributos de estos dos últimos estereotipos fueron aquellos más frecuentemente mencionados por una muestra accidental de 42 alumnos de la carrera de Psicología de la UFRO, a quienes se les solicitó describir, por escrito, a una “persona terrorista” o una “persona injustamente privilegiada”. Finalmente, cada lista incluyó, como distractores, tres atributos no asociados a estereotipos sobre los mapuches (distraídos, ansiosos, alegres). En cada lista, los adjetivos fueron distribuidos aleatoriamente.
También se indaga sobre algunas de las posibles causas de la existencia de esta brecha; en particular analizamos si la brecha se debe a la mayor flexibilidad laboral que buscan las mad[r]
forma con el eje longitudinal de la vagina un ángulo abierto adelante y abajo, lo cual determina que el orificio externo del útero se oriente normalmente hacia la [r]
Al final del texto ambos cumplen su cometido; Brausen se desintegra poco a poco, se queda inmóvil, de hecho en EZ astillero se vuelve a encontrar este personaje convertido en p[r]
Son varias las formas en las que se perpetúan los estereotipos, como son las correlaciones ilusorias “una tendencia de la gente a sobreestimar el vínculo existente entre variables que en realidad sólo están relacionadas ligeramente o no lo están en absoluto” (Kassin et al, 2010:138) para poner un ejemplo de esta última, digamos que una persona migrante tiene formado un estereotipo acerca de los agentes migratorios, que consiste en creer y aseverar que estos son personas groseras, agresivas, intolerantes, y que siempre tratan mal a cualquier persona que busca ingresar a su país sin documentos legales; este migrante, al momento de toparse con algún agente migratorio buscará (aunque no precisamente de manera consciente confirmar su estereotipo, aunque esto signifique minimizar o anular las actitudes positivas que él o la agente pudiera tener hacia sí, además de esto, el migrante estaría predispuesto con una actitud posiblemente a defensiva para comenzar a tratar el ‘problema’, lo que muy probablemente podría dar como consecuencia que él o la agente de migración actúe de manera que confirme el estereotipo del migrante.
Varios son las personajes femeninos relacionados con la figura de Moisés. Todos ellos, muy sugestivos, actúan directa .e indirectamente, de un modo decisivo, en torno a la figura del gran caudillo y gran legislador. Así, en el círculo familiar, Yokébed, :Su madre; María, su hermana; la hija (innomina da) del Faraón, como madre adoptiva; Séfora, su esposa. Y, en un segundo término, más, no obstante, muy relacionadaS .con el nacimiento de Moisés, las dos comadronas egipcias; 81- _pporah y Puáh, encargadas de asistir a las hebreas parturien tas en el momento de dar a luz. Dado, no obstante, el carác ter complejo y acusadisimo de todas estas mujeres menciona das, .cada cual con peculiaridades muy acentuadas, nemas opta ·do por estudiarlas por separado, tal y como aparecen en el
El discurso de los personajes femeninos dibuja, sin duda, una ideología patriarcal, firmemente arraigada en el pensamiento y en la cultura romana. Las mujeres que hablan en la literatura romana ofrecen modelos de conductas para las jóvenes romanas, tanto positivos (Lavinia, Lucrecia, Virginia) como negativos (Dido, Horacia). Y la comedia es, por supuesto, reflejo de una estructura de dominio y sumisión, basada en el poder del más fuerte (hombre, libre y rico) sobre el más débil (mujer, esclava y pobre). A través de este discurso se transmiten los estereotipos de género, muy visibles en la comedia, pero subvertidos mediante la estrategia cómica del mundo al revés: los esclavos salvan a sus amos y los personajes poderosos, el viejo, el soldado y el proxeneta, acaban siempre recibiendo un castigo de manos de los menos poderosos.
Las producciones audiovisuales realizadas desde la representación de la violencia, de lo ilícito, de la subordinación de uno sobre otros ha invadido las noches de las familias colombianas, ya que al prender su televisor en alguno de los dos canales más grandes de Colombia, en sus franjas prime time, por lo menos una producción ejemplifica estos ‘valores’, no desde un rescate crítico sino motivado por el entretenimiento como estrategia de comercio y rating. Por tanto se reflexiona a partir de las investigaciones de algunos autores y se llega a la idea de que las novelas que representan el tráfico de drogas, guerra entre carteles o tratan sobre la vida de narcotraficantes han tenido un impacto negativo en las representaciones sociales de los jóvenes porque estas actualmente responden a una lógica de mercado ligada al entretenimiento y no a una mirada crítica, además, dan un sentido histórico incorporando ficción y exaltan estereotipos con valores patriarcales y de la cultura de lo ilícito.