En Química Orgánica a cada compuesto se le solía dar un nombre que generalmente hacía referencia a su procedencia como, por ejemplo, geraniol (presente en los geranios), ácido fórmico (presente en las hormigas), ácido láctico (presente en la leche), etc. Sin embargo, el gran número de compuestos del carbono hizo necesario crear una forma sistemática de nombrarlos. La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) desarrolló un sistema de formulación y nomenclatura que es el que vamos a seguir en las siguientes páginas. Hemos seguido las recomendaciones de Nomenclatura de Química orgánica de la IUPAC de 1993 que modifican a las anteriores de 1979. Los cambios propuestos están relacionados con la nomenclatura de algunos compuestos y consisten básicamente en colocar los numerales que indican la posición del doble o triple enlace o del grupo funcional inmediatamente delante de la terminación del nombre.
Desde los inicios de la Química como ciencia se observó la necesidad de establecer una forma de representar abreviadamente las sustancias, que diese información científica sobre su composición y que permitiese a los químicos deducir sus características. Además, en los laboratorios e industrias se iban descubriendo y fabricando más y más compuestos, para la mayoría de los cuales no existía un nombre común en los idiomas que hablaban. En cada país e incluso cada químico o fabricante denominaba a un mismo compuesto de forma distinta, lo cual, como es natural, causaba confusiones y dificultades en la comunicación entre los científicos, industrias y administraciones. Por esta razón se idearon las normas de formulación y nomenclatura de los compuestos químicos. En este cuaderno vamos a tratar las de los compuestos inorgánicos.
Desde los inicios de la Química como ciencia se observó la necesidad de establecer una forma de representar abreviadamente las sustancias, que diese información científica sobre su composición y que permitiese a los químicos deducir sus características. Además, en los laboratorios e industrias se iban descubriendo y fabricando más y más compuestos, para la mayoría de los cuales no existía un nombre común en los idiomas que hablaban. En cada país e incluso cada químico o fabricante denominaba a un mismo compuesto de forma distinta, lo cual, como es natural, causaba confusiones y dificultades en la comunicación entre los científicos, industrias y administraciones. Por esta razón se idearon las normas de formulación y nomenclatura de los compuestos químicos. En este cuaderno vamos a tratar las de los compuestos inorgánicos.
En Química Orgánica a cada compuesto se le solía dar un nombre que generalmente hacía referencia a su procedencia como, por ejemplo, geraniol (presente en los geranios), ácido fórmico (presente en las hormigas), ácido láctico (presente en la leche), etc. Sin embargo, el gran número de compuestos del carbono hizo necesario crear una forma sistemática de nombrarlos. La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) desarrolló un sistema de formulación y nomenclatura que es el que vamos a seguir en las siguientes páginas. Hemos seguido las recomendaciones de Nomenclatura de Química orgánica de la IUPAC de 1993 que modifican a las anteriores de 1979. Los cambios propuestos están relacionados con la nomenclatura de algunos compuestos y consisten básicamente en colocar los numerales que indican la posición del doble o triple enlace o del grupo funcional inmediatamente delante de la terminación del nombre.
La IUPAC admite la nomenclatura antigua o tradicional para estos compuestos, por lo que es la que más se utiliza. No obstante, también podemos nombrarlos según el criterio de Stock, denotando el nº de oxígenos mediante prefijos y la valencia del no-metal entre paréntesis a continuación de éste.
En cuanto a la nomenclatura de los compuestos orgánicos los químicos advirtieron muy pronto la necesidad de establecer un método sistemático que les permitiese asignar un nombre a cada uno de ellos debido a la gran cantidad de estas sustancias que ya se conocían y muchas más que se iban sintetizando con el transcurso de los años. El estamento internacional denominado IUPAC (acrónimo en inglés de la “Unión Internacional de Química Pura y Aplicada”) propuso unas normas que son ampliamente aceptadas y que son las que seguiremos de aquí en adelante en esta introducción básica a la Química Orgánica. Estas normas, que se basan en el método de sustitución, se venían utilizando desde principios del siglo XX en el CHEMICAL ABSTRACT y fueron adoptadas por la IUPAC en el año 1956, sufriendo varias modificaciones a lo largo del siglo. En esencia el método consiste en un nombre principal que se obtiene del hidrocarburo progenitor, en el cual se sustituyen los átomos de hidrógeno por grupos sustituyentes. Estos grupos sustituyentes pueden ser de dos clases: los radicales o bien los grupos funcionales. Se indica su presencia mediante prefijos, sufijos y localizadores numéricos con unas reglas que se desarrollan en los capítulos siguientes.
Con este fin se creó en la I.U.P.A.C. (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) la Comisión de Nomenclatura de Química Inorgánica, encargada de revisar, normalizar y actualizar la Nomenclatura Química. Estas normas, si bien no son obligatorias, si son recomendables. Con ellas se trata de evitar cada vez más el uso se sistemas de nomenclatura antiguos o clásicos, y aun hoy vigentes.
• Nomenclatura sistemática o de prefijos multiplicadores: consiste en indicar el número de átomos que tenemos de cada uno de los elementos que forman el compuesto. Para ello utilizamos los “prefijos multiplicadores” que hemos visto. Es importante no olvidar que si del “elemento no principal” solo hay un átomo, no se pone “mono” (en los demás casos sí se indica el número de átomos del “elemento no principal” que tenemos, es decir, sí se pondría “di” si hubiera 2, “tri” si hubiera 3, etc.).
Desde 2005 la unión del oxígeno con los halógenos (F, Cl, Br, I) es una novedad importante. Ahora el oxígeno debe estar escrito en primer lugar y ser nombrado en segundo. Estas sustancias serán ahora fluoruros, cloruros, bromuros o yoduros de oxígeno. Usaremos preferentemente la nomenclatura estequiométrica. Debido a que se han nombrado como óxidos durante mucho tiempo, se seguirán encontrando de ese modo, hasta que se vaya imponiendo la nueva recomendación.
Utiliza un código de prefijos y sufijos para identificar la valencia con la que actúa alguno de los elementos que forman parte del compuesto. Como ya sabes, hay elementos que pueden actuar con una, dos, tres, cuatro o incluso más valencias distintas. Con esta nomenclatura puedes diferenciar elementos que tengan hasta cuatro valencias diferentes.
La nomenclatura de adición es quizás la que puede usarse de forma más generalizada en química inorgánica. La nomenclatura de sustitución puede usarse en determinadas áreas. Sin embargo estos dos sistemas requieren el conocimiento de la estructura de las especies químicas que van a ser nombradas. En cambio, la nomenclatura de composición puede usarse cuando no es necesario aportar información sobre la estructura de las sustancias, o no se conoce, y sólo se indica la estequiometría o composición, por ello será esta nomenclatura sistemática la que aprenderemos durante este curso, además de la tradicional.
La Química Orgánica es la rama de la Química que estudia los compuestos orgánicos. Éstos son los que constituyen los tejidos de todos los seres vivos. Su variedad es enorme (actualmente se conocen millones de compuestos orgánicos), lo que hace imprescindible una sistematización en su nomenclatura, que en general el alumno agradece.
Este apéndice se ha realizado teniendo en cuenta las últimas normas y recomendaciones elaboradas entre 1993 y 1994 por la IUPAC para nombrar los compuestos orgánicos. No obstante, en aquellos compuestos de uso común en los que perviven formas de la nomenclatura anterior se ha mantenido la doble denominación (la que se atiene a las últimas normas aparece en cursiva y entre paréntesis cuando no coincide con la norma anterior).
Existen más de 11 millones de sustancias químicas conocidas, de ellas algo más de 500.000 son sustancias inorgánicas. Es absolutamente imposible asignar un nombre propio a cada una de ellas, resultando imprescindible ingeniar un de modo de nombrarlas tal que a partir del nombre podamos conocer la fórmula y viceversa. Eso es a lo que denominamos sistema de nomenclatura química. Existen tres sistemas de nomenclatura química inorgánica muy generalizados: la nomenclatura sistemática, la nomenclatura Stock y la tradicional. Esta última está en desuso aunque se aceptan nombres clásicos o tradicionales para un buen número de sustancias, como es el caso del agua, sosa, potasa, etc.
b) La nomenclatura por sustitución: el nombre se forma partiendo del hidrocarburo correspondiente y anteponiendo un prefijo o añadiendo un sufijo, según los casos, para indicar el grupo funcional existente. Si hay varios grupos funcionales, el sufijo se reserva para el más importante, y los demás se nombran mediante prefijos. Por ejemplo: etanol, etoxietano.
representa, en general, un no metal y n, m, p el número de átomos de cada uno de ellos. X puede ser también un metal de transición de estado de oxidación elevado como cromo, manganeso, tecnecio, molibdeno, etc. Cuando se encuentran en disolución acuosa, dejan protones en libertad, dando propiedades ácidas a las disoluciones. La IUPAC admite la nomenclatura tradicional de estos compuestos, utilizando el nombre genérico de ácido y los prefijos y sufijos que indicamos a continuación. Los ácidos oxoácidos se obtienen añadiendo al óxido correspondiente (anhídrido) una molécula de agua.
Los contenidos de Química contemplados en el bloque 1 se centran en la utilización de estrategias básicas de la actividad científica: documentación, elaboración de informes, comunicación utilizando el lenguaje científico, difusión de resultados y representaciones de fenómenos químicos. Para ello y para el desarrollo de los contenidos en los bloques 2, 3 y 4 es imprescindible el conocimiento del lenguaje químico, la nomenclatura y formulación de los compuestos inorgánicos y orgánicos. Por lo tanto, estos contenidos básicos podrán ser objeto de cuestiones en las citadas Pruebas. El sistema de nomenclatura que utilizará la Ponencia será el de la IUPAC, las recomendaciones de 2005 para compuestos inorgánicos y las de 1993 para compuestos orgánicos.
A pedido del Ilustre Municipio de Otavalo, el Instituto· Otavaleño de Antropología, decidió efectuar el estudio sobre la nomenclatura de las calles de Otavalo. Con un objetivo profundo en todo lo actuado, nos propusimos consolidar nuestro mestizaje. Españoles que tuvieron una accióri diferente a la de los propiamente conquistadores. Indí genas que se revelaron contra las injusticias de la corona. Y, hombres fruto de. ese mestizaje, figuras cimeras que hacen de Otavalo un pueblo grande. El mestizaje no excluye, más. bien incluye las dos. vertientes: La india y la española. Mestizaje es aceptación de una cultura propia que emerge de dos raíces .....
Nombre. Los nombres vulgares y la nomenclatura ácida (ver ejemplo) sólo deben emplearse para los ácidos de la tabla 1 4. Los nombres vulgares no siguen una regla fija, por lo que es mejor aprendérselos. La tabla 1 5 recoge nombres vulgares que actualmente ya no son aceptados por la IUPAC pero que se usan todavía frecuentemente.