eran sometidos. El rápido crecimiento económico desembocó en un incremento del desempleo y en bajos salarios. Las miserables condiciones de vida limitaban considerablemente la esperanza de vida de los obreros. Los disturbios sociales eran frecuentes y numerosos. Por consiguiente, la creciente clase obrera era percibida como una amenaza para las élites pudientes al establecerse una relación causal entre la pobreza y la enfermedad y, entre ésta, y la inmoralidad. Según Ehrenreich (2) los reformistas sociales se dieron cuenta de que la pobreza tenía que ser atendida si el capitalismo industrial quería sobrevivir. En las últimas décadas del siglo diecinueve hasta las primeras del siglo veinte, se introducen una serie de medidas sociales que permitieron la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores en Estados Unidos como fueron: la jornada de ocho horas, la legislación sobre el salario mínimo para los trabajadores de la industria y la prohibición del trabajo infantil, esto último gracias al notable esfuerzo de los trabajadores sociales según señaló la propia Richmond en 1917.
Durante el proceso de envejecimiento aumenta la probabilidad de experimentar situaciones de duelo y pérdida que contribuyen a generar sentimiento de soledad, que si bien es una experiencia universal, es en esta etapa donde implica mayor riesgo para el desarrollo de problemas de salud. En este sentido se lleva a cabo el presente estudio, con la intención de conocer cuál es el abordaje de trabajosocialsanitario ante la soledad no deseada en la gente mayor en el ámbito de atenciónprimaria de la salud. Para éllo, se han llevado a cabo diversas entrevistas a siete trabajadoras sociales sanitarias de cuatro centros de atenciónprimaria ubicados en la comarca del Baix Llobregat y el Barcelonés. Los resultados obtenidos, demuestran la importancia de abordar la soledad en la vejez desde una perspectiva interdisciplinaria. No hay una evidencia científica sólida sobre la mejor manera de intervenir ante la soledad no deseada. No obstante, su intervención se debe hacer sobre un enfoque integral, donde el papel del trabajador socialsanitario cobra un sentido especial como generador de procesos de cambio, quien promueve y acompaña en ese proceso de cambio con y para la persona mayor mediante la promoción de redes sociales como factor protector de su salud.
Se presentan las fortalezas de la AtenciónPrimaria de Salud (APS) en el abordaje de la orientación psicológica. Se explica la integralidad de la atención teniendo en cuenta la posibilidad de trabajar con el individuo, la familia y la comunidad. Se exponen las principales demandas sanitarias individuales, grupales y comunitarias. Se ex- plica el abordaje de estas demandas, como pueden ser la orientación psicológica ante las crisis del desarrollo y las crisis familiares. Se exponen también experiencias relacionadas con la atención a grupos de embarazadas, madres y padres de lactantes, y otras demandas sanitarias frecuentes. Se menciona la utilidad de la orientación psicológica en las intervenciones comunitarias como pueden ser en grupos de padres de escolares, grupos de adolescentes y grupos familiares.
En este texto analizamos algunas cues- tiones en torno a los incentivos en atenciónprimaria desde el punto de vista del médico clínico. Partimos de lo más frecuente y habitual, la contención del gasto, para llegar al objetivo último, la mejora de la salud de la población con énfasis en el uso diagnós- tico y terapéutico de la silla (de los procedi- mientos que los médicos de primaria pue- den realizar en sus propias consultas, en el domicilio del paciente y/o en la comunidad) Hemos escogido el término “silla” por la frase atribuida a Marañón del “valor diag- nóstico y terapéutico de la silla”, referido a la escucha, a la historia clínica y a la explo- ración física.
La inequidad en la financiación es uno de los principales problemas del sector salud mexicano. Hasta antes del año 2002, aproximadamente la mitad de la población no contaba con seguro de salud y una proporción significativa del gasto en salud provenía del gasto de bolsillo, lo que afectaba principalmente a los más pobres. En cambio, la población atendida por la seguridad social, compuesta principalmente por personas incorporadas al mercado formal (78.8% del imss), aseguradas voluntariamente (22.2% del imss) y los burócratas (issste), tienen acceso a una mayor diversidad de servicios y estos son de mayor calidad. Sin embargo, un aspecto común a todas estas instituciones es que, si bien todas cuentan con servicios hospitalarios de alta complejidad, en la práctica, los servicios de atenciónprimaria son los que se otorgan con mayor frecuencia y en conjunto, las instituciones de seguridad social son las que tienen afiliada a la mayor parte de la población.
junto con la integración de incentivos para la eficien- cia en la obtención de resultados; a nivel de recursos humanos, definiendo la medicina familiar como la es- pecialidad para la AtenciónPrimaria y estableciendo incentivos a nivel político y desde las universidades para aquellos médicos que opten por dicha especialidad, ta- les como una mejora en los sueldos y el aumento de su capacidad resolutiva, creando programas de subespecia- lidades dentro de la APS y desarrollando los vínculos desde la AtenciónPrimaria con toda la red de atención; a nivel de sistemas de información, universalizando el uso del registro clínico electrónico, integrando los siste- mas de información existentes y cambiando los actuales tipos de evaluación de APS y estableciendo metas por personas en vez de por población; a nivel de comuni- dad, integrándola a través de una mayor educación de los usuarios, estableciendo alianzas con las comunida- des y con estrategias de acercamiento que aprovechen la infraestructura ya existente. Finalmente, a nivel de gestión, creando la figura del Director de Continuidad Asistencial, estableciendo responsabilidad alcaldicia de- finida por ley, haciendo concursable a través del siste- ma de Alta Dirección Pública el cargo de Jefe de Salud Municipal, y dotando a la APS de potencia financiera y creando Centros Ambulatorios donde las diferentes es- pecialidades dialoguen y se complementen entre sí para aumentar la integralidad de la red.
En este contexto, identificando a los Centros de Salud como principales referencias de instituciones público-estatales en estos territorios, el TrabajoSocial trabaja a partir de una multiplicidad de manifestaciones de la cuestión social que se encuentran plasmadas en el Informe de TrabajoSocial en AtenciónPrimaria en Salud del 2017, como también fueron ampliadas y descriptas a través de las entrevistas realizadas a trabajadoras sociales. Estas manifestaciones refieren al plano de las condiciones materiales de vida (como cuestiones habitacionales, la escasez de ingresos en unidades domésticas, la falta de alimentación adecuada), como a cuestiones relacionadas a la accesibilidad a servicios o políticas públicas (como educación, empleo, otros niveles de salud). También implican el abordaje de situaciones que revisten una densa complejidad en donde esta dimensión materiales opera como un “piso” sobre el que emergen otras problemáticas signadas por la violencia entre pares, el maltrato hacia niños/as, la violencia de género, el consumo de drogas, los embarazos no deseados.
A finales de los noventa comienza a introducirse la historia clínica infor- matizada. Inicialmente, la experiencia pivota sobre unos pocos modelos de historia clínica pero con el transcurso de los años, al completarse el proce- so transferencial de las competencias sanitarias, nos encontramos con una situación diferente; si bien el modelo OMI-AP es el más extendido (Ma- drid, Asturias, Aragón, Murcia y la Rioja), otras comunidades autónomas optan por distintos modelos de informatización: en Andalucía con Dira- ya, Comunidad Valenciana con Abucasis II, País Vasco con Osabide, Cas- tilla la Mancha con Turriano, Extremadura con Jara, por citar algunas. El proceso de informatización está sometido a cambios rápidos y conti- nuos, lo que hace difícil describir con precisión la situación en el mo- mento actual. En diciembre de 2007 estaba informatizado el 80% de los centros de salud, las comunidades autónomas más avanzadas tenían in- formatizado el 98% de sus centros y las más atrasadas un 30%. Se han producido inversiones importantes para informatizar la atenciónprimaria en España y, sin embargo, la falta de interoperabilidad entre sis- temas da una imagen decepcionante del proceso de informatización. An- te este panorama han surgido diferentes iniciativas estatales. Los Minis- terios de Industria, Turismo y Comercio, el de Sanidad y Consumo Red.es han desarrollado un programa cuyo principal objetivo es lograr en 2008 el acceso telemático a los servicios de salud en todas las comunida- des autónomas, a través de distintas actuaciones: historia clínica electró- nica, receta electrónica, cita médica por internet y telemedicina.
El “médico clínico” trabaja mucho tiempo con luz artificial, con las implicancias oftalmológicas que ello significa. La cantidad de iluminación requerida para realizar una tarea específica sin sentir fatiga visual es función de la dificultad de la propia tarea a la velocidad deseada, de la calidad de dicha tarea y de la agudeza visual del trabajador. La agudeza visual, aunque esté con visión corregida, varía con la edad. También hay límites recomendados de iluminación para diversos tipos de tareas. Por ejemplo la lectura de material impreso, requiere > 200 a 500 Lux. Por consiguiente es importante evitar el deslumbramiento en el sitio de trabajo. El deslumbramiento puede emanar directamente de una fuente de luz brillante o reflejarse en las superficies brillantes de máquinas, mesas de trabajo, ventanas, aparadores, herramientas u otras partes. Se reduce o elimina limitando la luz de la fuente o cubriendo las superficies brillantes con cubiertas opacas o antirreflejantes. Es clásico el ejemplo de una fábrica de vestidos, donde las operadoras de las máquinas de coser se quejaban de cefalea, cansancio y prurito ocular después de haberse instalado lámparas al lado de las máquinas. El propósito de las lámparas era mejorar la visibilidad, pero tuvieron el efecto contrario porque la luz se reflejaba en la madera pulida y en las mesas metálicas usadas para coser, y también en el material cosido. Al cambiar de lugar las lámparas, se eliminó el deslumbramiento y se mejora los síntomas visuales y desaparición de los dolores de cabeza. (68)
Las relaciones entre los ministerios de salud y la seguridad social adoptó distintas formas en el intento de integrar el sector salud, así en los años sesenta se propiciaba la integració[r]
La red social y el apoyo social son dos conceptos relacionados pero distintos. Podemos definir el apoyo social como provisiones instrumentales o expresivas, reales o percibidas, aportadas por la comunidad, redes sociales y amigos íntimos. La red social es un concepto operativo que se aplica al tamaño, densidad y dispersión de las personas que forman estruc- turalmente el apoyo social. Por tamaño de red se entiende el número de personas que la componen, la densidad hace referencia a la interconexión entre los miembros independiente- mente del sujeto central y la dispersión trata de la facilidad, o dificultad, con la que los miem- bros de la red pueden interactuar cara a cara (Bowling A, 1991). Es conocido que puede ha- ber muchas relaciones y que sólo una pequeña proporción de ellas son de apoyo, no obstante el conocimiento de la red social ofrece datos sobre la potencialidad del ambiente social para ofrecer funciones de apoyo a sus miembros.
Enfermería ocupa un lugar estratégico y privilegiado para abordar muchas de los factores de salud laboral que afectan a la población trabajadora. Una de las competencias de la enfermería del trabajo está enfocada en la formación de los trabajadores. Tras consultar bibliografía sobre este tema, se refleja que la principal causa de los accidentes laborales es la falta de información y formación. Sobre esta base se propone un programa de salud enfocado al uso de los plaguicidas y el golpe de calor. Desde el área de atenciónprimaria y enfermería del trabajo se debe de profundizar más en la prevención de este tema ya que el número de accidentados es muy elevado.
El crecimiento de la esperanza de vida ha generado el fenómeno del envejecimiento demográfico aumentando en consecuencia las personas mayores con enfermedades crónicas y complejas y al mismo tiempo con más problemas sociales. Este estudio tiene como objetivo explorar y describir la realidad del modelo de atención a la complejidad en los Pacientes Crónicos Complejos (PCC) y los pacientes con necesidad de un Modelo de Atención a la Cronicidad Avanzada (MACA) ingresados en el Hospital Dos de Maig (HDM), mediante un estudio descriptivo transversal y empleando la metodología cuantitativa. La muestra se centra en los PCC y MACA dados de alta en unidades de hospitalización. Los resultados sugieren que la teoría del modelo de atención a la complejidad no es factible. La mayoría de los pacientes analizados no tenían revisión anual de las valoraciones sociales desde atenciónprimaria ni intervenciones desde el Hospital Dos de Maig, no disponían de la Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA) ni del Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) y los Planes de Intervención Individualizados y Compartidos (PIIC) no disponían de información sociofamiliar. Este trabajo concluye que el aumento de las personas con enfermedades crónicas complejas, los recursos humanos existentes de trabajosocialsanitario y el tiempo de estancia hospitalaria limitan las intervenciones de TSS desde atenciónprimaria y hospitalaria. Por otro lado, se indica la reducida participación de los TSS en la elaboración de los PIIC y la falta de interiorización de las bases de la Atención Centrada en la Persona.
Hace ya más de un siglo que la medicina comenzó a reconocer la impor- tancia del trabajosocial en la asistencia sanitaria. En este sentido, Richard Cabot (2008) fue quien posibilitó que se sentasen las bases del trabajosocialsanitario al considerar que los cuidados del cuerpo no podían separarse de las circunstancias sociales en las que este se encontrase. De hecho, fue el pri- mero en contratar una trabajadora social para gestionar aquellos problemas sociales que impedían a los pacientes alcanzar mejores cotas de salud. Esta trabajadora social fue Garnet Pelton (1910), que contrajo tuberculosis y tuvo que ser sustituida por Ida Cannon (1908, 1913), que ejerció como directora del Departamento de TrabajoSocial del Hospital General de Massachusetts (Beder, 2006).
5. Investigar en la consulta ciertos problemas de salud vinculados específicamente con la pobreza y la precariedad. Problemas que no hemos estudiado aún, porque quizás no los hayamos identificado, o simplemente no habían aparecido. Por lo tanto, hemos de estar atentos ante una persona en esas circunstancias porque, además del problema de salud que hayamos identificado, puede presentar otros relacionados con la precariedad o pobreza. Problemas que el conocimiento científico y la epidemiología asocian con determinadas situaciones de precariedad. 6. Intensificar relación y protagonismo de TrabajoSocialSanitario en los equipos, profesionales ya incluidos dentro del Equipo de AtenciónPrimaria, con una cartera de servicios definida y, además, el reconocimiento como profesión sanitaria en 2019 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Seguridad Social en Salud a través de un modelo de prestación del servicio público en salud que en el marco de la estrategia AtenciónPrimaria en Salud permita la acción coordinada del Estado, las instituciones y la sociedad para el mejoramiento de la salud y la creación de un ambiente sano y saludable, que brinde servidos de mayor calidad, incluyente y equitativo, donde el centro y objetivo de todos los esfuerzos sean los residentes en el país. Se incluyen disposiciones para establecer la unificación del Plan de Beneficios para todos los residentes, la universalidad del aseguramiento y la garantía de portabilidad o prestación de los beneficios en cualquier lugar del país, en un marco de sostenibilidad financiera.
Por el contrario, en el Reino Unido la voluntad política ha sido el motor de la reforma y de las múltiples iniciati- vas que se han apoyado en las redes de médicos generales. El proceso comenzó con los funholders, médicos generales que aceptaron el reto de administrar un presupuesto para comprar servicios a sus pacientes (libre elección de servi- cios diagnósticos y terapéuticos de los especialistas, de for- ma que “el dinero sigue al paciente”) y para ampliar su oferta de servicios, con el riesgo financiero correspondien- te, pero todo “en miniatura”; por ejemplo, con un control del presupuesto total en torno al 20%. Sorprendentemen- te, los mecanismos de mercado no generaron competen- cia, sino cooperación y fortalecimiento de las redes infor- males previas. Para incrementar el compromiso de los médicos generales con las necesidades de la población, y para fomentar la integración de sus redes con las de otros servicios sanitarios y sociales, se crearon los Primary Care Groups. Éstos agrupan a redes de médicos generales con autoridades locales, servicios comunitarios, sociales y de salud pública. Se buscó el aumento de la autonomía y del poder de coordinación, y el control del 100% del presu- puesto, para adaptarse a las cambiantes circunstancias lo- cales. Por ello, se transfiere radicalmente la responsabili-
La depresión hace referencia a una amplia gama de problemas de salud mental caracterizados por la ausencia de afectividad positiva (una pérdida de interés o de la capacidad de disfrutar en actividades que normalmente eran placenteras), bajo estado de ánimo y una serie de síntomas emocionales, cognitivos, físicos y de conducta asociados. Continúa siendo problemático distinguir los grados de humor, desde el estado depresivo clínicamente significativo (por ejemplo, depresión mayor) a aquellos estados depresivos “normales”, pues no existe ningún punto de corte claro entre ellos por lo que se debería considerar los síntomas de la depresión cuando aparecen de manera continua y severa (Lewinsohn, 2000). Para la identificación de la depresión mayor se debe no sólo valorar la gravedad de los síntomas sino también la persistencia de los mismos, la presencia de otros asociados y el grado de deterioro funcional y social. Sin embargo, no parece que exista un punto de corte concreto y claro entre una depresión clínicamente significativa y una reacción normal de tristeza, aunque a mayor gravedad de la depresión, mayor es la morbilidad y las consecuencias adversas (Lewinsohn, 2000 ; Kessing, 2007). Cuando se considera lo anterior junto con otros aspectos que necesitan ser tenidos en cuenta como la duración, la fase de la enfermedad y los tratamientos previos, surgen problemas considerables al intentar clasificar la depresión en categorías.
Da la impresión de que se está produciendo una progresi- va huida o deserción de las clases medias y altas de las con- sultas de atención ambulatoria pública. Concordaría con ello, el diferente comportamiento mostrado durante los úl- timos años por los gastos privados hospitalario y ambula- torio en relación con la media europea (expresados como parte del PIB) y nuestro nivel de renta (en términos per cápita) (tabla 2). Este abandono erosiona la cohesión social y contribuye a que lo público y básico, la atención prima- ria, pierda legitimidad y el progresivo apoyo de los políti- cos, incluido el financiero-presupuestario, como muestran los resultados de nuestro trabajo. En esta línea, los políti- cos serían los primeros y más llamativos ausentes de las sa- las de espera de nuestra atenciónprimaria.