JoséManuel Las¡eera Esteban Globalizacióneconómica y relacioneslaborales
de gestión), las economías de escala, y aspectos institucionales, legales o de organización social.
No se pretende en este escrito analizar las variaciones de la pro- ductividad y sus causas en nuestro país y menos a escala internacional para tratar de mostrar los efectos de la globalizacióneconómica o el comercio intemacional sobre nuestro sistema de relacioneslaborales. Nuestro argumento descansa en, por una parte, señalar que las actividades productivas que más expuestas se encuentran a la com- petencia intemacional representalí, en términos de empleo y de pro- ducción una proporción menor que aquellas que no están expuestas a esta competencia, y, por otra, mostrar al mismo tiempo sus diferen- ciales de productividad.
Algunos trabajos muestran un crecimiento relativo de los precios de los productos intensivos en trabajo calificado como resultado del comercio, lo que implica un incremento de la dispers[r]
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mundiales. Esta lógica beneficia a las empresas transnacionales y debilita la soberanía de los Estados Periféricos. La relación debería invertirse y ofrecer un trato desigual a los desiguales y no igual a los desiguales, protegiendo las economías pobres en favor de la creación de empleo y reparto de la riqueza (Torres López, 2006a). Así, los subsidios de los gobiernos desarrollados a sus pescadores les permiten mantener precios estables pese al agotamiento de sus caladeros. Su poder económico y las reglas comerciales impuestas les dotan de capacidad económica para obtener pescado en otras latitudes y enviarlo a sus países de origen. "En el este de África, la corriente de Bengala es un área de afloramiento, y por eso la producción es muy alta. Pero, quie- nes están pescando son flotas norteamericanas, españolas, inglesas, japonesas... y, en ningún caso, africanos" (Jackson, 2007, págs.12-18). En la misma línea el Gobierno alemán estudia la aplicación de medidas para impedir la entrada de ciertas inversiones en empresas e industrias clave del país. La fortaleza de fondos de inversiones estatales controlados por Rusia, China y algunas monarquías petroleras es la causa por la que se pretende frenar a inversores no deseados y salvaguardar intereses nacionales (Warde, 2008, págs. 14-15). La misma lógica desigual que Sarkozy propone para defender a los empresarios y la economía europea frente a los peligros de la globalización como el dumping social o ambiental, está en la base de lo que se ha denomina- do preferencia comunitaria para primar los productos europeos frente a los de otros países 72 . El tratamiento desigual se constata, también, en las operaciones de concentración empresarial acontecidas en el Estado Español en el verano y otoño de 2006. La OPA de EON sobre Endesa y las concentraciones en el sector de la energía están poniendo en evidencia que el Estado Español
Diversos sucesos históricos han formado parte del proceso de nacimiento y evolución de las OIE. Con posterioridad a la crisis económica del año 1929, y fundamentalmente, como veíamos, desde la Segunda Guerra Mundial en adelante, surge de manera importante la voluntad de los Estados de abordar los aspectos económicos y comerciales internacionales de una manera conjunta y organizada, con una mirada puesta más bien en la cooperación e integración entre las distintas economías, que en el sesgo proteccionista e incluso el bilateralismo, que hasta antes de la crisis de 1929 imperaba en las relaciones comerciales internacionales. Las organizaciones creadas con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, fueron concebidas bajo un carácter principalmente multilateral, tendentes a organizar y desarrollar los intercambios comerciales de bienes y servicios, facilitar la reglamentación económica internacional, y crear nuevas comunidades económicas que agrupen economías nacionales, entre otros fines. La influencia radical de la Segunda Guerra Mundial jugó un papel fundamental en la toma de conciencia a la hora de desarrollar lo que se llamó una “economía mundial”, llevado a la práctica a través de la creación de organizaciones con plena vigencia en el momento presente, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), entre otras 4 .
Este sector incluye también organismos internacionales y unidades económicas extranjeras con representa- ción física en nuestro país, dedicadas principalmente a mantener relaciones diplomáticas, a brindar cooperación y apoyo económico, comercial y tecnológico, y a dar apoyo militar. El criterio rector para formar este sector fue el agrupar actividades que son exclusivas del gobierno y que éste realiza en apoyo a todos los demás sectores de actividades. Estas actividades se caracterizan por no tener fines de lucro y por no generar ingresos. La forma de financiamiento de este sector es a través de impuestos, cuotas, derechos y recuperaciones que se adminis- tran y distribuyen entre las dependencias gubernamentales mediante presupuestos asignados.
Sin duda alguna, la economía de China representa uno de los retos más grandes que enfrentan nuestras empresas y nuestros trabajadores. Las empresas chinas disponen hoy de una vasta oferta de trabajadores dispuestos a tomar empleos por una fracción del salario que sus contrapartes demandarían en otros países del mundo. Adicionalmente, estímulos fiscales en la forma de subsidios otorgados por el gobierno y legislaciones ambientales y laborales relajadas, les generan a los productores chinos condiciones de costos de producción que difícilmente pueden encontrarse en
amplia que, de acuerdo con Garretón (1999), está relacionada con los ajustes estructurales impulsados en Latinoamérica.
Desde esta perspectiva, un conjunto identificado de medidas de ajuste ha tenido un mayor impacto sobre el funcionamiento de los SRI. Dentro de ellas, se destacan las iniciativas de gobierno para otorgar mayor autonomía y control al sector privado sobre el crecimiento, la disminución de la protección pública sobre los empleados, la modifica- ción o intentos de modificación de las leyes laborales y el debilitamiento de las funciones reguladoras, distributivas e integradoras del Estado. El supuesto general es que estas transformaciones han llevado al debi- litamiento de los sindicatos y de los movimientos obreros vis-á-vis los empresarios y el Estado mismo.
No obstante, las anomalías en la imagen del orden mundial actual ofrecida por las lentes del Neo-realismo son ubicuas, expandiendo de nuevo la presión por innovar en las relaciones internacionales. Estas anomalías son evidentes en países europeos como Grecia, Hungría o Serbia, donde los líderes de estos estados no solo permiten sino que fomentan la entrada de flujos significativos de inversión procedentes del estado Chino otorgándole el control sobre industrias clave para la seguridad de estos países, como puede ser la industria del acero en Serbia o el puerto de Piros en Grecia. Si estos países de verdad temieran por su seguridad ante la potencia militar emergente, la cesión de estas industrias e infraestructuras clave sería impensable. Sin embargo, Xi Jinping no fue rechazado sino galardonado, en Serbia, con la medalla de honor del país como resultado de dichas inversiones. Lo cual llevó al presidente de Hungría, Viktor Orban (2016), a apuntar que: “aunque nadie lo admita, todos los estados europeos están compitiendo bruscamente entre sí por la inversión china”.
b) Quedando asimilados a trabajadores por cuenta ajena los participantes en programas de prácticas formativas que conlleven una contra- prestación económica, cualquiera que sea el con- cepto o la forma en la que se perciba, siempre que la realización de las prácticas no determine la existencia de una relación laboral. Dichas prácticas deben estar vinculadas a estudios uni- versitarios o FP, siendo financiados por organis- mos públicos o privados.
Pero estas impresionantes cifras no deben llevarnos a engaño. El cambio estructural asociado al proceso de globalizacióneconómica, que se caracteriza por el auge de nuevas potencias emergentes, conducirá inexorablemente a la reducción del peso económico relativo de cada uno de los países de la UE en el mundo y posiblemente también de la UE como bloque. Aunque el nivel de vida en los países de la UE seguirá siendo elevado (de hecho no es probable que ninguna potencia emergente alcance en renta per cápita a la UE en las próximas décadas), el tamaño de las economías europeas como porcentaje de la producción mundial se reducirá, y con él parte de la influencia de los países de la Unión en las relaciones internacionales. Ni siquiera si se lograsen llevar a cabo las ambiciosas reformas estructurales propuestas por la Estrategia de Lisboa para aumentar el crecimiento y la productividad en Europa se podría revertir este cambio estructural.
Esta propuesta, más conocida por su sigla en inglés MAI (Multilateral Inves- tment Agreement) pretendió lograr un consenso mundial para liberalizar las in- versiones extranjeras, definidas en forma muy amplia, más allá de las inversiones en la producción de bienes y servicios, e incluyendo múltiples tipos de inversio- nes, tales como inversiones en cartera, concesiones, inversiones inmobiliarias, propiedad intelectual, contratos de construcción, etc. (Mayorga, Morales y Polanco, 2004: 114). El principio funda- mental del proyecto de la OCDE era la no discriminación del capital extranjero y entre las razones por las cuales no ha fructificado los gobiernos mencionan el temor de dar a los inversionistas un trato similar al de los Estados, mientras que los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales insistían en incorporar cláusulas sobre estándares laborales de carácter internacional (Guardia, 2001: pp. 33 y 36).
La conclusión general del trabajo es que la globalizacióneconómica y la liberalización que ella implica, no son más que un canto de sirena de los países desarrollados, quienes tratan de vender la idea del libre comercio y de la libre circulación de los flujos internacionales de capital como la respuesta a los problemas económicos de los países pobres; sin embrago, los verdaderos ganadores de la globalización terminan siendo los países económicamente poderosos, por ser los que cuentan con las condiciones y herramientas necesarias para aprovecharse positivamente de las oportunidades que engendra la globalización, mientras se excluyen de los beneficios a los menos dotados.
generalizado la mejora de algunos parámetros esenciales para el empleo: en particular la estabilidad, la remuneración, la conciliación y corresponsabilidad, la salud laboral, la formación… y en general todo lo que contribuya a mejorar el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas en consonancia con el de la sociedad de la que forman parte. Este es el único camino, o el más seguro al menos, de promover y garantizar mayores niveles de implicación y compromiso de las personas con los proyectos empresariales a cuyo éxito también contribuyen de manera decisiva. Sin duda, en la consecución de estos objetivos, la negociación colectiva y la cultura del acuerdo ocupan una posición central. Como es perfectamente conocido, en el mes de enero de 2017 se firmó en la sede del Consejo de RelacionesLaborales el Acuerdo Interprofesional de la CAPV sobre estructura de la negociación colectiva. En otras ocasiones me he referido a la conveniencia y a la pertinencia de este instrumento legal como la mejor herramienta de protección y garantía de nuestros convenios. Y una vez más expreso mi convicción de que este es un paso necesario —aunque no suficiente— para la normalización del modelo de relacioneslaborales en Euskadi. Pero debo reconocer también que en este terreno los resultados de 2017 no son buenos: la negociación colectiva está lejos
Habría, no obstante, que introducir dos elementos adicionales, en el análisis del posible comportamiento anticíclico del empleo informal. Por un lado, el papel de las instituciones en el proceso de ajuste de los mercados laborales a las condi- ciones del ciclo económico. En el caso de Brasil, por ejemplo Amadeo, Paes e Barro, Camargo y Mendoza, (1995) encuentran evidencia empírica de cómo, en un determinado contexto institucional, la reacción empresarial ante un cambio en la tendencia del ciclo (con connivencia de los asalariados, en ocasiones) puede consistir en el trasvase de mano de obra desde el sector formal al informal, con lo que no se deterioran las cifras oficiales de desempleo 9 . En ese sentido, se ha afirmado que «como resultado [de los costes de regulación en la economía for- mal], cabe esperar que la variabilidad del empleo formal en respuesta a las fluc- tuaciones de la producción sea menor en los periodos y países donde las regula- ciones sobre seguridad en el empleo son más estrictas» (Galli and Kucera, 2003:10). Así, por tanto, por delante de un posible comportamiento cíclico del empleo informal habrían de considerarse los roles que desarrollan las institucio- nes en cada país en cuestión, que afectarían a las posibles reacciones de los empresarios en materia de contratación y despido, en cada momento del ciclo.
Aunque los imperativos de la cohesión económica hayan dirigido las políticas de mercado de trabajo hacia una opción desregularizadora, en buena parte de nues- tras sociedades los sistemas de relacioneslaborales tienen un funcionamiento relati- vamente autónomo de la macroeconomía. En términos funcionalistas son un subsis- tema del sistema social con vasos capilares que lo unen a otros subsistemas como el político, el económico y el social. Pretender subordinar el sistema de relacioneslaborales a la política macroeconómica, no sólo no es real, sino desconocer el funcionamiento de aquél y reducirlo a un economicismo cuyo planteamiento analíti- co es ideológico. Como resultado de esta relativa autonomía del subsistema de relacioneslaborales, hoy en día existe más diversidad en los modelos de relacioneslaborales entre los países europeos que en las definiciones de sus políticas macroe- conómicas.
Por supuesto, se ha transformado mucho la estructura de esta integración en las últimas décadas. La economía alemana ha pasado de una posición de dominación a una posición de dependencia cada vez mayor, y de competencia. Alemania ya no sólo exporta mercancías, sino también capital; y la exportación de capital puede significar que los centros de trabajo de Alemania se deslocalicen al extranjero. Ya no se buscan los mercados de trabajo internos que luego se abren hacia fuera, sino que también con frecuencia se buscan directamente los mercados de trabajo extranjeros. En relación con ello, empresas extranjeras crean cada vez con más frecuencia centros de trabajo en Alemania o compran empresas alemanas y traen con ello su propia cultura de rela- ciones laborales.
El resto de los trabajos se mueven en el ámbito del análisis económico, abordan- do diferentes cuestiones temáticas que van desde el estudio del posible impacto de los avances de la aper[r]
Castells (1996) hace referencia a este modelo, y citando el trabajo de Dieter Ernst, describe cinco tipos de relaciones a través de las cuales se organiza la mayor parte de la actividad económica en las principales industrias. Estas son: a) las redes de proveedores, definidas para incluir acuerdos de subcontratación, manufactura de equipo original (OEM) y manufactura de diseño original (ODM) entre un cliente (la “compañía central”) y sus proveedores de insumos intermedios de producción; b) las redes de productores, definidas para incluir todos los acuerdos de coproducción que permiten a los productores en competencia unir sus capacidades de producción y sus recursos financieros para ampliar su cartera de productos y su cobertura geográfica; c) las redes de clientes, definidas como la previsión de vínculos entre las compañías fabricantes y los distribuidores, los canales de mercado, los revendedores de valor añadido y los usuarios finales, ya sea en los principales mercados de exportación o en los internos; d) las coaliciones de normalización, iniciadas por los fijadores potenciales de las normas globales con el propósito explícito de encerrar cuantas más firmas sea posible en su producto patentado o norma de interfaz y, e) las redes de cooperación tecnológica, que facilitan la adquisición del diseño de un producto y la tecnología de producción, además permiten una producción y un proceso de desarrollo conjunto logrando que se comparta el conocimiento científico genérico y el I+D.
Un año más, con carácter previo al desarrollo del presente apartado, conviene recordar que los expedientes de regulación de empleo son procedimientos de carácter administrativo que pueden producir tres efectos distintos en las relaciones contractuales de los trabajadores con las empresas a las que prestan sus servicios: reducción de jornada, suspensión temporal de la relación laboral y extinción definitiva. A este respecto, cabe matizar que un mismo expediente puede producir uno, dos o incluso los tres efectos señalados, pues no son excluyentes. Dichos efectos se producen en función y de manera proporcionada a las causas justificadas.