Para atender el aspect0 ttcnico de la arhonedacibn, Toesca dispuso del material enviado por la Casa de Moneda de Lima en 1778: tres planos de 10s hornos, un modelo en madera de la chimen[r]
Las autoridades de la Casa de Moneda tendían a recibir favorablemente estas respetuosas peticiones, aunque no siempre concedían lo pedido. Por lo común, sostenían que el real establecimiento debía hacer contratos con quien presen- tara condiciones para abastecer de combustible en forma se- gura, continua y a precios ventajosos. N o había razón para aceptar las pretensiones monopólicas de Atlapulco en per- juicio de otros productores (fueran indígenas o empresarios españoles), sobre todo cuando este pueblo no podía asegu- rar por sí solo el abasto. Eran argumentos que seguían una lógica puramente empresarial, "moderna", despojada de las consideraciones tradicionales de los privilegios y derechos históricos de los productores. Sin embargo, sus determina- ciones concretas eran con frecuencia vacilantes y contradic- torias. Simplemente, no podían desechar por completo los argumentos de Atlapulco, porque los mismos funcionarios estaban inmersos en un sistema que giraba en torno de la idea del rey como autoridad patriarcal y a los derechos de los súb- ditos como acumulación de fueros y honores particulares. El parecer de un asesor ante uno más de los escritos del pueblo, en 1819, resumía estas contradicciones: la RealCasa debía hacer contratos con quien le conviniera, pero era equitativo y justo cjue se atendiera y prefiriera a los indios por sus méritos y antigua posesión del abasto. 62
Con el establecimiento de la “nueva planta” de la Casa de Mo- neda, en 1732, la institución quedó a cargo de los funcionarios rea- les. Según el autor los banqueros de plata no desaparecieron, pe- ro su poder se vio seriamente mermado como consecuencia de las reformas introducidas entre 1728 y 1732. Sin embargo, no todos tuvieron la misma suerte. Michel Bertrand mostró cómo la familia Sánchez de Tagle, aun cuando se vio privada del oficio de tallador mayor de la ceca, pudo adaptarse a las nuevas condiciones políti- co-administrativas por medio de la integración de uno de los nue- vos funcionarios a su parentela. Una de las mujeres de la familia se casó con el recién llegado tesorero de la RealCasa de la Moneda, quien, después de haber desempeñado dicho cargo en la ceca de Segovia, había sido nombrado para colaborar en la reforma de la de México. De acuerdo con Bertrand, “Al contraer matrimonio, poco después de su llegada, con una descendiente de una de las fa- milias criollas más interesadas en el funcionamiento de la institu- ción, contribuyó a reducir marcadamente el verdadero contenido de la reforma decidida en Madrid”. 4 Los mercaderes que monopo-
«D. Ignacio Arrabal ha servido en la misma talla desde 1º de febrero de 1798, como aparece de la hoja de servicios núm. 2, y aunque optó sólo la plaza de aprendiz, por no haber otra en aquel entonces suficiente para formar su mérito y manifestar su aptitud en el ejercicio de abridor, fué siempre con la expectativa de merecer oportunamente sus ascensos. Me ha presentado certificación comprobada de un expediente seguido en la Congregación de artífices plateros de la ciudad de Cádiz en la que se hace relación haber dado Arrabal información de limpieza de sangre y haber sido admitido al mismo gremio en fuerza del examen que le hicieron los oficiales de aquella Congregación, por el cual le facilitaron el consiguiente permiso para que pudiese trabajar en tienda ú obrador propio; á más de esto, sirve de maestro en la academia de dibujo titulada San Luis, plantificada modernamente en esta capital, cuyo ejercicio desempeña sólo en las horas útiles de la noche; y, sobre todo, en las operaciones de la talla y demás consiguientes á esta oficina, se aventaja con notoria y conocida utilidad del servicio. Por estas circunstancias, y atendiendo principalmente á su aptitud, talento, conducta y aplicación, y á la decisión del párrafo 1.° de la ordenanza 31 de las que rigen en esta RealCasa, por el que S. M. manda que el tallador mayor ha de ser de los de mejor habilidad en su ejercicio y persona de buena opinión en sus procederes, y que en caso de vacante se ha de buscar y preferir al que más sobresaliere; desde luego propongo en primer lugar para el nominado empleo de tallador mayor al D. Ignacio Arrabal y en segundo á D. Manuel Torres, no habiendo oirá persona de la suficiencia necesaria para cubrir el tercero. Asi me ha parecido de justicia y conveniente al mejor servicio del Rey, y por lo mismo lo traslado al conocimiento de V. S.—Dios guarde á V. S. muchos años.—RealCasa de Moneda de Santiago, y octubre 25 de 1799.—M. I. S. P.—José Santiago Portales.— M. I. S. P. D. Joaquín del Pino».
Nel 1731, il Re spagnolo Filippo IV attraverso una cedola reale, autorizzò la costruzione de la RealCasa de la Moneda en Guatemala, che fu realizzata per mano dell’Architetto Diego Porres all’interno del Palacio de los Capitanes Generales, sul lato nord – ovest. Le prime monete venivano coniate con la sola forza dell’uomo, e cioè si posizionava un pezzetto di metallo sull’incudine e con un grande martello gli uomini modellavano il metallo con la sola forza delle loro braccia. Successivamente, visto che la produzione di monete era abbastanza lenta, si introdusse sul mercato, la prima moneta acunada e cioè coniata con un macchinario chiamato torchio. Il torchio era trainato da animali, che giravano in tondo nella stanza e le monete erano assai più precise visto che la pressione del torchio era la stessa su tutta la superficie di metallo. Tutte le monete coniate nell’anno 1773 avevano una G incisa e significava “Fatta in Guatemala”. Quando nel ‘76 dello stesso anno, Antigua fu abbandonata a se stessa e la capitale fu trasferita e di conseguenza fu trasferita anche la Casa de la Moneda, le nuove monete erano fatte con la nuova incisione N.G. che significava La Nuova Guatemala. Il 1776 quindi fu l’anno in cui cessò di vivere la Casa de la Moneda di Antigua Guatemala, per poco più di 30 anni Antigua aveva avuto un proprio conio. Con il fatto che nel 1775 la Corona Spagnola ordinò di trasferire la Capitale a Città del Guatemala, Antigua fu abbandonata a se stessa, i suoi monumenti furono saccheggiati e la popolazione fu costretta ad andarsene. Queste sono le ragioni per cui oggi, restano pochissime testimonianze dei trent’anni di vita della Casa de la Moneda di Antigua.
Las Infantas Elena y Cristina tendrán la consideración de “Infantas de España” por el art. 3º y recibirán el tratamiento de “Alteza Real”. Sus consortes, mientras lo sean, tendrán el tratamiento y honores que les otorgue SM el Rey, por vía de gracia, según el artículo 62f de la Constitución, comentado anteriormente. Además, el Rey podrá otorgar esta dignidad a quien considere oportuno “por la concurrencia de circunstancias excepcionales” .También se tienen en cuenta las prohibiciones, ya que nadie más podrá denominarse “Príncipe o Princesa de Asturias, Infante de España ni recibir los honores y tratamientos anteriormente expuestos. Por el art. 4º los hijos de las Infantas de España tendrán la consideración de “Grandes de España”, y el tratamiento será el de “Excelencia”. El saludo que las personas deben ofrecer al Rey o a los miembros de su familia no está previsto en las leyes civiles por lo que corresponde a los usos sociales esta materia. Es común que los caballeros ofrezcan la mano y hagan una especie de inclinación con la cabeza y si el saludo es a una de las féminas de la Familia Real, haga el gesto de besar la mano. En el caso de las señoras, se suele hacer una genuflexión de cortesía. En el ámbito militar, es algo más claro, ya que se saludará militarmente y acompañando una leve inclinación de cabeza. (López – Nieto, 2006:143).
Problemas de salud, crecidos gastos en su hacienda y la necesidad de atender los pleitos de su familia fueron los mo- tivos expuestos por el Conde del V i l l a r para solicitar su re- m o c i ó n del cargo de asistente. E n una carta a Felipe I I , de 11 de agosto de 1583, le h a c í a notar que durante su misión hispalense h a b í a gastado el dinero que t e n í a para la dote de u n a hija casadera, d o ñ a Francisca. T a m b i é n h a c í a notar que dos hijos suyos h a b í a n muerto en Sevilla a consecuencia de la peste, en los dos primeros a ñ o s que la hubo, y que el p r o p i o conde estuvo u n par de veces tocado de la enferme- d a d ; y a ñ a d í a que otros dos hijos suyos h a b í a n fallecido re- cientemente en la guerra de Flandes: don Luis, debido a u n arcabuzazo en el asalto de Maastricht, y don Pedro, a causa de enfermedad. Para remedio de todos estos males, solicita- b a el oficio vitalicio de fundidor de la Casa de Moneda de Sevilla, y que se le diera permiso para tratar directamente con el monarca en la corte. 4 6
En 1991, con motivo de la celebración del trigésimo aniversario de su fundación, se troqueló una medalla que presentaba en su anverso el escudo institucional rodeado por la inscripción “Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima”, en tanto en el reverso, el centro del campo era dominado por las firmas de los doctores Honorio Delgado y Alberto Hurtado, las cuales estaban circundadas por la leyenda “Dr. Honorio Delgado. Dr. Alberto Hurtado. 22 de Setiembre. 1961-1991”. En el reverso aparece, en caracteres pequeños y alto relieve, el nombre “M. Chávez G.”, que corresponde al talla de la Casa Nacional de Moneda, don Manuel Fernando Chávez Granda (Lima 1936), antiguo artífice de dicho
Para este fin, el Superintendente Altolaguirre comisiono al arquitecto para viajar a Lima, a visitar la Casa de la Moneda peruana, donde estuvo durante seis meses en 1788.En junio del ai[r]
Pongamos un ejemplo: los historiadores de la arquitectura novohispana se han visto sorprendidos en repetidas ocasiones por las opciones estéticas elegi- das por Díez Navarro a la hora de componer esta portada, pero también por el apoyo expresado por parte de las autoridades virreinales. Tomemos como repre- sentativa la opinión de Efraín Castro: “esta decisión [se refi ere al rechazo del virrey y del superintendente, Fernández Veitia, del proyecto de Gerónimo de Balbás frente al de Díez Navarro] 10 nos privó, quizá, de una de las obras más 9. Juan de Acuña y Bejarano (Lima, 22 de febrero de 1658-México, 17 de marzo de 1734), primer marqués de Casa Fuerte y XXXVII virrey de la Nueva España.
[. . . ] acusa recibo de la Real Orden de 28 de octubre de 1783 que le insertó el virrey en Oficio de l o . del corriente mes de la fecha por la que S.M. se dignó aprobar las Ordenanzas que for- mó para el manejo y mejor gobierno del Real Apartado con el goce de aumentos de sueldos a los empleados en este Ramo, desde el día que entraron a servir sus respectivos Destinos. Y representa sobre el avance de la Ayuda de costa que al mismo Ramo le está concedida (de 1 000 pesos) pidiendo se amplié a dos mil pesos y que se le satisfagan los cahidos desde el dia de la incorporación del Oficio en la Corona, declarando a S.M. que la integra dotación del empleo por ambos Ramos (de supe- rintendente y de apartado) en lo subcesivo sea la de 8 000 pesos al año, por las fundadas razones que expresa. 41
Artículo 15. El Director General del Organismo será designado por la Junta de Gobierno, de conformidad con lo ordenado en el artículo 11 de la Ley de la Casa de Moneda de México y tendrá las facultades que se consignan en ese mismo precepto, así como en el 59 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y demás relativos y aplicables.
El artículo 765 del Código Civil y Comercial, además de definir a las obligaciones de dar dinero, dispone el régimen aplicable a las obligaciones con- sistentes en dar moneda que no sea de curso legal en el país. Debe advertirse –como anticipáramos en el punto 2.b, primer párrafo– que el nuevo artículo sigue la letra del viejo 617 pensado por Vélez, salvo en el último apartado que establece que el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal, texto que a pesar que no se hallaba incluido textualmente en la versión original del Código Velezano, fue el principio unánimemente aceptado por la doctrina y jurisprudencia.
En 1649 se desató la gran epidemia y la Junta nombrada por el rey para la dirección de la curación de los enfermos del contagio conformado por miembros del Consejo Real y Gobernador de la Real Audiencia, el maestre asistente de Sevilla, el presidente de la casa de la Contratación y el inquisidor más antiguo, obligaron al hospital de la Sangre a albergar a más de 1000 enfermos hombres y mujeres de la peste, “mal de contagio”, como era conocido en aquel entonces. El hospital condicionó y separó 18 salas 27 , cuartos y oficinas necesarias, cercándolas y separándolas con tablas del resto del hospital, pero no consintió que su medico, su sangrador, sus eclesiásticos, sus enfermeras ni criadas asistiesen a estos enfermos de la peste para evitar contagios entre las enfermas y trabajadores del hospital. Los gastos fueron pagados por la ciudad de Sevilla de los fondos de la Hacienda Real, proveyendo camas, bastimentos, médicos, cirujanos, botica y ministros y los demás criados que fuese menester. El número de enfermas superó las 1200, mantenidas por el Cabildo y el Arzobispo electo 28 Los acuerdos de esta junta de emergencia fueron canalizados al hospital a través del provisor del arzobispado de Sevilla. En mayo de 1649, se pidió al hospital dar aún más espacio para los enfermos del tifus, así que los patronos concedieron dar las enfermerías altas, separando las enfermas de hospital que se ubicaban en las enfermerías bajas. Además se acercaba el verano y era tiempo de trasladar a las enfermas de hospital en las plantas bajas para hacer más llevadero el calor estival, quedando vacía la planta alta. A pesar de todas las precauciones que tomó el hospital, esta epidemia provocó gran mortandad entre su propio personal hospitalario, muriendo curas, médicos, barbero, secretario notario, administrador del hospital y el de convalecencia. Lo que comprueba que al final tuvieron que atender a los infectados 29 , especialmente se contagiaron y murieron los eclesiásticos al tener que administrar los santos oleos. “No había cabida en los hospitales, y hubo noche de quedares en el campo del Hospital de la Sangre más de 400; y habiendo sido la noche de agua y frío, amanecieron muertos más de 300” 30 .
16 embargo, cuando el valor de la moneda de referencia sube o baja, lo mismo ocurre con la moneda vinculada. Esto esencialmente significa que la tasa de inflación en el país, tipo de cambio fijo se determina por la tasa de inflación de la moneda a la que se vincula. Un tipo de cambio fijo impide que un gobierno utilice la política monetaria nacional a fin de lograr la estabilidad macroeconómica. Adicionalmente, puede exponer a los países al peligro de ataques especulativos. En Venezuela, se aplica este método, pero la falta de divisas y la gran deuda pública del gobierno son factores dañinos y amenazantes al buen desarrollo económico del país.
oro, y en muchos años la mayor parte de él, se ex portaba sin pasar por la Casa de Moneda, para evitar gastos y también las fuertes contribuciones que allí se le imponían, parece razonab[r]
Universidad Internacional de Andaluc?a / Real Sociedad Colombina Onubense / Monasterio de Santa Mar?a de La R?bida Universidad Internacional de Andaluc?a / Real Sociedad Colombina Onubense / Monasteri[.]
Tras la Ley 2/2011 se empezó a trabajar en las posibles soluciones de la Cañada Real y se realizaron unos mapas de afecciones urbanísticas (ver Anexo 2). Para la sorpresa de muchos de los técnicos que en ese momen- to estaban trabajando en la Cañada Real, apareció que el 82% del asenta- miento tenía que desaparecer. Tras varias protestas por parte de la socie- dad civil y los afectados se decidió revisar. Resultó que el mapa de afec- ciones del ruido estaba realizado sobre plano, sin tener en cuenta que gran parte de las infraestructuras se encuentran soterradas y que hay ma- neras de combatir este problema, por ejemplo, con una barrera vegetal (Fuente de entrevistas a expertos).
económica, si bien no estaba reflejada correctamente en la contabilidad, si lo estaba en el rubro Bienes de Cambio en la cuenta Materia Prima – Cospeles – al cierre del ejercicio 2003 dado que el ingreso de mercadería se hace por el Sistema Contex y al cierre del ejercicio se ajusta el sistema con la contabilidad. Se contabiliza por el ingreso de la factura y no cuando la mercadería es efectivamente de la Sociedad del Estado Casa de Moneda.