Aunque la diabetes mellitus es una enfer- medad milenaria, sólo en el presente siglo se ha logrado modificar dramáticamente su his- toria natural, siendo el manejo actual de la cetoacidosis diabética (CAD) una evidencia de ello. Con el descubrimiento, aislamiento y preparación comercial de la insulina a co- mienzo de los años veinte y la disponibilidad de antibióticos comenzando con las sulfo- namidas en los años cuarenta, la mortalidad de la CAD ha disminuido de casi un 100% a un 5-15% y en algunos centros es hoy apenas de un 1.6%. El término "coma diabético", antes sinónimo de CAD, ahora se ha restrin- gido a menos de un 10% de los casos. Sin em- bargo sólo en los últimos 10 años se han venido unificando los criterios y conductas terapéuticas gracias a un mejor conocimiento de su fisiopatología y de la farmacodinamia de la insulina. Aun persisten controversias al respecto, aunque una de las principales, la pelea entre el Goliath de las "macrodosis" y el David de las "microdosis", parece estar ya resuelta tal como se previo bíblicamente.
Objetivos: Conocer el nivel de conocimientos de los internos de medicina de la región Lambayeque sobre diagnóstico y manejo inicial de emergenciasmédicas, 2017. Material y Método: Estudio descriptivo transversal. Se incluyeron a 109 internos de medicina humana de hospitales de Lambayeque. El cuestionario usado fue elaborado y validado por expertos en el tema, tiene una confiabilidad de Kuder-Richardson (KR20) de 0,82, aplicándose durante la última rotación hospitalaria del interno. Resultados: El 59,6% fueron varones y edad promedio fue 25 años. El 65,1% era de universidad particular y; en su mayoría, realizaban su internado en establecimientos MINSA 86,9% y se encontraban rotando en el servicio de medicina interna 29,4%. El 36,7% llevó un curso curricular sobre emergenciasmédicas y de estos, 40% lo recibieron hace 1-2 años. Del 19,3% estudiantes que llevaron curso extracurricular previo sobre emergenciasmédicas el 42,8% lo realizaron hace 1- 2 años y mayormente hospitales 33,3%. Finalmente del 45,9% estudiantes con rotación previa en servicio de emergencias el 50% rotaron en medicina interna, de estos el 62,0% entre 1-2 años atrás. El 80 (73%) de los estudiantes que realizaban su internado en medicina tuvo buen conocimiento sobre diagnóstico y manejo inicial de emergenciasmédicas, el 23 (21%) y 6(6%) tuvo conocimiento regular y malo respectivamente. En el análisis multivariado se encontró asociación estadísticamente significativa entre provenir de una universidad nacional y tener un conocimiento bueno. Conclusiones: El nivel de conocimientos de los internos de medicina de la región Lambayeque sobre diagnóstico y manejo inicial es bueno; el haber estudiado en una universidad nacional es factor asociado a tener in nivel de conocimientos bueno.
El análisis estadístico univariante mostró dife- rencias estadísticamente significativas en cuanto a menor edad, mayor presentación en lugar público o en centro sanitario de AP, mayor frecuencia de activación por transeúntes o por personal sanitario de AP y mayor frecuencia de ritmo inicial DF en los pacientes con RCE e ingreso en el hospital (Ta- bla 1). Respecto a los tres periodos horarios, úni- camente hubo diferencias estadísticamente signifi- cativas en el subgrupo de edad superior a 75 años, donde se observó una RCE significativamen- te más baja en los periodos vespertino (16-24 h) y nocturno (0-8 h) (Tabla 2). No se apreciaron dife- rencias significativas en los intervalos de tiempo entre alerta al 112 o despacho del SEM y aten- ción inicial (Tabla 3).
El Soporte Vital Avanzado (SVA) constituye uno de los eslabones de la cadena de supervivencia que incluye acciones encaminadas a prevenir, tratar y mejorar la supervivencia de los pacientes que sufren una Parada Cardiaca (PCR). Para el tratamiento de la PCR, el SVA debe estar apoyado por un rápido reconocimiento de la PCR, la activación temprana de los Sistemas de respuesta de EmergenciasMédicas, un adecuado Soporte Vital Básico, una rápida Desfibrilación y los Cuidados Post-Resucitación, es decir el resto de los eslabones de la cadena de supervivencia. Estos son los factores que, unidos, influyen de una forma determinante en la supervivencia (alrededor de 7,6% al alta hospitalaria (1, 2)) que presentan los pacientes que sufren una PCR.
The objective of the present investigation was to know the level of knowledge of Dental Medical Emergencies in Stomatology students of the Antonio Guillermo Urrelo Private University, Cajamarca, Peru, 2018. We worked with a sample of 80 Stomatology students of Seventh and Ninth Cycles, to whom it was applied, prior informed consent, a questionnaire, already validated, of 20 questions and divided into three dimensions: 1) diagnosis of dental medical emergencies, 2) first aid and 3) pharmacological management. The result was that the knowledge of dental medical emergencies is bad, with a mean score of 11.30, a minimum score of 4 and a maximum of 16. On the other hand, the percentage of the level of knowledge about dental medical emergencies, 66.3%, has a bad knowledge level; 30% have a level of regular knowledge, and only 3.8% have a good level. Regarding its three dimensions, 63.7% have a bad level of knowledge in the diagnosis of dental medical emergencies; 32.5% a level of regular knowledge, and only 3.8% a good level of knowledge. At the level of first aid knowledge, 60% of respondents have a level of regular knowledge; 36.3% a level of bad knowledge, and only 3.8% a good level of knowledge. Finally, the dimension on pharmacological management tells us that 58% have a level of regular knowledge; 40% with a bad knowledge level, and only 1.3% of respondents have a good level of knowledge. As a conclusion it was obtained that the level of knowledge of dental medical emergencies in Stomatology students of the Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo is bad, with 66.3%.
El estudio de la evolución debe centrarse sólo en aquellos pacientes que son trasladados por los equipos de emergencias, pues son aquellos en los que nos permiten valorar cómo ha respondido el paciente al tratamiento analgésico administrado. Entre estos pacientes, sólo en 2 de 69 casos (2,9%) se hace alguna referencia literal a la respuesta del paciente al trata- miento analgésico administrado. Ello indica que evaluamos muy poco la evolución del dolor en nuestros pacientes. Estos datos son muy concordantes con los expuestos en el estudio de Silka y cols: "la falta de adherencia a una evaluación es- tandarizada del dolor en nuestro estudio, limita nuestra capa- cidad para concluir cuáles son las necesidades específicas de analgesia en cada caso. Las normas de enfermería del hospital defienden el uso de una evaluación estandarizada del dolor para cada paciente visto en nuestras urgencias" 6 .
21 En el receptor, se comienza fluídoterapia continua con Solución de ClNa 0,9% por vía intravenosa a través de la cateterización de la vena cefálica antebraquial. Dado que la sangre a transfundir se encontraba en la heladera, se aclimato a baño maría hasta alcanzar 37°C, se preparó la línea de infusión con filtro y microgotero y mediante una llave de tres vías se conectó junto a la solución de ClNa 0,9%. La tasa de infusión del ClNa 0.9% fue a razón de 2-3 gotas por minutos, solo para garantizar la vía permeable durante la transfusión. El volumen de sangre a transfundir (510ml) fue calculado mediante la fórmula de volumen, a una tasa de infusión de 5-7ml/kg/h, completándose dicha transfusión en aproximadamente 2,5 – 3 horas. Mientras se administró la sangre, se realizó el monitoreo del paciente, controlando su frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y tiempo de llenado capilar. En el tiempo que duro la transfusión el paciente no manifestó signos ni síntomas de incompatibilidad. Al transcurrir el día, los parámetros se normalizaron (FC, FR, mucosas, temperatura rectal, pulso femoral) el paciente se encontraba en relación con el medio, en estado de alerta, tomó agua, orinó y defecó con normalidad.
tes 68.1% se intervinieron quirúrgica- mente; 18 (15.2%) recibieron una trans- fusión masiva (más de 10 unidades en 24 horas). Ninguna muerte se atribuyó a una reacción transfusional o incom- patibilidad sanguínea. Las complica- ciones incluyen 2 (1.6%) arritmias, 4 (3.4%) desarrollaron un síndrome de dificultad respiratoria del adulto y 7 (5.8%) pacientes presentaron coagula- ción intravascular diseminada (CID). Ninguno de los casos de CID se relacio- nó con transfusión de sangre incompa- tible. Ninguno de los pacientes se pre- sentó con anti-D en el seguimiento en- tre la tercera y séptima semanas poste- rior al evento transfusional. Tienen his- toria de transfusión previa 4 (3.4%) pacientes y 15 (12.6%) mujeres de em- barazos previos. Los datos pertinentes a los pacientes transfundidos con con- centrados globulares O, Rh positivo, aparecen en el Cuadro 1.
Se comprueba una carga de trabajo ma- yor en el área de salud, sin embargo, en el presupuesto del año 2012 de un total de US$ 16’072.554,13 en los denominados Pla- nes y Programas en ejecución, solamente US$ 257.293,00 fueron destinados para el área de emergenciasmédicas, que equi- vale al 1,6% del total (29). Esto apoya la afirmación anterior en cuanto a un sesgo y desequilibrio en la distribución del presu- puesto institucional en perjuicio del desa- rrollo del SSEM, tomando en cuenta que con ese monto debe brindar cobertura a 2’239.191 habitantes pertenecientes al cantón Quito (30).
Artículo Vigésimo Quinto.- Disolución y liquidación.- La compañía se disolverá por cualquiera de las causas establecidas en los artículos 361 y 365 de la Sección Décima Segunda, parágrafo 2, de la Ley de Compañías. Para efectos de la disolución y liquidación, se estará a lo que dispone Ley de Compañías. En el caso de liquidación actuarán como liquidador el Gerente y su suplente será el Presidente, salvo que la Junta General decida que actúe otra persona, caso en el que designará liquidador principal y suplente. Artículo Vigésimo Sexto.- Normas Complementarias.- En lo no previsto por los presentes Estatutos se estará a lo dispuesto en la Ley de Compañías y su reglamento; y sus eventuales reformas se entenderán incorporadas a este contrato.
El porcentaje que representa la actividad asisten- cial aérea respecto a las llamadas de demanda asis- tencial muestra considerables diferencias por CCAA (µ = 0,54, Me = 0,37, CV = 124%; d = 0,67). Balea- res y Castilla y León tienen tasas significativamente mayores (p < 0,05), en tanto que Navarra, Andalu- cía, Galicia, Euskadi, Murcia, el Principado de Astu- rias y Cantabria las tienen significativamente meno- res (p < 0,05). Existe una correlación positiva, aunque no estadísticamente significativa (R = 0,21, p = 0,425) entre la actividad asistencial de los heli- cópteros sanitarios por 100.000 habitantes y la acti- vidad asistencial de las UVI Móviles por 100.000 ha- bitantes por CCAA. En las CCAA con mayor superficie territorial y áreas de población más dis- persas, aparecen las diferencias más significativas. Tabla 2. Actividad asistencial anual de transporte secundario por unidad de vigilancia intensiva (UVI) móvil
Otras medidas: Esteroides. la literatura los recomienda pero tampoco se han hecho estudios que comprueben su efectividad; im- piden la agregación de los polimorfonucleares causadas por el complemento (también causan desagregación de los mismos), evitan la liberación de quininas, mejoran la libera- ción de oxígeno por parte de la hemoglobina, son inotrópicos, disminuyen la resistencia vas- cular pulmonar, quizá por un bloqueo en la síntesis de prostaglandinas, estabilizan las membranas quizás por el mismo efecto, evitan el daño a los ácidos grasos que cons- tituyen en parte las membranas, evitan la ac- ción de los radicales libres, etc. Líquidos: el balance de líquidos, ya que la permeabilidad está aumentada, en lo posible debe supeditarse a los valores de una presión en cuña en la ar- teria pulmonar por debajo de los 20 mmHg cuando se está usando PEEP. La nutrición también es obviamente importante ya que el paciente necesita proteínas para sus músculos respiratorios; no debe excederse sin embargo la cantidad de carbohidratos administrados por la retención de CO 2 con la insuficiencia
Rivera F. (2016) Perú; evaluó a los estudiantes de clínica I y clínica II de odontología de la Universidad Privada Antenor Orrego en el segundo semestre 2016 II, con una muestra de 64 estudiantes. Se realizó mediante encuesta 23 items, en los resultados de los estudiantes de VII y VIII se observó que el 20.31% de los estudiantes presenta un buen conocimiento, el mayor porcentaje se encontraba con un nivel de conocimientos intermedio (70.31%) y el 9.38% presentaba un bajo conocimiento sobre este tipo de emergencias. Nivel de Conocimiento por ciclo22.2% del octavo ciclo frente al 18.9% del séptimo. Coinciden en el porcentaje de calificación regular, lo que respecta al nivel de conocimiento por género se determinó que no hay una diferencia significativa entre ambos se concluyó Se concluyó que el Nivel de conocimiento sobre situaciones de emergencia durante la consulta odontológica de los estudiantes de clínica I y clínica II de odontología de la Universidad Privada Antenor Orrego fue Regular. En el presente estudio se llegó a la conclusión con un porcentaje de 50% que el grado de conocimiento fue de Medio.
Cuando surge alguna urgencia estas móviles deben apoyar al resto de TAB (ambulancia básica) y móviles de consulta, pero siempre se ha tenido el inconveniente que cuando se realiza apoyo a otras móviles o muchas veces ellos mismos las utilizan no las reportan en las entregas de turno, ni tampoco diligencian la fórmula de control de manera inmediata para el despacho del medicamento; lo cual genera retrasos en la reposición de los medicamentos de control a las móviles medicalizadas las cuales realizaron el apoyo (cabe precisar que el servicio de Coomeva EmergenciasMédicas funciona las 24 horas); de ahí la necesidad de seguir las indicaciones dadas en los protocolos.
En todas las urgencias y las emergencias existe un manejo común que consiste en permeabilizar la vía aérea, garantizar una ventilación adecuada y controlar la circulación, demostrándose que la sobrevivencia se incrementará si la atención es recibida en el menor tiempo en que se apliquen estas medidas, por lo que es en la atención primaria donde comienza la primera atención a los pacientes graves. En la tabla 1 se expresan los resultados de la aplicación de la guía de observación que evaluó el desempeño de los médicos del Policlínico "Mario Gutiérrez Ardaya" en cuanto al manejo básicos de las urgencias y las emergenciasmédicas, se obtuvo que un 41,67 %, 33,33 % y 25 % fueron evaluados como regular, mal y bien, en este orden.
Durante las últimas décadas debido a los avances científicos ha aumentado la expectativa de vida media de las personas, asimismo diversos factores están favoreciendo a que se eleve el porcentaje de pacientes con patologías sistémicas; por lo que existen pacientes con discapacidades (Bueno,1999). El ser atendidos en clínicas odontológicas sumados al stress psicológico o quirúrgico producido por alguna de las maniobras que se realizan en la atención odontológica, incrementa el riesgo de presentarse alguna complicación médica dentro del consultorio y dificultan el manejo clínico odontológico (Villena, 2014).
- dentro del escenario de un “Sistema” de emer- gencias en donde el primer respondiente y el servicio de emergenciasmédicas son el eslabón inicial en la cadena de sobrevida- que son abordados por estos profesionales, con mucho detalle, tal es el caso del capítulo de bioseguriad. Estos jóvenes profesiones siempre recuerdan en la actuación en emergencias y urgencias, que la persona más im- portante soy “Yo”: el primer respondiente. La descripción sobre los signos vitales y su aplicación en primeros auxilios abren una puerta que permite abordar el capítulo sobre Evaluación y Manejo inicial -capítulo 3- que hace referencia al primer paso a seguir como primer respondiente en primeros auxilios; en éste se logra reunir los prin- cipios de las prioridades de manejo y sobrevida, independiente de si la urgencia o emergencia tiene origen médico o traumático, y en los capítulos siguientes son afrontados los diferentes tipos de emergencias y urgencias, con descripciones deta- lladas, completas y específicas. El soporte vital básico es descrito con todos los detalles, variaciones y consideraciones especiales, basados en los pro-
declarar que no hay diferencia estadísticas significativa p>0.05 lo que indica que el nivel de conocimiento sobre manejo de emergencias médicas no difiere significativamente entre los al[r]
Si no puede solucionar el problema de manera sencilla; si tiene alguna duda o es un problema serio como in- consciencia prolongada, problemas respiratorios, paro respiratorio, paro cardiorrespiratorio, dolor de pecho, dolor abdominal, hemorragias grandes o gastrointesti- nales, convulsiones, ECV, fracturas, intoxicaciones, que- maduras graves, shock, etc. Dependiendo de la situación, coloque al paciente en la posición correcta y trate, en primer lugar, las condiciones que pongan en riesgo la vida del paciente. Recuerde que no hay que hacer daño al paciente: no realice algo que no conoce ni recuerde. Los ataques cardíacos y el evento cerebro vascular son importantes enfermedades en nuestro medio, que se presentan como repentinas; por ello, es conveniente conocer su manejo en primeros auxilios.
Los SEM españoles tienen una estructura de re- cursos sanitarios cualitativamente similar en cuan- to a personal médico y de enfermería, aunque con diferencias importantes entre CCAA, particu- larmente en lo relativo al personal sanitario de ti- po asistencial. Las CCAA en las que la dotación de médicos y personal de enfermería asistencial es coincidente utilizan fundamentalmente unidades móviles de emergencias dotadas de personal sani- tario de manera similar. Es decir, que las USVA es- tán compuestas en esos casos por personal médi- co y de enfermería. Sin embargo, en las CCAA con distinta dotación de personal sanitario existe mayor variabilidad en los tipos de vehículos asis- tenciales, como se ha visto en las CCAA de Anda- lucía, Cataluña, Euskadi y la Comunidad de Ma- drid, en las que existen, además, unidades asistenciales dotadas sólo de personal médico o de enfermería.