La fase de valoración se inicia en el momento en que se presenta el documento del pro- yecto a una persona o entidad distinta del que realizó la formulación para que tome la deci- sión acerca de si se van a destinar recursos para la ejecución y, en el caso de que la res- puesta sea afirmativa, cual será el volumen de financiación previsto. Se trata de una fase claramente distinta de la de formulación porque mientras que en la fase de formulación se hace una estimación de los recursos necesarios para llevar a cabo el proyecto, en la fase de valoración es cuando se analiza la solicitud y se toma la decisión de apoyarlo o recha- zarlo lo que puede repercutir incluso en la ejecución misma, ya sea porque no se cuente con los recursos suficientes para llevarlo a cabo o porque estos sean escasos obligando a que se haga de forma distinta a lo inicialmente previsto. Además la valoración la realiza un actor distinto de aquel o aquellos que participaron en la formulación. En el caso de que la ONG pudiera acometer el proyecto con sus propios recursos, estaríamos ante un proceso de valoración interno en el que la dirección sería la que tomaría la decisión de la puesta en mar- cha del proyecto detrayendo del presupuesto de la entidad los fondos necesarios para ello.
En algunos casos las características de los bienes o servicios ofrecidos hace que algunos los demanden y otros se automarginen, como sucede con los proyectos de capacitación laboral de bajo nivel de especialización, a los que difícilmente asisten personas de nivel socioeconómico medio o alto (autofocalización). En otras situaciones, se requiere que, a partir de una caracterización de la población objetivo, se utilicen cuestionarios, entrevistas, observación, etc. que incluyan indicadores (edad, sexo, nivel socioeconómico, vivienda, empleo, etc.), que permitan focalizar adecuadamente a, por ejemplo, los potenciales beneficiarios de subsidios (agua, luz, vivienda, etc.).
La secuencia de actividades del diagrama muestra que el proceso nace con el ingreso de los proyectos aprobados por la evaluación ex-ante y la formalización de los contratos con las entidades ejecutoras, para realizar la distribución de los encargados de la supervisión. Su labor consiste en analizar antecedentes, revisar reportes de los ejecutores, realizar visitas a terreno y emitir informes de avance que son presentados a un comité que aprueba o rechaza la gestión del proyecto. Cuando los informes de avance no son aprobados o cuando el proyecto ha terminado, se elabora un informe final para el cierre del proyecto. Este es un insumo básico para los desembolsos y la evaluación de impacto.
El sexto capítulo detalla la formulación de la propuesta, en la que se propone un MANUAL DE PRIMEROS AUXILIOS PARA MAESTRAS PARVULARIAS, el mismo que es una ayuda para el docente, cu[r]
En el diagrama 11 se observa esquemáticamente la relación entre los indicadores seleccionados y su contribución a los objetivos del programa. El cálculo de las ponderaciones implica un juicio de valor acerca de la contribución de cada uno de los objetivos al propósito principal del programa (el fin). En este caso se determinó que los dos objetivos tienen la misma incidencia sobre el nivel de pobreza de la población objetivo. Una mayor valoración del impacto transitorio del programa (generación de ingresos) podría conducir al financiamiento de proyectos de infraestructura innecesarios (o menos prioritarios), pero intensivos en mano de obra. Esto implicaría un mayor costo de oportunidad en largo plazo, en la medida que los beneficios generados desaparecerían con la terminación de las obras.
En segundo lugar, la propia función sobre la que opera el verbo. Por ejemplo: la captación de los recursos financieros, la política de personal, la fiabilidad y eficacia de los procedimientos contables, las negociaciones con los clientes, nuevos mercados y áreas de negocio, las inversiones y desinversiones de la Empresa, la explotación de¡ ordenador, los estudios y proyectos técnicos, el mantenimiento de las instalaciones, etc.
El aguante y la subordinación se fue construyendo en buena medida en la trama de relaciones en la implementación de los programas sociales compensadores, como lo manifestaron los destinatarios en sus relatos. Actitudes que, sostenidos en el tiempo, constituyen la argamasa de las relaciones de dominación, ancladas en la experiencia subjetiva de la población frente a lo que se exponen como destinatarios: la arbitrariedad y la manipulación. Por lo cual también se está apartando de la idea de promoción del derecho volcada a la justicia social y el acompañamiento para empoderar. Cabe recordar, como fue dicho más arriba, que no fue la dimensión del malestar la única registrada, pero si fue la que más nos provocó por su regularidad y por la distancia con los sentidos manifestados en la formulación de los programas.
A partir de los ´90 la implementación se realiza en el marco de la descentralización del Estado, proceso por el cual se replantea la frontera entre el Estado y la sociedad. El proceso de descentralización reorganiza las relaciones entre el centro y los espacios gubernamentales subnacionales y no gubernamentales, enfatizando la gestión en los gobiernos locales, ONG y movimientos sociales entendiendo que estos tienen una mayor cercanía con la población, más conocimiento del territorio, capacidad para articular intereses y posibilitar la participación de los diferentes actores en la transposición de las actividades, adecuándose a realidades particulares que requiere la implementación de programas sociales.
El fuerte cambio de modelo de política social se reflejó también en la política asistencial. En los años ’30 era perceptible el avance de una visión que sintetizaba los problemas sociales en una trama única y los ligaba a un criterio de derecho ciudadano. Luego de la Primera Conferencia Nacional de Asistencia Social de 1933, el Poder Ejecutivo somete al Parlamento una Ley de Asistencia y Previsión Social, en cuyo artículo primero se lee que “todo argentino (…) tiene derecho (…) a ser reconocido gratuitamente por las autoridades públicas en los actos de desamparo ocasionados por abandono en la menor edad, desocupación, enfermedad, invalidez y vejez” 64 . El proyecto inicial del Estado peronista fue de crear un sistema público de asistencia a la pobreza que integrase intervenciones sanitarias y transferencias distributivas, y que absorbiese directamente a la estructura filantrópico-caritativa. Muy pronto, sin embargo, el grueso de la política asistencial pública se canalizó a través de la Fundación de Ayuda Social Doña María Eva Duarte de Perón (más tarde Fundación Eva Perón, en adelante FEP) 65 .
Así, pues es dar paso al acto educativo de- rivado de un paradigma congruente con la re- lación de ayuda. El componente pedagógico de la relación de ayuda, descansa en la concepción del diálogo, la comunicación y la cooperación, es decir el lenguaje verbal, no verbal y la acción compartida (Moran, 2003). Los principios de la relación de ayuda, abogan por un estilo de pedagogía liberadora, en la que se produce un aprendizaje auténtico, transformador de pre- concepciones y juicios de valor, ya que hace uso de un tipo de comprensión que enseña al estudiante a valerse de una serie de recursos personales enfocados a entender los aconteci- mientos y las personas, despojándose primero, de cualquier preconcepto, intentando acoger el mundo del otro. Una definición más precisa es “Toda relación, en la que, al menos una de las partes, intenta mover en el otro el crecimiento, el desarrollo, la maduración, y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada” (Cibanal, 2010).
Individual: en una hoja escriben 21 cosas que aprecian: de sí mismas, de lo que les rodea, de la gente que conocen. Elaboración de un plan de vida, tomando una meta de corto- mediano plazo para elaborar mural decorado con murallas (obstáculos) y gente saltando (metas), por estudiante. Cada dibujo de persona tendrá una meta y conforme vaya avanzando para conseguirla irá saltando las murallas. Discusión sobre qué ventajas tiene planificar y plantearse metas, cómo ayuda a la confianza y eficiencia. Crear un afiche, pintura, collage o cualquier otra técnica artística para presentar La vida de mis sueños. Evaluación: Rúbrica para todas las actividades.
7. SENTIDO DE PERTENENCIA: implica identificarnos con los referentes de la cultura institucional: Horizonte institucional, Proyecto Educativo Institucional, Modelo Pedagógico, Manual de Convivencia , Modelo de Gestión de Calidad, Símbolos, manifestaciones culturales, entre otros, para ser vividos y reflexionados en la cotidianidad institucional. Actuamos con Sentido de Pertenencia cuando: Cuidamos y usamos adecuadamente los recursos de la Institución. Nos sentimos orgullosos(as) de pertenecer a la Institución Educativa ALFONSO MORA NARANJO, hablamos bien de ella y si tenemos críticas constructivas utilizamos los canales existentes en nuestra Institución para presentarlas. Nos comportarnos bien para proyectar una imagen positiva de nosotros(as) y de nuestra institución dentro y fuera de ella. Vivimos los valores y principios institucionales como guías en todas las acciones de nuestras vidas. Participamos con actitud positiva y compromiso en las actividades de la Institución ALFONSO MORA NARANJO. Actuamos coherentemente con los referentes de la Cultura Institucional.
Que se escucharon los testimonios de ______________ y de ____________ quienes manifestaron haber visto a su compañero___________ ingiriendo licor y también manifiestan que él los invitó a tomar ron a lo cual ellos se negaron. Que una vez analizadas todas las pruebas practicadas se confirma que efectivamente el joven consumió licor en la institución educativa el día del mes de de 2009, conducta con la cual incurrió en la falta descrita en el numeral,______, del artículo________ del manual de convivencia_____ la cual es sancionada con cancelación del cupo escolar.
El trabajo presenta algunas limitaciones. En pri- mer lugar, la información considerada procede só- lo de 2 hospitales, si bien dada la generalidad y flexibilidad del modelo se estima que se podría aplicar en otros SUH. Segundo, la batería de si- mulaciones realizada sólo considera periodos equi- valentes a 1 día de actividad, aunque el modelo permite incluir la actividad de periodos mayores, para así incorporar la variabilidad en franjas hora- rias y épocas del año propia de un SUH. Tercero, se valoran tan sólo parámetros cuantitativos y no cualitativos, como un incremento de la calidad asistencial. No obstante, una optimización de los recursos puede redundar en mejoras en la calidad. En conclusión, los ejemplos presentados mues- tran la utilidad del simulador como sistema de ayuda a la toma de decisiones, que permiten ex- plorar de forma sencilla y transparente los efectos provocados por cambios en la configuración del SUH sobre su rendimiento, lo que permite a sus Tabla 3. Resultados obtenidos variando la cantidad del personal del servicio de urgencias, manteniendo invariable el nivel de experiencia y teniendo en cuenta que la cantidad de personal de una zona debe ser igual o mayor que la de la zona anterior
, una empresa para comercializar e interconectar los barrios marginados de áreas urbanas muy pobres de la costa atlántica de Colombia. En estas zonas, antes no se pagaba por este servicio y abundaban las conexiones ilegales. La principal característica de Energía Social radicaba en la fortaleza del modelo a nivel local. Las alianzas sociales con las asociaciones comunales facilitaron el ingreso a estas comunidades. Además, las alianzas con los emprendedores locales para descentralizar las tareas de facturación y recaudación incrementaron la eficiencia del negocio, y las fuertes conexiones con el gobierno motivaron al mismo y a la empresa para desarrollar más ágilmente los procesos de legalización y electrificación de estas comunidades.
En cambio, existen otras normas cuyo cumplimiento es más difícil de seguir por el alumno y de observar por el profesor. Por ejemplo, es frecuente que los reglamentos incluyan el deber de respetar a los profesores y al resto de miembros de la comunidad educativa, pero generalmente no se concreta la forma en que se materializa este respeto; sólo cuando la falta se ha producido se identifica el criterio vulnerado (ha cometido una falta de respeto porque...). Esto es, debajo de la regla expresa (respetar profesor, a los compañeros, etc.), existen unas normas tácitas que corresponden a un conjunto de convencionalismos sociales del grupo normativo (dirigirse a las personas utilizando la expresión “por favor”, utilizar el tratamiento “usted”, utilizar el condicional simple en peticiones, etc.). Se trata de un conjunto de normas que generalmente no se expresan, pero que las personas que se encuentran en círculos sociales próximos al grupo normativo adquieren a lo largo del proceso de socialización primaria y practican e identifican como normas de urbanidad, cortesía, etc. Esta ausencia de concreción motiva que los alumnos que no están próximos al grupo normativo tengan dificultades para identificar esas “normas correctas”. Por otra parte, la identificación de la conducta del alumno como correcta o incorrecta se dificulta porque entre una relación respetuosa y otra irrespetuosa se pueden producir un amplio abanico de respuestas que podrán ser percibidas de forma diferente por distintos observadores.
Eliane Daphy, 2016, “Llegó el micrófono a escena y todo cambio… Relaciones sociales entre músicos y técnicos del sonido en el espectáculo” en Santos, María Josefa y Rodrigo Díaz Cruz, en Innovación tecnológica y procesos culturales. Perspectivas teóricas, Primera edición, Fondo de Cultura Económica: México, DF. Págs. 119-142.
A diferencia de la dicotomía estructura‐acción social que permite focalizar el objetivo de estudio, la dicotomía agencia‐estructura se ubica en el dominio de la explicación, de las causas o razones que dan cuenta de por qué las cosas son como postulamos que son. Aunque volveremos sobre este tema es pertinente recordar aquí que, como en el caso de la inclusión de variables estructurales descripto más arriba, el estudio puede estar focalizado en la acción social, por ejemplo en acciones políticas subjetivamente significativas, y en su explicación dejar de lado la agencia humana, y enfatizar los elementos estructurales. Aunque parezca paradójico, es posible encontrar trabajos antropológicos o sociológicos en los cuales, por ejemplo, las estrategias de supervivencia de los hogares se explican en términos estructurales (la pobreza, el número de hijos, la desocupación) y se pierde la enorme riqueza de comprender cómo, aun en la peor de las circunstancias, la agencia humana está presente y es el motor del cambio 9 . Un poco exageradamente esto es casi materia de creencias profundas en la creatividad e independencia del ser humano. Posición totalmente contraria a las de quienes reifican la “realidad” (por ejemplo, la tasa de interés y los movimientos de capitales) como la explicación de los desvelos argentinos. Aunque el inexorable interés capitalista existe, forma parte del orden social actual y está cristalizado en la estructura financiera, existen seres humanos cuya ética debe ser también estudiada ya que ellos son líderes sociales cuyas decisiones voluntarias colectivas afectan la vida de sus compatriotas. Si los líderes sociales que se supone representan al Estado, es decir al colectivo social, asumen que la estructura es inexorable, que no puede ser influenciada, es poco lo que se puede hacer para cambiar el curso de los sucesos históricos. En otros países verdaderamente capitalistas los agentes sociales que constituyen el Estado influyen sobre las decisiones económicas porque comienzan por definir como no ética la especulación, el no pago de impuestos, la concentración monopólica, o las transferencias de capitales orientadas a desestabilizar la economía de un país, al igual que condenan el lavado de dinero del narcotráfico 10 .
Si se analizan los diferentes manuales de investi- gación existentes, se aprecia la gran variedad de opi- niones que hay sobre el significado del proceso de investigación, así como las diferencias notables entre los proyectos o diseños presentados. Sin embargo, estas diversas perspectivas de investigación compar- ten ciertas características comunes: parten de asumir el proceso de investigación en forma planificada, es- tratégica, sistemática y confiable para profundizar en el conocimiento y, por ello, el común denominador es- tá constituido por tres ejes o puntos fundamentales: