v hay evidencias de estaciones intermedias actuales ( Sierras Pampeanas de Córdoba, Sierras Australes de Buenos Aires) y paleoestaclones (B. Pe-. triella, comunicación verbal)..[r]
La aparición de esta nueva maleza en los sistemas agrícolas de Argentina, con todos sus atributos biológicos asociados a su fisiología y dispersión y la presencia actual de biotipos resistentes a los herbicidas más frecuentemente empleados (glifosato) plantean serios desafíos para su control futuro. Además de no incluir rotaciones de cultivos, nuestra agricultura tradicional tampoco es activa en la rotación del uso de herbicidas (Powles, 2008). Se basa casi exclusivamente en el control químico de las malezas habiéndose abandonado casi por completo el control mecánico, al menos en la región donde esta especie apareció. Esto potencia aún más el problema.
Hojas, tallos y raíces de cada especie fueron conservados en FAA e incluidos en parafina, cor- tados con micrótomo tipo Minot (15-18 mm de es- pesor), coloreados con safranina-fastgreen y mon- tados con bálsamo sintético (P.M.Y.R., Instrumen- tal Pasteur, Buenos Aires, Argentina). Fueron tra- tadas 4 muestras por órgano en cada especie y se analizaron 10 preparados por muestra. Las pruebas histoquímicas fueron realizadas sobre cortes frescos para detectar taninos (SO 4 Fe, formalina y agua); mucílagos (azul de cresil) y resinas y aceites esenciales (Sudán IV) (D‘Ambrogio, 1986). Los cristales de oxalato fue- ron detectados con luz polarizada. Las observa- ciones y micrografías fueron realizadas con un microscopio óptico (MO) Zeiss Phomi III.
Tallo generalmente flexuoso, 2-3 pinnado, hasta 10 cm de longitud; en sección transversal con cordón central reducido (3-4 hidroides) rodeado de células grandes de paredes firmes, amaril[r]
de Tucumán. El mismo autor, en 1909, caracterizó a P. aureum por la presencia de soros en 1 a 3 series y frondes estériles con o sin venillas libres en sus aréolas. De la Sota (1960) le restó mérito a la mención de P. aureum var. aureum, por no haber hallado material que responda a las características del mismo. Hassler (1928) cuando citó a Polypodium aureum para el Gran Chaco, las Misiones y Paraguay central, mencionó un ejemplar, Hassler 9083, el cual aún no se ha podido examinar, coleccionado en Paraguay central. Capurro (1940), incluyó en su catálogo de Pteridofitas Argentinas a Polypodium aureum mencionando a Hicken (1909), Lillo (1919) y Hassler (1928).
lógico de cada una de las especies mencionadas, ya que la presencia de fusiones laterales entre las células vecinas del peritalo, junto a otras.. características, justifican su inclusión[r]
Autoica. Perigonios axilares, gemiformes. Peri- quecios laterales en grupos de 3-8, en dos filas sobre tallo o ramas; hojas periqueciales 2.0-2.3 mm de largo, oblongo lanceoladas; nervio irregular; células medias y basales hialinas de paredes delga- das. Seta 0.5 mm de largo. Cápsula cilíndrica 2.0- 2.1 mm de largo; anillo de 1-2 filas de células vesi- culosas; células del exotecio irregulares de paredes delgadas. Peristoma doble, hialino; dientes del exostoma lanceolados, papilosos, 380-385 µm de largo, endostoma más corto que el exostoma, seg- mentos filiformes, más densamente papilosos hacia el ápice. Opérculo cónico, liso. Caliptra mitrada. Esporas globosas, casi lisas, 21-25 µm de diámetro. Hábitat: Cryphaea rhacomitriodes es más fre- cuente y abundante en el Bosque Chaqueño Serra- no donde crece sobre Acacia caven, asociada con Forsstroemia coronata, mientras que en el Bosque Montano es frecuente sobre “Aliso” y Podocarpus. Distribución: Brasil, Bolivia (Churchill & Fuentes, 2005) y Argentina (Tucumán y Jujuy).
Tépalos lanceolados, con- crescentes hacia la base, verdosos o purpúreos, angostos, atenuados ha¬ cia el ápice, los interiores algo más breves, levemente circulados hacia la base.. Andro[r]
Summary: Spore morphology and wall ultrastructure in Equisetaceae spores (Equisetopsida) from north-western Argentina. The family Equisetaceae is represented in the study area by the genus Equisetum with two species, E. bogotense and E. giganteum. The study was based on herbarium and fresh specimens and the spores were studied under light microscope, scanning and transmission electron microscopes. The spores are spheroid, 35-64 µm in equatorial diameter, the cytoplasm has chlorophyll. In both species studied, the spores have a circular and small unique type of aperture which at both sides of the aperture, in the outer side have two thread-like elaters, spathulate. These structures are non-resistant to the acetolysis treatment. The sporoderm is composed of two walls, perispore, 930 nm-1,2 µm thick, ornamented, with two layers in section. The exospore is two layered, compact, 1,4-3,1 µm thick, slightly wave-like. Between both walls was observed an intermediate layer composed of a laxe structure, in spores in different stages of maturation. In both species, the spores are similar in the shape and sporoderm ultrastructure while differences were found in spore sizes.
Ecología. El complejo M. regnellii presenta su máxima diversificación en los bosques de Araucaria angustifolia (Bertol.) Kuntze o bosques paranaenses (especialmente en bordes de bosque y áreas disturbadas) y campos (campo limpo, campo de altitude) del S de Brasil (Burkart, 1979; Dutra & Morim, 2015). Estos ecosistemas están incluidos en la ecorregión denominada Selva de Pino Paraná o Bosques Húmedos de Araucaria (Olson et al., 2001). Es interesante observar que el patrón de distribución de M. regnellii coincide ampliamente con el espacio que ocupa dicha ecorregión en Brasil y Argentina. En éste último país M. regnellii se encontró en las áreas que aún conservan importantes relictos de A. angustifolia, en el E de la provincia de Misiones, en sus áreas más elevadas (Dos Hermanas, donde se halló M. regnellii, es la localidad de mayor altitud de la provincia, con 700 m s. n. m.).
Hay manchones de bosques de quebracho colorado en avanzado estado de destrucción, sólo se ven algunos individuos de esta especie en forma aislada, generalmente de no más de 7 u 8 m de al[r]
presentes y los morfotipos asociados a ellas. Los resultados obtenidos hasta el momento indican que si bien todos los morfotipos se asocian a algún tipo de bioalteración, es posible diferenciar algunas tendencias. En este sentido, los crustosos epilíticos parecen producir un menor deterioro, afectando solo a la capa superficial del sustrato (principalmente desagregación superficial), mientras que los crustosos endolíticos y foliosos producirían un mayor daño debido a que se desarrollan principalmente hacia el interior del sustrato rocoso (microfracturaciones internas, microperforaciones, microfracturaciones superficiales). Los análisis de EDAX realizados sobre los talos aportan información al respecto. Los elementos que aparecen en mayores concentraciones en el folioso X. xanthomelanea son el carbono y el oxígeno (con más del 40%); mientras que los crustosos endoliticos (C. vorticosa y L. wetmorei) presentan además concentraciones de silicio mayores al 20%. Esta presencia diferencial de silicio, podría deberse a la incorporación de este elemento en el talo y relacionarse con su capacidad para relocalizar los elementos que extrae de la superficie sobre la que se encuentra. Este suceso en el cual partículas de minerales producto del deterioro son atrapadas por el talo fue observado en otras investigaciones (Ascaso & Wierzchos, 1994; Ariño et al., 1995; Prieto Lamas et al., 1995), lo que sugeriría efectivamente el deterioro activo de las rocas y la participación de los líquenes en esta.
C: corte transversal de una porción del sombrero, costillas longitudinales (el) y transversales (ct), el área punteada corresponde al límite basal del himenio, el área sin puntear al bor[r]
media de la hoja; C: 2, sección transversal de la parte basal de la hoja; D: células del ápice foliar; E: células de la parte media de la lámina; F: células de la base de la lámina; G: s[r]
Se siguió la fenología de floración de las especies registradas en el área de influencia de los colmenares del valle de Los Antiguos. Se relevaron las especies entomófilas y aquellas plantas anemófilas que en estudios previos realizados por los autores fueron registradas como frecuentadas por A. mellifera. Fueron excluidas de los relevamientos Poaceae y Cyperaceae por su escaso interés apícola. Los relevamientos fueron efectuados quincenal- mente, sobre un mínimo de 15 individuos por cada especie, y de acuerdo al método de Anderson & Hubricht (1940). Las fenofases registradas fueron: a) inicio de floración, b) floración plena, c) fin de flora- ción y comienzos de fructificación. Los registros se realizaron siguiendo recorridos por itinerarios fijos durante el período 1 de septiembre-30 de marzo de los años 2005-2008. De todas las especies estudiadas se tomó ejemplar de herbario, los que fueron deposita- dos en el Herbario Trelew (HTW). En la identifica- ción botánica se utilizó el siguiente material biblio- gráfico: Correa (1971-1999) y Dimitri (1987); tam- bién fue consultado el Catálogo de Plantas Vasculares de la República Argentina (Zuloaga & Morrone, 1996, 1999 a, 1999 b).
Usos. Ornamental, apta para macizos y canteros; también para interiores y flores de corte (Dimitri, 1987; Hurrell et al., 2005; Lim et al., 2008; Matthews, 1986). Es una de las especies del género de mayor valor comercial, muy popular en Japón, Estados Unidos y algunos países de Europa y de Asia. Presenta distintos cultivares e híbridos. Se multiplica mediante bulbos, en otoño, los que requieren un período de reposo antes de utilizarse para la producción de flores; también, por diversas vías de propagación in vitro (Nhut, 1998). En la Argentina, se han importado bulbos provenientes de Holanda y, recientemente, se han desarrollado ensa- yos para la producción de bulbos en distintas regio- nes de nuestro país (Facchinetti & Marinangeli, 2008). De las flores se obtiene aceite esencial utili- zado en perfumería (Usher, 1974). En su área de ori- gen, los bulbos, las hojas y las flores son comesti- bles, y del bulbo se extrae almidón (Facciola, 2001; Kunkel, 1984). En medicina tradicional, bulbos y flores se han empleado como remedio tónico, expec- torante, antitusivo, antiasmático, emenagogo y seda- tivo, en casos de insomnio (Wood, 1997; Yeung, 1985). Las flores contienen flavonoides: quercetina y kaempferol (Francis et al., 2004); los bulbos, sapo- ninas esteroides con posible actividad antitumoral (Mimaki et al., 1994).
Posee un ascostroma peritecial, superficial, subgloboso, obscuro, ostiola- do, provisto de setas simples obscuras, con pared de varias capas de.. células pseudoparenquimáticas.[r]
Tillandsia schreiteri Lillo & A. Cast. fue descripta en 1929, sobre material procedente de la provincia de Tucumán (Castellanos, 1929). Posteriormente, esta especie fue referida como sinónimo de T. sphaerocephala Baker (Smith, 1970, 1977), una entidad de Bolivia descripta por Baker a finales del siglo XIX y de la que actualmente se reconocen dos variedades: T. sphaerocephala var. sphaerocephala, del centro y norte de Bolivia y T. sphaerocephala var. tarijensis Ehlers & L. Hrom., del sur de Bolivia. Desde entonces ambas especies son tratadas como sinónimos en la flora de Argentina (Morrone & Zuloaga, 1996; Schinini et al., 2008; Zuloaga et al., 2013), aún cuando diversos reportes las refieren como entidades diferentes (Ehlers & Hromadnik, 1998; Krömer et al., 1999), sin advertir que el material procedente de Argentina corresponde exclusivamente a T. schreiteri.
Observaciones: esta especie ha sido menciona¬ da como muy común en las provincias de Córdoba, San Juan y Jujuy por Spegazzini (1927), pero esta "afirmación no está sustentada con mat[r]
Además, el mayor contenido de humedad y la mayor densidad aparente de los suelos de la mitad oriental de la región estudiada, permite estimar aproximadamente que su capacidad calórica po[r]