En el caso de la situación de examen este solapamiento es tan fuerte que la lectura de las preguntas se suele efectuar de forma rápida y sin demasiada precisión pues se trata de frases q[r]
El presente capítulo tiene por objeto rastrear las categorías de lenguaje desde la perspectiva de John Austin, la experiencia de la lectura a partir de Jorge Larrosa y Estanislao Zuleta y la competencia comunicativa de una Segunda Lengua según Canale y Swain. El texto se divide en cuatro momentos, en el primero, se reconstruye la perspectiva de lenguaje propuesta por John Austin en su libro Como hacer las cosas con palabras. En el segundo momento, se revisan algunas ideas acerca de lo que significa la lectura en los textos La experiencia de la lectura de Larrosa y Sobre la lectura de Estanislao Zuleta. En el tercer momento, se identifican los elementos de la competencia comunicativa en la adquisición de una segunda lengua propuestas por Canale y Swain. Por último, se retoman dichas conceptualizaciones con el fin de exponer algunos elementos para tener en cuenta en el diseño de las estrategias de comprensión lectora en el aprendizaje de una segunda lengua.
El proceso de la htorpretaelón Una vez que hemos abordado la cuestión del enunciado como unidad comunicativa, en vez de la oración, y del tópico o tema discursivo como vínculo entre los [r]
una combinación de diferentes medidas que puedan proporcionar información útil a psi- cólogos, especialistas de lectura, profesores, etc. (Tests referidos a la norma, Inventarios, Entrevistas y Cuestionarios, Observaciones, Repetición oral, Escritura libre y Pensamien- tos en voz alta). Cain y Oakhill (2006), con- sideran que, mediante la evaluación estanda- rizada, existen muchas maneras diferentes de evaluar la comprensión de un discurso escrito y que cada una de ellas tiene sus ventajas e in- convenientes (procedimiento cloze, reconoci- miento de frases como verdadero/falso, tareas de verificación de frases, elección múltiple y cuestiones abiertas/cerradas). Un enfoque de evaluación alternativo, es el que proponen Griffin et al. (2010), consistente en aplicar una serie de instrumentos estandarizados con el fin de obtener información relacionada con ocho niveles de competencia literada (desde la identificación de palabras hasta los proce- sos inferenciales en textos cada vez más com- plejos), que se supone definen el progreso del alumno en la comprensión de los discursos escritos Los datos obtenidos demandan mo- dificar los planes de enseñanza y andamiar contingentemente el proceso de aprendizaje de los alumnos. Una vez identificado el nivel de competencia literada de los alumnos, los docentes deciden lo que necesitan aprender y cómo pueden aprenderlo mejor a este nivel. Un planteamiento, radicalmente diferente, lo encontramos en el estudio realizado por An- dreassen y Braten (2010), cuyo objetivo era el de analizar la contribución relativa del re- conocimiento de palabras y de la memoria de trabajo en la evaluación de la comprensión lectora, empleando para ello diferentes tests de elección múltiple (sobre la aplicación de estas pruebas en la evaluación de los discur- sos escritos expositivos, puede verse Ozuru et al. 2007). Jang (2009), propone el empleo de la evaluación diagnóstica (CDA) como alternativa a la administración de los tests tradicionales alegando que estos han sido cri- ticados por no proporcionar información re- levante acerca de los puntos fuertes y débiles
las actitudes lingüísticas, pasando por la variación fonológica, sintáctica y pragmática del español, junto con una revisión de la variación y el cambio lingüísticos (capítulos 3 al 7), para finalizar con una cuarta parte sobre lenguas en contacto y bilingüismo (capítulo 8). Todos los capítulos incorporan una serie de preguntas de comprensión y ejercicios de reflexión, muy útiles, por ejemplo, para los estudiantes que empiezan a familiarizarse con la disciplina. De las cuatro unidades temáticas mencionadas, a división más compleja es la que se produce entre los capítulos 2 y 3, ya que el 2 incluye solo aspectos de la metodología, mientras que el 3 introduce cuestiones metodológicas para el abordaje de las actitudes lingüísticas y finaliza con la presentación de casos concretos, fundamentalmente, de Estados Unidos.
Su solapamiento con el WISC-R llega a ser grande en algunas escalas (en algún estudio el CI ha correlacionado entre -.35 y -.66) sin que pueda llamar la atención una correlación tan alta como de -.7 entre E11 y el CI global del WISC-R, sino al contrario, debido a que el propio Golden (1981, 1989) considera que los ítems de esta escala cubren contenidos simila- res a seis subtests del WISC-R (Historietas, Figuras Incompletas, Vocabulario, Comprensión, Aritmética y Semejanzas). En relación con el K-ABC, se obtuvieron valores en torno al 0.70 (Kaufman y Kaufman, 1997). En el caso de niños con dificultades de apren- dizaje, las correlaciones más altas fueron las de E11 (Inteligencia) con las escalas globales de la batería K-ABC Secuencial (-.64), Simultáneo (-.54) y Compuesto (-.64). Las correlaciones entre las escalas de habilidades escolares de ambas pruebas oscilan de -.50 a - .58, alcanzando una correlación mucho más baja o nula con las escalas Secuencial, Simultáneo y Compuesto de la K-ABC (por ejemplo, r=. -.01 entre Escritura y Simultáneo)
En suma, la Teoría de la Relevancia, pues, se basa en una definición de la relevancia en base a dos principios fundamentales: a) un principio cognitivo (que la cognición humana está orientada a la maximización de relevancia), y b) un principio comunicativo (que los enunciados crean expectativas de relevancia óptima). De acuerdo con el modelo de código de una semiótica formal (Halliday 1978; 1985/1996), un emisor codifica su mensaje previsto en una señal, que es decodificado por el receptor mediante una copia idéntica del código. Un principio que se da por sentado, por ejemplo, en las teorías más clásicas de la traducción, a pesar de algunas voces discrepantes (Gutt 1991), que han aducido la pragmática, que no favorece precisamente la ―equivalencia‖, como fundamental en el análisis traductológico. Pero de acuerdo con el modelo inferencial, un emisor proporciona pruebas evidentes de su intención de transmitir un cierto sentido, lo que infiere el receptor sobre la base de las pruebas presentadas. Un enunciado es, entonces, una pieza lingüísticamente codificada de pruebas en el contexto de la comunicación, de manera que la comprensión verbal implica un elemento descodificador, pero otro no menos esencial que es la facultad inferencial de la mente humana. Como bien sugiere el filósofo del lenguaje L. R. Horn (1996: 316), ―Relevance Theory has proved a a powerful construct for rethinking the role of pragmatic inference in utterance interpretation and its relation to other aspects of cognitive science‖.
cómo integrar la información lingüística en el conjunto de informaciones accesibles para los interlocutores –el contexto‐, con el fin de optimizar el uso de los recursos cognitivos en el procesamiento y en la comprensión. La idea es más o menos la siguiente. Para transmitir de la forma más eficaz la información que se desea comunicar, es preciso construir una representación del destinatario del mensaje. Cada vez que nos comunicamos con otra persona establecemos una serie de hipótesis sobre qué supuestos le resultan ya conocidos, cuáles le resultarán nuevos, qué es lo que sabe de nosotros y cómo espera que actuemos, o qué clase de relación interpersonal mantenemos. Las hipótesis que elaboramos sobre los conocimientos, creencias y expectativas de nuestro interlocutor son los factores contextuales que determinan el “diseño” o el formato de los enunciados. La consecuencia más importante de esto es que no tratamos de la misma forma la información que consideramos conocida para el interlocutor, o fácilmente accesible, y la que suponemos nueva o desconocida, así como tampoco podemos presentar de la misma forma la información sobre la que nos interesa llamar la atención y aquella que queremos dejar en segundo plano. Estas distinciones se reflejan en la gramática, bien por medio de la entonación, bien por medio de la sintaxis –en español, con el orden de palabras‐, o a veces de la morfología. La EI expresa, por tanto, qué parte del contenido constituye la información nueva que el mensaje aporta, cuál se considera información presentada o supuesta, qué informaciones se contrastan con otras, etc.
De entre las aportaciones teóricas de la pragmática, se trata de tomar aquellos aspectos que tengan incidencia en la enseñanza/aprendizaje de la comprensión y expresión oral y que permit[r]
Resulta evidente que la pragmática no es un nivel más de la descripción lingüística, comparable a la sintaxis o a la semántica, ni una disciplina global que abarca todos los niveles y los supera, sino, como ha puesto de manifiesto Escandell (1993: 16), una perspectiva diferente desde la que se pueden contemplar los fenómenos, una perspectiva que parte de los datos ofrecidos por la gramática y toma luego en consideración los elementos extralingüísticos que condicionan el uso efectivo del lenguaje. La pragmática no pretende, en consecuencia, invadir el terreno de la investigación gramatical, sino completarlo, es decir, que resulta compatible con una descripción formal del sistema lingüístico.
Ahora bien, las consideraciones culturales en la teoría y práctica de la traducción ya son antiguas: J.C.Santoyo (1996:38) nos ofrece la cita de G.Mounin (1976:50), según el cual el traductor no debe contentarse sólo con un ser un buen lingüista, sino que debe ser también un etnógrafo excelente. Y, sin ir más lejos, uno de los pioneros en el estudio de la interferencia pragmática desde la perspectiva lingüística, M.Clyne, tenía muy presentes las consideraciones culturales: en efecto, este autor insiste en el hecho de que, incluso lenguas de culturas próximas (en sus trabajos, inglés australiano y alemán, pertenecientes ambas al mundo cultural occidental y anglogermánico) presentan claras divergencias en el comportamiento discursivo. En la actualidad, cuando la internacionalización de la cultura es mucho más acusada que hace veinte años, los trabajos sobre interferencia discursiva y cultural siguien insistiendo en las profundas diferencias de hábitos comunicativos que separan a las propias naciones occidentales, como señalan Inigo y Westall (1998:93) para la situación de contacto que nos ocupa, el contacto entre inglés norteamericano y español peninsular.
4.2 Determinación de la capacidad antioxidante 4.2.1 Extracción de compuestos fenólicos Métodos de extracción y determinación de fenoles totales Sobre las extracciones realizadas en el c[r]
Resumen En este artículo exponemos los objetivos generales y específicos, los contenidos y la metodología de enseñanzas y evaluación de una asignatura de libre configuración ofertada por[r]
El tiempo disponible para el desarrollo de los distintos elementos del programa es un problema relevante para los educadores, que otorgaron una importancia decisiva a este factor, por en[r]
Teniendo en cuenta que cada curso de las asignaturas consideradas tienen más de 150 matriculados, nos encontramos con un grave problema para el diseño de los proyectos de automatización,[r]
QUÍMICA La química de las resinas fenólicas incluye una variedad de factores clave, que son críticos en el diseño de la resina que se desea conseguir: Relación molar fenol / formaldehi[r]
En esta situación, según estas investigadoras, puede ocurrir que la persona sea capaz de aumentar la capacidad de su memoria inmediata mediante un fenómeno conocido como “agrupamiento”, [r]
Introducción: en el corazón de las palabras “Son las ocho” o la Historia de una frase. Así comienza esta frase sencilla, de tres palabras, fácil de entender. Claramente se indica un punto horario, quizá de la mañana o quizá de la tarde, eso no lo sabemos. Pero estamos seguros de que en el momento en que alguien la dice, si miramos nuestro reloj, las agujas del mismo marcarán inevitablemente esa hora...a no ser que esa persona nos esté mintiendo. Sin embargo, la historia de esta frase no termina aquí, nos ha salido viajera y por eso vamos a recorrer con ella algunos escenarios que nos situarán, sin remedio, en la primera página de la llamada perspectiva pragmática.
Área: RIESGOS GENERALES CAMPOS EÓLICOS Descripción: Este apartado se refiere a los riesgos a los que están expuestos los trabajadores que acceden al PARQUE EÓLICO, teniendo esta consider[r]
En este contexto es interesante una investigación acerca del uso de las inferencias elaborativas en la comprensión de textos y su relación con la capacidad de la memoria operativa, llevada a cabo por Whitney, Ritchie y Clark (Whitney, Ritchie y Clark, 1991). Estos autores expresan que, a pesar de que es muy útil desde el punto de vista de la comprensión hacer uso de las inferencias elaborativas, hay unos límites con respecto a la utilidad de las elaboraciones. Si se hacen muchas y demasiado prontos, el lector tiene que estar corrigiendo constantemente conforme avanza en la lectura del texto. Pues bien, dichos autores encontraron que los sujetos de alta y baja capacidad de memoria operativa diferían entre sí en la cantidad y momento en que realizaban las elaboraciones específicas. Los de baja capacidad hacían el doble de elaboraciones específicas que los de alta. Pero lo más interesante es el patrón de resultados encontrado, en el sentido de que los sujetos de alta capacidad mantenían al principio unas pocas interpretaciones temáticas abiertas, que utilizaban como contraste y referencia conforme el texto se iba leyendo. Por el contrario, los sujetos de baja capacidad iban haciendo elaboraciones específicas ante cada suceso que acontecía en el texto de forma aislada. Además, encontraron que los de alta capacidad hacían la mayor parte de las elaboraciones en el último tercio del texto, mientras que los de baja capacidad no seguían este patrón. Esto es una muestra más de cómo los procesos de comprensión, y el uso de inferencias elaborativas, guardan una gran relación con la amplitud de la memoria operativa y con los niveles de activación de la misma.