1.- Define qué es la Informática. 4.- Para qué sirve la Memoria. 5.- ¿Qué dispositivos se conectan en los siguientes puertos de un ordenador? Pon sólo uno. 9.- Explica qué es y pa[r]
1. Dividir el trabajo en pequeñas fases o tareas. 2. Estimar el tiempo que necesita cada una. 3. Decidir el orden en el que se van a realizar. 4. Repartir las tareas a cada miembro del grupo. DIFERENCIA ENTRE HOJA DE PROCESOS Y HOJA DE OPERACIONES
Unidad Docente 1 - INNOVACIÓN INTEGRADA EN LA GESTIÓN Y EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS. Innovación y anticipación de problemas Innovación y soluciones sin precedentes[r]
vados de vida comunitaria. Las dos estrategias para lograr la homogeneidad del Estado fueron la segregación o la asimilación, la primera fue la estrategia más recurrente utilizada contra las naciones originarias, la asimilación fue el filtro impuesto a los inmigrantes para ser acogidos. En las últimas décadas, sin embargo, el “giro multicultural” que han dado varios países intentando responder las presiones de los inmigrantes y de los pueblos nativos presentan el desafío de construir nuevas democracias multiculturales. Entre los varios casos interesantes podemos mencionar a Canadá y su definición como país multicultural; a Estados Unidos y la revolución por los derechos civiles de los negros continuada con políticas afirmativas; a Bolivia y la llamada “indigenización del Estado” por el acceso al poder político de un indígena como Evo Morales; y la recurrente discusión en Francia para mejorar la integración de los seis millones de musul- manes. Una buena síntesis de los desafíos que nos plantean estos cuatro grupos de problemas de las sociedades multiculturales emergentes puede ser la siguiente: “puesto que la mayoría de las sociedades se caracterizan por la diversidad cultural (en diversos grados) éstas deben o bien encontrar el modo de hacerse con ella y utilizarla en su propio beneficio, o bien suprimirla y marginarla homogeneizándose de alguna manera. Esto último es imposible porque implica un grado de represión interna inaceptable, limita los contactos con el mundo exterior, obliga a la asimilación forzosa de las minorías culturales, a restringir los viajes al extranjero, etc. Y todo esto incluso cuando no existe ninguna posibilidad de éxito como demuestran los ejemplos de Irán, Arabia Saudita y muchos otros países en vías de desarrollo. “Hoy en día la única opción abierta a cualquier sociedad es la de gestionar y construir el potencial creativo de la diversidad” (Parekh p. 258). El diagnóstico anterior es correcto, pero tal tal vez el proceso más profundo que impulsa la construcción de democracias multiculturales es el cambio en la conciencia de los grupos etnoculturales que no fueron históricamente considerados parte de los Estados nacionales, que ahora están convencidos de sus derechos y demandan reconocimiento a sus identidades culturales, que va de la mano con la redistribución económica y la representación política, según sea el contexto particular de cada grupo y cada país.
François Béguin partiu de um ponto aproximado ao que eu buscava discernir: como se forma o pensamento e a ação intervencionista nas cidades, para além do modelo clássico, arti- culando revolução industrial e revolta social? Eu, em busca de algo que aparentemente só se for- maria no início do século XX, enveredei pelos meandros da economia política que, desde pelo menos A riqueza das nações de Adam Smith (1776), oferecia um campo conceitual para os estu- dos sobre o trabalho, orientando a representação filantrópica e estética da pobreza (Bresciani, 1992a). Béguin (1979), na intenção de encontrar projetos arquitetônicos — “grandes visões arquitetônicas da habitação” —, esbarraria em pesquisas que diziam respeito à doença e à delin- qüência, à água, ao ar, à luz e aos esgotos, às formas físicas através das quais os fluidos e as prá- ticas poderiam ser canalizados e regulados, mas também sobre o custo desses empreendimentos. Encontrou, assim, uma gigantesca empreitada que visava a reduzir o ambiente a dados técnicos, cuja incidência sobre o comportamento e a doença fosse estabelecida estatisticamente, calculada em seus efeitos, relacionada aos progressos tecnológicos e redistribuição dos poderes. Com esse procedimento, Béguin chegou à economia política, localizando nesse saber o princípio orien- tador do modo pelo qual se equacionaram os problemas das cidades na primeira metade do século XIX.
O desenvolvimento histórico das 14 comunidades que compõem a região hoje designada como Complexo de Manguinhos está intrinsecamente ligado às políticas de habi- tação conduzidas pelo E[r]
organización que impulsa los reclamos de estos sectores, vinculados, generalmente, con los problemas de estos espacios (Machado da Silva 2002). La favela como iden- tidad supone una construcción conceptual utilizada para conferir un sentido deter- minado sobre las situaciones y características de estos territorios, al mismo tiempo que enmarca las experiencias de sus habitantes, contribuyendo con la construcción de ciertos sentidos compartidos por los residentes de estos espacios. Cabe resaltar que este constructo se ha forjado históricamente sobre la base de los escalafones más bajos de las diversas jerarquías sociales –concretamente, las étnico-raciales, socioeco- nómicas, éticas y territoriales–. La aceptación de estas jerarquías y principalmente de la desigualdad como principio normativo, es la base de la integración subordinada (Machado da Silva 2002) de estos sectores sociales. Esto marca, decididamente, los sentidos que definen lo disputable para los habitantes de estos territorios y las estra- tegias para llevar adelante estas luchas.
La inserción en el mercado de trabajo es sin duda el punto crucial y hacer horas ex- tras, vender vacaciones, cambiar de empleo, son opciones realizadas en la mayoría de las veces dentro de márgenes extremadamente limitados, pero también carga- das de valorizaciones que no son apenas de cuño monetario. Por otro lado, el ciclo de la vida y la composición sexual de la unidad familiar constituyen factores bioló- gicos centrales en la configuración de las condiciones de vida. Pero ellos también están cargados de valores, de los cuales el más dramático tal vez sea la determina- ción social de la condición de vejez para aquellos que aún poseen el pleno vigor de su energía física y mental. O el aislamiento, la marginalización y desprestigio de la existencia senil, la mayor parte de las veces en dependencia monetaria de hijos o parientes. O, aún, la subremuneración del trabajo infantil, juvenil y de la mujer.
Así, surgió el Programa Federal de Emergencia Habitacional (PFEH), conocido popular- mente como Techo y trabajo . Este programa se caracterizó por la intervención de distin- tas instancias gubernamentales: Ministerio de PlaniÞ cación Federal e Inversión Pública, a través del aporte de recursos monetarios; Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) del Ministerio de Desarrollo Social, para asesorar técnicamente a las coo- perativas; Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, porque parte de quienes participan pertenecen al Programa Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (JyJHD). En relación con esto último, uno de los requisitos centrales para la conformación de cooperativas era que un porcentaje de sus integrantes fueran receptores de planes o programas sociales. El programa se desarrolla bajo dos supuestos. El primero reÞ ere a la superación de las modalidades asistencialistas de las políticas sociales, a través de herramientas para que los sujetos asistidos adquieran capacidades de trabajo. El segundo reÞ ere a que la unidad organizativa de trabajo (cooperativa) se constituiría en una herramienta que les permitiría a los trabajadores desocupados agruparse, potenciar sus capacidades y fortalecerse para insertarse en el mercado para competir.
Após a aprovação da Lei 11.124/2005, que criou o Sistema Nacional de Habitação de Interesse Social (SNHIS), com 13 anos de tramitação no Congresso Nacional, as propostas dos movimentos sociais se voltaram para a sua estruturação. O projeto de lei que criou o SNHIS foi o primeiro projeto de iniciativa popular apresentado no país, em novembro de 1991, com cerca de 1 milhão de assinaturas coletadas por movimentos sociais. Havia um entendimento, por parte dessas entidades, que o Fundo Nacional de Habitação de Interesse Social (FNHIS) centralizaria os recursos e os programas de urbanização de assentamentos precários e produção habitacional de baixa renda. No entanto, o lançamento do PAC Urbanização, fora do FNHIS, frustrou essas expectativas, gerando inúmeras críticas ao programa por parte dos movimentos sociais. Ao mesmo tempo, uma análise jurídica da lei sancionada definiu que os recursos do FNHIS só poderiam ser destinados a entes públicos, excluindo as cooperativas e associações. Isso deu início a uma longa pressão por parte dos movimentos que só foi resolvida com a Medida Provisória 387/2007, convertida na Lei 11.578/2007, que admitiu o repasse de recursos diretamente às entidades. A partir daí foi criado o Programa Produção Social da Moradia, que teve sua primeira seleção concluída em março de 2009, já na vigência do Programa Minha Casa Minha Vida Entidades. Essa questão tomou grande parte da agenda dos movimentos sociais, de 2006 a 2008.
de Rehabilitación de Conjuntos Urbanos y del Programa de Asistencia Integral a Consor- cios. tras años de ausencia y mantenimiento mínimo, el retorno del IVC fue producto de la declaración de emergencia ambiental y edilicia del complejo por parte de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, en el año 2001. Con la promulgación de esta ley se ordenó la conformación de una Comisión técnica —integrada por vecinos electos, funcionarios del IVC y legisladores porteños— encargada de llevar adelante una propuesta para enfrentar sus principales problemas: corrección de las fallas estructurales de construcción, mejoras en la infraestructura, aceleración del proceso de escrituración de las viviendas, organización y constitución de los consorcios de administración. Esta coyuntura ha iniciado interesantes instancias de negociación entre residentes y funcionarios del IVC, organismo que retiene la titularidad de dominio de una buena parte de las unidades del complejo —aproximada- mente un 40% de departamentos no-escriturados permanecen como propiedad del Estado, una situación que repercute de diversos modos en la gestión y mantenimiento del Conjunto Soldati—.
Democratizaci´ on y descentralizaci´ on son quiz´ a condiciones necesarias, pero no suficientes para la produc- tividad y calidad acad´ emica. Este es un debate en el filo de la navaja, aqu´ı no desarrollado. Tambi´ en, obviamente, democracia y descentralizaci´ on son respuestas nacidas dentro del horizonte de las institucio- nes pol´ıtico-estatales. Aunque, por ello, no pueden ser entendidas y practicadas en la universidad con el mismo sentido de la asociaci´ on pol´ıtico-estatal, son empero, respectivamente, una forma de r´ egimen y una forma de organizaci´ on que no pueden ser, sin m´ as, descalificadas como realidades impertinentes y extra˜ nas a la “comunidad” de la universidad. No s´ olo pueden ser correctamente deducidas de los valores supremos de racionalidad y libertad de la universidad, sino que pueden ser aprobadas como formas productivas de realizaci´ on de los fines y objetivos universitarios. Para que esta intuici´ on plausible, sustentable, no quede en el aire (en la interminable contienda ideol´ ogica), se requiere formular proyectos precisos de democracia y descentralizaci´ on y argumentar tanto su congruencia con los valores fundadores como su eficacia ope- rativa para los fines colectivos de la universidad. Hay que argumentar que poseen la capacidad de regular los conflictos y de resolver los problemas. Antes de la cuesti´ on acerca de si son condiciones necesarias y/o suficientes de la productividad y calidad acad´ emica, est´ a el planteamiento acerca de s´ı y c´ omo la democracia y la descentralizaci´ on contribuyen a la legitimidad y gobernabilidad (administrabilidad) de la autoridad universitaria.
En esta nueva geografía, numerosas áreas urbanas en crecimiento, ubicadas en distintas partes del espacio mundial de acumulación, fueron escogidas por un elevado número de EMN organiza[r]
-poder simbólico es “el poder de constituir lo dado por la enuncia- ción, de hacer ver y hacer creer, de confi rmar o de transformar la visión del mundo, por lo tanto el mundo” (Bourdieu, 1991: 170). Ilu- mina la marginalidad como liminalidad social (traduciéndola alterna- tivamente como invisibilidad cívica o hipervisibilidad), la penalidad como abyección del estado, y la racialización como violencia funda- mentada cognitivamente. Más ampliamente, expone cómo las polí- ticas púbicas contribuyen a producir una realidad urbana mediante sus actividades de clasifi cación y categorización ofi cial (un ejemplo en Francia es la invención de la noción de “vecindario sensible” y a los infames efectos que ha inducido, no solo sobre el comportamiento de los burócratas del estado, los medios y las empresas, sino también entre residentes de las áreas así denigradas y entre sus vecinos); -campo burocrático refi ere a la concentración de la fuerza física, capital económico, capital cultural, y capital simbólico (implicando, en particular, la monopolización del poder judicial) que “constituye al estado como detentor de una suerte de meta-capital” que le per- mite impactar en la arquitectura y funcionamiento de los diferentes “campos” que forman una sociedad diferenciada (Bourdieu, 1993: 52). Designa la red de agencias administrativas que colaboran en imponer identidades ofi ciales y compiten para regular actividades sociales y representar la autoridad pública. El campo burocrático centra su atención en la distribución (o no) de los bienes públicos y nos permite vincular la política social y la política penal, para de- tectar sus relaciones de sustitución funcional o de colonización, y así reconstruir su evolución convergente como el producto de luchas sobre y al interior del estado, contraponiendo su polo protector (fe- menino) y su polo disciplinario (masculino), sobre la defi nición y tratamiento de los “problemas sociales” de los que los vecindarios relegados son tanto el crisol como el punto de fi jación;
A solicitud del gobierno de M´ exico, la Organizaci´ on para la Cooperaci´ on y el Desarrollo Econ´ omico (OCDE) ha elaborado una Rese˜ na (o Examen) de la educaci´ on superior (ES) y educaci´ on media superior (EMS) de M´ exico. Aunque hasta junio de este a˜ no se publicar´ a la versi´ on definitiva, junto con el documento que proporcion´ o la Secretar´ıa de Educaci´ on P´ ublica (SEP) a los examinadores, la versi´ on preliminar fue presentada por los autores y discutida ante funcionarios y algunos rectores el pasado 26 de marzo y circula ya entre los interesados. La intenci´ on fundamental de la Rese˜ na es servir de estimulo a la discusi´ on de los problemas de estos niveles educativos, aprovechando la experiencia de la OCDE en ejercicios de esta naturaleza y las ventajas para el pa´ıs de contar con una apreciaci´ on externa. En el esp´ıritu de contribuir a esa discusi´ on se exponen aqu´ı algunos comentarios.
Los autores de este art´ıculo proponen una tipolog´ıa del pensamiento organizado en una l´ınea de evoluci´ on, en la que se estructuran los niveles de integraci´ on u organizaci´ on (estadios) de las perspectivas para percibir la realidad. El conocimiento de los estadios y de sus caracter´ısticas, obliga al resolutor a tomar toda ma- nifestaci´ on del problema como un mero enunciado, al cual debe aplicar las normas que regulan el proceso de soluci´ on de problemas, para convertirlo en juicio. Cada juicio constituye un compromiso de consistencia l´ ogica que conduce al resolutor a asumir la responsabilidad inherente. Una consecuencia inmediata de ello, es un cambio de actitud al atender los problemas.
Muchas veces, se va un poco más allá (muy frecuentemente, cuando hay que escribir). Hacer un boceto para el afiche de la galería requiere explicitar reflexiones acerca de la distribución del texto y la imagen, de los recursos a emplear para llamar la atención de los asistentes, de la necesidad de ser breves pero “impactantes”. Cuando se relee la renarración de la historia producida a través del docente, al día siguiente, se advierten reiteraciones y ambigüedades que llevan a explicitar y acordar cuándo y por qué evitarlas o sostenerlas, cómo resolverlas. De manera que estos momentos de reflexión ya no son tan implícitos. Aquí se reflexiona y se explicita el problema y los criterios para resolverlo. Progresivamente, se va dando a estas reflexiones un status de saber más valioso: se deja anotado, se sacan conclusiones, se revisan, se completan, se modifican. De igual modo, se progresa desde las formas más coloquiales de denominar a los fenómenos sobre los que se ha reparando hacia denominaciones convencionales: las “palabras para hablar” pasan a ser “verbos de decir” o “declarativos”, las “marquitas” o “rayitas” pasan rápidamente a ser “comas” y “guiones de diálogo”. Más temprano que tarde, llegan las denominaciones convencionales para explicar los problemas que se van comprendiendo (pero no antes de que se hayan planteado y se haya intentado resolverlos varias veces).
Primeramente un equipo de trabajo comisionado por la Asociaci´ on Nacional de Universidades e Institutos de Ense˜ nanza Superior (ANUIES), realiz´ o un an´ alisis de los estudios existentes sobre los objetivos de la educaci´ on superior (R.B. 1), obteni´ endose como resultado la s´ıntesis contenida en el “Cuestionario sobre los Objetivos de la Educaci´ on Superior” agrupados por ´ areas, que se adjunta en el Ap´ endice I.
dicho gráfico se corrobora que los cambios en la probabilidad de acceso a la educación superior controlados por la ocupación del jefe de hogar presentan tendencias similares a las observadas en el Gráfico 3, pero, en general, se obtienen valores más altos (ver Gráfico 4). En el caso de los perfiles 2, 3 y 4, se aprecia una incidencia positiva de la condición de jefe de hogar trabaja- dor no manual en la probabilidad de acceso a la educación terciaria. En cambio, la consideración de trabajadores manuales en el perfil 1 no muestra resultados distintos para el periodo 1990-2003, por cuanto puede asumirse que una proporción importante de los jefes de hogar en este perfil son trabajadores manuales.
La ca- lidad varía en función de la posición que guardan cada uno de los actores (universidades, estudiantes, empleadores, Estado). Si bien existen puntos de convergencia entre los div[r]