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Definición y funciones del Agente de Desarrollo Local

Universidad de Huelva

4. EL AGENTE DE DESARROLLO LOCAL

4.1. Definición y funciones del Agente de Desarrollo Local

Generalmente, en todos los territorios se ha trabajado y hablado sobre desarrollo económico; lo que no ha sido común es contar con una persona o personas que contribuyesen a acortar el tiempo y la maduración de los procesos de desarrollo del municipio. Esta circunstancia se dabe precisamente por lo reducido de los presupuestos de la gran mayoría de los municipios (estas medidas estaban fuera de los límites presupuestarios), las reducidas competencias que tenían delegadas por parte del Gobierno Central y un aspecto con el que hay que contar, aunque no sea demasiado ortodoxo, esto no estaba dentro de las prioridades de los municipios, no era necesario ni “estaba de moda” en esos momentos.

La dinámica económica local que fue surgiendo de los diversos fondos estructurales (F.S.E., F.E.D.E.R. e Iniciativas Comunitarias), la cada vez mayor descentralización administrativa y las necesidades

transformadoras del sistema productivo originan la posibilidad de subvencionar la contratación de agentes de desarrollo local, promotores de empleo o expertos de naturaleza análoga que tengan como función las de promover, desarrollar y asesorar iniciativas locales de empleo.

Por tanto, se hace necesario delimitar la figura del Agente de Desarrollo Local (ADL) mediante una serie de precisiones que nos puede ayudar a entender mejor esta figura. El ADL ha nacido de la necesidad de fomentar el desarrollo de zonas desfavorecidas, bien por su historia o bien por la falta de capacidad empresarial que provoca el estancamiento económico actual. Pero hemos de resaltar en esa línea que es justo en estas zonas donde más cuesta incorporar al proceso productivo al agente que agilice y dinamice, puesto que “el desarrollo llama al desarrollo” y es en las zonas más dinámicas donde se utilizan todo tipo de variables para conseguir más dinamismo.

El Agente de Desarrollo Local ha de ser un interlocutor válido entre las instituciones administrativas y la iniciativa privada, para eso ha de conocer la realidad del municipio a través de estadísticas pero también de forma directa puesto que en muchas ocasiones esta puede ser mucho más compleja que lo que se recoge en los papeles. El ADL tiene que sentir los proyectos de desarrollo como suyos (tendrá que elaborar y ejecutar junto con el empresario, todos los pasos en la creación y puesta en marcha de la iniciativa) pero a la vez, tiene que estar fuera para poder ver los asuntos con objetividad y precisión. Ha de darse cuenta que si se equivoca lleva tras de sí repercusiones que pueden ser muy grandes para el cliente emprendedor.

El ADL, ha de buscar el soporte técnico (entidades a las que acudir) y el soporte financiero (líneas de créditos y subvenciones) con la que debe contar el empresariado para poder llevar a cabo sus proyectos. Y mediante el análisis de la zona ha de ir creando una red de datos y de contactos que sirvan para ir extrayendo las potencialidades y la formación e información necesarias que proporcionen un mejor asesoramiento y gestión de la promoción económica y social del municipio. Como vemos en el cuadro anterior los ADL han de ser los promotores directos de la creación del plan

de desarrollo de cualquier zona que busque una reestructuración flexible de su productividad y sociedad. El ADL necesita tener clara su misión y sus funciones para que no sienta inseguridad en su trabajo; y en la misma línea tener un cierto margen de maniobra para confeccionar proyectos de ejecución a medio y largo plazo, aunque hay que tener en cuenta la consecución de resultados a corto plazo para tener satisfechos a los políticos, que son los que secundan la importancia del proceso de desarrollo.

Las empresas locales carecen de información estratégica para realizar su gestión diaria y los ADL tendrán que actuar mediante esos canales de información que haga más fácil el entorno empresarial. Tendrá que estudiar, investigar, analizar, plantear y consensuar un plan global e integral de desarrollo del municipio, que recoja las preocupaciones y necesidades de la población en su conjunto y, a la vez, que tenga en cuenta que los recursos son limitados y está en sus manos la utilización óptima de los mismos. En resumen, el Agente de Desarrollo Local tendríamos que analizarlo mucho más profundamente desde su particular problemática, situarlo en la categoría de “actor sobre el terreno”, con la finalidad principal de reconstruir el tejido económico-social del territorio, pero sin olvidar su propia importancia como instrumento prioritario en la promoción y el desarrollo empresarial y social. Desde esta perspectiva se puede definir como:

un profesional de cualquier sexo, receptivo y disponible para la promoción de las Iniciativas Locales de Empleo (ILEs) en cualquiera de sus formas y fases de creación y desarrollo;

un agente catalizador de ILEs y, en definitiva, de todo proyecto nuevo de desarrollo empresarial, capaz de organizar un proceso de desarrollo local;

un promotor, especializado, de iniciativas de desarrollo local, que sigue de cerca y de forma pragmática los proyectos en los que se involucra;

debe ser un titulado superior, con aptitudes y actitudes especiales, que se dedica a tiempo completo a un programa de desarrollo local en una organización intermedia, lanzando y coordinando proyectos;

un investigador y conocedor de la problemática de la localidad en la que actúa, que promueve y recibe iniciativas económicas

Como podemos observar, estos autores realizan una descripción bastante completa de lo que debe ser un ADL con la que estamos de acuerdo, aunque nosotros tendríamos que hacer una serie de matizaciones en alguno de los aspectos. Nos parece discriminatorio la limitación realizada por los anteriores profesores para aquellos profesionales que sin ser titulados superiores, en los propios contenidos de sus diplomaturas podemos encontrar una base lo suficientemente amplia, que lo pueda identificar como “posible ADL”, incluso con mejor preparación que otros muchos que de hecho están trabajando sobre el terreno y sólo cuentan con la experiencia que le ha podido ofertar el día a día.

Si es difícil definir la figura del ADL, más complicado es aún plasmar en una serie de líneas las funciones que debe llevar a cabo este agente. Sobre todo teniendo en cuenta que en cada municipio y en cada zona el ADL desempeña un papel diferente y, por tanto, unas funciones distintas.

Nosotros recogemos como función principal, de la que parten todas las demás, el asesoramiento que realiza a los distintos actores del desarrollo. El ADL tiene que garantizar el flujo informativo hacia la administración local, que toma las decisiones y hacia la iniciativa privada, que en último término es quien lleva a la práctica y recibe los resultados de esas acciones. Es importante que el agente esté al día e informe de las ayudas tanto comunitarias, como nacionales o regionales, ayude a la elaboración de las solicitudes de subvenciones, analice junto con los actores del terreno las potencialidades y desventajas que tiene el municipio, etc.

Pero de igual forma, es importante la labor que debe realizar el agente en la formación y capacitación de los recursos humanos de la zona en cuestión, para llevar a cabo políticas de desarrollo local. Cada proyecto de desarrollo va a definir por si mismo un sistema de formación por etapas ajustado a los ejes estratégicos de la zona, que consiga reforzar la movilidad de los recursos e incrementar la unión entre la población afectada y las acciones a realizar; por tanto, esta perspectiva nos lleva a resaltar la inoperancia de trasladar e implantar planes formativos desde instancias superiores que no conocen la oferta local del municipio.

Refiriéndonos a este mismo aspecto, el agente tiene que apoyar la participación de los empresarios en los proyectos, tiene que generar iniciativas y conformarse en tutor de las mismas, y así conseguir incrementar la calidad y el número de ellas que a la postre crearan un entorno empresarial y social favorable para que sirvan de abono a otras iniciativas. Es esencial que el agente acompañe a la iniciativa como suya, pero siempre de una forma objetiva, que sólo se consigue con espíritu crítico e intentando definir la problemática “desde fuera”. Como podemos observar, esta dicotomía es difícil de llevar a cabo pero es labor y responsabilidad del agente acercarse lo más pronto a ella para conseguir resultados óptimos a corto plazo.

Es importante redundar en la función de integración y coordinación entre todos los agentes que trabajen sobre el terreno y cuyo último objetivo sea el desarrollo de alguno de los aspectos sociales, culturales o económicos del mismo. Esta coordinación es importante no solamente a escala interna, sino que también tendríamos que valorar la coordinación con las diversas políticas a nivel regional, nacional e internacional puesto que es importante no desperdiciar los recursos limitados y escasos que podrían abogar por desarrollo más amplio.

Junto a estas funciones podemos recoger también las energías que debe gastar el agente en los procesos de negociación. Ya hemos comentado con anterioridad la importancia del consenso y la participación de la población; esta situación se consigue tras largas reuniones, donde el agente tiene que convencer a los agentes locales de la importancia de un proyecto de desarrollo y tiene que involucrarlos en los aspectos que les importa como si fuese idea suya. Esta fase de consenso y de negociación es difícil, sobre todo teniendo en cuenta que existen intereses contrapuestos entre los distintos actores y es labor del agente el limar y suavizar las asperezas y llegar a un acercamiento entre ellos.

Como puede observarse cuando nos referimos al ADL, no estamos hablando de una profesión, ni siquiera podemos llegar a definir concretamente todas las características, funciones e incluso el perfil que debe tener el ADL; lo que sí pretendemos es el reconocimiento de la importancia del agente dentro del proceso de desarrollo y,

lo más importante, intentar analizar cuál es la formación que debe conseguir el ADL y a través de qué instrumentos se pueden llegar al máximo perfeccionamiento.