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La discapacidad como colectivo

In document INSTITUT DE DRETS HUMANS DE CATALUNYA ISSN (página 102-105)

El concepto de discapacidad posee una connotación muy amplia, se refiere a un conjunto de limitaciones que en el fondo son un reflejo comparativo con un Standard de normalidad. Este hecho es muy importante para comprender que solamente podemos considerar una discapacidad como tal si existe una limitación funcional o de otro tipo con respecto a las capacidades que se suponen normales a la población general.

En Kosovo aparece un hecho desgraciadamente muy común en muchas áreas del planeta, especialmente pobres; la discriminación, la estigmatización y la ocultación de la discapacidad. En general encontramos un importante colectivo de personas afectadas de diferentes patologías que crean secuelas y limitaciones funcionales que viven totalmente recluidas y separadas de la sociedad. Según la gravedad y la etiología de la patología (Su origen y desarrollo) el nivel de exclusión será mayor o menor. No es raro encontrar casos de niños con parálisis cerebral o deficiencias psíquicas totalmente inmovilizados y recluidos en pequeños habitáculos donde la comunidad no los puede ver. También es frecuente encontrar personas que ni siquiera están contempladas en ningún censo, simplemente por que se niega su existencia. El sinfín de ejemplos podría ser interminable, pero lo que si podemos afirmar es que en Kosovo se da con cierta normalidad el hecho de la desatención al discapacitado. En este sentido hay un hecho paradójico, y es que la incidencia de patologías causadas directa o indirectamente por la

guerra es elevada, con lo que la población está muy acostumbrada a ver, por ejemplo a un amputado o un lesionado medular, pero no tanto a ver un afectado de Esclerosis múltiple o de Parálisis cerebral espástica.

Desde la óptica de los derechos humanos, podemos decir que el colectivo de discapacitados, está siempre en el border line de sufrir exclusión en la garantía de gozar plenamente de los derechos mínimos, y visto desde esta óptica es muy comprensible. De hecho, el entorno en Kosovo se presta a ello, pues a la reclusión social que impone el modelo tradicional, que persiste en ciertas áreas rurales, debemos sumar la falta de tratamiento y de posibilidades del mismo por el hecho de vivir en una zona u otra. Las actuaciones en este sentido no han arrojado demasiada luz sobre un problema que es bastante común en países en vías de desarrollo, pero que, en el caso de Kosovo es especialmente curioso, debido a que la base cultural procede de una sociedad en que la discapacidad estaba reconocida y tratada, y además en un entorno europeo en el que hay medios para ello.

En el campo específico de la atención sanitaria de personas afectadas de patología discapacitante, ya estén o no en la fase de la discapacidad, es una línea de trabajo muy poco tratada desde la óptica de la cooperación, y sin embargo forma parte de lo que podríamos llamar la cooperación al desarrollo, pues es un tipo de tratamiento que en muchas ocasiones exige seguimientos del paciente a medio plazo. En este sentido las acciones que se ejecutan sobre el terreno acostumbran a incidir especialmente en el tratamiento de urgencia, es decir, la recepción del paciente y su diagnóstico o estabilización inicial, pero el trabajo sólo acaba de

empezar en estos pacientes, que en demasiadas ocasiones son devueltos a sus domicilios como un éxito de la actuación.

No vamos a repasar los innumerables problemas y complicaciones que puede derivarse de una mala praxis en el abordaje y seguimiento de un paciente, pero s podemos poner n ejemplo que entendemos muy gráfico; imaginemos un paciente que acaba de recibir un impacto por la explosión de una mina antipersona. El objetivo inicial es, obviamente, estabilizar sus constantes vitales y reparar quirúrgicamente la zona dañada, mediante un muñón bien suturado o mediante actuaciones de cerrado. Pero después de ello, empieza toda la fase de tratamiento conservador, en la que el paciente va a necesitar la ayuda de rehabilitación, no solamente para volver a caminar si no para prevenir multitud de complicaciones posibles, y además el correspondiente seguimiento con las curas, etc. Este segundo proceso es al que nos referimos. Nuestras observaciones en Kosovo nos dicen que los pacientes están privados de esta sanidad, que por otro lado debe formar parte del paquete de responsabilidades del gobierno, por ser un eje fundamental de la salud y por afectar a porcentajes de población muy importantes. De la rehabilitación, la ortopedia, la traumatología y la cirugía ortopédica, por no hablar de la fisioterapia, la terapia ocupacional, la psicología, etc., son necesarios en un entorno en el que aparentemente no existen factores de destrucción o de inestabilidad severa. El papel desempeñado por las fuerzas desplegadas, mediante sus equipos sanitarios, así como de las diferentes instituciones, públicas o privadas, no han conseguido dar la mínima atención a una población distribuida en un territorio pequeño, con una densidad bastante asequible en cuanto a gestión territorial. Debemos planear que a faltado en estos últimos diez

años para que sistemas básicos estén todavía por construir, que colectivos especialmente vulnerables sigan viviendo en situación de exclusión en un medio donde podrían tener una calidad de vida mucho mejor.

In document INSTITUT DE DRETS HUMANS DE CATALUNYA ISSN (página 102-105)