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1.7 Marco teórico

1.7.4 El nuevo institucionalismo económico (NIE)

EL NIE nace como una alternativa para introducir en el campo de la economía el tema de las instituciones. Partiendo de los supuestos del agente racional y de la teoría neoclásica, mantiene dos supuestos adicionales: la escasez de los recursos y el concepto de competencia. Sin embargo deja atrás algunos de los principios fundamentales de la teoría racional. (North, 1995).

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Aun y cuando el NIE es parte de la corriente de la elección racional, en realidad al interior de enfoque se han desarrollado una diversidad de enfoques específicos. Para la teoría del agente racional, la teoría neoclásica, las personas de una comunidad tienen valores y objetivos que se dan por hecho y se consideran constantes. Este principio aplica cuando existe información perfecta y por tanto no existen costos de transacción. Implica también que no hay diferencias entre lo que sucede en el mundo real y la percepción que las personas tienen. Es decir, todos los individuos perciben la realidad de la misma manera, y esto les permite actuar sin incertidumbre (North, 1995).

Dado lo anterior, otro de los principios de la teoría neoclásica, consiste en que es posible para cualquier individuo predecir la forma en la que las demás personas van actuar, y las decisiones que van a tomar en una circunstancia y, por tanto, conocen los resultados que se derivarán de sus acciones y de las acciones de los demás. Implica que las percepciones de las personas no difieren entre sí, el mundo real es igual al mundo percibido y todos perciben lo mismo, y que por lo tanto no es necesario conocer las percepciones de los actores racionales para poder saber cuáles son las decisiones que éstos tomarán (North, 1995).

Nada más alejado de la realidad. En primer lugar porque son excepcionales las situaciones en las que todos los actores tienen la misma información. Lo común es que la información es imperfecta y que obtenerla tiene diferentes costos en función, entre otras cosas, de la posición y el poder de negociación de cada uno de los individuos. Junto con esto, las personas tiene capacidad limitada para procesar información, y sus percepciones mismas establecen restricciones para definir los mecanismos de intercambio, de tal forma que las instituciones que crean no necesariamente son eficientes (North, 1995).

El NIE, parte del principio de que las personas usan sus propios procesos mentales para percibir la realidad, dicho en otras palabras, la realidad es distinta para los distintos actores y está determinada por una serie de variables, entre otras las normas y la cultura del contexto en el que se desempeñan, así como de sus propias experiencias de aprendizaje. Esta teoría identifica que las instituciones son, como respuesta a esta incertidumbre, la

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estructura de incentivos que el ser humano desarrolla para facilitar este intercambio, dadas las restricciones mencionadas (North, 1995).

Douglas North considerado como el padre del NIE cuyo trabajo en este campo le mereció el Nobel de economía en 1993, publica sus primeros trabajos en 1970. En 1990 con su libro

Instituciones, cambio institucional y desempeño económico5, da a conocer su propuesta más robusta de esta nueva teoría (ya había publicado antes otros trabajos con ésta) y, por sus conceptos fundamentales, se convierte en la publicación citada hasta el día de hoy, en gran parte de las investigaciones que tienen como base teórica le teoría de las instituciones. Su propuesta fundamental es que la comprensión del fracaso o del éxito del desarrollo económico de los países, sólo puede entenderse a partir de la comprensión de los procesos de cambio de sus instituciones.

El nuevo institucionalismo económico (NIE) y su aplicación al estudio de la política

A partir de la propuesta del NIE empieza a surgir un variado repertorio de investigaciones y trabajos que toman como base este enfoque teórico. Un ejemplo de ello son la serie de estudios realizados en loso noventas por un grupo de investigadores de vanguardia de la

London School of Economics, que aplicando la NIE, explican el estancamiento del

desarrollo económico en países del tercer mundo como producto de la debilidad de sus instituciones, concluyendo que gran parte de su fracaso para despegar económica y socialmente, se explica por su herencia institucional y por su incapacidad para transformar dichas instituciones en otras nuevas que establecieran una estructura de incentivos que favoreciera su progreso. Estos estudios fueron compilados y publicados en 1995 en el libro “La nueva economía institucional y el desarrollo del tercer mundo”.6

Aun y cuando el NIE nace dentro de la disciplina de las ciencias económicas, como una propuesta para superar los principios de enfoque neoclásico de la elección racional, desde

5 Publicado originalmente en inglés: North, D. C. (1990). Institutions, institutional change and economic

performance. Cambridge: Cambridge University Press. 6

Harris, J., Hunter, J., & Lewis, C. M. (1995). The new institutional economics and third world development. London: Routledge.

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su inicio comparte conceptos con áreas afines como la historia y la sociología. Empiezan a evolucionar diferentes ramas dentro de la misma NIE, enfocadas a tomar como eje de análisis principal alguno de los aspectos específicos de este amplio marco teórico, entre ellos, por ejemplo, el institucionalismo histórico.

En varios de los estudios publicados en “La nueva Economía Institucional y el desarrollo

del tercer mundo”, antes mencionado, donde se aplica el NIE a un abanico de casos en

países con bajos niveles de desarrollo económico, que van, por ejemplo desde el caso de la industria del café en Brasil (Greenhil, 1995), o el caso del periodo post colonialista de Uganda (Brett, 1995), los autores concluyen, entre otras cosas, que el progreso económico de un país, no puede entenderse solamente estudiando sus instituciones económicas sin tomar en cuenta la política de éste, es decir que las instituciones y la cultura de los sistemas políticos de esos países juegan un papel determinante, a veces más que el de las instituciones económicas, en el progreso, y en esos casos, en el estancamiento de sus economías.

Vale la pena destacar que en esta serie de estudios donde se utilizó la teoría del NIE, y por la naturaleza de los casos estudiados, los economistas llegaron a conclusiones que trajeron al campo del NIE nuevas comprensiones acerca del papel que las personas y sus propios esquemas mentales juegan dentro del entramado institucional.

Por ejemplo, en el estudio de las plantaciones de café en Brasil, donde las aberraciones del sistema político y económico de este país mantuvieron mercados absolutamente ineficientes, Harris, 1995 comenta lo siguiente: “NIE modifica el postulado de la racionalidad de la economía neoclásica que sostiene que los valores son dados y constantes y que los agentes económicos individuales seleccionan los medios más eficientes de los fines racionalmente seleccionados. North argumenta que los individuos hacen opciones con base en sus modelos mentales […] El estudio de Clarence Smith y Greenhill-, acerca de la producción y el negocio del café en Brasil- muestra que los modelos mentales pueden mantener sistemas que no son otra cosa sino ineficientes” (Harris, 1995, p. 3).

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Una de las ventajas de este marco teórico que al ser multidisciplinaria, es que toma diferentes tradiciones teóricas para enriquecerlas, como por ejemplo los estudios de análisis de la historia. Esto tiene grandes ventajas en el sentido de que permite entender diferentes realidades sin restringirlas artificialmente, por ejemplo, al campo de la economía, cuando lo que se estudia está relacionado con aspectos que pueden ser mejor entendidos usando la teoría de las ciencias sociales (North, 1995).

Por otro lado, el aspecto multidisciplinario representa también una limitación. La amplitud de esta teoría, que ha sido señalada por sus críticos, deja un campo de estudio difícil de definir con precisión. (Pierson & Skocpol, 2008). En referencia a ello, estos autores recuerdan que en algún momento se dijo “todos somos institucionalistas” y que quizá eso era cierto. Sin embargo, ello también revela las limitaciones que en ocasiones presenta este marco teórico tan amplio, cuando se quieren acotar e identificar sus argumentos y premisas centrales.

A pesar de la amplia difusión y aceptación de su propia teoría, Douglas North (2007) presenta una propuesta que es innovadora con respecto a su propuesta inicial, es decir introduce una nueva variable y la construye sobre su teoría original del cambio económico y las instituciones. Esta nueva variable es la psicología de los individuos. Su libro

“Comprendiendo el proceso de cambio económico” (Understanding the process of economic change), parte de su propuesta inicial pero agrega como elemento central el

proceso de aprendizaje de las personas y el de la tensa interrelación, entre las creencias de las personas acerca del efecto de sus acciones y las consecuencias reales una vez que las llevan a cabo. Con ello propone, como una extensión de su teoría, la necesidad de entender el conflicto entre lo que él llama la genética de los actores, y los pactos acordados de manera, quizá informal, que restringen las acciones de otros.

A North se le ha ubicado en el enfoque de la teoría de la elección racional, y ciertamente surge ahí. Pero quienes restringen la propuesta de North a la escuela de la elección racional, parecen olvidar una de sus premisas fundamentales cuando este autor propone su teoría de cambio institucional como una herramienta “para explicar la forma en la que el pasado

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influye en el presente y en el futuro, la manera en la que el cambio institucional incremental afecta la elección establecida en cierto momento, y la naturaleza de la dependencia” (North, 2012, p.13). Este solo enunciado señala con claridad que el enfoque de nuevo institucionalismo de North comparte conceptos que son la esencia tanto del institucionalismo histórico como del enfoque de la sendero dependencia.