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OPERACIÓN GENEROSA

In document Acción Ejecutiva - Fabián Escalante (página 90-96)

LOS MONSTRUOS SAGRADOS

OPERACIÓN GENEROSA

Base Operativa de la CIA, JM/WAVE, Miami, Florida. Febrero de 1961.

La ciudad de Miami era un hervidero de exiliados cubanos. Todos ellos conocían la brigada que se formaba militarmente en Guatemala y los grupos de misiones especiales que se entrenaban en Panamá, denominados Teams Grays, cuyos objetivos serían encabezar la contrarrevolución interna, cuando los brigadistas invadieran la Isla. Por supuesto, no era nada sencillo lo que se pretendía: organizar un ejército, al mismo tiempo que fabricar líderes para el movimiento de resistencia interna que, al igual que los exiliados, se encontraban profundamente divididos a causa de las ambiciones. Cada cual, requería para su formación política, una determinada cuota de poder, cuando los revolucionarios fueran expulsados del gobierno en Cuba. La CIA, que conocía bien estas interioridades, había designado a uno de sus negociadores más destacados para unir a estos grupos en un solo “frente interno”. Se trataba de Howard Hunt, quien sería uno

de los “plomeros” de Watergates, años más tarde.

La dificultad mayor radicaba, además de los problemas enunciados, en la preferencia de Hunt por una de aquellas agrupaciones, el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR). Había llegado a determinados acuerdos con Manuel Artime, su dirigente máximo, sobre algunos intereses que deseaba para sí, después de derrocada la Revolución.

El Consejo Revolucionario Cubano (CRC), fue el invento para agrupar a los exiliados. Presidido por el doctor José Miró Cardona, un antiguo decano de la Universidad de La Habana y quien fuera el primer ministro del Gobierno Revolucionario inicial, fue la persona seleccionada. Junto a él, fueron nombrados Manuel Artime, como delegado político de la Brigada 2506; Manuel Antonio de Varona Loredo, Manuel Ray Rivero, y otros dirigentes más de la colonia cubana de Miami. Pero el asunto más delicado estaba por solucionar: ¿Quiénes se encargarían de dirigir a los grupos clandestinos?

Varias reuniones tuvieron que realizarse, para lograr poner de acuerdo a los líderes del exilio. Todos proponían a sus delegados, porque se percataban de que los que estuvieran en Cuba se harían cargo de las posiciones fundamentales del gobierno provisional que se creara.

Finalmente, llegaron a un acuerdo. Rafael Díaz Hanscom, un ingeniero, aliado del grupo de Varona, que había salido clandestinamente de la Isla, sería el coordinador general; Humberto Sorí Marín, un ex-comandante del Ejército Rebelde y que también había sido ministro de Agricultura durante el primer gabinete revolucionario, sería el jefe militar, y Rogelio González Corzo, delegado de Artime dentro de Cuba, el enlace con la CIA, y por tanto, de los suministros.

La decisión en favor de Díaz Hanscom no fue casual. Él había llegado procedente de Cuba, donde trabajaba en el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda; y era portador de un proyecto para asesinar al jefe de la Revolución, en los días previos a la planeada invasión.

Testimonio de Mario Morales Mesa,45 La Habana, Cuba.

Noviembre de 1994.

Por los días de Girón, fui designado para organizar una unidad de Contrainteligencia que se encargara de investigar los complots y conspiraciones contra la vida de los dirigentes revolucionarios, particularmente Fidel, quien concentraba sobre si todo el odio de la contrarrevolución y la CIA.

Habíamos recibido varias informaciones sobre los planes de atentado que se fraguaban contra Fidel con la finalidad de asesinarlo en vísperas del ataque mercenario de Bahía de Cochinos. Tenían la clara intención de descabezar la Revolución y, según ellos creían, hacer más fácil la tarea a los invasores.

En esos días habíamos coordinado con el capitán del G-2, Federico Mora, que por encargo de Fidel se ocupaba del caso de Humberto Sorí Marín, quien después de estar involucrado en varias conspiraciones con la Embajada americana de La Habana, en los primeros días de 1961, se había fugado para Estados Unidos.

Mora, había logrado infiltrar un agente en el grupo: el también capitán del Ejército Rebelde, Alcibiades Bermúdez, quien había recibido la encomienda de Sorí para formar un frente de alzados en armas en las montañas de Pinar del Río, y preparar el terreno para un desembarco de hombres en apoyo a la invasión por Playa Girón.

Fue por esa vía que conocimos el desembarco el día 13 de marzo de 1961, de Sorí, Díaz Hanscom y un grupo de agentes CIA, que cargados con 13 toneladas de explosivos penetraron por un punto situado en los límites de las provincias de La Habana y Matanzas.

En la primera conversación que sostuvieron Alcibiades y Sorí, éste le contó los planes que traían, entre ellos la unificación de todos los grupos contrarrevolucionarios para armarlos, desencadenar una guerra interna en apoyo a los invasores, y asesinar al Comandante en Jefe. “Operación Generosa” fue el nombre código que los americanos le pusieron al magnicidio.

Enterado de los planes y su inminente ejecución, el capitán Mora lo informó al comandante Ramiro Valdés, nuestro jefe, quien después de las consultas necesarias autorizó la operación contra los infiltrados.

El intenso chequeo que manteníamos sobre los complotados nos posibilitó descubrir, que la reunión de unificación del frente interno se iba a desarrollar el día 18 del propio mes en una casa del Reparto Flores, en Marianao. La jefatura designó al compañero José Luis Domínguez como responsable del operativo y al filo de las seis de la tarde del día indicado, nuestros compañeros rodearon la casa e irrumpieron en ella, sin dar tiempo a los contrarrevolucionarios a reaccionar. Allí se ocuparon numerosas armas, planos, esquemas, y lo más importante, el proyecto para asesinar a Fidel el día 26 de marzo, durante una reunión que debía desarrollarse en los locales del Instituto de Ahorro y Vivienda, donde se analizaría un proyecto de construcción de casas para familias pobres, en el que había trabajado el propio Rafael Díaz Hanscom, quien solo se había ausentado unos días, para viajar clandestinamente a Miami, y era uno de los invitados a la misma. La idea consistía en colocar una bomba en el salón de reuniones y detonarla por control remoto.

Aquel día se propinó el primer golpe a los planes invasores, pues fue capturado el Estado Mayor contrarrevolucionario, varios de los agentes de la CIA entrenados especialmente para sabotear las industrias del país y, lo principal, se desmanteló uno de los proyectos más peligrosos para asesinar al comandante Fidel Castro en vísperas del ataque mercenario de Bahía de Cochinos…

Jefatura del DIER,46 La Habana, Cuba. 28 de marzo de 1961.

De acuerdo con las instrucciones recibidas se procedió al registro y detención de los ocupantes de la casa situada en calle 186 No. 110, Reparto Flores, Marianao, que resultaron ser los siguientes:

• Rafael Díaz Hanscom, responsable del denominado “Frente en el país”, quien según los informes ocupados, debía asesinar

al Dr. Fidel Castro, primer ministro del gobierno revolucionario, en el Instituto de Ahorro y Viviendas. • Rogelio González Corzo, con documentación falsa entregada

por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, a nombre de Harold Boves Castillo. González era responsable del MRR, agente de la CIA y coordinador de un plan para realizar una provocación en la base naval norteamericana de Guantánamo en el momento de la invasión que actualmente prepara Estados Unidos contra nuestra patria.

• Humberto Sorí Marín, ex-comandante del Ejército Rebelde, traidor a la Revolución, en trajines conspirativos desde el año anterior con elementos de la Embajada norteamericana de La Habana, asociado a los connotados contrarrevolucionarios Manuel Artime y Huber Matos. Durante los primeros días de 1961, huyó del país rumbo a La Florida. Allí recibió instrucciones de la CIA de unirse a un “frente interno en el país” que debía aglutinar a todos los grupos contrarrevolucionarios para actuar como quinta columna, tan pronto los yankis nos agredieran. Una de sus tareas fundamentales consistía en tratar de reclutar la mayor cantidad de oficiales de nuestras Fuerzas Armadas para estos fines.

• Manuel Lorenzo Puig Miyar, agente de la CIA.

• Nemesio Rodríguez Navarrete, agente de la CIA, antiguo dirigente del MDM47 quien viajó en enero del 1961 a Miami

para recibir instrucciones.

• Gaspar Domingo Trueba Varona, agente de la CIA, responsable por el entrenamiento de los jefes militares de los movimientos contrarrevolucionarios que se afiliaran a la nueva unidad interna.

• Eufemio Fernández Ortega, ex-colaborador del mafioso Santos Trafficante cuando fue gerente de su salón de juego del Casino Sans Souci, en la capital cubana. Jefe del grupo contrarrevolucionario Triple A, y uno de los dirigentes convocados para la unidad interna. Se le ocuparon en su domicilio gran cantidad de armas y pertrechos bélicos.

Además fueron detenidos los contrarrevolucionarios: Dionisio Acosta Hernández, Pedro Céspedes Company, Felipe Dopaso Abreu, Orestes Frías Roque, Eduardo Lemus Pérez, Narciso Peralta Soto, Gabriel Riaño Zequeira, Yolanda Alvarez Balzaga y Berta Echegaray Garriga. Se ocuparon en los diferentes registros realizados y en la propia casa del Reparto Flores, los siguientes pertrechos: once pistolas Colt 45; seis fusiles M-1; ocho subametralladoras M-3; seis cajas de municiones con más de cinco mil cartuchos para diferentes armas. Once latas de fósforos de seguridad, dieciséis rollos de mecha de tiempo, trece rollos de mecha detonante, quince cajas de espoletas M- 2, doce cajas de espoletas M-1, diez cajas con 160 granadas de mano, tres cajas con 120 petacas incendiarias, una caja con veinticinco granadas de fragmentación, veinticuatro paquetes de nitroalmidón (once sacos de yute y 13 mochilas). Un radio y una planta transmisora, mapas, actas, órdenes, seis hojas manuscritas con planes a ejecutar y un documento en el cual un grupo de organizaciones contrarrevolucionarias firmaban la unidad y constituían un denominado “Frente de Unidad Revolucionaria”.

In document Acción Ejecutiva - Fabián Escalante (página 90-96)