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Las Pymes en relación a la gran empresa riojana

4. LAS PYMES EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA

4.3. Las Pymes en relación a la gran empresa riojana

Las estadísticas sobre las empresas españolas en los últimos años, muestran la evolución favorable de nuestra economía en dos vertientes. Por una parte, reflejan el crecimiento a través del incremento del número de empresas, que ha pasado de 2.438.786 en el año 1996 a 2.518.801 en 1998, lo que supone un aumento, en términos relativos, del 3,3%. Por otra, los datos estadísticos evidencian el incremento de los índices de empleo y el protagonismo de las Pyme en la creación de puestos de trabajo. Vemos así que, a pesar de haber aumentado el número de empresas, el porcentaje de las de cero trabajadores con respecto al total ha disminuido, pasando del 56,75% en 1996 al 55,11 en 1998.

Esta diferencia de porcentaje indica que el autónomo se ha transformado en empleador. De igual modo, el desplazamiento de un tamaño de empresa al superior se reproduce también en los diferentes estratos de nuestras Pyme. Así podemos apreciar que el crecimiento en términos relativos del número total de empresas, que cifrábamos en el 3,3%, se convierte, para el mismo período, en un 6,2% para las empresas de 1 a 9 trabajadores, en un 14,2% para las de 10 a 49 trabajadores y en un 16,4% para las de 50 a 249 trabajadores.

Evolución del tamaño de las empresas en España 1996-1998

Trabajadores 1996 1998 Diferencia

Empresas %

Empresas % Absoluta Relativa 0 1.383.945 56,75 1.388.116 55,11 4.171 0,3% De 1 a 9 928.032 38,06 985.619 39,13 57.587 6,2% De 10 a 49 109.517 4,49 125.062 4,97 15.545 14,2% De 50 a 249 14.756 0,60 17.178 0,68 2.422 16,4% 250 ó más 2.536 0,10 2.826 0,11 290 11,4% TOTAL 2.438.786 100 2.518.801 100 80.015 3,3% Fuente: DIRCE

Las Pymes españolas, al igual que las europeas, constituyen un factor clave de estabilidad económica por su fácil adaptación a las circunstancias cambiantes del mercado y a los ciclos económicos, dada su especial sensibilización a los procesos de relanzamiento de la inversión. De igual modo tienen, con respecto a las grandes empresas, unas mayores posibilidades de generación de empleo por unidad de capital empleada.

Sin embargo, este tipo de empresas tiene problemas de competitividad, derivados en gran medida de su tamaño, que impiden o limitan el desarrollo de sus capacidades, entre estas limitaciones pueden ciarse las siguientes:

 Capacidad para estar informada. En general, la PYME no está bien informada para tomar sus decisiones de gestión. Con dificultad consigue identificar fuentes y contenidos relevantes de información comercial, financiera, tecnológica o de otra índole.

 Capacidad de incorporar valor al producto. En determinados sectores aún son poco utilizados recursos dirigidos a la diferenciación del producto para conferirle mayor valor añadido. En este sentido hay que apoyar una utilización más amplia e intensa de las nuevas tecnologías y de las posibilidades que ofrecen el diseño y la calidad en todas las etapas de la cadena de valor.

 Capacidad tecnológica. Son notorias las dificultades de la Pyme para generar tecnología a través de la I+D y para acceder a la misma por medio de la transferencia y difusión tecnológicas.La búsqueda de socios tecnológicos, la consideración de la innovación tecnológica en la estrategia empresarial y la práctica sistemática de una gestión tecnológica que garantice la presencia de la Pyme en el mercado, tampoco son hábitos muy difundidos entre nuestros empresarios.

 Capacidad financiera. Todos los análisis y estudios coinciden en la debilidad de la estructura financiera de la Pyme española. Tres son sus principales dificultades:

o Rigidez del mercado español para incorporar recursos de largo plazo a la Pyme. Mientras que la gran empresa cuenta con mayores posibilidades de acceder a la Bolsa de Valores o de captar capitales, la pequeña empresa cuenta exclusivamente con sus recursos propios y con la financiación ajena a corto o medio plazo para financiar su expansión.

o Difícil acceso de las Pyme a instrumentos de financiación alternativos a la financiación bancaria, como la emisión de empréstitos o pagarés, de coste inferior a los créditos bancarios.

o Mayores costes financieros y menores períodos de amortización para las operaciones financieras tradicionales de las Pyme. La dificultad de evaluar la viabilidad de los planes de inversión de la Pyme se sustituye por la exigencia de garantía real o personal y/o primas de riesgo adicionales. Estas dificultades se agravan para las cerca de 1.400.000 empresas unipersonales que existen en España. Por último, a esta serie de problemas deberíamos añadir un exceso de regulaciones administrativas y de trabas burocráticas, herencia de antiguos regímenes intervencionistas que dificultan en gran medida la creación de nuevas empresas y el desarrollo de las ya existentes.

Las cifras relativas a las empresas activas según sector económico de 1998 reflejaban un total de 18.400 empresas en La Rioja de los 2.518.800 empresas existentes entonces en España, esta cifra supone que salvo Ceuta y Melilla, La Rioja es la Comunidad Autónoma con menos número de empresas, siendo la siguiente comunidad con menos empresas, Cantabria con más de 31.400 empresas. La distribución por sectores de las empresa riojanas, reflejaba la importancia de la Industria en esta comunidad, con más de 2.800 empresas y 3.100 locales, mientras que la construcción contaba con 2.200 empresas y en torno a 5.800 empresas el comercio.

Tamaño de las empresas riojanas:

 98,75 % menos de 50 trabajadores

 0,76 % entre 50 y 100 trabajadores

0,48 % más de 100 trabajadores

Evolución del número de empresas riojanas

1989 1991 1995 1999

Empresas 6.631 7.220 7.814 9.504

Fuente: Estadística de La Rioja. 1999

La evolución del número de empresas riojanas en la última década refleja un crecimiento cercano en casi 3.000 empresas respecto a 1989, como ejemplo en el año 1998 se crearon 618 empresas en la Rioja, lo que supone un aumento del 3,5% frente al 1,2% nacional. En cuanto al número de autónomos, el incremento en el periodo examinado fue similar, en torno a 3.000 nuevos autónomos.

Las cifras correspondientes a la encuesta industrial de empresas de 1998 ponían de manifiesto que del total de 2.516.327 personas ocupadas, La Rioja, con 27.479 personas ocupadas era la penúltima comunidad española en este apartado, sólo superando a Extremadura, siendo la cifra de negocio de La Rioja de 637.626 millones en dicho año.