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socialista y globalización

diferencias (Comité solicitante de China 2003a: 1-2). Según el documento, los años anteriores a 1945 fueron la “fase de oro” de la antropología china, marcada por una activa investigación e industria editorial. Esta fase fue interrumpida por la invasión japonesa y la guerra civil entre el Partido Comunista Chino y el Partido Nacionalista (Guomindang). Los años cincuenta fueron la “segunda fase de oro”, caracterizada por la consoli- dación y la expansión de los estudios de las minorías étnicas. Investigadores –antropólogos y etnólogos– fueron reunidos en el Instituto Central para las Nacionalidades en Beijing. Finalmente, el lapso desde 1978 hasta el presente constituye la “tercera fase de oro”, caracterizada por un resurgimiento de departamentos antropológicos y laboratorios de investi- gación en toda China y la internacionalización creciente de la antropología del país mediante los intercambios de docentes y estudiantes. En los años ochenta fueron traducidos al chino trabajos seleccionados de Lewis Henry Morgan, Bronislaw Malinowski, Claude Lévi-Strauss, Lucien Lévy-Bruhl, Margaret Mead, Ruth Benedict, Leslie White, Franz Boas, Marvin Harris, Edmund Leach, A. R. Radcliffe-Brown, Elman Service, varios rusos y un erudito japonés (para más detalles, ver Comité solicitante de China 2003a: 6-7).

La antropología social y la etnología –la cual, como argumento posterior, no es una única disciplina en el sistema académico chino– fueron introducidas a China a comienzos del siglo XX. La Universidad de Nankai en Tianjin fue la primera institución en ofrecer un curso en antropología en 1923. En 1928 el primer departamento de etnología y el departamento de antropología fueron creados dentro de la Academia Sinica en Beijing. En 1926 Cai Yuanpei publicó “Shuo minzuxue” (“Sobre la etnología”),una obra muy influyente para las siguientes generaciones de etnólogos chinos (Comité solicitante de China 2003a: 2).

La introducción temprana de la antropología en China fue dominada, sin embargo, por la antropología física, la paleoantropología y la arqueología. El proyecto arqueológico en Zhoukoudian, dirigido por Johann Andersson, Davidson Black, Pierre Teilhard de Chardin y otros, confirmó el descubrimiento del hombre de Beijing en 1929. Este hecho colaboró en la consolidación temprana de la arqueología como una disciplina distinta e independiente en China (Guldin 1990: 7). La antropología física y la paleoantropología fueron tempranamente establecidas dentro de marcos institucionales independientes.

Por contraste, la etnología y antropología social-cultural fueron ofrecidas poco a poco dentro de departamentos de historia, literatura y sociología durante los años treinta y cuarenta. La etnología dominó posteriormente la disciplina en relación con el número de profesionales. Los registros más recientes indican un total de 63 departamentos, institutos o centros de investigación que ofrecen formación o facilidades de investigación en antropología, etnología o ambas (Comité solicitante de China 2003b). De éstas, 14 instituciones ofrecen programas de doctorado en antropología y/o etnología dentro de la “gran China” –es decir, incluyendo además de la China continental a Hong Kong y Taiwán–. No obstante, si se exceptúa a Hong Kong y Taiwán, había sólo dos departamentos de antropología en China: la Universidad de Zhongshan en la provincia de Guangdong –también conocida como la Univer- sidad de Sun Yat-sen desde 2003– y la Universidad de Yunnan en la provincia del mismo nombre. Es valioso anotar que la formación doctoral en antropología en China es un fenómeno posterior a los años ochenta (Tabla 1).

Las influencias extranjeras y las situaciones locales

Japón fue la primera fuente de influencias en el desarrollo de la antropología en China a inicios del siglo XX (Guldin 1994: 34). Este hecho habla de dos especificidades históricas. La primera es la fuerte influencia que tuvo Japón sobre las disciplinas académicas en China. Japón fue considerado como un modelo de la modernidad en el siglo XIX y a comienzos del XX. Muchos estudiantes chinos recibieron su educa- ción universitaria en Japón mucho antes de que Europa y los Estados Unidos se convirtieran en destinos educativos. Segundo, Japón era la primera nación en Asia Oriental en promover los intereses de la antropología, especialmente en la evolución humana.

Esta influencia japonesa fue eclipsada por las influencias soviéticas, estadounidenses, europeas y británicas cuando investigadores y académicos llegaron a China a realizar trabajo de campo y dar conferencias en la Universidad de Yanjing, la Universidad de Tsinghua, la Universidad de Pekín y en otras instituciones claves en el norte. Muchos de estos académicos extranjeros eran figuras destacadas en sus campos respectivos de la antropología física, la paleoarqueología, los estudios lingüísticos, la sociología y la antropología social-cultural. Además, el fuerte enlace entre la Universidad de Yanjing y la

Departamento o institución

(fecha de la formación), ubicación Año de establecimientodel programa Número dedocentes

Instituto de Sociología y Antropología

(2000), Universidad de Peking, Beijing 1987 49

Instituto de Etnología y Antropología (2002), Academia China de Ciencias Sociales,

CASS (1956), Beijing 2002 N / A

Instituto de Investigación de Etnología y Sociología (1994), Instituto Central para las

Nacionalidades (1950), Beijing 1994 44

Instituto de Investigación de Lenguas y Minorías Étnicas (N / A), Instituto Central

para las Nacionalidades (1950), Beijing N / A Más de 60 Instituto de Paleontología de Vertebrados y

Paleoantropología (1953), Academia de

Ciencias de China (1929), Beijing N / A 109

Centro de Investigación para la Antropología Sociocultural (2001), Instituto de Sociología

(1980), CASS (1956), Beijing En planificación 65 Instituto de Antropología Cultural (1999),

Departamento de Sociología (1926),

Universidad de Tsinghua (1925), Beijing 1999 14 Centro de Investigación para Minorías

Étnicas en China del Noroeste, Universidad

de Lanzhou (1950), Lanzhou N / A 22

Departamento de Antropología (1997),

Universidad de Yunnan (1923), Kunming 1997 14

Instituto de Investigación de Etnología y Sociología (2003), Universidad Central del

Sur para las Nacionalidades, Wuhan 2003 24

Departamento de Antropología (1948), Universidad de Zhongshan (1924), renombrada como Universidad de Sun Yat- sen en 2003, Guangzhou

1996 17

Departamento de Antropología (1982) Universidad Nacional de Taiwán (1949),

Taipei N / A 23

Instituto de Antropología de Taiwán (1988),

Universidad de Tsinghua de Taiwán, Xinzhu N / A 13 Departamento de Antropología (1980)

Universidad China de Hong Kong (1972),

Hong Kong 1992 6

Fuente: Comité solicitante de China 2003b.

Tabla 1. Instituciones en China con programas de doctorado en antropología y/o etnología.

Universidad de Chicago llevó a China a A. R. Radcliffe-Brown (1935), Robert Park (1931-32) y Robert Redfield (1948) (Guldin 1994: 43-46).

Cai Yuanpei, el fundador de la antropología en China, fue educado en la Universidad de Leipzig, Alemania, entre 1907 y 1910. Él creó la Academia Sinica en 1928 y constituyó una división de la antropología dentro ella en 1934, lo cual suministró el fundamento para los estudios de las minorías en China (Guldin 1994: 31-33). El modelo estadounidense de la antropología con sus cuatro campos fue introducido a China a través de antropólogos chinos que estudiaron en los Estados Unidos como Lin Huixiang de la Universidad de Xiamen –magíster en 1928 de la Universidad de Filipinas; Lin fue estu- diante de Henry Otler Beyer, quien fue formado en Harvard–; Wu Wenzao de la Universidad de Yanjing –doctorado en 1929 de la Universidad de Columbia y estudiante de Franz Boas– y Li Fanggui de la Academia de Sinica –pregrado en 1926 en Michigan, doctorado en 1928 en Chicago y estudiante de Edward Sapir y Leonard Bloomfield en lingüística– (Guldin 1994: 30-37).

El establecimiento de la antropología en China no fue fácil y su complejo y disparejo proceso de desarrollo fue sintomático de las tensiones en curso en China entre el nacionalismo, la globalización y la reacción contra la hegemonía occidental. No es acertado hablar de la antropología china como una disciplina unificada de cuatro ramas –arqueología, antropo- logía social-cultural, lingüística y antropología física–. La aprobación incondicional de la trascendencia de conocimientos arqueológicos y antropológicos físicos para el interés nacional ha garantizado la financiación pública y el progreso sin inte- rrupciones en estos campos, a pesar de las muchas tormentas políticas y económicas que la República Popular de China, RPC, ha soportado desde comienzos de 1949. Por ejemplo, la antropometría –la medición de las características físicas humanas como el tamaño de la cabeza y el pie– se mantiene hoy como un campo importante asociado estrechamente con sus aplicaciones en el desarrollo de productos para el consumidor en las industrias chinas. La lingüística fue poco desarrollada y así se ha conservado hasta hoy, con un enfoque restringido a las lenguas diferentes de la han. En toda China, la antropología sociocultural era más comúnmente conocida como etnología y esta etiqueta se sigue usando como conse- cuencia de la suscripción histórica de la etnología –minzuxue, o el estudio de las nacionalidades y los grupos culturales– en

lugar de antropología –renleixue, o el estudio de los pueblos, seres humanos–, la cual fue probablemente influenciada por el artículo de 1926 de Cai Yuanpie “Sobre la etnología”.

El origen de la antropología social en las tradiciones occi- dentales ha sido recibido en China con mucha ambivalencia, desde el rechazo a la asociación creativa. Esta ambivalencia y sospecha sobre los conocimientos extranjeros fueron ampli- ficadas durante la última mitad de la Dinastía Qing como consecuencia de las repetidas humillaciones que su gobierno experimentó en la arena política internacional, tal como su derrota en las dos guerras del opio durante los años treinta del siglo XIX. Un fuerte sentimiento antes y después de la caída de la dinastía de Qing en 1911 era el deseo de articular los conocimientos y la tecnología occidentales para la construcción de nación. En este contexto, la utilidad pública de la antro- pología sociocultural fue valorada durante los años treinta: “Esta ciencia social que chinos como Fei [Xaiotong] fueron a estudiar al extranjero constituía un campo que la mayoría de los académicos chinos esperaban que sirviera a China en su lucha por hacerse ‘moderna’ y poderosa. Cai Yuanpei instó que la etnología fuera traída a China no sólo para añadir otra disciplina a la academia china sino para su uso en la formula- ción de una mejor política social” (Guldin 1994: 46).

Este discurso nacionalista y de formación de nación fue repetido cuando Liang Zhaotao se reunió con funcionarios claves en el Ministerio de Educación para abogar por la (re)instalación de un departamento de antropología en la Universidad de Zhongshan en 1980. Liang argumentó: “Todos otros países tienen esta disciplina; ¿por qué no nosotros? Tenemos una cultura gloriosa y una población grande. ¿Por qué no nosotros? ¡Nosotros los chinos debemos estudiar a nuestros mil millones de chinos! Debemos estudiar nuestro abundante material –si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?– ¡No podemos dejar esta ciencia solamente a los extran- jeros! ¡Dejemos que la antropología haga su contribución a las cuatro modernizaciones!” (Guldin 1994: 12).

La visión estadounidense de la antropología como una disci- plina con cuatro ramas tenía una influencia más fuerte en el sur de China. El departamento de antropología en la Universidad de Zhongshan fue establecido en 1948 para ofrecer formación de pregrado en las cuatro ramas; fue interrumpido desde 1949 hasta su reinstalación en 1980. Según Guldin (1994), la oposición para su reinstalación estaba en aquel momento

generalizada, incluso entre los antropólogos ya formados y los científicos sociales en China. Una de las barreras más grandes para el desarrollo de una antropología unificada de cuatro ramas en China es la resistencia intradisciplinaria para fusionar las instituciones autónomas existentes, que son muy diversas en sus fuentes de financiación, intereses disciplinarios e identidad.

El subdesarrollo general de la antropología en China hoy –excepto Hong Kong y Taiwán, lo que abordaré después– es una consecuencia de las luchas ideológicas y del particular sistema político centralizado del Estado comunista chino después de 1949. Primero, dentro de una jerarquía formal de asignaturas académicas, la antropología es clasificada como una disciplina de segundo grado. Esta clasificación impuesta por el Estado define un estatus inferior de la antropología frente a la sociología y la etnología –que son disciplinas de primer grado–, y afecta la financiación y distribución de los recursos –tanto del gobierno central como de los gobiernos provinciales– y las clases de estudiantes que eligen especializarse en antropología. La entrada a las universidades en China está basada en una serie de procesos de eliminación, soportados en exámenes y pruebas. Solamente quienes mejor se desempeñan –apenas una fracción de los estudiantes de la secundaria– logran entrar a la universidad. Estos estudiantes quieren estudiar algo “útil” y “demandado” para mejorar sus oportunidades de vida y las posibilidades de empleo. La antropología no tiene el prestigio ni la imagen para atraer a los mejores estudiantes.

Un segundo factor que da cuenta del subdesarrollo de la antropología en China es la premisa ideológica del marxismo y el comunismo, como es entendida dentro del contexto chino. Según esta ideología, la antropología es una disciplina “burguesa” que merece ser restringida. Esta línea de pensamiento y acción llegó a su máximo extremo durante la Revolución Cultural (1967-1977). La interrupción de la educación formal durante ese momento produjo un daño tremendo a la antropología y a otras disciplinas al crear una discontinuidad en la formación del recurso humano y en la transmisión y creación de conoci- mientos. Incluso antes, en 1949, fue cerrado el departamento de antropología en la Universidad de Zhongshan en Guangzhou –en la provincia del sur de Guangdong, adyacente a Hong Kong–. Había sido el único departamento independiente de antropología en el país, y se mantuvo así después de su reaper- tura en 1980, hasta que se fundó un departamento de antropo- logía en la Universidad de Yunnan en 1997. La antropología

en las universidades chinas está generalmente subsumida o fusionada con la historia, la sociología u otras disciplinas en las humanidades y las ciencias sociales.

Como un tercer factor, el gobierno de la República Popular de China después de 1949 no dio la bienvenida a la crítica y prohibió los estudios sociales críticos en los que podrían ser cuestionadas la autoridad del Estado y sus premisas ideoló- gicas. Lo que admitió y respaldó fue etnología –el estudio descriptivo de los pueblos no-han (“minorías étnicas”) y sus culturas–. La etnología ha querido servir a los intereses del Estado en su gobierno de los pueblos no-han dentro de la polí- tica china. La etnología se mantiene hasta la fecha como una disciplina de primera categoría y es un importante terreno de formación para los antropólogos socioculturales en China.

La tradición de estudiar minorías no-han y hacer estudios culturales descriptivos de los rituales y los artefactos perma- nece en la investigación china, incluso en la antropología sociocultural, pero un nuevo campo permitido de estudio ha aparecido aproximadamente desde 1980: el campo del desarrollo rural. Dada la rápida taza de urbanización rural y el desarrollo económico en toda China después de la intro- ducción de la reforma económica en 1978, el nuevo enfoque sobre el desarrollo rural en antropología es considerado como coherente con los intereses públicos, mientras sea descriptivo. El desarrollo de una antropología crítica independiente de la ideología e intervención del Estado puede tomar bastante tiempo en China.

La antropología en Taiwán y Hong Kong

Por razones históricas, la antropología en Taiwán y Hong Kong siguió caminos muy diferentes de la antropología en la República Popular China. El Guomindang (GMD) fundó un gobierno paralelo en Taiwán en 1949, cuando el Partido Comunista Chino llegó al poder. Seis instituciones en Taiwán brindan posibilidades de investigación o enseñanza relacio- nadas con antropología o etnología, todas ellas creadas después de 1950. Hay un énfasis fuerte sobre lenguas, arqueología y estudios de pueblos indígenas. Dos instituciones, la Univer- sidad Nacional de Taiwán y la Universidad de Tsinghua de Taiwán, ofrecen formación de postgrado en antropología (ver la tabla 1). Múltiples países extranjeros han tenido influencias importantes sobre la sociedad taiwanesa, debido a los legados

coloniales o geopolíticos. Taiwán fue una colonia de los Países Bajos (1624-1661) y de Japón (1895-1945), y el gobierno de GMD ha mantenido estrechas relaciones políticas con el gobierno de Estados Unidos desde los años treinta. Muchos académicos taiwaneses contemporáneos se formaron en los Estados Unidos. El desarrollo de la antropología en Taiwán ha sido influido por los anteriores y actuales contactos japoneses, holandeses y estadounidenses.

Aunque Hong Kong no regresó a la soberanía china hasta 1997, tiene una historia larga en la integración social y económica con el sur de China. El intercambio intelectual entre los departa- mentos de antropología en la Universidad China de Hong Kong (CUHK) y la Universidad de Zhongshan, iniciado en 1980, fue una coyuntura importante en el desarrollo de la antropología en China después de 1978. Hasta entonces, sin embargo, la antropología había sido prácticamente ignorada en Hong Kong.

China cedió Hong Kong a Gran Bretaña en 1941. Su primera universidad, la de Hong Kong (HKU) fue un esta- blecimiento colonial que ofreció educación superior en inglés a una pequeña cantidad de estudiantes seleccionados por su logro destacado en los exámenes públicos. La HKU fue el terreno de formación para los altos funcionarios del gobierno colonial británico. Fue la única universidad en Hong Kong hasta que se fundó la Universidad China de Hong Kong a comienzos de los años setenta. Nunca hubo un departamento de antropología en la HKU, aunque la antropología había sido desde hacía mucho tiempo una disciplina bien establecida en las principales universidades británicas.

La omisión de la antropología en el plan de estudios en la HKU refleja dos dimensiones de la experiencia colonial en Hong Kong. Primero, en la tradición británica, la antropología estuvo al servicio del colonialismo, para el cual proveyó la información relevante sobre los “nativos” que podía facilitar la administración colonial eficaz. El estudio de los pueblos colo- nizados fue hecho en gran parte por y para los colonizadores. Para los administradores coloniales británicos aprender sobre las costumbres, rituales e historia china en sus instituciones en Gran Bretaña estaba bien, pero no era un mandato del gobierno colonial animar a personas colonizadas a estudiar su propio cambio social y cultural bajo el colonialismo.

Segundo, no había ninguna demanda por la antropología entre los estudiantes o la sociedad en general. La conciencia pública y el conocimiento de la antropología todavía son muy

limitados en Hong Kong. Esta falta de aprecio por la antro- pología podría haber provenido de dos fuentes: el origen de la antropología en Occidente –aunque su praxis no es exclusiva- mente occidental– y el hecho de que la preocupación principal sobre la educación superior de la mayoría de las personas es la recuperación de su inversión en términos de las posibilidades de empleo, salario obtenido y seguridad laboral. Por mucho tiempo, el objetivo entre los graduados de la universidad era conseguir un puesto en el gobierno, lo cual era de hecho una seguridad de por vida. Debido a que Hong Kong “despegó” en los años sesenta y se transformó en una ciudad global de la opulencia, los estudiantes de la universidad están incluso más preocupados ahora por las posibilidades de empleo una vez se gradúen. Hong Kong es gobernada por el lema “El dinero lo es todo”, un modo de pensar que se está posicionando rápidamente en las ciudades costeras prósperas y las zonas económicas espe- ciales en China. La idea de estudiar algo “útil” y “práctico” que garantice el empleo después de la graduación es más fuerte que nunca. Los estudiantes más destacados compiten ferozmente por entrar en comercio, administración de empresas, ingeniería, derecho, medicina y contabilidad, bajo el supuesto –arraigado en las actitudes y visiones del mundo bien establecidas– de que estas carreras prepararán el terreno para el empleo fácil y el ingreso elevado. La antropología se sitúa en una posición extremadamente baja en esta balanza impulsada por el mercado del mérito.

En 1973, el profesor Chiao Chien, un chino taiwanés formado en los Estados Unidos, fue contratado por el depar- tamento de sociología y antropología en la nueva Universidad