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Historias del Barro

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Academic year: 2020

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(1)HISTORIAS DEL BARRO Aproximación a la oralitura indígena colombiana concerniente a la cerámica. NUBIA RONCANCIO OLMOS. TRABAJO DE GRADO MAESTRÍA EN ESTUDIOS ARTISTICOS. Dirigida por Andrés Corredor. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS MAESTRÍA EN ESTUDIOS ARTÍSTICOS FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES BOGOTÁ 2017.

(2) Contenido .................................................................................. ¡Error! Marcador no definido. Resumen............................................................................................................................................ 3 Cerámica: oralidad y contenido ......................................................................................... 3 Palabras clave .................................................................................................................... 8 Introducción ..................................................................................................................................... 9 Objetivos .......................................................................................................................... 11 Línea de investigación ..................................................................................................... 12 Metodología ..................................................................................................................... 14 Actividades y herramientas .............................................................................................. 16 Acotación a la estructura capitular del texto ....................................................................... 17 Capítulo 1. Los pies....................................................................................................................... 19 Capítulo 2. El cuerpo .................................................................................................................... 35 Capítulo 3. La boca ....................................................................................................................... 45 Conclusiones .................................................................................................................................. 49 Cuaderno de viaje .......................................................................................................................... 60 Territorio Sikuany, primera visita .................................................................................... 60 Vitalia............................................................................................................................... 70 Isaías Román .................................................................................................................... 73 Guane ............................................................................................................................... 77 Bibliografía ...................................................................................................................................... 83. 2.

(3) Resumen. Cerámica: oralidad y contenido Los objetos cerámicos como contenedores de conocimiento representan lenguaje y, por lo tanto, equivalen a cultura. Anclados a ello, los relatos anteriores o posteriores a la elaboración del objeto cerámico, interés principal de este proyecto, conforman un tejido que dialoga, en el ejercicio de la investigación, con teorías, enunciados académicos, prácticas, oficios y, particularmente, con mi pensamiento, con las aproximaciones y conclusiones acerca de un tema transversal en mi vida y en la de muchas otras personas. Recopilar la oralitura indigena, mediante un análisis de la posición actual dentro de lo que se conoce institucionalmente como patrimonio material e inmaterial en Colombia, representado en el objeto cerámico, en la memoria y en la tradición oral, generó una interesante apropiación de los componentes de la investigación, de la mano de un acercamiento a grupos de indígenas, a su situación y posiciones sociales y culturales. Este recorrido me llevó a cuestionar lo institucional y a reafirmar la intención de este proyecto cuyo interés principal se centró en los conocimientos relacionados con los objetos cerámicos indígenas. Como estrategia para hacer visible la palabra hablada en lo concerniente a la cerámica, con miras a la inclusión de los saberes ancestrales en el medio académico artístico, se recopilaron historias y se generaron vínculos con integrantes de algunas comunidades indígenas. Se tomó en cuenta el renovado interés de las nuevas generaciones de estudiantes de arte, en la tradición de la cerámica y en el pensamiento indígena, con la seguridad de que este aporte acerca de la conceptualización del oficio desde una mirada expandida y sensible, así como la inclusión de pensamientos “otros”, enriquecería áreas menospreciadas hasta ahora dentro de las propuestas plásticas en el ámbito universitario, representadas en proyectos fruto del buen dialogo entre identidad, ancestralidad y contemporaneidad.. 3.

(4) Las historias y testimonios fueron encontrados en investigaciones y recopilaciones realizadas por antropólogos, lingüistas, religiosos o indígenas provenientes de grupos diversos. Los relatos de viva voz fueron obtenidos de integrantes de diversas comunidades: Isaías Román, de la comunidad Uitoto; Vitalia Letuama, de la comunidad Letuama; Dioselina Rivera, de la comunidad Muinane, y Nelly, de la comunidad Yucuna, comunidades pertenecientes a la Amazonía; el chamán Clemente, de la comunidad Sikuani, en Puerto Gaitán, Meta, y las ceramistas María del Carmen Romero, Medarda Torres, Herminia Arciniegas y María Temilda Salazar, de la comunidad Guane, de Guane, Santander. Los conceptos estudiados, las ideas y pensamientos resultantes de todas las conversaciones con indígenas y académicos de la Maestría en Estudios Artísticos convergieron en una conclusión-reflexión, que pretende definir esta conjunción entre hacer y pensar: pensamiento-objeto.. 4.

(5) ABSTRACT. Ceramics: orality and content. Ceramic objects as containers of knowledge represent language and, therefore, they are equivalent to culture. Linked to this, the stories before or after the elaboration of the ceramic object, main interest of this Project, together they form a fabric, which dialogues in the research exercise with theories, academic statements, practices, trades and particularly, with my thinking, with the approximations and conclusions about a crosscutting theme in my life, and in the lives of many people. To compile the Oralitura, by means of an analysis of the current position within what is known institutionally as tangible and intangible heritage in Colombia, represented in the ceramic object, in the memory and in the oral tradition, this analysis generated an interesting appropriation of the components of the research, through the approach to indigenous groups, knowing their situation and social and cultural position. This path led me to question the institutional knowledge and to restate the intention of this project whose main focus was the knowledge related to indigenous ceramic objects. As a strategy to make the spoken word visible with regard to ceramics with a view to the inclusion of ancestral knowledge in the artistic academic environment, histories were collected and bonds were generated with members of indigenous communities. The renewed interest of the new generations of art students in the tradition of pottery and indigenous thinking was taken into account , with the assurance that this contribution on the conceptualization of the trade from an expanded and sensitive view, as well as the inclusion of "other" thoughts, would enrich areas that have been underestimated so far within the plastic proposals in the university field, represented in projects resulting from a good dialogue between identity, ancestry and contemporaneity1. The stories and testimonies were found in research and compilations conducted by anthropologists, linguists, religious, or indigenous people from different groups; stories were obtained from members of different communities: Isaías Román from Uitoto community, Vitalia Letuama from Letuama community, Dioselina Rivera from Muinane community, and Nelly, from Yucuna community, communities belonging to the Amazon; the spiritual leader Clemente from Sikuani community in Puerto Gaitan, Meta, and the ceramists María del Carmen Romero, Medarda Torres, Herminia Arciniegas and María Temilda Salazar, the Guane community of Guane, Santander.. 5.

(6) The studied concepts, the ideas and thoughts resulting from all conversations with indigenous and academics from Art Studies Master, converged in a conclusion-reflection that seeks to define this conjunction between doing and thinking: Thought-Object. _________________________________________________________________________ 1. Understanding this contemporaneity as the temporary stage of art at the beginning of the XXI century.. 6.

(7) FIGURA 1. QUEMA DE HOYO, TALLER REALIZADO EN LA FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES ASAB CON LA SEÑORA VITALIA LETUAMA1. Fuente: Elaboración propia.. 1. Vitalia Letuama, proveniente de la comunidad Letuama, Amazonia, quien reside en Barichara, Santander, 2014.. 7.

(8) Palabras clave Cerámica, oralitura, vasija, patrimonio, memoria, pensamiento-objeto.. 8.

(9) Introducción Entonces Corazón que Habla, al ver que el hijo había resucitado, se despidió de todo diciendo las últimas palabras: que él se iba y que en su lugar el hijo continuaría contando las historias. Fue así como Hombre de Yuca quedó con todos los poderes del padre. El anciano se fue a un lugar llamado “Pozo de la olla de barro”, en el río Caquetá. Es allí de donde procede la gente de olla (…). Entonces, el hijo repitió las palabras que había pronunciado antes de ser castigado. Esas mismas palabras quedaron con nosotros. Vienen de antigua y no les quitamos ni agregamos nada. Son historias de la gente de olla. El corazón del padre (mito y rito Uitoto) (Urbina Rangel, 2010, pp. 59-60). La preocupación e interés por los saberes ancestrales presentes en las narraciones de diversas comunidades indígenas del territorio colombiano, con relación al momento y significación anterior y posterior a la producción de objetos ceremoniales y de uso cotidiano, ha estimulado esta investigación. Tiene como apuesta la preservación del patrimonio intangible que constituyen los conocimientos transmitidos tradicionalmente, a través del concepto de la oralitura2. Este proyecto de investigación se centró en lo concerniente al pensamiento relacionado con la cerámica especialmente en las historias y su recopilación, vale aclarar que no era de interés llegar a una propuesta plástica o de creación. La memoria colectiva de los grupos indígenas colombianos, como depositaria de tradición oral, constituye un valioso patrimonio, teniendo en cuenta que son la mayoría de estos. 2. Según lo recoge la antropóloga Nina S. de Friedemann: El término oralitura es un neologismo africano y al mismo tiempo es un calco de la palabra literatura, según dice Yoro Fall (1992). Pero su objetivo es encontrar un concepto que de algún modo se yerga en el mismo nivel de la literatura. Porque se trata de reconocer la estética de la palabra plasmada en la historia oral, en las leyendas, mitos, cuentos, epopeyas, o cantos que son géneros creativos que han llegado hasta nuestros días de boca en boca. Y que en la globalización de la crítica cultural también constituyen poéticas sujeto de estudio por parte de sociedades letradas. Un ejemplo de oralitura es el del mito de las inundaciones en el litoral Pacífico, originalmente narrado en español por un minero negro a la investigadora, fue trasferido por ella a texto escrito sin modificación alguna. (De Friedemann, 1999, p. 25). 9.

(10) grupos sociales, cuyas prácticas están en proceso de desaparición, los que poseen saberes diversos que la tradición occidental ha desconocido. La llamada globalización, promovida por los medios de comunicación y las políticas económicas y estatales, últimamente hace alusión más a la uniformidad, de tal forma que la diversidad de culturas “otras” y sus prácticas tienden a desaparecer debido a la clasificación de estas con un mismo término. Esta cultura que pretende ser global se construye desde la premisa de que, gracias a los medios, casi somos una sola: la del planeta Tierra. “El afán de ‘parecerse a’ las culturas hegemónicas, genera cambios radicales en los grupos sociales marginados. La extinción o el mestizaje de los grupos indígenas y por lo tanto la pérdida de su conocimiento parece inevitable” (García Canclini, 1997). Siguiendo a García Canclini, somos híbridos, resultado de quinientos años de historias y mezclas de costumbres y razas. Nos invade pues un extraño sentimiento de nostalgia culposa que nos impulsa a buscar en el origen. Sin embargo, la tarea de reinventar una sociedad, retomando elementos perdidos de nuestras culturas originarias como único norte, generaría un sinfín de articulaciones que resultarían en un remedo extraño de lo que queremos apropiar. Repensar, desde esa última perspectiva, al patrimonio o a las ideas que suponemos sobre el pasado o “las memorias”, no sería, en ningún caso, la tarea pertinente. En otras direcciones, apuestas como el presente proyecto se integrarían dentro de líneas de trabajo, acción y pensamiento que puedan adoptar una posición respetuosa frente a las culturas diversas y de grupos sociales con características particulares, sin pretender con ello validar o teorizar desde la mirada eurocentrista estas formas de pensamiento. Considero, sobre el camino que he recorrido como ceramista y docente en el medio del arte, que la tarea de fondo es valorar y re-conocer otras formas de pensamiento que permitan llegar al dialogo en igualdad de miradas, en el relato, en la consignación de esos relatos, en el ejercicio de la memoria y en el papel de sus protagonistas.. 10.

(11) Objetivos La conciencia como artista acerca del legado cultural que representan los grupos indígenas en nuestro país y su pensamiento ha definido el alcance de esta investigación, que consistió en recopilar testimonios acerca del acto de creación, anteriores o posteriores a la elaboración de los objetos cerámicos. Mi perspectiva e interés se dan como ceramista que llegan a un acercamiento hacia la mirada y pensamiento de algunas etnias colombianas. Objetivos específicos Desde la mirada artística, las culturas indígenas persisten y se visibilizarían como una pequeña isla en medio del bombardeo de culturas europeas; la mirada hacia lo local, permeada tristemente desde lo occidental, debe recuperar y valorar lo particular propiciando su aceptación e inclusión logrando un cambio de actitud frente a nuestra cultura y memoria. En este sentido se proponen los siguientes objetivos de manera específica:  Visibilizar la oralitura y su pensamiento, concerniente a la cerámica, valorándolos como legado cultural e incluyéndolos en el medio académico a través de la docencia.  Encontrar la relación que establecen las culturas indígenas del territorio nacional, su dialogo con el entorno y la cotidianidad, a través de sus historias y los objetos cerámicos que elaboran.  Analizar el posicionamiento de los objetos cerámicos indígenas dentro de la clasificación institucional con una mirada crítica.. 11.

(12) Línea de investigación Lo sucedido durante la década de los sesenta y setenta, cuando los estudios culturales emergieron subvirtiendo las categorías tradicionales, hoy en día en Latinoamérica se conoce como “resistencia”. Se trata de un reconocimiento de lo propio, simultáneo a la negación de la destrucción u omisión de formas de pensamiento pertenecientes a nuestro contexto, alrededor de lo que se generó el movimiento decolonial como postura política frente a la imposición del pensamiento occidental, con un importante reconocimiento en el ámbito académico. En este marco, resulta relevante el cuestionamiento acerca de la clasificación que aun se hace de las formas de pensamiento no inferiores sino diferentes al occidental, como las llamadas “culturas populares”; esta categoría, utilizada para encasillar costumbres y pensamientos que constituyen el delicado tejido social, forman parte de los insumos que dan vida a los estudios culturales, manifestaciones producto de pensamientos y acciones características de grupos humanos que adquieren un sentido y posición política en cuanto aparece la necesidad de la lucha frente a la presión de los grupos y culturas hegemónicas. Así pues, la línea con la cual dialoga mejor el proyecto es Estudios culturales de las artes, teniendo en cuenta que el documento de la Maestría en estudios Artísticos enuncia: Se tiene en cuenta su aporte a la apertura de las fronteras del conocimiento ya problemáticas silenciadas por el paradigma mono cultural de la dominante razón occidental. La Maestría en Estudios Artísticos comprometida con la transformación de las realidades sociales y la renovación del conocimiento busca impactar en las prácticas artísticas y en la modificación del habitus instalado y circulante socialmente que favorecen la repetición de concepciones limitadas acerca del arte, que desconocen modos contextuales propios de la producción simbólica y sensible que se da en los deslizamientos entre lo dominante y lo subalterno, entre lo central y lo periférico, entre lo global y lo local. Frente a estas dinámicas que contribuyen a la generación de escenarios de exclusión cultural y de violencia epistémica, que ubican los saberes no hegemónicos en algunos campos de lo colectivo, lo tradicional, lo no importante, aquello que no tiene valor en sí mismo, esta línea de estudios culturales de las artes es un espacio creado para el intercambio horizontal de saberes y conocimientos, para la realización de proyectos de investigación-creación que interrogan la relación entre producción de. 12.

(13) representaciones, de imágenes (sonoras, visuales, táctiles, corporales, entre otras) y formas de la ciudadanía en el mundo contemporáneo. Se plantea como un ámbito creado para explorar e intervenir en la dimensión poética y política de las prácticas artísticas y culturales en el contexto y para indagar las posibilidades de la categoría relacional y diferencial investigación-creación, que desde esta perspectiva da cuenta de la relativa y contingente autonomía del campo del arte, del carácter político y relacional de las comunidades que constituyen el campo del arte y de sus relaciones con otras comunidades, con las que los agentes del campo del arte, configuran redes de interacción social. (Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2012, pp. 42-43). Las culturas indígenas persisten y se visibilizarían como una pequeña isla en medio del bombardeo de culturas europeas, la mirada hacia lo nacional permeada tristemente desde lo occidental, debe recuperar y valorar lo nacional. La aceptación e inclusión desde el pensamiento local, la posición frente a nuestra cultura y memoria debe tener ahora un carácter político, innumerables personas se encuentran en esta tarea, empezando por grupos indígenas con una organización perfectamente acoplada al sistema hegemónico, pero con la mirada desde su pensamiento y con objetivos claros de posicionamiento social. Con las características descritas, el proyecto navega dentro de dos sublíneas: La primera, Prácticas artísticas y relatos nacionales: Propone una exploración a la construcción de los relatos nacionales y a la forma como se configuran y/o articulan a regímenes de representación cultural. Analiza los desplazamientos que se establecen entre las narraciones mono culturales de la nación y las narraciones fundadas en el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural, para explorar las formas como las prácticas artísticas ayudan a dibujarlas y hacerlas posibles. (Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2012, p. 44). La segunda, Patrimonio artístico y luchas por la memoria: Propone la problematización y revisión crítica del valor particular y el interés inusitado que se presenta entre sectores sociales e institucionales en el ámbito local y global, la emergencia del patrimonio como un campo especializado (con autoridades legitimadas y legitimantes en el mismo campo), que determina atributos y condiciona las formas de circulación y de apropiación de ciertos bienes y expresiones culturales. Se plantea la necesidad de indagar sobre aquello que se denomina patrimonio, entendiendo las formas como se describen, categorizan y analizan las prácticas que allí se inscriben. (Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2012, pp. 44-45). 13.

(14) Metodología El método que mejor enmarcó la estrategia para la recolección de los relatos fue el trabajo conjunto: las características observadas acerca de los roles y el comportamiento en las comunidades con las que hubo acercamiento indicaron que la práctica y la transmisión del conocimiento de la cerámica, en algunas comunidades, reposa en las mujeres; esto contribuyó al espesor de la aproximación del conocimiento objetivo de esta investigación, pues el acercamiento y dialogo fue más factible desde oficio y género. Las características del proyecto indicaron que el espacio metodológico apropiado a seguir era el cualitativo. En consecuencia, el trabajo se desarrolló en dos partes: 1. Búsqueda de datos en investigaciones temáticamente fronterizas y precedentes. 2. Acercamiento a personas de grupos indígenas que residen en Bogotá, para escuchar relatos de viva voz de parte de los integrantes de la comunidad y dos experiencias de aproximación fuera del territorio bogotano. No se busca trascribir las historias. Se pretende, como investigadora, como artista y como ceramista, hacer visible este conocimiento a partir de la experiencia y del habla de los relatos escuchados y vistos, permitiendo entender ese espacio de creación, donde, tanto el arte, como otras disciplinas de conocimiento occidentalizado, resultan demasiado sesgadas. En esta dirección, y aunque el método no es un calco de estudios antropológicos, el acercamiento a las comunidades con el fin de rastrear conocimientos, historias y relatos me permite señalar al procedimiento etnográfico como el más apropiado. La estrategia mediante la que se hizo el acercamiento a las personas fue la elaboración misma de objetos, es decir: el oficio. La aproximación, el diálogo y la escucha ubicaron a la investigación en el terreno de la investigación participación, campo apenas evidente para que la oralitura se hiciera visible; se apostó todo el tiempo por no “ser parte” del grupo investigado ni generar cambios en aspectos sociales o de cultura material. Por esta razón, quizá, se dificultó enmarcar la metodología totalmente dentro de las descritas anteriormente. Esto no contradice en ningún caso el propósito del proyecto, pues ya se ha. 14.

(15) expuesto el afán de no trabajar de manera permanente dentro de estructuras de pensamiento eurocentrado. El interés específico, desde o hacia la cerámica, desbordó en una metodología, que difícilmente puede cernirse dentro de categorías puramente occidentales. Los elementos etnográficos y las acciones de participación y colaboración existieron en algunos momentos; sin embargo, fue necesario generar un método de acercamiento que propiciara una retroalimentación más activa con quienes poseen el conocimiento orientada de manera diferente a la IC. El método propuesto y aplicado fue interdisciplinar/intercultural, esto es, el trueque o intercambio de conocimientos, costumbre muy común entre grupos campesinos e indígenas, estrategia mediante la cual la investigadora llego al acercamiento con ceramistas y narradores. Pretendía, a través de la elaboración de objetos, compartir el conocimiento y los relatos relacionados con el quehacer cerámico. En mi condición de ceramista/artista, preferí un método diferente al de los investigadores que han recopilado datos en estas comunidades (la mayoría, antropólogos, sociólogos, lingüistas o religiosos), pues la observación desde afuera, convierte a los grupos indígenas en objetivos exóticos. Mi mirada y posición frente a la comunidad no fue como observadora, sino como interlocutora.. 15.

(16) Actividades y herramientas Las actividades llevadas a cabo correspondieron a tareas específicas propuestas desde el inicio de la investigación. En concordancia con esto, se llevó acabo de la siguiente manera: 1. Se buscaron los datos de interés en investigaciones, recopilaciones y publicaciones que se han efectuado con anterioridad. El trabajo de búsqueda fue arduo, pues existen recopilaciones inéditas, o al respecto los poseedores del conocimiento insisten en que la transmisión de este sea de manera oral. La finalidad de esta búsqueda fue interferir lo menos posible en las comunidades, y rastrear datos que resultaran significativos para el propósito de la actual investigación. 2. Se obtuvieron testimonios de viva voz, dentro de grupos localizados en la ciudad de Bogotá, en territorio Sikuani y en territorio Guane. Con la mediación de contactos dentro de las comunidades radicadas en Bogotá, intenté localizar a quienes elaboran los objetos cerámicos y sus relatos. 3. Por supuesto, existió un diario de campo. Con la idea de respetar la tradición de los grupos indígenas, utilicé la memoria como herramienta de recolección de la información, el cuaderno sirvió de bitácora para anotaciones después de llevadas a cabo las charlas (no entrevistas) y las actividades de elaboración conjunta de objetos cerámicos in situ. 4. En casos necesarios y con autorización de la comunidad, se fotografiaron procesos,. objetos y personas, únicamente cuando se consideró necesario.. 16.

(17) Acotación a la estructura capitular del texto He estructurado la narrativa de este documento según se elabora el objeto cerámico más tradicional: la vasija. La técnica más ancestral para su elaboración, los rollos superpuestos en espiral, fue la metáfora que utilicé para este propósito. Así, tres capítulos contienen el tema de interés, los problemas, las articulaciones, estaciones y conclusiones de este recorrido, trazado bajo el pretexto de un título de maestría. En el último capítulo definiré el pensamiento-objeto: Esta reflexión que expongo, desde la perspectiva de artista ceramista, cumple con la premisa de defender la ideación, creación, elaboración y uso del objeto cerámico en ciertos circuitos simbólicos, por encima de su materialidad. La voz de las personas con quienes se conversó, están presentes a lo largo del documento, así, las narraciones y testimonios recopilados, se tejieron con el texto como reafirmación de la ideas y conceptos desarrollados La estructura narrativa es la siguiente: Los pies de la vasija Deben quedar firmes y bien construidos pues son la estructura que sostendrá al cuerpo de la vasija. En este capítulo he consignado mi pensamiento acerca de la cerámica, explico aquí el origen del proyecto, una breve descripción del estado de los grupos indígenas en Colombia como problema que origina este proyecto y un estado del arte de recopilaciones realizadas. La analogía con el inicio de construcción de la vasija, pretende explicar sobre que terreno está estructurada la investigación. El cuerpo El cuerpo será el contenedor principal: Albergará todo lo que se necesita para llegar al final de la pieza.. 17.

(18) Aunque la reflexión sobre la cerámica está presente también aquí, entretejo la construcción del marco teórico, y sustentación del porque y para qué del proyecto. Aparecerán aquí mis consideraciones acerca de nociones como patrimonio, oralidad, memoria, como contenedores importantes y nudo de la investigación.. La boca Es el remate de la pieza. Debe ser trabajada con delicadeza pues es la forma/espacio, por donde entrará y saldrá el contenido. Cerrará la vasija y deberá tener un diseño cuidadosamente elaborado. Aquí, busco articular conclusiones y llegar a una aproximación de la transmisión del conocimiento a través del habla, la analogía que establezco entre la Boca y esta parte del documento pretende reforzar la idea de oralidad.. Conclusiones Estableciendo una analogía con el contenido de la vasija, intento relacionar más estrechamente el pensamiento con su materialización en objeto cerámico: una apuesta reflexiva, relacionada con el momento de creación. Evidencio aquí mi punto de vista como artista, relacionando el pensamiento y las historias de vida que impulsan a la elaboración de objetos. Adicionalmente, se incluyen algunos apartes del diario de campo, que hizo de bitácora, seleccionados bajo el criterio de que los aspectos más relevantes se hagan visibles para esta investigación.. 18.

(19) Capítulo 1. Los pies La creación es a partir de la vasija. Las cuatro columnas de la maloka son Irae y la vasija más grande que está en la mitad de la maloka, que se usa para la cahuana, es Nogorae; representa lo femenino, la mujer. Marekuri es el lugar donde anida el bebé; en cerámica, es la más fina, elaborada con la arcilla más fina, y es la vasija pequeña como el lugar donde anida el bebé. El padre creador creo el mundo, pero se le agrieto, había que arreglar la mezcla y agregó Naire, el elemento regenerador, que tiene la capacidad de sanar. El mangle es el regenerador de la tierra; la tierra es como un cuerpo, con todas sus partes. Lo que se haga a cualquier parte de este cuerpo afecta a toda la tierra, como afectaría a un ser humano que se le hiciera algo en cualquier parte de su cuerpo. Entonces el padre creó unas gentes Bakakeurue: como dioses. Gente-jagae (Animales con mucha sabiduría) debían transformarse en humanos, pero muchos no lo logran, algunos quedan mitad hombre y mitad animal y otros, todo como animal. Entonces, el padre busca qué barro sirve para crear al hombre. (…) Con arcilla de colores crea cinco hombres y cinco mujeres (Fenorauruke), como estatuas de barro; sopló3 y dio vida a los cinco hombres… Trató de dar vida a las mujeres, sopló una y otra y otra, pero no pudo; entonces, pensó y dijo: Ei (Eiño), madre; el padre reconoció a la madre y su capacidad de transformación. El padre es Moo (Mooma): crecimiento, multiplicación, padre. Sopló y dio vida a las mujeres, fuerza de varón más fuerza de mujer… Relato, Isaías Román, Bogotá, 2013. Era cuestión de tiempo para que todas las preguntas que habían estado apareciendo con los años de trabajo como ceramista confluyeran en una investigación. Como un intento para responder a estos cuestionamientos, he establecido un relato sobre lo que paulatinamente ocurrió en mi trabajo y cómo una idea fue poco a poco mutando, hasta convertirse, a través del pensamiento constante en el oficio de la creación plástica cerámica 3. Hay tres tipos de soplo: concentrar y materializar, eructar y soplar.. 19.

(20) y de la observación de la práctica en manos de estudiantes y de creadores tradicionales, en un problema que debía ser resuelto. Mi formación como artista-ceramista tuvo énfasis en cómo se elaboraban los objetos. Se daba por hecho que el para qué y el por qué se sustentaban en la intención artística personal. En ese entonces, 1984, mi interés se centró en la técnica, en el manejo del material arcilloso y en los comportamientos químicos y físicos de los procedimientos cerámicos; este era el perfil y el énfasis de la especialización en un medio artístico que define, aun, a la cerámica como un arte menor o como parte exclusiva de las manifestaciones artesanales. Pero este no es el único obstáculo. Es de destacar una obra que se ha considerado fundamental en la historiografía sobre Colombia, la Historia del arte colombiano de Salvat Editores (Barney, 1977), en tres tomos dedicados a las culturas precolombinas, hace una descripción arqueológica de los objetos cerámicos, desde su apariencia física, de diseño y técnica. En aquellos, el acercamiento a la significación o trazado simbólico/narrativo de cada objeto es muy poco, seguramente debido al acercamiento mínimo a las culturas sobrevivientes a los procesos poblacionales en la Conquista, la Colonia y la República. Mi especialidad me permitió trabajar en Artesanías de Colombia4 y, más tarde, en el Museo de Artes y Tradiciones Populares5. Mi tarea en estas entidades fue asesorar a comunidades de artesanos, como las de Ráquira o de Carmen de Viboral, para el. 4. Artesanías de Colombia S.A. es una sociedad de economía mixta del orden nacional, constituida por escritura pública número 1998 de 1964, otorgada por la Notaría Novena del Círculo de Bogotá, D. C., sometida al régimen de las empresas industriales y comerciales del Estado, vinculada al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y dotada de personería jurídica, autonomía administrativa y capital propio. De acuerdo con su misión, contribuye al progreso del sector artesanal mediante el mejoramiento tecnológico, la investigación, el desarrollo de productos y la capacitación del recurso humano, impulsando la comercialización de artesanías colombianas (Artesanías de Colombia, 2017). 5 El Museo de Artes y Tradiciones Populares hasta 2011 estuvo ubicado en el claustro de San Agustín, en Bogotá; desarrolló proyectos con el sector artesanal de Colombia. El objetivo primordial se puede enunciar de manera muy sencilla: se trata de enseñar al público toda la gran variedad de la producción artesanal del país. De esta manera, podemos encontrar en espacios como el Salón Indígena una "maloca", que es el hábitat auténtico de los indios ticunas del Vaupés. También está la vivienda de la tribu de los guambiamos del Cauca y en torno a la casa sus elementos de uso doméstico, instrumentos de caza y pesca. (Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, s.f). 20.

(21) mejoramiento de arcillas, acabados y estrategias para la diversificación de la producción, con la idea de mejorar la tecnología y la calidad de los objetos. Durante estos trabajos tuve mi primer acercamiento a integrantes de comunidades indígenas y fue entonces cuando empecé a vislumbrar el problema que representan este tipo de entidades para los grupos indígenas. También allí empecé a escuchar reiteradamente el término patrimonio, asociado a proyectos y presupuestos que involucraban la producción de objetos indígenas y que eran clasificados como artesanías6. En 1992 se cumplió el aniversario quinientos de lo que entonces se denominaba aun mayoritariamente “Descubrimiento de América” y, como parte de la efeméride, realicé una investigación desde el Departamento de Diseño del Museo de Artes y Tradiciones Populares, sobre los aportes tecnológicos de los conquistadores españoles. A pesar de este enfoque, la mayoría de información encontrada estaba relacionada con la evangelización, la esclavización y el arrasamiento de las culturas precolombinas y, aun así, las instituciones hacían énfasis únicamente en los beneficios obtenidos, ignorando la tecnología existente en el momento de la conquista. Para 1994 inicié la docencia en la Facultad de Diseño Industrial, Área de Procesos Cerámicos, de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, y en la Facultad de Artes Plásticas, Área de Cerámica, de la Universidad de los Andes, en Bogotá. El ejercicio de la docencia y las constantes preguntas de los estudiantes me permitieron concretar una primera pregunta que tenía origen en las experiencias anteriores: además del componente. 6. De acuerdo con numerosos estudios, la artesanía cumple con al menos tres características: se trata de un arte manual, responde a necesidades de la comunidad y tiene un carácter anónimo; además, debe ser tutelada, en cuanto a su carácter artístico, por las normas que regulan la propiedad intelectual. Así queda expresado en la definición adoptada por la Unesco sobre este concepto: Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano o con ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se producen sin limitación por lo que se refiere a la cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente. (Unesco, 1997). 21.

(22) técnico, ¿quién habría escrito sus reflexiones sobre la cerámica o sobre el pensamiento preliminar a la creación de los objetos cerámicos? La bibliografía consultada hasta ese momento había conducido a la técnica y mi ingreso a la Facultad de Artes ASAB acrecentó la pregunta, pues el componente plástico se complementaba con el conceptual, permitiéndome advertir que la inquietud era generada por la práctica en sí misma, pues no solo estaba en mí: también estaba en los estudiantes interesados en la cerámica. Para entonces, la cerámica había dejado de ser para mí un medio. La arcilla se convirtió en un lenguaje. Así que mi investigación hacia sus posibilidades plásticas adquirió matices relacionados con el hacer y el pensar, con la lentitud necesaria durante el proceso de elaboración del objeto cerámico, que remite a estados de concentración y reflexión durante los cuales se piensan objetos, se piensan situaciones. En este proceso, el dialogo con el material se ha acrecentado con los años. Mientras elaboro los objetos, veo con las manos sus formas. En mi proceso de creación pienso cada objeto, y cada objeto contiene un fragmento de mi historia y de mi esencia. Esta evolución de mi trabajo condujo al establecimiento de un diálogo con otros sobre este recorrido, y dio origen a una segunda pregunta: ¿quién piensa la cerámica de manera integral, no solo desde la técnica o la función? El azar me trajo una respuesta: mi hijo, en calidad de biólogo, estuvo en la Amazonia durante un mes, con la comunidad Yucuna7. Una abuela de esta comunidad lo acogió como a un nieto y, en sus noches de conversa, le conto una historia: (…) El padre tomó tierra del borde del rio y la apretó contra un molde, de allí salieron los hombres blancos; tomó la tierra de más abajo y la apretó contra un molde, de allí salieron los hombres amarillos; nuevamente tomó tierra de más abajo y la apretó contra un molde, de allí salieron los hombres colorados;. 7. La abuela Yucuna llamada Nelly vive en el resguardo Comefayú. De acuerdo con Arango y Sánchez (1998), la comunidad Yucuna comparte su territorio con otros grupos en los resguardos Comefayú y MiritíParaná, al sur de la Amazonia. La mayoría de la población vive junto a los Matapí, en las riberas del río Mirití-Paraná. Otros se asientan en el río Caquetá, en La Pedrera, Comeyafú, Puerto Córdoba y Villa Azul.. 22.

(23) finalmente tomo la tierra de más abajo y la apretó contra el molde, de allí salieron los hombres negros (…).8 Relato de la abuela Nelly, comunidad Yucuna, Amazonia, 2013. Tras este hallazgo se dio una indagación inicial que me llevó a encontrar que la mayoría de las comunidades indígenas existentes o desaparecidas de nuestro territorio han considerado a la cerámica dentro de su cosmogonía y que está presente dentro de su oralitura, relacionada con diferentes aspectos de su vida y su historia. Entre estos hallazgos, hay otros hechos que problematizarían mi búsqueda y llamarían mi atención acerca de la historia y situación de las culturas indígenas en Colombia. Los indígenas colombianos enfrentan diversos problemas, que han puesto al menos a dieciocho de estas comunidades en peligro de extinción, debido a desplazamientos por la violencia, masacres, conflictos territoriales con grupos armados, el narcotráfico y la minería. De acuerdo con Jaramillo (2011): En Colombia viven cerca de 85 pueblos indígenas. Aunque no hay un censo exacto de esta población, estimamos que suman cerca de 800.000 personas, o sea alrededor de un 2% de la población colombiana. En la zona Andina y el Pacífico habita el 80% de la población indígena, pero son escasamente una docena de grupos. La mayoría de pueblos habitan el bosque húmedo tropical de la Amazonia y las sabanas del oriente colombiano, varios de ellos con apenas un centenar de individuos. Los pueblos indígenas se encuentran dispersos por toda la geografía nacional y habitan ecosistemas tan diferentes como los Andes, las zonas selváticas de la Amazonia y del Pacífico, las Llanuras del oriente y la desértica península de la Guajira, donde viven los indígenas Wayúu. No obstante ésta dispersión geográfica, el movimiento indígena representado por la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, para su tercer congreso en Julio de 1990, había logrado abarcar a más del 90% de los indígenas y etnias indígenas de Colombia, alcanzando, entonces, una unidad que no se había logrado en otros países de América.. Ciertos grupos que aún persisten narran y trasmiten su conocimiento de manera oral; sin embargo, la disminución de hablantes de los diferentes grupos motiva reflexiones sobre la necesidad de preservar el patrimonio que constituye este conocimiento ancestral. Algunos de ellos, conscientes tardíamente de su pérdida de identidad, intentan recordar y recuperar sus historias re-creándolas, uniendo historias de otros grupos (Baquero y De la Hoz, 2010). 8. Fuente: Mateo Jaimes, biólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Jaimes trabaja en la Amazonia y se encontraba vinculado a la Universidad Nacional de Colombia en 2013.. 23.

(24) En Bogotá se reúnen representantes de estas etnias, que han organizado cabildos y tiene malocas dispuestas para la palabra. Sin embargo, sus culturas, permeadas por las múltiples sinfonías de la ciudad, disuelven sus prácticas en una suerte de latencia atemporal, una disonancia en la que se incorporan nuevos roles como estudiantes universitarios, profesionales en diferentes áreas, en el trabajo de andén o haciendo respaldo de fuerza laboral. Instituciones nacionales y extranjeras9 han penetrado estas culturas imponiendo leyes y religiones que no reconocen parámetros validadores de otras formas de pensamiento, ni de percepciones del mundo distintas de las propias. Las culturas indígenas, son declaradas patrimonio, para beneficio de instituciones y proyectos que a la postre no solucionan las necesidades reales de estos grupos, y quedan condenadas a permanecer casi como esculturas vivientes o como piezas de museo exóticas congeladas en el tiempo. Esta invisibilidad que produce el mimetismo dentro de lo urbano puede ser una estrategia para la conservación de los saberes y tradiciones. Se evidencia aquí una mirada crítica de estos grupos hacia lo occidental, analizando o estudiando lo que es externo a su contexto, en algunos casos afortunados, tomando lo útil y rechazando lo que no está dentro de sus intereses particulares. Sus historias se repiten una y otra vez para su grupo originario, con la idea de ser memorizadas reafirmando así que, para la continuidad de los saberes ancestrales, el uso de la memoria es de vital importancia. La transmisión de los saberes, oralmente o de forma escrita a través de maneras no convencionales, como por ejemplo la utilización de un interlocutor activo o un replicador representado en el sabedor o en objetos ceremoniales contenedores de conocimientos y lenguajes, muy diferentes de la escritura convencional occidental, permite que permanezcan vivas en cierto grado las costumbres y algunas de las historias que, en perspectiva, son reflexiones sobre la acción de los seres humanos, relacionados con lo que suponen (o suponemos) como natural:. 9. El Instituto lingüístico de verano tenía aun en 2010 programas de cristianización y penetración con estrategias muy bien diseñadas utilizando la lengua como herramienta.. 24.

(25) En mi comunidad nadie trabaja la cerámica y a nadie le interesan las historias ni la tradición de la cerámica, es difícil y de mucho trabajo, pero yo sigo ahí, a mí me gusta, en la comunidad ya se usan ollas de aluminio, la loza ya no es de cerámica, todo se está perdiendo. Vitalia Letuama, 2014.10 Los cambios que han ocurrido en sus costumbres dentro de la cotidianidad han generado grandes modificaciones en las formas de hacer y actuar. Es así como en su forma de cocinar, los utensilios vienen transformándose/ adecuándose, desde su misma elaboración a través de necesidades pragmáticas o materiales. Este es uno de los factores que influyen para que desaparezcan objetos tradicionales relacionados con la cotidianidad y elaborados para momentos específicos, como los rituales, y con ellos, paulatinamente, la transmisión del pensamiento ancestral: Ya los jóvenes no se interesan y han cambiado las costumbres como las habían enseñado los abuelos y es importante la ritualidad con que se hacían, por ejemplo, los bailes. Isaías Román, 2015.11 La memoria de los diversos grupos indígenas colombianos constituye valioso patrimonio12 inmaterial, más considerable aun si consideramos que la mayoría de aquellos se hallan en confuso y violento proceso de desaparición, desplazamiento y exterminio; no obstante, es en su memoria y en sus voces donde aun habitan saberes antiguos que pueden ser preservados: los relatos e imágenes, y todo el conjunto de manifestaciones que corresponden y habitan dramáticamente en el tiempo y constituyen el macro relato de su identidad. 10. Fuente: Vitalia Letuama, comunidad Letuama, Amazonas, conversación sostenida en Barichara Santander lugar de residencia actual de Vitalia. 11 Isaías Roman, comunidad Uitoto. Los Uitoto son una comunidad o etnia indígena de la Amazonia colombiana y peruana, cuyo territorio originario se encontraba en la parte media del rio Caquetá y sus afluentes, aunque actualmente se hallen dispersos en múltiples localidades en los ríos Orteguaza, Caquetá, Putumayo, Caraparana, Igara Paraná y en las cercanías de Leticia. Hablan diversas lenguas, según la zona donde viven, algunas de ellas son Mika, Minika y Búe, todas pertenecientes a la familia lingüística Huitoto. 12 Adopto aquí el concepto de patrimonio desarrollado por gallegos (2014): lo heredado del padre. La tendencia a atesorar, preservar y guardar, presente en la mayoría de las culturas, con la idea de resguardar el conocimiento para ser entregado a las generaciones venideras, como herencia de cultura, es lo que constituye el patrimonio cuya palabra viene del latín patri (“padre”) y onium (“recibido”), que significa “lo recibido por línea paterna”.. 25.

(26) Estos relatos no están consignados exclusivamente en documentos. Los símbolos que constituyen ideas de colectividad habitan en la memoria de lo que nos concierne: el olor de la guayaba, la sábila detrás de la puerta, el sonido del molinillo para el chocolate y la infinidad de detalles que caracterizan a una población conforman los imaginarios de aquello a lo que denominamos identidad: una identidad cargada de supuestos alusivos a raíces, en ocasiones profundas, que configuran manifestaciones reiterativas en nuestra fisonomía y en nuestra manera de hablar. Además de estas formas de memoria inscritas en lo cotidiano, existen las imágenes y las grafías escriturales que aun poseen los grupos sobrevivientes o los vestigios que dejaron en su derrota, a veces, irónicamente, gracias a la marginalidad, a su aislamiento geográfico, o a la alteridad que han generado como estrategia de supervivencia. Para otras sociedades corresponde a nuestro territorio la etiqueta de subdesarrollados, caóticos. La mirada recíproca hacia el otro como no humano, que aconteció durante la Conquista, prevalece en los comportamientos depredadores de una gran mayoría de “hombres blancos” (Quijano, 2014), para quienes las comunidades indígenas y sus culturas, son consideradas inferiores. En los imaginarios míticos, esta es una constante. La predominancia se determinará, básicamente por el ganador de batalla. La tendencia a considerar al otro como menor corresponde generalmente a nuestra raíz de origen. Esta característica, presente en los seres humanos, hace que la cultura dominante pretenda acabar con cualquier rastro de la dominada. De esta manera se han perdido conocimientos y culturas completas en el planeta. Este no es el caso exclusivo de nuestro continente. Nos hemos dado cuenta del desastre que representa esta pérdida demasiados años después, cuando nuevas generaciones, autómatas y mediáticas, no encuentran asidero. Buscamos en el origen y acudimos a la memoria, pero sucede que la historia no está solamente en lo consignado a través de la escritura dominante. La globalización y la colonización tardía propician la negación de estas comunidades, así que la extinción o transculturación de los grupos y la desaparición de este conocimiento pareciera inevitable. La preocupación e interés por los saberes ancestrales, presentes en las narraciones de diversas comunidades indígenas locales, ha motivado otras investigaciones.. 26.

(27) Se han recogido testimonios y se han llevado a la escritura con la ayuda de representantes de cada grupo indígena, en compilaciones realizadas por antropólogos, lingüistas, sociólogos e incluso religiosos, acerca de los elementos mágico-religiosos presentes en narraciones de las diferentes etnias. Uno de los primeros compiladores fue Pedro Simón, fraile franciscano y cronista español que, a comienzos del siglo XVII, relató en sus Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales (1981) la información de lo observado en costumbres, dialecto y religión de los grupos encontrados en ese entonces. El trabajo de Simón es reconocido por el respeto que guardó hacia los aspectos antropológicos, sociales y religiosos de los muiscas. Desde la historiografía, se le considera avanzado a su época por su estilo sensible hacia las características particulares de las culturas de los grupos indígenas y su interés hacia la investigación de los aspectos cosmogónico-filosóficos propios de las sociedades precolombinas y su compenetración con la naturaleza. Años después, ya entrada la república, entre 1850 y 1859, la Comisión Corográfica, dirigida por Agustín Codazzi, geógrafo, cartógrafo e ingeniero, haría un recorrido por las diferentes regiones del país, recogiendo datos de flora, fauna y población. Esta expedición obtuvo datos en cuanto a la situación de algunos grupos indígenas que habían sido detectados con anterioridad y presentaban cambios apreciables en el número de habitantes, pues muchos ya habían desaparecido, se habían desplazado a otras regiones o se habían reunido con otros semejantes, generando cambios en sus costumbres. La ciudadanía de los indígenas fue reconocida algunos años antes, con la creación de la república en 1832. Esta situación jurídica cambió y empeoró las condiciones de las comunidades pues, aunque la ley reconocía igualdad de derechos y respeto a sus tierras, los territorios que hasta entonces les eran reservados fueron parcelados y expropiados por hacendados y colonizadores, al amparo de la propia ley. La idea de resguardo como límite o muralla que impedía la “civilización”, se convirtió en símbolo de esta época durante la que se inició la lucha de los organismos del Estado y de la población civil urbana y colona, contra los grupos indígenas (Pineda, 2003b).. 27.

(28) Más tarde, con la expedición de la Constitución Política de Colombia de 1886 y con la idea de generar un orden social en el país, se reivindicó y revitalizó el papel de la colonización y se dio importancia a la función de la Iglesia como institución civilizadora, lo que motivó la incursión de misioneros de otras prácticas cristianas que, animados por esta concepción promovida por el Estado colombiano, impactaron igualmente en las comunidades indígenas durante el siglo XX. Las investigaciones del antropólogo Roberto Pineda Camacho (2003a) han dedicado numerosos esfuerzos a la situación de los indígenas en Colombia. En el libro Estado y pueblos indígenas en el siglo XX. La política indigenista entre 1886 y 1991, Pineda clarifica estos años de historia relacionada con los pueblos indígenas colombianos, afirmando que la mayoría de las estrategias políticas apuntaban a la desaparición o domesticación religiosa de estos pueblos y al consiguiente desvanecimiento de su cultura. Junto a Reichel Dolmatoff, antropólogo y arqueólogo colombo-austriaco, se puede hallar copiosa información al respecto, pues Dolmatoff, dedicó también sus investigaciones a la situación de los indígenas y su cultura, atraído por su filosofía y cosmogonía. En su investigación acerca de la tradición oral en el Caribe colombiano, Álvaro Baquero Montoya, antropólogo y magister en desarrollo social, explica que el rescate de la tradición a través de la oralidad está casi exclusivamente depositado en los ancianos, quienes en muchos casos han mezclado el contenido de la narración tradicional con elementos provenientes de la colonización. Se aborda el problema de los datos ya permeados que, sin embargo, constituyen patrimonio; tal es el caso del grupo Mokaná, en el departamento del Atlántico, quienes tratan de recuperar los relatos e identidad cultural, generando narraciones con elementos occidentales o de otros grupos indígenas de su misma familia lingüística (Baquero y De la Hoz, 2010). Desde el medio académico, y específicamente desde la Antropología, las Ciencias Sociales y la Lingüística, es notable el interés y preocupación por la oralidad como medio de comunicación y transmisión de conocimiento. Así mismo, hay numerosas recopilaciones, entre las que vale mencionar las de Hugo Niño, literato y lingüista preocupado por la pérdida de las lenguas aborígenes, la invisibilización y la falta de reconocimiento de la 28.

(29) oralitura. Niño es compilador de Literatura de Colombia aborigen (1978), que surge como el primer libro de este tipo en América Latina y que generó la primera paradoja con la esencia de la tradición oral. Durante los últimos años de su trabajo, Gerardo Reichel-Dolmatoff (1986) recogió testimonios de rituales chamanísticos entre grupos del Vaupés, en los que se trataban asuntos del manejo indígena del medio ambiente, el mundo alucinatorio y los esquemas cognoscitivos. En Tradiciones de la gente del Hacha, recopilación realizada por Roberto Pineda Camacho y Jon Landaburu (1984), es notable el ejercicio elaborado por los Andoke, quienes crean narraciones a propósito del hacha metálica y las herramientas llevadas por el “hombre blanco”. En la recopilación de historias, han intervenido lingüistas, conocedores de la variedad de lenguas de los grupos indígenas colombianos, su valor patrimonial y su posible desaparición, para las traducciones se ha contado con la intervención de hablantes de cada lengua. También se han transcrito numerosas narraciones de grupos del Amazonas, en los que investigadores especializados en las ciencias sociales y en el estudio de lenguas tradicionales han llegado a un compromiso con la cultura y riqueza de los grupos indígenas, como Urbina, López, Vargas y Román (1986) o Jon Landaburu (2010), filósofo y lingüista, involucrado con el estudio de la fonología de las lenguas indígenas de Colombia, especialmente la andoke. Se debe anotar que la interdisciplinariedad y el buen dialogo e intercambio entre los investigadores ha logrado progresos importantes en el aprendizaje de las lenguas indígenas y en la comprensión de su filosofía. En la región del Chocó, existen grupos étnicos de gran fuerza, pero también terriblemente diezmados, en los cuales también se ha realizado recopilación de datos, a pesar de la intromisión de las instituciones religiosas, en especial por parte de Luis Guillermo Vasco (1994), un antropólogo consciente de la importancia de la cerámica para las comunidades indígenas de la zona, quien alcanzó a recoger en varios documentos inéditos, relatos sobre sus costumbres y cultura material.. 29.

(30) En el año 2010, el Ministerio de Cultura publicó una serie de libros que recogen el trabajo de varios investigadores, relacionados con las culturas indígenas actuales. Los compiladores convergen en la idea de la narración en cuanto herencia a ser divulgada como medio para encontrar respuestas en el interior de cada cultura, en lugar de plantear una búsqueda de opciones afuera o en el allá indígena. Así, se ha encontrado que existe cierta coincidencia en la visión cosmogónica que poseen las diferentes etnias. Llama la atención que cada investigador, a su tiempo, llega a conclusiones similares, que son defendidas y promulgadas con vehemencia, sobre todo en el caso de Miguel Rocha Vivas (2010a). Esta apropiación del conocimiento y de la filosofía indígena rebasa en mucho el deslumbramiento por lo exótico, para llegar a considerar la pertenencia e identificación con un saber vivo. La escritura de los relatos seguramente ha sido muy cuidadosa, toda vez que se defiende totalmente la transmisión oral directa de este conocimiento, con la idea de que el cerebro y la memoria deben ser el libro contenedor de la esencia de las narraciones. Las compilaciones de esta colección contienen relatos indígenas de diferentes regiones del país, entre ellas la de Fernando Urbina Rangel (2010), quien hace un compendio de la mitología Uitoto, condensando la gran carga de elementos mágico-religiosos dentro de la mitología de grupos tribales y el manejo de la metáfora como elemento importante y la forma de narración específica que hace de las historias y de la palabra un hermoso legado cultural. Miguel Rocha Vivas (2010c), por su parte, hace un recorrido por doce pueblos indígenas de los Andes y de la Sierra Nevada de Santa Marta, además recorre el valle de Sibundoy hacia las Antillas, recogiendo cantos y relatos míticos, con una característica narrativa que devela su apropiación y compromiso con la herencia del conocimiento indígena. Del mismo investigador, es una recopilación de narraciones del Caribe y el Pacífico (2010b) en donde se evidencian elementos comunes en la narrativa de diferentes comunidades, este compendio podría ser continuación del anterior. En los dos textos Rocha Vivas hace énfasis en la necesidad de crear sentido de pertenencia hacia la cultura indígena, como una manera de encontrase a sí mismo.. 30.

(31) Con la conciencia acerca de la importancia de preservar y divulgar su conocimiento, al parecer se ha llegado a un punto de equilibrio entre la oralitura y la escritura, pues oradores indígenas se han puesto en la tarea de transcribir sus relatos. Así, uno de estos volúmenes es de Vito Apüshana (2010), poeta escritor wayuu, quien plasma en los relatos la simbología perteneciente a los objetos, relacionándolos con el sueño, la vida, los muertos, lo humano, lo cotidiano, lo visible y lo invisible. Otro tanto hace Hugo Jamioy Juagibioy (2010), indígena camentzá, del Putumayo, logra en sus poemas llegar a un límite intermedio entre la cultura indígena y la exterior (de los blancos): toma elementos de las dos culturas, generando un puente de comunicación, un acercamiento entre las dos culturas. Por su parte, Fredy Chikangana (2010), poeta y escritor indígena del Cauca, aborda a partir de sus poemas el tema de la resistencia y lucha indígena, se refiere a la cotidianidad y a los elementos de vida muerte, mezclando también elementos de lo rural y lo urbano. Un fenómeno interesante entre algunos de los grupos indígenas en los últimos años es que han llegado a una apropiación y diferenciación entre su cultura y la occidental que les permite la inclusión, dentro de sus relatos y mitología, de eventos contemporáneos, como los andoque, del Amazonas, quienes hablan de la tecnología y la aparición de las herramientas de trabajo occidentales como hechos importantes dentro de su cosmogonía y la aceptación de la inclusión de estos elementos como medio de progreso, pero que también van modificando sutilmente sus costumbres, generando la perdida de las narraciones que interesan a este proyecto. Desde el ámbito del arte, el interés en los saberes ancestrales y la intención de hacerlos visibles estimulan al grupo Viento Teatro, dirigido por Fernando Duque Mesa (2011a), quien, dedicado a investigar en la cultura material indígena, continúa recogiendo datos, para alcanzar su trabajo artístico colectivo a través de este conocimiento: en su propuesta plástica y escénica da cuenta de la gráfica, la simbología y la mitología de grupos indígenas precolombinos y contemporáneos.. 31.

(32) Como resultado de la penetración cultural, la curiosidad natural de los jóvenes indígenas, la necesidad de “pertenecer” a la sociedad dominante y el atractivo de las nuevas tecnologías, un número creciente de integrantes de los grupos indígenas adoptan costumbres totalmente ajenas y contrarias a su pensamiento de origen, dejando en el olvido los objetos elaborados para sus costumbres, rituales, tradiciones, así como las prácticas asociadas y las historias contenidas en ellos. La transformación en el diseño y funcionalidad de estos objetos, para convertirlos en objetos de colección dirigidos a un consumo turístico, diluyen la esencia de su propósito primigenio, aminoran su carga simbólica y los reducen así a lo meramente material/formal/decorativo, anclándolo a su circulación comercial y demanda. Así pues, los objetos cerámicos elaborados originalmente por la mayoría de grupos han sido modificados, rediseñados por y para necesidades de entretenimiento y, por tanto, sus narraciones rituales, que precedían, justificaban e involucraban el acto de creación, en la mayoría de los casos, están siendo olvidadas. Nadie posee ya este conocimiento. Yo soy el curandero así que debo saber las historias para poder curar, pues todo esto está relacionado con el cuerpo y sus enfermedades, en la comunidad casi nadie hace ya las ollas grandes, todos tienen fondos metálicos, la gente de la comunidad está perdiendo las costumbres y tradiciones, en los bailes y en las demás actividades. Isaías Román, 2015.13 La memoria, como insumo de identidad cultural/territorial, implica la compleja tarea de la salvaguarda de las historias, en particular ante el reino de lo efímero, el consumo fácil de “lo que se usa o está a la moda” y lo desechable. Existen casos específicos donde la cerámica se encuentra en un estado de exotización tal que conserva rasgos precolombinos solo por su valor comercial, pero no existe ya la historia detrás de la simbología, se trata de significantes vacíos. A decir de Octavio Paz, “esa separación es más reciente de lo que se piensa: muchos de los objetos que se acumulan en nuestros museos y colecciones particulares pertenecieron a ese mundo en donde la hermosura no era un valor aislado y autosuficiente” (1988, p. 133). 13. Fuente: Isaías Román, indígena Uitoto Muinane residenciado en Bogotá, 2014.. 32.

(33) En una sociedad caótica con multiplicidad de lenguajes, costumbres y contradictorios valores sociales, la esperanza de Occidente (aunque sea “cosmética” o esté soportada en la existencia de recursos energéticos) está puesta sobre nuestro patrimonio latinoamericano: la idea de la vuelta al origen pareciera la luz que asoma en el horizonte, en la atenta escucha a culturas milenarias que hablan del respeto hacia el entorno y de una concepción del universo que contempla a todas las “gentes”14, como partes fundamentales de un solo cuerpo social. El fenómeno ultimo de apropiación y reencuentro con los saberes ancestrales, las culturas nacientes y el ciudadano resultante de la búsqueda, recuperación y apropiación de lo ancestral, como en el caso de la Nueva Nación Muisca (Gómez, 2009) o el grupo Mokana15, lleva a pensar que es posible recuperar y reunir el conocimiento que aun queda. Quizá de allí derive una de las intenciones profundas de este proyecto: promover la difusión de las historias ancestrales, a través de objetos cerámicos contenedores de conocimientos, con una mirada y análisis respetuoso, estableciendo diálogos horizontales entre personas y conocimientos. La inclusión dentro del medio académico del arte, es la propuesta más consecuente con los parámetros de investigación de la Maestría en Estudios Artísticos. El documento resultante es, sobre todo, una carta de presentación, una sonata de invitación para el cada vez mayor número de estudiantes interesados en criterios diversificados, diferentes del eurocentrismo: una plataforma de abordaje insistentemente trazada desde la academia. La visibilización de estas prácticas articuladoras de los saberes de los abuelos y de la vida urbana en el medio académico propone revisar constantemente el porqué de su marcada marginalidad en el campo artístico contemporáneo, donde, en ocasiones, no deja de señalarse al pensamiento indígena como panfleto o abordaje desgastado, quizá porque ni música electro acústica, ni performance ni escultura forman parte de sus prácticas.. 14. Desde la mirada de la comunidad Muinane, la idea gentes abarca plantas, animales y todo tipo de ser viviente que establece un tejido donde interactúa y en el que se complementan entre unos y otros. 15 Comunidad que habita en los departamentos de Bolívar y Atlántico, de acuerdo con Baquero y De la Hoz (2010).. 33.

(34) Su manera de percibir la vida, asociada a la creación de los objetos ha significado, siempre, un aporte renovador e importante en la formación de los jóvenes artistas. Un singular ingrediente artístico y de creación aparecerá seguramente desde el interior de los grupos de jóvenes artistas después de la apropiación a estas experiencias y conocimientos. FIGURA 2. TALLER DE CERÁMICA ANCESTRAL, DICTADO POR VITALIA LETUAMA EN LA FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES, UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS, ASAB, 2013. Fuente: elaboración propia.. 34.

(35) Capítulo 2. El cuerpo Encontró varias clases de arcillas y las clasificó en dos grupos: zaigofo, yiguefo. Hay que amasarla; ya está chiclosa y fácil de trabajar. Él no podía fallar en hacer una olleta (cuando se va a coger el barro no se debe cagar ni orinar cerca del tiempo de recoger, hay que hacerlo con muchas horas de anticipación). Buscó el corazón de padre y encontró la piedra sentadora y la piedra pulidora: Goroje. Para el corazón no ser sensible (flojo) debe ser como estas piedras. Se fue y encontró lengua de padre y madre en árbol Aniroai. La semilla se abre en dos lenguas delgadas y fuertes, estas son las espátulas. Encontró huesos de padre y madre, árbol que se cae y se quema en el interior, pero la corteza es muy dura, se tritura y se agrega al barro. Encontró la leche de madre: Bigoge Jidowena. Ikikaie (látex) más aceite. Este se agrega al barro para que no se reseque. Encontró liana (marakeo) para mezclar el barro. Se tritura la liana y queda como viscosa: líquido amniótico. Isaías Román, 2015.. Cerámica, memoria y patrimonio La cerámica es el arte de la tierra. Esta combinación de tierra y agua produce a la arcilla, que en un principio se utilizó para recubrir canastos y, más tarde, se convertiría en cerámica gracias al aire y al fuego. Así, la combinación de los cuatro elementos, más un quinto, llamado pensamiento, dio origen a la infinidad de objetos producidos por ancestros, quienes, en una labor de años y años de diseño, plasmaron en estas prácticas sus historias y su cosmogonía. Esta labor, generalmente femenina, por la maravillosa relación Madre Tierra y Mujer Madre, en la lengua Uitoto está relacionada con la acción de tejer. El contacto con la tierra, la concentración y lentitud necesarias durante el trabajo de la cerámica propio del hacer tradicional, pueden, si se quiere, dar pie al pensamiento que deviene en criterio para la resolución de problemas, no solo de la técnica sino también del área académica, científica o personal, con la que hubiera un compromiso del ejecutante.. 35.

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