• No se han encontrado resultados

Pequeños gigantes : un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2017

Share "Pequeños gigantes : un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora"

Copied!
231
0
0

Texto completo

(1)

ANEXO 1

CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES PARA LA CONSULTA, LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL, Y PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA DEL TEXTO COMPLETO.

Bogotá, D.C., Fecha: 17 de noviembre de 2009

Marque con una X

Tesis X Trabajo de Grado

Señores

BIBLIOTECA GENERAL Cuidad

Estimados Señores:

Yo (nosotros) Andrea del Pilar Amaya Porras y Karen Julie Cante Caicedo, identificado(s) con C.C. No. 1.032.359.448 y 53.031.279, autor(es) de la tesis y/o trabajo de grado titulado Pequeños gigantes: un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora, presentado y aprobado en el año 2009 como requisito para optar al título de Comunicador Social y Periodista; autorizo (amos) a la Biblioteca General de la Universidad Javeriana para que con fines académicos, muestre al mundo la producción intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la visibilidad de su contenido de la siguiente manera:

 Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en la página Web de la Facultad, de la Biblioteca General y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.

 Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o por conocer.

De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables.

(2)

ANEXO 2

FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS O TRABAJO DE GRADO: Pequeños gigantes: un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora.

SUBTÍTULO, SI LO TIENE: ________________________________________________________

_______________________________________________________________________________

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

Amaya Porras

Cante Caicedo Andrea del Pilar Karen Julie

DIRECTOR (ES)

Apellidos Completos Nombres Completos

Valencia Nieto Daniel Guillermo

JURADO (S)

Apellidos Completos Nombres Completos

Arboleda Castrillón Guarín

Tania Martha

ASESOR (ES) O CODIRECTOR

Apellidos Completos Nombres Completos

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Comunicador Social y Periodista

FACULTAD: Comunicación y Lenguaje

PROGRAMA: Carrera X Licenciatura ___ Especialización ____ Maestría ____ Doctorado ____

NOMBRE DEL PROGRAMA: Comunicación Social

CIUDAD: BOGOTÁ AÑO DE PRESENTACIÓN DEL TRABAJO DE GRADO: 2009

NÚMERO DE PÁGINAS: 231

TIPO DE ILUSTRACIONES:

- Ilustraciones - Mapas - Retratos

- Tablas, gráficos y diagramas - Planos

- Láminas - Fotografías X

(3)

3 MATERIAL ANEXO (Vídeo, audio, multimedia o producción electrónica):

Duración del audiovisual: ___ minutos.

Número de casetes de vídeo: ______ Formato: VHS ___ Beta Max ___ ¾ ___ Beta Cam ____ Mini DV ____ DV Cam ____ DVC Pro ____ Vídeo 8 ____ Hi 8 ____

Otro. Cual? _____

Sistema: Americano NTSC ______ Europeo PAL _____ SECAM ______

Número de casetes de audio: ________________

Número de archivos dentro del CD (En caso de incluirse un CD-ROM diferente al trabajo de grado): El CD anexo contiene diarios de campo, entrevistas, fichas de análisis y una audio galería.

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

_______________________________________________________________________________

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS: Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos descriptores, se recomienda consultar con la Unidad de Procesos Técnicos de la Biblioteca General en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).

ESPAÑOL INGLÉS

Identidad Identity

Trabajo infantil Child labour

Explotación laboral Labour exploitation

Entrevista Interview

Etnografía Ethnography

(4)

4 RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS:

Este trabajo es una investigación sobre la creación de identidad en los menores de edad trabajadores. En total, se realizaron cuatro crónicas que cuentan un poco la vida de cuatro menores de edad que actualmente trabajan en Bogotá.

La base teórica se centró en el concepto de identidad, así como se muestran cifras sobre el trabajo infantil en Colombia y el mundo.

El trabajo de investigación se centró en la narración de la vida de estos cuatro personajes, pero, el punto principal es cómo a partir de sus trabajos han desarrollado su personalidad y demás elementos que conforman su identidad.

This work in an investigation about the creation of identity in people under age that actually have to work. In total, we realized four chronicles that talk about the life of four children that live and work in Bogotá.

The theory of this investigation is focused in the concept of identity, as well as we show numbers about child labour in Colombia and the world.

(5)

5 PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

PEQUEÑOS GIGANTES: UN ANÁLISIS SOBRE LAS MÚLTIPLES IDENTIDADES DE LA INFANCIA TRABAJADORA

AUTORES:

ANDREA DEL PILAR AMAYA PORRAS KAREN JULIE CANTE CAICEDO

DIRECTOR:

DANIEL GUILLERMO VALENCIA NIETO

Presentado para optar por el título de:

COMUNICADORA SOCIAL CON ÉNFASIS EN PERIODISMO

(6)

6 Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana

Artículo 23

(7)
(8)

8 Bogotá, 31 de Julio de 2009

Profesor

JURGEN HORLBECK Decano académico

Facultad de Comunicación y Lenguaje Ciudad

Respetado señor:

Cordialmente presentamos a usted nuestro trabajo de grado titulado: Pequeños gigantes:

un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora, realizado bajo la

dirección del profesor Daniel Guillermo Valencia Nieto, con el propósito de cumplir el requisito académico final para optar por el título de Comunicador Social con Énfasis en Periodismo.

Esperamos que el presente trabajo cumpla con las exigencias requeridas por la Pontificia Universidad Javeriana y merezca su aprobación.

Agradecemos la recepción que tenga nuestro trabajo.

Atentamente

(9)

9

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA – FACULTAD DE COMUNICACION

Y LENGUAJE

CARRERA DE COMUNICACION SOCIAL

RESUMEN DEL TRABAJO DE GRADO

Este formato tiene por objeto recoger la información pertinente sobre los Trabajos de Grado que se presentan para sustentación, con el fin de contar con un material de consulta para profesores y estudiantes. Es indispensable que el Resumen contemple el mayor número de datos posibles en forma clara y concisa.

I. FICHA TÈCNICA DEL TRABAJO

1. Autor (es): (Nombres y Apellidos completos en orden alfabético).

Andrea del Pilar Amaya Porras

Karen Julie Cante Caicedo

2. Título del Trabajo: Pequeños gigantes: Un análisis sobre las múltiples identidades de la infancia trabajadora.

3. Tema central: La identidad en los menores de edad trabajadores 4. Subtemas afines: Desarrollo de la personalidad, explotación infantil 5. Campo profesional: Periodismo

6. Asesor del Trabajo: Daniel Guillermo Valencia Nieto

7. Fecha de presentación: Mes: 31 de julio Año: 2009 Páginas: 231

II.RESEÑA DEL TRABAJO DE GRADO

1. Objetivo o propósito central del Trabajo: Realizar un trabajo de investigación periodística, que permita conocer cuál es el tipo de identidad que forman los menores de edad trabajadores que viven en Bogotá.

Contenido (Transcriba el título de cada uno de los capítulos del Trabajo) Capítulo 1: Fernando, el alfarero de chatarra y fantasías

(10)

10 3. Autores principales (Breve descripción de los principales autores referenciados)

- Leonor Arfuch. Habla sobre la identidad como una construcción abierta a la temporalidad.

- Manuel Castells. Presenta la identidad como una fuente de sentido y tres orígenes de la construcción de la identidad.

- Pilar Martín Hernández. Habla sobre la identidad, la importancia de la imagen corporal y la identidad social y personal.

- Zandra Pedraza. Muestra la percepción de la niñez y la problemática que enfrenta el sector de esta población que trabaja.

- Organización Internacional del Trabajo. Presenta diferentes convenciones en cuanto al trabajo infantil a nivel mundial y en Colombia, además, un recuento de la problemática en los últimos años.

- Jorge Aceves Lozano. Habla sobre la historia oral contemporánea, la historia de vida, la memoria, la identidad como clave en el proceso de reconstrucción de la experiencia humana, entre otros.

- Francisco Sierra. Destaca el valor de la entrevista, da su definición y sus características.

4. Conceptos clave (Enuncie de tres a seis conceptos clave que identifiquen el Trabajo).

Identidad, trabajo infantil, explotación laboral, entrevista, etnografía, menores de edad.

Proceso metodológico. (Tipo de trabajo, procedimientos, herramientas empleadas para alcanzar el objetivo).

(11)

11 6. Reseña del Trabajo (Escriba dos o tres párrafos que, a su juicio, sinteticen el Trabajo).

Todo niño tiene derecho a vivir dignamente, sin embargo, diferentes factores obligan a que un número elevado de la población infantil tenga una vida laboral activa desde temprana edad.

La dualidad existente entre la niñez y la adultez es un estado que genera cambios en la construcción de identidad de los menores de edad trabajadores, al tener que tomar responsabilidades desde temprana edad.

(12)

12 DANIEL GUILLERMO VALENCIA NIETO

Magíster en Análisis de Problemas Políticos, Económicos y Relaciones Internacionales, Historiador, Comunicador Social, estudiante del Doctorado en Estudios Políticos de la Universidad Externado de Colombia. Actualmente trabaja como Profesor Investigador de la Pontificia Universidad Javeriana, en la Facultad de Comunicación y Lenguaje, donde ha desarrollado investigación y publicaciones sobre el campo de la Economía Política de la Comunicación y la Información, y donde tiene a su cargo el Seminario de Políticas Públicas

de Comunicación y Cultura en la Maestría en Comunicación, que ofrece esta Universidad.

Ha sido docente e investigador en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Externado de Colombia, donde participa en investigación sobre medios y educación; tiene a su cargo el Seminario de Comunicación y Aprendizaje en la Maestría en

Educación que ofrece esa Universidad.

También ha sido profesor en la Universidad Nacional de Colombia, Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Universidad Central, y profesor visitante de la Universidad de Manizales donde tiene a su cargo (desde 1998) el Seminario de Opinión Pública. Se ha

(13)

13 Agradecimientos

(14)

14 Tabla de contenido

I. Introducción

II. Marco Teórico

III.Enfoque Metodológico

IV.Capítulo 1: Fernando, el alfarero de chatarra y fantasías

V. Capítulo 2: Una risa apagada en el Mexican Circus

VI.Capítulo 3: La conferencista de las charlas rodantes

VII.Capítulo 4: Diego, entre papas y sin papás

VIII. Conclusiones

IX. Bibliografía

(15)

15 Introducción

John Jefferson Bautista tiene 16 años, 12 muertos a cuestas y una experiencia laboral que transita entre la legalidad y la ilegalidad. Empezó vendiendo droga a los doce años, luego trabajo como sicario al servicio de las AUC y ahora intenta ganarse la vida lavando carros en Chapinero.

Revela que el único juguete que recuerda de su niñez es un „fierro‟,y declara orgulloso que no se arrepiente de haberse perdido de los típicos juegos de la infancia porque le parecían aburridos. John Jefferson “no se la deja montar de nadie” y no siente miedo de perder la vida porque nació para dos cosas: “morir o matar”.

Ahora decidió hacer una tregua con su vida: desde hace cuatro meses trabaja en un lavadero de carros, porque quiere mantenerse fiel a la promesa que le juró a su hijo, David Snake, de “ganarse la vida honradamente”.

Esta historia que John Jefferson compartió con nosotras en una cafetería a principio de 2009, es la que vive una gran cantidad de niños, niñas y jóvenes colombianos que han sido víctimas de la pobreza y del conflicto armado. En Bogotá, la situación aumenta con el desplazamiento de familias y, de paso, con una economía débil que fomenta el trabajo informal y la participación de los menores de edad.

(16)

16 A partir de ese momento, pensamos en cómo era posible que un ser humano de tan poca edad pudiera hablar a este nivel y referirse a un asesinato como su acontecimiento del día, posiblemente mandado a hacer por un adulto.

La muerte de una persona en manos del joven, fue la hipótesis que planteamos después de este encuentro inesperado que duró menos de diez segundos. Posiblemente estos dos amigos podrían estar hablando de algo que hubieran querido hacer en el futuro, de un juego de video o de una película de acción. La ira que alcanzamos a percibir en su lenguaje nos permitió preguntarnos cómo los niños que viven esta situación parecen llevar un pequeño adulto interior que opaca su concepto de infancia, a causa de la sensación de poder que genera un arma de fuego.

La delincuencia es una de las tantas categorías que implica la participación de menores de edad. Sin embargo, el gran número de niños, niñas y jóvenes que hay en las calles, fábricas, ventas informales y en otros casos peores como la prostitución, el reclutamiento armado y doméstico y el sicariato, nos llevó a indagar a fondo esta situación a través de historias reales que nos dieran una idea más amplia de cómo es la vida de un niño que debe cumplir con obligaciones de un adulto, y qué tanto esto influye en su proceso de formación de identidad.

El sociólogo británico, Anthony Giddens, señala que “La identidad es un concepto polifacético, que en términos generales tiene que ver con la idea que las personas se hacen sobre lo que son y lo que tiene sentido para ellas” (Giddens, citado en Martín, 2008, p. 200). Con base en esta idea y pensando la identidad de los niños como un potencial en desarrollo, comenzamos a buscar historias que nos mostraran un panorama distinto y más detallado de lo que se muestra en los medios sobre el fenómeno de la explotación infantil.

(17)

17 adultez, desarrollado a más temprana edad y usado como estrategia para sobrevivir en esa realidad que les correspondió asumir.

Como punto de partida para avanzar en el trabajo de campo, fijamos unos requisitos para comenzar la investigación: que los trabajadores fueran todos menores de edad, que vivieran en Bogotá y que su presencia dentro del mundo laboral respondiera a necesidades básicas como vivienda y alimentación, y no por simple gusto o placer.

Con ese perfil de búsqueda salimos a recorrer sectores populares de la ciudad y lugares de trabajo que, por su informalidad o el bajo grado de complejidad, se caracterizaran por aceptar la presencia de niños como mano de obra.

En el camino nos encontramos con varios personajes como John Jefferson, que en un principio se mostró dispuesto a colaborar en el trabajo de campo. Sin embargo, la inestabilidad que caracteriza su vida impidió que las visitas superaran el primer encuentro.

Otra dificultad que se nos presentó en esta búsqueda fue la falta de cooperación de un gran número de niños y sus jefes para participar en el proceso, ya que eran consientes de estar desarrollando o permitiendo una actividad ilegal. El panorama no fue positivo en algunas ocasiones; muchos de ellos temían que cualquier persona que se les acercara con la intención de indagar sobre esta problemática, podría ponerlos en evidencia frente a las autoridades.

En otra ocasión, renunciamos por voluntad propia al seguimiento de un niño reciclador. Durante un recorrido que hicimos con él en un vehículo de tracción animal, percibimos que la familia del menor podría poner en riesgo nuestro bienestar.

(18)

18 Después de este primer hallazgo, fue menos complejo acceder a los demás personajes. Nuestra búsqueda se convirtió en una cadena que nos unía siempre con una nueva historia.

Cuando empezamos los encuentros, los niños no se sentían lo suficientemente en confianza para hacernos preguntas, así que todo el tiempo tratamos de mantener una conversación basada en sus intereses, su vida familiar, las características de sus trabajos, sus gustos, etc.

Todos los menores de edad entrevistados tienen diferentes empleos. Lo que más los apega a su oficio es el hecho de obtener experiencia, pero sobre todo, un aporte económico. En el caso de Solange Valencia, quien trabaja en los buses, su personalidad extrovertida y el manejo del lenguaje le ha servido para ser una vendedora que atrae fácilmente al público. Además, sus ganancias le permiten ayudar en su casa y contribuir con el pago de su universidad.

En el caso de Diego Perdomo, Daniel Flórez y Fernando Ávila, son niños que no necesitan ejercer su capacidad de convencimiento para el éxito de sus trabajos, ya que cumplen con un horario y tienen un jefe que les dice qué hacer, situación que no pasa con Solange.

A pesar de ser muy jóvenes para vivir en un mundo laboral competido por personas mayores que ellos, nos dimos cuenta de que les gusta ser responsables con sus obligaciones, sin embargo, algunos no sienten lo mismo a la hora de estudiar.

Hay que decir que la raza, el color, la nacionalidad o la cultura no son las únicas cualidades predeterminadas que le dan significado al concepto de identidad. Es toda una construcción que no tiene fin y que está abierta a la temporalidad. En otras palabras, es una posicionalidad relacional sólo temporariamente fijada en el juego de las diferencias (Arfuch, 2006, p. 24).

(19)

19 conociendo, comenzamos a crear conciencia de lo que ellos representaban en los lugares donde compartían con gente.

Después de varios encuentros, notamos algunas similitudes con sus padres y tíos en cuanto a su personalidad y percepción del mundo. Nos dimos cuenta de que la forma en que los adultos piensan sobre su estilo de vida, influye en el desarrollo de los menores y en cuanto a lo que esperan ser o hacer en un futuro.

Por ejemplo, Solange mantiene su fervor católico gracias a su madre, quien también trabaja en los buses y vio en la voluntad de su hija una ayuda para tener más ingresos económicos.

En el caso de Diego, su proceso de formación no ha sido influenciado por su núcleo familiar. Él mismo se dio cuenta de que el ritmo de vida de su madre no le aportaba positivamente en su futuro, así que unos tíos maternos lo acogieron desde hace un tiempo. “Ellos son personas de bien, trabajan y son responsables”, dice Diego al referirse a sus familiares. Esta actitud ha hecho que el menor le halle importancia al estudio y al trabajo.

Daniel es el más pequeño del grupo. Dejó el colegio a los 12 años por dificultades de atención y su madre no ve problema en que el menor lleve dos años sin estudiar, aunque insiste en que vuelva al colegio. Para aprovechar el tiempo, labora en lo que su tío Rodolfo le proponga. Uno de esos trabajos fue el del Mexican Circus. Su familiar le aseguró que

sería trapecista junto a él, pero que primero debía empezar limpiando y barriendo el circo mientras se volvía más flexible. En su casa, Daniel sigue siendo el niño mimado de su madre; una vez fuera, pareciera que el mundo se comiera sus palabras, y más cuando debe ir a trabajar y enfrentar el carácter fuerte de su jefe.

(20)

20 llevado a que Fernando sea un andariego en la búsqueda de un sueño, una influencia de vida y un soporte económico que le asegure un tiquete a un próximo destino.

Algo que nos pareció curioso cuando conversamos con él fue la repetición que hacía sobre los consejos que le dábamos. “Sí, regresaré a mi casa en Putumayo para hablar con mi mamá”, “Quiero volver a estudiar”, “Me voy a preparar duro para ser un campeón en ciclismo”. Días después de haberlo conocido, partió rumbo a Cali a la casa de su abuela. En una llamada repentina que nos hizo la siguiente semana, nos contó que allá se sentía mejor y que iba a probar suerte.

Cada menor entrevistado tiene dentro de su familia un ejemplo a seguir. Esta imagen está representada en sus padres, para unos, y en sus tíos y primos, para otros. Han capturado detalles de los adultos que influyen en ellos, tales como su forma de hablar, la percepción que tienen sobre su estilo de vida, sus sueños y lo que más les conviene dentro de sus trabajos.

Estos cuatro personajes tienen identidades aún en proceso de construcción. El tiempo compartido con ellos, nos hizo pensar que Solange es la que posiblemente tiene una personalidad más definida, ya que sus responsabilidades, comportamiento y apariencia física la hacen ver como una mujer adulta. Estas preocupaciones las mezcla con las que son típicas a su edad: su cuerpo, su novio y una que otra fiesta a la que puede ir cuando tiene dinero.

(21)

21 Para tener una aproximación acertada de esta realidad, consolidamos un marco teórico antes de realizar el trabajo de campo, y el cual se desarrolló en torno a los temas principales: La identidad y el trabajo infantil.

Este acervo teórico nos dio la posibilidad de dimensionar, por un lado, la magnitud del problema de la explotación laboral infantil en Colombia y el mundo, y en segunda instancia, comprender las dinámicas de identidad colectiva e individual que revelan los sentimientos, decisiones y la personalidad que caracteriza a este sector de la población.

Sólo de esta forma tuvimos la posibilidad de fijar una investigación sobre la infancia que, más allá de enfocarse en la educación y el juego como sus espacios exclusivos de acción, analizara las relaciones que desarrollan los niños con su familia, jefes, la sociedad y el Estado.

Además de esto, tuvimos la posibilidad de evidenciar las habilidades que han desarrollado los menores de edad trabajadores para sobrevivir en un contexto propio de los adultos y reconocer el valor de su trabajo para el sostenimiento de sus hogares.

Este reconocimiento de las habilidades de los niños y el valor que tienen sus labores, no pretende estimular el trabajo infantil, al contrario, quiere dar a conocer el valor simbólico y social del esfuerzo de estos menores que se ha visto subestimado por el hecho de ser una actividad ilegal (Pedraza, 2006, p. 6).

El enfoque metodológico que guía este trabajo de grado es el que brinda la historia de vida por medio de sus dos técnicas principales: la observación participante de Rosana Guber y la entrevista cualitativa de Francisco Sierra. Estas dos facilitan una comprensión profunda y estructurada del fenómeno que nos concierne.

(22)

22 espontaneidad, casi que negando nuestro papel de investigadoras. De esta forma, los encuentros se hicieron más amenos y los personajes se atrevieron a compartir sus experiencias de vida con personas que acababan de conocer.

Gracias a los encuentros en los que participamos y que involucraban las actividades cotidianas de los cuatro niños, comenzamos a ser percibidas con cierto grado de familiaridad. Fue posible conocer de manera paulatina y progresiva los detalles de sus vidas y los motivos que los obligaron a pertenecer al mundo laboral.

La mayoría de los menores de edad trabajadores tienen un grado de escolaridad bajo, por consiguiente, acceden al saber por vías distintas a la educación formal de los colegios, como el conocimiento oral (Pedraza, 2004, p. 4) y las diferentes habilidades que desarrollan por medio de sus trabajos concretos.

Teniendo en cuenta ese valor de la oralidad como medio de expresión por excelencia de las culturas populares, accedimos a la conversación para comprender cada una de las historias de vida, ya que “es en las practicas conversacionales donde los individuos construyen su identidad, el orden y el sentido de la sociedad según el contexto en el que viven” (Anguera, 1978, p. 297).

Para plasmar las historias de vida en un lenguaje periodístico, escogimos la crónica, ya que con esta se hace posible “dar cuenta de las identidades contemporáneas gracias a su capacidad de representación de la realidad caótica que desborda las categorías tradicionales” (Lanza, 2004, p. 10).

(23)

23 De esta forma, presentamos las historias de vida de Diego, Solange, Daniel y Fernando, como una apuesta por recuperar el valor de sus experiencias vitales, las habilidades que los caracterizan y la hibridación entre su niñez y una adultez obligada.

(24)

24 Marco Teórico

El concepto de identidad

La identidad es un elemento que se desarrolla por la influencia del tiempo y el espacio en el que se habita. Además de ser un concepto que involucra al ser humano y su comportamiento, es todo un proceso del que nadie puede escapar.

Antes de abarcar el tema de la identidad, es oportuno decir que este término también es definido como un derecho en la Ley 1098 de 2006, que es la misma Ley de Infancia y Adolescencia. En el artículo 25 se dice: “Derecho a la identidad. Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a tener una identidad y a conservar los elementos que la constituyen como el nombre, la nacionalidad y la filiación conformes a la Ley. Para estos efectos deberán ser inscritos inmediatamente después de su nacimiento, en el registro del estado civil. Tienen derecho a preservar su lengua de origen, su cultura e idiosincrasia”.

Colombia, Congreso de Colombia (2006, 9 de noviembre), “Ley 1098 del 8 de noviembre de 2006, por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia”, en Diario Oficial, núm. 46.446, 10 de noviembre de 2006, Bogotá.

Una de las necesidades básicas del ser humano, fuera de alimentarse, vestirse o los sentimientos, es la identidad, pues, este término nos lleva a preguntarnos quiénes y cómo somos para cada uno de nosotros y para el mundo.

Según Evelio Cabrejo Parra, psicoanalista, lingüista y Director del Departamento de Lingüística de la Universidad París 7 en Francia, los procesos de identificación hacen parte de la construcción del sujeto humano y la transmisión del mismo a través de generaciones.

(25)

25 Por otro lado, el psicoanalista y filósofo alemán Erich Fromm plantea sobre la identidad que:

Esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla". La identidad es una necesidad afectiva „sentimiento‟, cognitiva „conciencia de sí mismo y del vecino como personas diferentes‟ y activa „el ser humano tiene que tomar decisiones‟ haciendo uso de su libertad y voluntad. La identidad es como el sello de la personalidad.

La identidad tiene que ver con la historia de vida personal que será influida por el concepto de mundo que se maneje y que predomine en la época y lugar en el que se vive. Hay una identidad personal y varias identidades colectivas. No se habla de un solo „nosotros‟, sino de varios, no excluyentes. Es así como se puede hablar de „nosotros los seres humanos‟ o de „nosotros los latinoamericanos‟. (Fromm, citado en Guarisma, 2009).

Guarisma, rector de la Universidad Bicentenaria de Aragua, Venezuela, afirma que la identidad está en un cambio permanente y a medida que evoluciona, se puede definir como el centro de gravedad de la personalidad. Es una pregunta presente desde que se nace hasta que se muere y que se trata de responder en imágenes, recuerdos, historias, relaciones con uno mismo y con los demás.

Los personajes de este trabajo son todos menores de edad, lo que nos permite acceder a una pequeña parte de su infancia, entendida como una adultez obligada, por el hecho de tener que realizar labores de grandes. Su identidad, como afirma Guarisma, es un cambio permanente, el cual es influenciado por el ambiente y las personas que los rodean, para así definir su propio yo. Por esta razón, algunos de los entrevistados aún soportan sus ideas o anhelos con la opinión de sus padres, familiares o amigos. Sienten que aún no pueden tomar una decisión clara respecto a su futuro y, cualquier respuesta en cuanto a lo que anhelan en la vida es la mejor salida.

(26)

26 En la época actual, se ha vuelto más difícil encontrar personas modelos de las cuales un sujeto pueda identificarse. Es una ola de crisis de valores que ha afectado el carácter y la personalidad, sobre todo en la población joven.

Guarisma asegura que el sujeto construye en casi dos décadas de existencia una posición básica de ser en el mundo:

Si tomamos en cuenta ahora en qué momento se define una determinada identidad, nos encontramos que fundamentalmente se va edificando como hemos comentado a través de determinadas identificaciones que el sujeto va realizando en interacción con las personas significativas de su ambiente hasta alrededor de finales de la adolescencia (20 años aproximadamente y algunos más probablemente).

Esto significa que cada uno de nosotros tendremos determinados tipos de necesidades, impulsos, motivaciones que satisfacer para sentirnos básicamente felices y realizados, a la vez que se estructura, en base a esa identidad, un proyecto de vida lo cual incluye vocación, profesión, ocupación, sexualidad, un conocimiento acerca de quién soy, qué necesito, implica auto evaluación, autoestima etc.

Así entonces hay una identidad como totalidad, que incluye la identidad sexual o de género, la identidad física, la identidad psicológica, la identidad social, la identidad moral y la identidad ideológica. (“Perspectiva de la identidad”, 2009).

Las personas son reconocidas por diferentes aspectos, como su voz, su lenguaje corporal, su forma de escribir. Cuando la identidad está bien construida, la persona logra independizarse de los demás, formando una identidad integral. Los menores entrevistados aún no viven esta situación, ya que ninguno se ha independizado de su núcleo familiar, aun no han terminado sus estudios, por ende, continúan en la etapa de construcción de identidad.

En la Enciclopedia virtual Wikipedia, el término de identidad se refiere a la distinción de cualquier tipo entre cualquier persona, animal o cosa. Esta palabra involucra el entorno, la historia y la voluntad de las personas; no es una característica dada sino que es potencial a desarrollar y está referida a modos de existencia. También puede referirse a la conciencia de ser uno mismo o como parte de un grupo. (“Identidad”, 2009).

Para Leonor Arfuch la identidad es como un „momento‟ identificatorio en un trayecto nunca concluido. La mutación de la temporalidad como la „otredad del sí mismo‟ está en juego durante este recorrido.

(27)

27 igualitarismo sino más bien un terreno de alta conflictividad, donde se libra una lucha hegemónica. (Arfuch, 2006, p. 21)

Para Arfuch (2006, p. 24), la identidad no es solamente un conjunto de cualidades predeterminadas, como raza, color, sexo, clase, cultura, nacionalidad, entre otros. Es al contrario, una construcción que no tiene fin y que está abierta a la temporalidad, la contingencia, una posicionalidad relacional sólo temporariamente fijada en el juego de las diferencias.

Es necesario sustituir las preguntas que se tienen en cuanto a la existencia para conocer más sobre los recursos del lenguaje, la historia y la cultura en el proceso de devenir más que de ser. Cuestionar la forma en que nos representamos o cómo podríamos hacerlo, es una acción que permite a la identidad ser un modelo de representación, que, en palabras de Arfuch, es la narrativización –necesariamente ficcional- del sí mismo, individual o colectivo.

La reflexión en torno de la identidad es un aspecto privilegiado en la obra del filósofo y antropólogo francés Paul Ricoeur. El autor desarrolla la idea de la identidad narrativa

como una aprehensión de la vida en forma de relato, lo cual se puede entender como una ayuda para comprender lo que es la „buena vida‟. El concepto de identidad se convierte de gran ayuda en la obra de este autor, ya que es indispensable para la constitución de una ética. (Ricoeur, citado en Casarotti, 2009).

Identidad tiene para Ricoeur el sentido de una categoría de la práctica, supone la respuesta a la pregunta ¿Quién ha hecho tal acción, quién fue el autor? Respuesta que no puede ser sino narrativa, en el sentido fuerte que le otorga Hannah Arendt: responder quien supone „contar la historia de una vida‟.

(28)

28 Por otro lado, para Manuel Castells (1999, p. 28), la gente adquiere sentido y experiencia gracias a la identidad. En cuanto a los actores sociales, el autor entiende el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales. El resto de las fuentes de sentido no tendrán tanta prioridad como este atributo.

Según el sociólogo español, la construcción social de la identidad siempre tiene lugar en un contexto que está marcado por las relaciones de poder. En total, son tres propuestas para hacer una distinción entre las formas y orígenes de la identidad:

Identidad legitimadora: es un tema central en la teoría de la autoridad y dominación de Sennet (1986). Las instituciones dominantes la implantaron para dilatar su poder y dominio frente a los actores sociales.

Identidad de resistencia: aquellos que están en condiciones estigmatizadas por la lógica de la dominación, crean trincheras de resistencia y supervivencia basándose en principios opuestos a los que hay en las instituciones de la sociedad, como Calhoun propone cuando explica el surgimiento de las políticas de identidad.

Identidad proyecto: a partir de materiales culturales propios, los actores sociales crean nuevas identidades que redefinen su posición en la sociedad, pero, buscando con esto transformar toda la estructura social. Un ejemplo puede ser cuando las feministas hacen protestas por los derechos de las mujeres para desafiar el patriarcado y, de paso, a la familia patriarcal y a toda la estructura de producción, reproducción, sexualidad y personalidad sobre la que las sociedades han puesto sus bases durante la historia (Castells, 1999, p. 30).

(29)

29 Por naturaleza, el ser humano se siente mejor cuando está en sociedad. Es por eso que Castells (1999, p. 83) asegura que la gente se resiste al proceso de individualización, porque tiene la tendencia a agruparse en organizaciones territoriales que generan, poco a poco, un sentimiento de pertenencia y, en última instancia, una identidad cultural y comunal.

Al ser parte de grupos o tribus urbanas, las personas pueden llegar a reafirmar su identidad personal y grupal, pues, se encuentran intereses en común como la ropa, la forma de pensar o la música. Se comparte y se generan otras formas de pensar y de ver el mundo.

Los menores entrevistados no hacen parte del todo de este proceso de identidad grupal, ya que la mayor parte de su tiempo están cumpliendo con sus labores académicas o de trabajo. Nos dimos cuenta de que son pequeños que pasan poco tiempo en actividades lúdicas y recreativas. Conviven con su familia y con sus compañeros de trabajo y el tiempo que comparten con amigos o primos es reducido, si se compara con la vida de un menor que no trabaja por necesidad.

Una de las fuentes específicas de identidades son las comunidades locales, construidas mediante la memoria colectiva. Pero estas identidades, en la mayoría de los casos, son reacciones defensivas contra las imposiciones del desorden global y el cambio de ritmo rápido e incontrolable (Castells, 1999, p. 88). Por ejemplo, las pandillas de la mayoría de las ciudades latinoamericanas son un elemento clave de sociabilidad en los barrios pobres, al igual que lo son en Yakarta, Manila Mantes-la-Jolie (París) o la Meseta de Orcasitas (Madrid). Las bandas son una vieja historia en muchas sociedades, sobre todo en los Estado Unidos. Sin embargo, hubo algo nuevo en estos grupos de la década de los noventa, que caracterizó a la construcción de la identidad como el espejo distorsionante de la cultura informacional.

(30)

30 Estos dos autores, basándose en su estudio de los „malandros‟ o chicos malos de Caracas, quieren con la cultura de urgencia dar a conocer la crisis que existe, sobre todo, en los sectores marginados en cuanto al fin inmediato de la vida, no de su negación, sino de su celebración. Por lo tanto, todo ha de probarse, sentirse, experimentarse, lograrse, antes de que sea demasiado tarde, ya que no hay mañana (Sánchez y Pedrazzini, citados en Castells, 1999, p. 87, 88).

La identidad se puede clasificar como social y personal. La primera puede ser las características que los demás dan de una persona. Cosas tan sencillas como decir que alguien es diseñador y delgado, son características que dan a entender quién es y si comparte atributos parecidos con el resto de individuos.

En cuanto a la identidad personal, es esta la que nos hace únicos, pues tiene en cuenta nuestro desarrollo personal y nuestra relación con el mundo que nos rodea. Al tener contacto con el exterior, la persona puede crear y conformar su propia su propia idea de sujeto.

Solange Caicedo, la vendedora en los buses, puede ser de los demás personajes, la que tiene un poco más estructurada su identidad. Es notorio este aspecto en ella, ya que es una adolescente más madura, estudia y trabaja al mismo tiempo y responde por casi todo en su casa: desde el aporte económico, hasta la salud y bienestar de su mamá y hermana. Además, su trabajo le permite estar contacto con muchas personas, su apariencia es su carta de presentación y la forma en que se comunica con los demás es el gancho para tener buenas ventas.

(31)

31 Por su parte, Giddens (2002) señala que “La identidad es un concepto polifacético, que en términos generales tiene que ver con la idea que las personas se hacen sobre lo que son y lo que tiene sentido para ellas. Tales interpretaciones se desarrollan sobre la base de ciertos atributos que prevalecen sobre otras fuentes de significado (por ejemplo el género, la nacionalidad, etc.) (Giddens, citado en Martín, 2008, p. 200)

Otras características de la identidad son el trato que se le da al cuerpo y la imagen corporal. Estos dos elementos son importantes dentro del desarrollo psicológico desde el mismo instante en el que se configura la identidad personal y social (Pastor y Bonilla). La identidad forma parte de nuestro auto-concepto, permitiéndonos tomar conciencia de nosotros mismos, del lugar que ocupamos en el mundo y en relación a los demás (McAdams 1995), (Martín, 2008, pg. 200).

Si no nos relacionáramos con los demás, seguramente el proceso de formación de identidad no sería el mismo. Dos cosas que tampoco pueden faltar son el cuerpo y la imagen corporal, pues, a partir de ellos se gesta el proceso de socialización y la identidad social y personal.

“En torno al cuerpo se construye una imagen de él mismo, una representación significativa de lo que se es y de quién se es. En definitiva, se configura un modelo coherente e integrado de identidad personal. De este modo, el cuerpo es un medio de realización y desarrollo personal, que encierra nuestra identidad, la sustrae y se apropia de ella” (Guerrero 2004, p. 2), (Guerrero, citado en Martín, 2008, p. 201).

Trabajo infantil

“Se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”. Organización de las Naciones Unidas. (1989), Artículo 1 de la Convención sobre los

(32)

32 El 20 de noviembre de 1989 se concluyó que todas las personas menores de 18 años tienen derecho a ser protegidas y participar activamente en la sociedad, estableciendo que los niños son sujetos de derecho.

Desde hace unos 160 años existe lo que se califica como „una infancia occidental tradicional‟ en los últimos años del siglo XX. “En la Edad Media, por ejemplo, los niños participaban diariamente en el mundo adulto y, como resultado, obtenían conocimiento de las destrezas profesionales y vitales. En esta época todavía no se había desarrollado el concepto de los niños como una clasificación particular de seres humanos que requieren tratamiento especial diferente de los adultos” (Steinberg, 2000, p. 16).

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la Conferencia Internacional del Trabajo (2006, p. 22), la historia moderna del trabajo infantil en los países industrializados comenzó con la revolución industrial de Gran Bretaña. Se planteó por primera vez el problema del trabajo infantil como cuestión de política pública cuando empezaron a percibirse las repercusiones de la revolución industrial.

A finales del siglo XVIII, apenas se estaba empezando a indagar sobre el trabajo infantil. En el Reino Unido, como primera nación industrial, los niños y los jóvenes representaban entre una tercera y dos terceras partes de todos los trabajadores de muchas fábricas textiles británicas en 1833. Para 1842, eran la cuarta parte de la mano de obra de muchas minas, lo que quiere decir que el porcentaje de menores trabajadores en este país era más elevado en comparación a otros países en aquella época.

El auge de la infancia tradicional comenzó alrededor de 1850 y se extendió hasta 1950. En este periodo todos los niños fueron retirados de las fábricas y entraron en las escuelas. De esta forma se trataba de protegerlos de los peligros del mundo al que aún no pertenecían.

(33)

33 cabo en Francia indicaba una tasa de trabajo infantil del 20 por ciento en 1896”. (OIT, 2006, p. 22)

A finales del siglo XIX la idea de responsabilidad adulta por el bienestar de los niños generó cambios en la conducta de los padres. Se logró desarrollar desde entonces el prototipo de familia moderna.

Al parecer, el punto de transición crítico se produjo en torno a 1870, cuando se introdujo por primera vez la educación pública. La preocupación sobre la educación en los niños habría sido el primer paso en la construcción del concepto de infancia.

Shirley Steinberg (2000, p. 16), cuenta que hacia 1900, muchas personas no entendían bien el concepto de infancia, así que creyeron que era un derecho de nacimiento. El resultado fue la infancia como una definición biológica y no cultural. La autora contradice esta idea al decir que “La infancia es un artefacto social e histórico, no simplemente una entidad biológica. Muchos afirman que es una fase natural del crecimiento, del proceso de convertirse en adulto. El concepto principal aquí atañe al formato de esta fase humana producido por las fuerzas sociales, culturales, políticas y económicas que operan sobre ella” (2000, p. 15).

Cabe decir entonces que el concepto de „infancia‟ es una construcción socio-cultural para relacionar a los niños con su papel dentro de cada época.

Según el historiador francés Philippe Ariès, “el concepto de infancia sería un „invento de la modernidad‟. Según esto, la época premoderna no habría tenido una concepción de la infancia como un conjunto de espacios diferenciados, expectativas sociales hacia los niños y un estatus específico que les otorgara una distinción frente a los mayores” (“Niño”, 2009).

(34)

34 Retomando la problemática en torno al trabajo infantil, la antropóloga de la Universidad de Los Andes, Zandra Pedraza Gómez, (2004, p. 1) cuenta que mientras un porcentaje alto de la población infantil era usado como mano de obra durante la revolución industrial, en América Latina esta situación se vivía a otro nivel, ya que la problemática se ha mantenido desde el colonialismo hasta la actualidad. Hoy en día esto se puede ver a gran escala en el sector informal, sobre todo, en las ciudades principales.

La preocupación por la población infantil viene desde tiempo atrás, mucho antes de la industrialización:

La concepción actual que se tiene de la infancia, como un sector de la población que por su vulnerabilidad física y emocional y por su falta de desarrollo psíquico e intelectual requiere especial protección, y además, una dedicación completa a la educación y al juego para poder desarrollarse, viene de la historia europea del siglo XVI”. […] El comienzo de la toma de conciencia por la vulnerabilidad de los niños y el rechazo por el trabajo que ellos desarrollaban, se dio al tiempo con el enfoque colonial de la economía a nivel mundial y del proyecto expansionista de Europa del siglo XVI. (Pedraza, 2004, p. 2).

Las condiciones en el reino Unido y Europa comenzaron a mejorar para los menores que estaban siendo explotados laboralmente. Sin embargo, en los países en vías de desarrollo, sobre todo en los sectores populares, campesinos e indígenas, la protección para los menores no fue del todo aplicada. “Mientras que en Europa, los descendientes de los asalariados europeos, reemplazaron el mundo laboral por el escolar, la infancia de América, África y Asia siguió siendo víctima de la explotación laboral, en las modalidades de la informalidad, el servilismo, la esclavitud y la producción artesanal”.

La situación de los pobladores colonizados no fue la mejor, pues quedaron en una posición subordinada que se caracterizaba por la esclavitud y la pérdida de la responsabilidad de la reproducción y educación de sus propios hijos. A estos pueblos se les negó la posibilidad de acceder a formas organizadas en torno a la relación trabajo-salario que en Europa se estaban consolidando desde el siglo XVI.

(35)

35 hizo que la producción económica fuera a pequeña escala y poco dinámica. Por lo tanto, se hizo inevitable eliminar a los niños trabajadores.

Hasta el siglo XIX se mantuvo este paralelo entre formas desorganizadas de producción que incluían a los menores de edad dentro de las formas de producción, informales, serviles y esclavizantes, y la evolución de la protección hacia la niñez por parte de Europa mediante la eliminación del trabajo infantil y la protección por parte del sistema escolar y social.

En este contexto, la explotación laboral infantil está profundamente ligada con las economías dependientes de la llamada „periferia‟, en las que el común denominador es el trabajo informal y las pésimas condiciones salariales (Pedraza, 2005, p. 1, 2, 3).

“En este contexto de pobreza, es imposible concebir una sociedad sin niños trabajadores. Por eso, la explotación laboral infantil es una escandalosa muestra del desequilibrio económico que rige el sistema-mundo, de la jerarquización de las relaciones laborales y la condición de colonialidad intrínseca a las economías subordinadas, que impiden el acceso a los trabajadores del tercer mundo a las relaciones salariales.” (Pedraza, 2004, p.2)

Una de las consecuencias de este tipo de economía en los países latinoamericanos y que sirve para ejemplificar la mala situación, es lo que en Colombia se llama La ley del

rebusque. Familias en una grave situación económica y personas desempleadas se han visto

en la obligación de recurrir a las ventas callejeras o a cualquier trabajo pequeño, que implique una ganancia diaria para el sostenimiento del hogar.

(36)

36 De esta forma, los más pequeños de la casa también se vuelven -sin quererlo-, en una entrada económica que sirve mucho en donde hay poco. Con el tiempo, se convierten en una nueva necesidad para sobrevivir.

Respecto al trabajo infantil, la OIT expone:

El trabajo infantil es un elemento descuidado de la trampa de la pobreza, parte del „pacto con el diablo‟ que los pobres se ven forzados a hacer a fin de lograr cierto grado de seguridad inmediata. Es a la vez un resultado de la pobreza y una manera de perpetuarla. El trabajo infantil deshumaniza a los niños, al reducirlos a un simple activo económico, lo cual a su vez genera un espiral de crecimiento de la población entre los países con menor capacidad para hacer frente a ese problema. El hecho de cerrar los ojos ante los abusos cometidos contra jóvenes trabajadores empobrece e incluso destroza el capital humano necesario para que la economía pueda crecer en el futuro. (Organización Internacional del Trabajo, 2006, p. 1-2).

Todos los niños y niñas del mundo tienen derecho a acceder a la educación y a la protección contra abusos, maltratos o la violencia. Para que esto sea posible, es necesario considerar el trabajo infantil como un obstáculo que no permite el desarrollo de las políticas en beneficio de los menores de edad.

Frente a este problema se dieron varias soluciones en las primeras naciones industriales. La mano de obra fue reemplazada por máquinas sofisticadas que dieron la bienvenida a una revolución también tecnológica. Gracias a esto, se optimizaron las condiciones laborales y la demanda de trabajo infantil disminuyó. Otro factor que ayudó a que los niños y niñas se salieran del mundo laboral adulto, fueron las leyes sobre trabajo infantil que regían la edad mínima de acceso al empleo y las medidas correspondientes.

“Se incrementó una sensibilidad social por los niños, concebidos como sujetos especialmente vulnerables y a los que no se les puede permitir acceder al mundo laboral, porque esta actividad los privaría de las dos actividades en las que se tienen que focalizar: la escuela y el juego”. (Pedraza, 2004, p. 1)

(37)

37 estudiar y de respetar los derechos que cambiaron la percepción de la niñez, como el derecho a no trabajar.

Leyes y normas para erradicar el trabajo infantil

En 1919 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fue creada como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, la acción de la OIT se ha basado en la estipulación de la edad mínima de admisión al mundo laboral como criterio para definir y reglamentar el trabajo infantil.

En este mismo año, se realizó la primera reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, en la cual se adoptó el primer convenio internacional sobre trabajo infantil: el Convenio sobre la edad mínima que prohíbe el trabajo de niños menores de 14 años en la industria.(“¿Qué es IPEC?”, 2009).

El 26 de junio de 1973 en la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo celebrada en Ginebra, Suiza, se adoptó el Convenio 138 sobre la edad mínima. En el artículo 1 se dice “Todo Miembro para el cual esté en vigor el presente Convenio se compromete a seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores”. (OIT, 1973, p. 28).

El punto 3 del artículo 2 de este convenio deja clara la edad en que los menores de edad pueden empezar a trabajar, siempre y cuando se consulte antes a las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas. “La edad mínima fijada en cumplimiento de lo dispuesto en el párrafo 1 del presente artículo no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o en todo caso, a quince años”. (OIT, 1973, p. 28).

(38)

38 coordinada de las diversas medidas necesarias para asegurar a los menores y las menores condiciones para su desarrollo físico y mental.

Otro acuerdo para combatir el trabajo infantil y que también fue adoptado en Ginebra por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo en 1999, es el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil. El artículo 1 dice “Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia”. Dentro del acuerdo, se ratifica que el término „niño‟ designa a toda persona menor de 18 años. (OIT, 1999, p. 5).

El Artículo 3 presenta las peores formas de trabajo infantil. Estas son:

a. Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.

b. La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas.

c. La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes.

d. El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños. (OIT, 1999, p. 6).

La Constitución Política de Colombia de 1991, se refiere en su artículo 44 a los derechos de los niños, que prevalecen sobre los derechos de los demás:

(39)

39 La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás. Colombia, Congreso de Colombia (1991), “Artículo 44 de 1991”, Bogotá.

Desde el 2006 rige en Colombia la Ley 1098, que es la Ley de Infancia y Adolescencia. Esta norma está fundamentada en el principio de la protección integral y el interés superior del niño, niña y adolescente, ya que sus derechos prevalecen sobre los de los demás.

La Ley 1098 ratifica la obligación del Presidente de la República, de alcaldes y gobernadores de diseñar, ejecutar y evaluar las políticas públicas de niñez y adolescencia y que destinen los dineros para lograrlo.

A partir del 2006, se aumentó, con esta Ley, un año la edad mínima para trabajar y se estableció en 15 años. Los adolescentes entre los 15 y 17 años requieren la autorización del Inspector de Trabajo, del Comisario de Familia o del Alcalde municipal.

En algunos casos la autorización para trabajar puede darse a los menores de 15 años sólo para desempeñar actividades remuneradas de tipo artístico, cultural, recreativo y deportivo y no podrá exceder de 14 horas semanales.

En el artículo 35 de la Ley de Infancia y Adolescencia se habla sobre la edad mínima de admisión al trabajo y el derecho a la protección laboral de los adolescentes autorizados para trabajar:

La edad mínima de admisión al trabajo es los quince años. Para trabajar, los adolescentes entre los 15 y 17 años requieren la respectiva autorización expedida por el Inspector de Trabajo o, en su defecto, por el Ente Territorial Local y gozarán de las protecciones laborales consagradas en el régimen laboral colombiano, las normas que lo complementan, los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, la Constitución Política y los derechos y garantías consagrados en este código.

Los adolescentes autorizados para trabajar tienen derecho a la formación y especialización que los habilite para ejercer libremente una ocupación, arte, oficio o profesión y a recibirla durante el ejercicio de su actividad laboral.

(40)

40 “Ley 1098 del 8 de noviembre de 2006, por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia”, en Diario Oficial, núm. 46.446, 8 de noviembre de 2006, Bogotá.

El 16 de mayo de 2008 se aprobó en Colombia la Resolución 01677, “Por la cual se señalan las actividades consideradas como peores formas de trabajo infantil y se establece la clasificación de actividades peligrosas y condiciones de trabajo nocivas para la salud e integridad física o psicológica de las personas menores de 18 años de edad”. Colombia, Ministerio de la Protección Social (2008, 19 de mayo), “Resolución número 01677 del 16 de mayo de 2008”, en Diario Oficial, núm. 46.995, mayo 20 de 2008, Bogotá.

Niños trabajadores en el mundo

El trabajo infantil a nivel mundial ha logrado disminuir con los años, sin embargo, el porcentaje de niños, niñas y adolescentes activos en el campo laboral aún es elevado.

“La tendencia al alza en el trabajo infantil en los años ochenta, y en particular la aparición del fenómeno altamente visible de los niños que viven en la calle, empezó a atraer la atención mundial y con ella, la participación de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y de organismos internacionales tales como la OIT y UNICEF”. (OIT, 2006, p.15).

“Más de 250 millones de niños entre los 5 y los 14 años trabajan en el mundo, de estos entre 50 y 60 millones realizan labores peligrosas para su edad, según un informe dado a conocer la semana pasada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”. (“Más de 60 millones de niños, trabajadores en alto riesgo”, 1999).

La cifra mundial de trabajo infantil disminuyó años después:

En 2004 había 218 millones de niños atrapados en situaciones de trabajo infantil, de los cuales 126 millones realizaban trabajos peligrosos. […] No obstante, el número de niños trabajadores disminuyó globalmente en un 11 por ciento durante los últimos cuatro años, mientras que el número de niños que realizan trabajos peligrosos disminuyó en un 26 por ciento. En el grupo de edad de 5 a 14 años la disminución en la categoría de trabajos peligrosos fue incluso más drástica: 33 por ciento”. (OIT, 2006, p. xi-xiv).

(41)

41 y la indiferencia no han permitido que este problema se acabe. Sin embargo, la eliminación del trabajo infantil es la meta de muchos países a largo plazo.

Las estadísticas por región presentadas en uno de los últimos documentos de la OIT muestran que África Subsahariana tiene el porcentaje de niños trabajadores más alto de todas las regiones. Alcanza un 26%, lo que representa cerca de 50 millones de niños.

En números absolutos, el índice más alto de niños trabajadores se encuentra en la región de Asia y el Pacífico, con 122 millones de niños trabajadores, de 5 a 14 años de edad. En América Latina hay solo un 5% de niños trabajadores, de 5 a 14 años de edad.

De cada 10 niños que trabajan, 7 lo hacen en el sector agrícola; el 22% trabaja en el sector de servicios y el 9% en la industria, incluidas la minería, la construcción y la manufactura.

(OIT, “Trabajo infantil y educación-2008”, 2008).

El caso en Colombia

Desde la década de los años setenta se comenzó a hacer una investigación más profunda en cuanto al trabajo infantil en Colombia. Diferentes trabajos y crónicas dieron cuenta de la participación de menores de edad en distintas actividades económicas.

Ya en los noventa, se realizaron encuestas de hogares que sirvieron para registrar estudios comparativos. Se propusieron los primeros análisis sobre la dimensión y características del trabajo infantil:

Desde el punto de vista institucional y particularmente por la presión internacional sobre políticas y programas relacionados con la abolición del trabajo infantil, se inicia entonces un proceso de coordinación entre distintas instituciones, para obtener la información requerida y proponer programas de protección. Es así como el DANE en 1992 aplicó un módulo sobre menores de 12 años de edad trabajadores y en 1996 desarrolló la Encuesta sobre Niñez y Adolescencia, con el apoyo del los Ministerios de Trabajo y Salud, el ICBF, el DNP y la Consejería de Política Social. (ICBF, DANE, OIT, 2007, p. 10). (ICBF, DANE, OIT, 2007, p. 10).

(42)

42 En cuanto a las actualizaciones de las encuestas realizadas a los hogares:

La actualización de la información se ha asegurado mediante la aplicación de un módulo en la Encuesta Continua de Hogares correspondiente al IV trimestre de los años 2003 y 2005 con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Ministerio de la Protección Social. El contenido de las encuestas sigue el patrón establecido por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC-OIT), que permite las cuantificaciones y caracterización de las tres actividades básicas que realizan los niños, niñas y adolescentes: estudiar, oficios del hogar y trabajar. (ICBF, DANE, OIT, 2007, p. 10).

El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) -por sus siglas en inglés-, fue creado en 1992 por la OIT como una ofensiva contra el trabajo infantil. Gracias a este programa, se ha podido ejecutar acciones urgentes en las regiones más afectadas por la presencia del trabajo infantil, con el apoyo de una gran cantidad de países. Asia, África y América Latina son los continentes más afectados.

El objetivo principal de este Programa es impulsar el proceso de eliminación del trabajo infantil a través de acciones conjuntas con gobiernos, organizaciones de empleadores, de trabajadores, organizaciones no gubernamentales y otros grupos sociales. En Colombia, el IPEC comenzó acciones en 1996.

Un año antes de implantar el programa en territorio nacional, se estimaba que había alrededor de 2‟500.000 niños entre los 5 y los 17 años que hacían parte del mundo laboral. En 1999, las últimas cifras disponibles sobre trabajo infantil en Colombia eran de 1995, lo que es muestra de la poca atención que se la ha dado a esta problemática en nuestro país. Para ese entonces se calculaba que unos 2‟500.000 niños entre los 5 y los 17 años trabajan en territorio nacional. Entre las situaciones más preocupantes para esa época, se encontraba el uso de la fuerza laboral infantil en las zonas rurales, sobre todo de niños menores de 12 años.

(43)

43 Según cifras y datos extraídos de series estadísticas de la Unicef, la OIT y de las organizaciones no gubernamentales Global March Against Child Labour y Child Labour Coalition, en 2004 en Colombia existían más de 1‟500.000 niños que eran explotados laboralmente, de los cuales 1‟100.000 no estudiaban. En cuanto a América Latina y el Caribe, para ese año había un total de 17,4 millones de víctimas del trabajo infantil.

(“Trabajo infantil, azote de pobres”, 2004).

Colombia en cifras

Miles de menores de edad han tenido que recurrir a oficios o trabajos mal remunerados como consecuencia de la pobreza, la exclusión, la discriminación, el desempleo y el desplazamiento en Colombia.

En el último boletín de prensa publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) sobre trabajo infantil, se habla sobre la Gran Encuesta Integrada de Hogares en el cuarto trimestre de 2007 y que se realizó en los estratos 1 y 2, mediante convenios suscritos entre el DANE, el Ministerio de la Protección Social y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). (DANE, 2008, p. 1).

En esta encuesta se incluyó el Módulo de Trabajo Infantil, lo cual representó una gran ventaja para la medición de este aspecto en cada una de las 13 principales ciudades del país.

El total de la población encuestada entre 5 y 17 años fue de 11‟358.000 personas. En el trimestre de octubre-diciembre de 2007, la población entre 5 y 17 años de edad, representaba aproximadamente el 26,0% de la población total del país.

(44)

44 Por sexo, el mayor porcentaje de la población son hombres con 51,9% y mujeres con 48.1%. En cuanto a las tasas de no asistencia a la educación formal de los hombres, en el 2003 fue de 14,4%; en el 2005 fue 12,9% y en el 2007 fue 12,0%. Las mujeres registraron una tasa de no asistencia escolar de 11,1% en el 2003, 11,6% en el 2005 y 11,2% en el 2007. El grupo de edad donde se presenta la mayor tasa de no asistencia escolar está entre los 12 y 17 años de edad con respecto a los años anteriores.

Entre las razones principales por las que los niños, niñas y adolescentes no asisten a la educación formal, las mayores tasas registradas están en „Costos educativos muy altos‟ con 24,6%, seguida de „No le gusta o no le interesa estudiar‟ con 20,0%, „Considera que no está en edad escolar‟ con 14,5% y „Necesita trabajar‟ con 6,1%.

En cuanto a la tasa de trabajo infantil, en 2003 se encontró que 1‟181.000 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años de edad, desempeñaban actividades en la producción de bienes y servicios con una tasa de 10,8%, 1‟000.000 en 2005 registrando una tasa de 8,9% y 787.000 en 2007 con una tasa de 6,9%.

En la tasa de trabajo infantil por grupos de edad es más elevada entre los 15 y 17 años, con un 27,2% en 2003, 23,0 en 2005 y 19,3 en 2007.

Dentro de las cifras en la distribución porcentual de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, las razones: „Le gusta trabajar para ganar su propio dinero‟, „Debe participar en la actividad económica de la familia‟ y „Debe ayudar para los gastos de la casa‟, representan en 2007 el 79,6% de los motivos que aducen los niños, niñas y adolescentes, para trabajar. „El trabajo lo forma y lo hace honrado‟ y „Debe costearse el estudio‟, participaron con el 7,1% y 5,6% respectivamente.

(45)

45 En el 2007, el 38,4% de los niños, niñas y adolescentes que trabajaban eran independientes, el 33,0% trabajadores familiares sin remuneración, el 24,9% eran obreros o empleados y el 3,6% eran trabajadores domésticos.

El porcentaje de horas trabajadas a la semana es elevado, pues, en el rango de menos de 24 horas hay un 49,6%, seguido de 25 a 48 horas con 33,6% y más de 48 horas con 16,8%.

La gestión del DANE en la problemática del trabajo infantil fue desarrollada con este estudio estadístico y que fue, además, componente del Programa de Información Estadística y Monitoreo en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC), de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), administrado por el Programa Internacional para la erradicación del trabajo Infantil (IPEC).

Según Lida Mora, Asistente Técnica del IPEC, las encuestas de trabajo infantil se realizan cada dos años, razón por la cual las cifras de 2009 se harán públicas a mediados de 2010. Mora, L. (2009, 24 de julio), entrevistada por Amaya Porras, A., Bogotá.

La problemática en Bogotá

La Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) dice que, según la OIT, entre el 15 y el 20% de los niños colombianos se encuentran trabajando actualmente. “En Bogotá, 64% son vendedores ambulantes, 17% se dedican al robo. Entres estos niños, están los hijos de los más de 3 millones de desplazados, trabajando en agricultura, minería, flores, comercio informal, chircales, servicios, trabajo doméstico y prostitución” (CTC, 2009, p. 1).

Según esta publicación, en el 2006 trabajaban 88.000 niños y 160.000 estaban sin escuela en Bogotá. “No iban a estudiar por falta de recursos, o porque la escuela está lejos, o porque sus parientes consideran la escuela como un lujo inútil o simplemente porque debían aportar a los magros ingresos de la familia” (CTC, 2009, p. 2).

(46)

46 vendedores de dulces en los semáforos y los buses, obreros de pequeñas empresas que proveen a grandes firmas, recicladores, niñas del servicio, ayudantes en las plazas de mercado, en las esquinas vendiendo su cuerpo, entre muchos otros.

Niños, niñas y adolescentes son víctimas a diario de la pobreza y las pocas oportunidades de trabajos dignos para sus padres. Empresas grandes y pequeñas contratan mano de obra barata, representada muchas veces en los menores de edad y, por ende, se cree que tampoco constituyen una obligación social y económica.

Referencias

Documento similar

En estos últimos años, he tenido el privilegio, durante varias prolongadas visitas al extranjero, de hacer investigaciones sobre el teatro, y muchas veces he tenido la ocasión

que hasta que llegue el tiempo en que su regia planta ; | pise el hispano suelo... que hasta que el

Para ello, trabajaremos con una colección de cartas redactadas desde allí, impresa en Évora en 1598 y otros documentos jesuitas: el Sumario de las cosas de Japón (1583),

En junio de 1980, el Departamento de Literatura Española de la Universi- dad de Sevilla, tras consultar con diversos estudiosos del poeta, decidió propo- ner al Claustro de la

Entre nosotros anda un escritor de cosas de filología, paisano de Costa, que no deja de tener ingenio y garbo; pero cuyas obras tienen de todo menos de ciencia, y aun

E Clamades andaua sienpre sobre el caua- 11o de madera, y en poco tienpo fue tan lexos, que el no sabia en donde estaña; pero el tomo muy gran esfuergo en si, y pensó yendo assi

Sanz (Universidad Carlos III-IUNE): "El papel de las fuentes de datos en los ranking nacionales de universidades".. Reuniones científicas 75 Los días 12 y 13 de noviembre

(Banco de España) Mancebo, Pascual (U. de Alicante) Marco, Mariluz (U. de València) Marhuenda, Francisco (U. de Alicante) Marhuenda, Joaquín (U. de Alicante) Marquerie,