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(1)

UNIVERSIDAD A U T ~ N O M A

METROPOLITANA

U N I D A D I Z T A P A L A P A

Deuartamento

/División de Ciencias Sociales y Humanidades

Título del trabajo

Un paradigma de la novela policiaca posmoderna: La paz de

los sepulcros

de Jorge Volpi

Tesis que uresenta

el alumno

JRené lazcuráin Moreno

Matrícula

93225991

Para la obtencidn del grado de

Grado obtenido

Asesores

/Licenciado en Letras Hispánicas

Mtro. Evodio Escalante Betancur

Dra. Mercedes Garzón Bates

Lic. Roberto Gómez Beltrán

(2)

..

ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCI~N ... 5

I ¿Quién es Jorge Volpi Escalante?

...

11

2 La posmodernidad 2.1 Contextualización

...

20

2.1.1 Precisiones indispensables sobre la posmodernidad ... 22

2.1.2 Influencia de la posmodernidad en la literatura

...

23

3 Antecedentes de la novela policiaca 3.1 Origen y evolución del género policiaco

...

26

3 . 1

.

1 De lo negro a lo neopoliciaco

...

29

4 El antihéroe: su formación a partir de la búsqueda de la verdad. y fragmentación del personaje principal. Agustín Oropeza 4.1 Definición de héroe

...

34

4 . 1 . 1 El antihéroe ... 35

4.2 Concepto de fragmentación

...

36

4.3 La formación del antihéroe al principio de la novela

...

37

4.3.1 El antagonismo y el desarrollo del antihéroe ... 43

4.3.2 El regreso del viaje; sus conclusiones personales ... 46

5 Orden y desorden en lo neopoliciaco . . 5.1 Concepción del orden

...

..I.. ...

55

5.1.1 El desorden ... 56

5.2 El crimen, el orden y el desorden ... 57

5.2.1 El orden y la contradicción: aproximaciones retóricas ... 60

6 El Posrealismo y el texto como pretexto 6.1 Realismo ... 69

6.1.1 Posrealismo ... 71

6.2 El no-conocimiento ... 73

6.2.1 El no cambio en la novela ... 78

6.2.3 El individualismo artístico

...

88

6.2.2 Apuntes sobre la focalización

...

80

Conclusión ... 94

(3)

U,

A.

M.

ZTAPALAPA BlBLlOTECA

i.

La cultura latinoamericana ha andado sin un tal lugar propio y con oráculos de importación. Las

letras latinoamericanas son mestizas, errantes que esperan de occidente el indulto, por superación

de una cacofonía involuntaria culpa de su historia. Para dejar de ser lo que no fuimos ni seremos la

narrativa del siglo XX intentó homogeneizarse en el cosmopolitismo; se olvidó que Zola no podría ser

eterno. Por otro lado, trató de ablandar corazones y creerse eso de Io nuevo en Io pintoresco

,\ mágico, lo salvaje; acaso lo novedoso haya sido posibilitar la invasión folclórica de aparadores

': extranjeros. En todo caso el paradigma narrativo en la novela estuvo en las adoraciones de ídolos.

Ni siquiera tuvimos la dicha de fabricar mentiras propias. ,..

Pero un signo distintivo, una esperanza acaso, (no iniciada, precisamos en esta generación)

en los noventa en la literatura latinoamericana, y mexicana en particular, es la recreación en

los

fracasos de la búsqueda de sentido propio. El paradigma alterno, es decir, el cambio de concepción

teórico, el otro modo de pensar y valorar ( Martinez Miguélez, Miguel, 1997 ) que se expande como

material corrosivo dentro de la estructura de pensamiento occidental en la América hispánica se

manifiesta que en las letras, atenta a otras disciplinas por el efecto mariposa, como al

descubrimiento científico de Hubble y el sin sentido en el universo, sostiene que el centro importante

es el que se inventa. Así, sin un punto de partida, sin un origen, nos proponemos en este trabajo

demostrar que la literatura alterna es parasitaria, copia, y, paradójicamente, discurso dialéctico,

reimaginación de otros escritos.

El tema del presente trabajo alude, entonces, a la escisión de la novela moderna bajo el

horizonte en crisis, y cambio de paradigma en distintos espacios de la vida y el conocimiento

enmarcado en el contexto latinoamericano. Leamos de nuevo: nos proponemos entender a la novela

mexicana del fin de

los

tiempos dentro de la aldea global y universal; ver en este tipo de novela las

particularidades entre

lo

nativo y lo cosmopolita. Se espera contribuir con una mirada que identifique

(4)

La importancia del tema radica en la inexistencia de estlrdios de narrativa hispánica sobre el

género policiaco en el espectro posmoderno. Caso inconcebible si pensamos que lo policiaco ha

servido de retazo y hasta modelo emergente en la novela contemporánea. Salvavidas del anonimato

de escritores, renglones nuevos a plumas viejas y posboom en el aspecto del negocio editorial.

Existen en el campo de la literatura posmoderna los trabajos sobre narradores norteamericanos,

europeos; casualidades al tratarse de escritores españolas, no se diga de los latinoamericanos. Pero

en el ámbito policiaco la escasez se amplía ya que la mayoría de los estudios se enfocan a la novela

policiaca clásica. A atender la relación posmodernidad-novela policiaca se atisban sólo algunos

libros dedicados únicamente a la novela española; otros libros y artículos de revistas publicados en

México mencionan más el asunto como boletín informativo que como un estudio crítico serio.

Para demostrar las peculiaridades paradigmáticas hemos optado por un estudio de diversos

elementos que a nuestro parecer son fundamentales; hemos decidido comenzar, entonces, con la

biografía del escritor. Tratamos con esto de conocer a Jorge Volpi desde distintos ámbitos de la vida;

robando su voz mediante entrevistas publicadas en distintas revistas y periódicos estudiaremos la

analogía y acercamiento artístico que guarda con otros escritores contemporáneos. Un punto a

tomar en cuenta será la generación Crack y su manifiesto, ya que en éste Volpi fija su postura para

la escritura del siglo XXI.

Los

rasgos principales a considerar son la critica a la literatura que vive del

recuerdo; la propuesta es la intención de igualar a los clásicos latinoamericanos en cuanto a la

experimentación formal. Se dan, siguiendo con el primer capítulo, datos que en un primer momento

pueden parecer decorativos sobre su vida pero no es así: los posteriores capítulos relacionan

aspectos de la novela con la personalidad y vida del escritor. En este primer acercamiento se

demostrará que las premisas, perfeccionadas y definidas, de la literatura posmoderna pertenecen a

inquietudes y rompimientos en ámbitos diversos de la vida de la sociedad moderna a partir de los

sesenta, por lo que se toman las ideas del libro La novela mexicana (1967-1 982)

En

el segundo capítulo con el fin de ofrecer una visión complementaria de la discusión sobre

la posmodernidad y la literatura, se incluye un bosquejo en Io concerniente a la definición y las

causas de la etapa posmoderna. AI respecto ponemos atención al pensamiento moderno a partir de

la idealización y supuestos de la ilustración del siglo XIX que había proyectado cumplirse a futuro.

En apoyo a este análisis teórico tomamos el pensamiento de Vattimo junto con el de otros autores

(5)

reunidos en el libro La posmodernidad. Enseguida se hilan algunas conclusiones sobre la

posmodernidad en el plano artístico y literario al establecer un ánimo de descrédito de la literatura,

agudizado en las vanguardias por el efecto Kifch y la muerte de Io revolucionario a manos del

aburguesamiento. A manera de respuesta del fenómeno hay un despertar ante la ilusión de la

abarcabilidad artística, del acercamiento fiel al objeto. Y se adentra sobre la inquietud de actualización del lenguaje en

los

escritores posmodernos, las técnicas y

los

temas con el fin de

acercarse al público de fines de siglo XX, enamorado del producto de

los

inventos de Edison y los

hermanos Lumiere e indiferentes a la cultura impresa.

En el siguiente capítulo suscrito a la literatura policiaca, con la ayuda de textos de Mempo

Giardinelli, Thomas Narcejac y un artículo de Gerard0 de la Torre en torno al neopoliciaco mexicano,

dejamos ver la sangría de dos siglos con que se ha alimentado la novela policiaca de la teoría

positivista, dando sentido a su existencia. También se repasa su evolución a partir de eventos

sociales que buscan espacios de expresión artística. Así la crisis económica y violencia social

después del desplome económico del 29 en los Estados Unidos da pie a historias duras, que

retratan la miseria y la corrupción. El realismo y el naturalismo, sin embargo, son técnicas que se

defienden del paso del tiempo, por tanto, la ilusión moderna sigue vigente.

El subtema siguiente trata de la discusión por una definición de Io neopoliciaco en el

contexto de la realidad mexicana en un entorno de crisis social, política y económica. Los autores

inscritos a este género ayudan a establecer cierta conexión entre posmodernidad-novela policiaca y

sociedad, que confluyen en tres premisas básicas en

lo

neopoliciaco: adoptar y romper

conscientemente el canon de un género, visión desesperanzadora en

lo

social, el tema recurrente es la inestabilidad del individuo ( otros interpretan esto como degradación de valores ).

A través del estudio se comprende la razón de la vigencia y diversificación del subgénero; la

presencia de la literatura neopoliciaca se da, pues, en una sociedad crítica e irreverente, hambrienta

de historias que vive a diario.

Tres momentos ubicamos para el estudio propiamente dicho de La novela la paz

de los sepulcros que son especialmente útiles para las novelas posmodernas. Por un lado

está el tema, aquello de

lo

que se habla según Tomachevsky, en donde confluye la angustia, el

aislamiento del individuo y el triunfo de los esquemas contradictorios modernos. En un segundo

(6)

moderna, apoyan y dan credibilidad al tema. Otro ingrediente, es la imposibilidad de representación

en donde el tema se hace técnica: la novela expresa su drama e inestabilidad. El análisis de la

novela de Volpi se adecua a esta estructura ejemplar de la novela posmoderna. A continuación

presentamos el contenido de los tres capítulos donde se retoma un elemento en cada uno de éstos.

En el ámbito de Io policiaco Io fundamental es que existe un delito y búsqueda del o los

culpables. Sin ese nudo no existe lo policiaco; es la razón del primer capítulo en donde estudiaremos

la significación de la búsqueda de la verdad como intento de encuentro del periodista consigo

mismo. El apoyo teórico incluye bibliografía de

los

noventa con un texto de Angeles Encinar en donde se define al héroe y al antihéroe en el plano social y literario, además que contribuye a

delimitar el concepto de fragmentación manifestado en el personaje principal.

Con el fin de enfatizar la importancia y significado de la búsqueda del delito el lector

recorrerá el desarrollo del antihéroe por situaciones trascendentes desde el principio hasta el fin del

libro, en donde el énfasis está en aspectos como la oposición de ideales entre el deber responsable

contra el individualismo irresponsable, tomando el criterio de los estudios de Lipovetsky; La verdad,

la razón de la búsqueda, se estudia desde la perspectiva del libro Nihilismo y fin de siglo

de Mercedes Garzón, que analiza las bases del pensamiento moderno y la realidad objetiva, y

sostiene que en ellos giran en torno a la ilusión de un estado de cosas por naturaleza que concibe al

ser como una estructura estable o fundamento. Por último, el capítulo cerrará exhibiendo al

periodista como empezó: derrotado, apático, desesperado, pero triunfador al salvar el pellejo y

participar de la treta planeada por los hombres del poder. Ello evidencia la ambigüedad en toda la

novela, elemento retomado para el análisis de

los

siguientes capítulos.

Capítulo cinco. Si el cuarto capítulo trata sobre la representación semántica de la búsqueda,

ahora el capítulo de El orden y desorden en Io neopoliciaco indaga en el crimen y el significado

temático en la tradición policiaca. La importancia del desorden viene respaldado por trabajos serios

de Georges Balandier,

José

F. Colmeiro y Victor Bravo que delimitan conceptos al respecto; el libro

de Mempo Giardinelli, por su parte, ayudará a acotar lo referente a

lo

policiaco.

En el presente capítulo, en otro aspecto, vislumbrareres el desorden como inestabilidad,

liberación de agresiones latentes en la sociedad y mirada negativa del orden desde la perspectiva de

imposición e inmovilidad. Entenderemos la importancia de los elementos que manifiestan la

(7)

contradicción del tema como ironía, parodia y la yuxtaposición que mediante la burla y el juego

cuestionan y reflexionan sobre las mentiras de la sociedad, y

Io

establecido en la literatura moderna

y policiaca. En este momento tendremos un tenue traslado del tema a la técnica. Sin embargo se

reconocerán en ambas las manifestaciones de ambigüedad, contradicción y crítica del paradigma

moderno.

Capítulo seis. Hechas las relaciones básicas entre las reflexiones de las estructuras

modernas en lo social y artístico nos hundiremos en la técnica como tema, esto es, nos

propondremos demostrar que el individualismo posmoderno y la autoconciencia artística permiten el

desarrollo de novelas complejas, con lecturas diversas, alejadas de la primigenia intención de una

novela policiaca clásica. Los subtemas son:

-El realismo, donde se tomarán en cuenta autores como Harrv Levin y Joaquina Navarro. Ellos

abordan la visión del realismo en la novela moderna y policiaca; el estudio revisa sus cimientos

filosóficos que son la objetividad y el esquema lógico.

-Teniendo como base el realismo se comienza a hablar de posrealismo que deshecha al realismo

tradicional al establecer la nulidad de la realidad concreta. A partir de aquí planteamos la novela del

no-conocimiento, que reconoce que todo está dicho, justificando el pastiche, las digresiones Io cual

implica un alejamiento hacia las convenciones del género.

-En estrecha relación al no-conocimiento está el cambio en la novela que tiene que ver con

lo

impensable en las acciones y la investigación, con la relación vida-escritura al no concebirse ni una

ni otra como estructuras estables.

-Lo anterior, asimismo, determina la focalización del narrador, puesto que si en el posrealismo es

inexistente

lo

uniforme ¿por qué debe haber un narrador objetivo presentador de hechos con un

sentido lógico? En este subtema se verá la relación entre posrealismo, sin sentido y narrador.

-Ya por último, analizaremos la forma en que se auto examina la novela; los aspectos a tomar en

cuenta son la función metalingüística, la función fática y función referencial. Para estos temas son de

utilidad los trabajos de Mercedes Garzón, Enrique Garcia Diez, Oscar Tacca y un ensayo de Jorge

(8)
(9)

¿Quién es Jorge Volpi Escalante?

Para el público es conocido como Jorge Volpi, quien nació en el todavía oscuro 1968 en la ciudad de México. El ya famoso escritor tiene una licenciatura en derecho y otra en letras en la UNAM; además posee un doctorado en filología hispánica en la universidad de Salamanca’. Su motivación artística lo ha llevado a publicar, como es públicamente conocido, los siguientes libros. A pesar del oscuro silencio ( 1992 ), Días de ira (1994), La paz de los sepulcros (1995), El temperamento

melancólico (1996 ), Sanar tu piel amarga (1997); y la reciente y más aclamada

novela que es En busca de Klingsor (1999 ). Pero también ha publicado ensayo. Precisamente con un texto sobre Jorge Cuesta ganó el premio Plural y en 1998 escribió un libro-ensayo: La imaginación y el poder el cual aborda el tema del rol desempeñado por los intelectuales en los acontecimientos de 1968.

Pero lo que no es públicamente tan conocido de Jorge Volpi Escalante es que es hombre no sólo interesado por la literatura. También se ha acercado a la filosofía. En una ocasión en una entrevista2 comentó que anheló ser filósofo después de su acercamiento con la filosofía alemana, en especial con Nietzsche y Schopenhauer; otras pasiones no conocidas son la música (la música clásica en especial), la historia, la política, el derecho y la ciencia, son obsesiones que sin duda han influido en su literatura y que aportan datos para definirlo como un intelectual de tiempo completo.

(10)

Los estímulos culturales, como sabemos, conforme el artista crece se van modificando, ampliando, en la medida en que éste se desenvuelve con la sociedad y sus productos intelectuales y materiales, en fin, con la cultura en su sentido más amplio. Por consiguiente, pretendo comentar dos aspectos de la vida social mexicana que han interesado e influido en la prosa de Volpi, como lo son la situación literaria y política del país. Lo que prosigue es una visión panorámica de éstas según nuestro escritor.

En lo literario es apreciable el cansancio de la narrativa de las dos últimas décadas por el peso que representan las grandes figuras literarias del medio siglo XX y del boom literario latinoamericano. De ahí que la literatura hecha por jóvenes obedezca a una tradición ya gastada por propuestas que no han estado a la altura de aquéllos para renovarla. Volpi Escalante, en relación con este desierto creativo, comentó en una ocasión:

En estos veinte años, indudablemente han aparecido grandes obras, pero estas, curiosamente son reflejo de lo que habían estado haciendo los narradores del boom y del medio siglo. Son los casos de Pitol,

Fuentes, Garcia Ponce y Del Pasos.

Así tenemos que estas grandes figuras sobrevivientes han hecho en estos últimos años obras como Crónica de la intervención, Noticias del imperio o Cristóbal

nonato. En respuesta las nuevas generaciones han apostado a lo light en su versión de

superficialidad y falta de rigor, pero que, sin embargo, son las expresiones de una sociedad intoxicada de bienestar que evita el esfuerzo y las situaciones complejas. Entonces lo que Volpi y otros escritores critican es que la literatura light se apropie de la cultura escrita y no haya diferencia intelectual con los medios masivos de comunicación. Lo anterior conlleva la nula exigencia de esfuerzo por parte del público ya que todos los mensajes de esta novela, como en la televisión, son metabolizados, es deck, las situaciones presentadas no requieren ser analizadas. En el mismo sentido un escritor, Guillermo Fadanelli, reflexiona

acerca del fenómeno light al afirmar que podría ser la respuesta a los estímulos que se han

(11)

aprisionado el ciudadano6. De esta manera y por desgracia ”lo anecdótico, fácil y

light

prevalece sobre lo profundo, reflexivo y trascendente”7.

Siguiendo la misma línea vemos que abundan mujeres escritoras como Elena Garro, Inés Arredondo, Angeles Mastreta, Beatriz Espejo, Luisa Josefina Hernández, Barbara Jacobs o Elena Poniatowska. Esto podría hablar bien en cuanto a la democratización de la vida en la sociedad mexicana en la que la mujer ya no sólo toma ”El té con galletas”8 y mira telenovelas; además hay una valorización de editoriales y público por la aceptación de esta literatura que ha provocado tanto el éxito nacional como el mundial. Esto último plasmado principalmente en dos nombres: Laura Esquivel, vendedora de cientos de miles de copias de Cómo agua para chocolate por todo el mundo y Angeles Mastreta, ganadora del premio Rómulo Gallegos de literatura. Pero hay desconfianza hacia la calidad del éxito editorial. Por ejemplo, el escritor Federico Patán comenta9 que desgraciadamente la calidad no ha ido de la mano a la cantidad. En el mismo sentido varios escritores opinan que si las casas editoriales han impulsado el género es porque detectaron la tendencia entre el público por dicha literatura. Por lo tanto se podría afirmar que la aportación de dicha escritura a las letras mexicanas está pendiente aún. Ahí tenemos el ejemplo de una obra sobrestimada que es Cómo agua para chocolate de la cual Federico Patán dice, con lo cual yo coincido, lo siguiente: no sé por qué ”Razones de gusto y de mercado se catapultó a la fama, pero su segunda novela es verdaderamente infame. No se vale publicar algo de calidad tan baja aunque sea por razones de mercado”10 Y es que no es una situación en que la batalla entre los sexos se traslade a la critica literaria. Es, mas

bien, la preocupación por el consumo de la sociedad mexicana que podría hablar de una pobre

maduración intelectual cuando es claramente verificable que la literatura light es casi

lo

Único

vendible.

Esto coincide con el incremento en las dos ultimas décadas, del número de escritores. Con

datos de las editoriales se puede afirmar que la narrativa tiene buena vida y es boyante. Parece ser

que ni la televisión, el cine, o la computadora han mermado la vena escritora de la juventud nacida

(12)

literario cuando sarcásticamente afirma: ”Todo el mundo tiene un cuento o un poema debajo de la cama’’11 y que se complementa con el comentario de Federico Patán cuando sostiene que ”esto quizás se deba a que se han incrementado las posibilidades de publicación”l2 comenta Federico Patán. Y es que ahora es fácil acceder a las editoriales, los apoyos de universidades, casas de cultura y dependencias gubernamentales. Por

Io

anterior no

puede haber reclamo por falta de oportunidades y propuestas en la literatura hecha por jóvenes en

las dos ultimas décadas. No obstante esto, esta carece de la fuerza para derribar a los mitos

vivientes ya comentados; y eso es preocupante porque habla de la poca calidad que esta literatura

tiene. Una de las variadas causas podrían ser el tipo de escritores que hay en México: los turistas de

la literatura que ”están dispuestos y tienen la desvergüenza suficiente para’’13 publicar

y los escritores de oficio que son aquellos egresados de aulas que piensan que el escritor es aquél

que escribe a destajo sobre cualquier tema, y ven en la repetición de fórmulas la mejor forma de

honrar las letras mexicanas.

El entorno político social mexicano que ha presenciado Jorge Volpi ha sido marcado, como

lo

ha afirmado en varias entrevistas, por la fragilidad de una sociedad que se encuentra entre la

coyuntura de la dictadura y el cambio democrático. Esto ha creado una incertidumbre que se ha

manifestado en violencia social. Recuérdese 1994 (precisamente el año que precede a su novela

La paz de

los

sepulcros) con acontecimientos como los asesinatos de figuras

importantes: el precandidato del partido oficial, Luis Donaldo Colosio y el de Juan Francisco Ruíz

Massieu, expresidente del PRI; o en la jerarquía religiosa con el homicidio del arzobispo de

Guadalajara. La violencia, asimismo, saca a luz las desigualdades sociales; Io que genera

incertidumbre: la explosión delictiva que no salva al individuo de clase media de un asalto o un

secuestro, por la corrupción que, en juego con el cinismo de la época, genera negocios entre grupos

de narcotraficantes, policías y militares; y en este mismo contexto caótico se encuentra la guerra en

Chiapas que es la llamada de atención sobre la urgencia de un nuevo contrato social. Así, el

entorno, que en muchas ocasiones deja huellas para bien o para mal en cualquier individuo, en

México ha tenido mucho de thriller0 de género negro por el cinismo, la violencia y corrupción como

engranaje que mueve a la política mexicana. Y este caótico y desesperanzado fin de siglo mexicano

ha encontrado una expresión artística con Jorge Volpi, quien ha reconocido la manera en que la

realidad ha permeado sus páginas cuando en una entrevista afirma que ”Los acontecimientos

(13)

me marcaron de manera definitiva para escribir una novela cuyo tema central es, precisamente la incertidumbre”l4. Sin embargo me atrevo a afirmar que en realidad fueron

dos novelas alimentadas de la incertidumbre como tema central. Aparte de En busca de

Klingsor, a la cual nuestro escritor se refiere en la anterior cita, está La paz de los

sepulcros. Hay muchos guiños y pistas en esta novela que afirman esta hipótesis, pero ello se

abordará a su tiempo de acuerdo a los objetivos fijados en el índice.

Integrar y sumar datos acerca del entorno en que se ha desarrollado este escritor, por

solo, no creo que contribuya a discernir la relación que aquél guarda con la literatura. Es por eso que

encuentro indispensable remitirnos a sus palabras. En una ocasión acerca del camino recorrido para

escribir A pesar del oscuro silencio comenta: ”Ha sido un camino de cerca de

cuatro años que comencé a investigar sobre su vida hasta hoy. Ha sido parte integral de mi tiempo”l5. Y en otro momento enfatiza ”Para mi la literatura no es un accesorio o algo casual, si no que a través de ella cuento lo que está en la vida de las personas”l6. Esto habla de un escritor que entiende a la novela como búsqueda de la esencia de las personas; y a la manera de un compromiso de tiempo completo que conlleva la investigación,

el trabajo metódico y el análisis. Basándose en Io anterior se podría afirmar que para Volpi Escalante

la literatura no debe ser un espacio para la trivialidad o las situaciones accesorias; mas bien esta

actividad artística, de tiempo completo, recoge la herencia de la novela de discusión intelectual y la

novela de aprendizaje. De esta forma Jorge Volpi representa al intelectual del fin de los tiempos, de

los metarrelatos, instalado en la realidad de la desilusión y la ambigüedad. Por lo tanto, conoce que

su fuerza y libertad habita, en todo caso, solamente en el plano literario. Por ello consideramos que

Jorge Volpi, como otros escritores de su generación, y pese a que Io niegue en conferencias y

entrevistas, se ha propuesto levantar el estandarte de la renovación literaria, inspirada en la

intención de contribución formal a la posteridad literaria como en su tiempo Io hizo la generación del

medio siglo y del boom.

Esa búsqueda y libertad artística ha sido compartida por otros escritores como Pedro Angel

Palou, Eloy Urroz, Ignacio Padilla y Ricardo Chávez Castañeda. Estos jóvenes y Jorge Volpi en

1996, unidos por un ánimo iconoclasta hacia lo que consideraban la gastada tradición literaria

(14)

de ser un juego Iúdico, para levantar polémica (lo que logró en su momento), es una manifestación

de reconocimiento intelectual y artístico entre jóvenes que viven la caída de las utopías del siglo XX:

esto se aprecia claramente desde la justificación de la creación del manifiesto, el cual no es

concebido, con el afán de dictar una forma correcta de escribir. Más bien, dicen ellos, es el resultado

de la coincidencia a través del reconocimiento de afinidades, que rebasan el ámbito literario para

comprenderse como una actitud ante la vida. De manera más esquemática, el manifiesto crack

surge del cansancio y la fatiga de la reedición del realismo mágico y por las malas interpretaciones a

la buena literatura mexicana, como la hecha por la generación del medio siglo, la cual no pedía la

imitación y la complacencia. En medio de este entorno Volpi, y los coautores del mencionado

manifiesto, tratan de reconstruir el reto de las generaciones anteriores (como

lo

son la de

los

contemporáneos o la del medio siglo formada por Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Julio Cortázar o

Garcia Márquez), las cuales realmente querían ”correr verdaderos riesgos formales y

estéticos”l7. La identificación con estos autores, entonces, proviene de la motivación de una búsqueda individual por la autoexigencia de un estilo propio. Basándonos en Io anterior se nota con

claridad que la presunción artística de los escritores crack, tan criticada en el momento de aparición

del manifiesto, no deriva de la certeza de que hayan creado algo distinto en relación con lo que se

venía haciendo. La situación es la contraria, es decir, se muestra atracción ante el sentimiento de

incertidumbre, un elemento posmoderno reconocido por ellos, a raíz de la ruptura que conlleva,

forzosamente, la imaginación para crear nuevos caminos. Volpi encontró, así, un grupo que se

convirtió en ese momento en su alter ego y pudo, en conjunto con este grupo de jóvenes, abrir el

panorama literario de mediados de los noventas que ya había colapsado o, como ellos Io definían,

hecho crack.

Aquí es necesario un paréntesis. Desentrañar la relación que Volpi guarda con la literatura

implica ubicarlo en su dimensión exacta. En realidad éI es un punto entre muchos puntos que juntos

forman el cuadro panorámico de las letras mexicanas. La historia literaria ubica a partir de la década

de

los

sesenta tres componentes que han sido recurrentes dentro de la literatura contemporánea,

mexicana y en particular en este escritor, y que, ahora sabemos, forman parte del pensamiento de la

posmodernidad. A continuación los menciono:

A) La metaficción, que es la autoobsewación del acto creativo. Ello conlleva una conciencia de la

ficcionalidad. La popularidad de la autoconciencia en la novela a partir de esta década indica un

(15)

rompimiento con épocas anteriores en la que no se tomaba mucho en cuenta. Morirás lejos de José

Emilio Pacheco ( publicada en 1967) es una muestra de la nueva búsqueda por medio de las

muchas posibilidades de terminar una novela.

B) Los grandes temas como técnica y viceversa. El movimiento del 68 se entiende, en gran medida,

desde el anhelo del cambio y la revisión de valores. La gran referencia que significó el

aniquilamiento de

la

revuelta en la literatura posterior se aprecia al ser recurrente el tema en la

narrativa, sin embargo, ” es difícil afirmar en definitiva si tlatelolco es tema o técnica.

Algo semejante ocurre con la metaficción, porque una novela puede emplear la autorefencia para destacar una referencia a la realidad exterior ”18. Un ejemplo de

ello Io tenemos en la novela de Juan Garcia Ponce, la invitación (1972). En

los

noventa el gran

tema ha sido la crisis económica del 94 y el levantamiento guerrillero indígena en Chiapas del mismo

año. Estas referencias ya han empezado a mover plumas y a repensar

los

valores literarios de la sociedad.

C) De la crisis a todos los niveles en la sociedad mexicana a partir de los sesenta tiene como

consecuencia la inestabilidad en el individuo. Los valores impuestos, la revisión de

los

mismos y la

continua adaptación y cambio del individuo común a los imperativos de la sociedad se agrega otro

factor que es la pérdida de la realidad. Estas novelas recrean en distintas formas esa problemática

Cambio de piel (1967) de Carlos Fuentes

o

Anónimo escrita por Ignacio Solares (1979). Este

factor, es importante mencionar, en

los

noventa, con la mass media, se ha agudizado, y en Io

literario ha provocado que los narradores utilicen distintas técnicas para representar la fragilidad y

eventualidad.

El movimiento crack, desde esta retrospectiva, es el movimiento que desarrolla elementos

de los sesenta que apenas asomaban a una nueva forma de sentir el mundo.

El significado de crack no alude sólo al plano artístico. También se remite a la visión

pesimista hacia la sociedad posindustrial, a cualquier tipo de institución social y hacia el sentido de la

vida misma. Volpi sintetiza la idea de desazón, que trata de manifestar el grupo en su momento, en

todos los niveles de la vida de la siguiente forma: ”La palabra crack alude a la droga, pero

también al crack búrsatil, al crack de los valores, al crack de la modernidad, al

(16)

El hecho de que la novela

crack

no comparta temáticas comunes o un estilo, no significa

para ellos una contradicción. Para los escritores crack las coincidencias vienen más de fondo, esto

es, provienen de las afinidades a partir de la visión del mundo. Así tenemos que las afinidades son el

tema de la desesperanza sin ánimo mesiánico en la trama y la alerta sobre el fin del mundo, que es

la falta de valores instalada en el interior de los personajes. Entre otras coincidencias está el poder

de imaginar mundos. En las novelas

crack,

por tanto, no hay autobiografías como tampoco lectores

pasivos. Y es que en la medida que éstas se identifican con la severidad y profundidad, hay

exigencia de búsqueda por parte del autor. Esto evita lecturas que se instalen en Io puramente

anecdótico. Pero para conseguir este fin se necesita que la novela muestre un mundo múltiple y

complejo, como Io es la realidad, con el fin de que el lector se sienta reflejado en el libro. Por Io

anterior estos escritores asumen el riesgo y la autoexigencia en su propuesta al intentar crear la

novela totalizadora entendida como la manifestación de la ambigüedad y complejidad de la realidad.

La adhesión de Volpi al Manifiesto Crack no correspondió, se puede concluir, a una estrategia comercial, a una apuesta a la fama gracias a Io extraliterario, como tampoco a una actitud

meramente artística. Fue la adhesión, consideramos, hacia una manifestación más amplia que

abordaba la situación del país y la situación del individuo marcada por la desilusión y la

desesperanza. Era, pues, una actitud crítica que abarcó Io social y cultural lo que fue, como ellos

reconocen, retomada de escritores que en su momento sintieron la necesidad de comprender la

problemática cultural y social como un todo, con perspectiva totalizadora, como Io fueron Carlos

Fuentes y José Revueltas.

Esta visión ante la literatura y la vida se aprecia como elementos recurrentes en sus

novelas. Ahí tenemos la búsqueda no como fin, sino, más bien, como medio de conocimiento

personal y evolución en los personajes. Esto Volpi Io ejemplifica con las siguientes palabras: "El protagonista de A pesar del obscuro silencio y Francis

P.

Bacón buscan a

otro personaje que va a llenar sus vidas y en este trayecto van a encontrarse mucho más a si mismos y no tanto la meta que se habían trazado"20.

En

el mismo sentido encontramos que la investigación siempre está marcada por la incertidumbre al enfrentarse

ante la ausencia de verdades absolutas. El amor, de igual manera, bajo esta condición, es prueba de

(17)

la incertidumbre que rige la vida de

los

personajes y muestra su fragilidad. Como ejemplo están los

personajes de En busca de Klingsor, Links y Bacón, en medio de la decisión por la certeza

o la incertidumbre del amor. O los personajes de Días de ira y de La paz de los

sepulcros que se ven envueltos en la gradual perdición debido a la seducción a que se

someten ante la presencia de la mujer.

Citas

Capítulo

I

Jacqueline Ramos Rodriguez. “ 1994, año de Incertidumbre Nacional por Excelencia”,

Sandra Licona y Jaime Rodriguez Garrido. “ La segunda guerra mundial y la historia de

Pilar Jiménez Trejo. “ Jorge Volpi. Tras la verdad ”, p. 1

Ibid, p.2

Jorge Luis Espinosa. “las dos décadas de la narrativa mexicana, años de textos dietéticos

Ibid, p.5 Ibid, p.6 Ibid, p.4 Ibid, p.3

I o Ibid, p.6 I ’ Ibid, P.4 Ibid, p.6

l 3 Ibid, p.6

I4 Ibid. p.2

l 5 César Güemes. “ Jamás he intentado convertirme en Jorge Cuesta ”, p.22

l 6 Mary Carmen S. Ambriz. “ Crónica de un fracaso ”, p.9

I 7 Volpi, Urroz, et al. “ Manifiesto crack ”, p. 36

John S. Brushwood. La novela mexicana ( 1967-1982)

Patricia Velázquez Yebra. “ Los autores del crack presentan sus nuevas novelas ”, p.3

p. 10

la física cuántica me sirven para contar una historia de amor: Jorge Volpi”, p. 12b 4

y de pocas propuestas literarias ”, p.2

19

(18)

La Posmodernidad

Contextualización

Considero que no sería ocioso, y hasta podría resultar pertinente, comenzar desde

lo

básico. Esto

viene al caso porque creo resultaría incompleto el tema de la posmodernidad si no se menciona un

elemento que le precede y por el cual se define: la modernidad. Por ello a continuación delinearé a la

modernidad con una mirada paisajista. Un enfoque general del objeto, sería

Io

mejor como factor

teórico y relevante para el entendimiento de los posteriores temas.

La modernidad, ese "hecho de ser moderno [que] viene a ser un valor determinantell1

comienza a tener espacio en las sociedades europeas en

los

siglos XVll y XVIII. Hay situaciones que

la impulsan, como los cambios tecnológicos y científicos, y en Io social, al mismo tiempo, surge una

nueva clase social con poder económico denominada burguesía. En el renglón de las ideas aparece

Descartes y la filosofía de las luces; en

Io

político el estado feudal en esta etapa comienza a

desmoronarse, y en Francia en 1789 se realiza la primera revolución de la etapa moderna. Lo

anterior obliga a que las estructuras sociales se modifiquen con

Io

que

los

estados nacionales

sustituyen a

los

feudos y el poder divino del rey se desintegra ante la soberanía popular. Los

hombres ilustrados de esa época miraron esos cambios como una etapa de la modernidad

determinada a cumplirse a futuro. Así pues, el fin del proyecto moderno pensado por estos hombres

era la emancipación de la humanidad, lo cual se lograría mediante el desarrollo tecnológico y

científico, con la erradicación de la pobreza y la ignorancia, creando individuos con formación

escolar bajo la luz de la ciencia que, a su vez, determinaría que el individuo llegase a ser dueño de

su destino. Siguiendo con la misma idea determinista y de legitimación del proyecto moderno, vemos

que interpretarán a la historia con un sentido lineal, entendido esto último como un proceso gradual

de progreso de la humanidad con el fin de la emancipación total de ésta.

Sin embargo el proyecto moderno ha mostrado más pronto que tarde sus defectos y que la

(19)

idea es un sueño que sucumbe ante ese peso y ese dolor producido por la irracionalidad humana. El

conflicto se produce porque la modernidad falló desde su concepción misma, al entender la historia

como un concepto lineal y universal: epísteme que no mostraba otra cosa sino un eurocentrismo en

el que los hechos trascendentes sólo ocurrían en Europa. Entonces la visión del hombre y del

mundo correspondía sólo a la europea, por ello esta idea cayó en contradicción con los ideales o

ideas de progreso de otros pueblos. De esta forma la modernidad dejó de ser un modelo universal

de progreso puesto que no se sustentó en un consenso o contrato universal. ¿Acaso se ven

reflejados en la historia europea los países africanos, Latinoamérica y la diversidad cultural que la

integra, sus historias y paradigmas, en la tradición cultural europea? La respuesta obvia es no,

debido a que el modelo europeo quiso emancipar a los pueblos imponiéndoles una visión sesgada

de la realidad.

Por otro lado los proyectos que pretendían emancipar a la humanidad,

o

mefarrelafos, como

los llama Lyotard 2, no han cumplido su fin e irónicamente se han convertido en otros sistemas de

opresión del hombre: el socialismo real resultó en la dictadura de un partido y se ha visto la manera

en que el capitalismo se interesa por el hombre como un elemento más de la maquinaria productiva,

negando con ésto su integridad como ser humano. Por lo tanto la idea de progreso entró en crisis en

el siglo XX, en el que el desarrollo tecnocientífico ha servido para la creación de armamento de

destrucción cada vez más preciso y en el que el conocimiento se ha vuelto materia de unos cuantos

poderosos que tienen acceso a éI, el cual

Io

utilizan para un provecho personal.

Debemos agregar además que en el transcurso de este siglo se han presentado nuevos

factores (la crisis y derrumbe del comunismo en los ochenta) que han cambiado la vida en todos sus

aspectos, lo que ha provocado que ya no haya grandes metarrelatos unificadores de la humanidad;

a cambio de ello tenemos infinidad de minirrelatos o voces que exigen reconocimiento hacia sus

valores y reclaman legitimidad puesto que se enmarcan en grupos con características definidas (los

homosexuales, los indígenas, los punk, etc.). Esta diversidad de voces, además, ha sido

acompañada del desarrollo de los medios masivos de comunicación que han dado salida y difusión a

esta polifonía cultural. Pero ello ha traído, sin embargo, pérdida del sentido de realidad en el

individuo al apreciar las subjetividades emergentes como una crítica desconsolada a la modernidad

(a la cultura tradicional impuesta que se asume incuestionable). A Io cual se ha agregado, como

factor de descontrol, la velocidad de la información descontextualizada, inalcanzable para el análisis

(20)

que exige pausas, cuantitativamente excesiva: hay, a manera de epílogo, mucha paja que evita

reconocer dónde radica

Io

valioso. Creo que esto ayuda a comprender que la realidad enfrentada por

el individuo del siglo XX es muy distinta a la del individuo ilustrado del siglo XVIII que concibió la

modernidad como Único relato posible. No sobra decir que a esta etapa de la modernidad es llamada

posmodernidad.

El momento histórico actual, entonces, en la que se aprecia un vacío de verdades absolutas

ha sido llamada posmodernidad. Ahora bien, De aquí partiremos para definir al pensamiento surgido

en la posmodernidad, y para tal situación hemos recurrido al acercamiento filosófico de Iñaki

Undadibia, el cual coincide con el expresado por otros estudiosos del tema. Dicha definición

considera al pensamiento posmoderno "como una empresa desmitificadora,

desconstructora, desenmascaradora, de vuelta atrás, ya que los saltos en el vacío son imposibles y peligrosos, con un fin desmitologizador de los momentos fundanted's. Con esta definición entendemos, entonces, que la posmodernidad no niega la

modernidad, sino que se propone hacer una revisión general desde sus epistemes (fenómeno

desconstructivo), con el fin de crear otras categorías que nos permitan salir del esquema impuesto

por la modernidad. Enseguida se presenta una revisión del pensamiento posmoderno que

problematiza sobre el valor de la posmodernidad.

Precisiones indispensables sobre

la

posmodernidad

En este momento la sociedad se encuentra en una etapa de transición: enderezar el barco y seguir

el proyecto moderno o abandonarlo y enrolarse en otra aventura. El pensamiento posmoderno, de

crítica a la experiencia moderna, fuera de las ideas dominantes de la modernidad, piensan muchos

filósofos, puede abrirnos a otras formas de relación con el mundo. Los argumentos que sostienen

esta afirmación podrían resumirse en que la posmodernidad se entiende como un fenómeno cultural

cuestionador del pasado y de situaciones sufridas por la humanidad para encontrar diversas

perspectivas, al margen del desarrollo moderno. Ello alertaría de repetir el pasado nuevamente y la

sociedad construiría, así, otras formas de comunicación. Este optimismo es compartido por otros

pensadores que ven en la posmodernidad procesos de resistencia, puesto que el individuo rechaza

(21)

las ataduras de formas sociales preestablecidas o metarrelatos opresivos hacia las individualidades.

Por otro lado, los pesimistas atacan esta postura aduciendo que el pensamiento destructivo de la

posmodernidad es una falsa puerta que sólo causará más sufrimiento a los pueblos. Esta visión

pesimista hacia estos pensadores posmodernos cuestiona si tendrá la capacidad, un ser separado

de la historia y entregado a su mundo pequeño, acrítico, saturado de imágenes vacías y

descontextualizadas para crear un mundo mejor que el creado por el proyecto moderno por contener

sólo una cualidad: la destructiva, destruye pero es incapaz de construir, como argumenta Patxi

Lanceros, puesto que el pensamiento posmoderno, sostiene, no es un proyecto unitario y

sistematizado de actitudes que pueden reunirse en un paradigma alterno al moderno. Y muy

relacionado a esto también existe una desconfianza hacia la filosofía posmoderna y al sin sentido

que le da a la historia; el temor proviene de la idea moderna acerca del individuo y la formación de

un ser integro, que radica en el cuestionamiento de su sentido y su meta en la vida como ser social.

Tal vez la enumeración enunciada con argumentos en pro y en contra en torno al

pensamiento posmoderno pueda parecer bastante simplista e incompleta. Sin embargo lo importante

es recalcar un mismo tono de incertidumbre en las distintas interpretaciones puesto que todavía no

alcanzan a comprender los alcances y límites de la posmodernidad. Pero la búsqueda intelectual de

fin de siglo en las ciencias humanísticas continúa para dar oportunidades alternativas y crear un

mundo distinto en todos los sentidos.

Influencia de la posmodernidad en la literatura

La cultura no podía salvarse de los cambios habidos en el siglo XX. En éste hemos apreciado cómo

las categorías que impulsaron al arte bajo la modernidad no se han cumplido. Esto es, no obstante el

arte moderno se propuso ser una retórica de la ruptura e innovación constante, con el tiempo esta

propuesta cayó en el descrédito al volverse un arte vacío, repetitivo, banal, conservador puesto que

se ha adaptado a las exigencias del mercado, de lo consumible. Los cambios de este siglo sufridos

por el arte moderno también son a raíz de un cuestionamiento de su estructura interna y relación

con el público. Pero creo debemos ser más transparente aquí. Ha sido muy claro el fenómeno de un

nuevo gusto estético, que se ha impuesto entre la gente, nutrido con las nuevas tecnologías como el

cine y la fotografía. Este paradigma ha formado un público que exige fácil asimilación, el referente

(22)

preciso y apego a la realidad. Debido a ello otras manifestaciones artísticas como la literatura han

entrado en crisis ( en México, el promedio de libros leídos por individuo no llega a uno ), lo cual se

manifiesta en una experimentación en las artes para encontrar a un público que exige un

asimilamiento indoloro de los productos artísticos.

La posmodernidad en el arte es una toma de conciencia del artista ubicado en una etapa de

transición en la que busca un lenguaje alternativo mediante una sensibilidad que intente expresar la

complejidad e inabarcabilidad de la realidad. Con ello la sensibilidad del artista posmoderno no se

interesa por Io novedoso como medio supuestamente fiel que evoca una realidad. AI contrario, se

vale de aquello que en su momento fue novedoso, Io cual en el plano literario serían los 'ismos', y

los mezcla para formar un revival, que muestre el innegable agotamiento de éstos al cuestionar el

supuesto valor revitalizador de la ruptura.

La deconstrucción y crítica del pensamiento posmoderno así, pues, ha permeado el arte y la

literatura. Y Jorge Volpi pertenece a la generación de escritores mexicanos ubicados en la categoría

de la posmodernidad. En un intento de enumeración de los rasgos más sobresalientes de la novela

posmoderna ( y que se encuentra en la producción de éste escritor) comenzaremos por mencionar

que ésta cuestiona la manera en que se ha concebido la historia y la realidad como objetos

abarcables, o, desde el otro margen, la subjetividad a manera de única vía de conocimiento del

hombre. Este tipo de novela pone de manifiesto que la realidad es un objeto modificado por la

memoria de los personajes, por la memoria en interactividad con su conciencia y con la objetividad

de sucesos que se van sumando a la vida. Como consecuencia el artista posmoderno trata de estar

en congruencia con un mundo considerado ambiguo, similar a la de las historias de la vida. La

novela en su intención deconstructiva utiliza elementos de la tradición literaria con el fin de criticarlos

dándole, así, un rasgo burlón a la revisión, Io cual denota un desencanto del pasado. Esto tiene

estrecha relación con elementos como es el uso de la parodia, la ironía, la autorreferencialidad,

puesto que ya no se cree en la originalidad como un valor. Por último mencionaré un rasgo que tiene

que ver con que se intenta renunciar al sistema determinista y predecible ( que en la ciencia se

impuso con el modelo Darwinniano) y, en donde se mantiene la necesidad de una versión oficial, aunque sea la del lector.

(23)

Creo que las ideas centrales tratadas de manifestar por los escritores posmodernos han sido

delimitadas. Su intención, como

lo

comenta el mismo Volpi, es de arriesgue y, en más de un sentido iconoclasta; sólo que el peligro apreciado desde sus justificaciones es que se quede como un

proyecto incapaz de superar el peso de la tradición o, por tan ambicioso, se instale cómodamente

dentro de Io criticado. Pero antes de despejar estas incógnitas es necesario acotar más al escritor al

ubicar su novela, La paz de los sepulcros en un género, el neopoliciaco; suponemos que

esto permitirá apreciar mejor la influencia del pensamiento posmoderno en la literatura.

CITAS

Capítulo

I1

*

Gianni Vattimo. " Posmodernidad: Luna sociedad transparente? " en En torno a la

posmodernidad, p.9

2 Jean Francois Lyotard. La posmodernidad (explicada a los niños), nota explicativa

Inaki Undadibia. " Lo narrativo en la posmodernidad" en En torno a la posmodernidad, p.66

(24)

Antecedentes de la novela neopoliciaca

Origen

y

evolución del género policiaco

No considero este espacio propicio para realizar una historiografía de autores y obras que

impulsaron el género policiaco. Me niego a creer que los datos como enumeraciones

enciclopédicas ayuden al entendimiento de fenómenos culturales, en este caso literarios. A ello

atiende mi elección por tratar de analizar, aunque en forma concisa, la razón del surgimiento,

difusión, evolución y aceptación del género policiaco.

La novela con pretensiones concientes de ser policíaca nace a mediados del siglo XIX

en los países más industrializados y socialmente avanzados como Inglaterra y los Estados

Unidos. En esta etapa histórica el pensamiento de estas sociedades se desarrollaba bajo la luz

del "positivismo, el cientificismo, la influencia de Darwin y Spencer"' y los escritores de esta época como Conan Doyle, recibieron esta influencia. El intelectual, bajo está

influencia, así, estaba convencido en el poder irrefutable de la razón y de la ciencia. De la misma

forma estas sociedades creían en la ley, en las instituciones que la defendían y sus cuerpos

policíacos. Esta visión de la vida en la que prevalece la razón y la justicia son las razones

fundamentales por las que se crea una literatura policíaca pretenciosamente intelectual que se

manifiesta en un hilo narrativo basado en deducciones y razonamientos. Su estructura se

cimienta en "un investigador astuto, un amigo de pocas luces que lo acompaña

[..I

Una deducción larga, compleja y perfecta, sin fallas por medio de la cual se soluciona el caso"'. Esta literatura es una manifestación palpable del orgullo del poder

inequívoco del razonamiento y de la lógica o, como dice Conan Doyle, en el que "se ve al crimen como un juego matemático de deducción e ingeni~"~.

Pero el descrédito en la literatura policíaca comenzó en la segunda década de este siglo

XX, debido a esa falta de vitalidad y acción de la novela clásica policíaca. Aunado a una forma

mecánica de ver la vida en función a lo deductivo,

Io

que derivo en un alejamiento del género con

respecto a la realidad. La pedantería de una artificiosa inteligencia, detectives inverosímiles y

(25)

vitalidad a la obra puesto que ”el riesgo de toda fórmula radica en su reiteración mecánica, que termina por transformar en rutinario e inofensivo el mismo mensaje que alguna vez fue revolu~ionario”~.

Precisamente las respuestas manifestadas en rupturas y evolución del género se dan en

los Estados Unidos a finales de los veinte (de aquí los rastros directos de la influencia asimilada

por nuestros escritores neopoliciacos). Esta necesidad de ruptura en la literatura viene de una

toma de conciencia por una nueva generación de escritores sobre la incapacidad de las

instituciones democráticas para responder a las necesidades de la gente. Ahí esta la situación

de los Estados Unidos de entre guerras en el que el capitalismo es incapaz de dar oportunidades

de trabajo a toda la población. En las grandes ciudades se van formando zonas de miseria,

situación que empeora con la crisis de mil novecientos veintinueve, y que deriva en la formación

de las grandes mafias, como las del legendario Capone, y su fortalecimiento. Pero esta

existencia en medio de la violencia, corrupción, ilegalidad no podría entenderse de no tomar en

cuenta la bajeza moral de la autoridad y la policía. Debido a ello la contradicción de una ética

autoritaria, basada en un deber laico con los demás, comienza a desquebrajarse, pese a que la

moral burguesa de la doble máscara trate de ocultarlo.

Situado en este tiempo, un editor de los Estados Unidos de apellido Jhaw preocupado

por la imposibilidad de la novela policíaca clásica para incorporar esta realidad, se dispone a

lanzar un proyecto editorial: la revista Blackmask. A partir de este momento se comienzan a

publicar obras de jóvenes escritores que incorporan la realidad a sus páginas. Uno de ellos es

Dashell Hammet. Hammet es uno de los primeros escritores dados a conocer en forma masiva

gracias a esta revista. Gracias a esto es considerado por muchos el precursor del género negro,

acaso por el rompimiento que hace con respecto al género policiaco clásico y por el lenguaje

soez de la calle como materia literaria. Esos nuevos elementos son el antecedente de una

generación posterior de escritores policíacos que reconocen en éI al hombre que revitalizó el

género.

Uno de los continuadores de esa nueva forma de hablar sobre la violencia en las

sociedades en la novela es Raymond Chandler. ÉI con su talento e ingenio fue capaz de mezclar

en sus obras

Io

culto con lo soez y vulgar. Ello podría deberse a su heterogénea formación

cultural: lector de revistas ‘pulp’ y conocedor de la literatura inglesa. Precisamente ese

(26)

escritores de ese país de la siguiente manera ” es posible que no sean los mejores del

mundo, pero son, sin comparación alguna, los mejores escritores aburridos del mundo”‘. Por ello decide seguir la escuela de Dashiell Hammet, de quien asegura: ”Devolvió el asesinato al tipo de personas que lo cometen por algún motivo

[..I

Y con los medios de que disponían, y no con pistolas de duelo cinceladas a

mano”7. Estas palabras reafirman la preocupación de una generación por una literatura con

mensaje revolucionario. Así Chandler le dio realismo a los personajes al dotarlos de conductas y

formas de lenguaje comunes.

Chandler tuvo asimismo la capacidad de sintetizar su época (los años 40’s):la caída del

sueño americano, la violencia en las calles, la sociedad neurótica, enloquecida, la impunidad de

bandas delictivas, que se traducía en la alta corrupción, y la tecnologización y desarrollo de la

industria militar. Y ello aunado a las debilidades humanas manifestadas por el poder y el dinero.

Circunscrito a este marco histórico comprendió que la lealtad de la novela con la realidad no

podría mantenerse con buenos modales a manera de la literatura rosa. Entendía como una

necesidad el hecho de que la realidad estuviera cargada de dureza y reciedumbre. El género

negro es, entonces, una metáfora que nos acerca a

Io

más bajo de los impulsos y sentimientos

humanos.

Chandler y Hammet no fueron los únicos ni los mejores escritores que incursionaron en

la novela negra pero fundaron una tradición. En el mismo sentido es importante considerar que

pertenecieron a una nueva corriente dentro del realismo norteamericano, junto con otros

escritores no considerados policíacos, pero de igual forma, su literatura contiene elementos de

”acción vertiginosa, ironía constante y corrosiva crítica de costumbres”*. Entre

ellos estarían Dos Pasos, Hemingway, William Faulkner, Scott Fitzgerald. Esta influencia en las

letras latinoamericanas es innegable y la comparten escritores que son considerados policíacos

como aquellos que no escriben sobre temas de este tipo únicamente: Carlos Fuentes, Vicente

Leñero, Hernán Lara Zavala, Paco Ignacio Taibo II, María Elvira Bermúdez, Rubén Fonseca,

Fernando del Paso, Ricardo Piglia, Osvaldo Soriano.

De esta manera, con

los

datos ya aportados, podríamos aventurarnos a decir que la

estética propuesta por el género negro es demostrar la realidad tal como es: desagradable,

grotesca, violenta. En esta propuesta literaria no importa la resolución del crimen. Lo

(27)

hablar de las debilidades humanas que son el miedo, la furia y el poder: el poder del dinero, el

poder de matar a otro. Así la estructura obedece a una violencia emanada de los impulsos más

primarios del hombre. Esta suma de características es Io que hace a esta literatura humanizada

y creíble ante el lector que ve una realidad reconocible en ella.

De lo negro a lo neopoliciaco.

Hablar de neopoliciaco y no de novela negra, considero, no es solamente una moda impuesta

por las casas editoriales latinoamericanas que utilizan un adjetivo novedoso, como estrategia

mercadológica, para llamar la atención sobre una nueva novela negra latinoamericana en la que

se registren cambios en la forma pero no en el fondo. Creo que

Io

neopoliciaco

como

adjetivo

reconocido, asumido por muchos escritores, responde a una exigencia de reconocimiento a una

forma de hacer novela policíaca en un mundo posmoderno en el que las verdades y visiones de

la realidad se han multiplicado. Es por eso que los escritores latinoamericanos que escriben

literatura del género policiaco se han propuesto retomar el

paradigma de la literatura negra norteamericana. Y el camino ha sido mediante la negación,

asimilación y transformación de aquél género.

No obstante considero que el hablar de Io neopoliciaco como género no resta

complejidad a las obras que comparten ciertas características comunes, y sí podría permitir la

interacción con otras disciplinas sociales o humanísticas para enriquecer las obras con otros

posibles significados. Por lo tanto Io neopoliciaco sí desafía la intelectualidad del investigador y

es un punto de referencia en que podemos ubicar a ciertas obras que tratan de manifestar un

grado preocupante de descomposición social de la vida político-social de nuestro país, sin la

esperanza, un rasgo de la posmodernidad, de un mejoramiento en un futuro cercano. Paco

Ignacio Taibo II comenta que acaso esa etiqueta ayude en algo porque:

En general -señala- adoptas las convenciones de un género, aceptas que estas adscrito a un subgénero y esto ayuda más claramente a identificar que estás haciendo. Yo diría que te puedes mover entre los

espacios de una novela de lo cotidiano, una novela de acción y una novela donde la carga social tiene más pesog.

(28)

distancia a la novela negra en Latinoamérica con respecto a la de Norteamérica. Para entender

esto consideremos que en la literatura norteamericana hay creencia en el poder individual para

transformar la realidad, enmarcado esto, en un sistema social considerado justo por esta

sociedad, Io cual fomenta el individualismo y la fe en su acción. Lo contrario ha sucedido en la

nueva novela policial latinoamericana, ya que ésta refleja un consenso social en el que el

sistema político es considerado inequitativo, opresor, dictatorial. El personaje colectivo, de esta

forma, mantiene una percepción de desconfianza hacia las leyes y hacia los gobernantes. Lo

anterior es producto de una cosmovisión distinta en que, mientras el intelectual en la novela

negra norteamericana cree en las acciones individuales como precursoras del cambio; en

Latinoamérica la fuerza del posible cambio, se piensa, radica en la colectividad. Y esa necesidad

de trabajo colectivo también se refleja en nuestra novela negra. En ella no hay héroes. Hay

individuos que manifiestan escepticismo de un cambio e individuos rebeldes frente a la realidad

social. Debido a esto ha sido frecuente, en esta novelística, la aparición, ante la negación del

mérito individual, del detective ridiculizado y caricaturizado.

Ya comentada una característica fundamental de este subgénero, me permito establecer

Io neopoliciaco como la nueva novela con tema policiaco apegada a

lo

cotidiano, a Io que tú o el

vecino ve. Pero también

lo

neopoliciaco es aquello que denoia la relación político-policial, y es

debido a que hay una necesidad en esta literatura de ir "Más allá de un disparo, más allá

de un crimen [ya que]. Es mucho más brutal la violencia indiscriminada sobre la sociedad que la violencia sobre el individuo"" Lo importante no es enfocar la

violencia como un espectáculo sin causas, al contrario, hay que entender que la violencia tiene

raíz y se tiene que tratar de analizarla y desentrañarla.

Abocándonos a la novela neopoliciaca mexicana, podríamos afirmar que cumple esa

característica fundamental ya que está repleta de claves sociales y culturales. En ésta se habla

de

los

problemas sociales en un contexto político-social y se escarba en la historia para hablar

de nuestra identidad, para descubrir que la violencia, la corrupción, la represión, las injusticias

sociales están enraizadas en nuestra cultura. Con esta cosmovisión los literatos han venido

utilizando la literatura como medio de discusión intelectual de la problemática social. Aunque

algunos críticos como Mempo Giardinelli interpretan esas ataduras como complejos, yo no

restaría interés ni calidad a

las

obras neopoliciacas. El hecho que la literatura mexicana y

latinoamericana con tema policiaco contemporánea sea menos libre que la norteamericana; ya

(29)

la historia] y, por ende, centrada sólo en las formas de violencia individual o de pequeños grupos"" nos dice que hay una independencia artística hacia una influencia

cultural que mueven millones de dólares con sus best sellers. Fenómeno que dicta una forma de

escribir; además de que en Latinoamérica y en México, también, existe una comunidad artística

con historia marcada por la duda hacia una cultura occidental que se ha presentado como

incuestionable.

Aunado a la carga social e histórica en la novela policíaca existen otros rasgos que

ayudan a delimitarla, como lo son: Un sistema judicial-policiaco instaurador de injusticia que

funciona como estructura frente a la que el ciudadano no puede defenderse. Por otro lado, hay

más preocupación por contar historias que por un cuidado minucioso en el estilo, esto algo

propio de las generaciones anteriores; e intención de renovación del lenguaje al insertar un

lenguaje común, pero también áspero, rudo y grosero. Por último menciono la importancia de

elementos retóricos como el humor negro y la parodia (propia de la literatura policíaca) Io cual le

da vigencia al género y credibilidad, reconocimiento que ha perdido la novela policíaca clásica.

Si quisiéramos analizar y dar razones del éxito o interés entre el público lector de esta

literatura creo que una de las posibles causas es que se suscribe en la estética de la

posmodernidad: ello debido a que el género policiaco niega el progreso lineal del ser humano y

muestra el cinismo y lo grotesco de las pasiones humanas, situación que influye en las

estructuras hechas por éI, como la política y el sistema de justicia. Otra de las razones puede ser

que al público le gusta que le hablen sobre las contradicciones de la vida moderna, y en las

páginas de tema neopoliciaco se afirma el triunfo de los impulsos humanos sobre la razón y las

ideas. Además el revival policiaco lleva implícito la protesta contra

lo

considerado literariamente

estético. El manejo de un lenguaje común, así como la mezcla de estilos en un mismo texto,

funcionan como rechazo al lenguaje pretencioso ( la literatura del medio siglo) que cae en el

cliché; niega a los géneros puros que se pretendían paradigmas absolutos.

Por Io tanto la presencia de la literatura neopoliciaca se debe a que parte de la sociedad,

mejor comunicada gracias a la explosión de medios de comunicación, ha tomado conciencia de

la situación y es más critica e irreverente, y quiere escuchar o leer del medio en que le tocó vivir.

Del otro lado hay una generación de escritores y editores que crean cierta conciencia de

responsabilidad por hablar de una realidad compartida y, Io más importante, están convencidos

que la literatura es el medio más fiel para mostrar la complejidad del mundo.

Referencias

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