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La problemática de los residuos de construcción y demolición

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Academic year: 2021

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Especial referencia al caso de la Comunidad de Madrid.

La problemática

de los

residuos

de

construcción

y

demolición

La actividad de la construcción genera, cada vez más, un

importante volumen de residuos; por ello, es necesario modificar la

filosofía de gestión que se ha estado aplicando hasta el momento

actual. Las administraciones y las empresas deben apostar de

forma clara por la prevención en su generación y por el fomento de

la reutilización y reciclado, a través de las infraestructuras

necesarias para su valorización, junto con el desarrollo y

potenciación del mercado de los subproductos obtenidos.

Autor: DEL RÍO MERINO, Mercedes e IZQUIERDO GRACIA , Pilar C. Catedrática de E.U. de la Escuela de Arquitectura Técnica de la Universidad politécnica de Madrid y Profesora Titular de E.U. de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de Madrid, respectivamente. (izq.gracia@euatm.upm.es) y (rio.merino@euatm.upm.es) Título: La problemática de los residuos de construcción y demolición.

Fuente: Directivos Construcción nº 179 pág. 57. Junio 2005.

Resumen: La implantación de un ade-cuado plan de gestión de residuos pasa no sólo por fomentar la prevención en la ge-neración de RCD, la promoción e impulso de sistemas de minimización, el reciclaje y aprovechamiento de los mismos, el acon-dicionamiento y construcción de infraes-tructuras zonales, de ámbito supramunici-pal o la clausura y restauración ambiental de los vertederos que no cumplan las exi-gencias de la normativa. También es fun-damental la coordinación entre las distintas administraciones y empresas del sector, así como fomentar la concienciación ciudada-na sobre la problemática asociada a la ges-tión de RCD.

Descriptores:Residuos de construcción/ Medioambiente.

M

EDIOAMBIENTE

El sector de la construcción en España ha ve-nido actuando en los últimos años como una gran locomotora productiva, debiendo con-siderarse el mismo como estratégico, no sólo por el número de trabajadores que emplea, o por el volumen de dinero que se maneja, si-no también por la incidencia que tiene sobre otros sectores, como pueden ser el de los trans-portes, el de servicios, etc., de tal manera que podemos considerar como cierto ese viejo di-cho de que "…en España, cuando la cons-trucción va bien, todo va bien"(1).

Este notable impulso de la construcción se ha dejado sentir con una enorme fuerza en

la Comunidad de Madrid, una de las de más alta densidad de población(2), no sólo den-tro del ámbito español, sino también en el europeo, ya que alcanza el valor de 626 ha-bitantes por kilómetro cuadrado.

El importante incremento de la construcción que se ha venido produciendo en la última década ha traído lógicamente como

con-(1) Junto con el turismo, el sector de la cons-trucción representa en la actualidad casi una quinta parte del Producto Interior Bru-to, alcanzando la producción de este sec-tor 144.700 millones de euros en 2004.

(2) La misma alcanzó en 2003 la cifra de 5.718.942 habitantes en una superficie de 8.028 Kilómetros cuadrados, observándo-se un vertiginoso crecimiento, debido fun-damentalmente, a la ola inmigratoria de las cuatro últimas décadas. La población se distribuye en el territorio de manera muy desigual: hay una gran concentración en la capital y su área metropolitana, en la que viven el 92% de los habitantes de la Co-munidad.

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secuencia un notable incremento de la ge-neración de residuos de construcción y de-molición (en adelante RCD), y como con-secuencia se plantea en la actualidad la urgente necesidad de habilitar mecanismos de gestión de esos residuos, capaces de dar respuesta a la situación creada.

La generación de RCD está estrechamente relacionada con la población y con la acti-vidad económica regional. Su producción está condicionada por las políticas econó-micas de expansión que favorecen el des-arrollo de la construcción, principal activi-dad económica generadora de este tipo de residuos.

Asimismo, con la entrada en vigor de la nue-va normatinue-va del Ministerio de Fomento pa-ra la Inspección Técnica de Edificios, ha te-nido como consecuencia el aumento adicional de RCDs.

Estudios realizados por la Comisión Euro-pea arrojan unos ratios de generación de RCD que varían entre 170 y 720 Kg/hab/año, estando la media en torno a los 480 Kg/hab/año. Estos ratios se refieren en ex-clusiva a los residuos de los denominados de Nivel II.

Según el plan de gestión integrada de los residuos inertes de la CAM (1999/2000) de Noviembre de 1999, en los 11 años de vi-gencia y teniendo en cuenta la evolución media de la población, la producción me-dia de residuos del segundo nivel se calcu-la en 1670/k/hab/año.

Por citar algunos datos correspondientes a 2004, según Seopan, organización que agru-pa a las princiagru-pales empresas constructoras del sector:

• La construcción creció un cuatro por cien-to sobre el ejercicio anterior, en el encien-tor- entor-no de 1,4 puntos porcentuales más que la economía nacional, siendo el sector más dinámico de los básicos.

• El número de viviendas visadas a lo largo del año se ha elevado a 675.000, ha-biéndose superado las cifras alcanzadas en el año anterior.

• El índice de población ocupada en construcción en 2004, se ha elevado a 2.094.100 trabajadores.

• Por séptimo año consecutivo la evolución de todos los subsectores ha sido positi-va.

DEFINICIÓN,CARÁCTERÍSTICAS FUNDAMENTALES Y REGULACIÓN JURÍDICA DE LOS MISMOS

Los RCD son los que se generan en obras de construcción o de derribo de edificacio-nes o infraestructuras y servicios, o en pe-queñas obras de reforma reparación o re-habilitación en viviendas o urbanizaciones, y se denominan comúnmente "escombros", clasificándose en dos categorías:

RDC de nivel I:residuos generados por

el desarrollo de las grandes obras de in-fraestructura de ámbito local o supra-municipal contenidas en los diferentes planes de actuación urbanística o pla-nes de desarrollo de carácter regional, siendo resultado de los excedentes de excavación de los movimientos de tie-rras generados en el transcurso de di-chas obras.

RCD de nivel II:residuos generados

prin-cipalmente en actividades propias del sec-tor de la construcción, de la demolición, de la reparación domiciliaria y de la implanta-ción de servicios (abastecimiento y sanea-miento, telecomunicaciones, suministro eléc-trico, gasificación y otros).

El notable aumento de la construcción en la última década ha ocasionado un gran incremento de la generación de residuos de construcción y demolición.

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Mayoritariamente los RDC se pueden con-siderar inertes (una pequeña proporción de residuos peligrosos) y no inertes como: el amianto, las fibras minerales, los disolven-tes, algunos aditivos del hormigón, las pin-turas, las resinas, los plásticos, etc.

Además pueden aparecer CFCs de los con-ductos de refrigeración, PCBs de transfor-madores, compuestos halogenados para protección fuego, luminarias de mercurio, sodio o niquel-cadmio... y otros que pue-den reaccionar produciendo substancias tó-xicas como: las maderas tratadas que pue-den desprender gases tóxicos al valorizarlas energéticamente o algunos plásticos no va-lorizables.

Todos estos residuos están incluidos en el plan de residuos peligrosos correspondien-te y deberán ser clasificados y entregados a los gestores autorizados para su correcto tratamiento ambiental. En cambio los resi-duos valorizados conviene separarlos para su envio a plantas de recicaje o de valoriza-ción energética, entendiendo como tales, a tenor de lo establecido por el Real Decreto 1481/2001, por el que se regula la elimi-nación de residuos mediante depósito en vertedero:

"Aquellos residuos no peligrosos que no ex-perimentan transformaciones físicas, quí-micas o biológicas significativas. Los resi-duos inertes no son solubles ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente ni de ninguna otra manera, ni son biodegrada-bles, ni afectan negativamente a otras ma-terias con las cuales entran en contacto de forma que puedan dar lugar a contamina-ción del medio ambiente o perjudicar a la salud humana. La lixiviabilidad total, el con-tenido de contaminantes de los residuos y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser in-significantes, y en particular no deberán su-poner un riesgo para la calidad de las aguas superficiales y/o subterráneas"(3).

Sin embargo, estos residuos inertes, nor-malmente aparecen mezclados con otros

tipos de residuos, como restos vegetales y de podas, metales y enseres domésticos, maderas y aglomerados, residuos orgáni-cos, plásticos e incluso residuos peligrosos.

La regulación jurídica relativa a este tipo de residuos, estuvo en el pasado sujeta a la Ley 42/1975, de 19 de noviembre, sobre des-echos y residuos sólidos urbanos. A tenor de lo establecido en esta disposición, la gtión residuos inertes de este tipo de es-combros procedentes de construcción y obras menores de reparación domiciliaria, quedaba dentro del ámbito de competen-cia municipal. Esta situación dio lugar a la creación de innumerables vertederos mu-nicipales, que fueron planteados desde cri-terios de ahorro económico, sin ningún ti-po de clasificación ni tratamiento previo, y en muchos casos sin ningún tipo de control ambiental. Este hecho unido a una falta de responsabilidad y de control efectivo sobre la gestión de los residuos dio lugar a la pro-liferación de vertidos incontrolados e indis-criminados en lugares próximos a los nú-cleos de población con fácil acceso rodado (márgenes de carreteras y caminos, vía pe-cuarias, ríos, arroyos, etc.).

En un intento de corregir esta situación, se han llevado a cabo en los últimos tiempos diversas reformas, que han venido a modi-ficar el marco legal que regula la gestión de este tipo de residuos, el cual se encuentra constituido hoy por las siguientes normas:

La competencia de los residuos y escombros de la construcción es de sus poseedores, que están obligados a gestionarlos por sí mismos o a entregarlos a un gestor de residuos para su valorización o eliminación.

(3) Artículo 2 a del Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depó-sito en vertedero.

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- Ley 10/1998, de 21 de abril, de Resi-duos

Esta disposición ha introducido importan-tes variaciones con respecto a la anterior-mente citada, pues considera que, entre to-dos los residuos y escombros de construcción, sólo son de competencia de los Entes Locales (y por tanto, sólo respec-to de ellos los Ayuntamienrespec-tos tienen que prestar el servicio obligatorio de recogida, transporte y, al menos, su eliminación en la forma que establezcan las respectivas or-denanzas), los residuos y escombros proce-dentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria(4).

Por lo que se refiere a los residuos y es-combros de construcción y demolición que no sean procedentes de las obras menores o de reparación domiciliaria, y a diferencia de lo que ocurría en la regulación anterior, éstos ya no quedan bajo la competencia de los Entes Locales, sino de sus poseedores, que están obligados a gestionarlos por sí mismos o a entregarlos a un gestor de re-siduos, para su valorización o eliminación(5). Por otra parte, al dejar de considerarse ac-tividades de gestión de residuos urbanos, quedan sujetas al régimen previsto de for-ma general para las actividades de gestión de residuos en el Capítulo II del Título III de la Ley 10/98, de manera que pasan a entrar en el ámbito de competencias de las Co-munidades Autónomas, a las que corres-ponderá su autorización (en el caso de ac-tividades de valorización o eliminación), o registro administrativo (en el caso de que se trate de recogida, transporte o almacena-miento).

- Real Decreto 1481/2001, de 21 de di-ciembre, por el que se regula la eli-minación de residuos mediante de-pósito en vertederos

Traspone al ordenamiento jurídico español la Directiva 1999/31/CE del Consejo de 26 de abril de 1999, relativa al vertido de resi-duos, estableciendo el marco jurídico y téc-nico que regula las actividades de elimina-ción de residuos mediante su depósito en

vertederos, aunque de su ámbito de aplica-ción se excluye expresamente la utilizaaplica-ción de residuos inertes adecuados en obras de restauración, acondicionamiento y colma-tación, o con fines de construcción, en ver-tederos (art. 3.2 del Real Decreto), con lo que el aprovechamiento de residuos inertes en este tipo de actividades no constituye nece-sariamente una actividad de vertido.

- Plan Nacional de Residuos de Cons-trucción y Demolición (2001-2006)(6)

por el que se fijan los principios de gestión, objetivos específicos de re-ducción, reutilización, reciclado y eli-minación; las medidas a adoptar pa-ra conseguir dichos objetivos; los medios de financiación y el procedi-miento de revisión

GESTIÓN ACTUAL

A pesar de la normativa legal a la que he-mos hecho referencia, la gestión de los RCD en la Comunidad Madrid presenta impor-tantes deficiencias.

En realidad existe en la actualidad una ca-rencia de ordenación en nuestra Comuni-dad en cuanto a la gestión de los RCD que no proceden de obra menor o reparación domiciliaria lo que, unido al hecho de que a nivel municipal no se ha ejercido, de for-ma general, una política ambiental en la gestión de los RCD de su competencia, ha traído como consecuencia la proliferación de vertederos cuyas características no son, en la mayor parte de los casos, asumibles desde el punto de vista ambiental, así co-mo la proliferación de puntos negros de ver-tido en zonas de fácil acceso.

Además, un factor adicional a tener en cuen-ta es que no existe separación, para su ges-tión diferenciada, de los diferentes flujos de residuos que se generan en las obras, y prác-ticamente el 100% de los RCD generados se destina a la eliminación, con lo que al no realizarse selección alguna con carácter pre-vio al vertido, los riesgos de contaminación al medio natural aumentan considerable-mente.

La gestión de los

residuos inertes,

procedentes de

construcción y

obras menores de

reparación

domiciliaria,

quedaba dentro

del ámbito de

competencia

municipal

(6) Publicado en el BOE de 12 de julio de 2001. (4) Artículo 4.3 de la Ley 10/98.

(5)

Esta nula implantación de actividades de re-ciclaje o recuperación de este tipo de resi-duos se ve favorecida por los siguientes fac-tores:

-Costes de vertido excesivamente econó-micos, cuando éstos existen.

-Abundancia y escaso precio del árido na-tural.

-Dificultad para la localización adecuada de instalaciones para la gestión de RCD.

Ante esta situación se hace imprescindible elaborar la regulación necesaria para crear un sistema de gestión de excedentes de la construcción, asegurándose la reutilización y reciclaje de los mismos, minimizando al máximo el vertido y promoviendo la pro-gresiva sustitución de materias primas na-turales por material reciclado de calidad.

MERCADOS PARA LOS MATERIALES RECUPERADOS DE RESIDUOS DE CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN

El reciclado y valorización de los materiales presentes en los RCD sólo tiene sentido si existe un marco legal que propicie su utili-zación y haya un mercado efectivo para la introducción de estos materiales nuevamente en los circuitos económicos.

Actualmente la media comunitaria sitúa el reciclaje de RCDs entre el 25 y el 30 por cien-to de la producción, terminando el 70-75 por ciento en el vertedero.

Los mercados potenciales existentes para la venta de materiales de producto reciclado son:

- Bases y sub-bases para firmes de carrete-ras de segundo orden, urbanizaciones, polígonos industriales y otras áreas de ex-pansión.

- Áridos o residuos de ladrillos para drena-jes, rellenos de zanjas y firmes de cami-nos.

- Áridos o residuos de ladrillos para lechos de patios y azoteas.

- Áridos para hormigones pobres.

Además, teniendo en cuenta la valorización de los distintos elementos pertenecientes al grupo de los residuos inertes, existe un mer-cado emergente en cuanto a:

- Residuos de chatarra férrica.

- Vidrio.

- Materiales nobles de la construcción y car-pintería (cuarterones, cercos, rejas, por-tones, ventanas, marcos, etc.).

- Piedra labrada, fundamentalmente gra-nito y basalto (adoquines, bordillos, losas, jambas, dinteles, etc.).

En este sentido, la Administración, como gran consumidor de productos y servicios, debe impulsar el desarrollo del mercado de materias primas secundarias y al mismo tiempo el desarrollo de empresas respe-tuosas con el medio ambiente, entre las que se encuentran tanto las dedicadas a la ejecución de obras públicas como las em-presas de valorización de RCD. Para ello, sería importante que se revisasen los plie-gos de condiciones de los procedimientos de licitación administrativa de manera que se premien, en el marco de la normativa comunitaria, los proyectos menos

genera-Los RCD, se generan en obras de construcción o de derribo de edificaciones o infraestructuras y servicios, o en pequeñas obras de reforma reparación o rehabilitación en viviendas o urbanizaciones, y se denominan comúnmente escombros.

(6)

dores de RCD, así como la máxima valo-rización de los mismos.

PRINCIPIOS,OBJETIVOS E

INSTRUMENTOS A TENER EN CUENTA EN LA ELABORACIÓN DE LOS PLANES DE GESTIÓN DE LOS RESIDUOS

Los criterios o principios básicos que se de-ben de tener presentes a la hora de des-arrollar un plan de gestión son básicamente los siguientes:

1. Criterio o principio de prevención

en la generación de RCDen su

lu-gar de origen y potenciación de los sis-temas de separación y reciclaje de aque-llos materiales susceptibles de recuperación mediante las operacio-nes de separación in situ y demolición selectiva.

2. Establecimiento de la responsabi-lidad de los productores de

resi-duos.Son éstos los que deben de

pre-ver y hacer frente a la responsabilidad de su correcta gestión ambiental, de-biendo correr con los gastos de la mis-ma.

3. Principio de priorización.Dado que

no todos los métodos o técnicas para gestionar un residuo son igualmente satisfactorios desde el punto de vista ambiental, teniendo en cuenta la je-rarquía que establece la Política Co-munitaria de Residuos (prevención, reu-tilización, reciclado, valorización, vertido), se deberán favorecer aquellas actuaciones que primen la prevención y reutilización frente al vertido.

4. Principio de proximidad.Se deben

reducir en lo posible las distancias pa-ra el tpa-ransporte de residuos, debiendo ser tratados en el centro más próximo posible a su lugar de origen o genera-ción.

5. Principio de internalización de cos-tes,teniendo en cuenta todos los lativos al proceso de gestión de los re-siduos, para su correspondiente repercusión.

6. Se articulará un sistema que obli-gue a los constructores y colegios profesionalesa incluir en todos los proyectos, la adecuada gestión de RCDs, incluyendo la financiación de di-cha gestión.

OBJETIVOS DELPLAN DEGESTIÓN

Los planes de gestión tienen como obje-tivo principal definir el modelo de gestión que garantice el adecuado tratamiento de la totalidad de los RCD generados, así co-mo resolver el déficit ambiental generado por la gestión de los RCD en años pasa-dos.

Para la consecución de los objetivos, sería interesante adoptar las siguientes medi-das:

1. Elaborar la normativa necesaria para regularizar la producción y gestión de los RCD, desde la recogida hasta su valorización o eliminación.

Desde el 31/12/03, se procede al cie-rre de los vertederos, sellándolos y res-taurándolos.

Desde el 1/7/02, los servicios munici-pales aplicarán una fianza para la ges-tión de los RCDs según el Plan. Desde el 1/1/04 todos los RCDs se eli-minarán en instalaciones pertene-cientes a la red pública de los mismos.

2. Crear y explotar una red de instala-ciones de gestión de RCD, que ga-rantice el correcto tratamiento de la totalidad de los producidos.

3. Elaborar un sistema de tasas, cáno-nes o precios que desincentiven el ver-tido.

4. Diseñar un Programa de Sellado y Res-tauración de vertederos municipales de escombros no adaptables a las exi-gencias del Real Decreto 1481/2001.

5. Desarrollar programas de divulgación y concienciación ciudadana.

6. Crear una red de Puntos Limpios de Residuos de Construcción y Demoli-ción, destinados exclusivamente a re-cibir los residuos generados en obras sometidas al procedimiento de acto comunicado.

7. Redactar una norma técnica de cali-dades de los materiales reutilizables o reciclables procedentes de los RCDs.

CONCLUSIÓN

Del examen de los datos recogidos en el Plan de Gestión Integrada de los RCDs de la CAM se llega a la conclusión de que la práctica totalidad de los RCDs de la CAM se generan en la capital y en la zona Sur metropolitana, pues es donde se encuen-tran los mayores núcleos urbanos.

Dada la situación en cuanto al incre-mento de los RCD que venimos pade-ciendo en los últimos años, sería im-portante llevar a cabo un cambio radical en la filosofía de gestión de los RCD que se ha aplicado hasta el momento actual, apostando de forma clara por la pre-vención en su generación y por el fo-mento de la reutilización y reciclado, a través de las infraestructuras necesarias para su valorización, junto con el des-arrollo y potenciación del mercado de los subproductos obtenidos.

La implantación de un adecuado plan de gestión de residuos pasa no sólo por el fo-mento de la prevención en la generación de RCD, la promoción e impulso de siste-mas de minimización, reciclaje y aprove-chamiento de los mismos, el acondicio-namiento y construcción de infraestructuras zonales, de ámbito supramunicipal o la clausura y restauración ambiental de los vertederos que no cumplan las exigencias de la normativa. También es fundamental la coordinación entre las distintas Admi-nistraciones y empresas del sector, de ca-ra al intercambio de investigaciones y ex-periencias y el fomento de la concienciación ciudadana sobre la problemática asociada a la gestión de RCD.

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