BOLETIN DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTANICA 22 (1-4): 21-39, Diciembre, 1983
SUCESION FUNGICA EN MADERA DE EUCALYPTUS
V1M1NAL1S
(MYRTACEAE)
I.
BASIDIOMYCETES
SOBRE
ARBOL
VIVO
Y
TRONCOS EN
ESTIBA
Pon SILVIA EDITH LOPEZi
SUMMARY
Seasonal samplings of the basidiomycete flora on living trees and logs of Eucalyptus viminalis Labill. were made during 1978 and 1979. Selected trees from stands aged 3, 5, 8 and 18 years were studied in Ramallo (Buenos Aires). The
recorded species frequencies were subjected to the weighted pair group method and Factorial Analysis of Correspondence. The basidiomycete flora shows succesional changes in species composition with the age of the tree, commencing with sterile
micelia only. A succesional scheme (and grouping) of species is given. Ten species
were cultured “in vitro” by Leutritz’s method to assay their ability to decompose
wood.
INTRODUCCION
Los estudios de colonización en sustratos lignícolas han sido rea¬ lizados tradicionalmente sobre madera muerta; en árboles caídos
(Mangenot, 1952); en ramas y troncos (Chesters, 1950; Carruthers and Rayner, 1979) o en tocones (Kaárik and Rennerfelt, 1957; Me¬
redith, 1959; Rayner, 1977), de coniferas y maderas duras.
En el presente estudio, se analiza la colonización por Basidio-myeetes xilófilos en madera de Eucalyptus viminalis Labill, por tratarse de una de las especies maderables de importancia económica en la provincia de Buenos Aires.
En esta primera etapa, se trabajó sobre árboles en pie para
determinar la importancia de la flora fúngica en el estado sanitario
dç la plantación y en la posterior colonización de tocones y estacas.
Se tratan específicamente los Basidiomycetes por ser considerados los de más alta capacidad de degradación (Káarik, 1974) y los que producen la mayor pérdida de volumen de madera.
1 Laboratorio de Micología. Departamento de Ciencias Biológicas. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos
Aires.,-BOLETíN DE LASOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA22(1-4),1983 22
MATERIALES Y METODOS
Lugar y técnicas de muestrco.
—
El estudio se realizó en plan¬ taciones comerciales pertenecientes a las firmas Fiplasto S.A. y LaCelulosa S.A., en Raraallo y Alsina (Pcia. de Buenos Aires), res¬
pectivamente, que reunían condiciones de monoespecificidad, edad conocida y suficiente número de individuos. Allí se seleccionaron stands” de 3, 5 y 8 años, y otro de 18 años en una plantación ex¬ perimental privada en Lujan, de la misma provincia.
Se realizaron muéstreos sistemáticos, considerando 50 árboles fijos (censos), sobre rutas preestablecidas dentro del “stand”, de¬ jando por lo menos 10 hileras externas para evitar los posibles efectos
de borde.
Los parámetros “densidad” y “cobertura” fueron descartados >
por considerárselos inaplicables. La densidad no puede calcularse ’• tomando en cuenta los basidiocarpos, ya que son órganos de repro¬
ducción y no individuos, y aunque se los considere como tales algunos
no tienen límites concretos, especialmente en el caso de los resupina¬ dos que se extienden en “manchones”. La variabilidad morfológica
entre las distintas especies, determina que la medición de superficies no sea comparativa, de modo que tampoco lo es la cobertura calcu¬ lada sobre esa base. Por último, no puede asegurarse con certeza que el número de basidiocarpos o la dimensión superficial que adquieran, sean directamente proporcionales a la cantidad de micelio presente
en la madera.
Por tales razones sólo se consideró la frecuencia (presencia-ausencia) de aquellos para cada especie, en cada uno de los censos, que resulta ser un buen indicador del nivel de distribución de la in¬ fección fúngica (Butcher, 1971).
Se planearon muéstreos durante dos años, pero terminado el
primero, los árboles de 8 años fueron talados por necesidades de la empresa, en vista de lo cual se restringió el estudio a ese período. El
primer
muestreo
se efectuó al finalizar el invierno, el segundo enverano, el tercero en otoño y el cuarto nuevamente en invierno. En cada caso se inspeccionaron cada uno de los árboles marcados, especialmente en la zona del cuello, donde aparecían la mayoría de las especies fúngicas, recogiéndose muestras para ser corroboradas en
el laboratorio, ya que por tratarse de basidiocarpos resupinados en
su mayoría, no son identificables en el campo.
Se estudió la frecuencia de basidiocarpos, sin
tener
en cuentaaislamientos de micelio del sustrato. Cuando fueron considerados ambos estados, el vegetativo y el reproductivo, siempre que se obtuvo el primero también se registró el segundo (Káarik and Rennerfelt,
S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 23
op. cit.; Mangenot, op. cit.). De modo que la presencia de basidio-carpos puede considerarse nn buen indicador de la presencia de una especie.
El criterio para recoger las muestras que correspondieran a cada estación, fue el grado de meteorización del basidiocarpo, descartán¬
dose aquellos que evidenciaban ser viejos. Muchas muestras, al ser observadas en el laboratorio resultaron ser basidiocarpos incipientes o inmaduros. Todas ellas son tratadas como “micelio estéril” y de igual modo
se
consideró a todo rastro de micelio subcortical presenteen los árboles con o sin desintegración de madera
Al mismo tiempo se colocaron troncos de E. viminalis, de 30 días
de corte, apilados sobre el suelo de un “stand” de la misma especie para determinar la sucesión de entidades fúngicas sobre madera es¬ tibada. Se examinaron éstos, en las mismas fechas que los árboles en
pie, revisándose cada uno de ellos (cada tronco' equivale a un censo),
sobre y debajo de la corteza, recogiendo las muestras correspondien¬ tes. Desafortunadamente este material fue destruido antes de com¬
pletarse el año de muestreo. La información reunida se ha tomado como lista florística de las especies que aparecen sobre madera esti¬ bada, sin darle tratamiento ecológico.
De
este modo se recogieron 478 muestras que fueron analizadas en el laboratorio.Técnicas de observación y cultivo.
—
Se realizaron cortes a manoalzada de las muestras, directamente o con pasaje previo por cámara-húmeda, para dibujar y medir sus estructuras anatómicas y obtener su identificación sistemática.
Con las distintas colecciones, se realizaron cultivos por aisla¬ miento a partir de basidiocarpos, de madera con micelio y de espo¬ radas obtenidas en cámara húmeda en el laboratorio. Así se pudieron aislar 27 cepas de 20 especies, con algunas de las cuales se realizó un ensayo de degradación “in vitro” por el método de Leutritz (1946), determinándose la variación en la pérdida de peso a los 2, 4, 6 meses. Si bien éste no es un método absoluto para evaluar la capacidad degradativa de una especie, es suficiente cuando se quiere
comparar varias especies entre sí y calificarlas como importantes o no desde el punto de vista económico. Para ello se siguió un criterio semejante al de Findlay (1938), de clasificación de maderas según
su durabilidad, que considera “muy resistentes” a las que experimen¬
tan una pérdida de peso inferior al 1%, y en el 'obro extremo, “sin resistencia” a las que superan el
30%
de pérdida de peso. Enes.te
caso se consideran “inofensivas” a aquellas especies que producen
una degradación menor al 2
%
al cabo de seis meses, e “importan¬BOLETíN DE LASOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA22(1-4),1983 24
Se utilizaron sólo 10 cepas (5 de estiba y 5 de árbol vivo) co¬
rrespondientes a otras tantas especies, que fueron las más frecuentes.
Las restantes no fueron ensayadas por su aparición esporádica y
algunas por la imposibilidad de obtener cultivos “in vitro”, a pesar de su frecuencia, v. gr. Hyphoderma setigerum (Fr.) Donk, e Hy¬ phoderma medioburiense (Burt) Donk.
Paralelamente se realizó un “test” de oxidasas según el método
de Nobles (1958), a fin de comparar la intensidad de producción de
polifenoloxidasas en las especies.
RESULTADOS
Se identificaron 33 especies sobre árbol vivo y 13 sobre troncos estibados (tablas 1 y 2). De las primeras, el
85%
pertenece a lafamilia
“
Corticiaceae” s.l. y el15%
restante a la familia“Polypora-ceae” s.l., mientras que en los troncos estibados las
“
Corticiaceae”
se reducen al 50%.
TABLA 1 '
ESPECIES SOBRE EUCALYPTUS VIMINALIS EN PIE
Hyphodontia crustosa PEN
—
Peniophora aff.confusaBNR
—
Peniophora bonariensisLAX
—
Peniophora laxitextaTUB
—
Phanerochaete tuberculataPHV
—
Phajierochaete velutinaSistotrema brinkmannii SBL
—
Sistotrema oblongisporumTRE
—
Trechispora byssinella XGR—
Xenasmatellagrisella XTL—
Xenasmatella tulasnelloidea Subdivisión BasidiomycotinaClase Basidiomycetes
Subclase Holobasidiomycetidae
CRT
Familia Coniophoraceae
CNP
-
—
Coniophora puteana BKM Familia HymenoçhaetaeeaeHYP
—
Hymenochaete pinnalijidaINN
—
Inonotus radiatusFamilia Steccherinaceae
SCC
—
Steccherinum ochraceum Familia Corticiaceae-ALE
—
Aleurodiscus botryosusCSL
—
Ceraceomyces aff. sublaevis BTB—
Botryobasidium laevePNC
—
Hypochnicium punctulatumARG
—
Hyphoderma argillaceumDEF
—
Hyphoderma definitumMED
—
Hyphoderma medioburiense PRT-
—
Hyphoderma praetermissum PUB—
Hyphoderma puberumSET
—
Hyphoderma setigerum ASP—
Hyphodontia aspera BRV—
Hyphodontia brevisetaFamilia Lachnocladiaceae
VEF
—
Vararia ejfuscataFamilia Stereaceae Stereunihirsutum
STH
Familia Polyporaceae
PYC
—
Pycnoporus sanguineusS. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en
Eucalyptus
viminalis 25Subclase Heterobasidiomycetidae
Familia Tremellaceae EXF
—
Exidiopsis fuligineaSubdivisión Deuteromycotina
Clase forma Deuteromycetes Subclase forma Hyphomycetidae
HAP
—
Haplotrichum curtisiiLas siglas corresponden a los códigos usados para cada especie en el Análisis Fac¬
torial de Correspondencias, en los Gráficos 3y 4.
TABLA 2
ESPECIES SOBRE TRONCOS DE EUCALYPTUS VIMINALIS EN ESTIBA
Familia Corticiaceae
Cylindrobasidium aff. albulum
Peniophora bonariensis Peniophora laxitexta Sistotrema brinkmannii Trechispora byssinella
Xenasmatella tulasnelloidea
Coriolus villosus
Schizopora carneo-lutea
Familia Hymenocgaetaceae
Hymenochaete pinnatifida
Familia Schizophyllaceae Schizophyllum communne Familia Polyporaceae
Coriolellus aff.sinuosus Bjerkandera adusta
Familia Rhodophyllaceae Clitopilus argentinus
En la tabla 3 se detallan las especies recogidas sobre árbol vivo
y las frecuencias con que fueron encontradas según las edades y los
muéstreos. Estos datos se resumieron en cuatro histogramas que representan,la frecuencia fúngica total, micelio estéril y fructificado
para cada edad (Gráfico 1). En el “stand” de 3 años al principio sólo se registra micelio estéril, pero la última columna, que es la iniciación del cuarto año de edad, muestra ya presencia de
basidio-carpos. Podemos decir entonces que la edad entre 3 y 4 años,
cons¬
tituye la etapa de colonización de los árboles en pie. A los 5 y 8 años, respectivamente, aumenta el porcentaje de basidiocarpos. Hy-phoderma setigerum es la especie que primero aparece fructificada
(a los 3 años). Es la más frecuente a los 5 años y se mantiene en
todas las edades. Sus variaciones parecen depender más de Jas con¬ diciones ambientales que de la edad de los árboles. Esta especie está
acompañada por Schizopora carneo-lutea (Rodw. et Clel.) Kotl. et Pouz. en el “stand” de 8 años, cuya frecuencia disminuye hacia el
final del año, y por Peniophora bonariensis C. Gómez, que aumenta.
En el “stand” de 18 años P. bonariensis sólo aparece en un
2-4%
de los censos. Esto podría atribuirse a su reemplazo por otra especie
después de uno o dos años. H. setigerum y S. carneo-lutea, que tam¬
bién disminuyen su frecuencia, serían finalmente reemplazadas por Hyphoderma medioburiense.
I
free. (%)
3 años
40
r~
i
Hsetiqerum20 I ENE MAY NOV AGO AGO free. (%) 60 Ksetiyrum 5 años 14 40
H. set igerym H§e''9§LUm
8°/. !'IX\| 8%
20
TT-H. set
12
AGO ENE MAY. AGO
free. (°/o)
60
Ksetigerum
18% 8 anos
40 S.carneo-lutea
9%
,,
\ H-setjaerum
8% S. carneo-lutea 4% 6%
1
20 §• cajneo-lutea2% P. bonanensis
8%
NX>;I
AGO ENE MAY AGO
r
-80free.
<%>) H.setigerum
20 18 años
H. setigerum
10%
n
69
S.carneo-lutea
10% S.carneo-lútea .
12%
S.carneo-lutea
12% I
40
H.merifobunenso
18%
H.mediobur iense
iò~%
m
S.carneo-lutea.
2%
H.medioburiense
28%
20
\\y
H.medioburiens-20%
AGO ENE MAY AGO
n
S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 27
Teniendo en cuenta los datos meteorológicos (INTA
-
San Pedro) las temperaturas máximas y mínimas más elevadas se registran en enero y coinciden con valores bajos de humedad relativa y precipita¬ción. Como se advierte en el Gráfico 1, estas condiciones parecen
afectar principalmente al micelio que se está desarrollando en los árboles de 3años, mientras que no es tan importante en el desarrollo de los basidiocarpos, en las otras edades.
Del histograma y del cuadro de frecuencias se desprende una diferencia significativa entre el primero y el último de los muéstreos en todas las edades estudiadas, aunque ambos pertenecen a la misma
época del año. Hay dos razones que podrían explicar este comporta¬ miento. El análisis de los datos meteorológicos indica una precipita¬ ción inusual durante el mes del último muestreo (95 mm) de los
cuales 72 mm ocurrieron dentro de la semana anterior al mismo. La
media del mes en los últimos 10 años es de 55 mm. Esta precipitación abundante junto con un leve aumento de los valores medios de tem¬ peratura del aire y .mielo, podrían haber determinado la pérdida de
gran parte de las especies existentes en los árboles.
Debe recordarse que la mayoría de las muestras tratadas pro¬
vienen de la región del cuello de las plantas y se ven muy afectadas
por el contenido de agua en el suelo. Por otra parte podría existir un defecto de muestreo, ya que éste se realizó sobre árboles fijos y la recolección de cada muestra para su identificación podría afectar
la aparición sucesiva de las especies.
Como complemento a las observaciones anteriores, los datos fue¬ ron tratados por los métodos WPGMA2 y Análisis Factorial de Co¬ rrespondencia (Cordier, 1965; Benzecri, 1976), de clasificación y
ordenamiento respectivamente, para analizar la relación de la
mico-flora con las edades de los árboles y las épocas del año.
Los censos correspondientes a los árboles de 3 años no fueron incluidos en el análisis por tratarse en su mayoría de micelios estéri¬
les. Asimismo se descartaron las
frecuencias
de micelios estériles delas otras edades de árboles porque constituyen un grupo probable¬ mente heterogéneo.
Por el primer método (WPGMA), los censos fueron agrupados
según los coeficientes de similitud, cuantitativos, de Czekanowski
(Clifford and Stephenson, 1975), que se calcularon entre todos los
GRáFICO 1.
—
HGtogramas de frecuencia fúngica total, micelio estéril y fructificado, por edades y muéstreos.2 WPGMA: weighted pair group method using arithmetic averages» (Sokal and
BOLETíNDE LASOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA22(1-4),1983
28
TA B L A 3
FRECUENCIAS DE BASIDIOCARPOS Y MICELIO ESTéRIL EN áRBOLES VIVOS (%) Censos 3 años 5 años 8 años 18 años
Especies 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
Hyphoderma setigerum 4 14 12 8 8 18 6 6 8 2D 10
Hyphodontia breviseta 2 2 2 4 2 14 6 2 4
Hyphoderma puberum 2 2 2 2
Schizopora carneo-lutea 8 6 2 4 10 12 12 2
Sistotrema oblonqisporum 2 2
Ceraceomyces aff. sublaevis 2 4
Xenasmatella qrisella 4 2 2 2
Hyphoderma definitum 4 2 14 2 2 2
Aleurodiscus botryosus 6- 2 4 2 2
Xenasmatella tulasnelloidea 6 2
Hyphoderma praetermissum 2
Inonotus radiatus 2
Pycnoporus sanguineus 2
Peniophora aff. confusa 2
Peniophora bonariensis 2 2 4 8 2 4 2
Vararia effuscata 2 2 2 2
Exidiopsis fuliginea 2
Hyphoderma argillaceum 4
4
Hyphodontia crustosa
4
Stereum hirsutum 2
Coniophora puteana 2
Haplotrichum curtisii 8 4
10 26 18
Hyphoderma medioburiense 20
Trechispora byssinella
.
2Hyphodontia aspera a 2
4
Sistotrema brinkmannii 2
2 Hypochnicium punctulatum
8 Peniophora laxitexta
Botryobasidium laeve 2
2
Phanerochaete velutina
Hymenochaete pinnatifida
Phanerochaete tuberculata 22 2
2
Steccherinum ochraceum
micelio estéril 40 6 20 22 56 16 3D 3D 18 14 8 26 12 2D 4- invierna.1979 1*- invierno 1978 2- verano 1978 3- otoño 1979
I
NIVEL DE
SIMILITUD
20-29.09
32,70
40,30
-40J ».
44,87
—
i—
55
60 62
68.86 69.14
72.22
80_|
90.90 93.33
100
12 10 09
01 02 03 04 07 08 06 05 11
RELEVAMlENTOS
GRáFICO 2.
—
Dendrograma de las relaciones entre relevamientos que se obtiene por aplicación del WPGMA.I
BOLETíNDE LASOCIEDAD ARGENTINADE BOTáNICA22(1-4),1983 30
pares de censos, con los que se realizaron las matrices respectivas' El resultado se representa en el dendrograma del Gráfico 2. En él se observan claramente tres grupos que corresponden a las tres edades
de E. viminalis estudiadas y, en cambio, no existe asociación evidente
entre los censos pertenecientes a una misma época del año. El primer grupo (01-02-03-04) está formado por los censos en árboles de 5 años,
II
CRT CNP TR E PNC LAX
/
I &ÿ
PUB ASP
09 •04
;STH HAP
03.
02**°1
\
OEF
•/
BRV*
• SET SB L
BKM
I
X TL
*10
J
BTB PHVHYP
MED 05 PRT]
CHZ
/
INN
•07 PY.C 11
12 .PENi
.08
ALE
BNR
•TUB •XGR
SCC
ARG
06 VEF
CS L
EXF
GRáFICO 3.
—
Distribución de especies y relevamientos en el plano de los ejes I y II. Las letras corresponden a los códigos de lasespecies, que aparecen en la tabla 1.S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 31
que presentan un índice de similitud muy alto, porque aparecen sólo 3 especies en esta edad. A su vez los dos últimos censos se asocian entre sí y se diferencian de los dos primeros por la presencia de
Hyphoderma puberum (Fr.) Wallr. En el sesrundo grupo (05-06-07-08) que corresponde a los árboles de 8 años, el censo 05 se separa de los otrostres. Esto se debe a la aparición de cuatro especies que nose observan en los otros censos y a una mayor frecuencia total. El tercer
grupo es el de los árboles de 18 años (09-10-11-12) donde también se
separa el censo 09 de los otros tres. Estos dos censos (05 y 09) se
caracterizan por una mayor variabilidad de especies y mayor fre¬ cuencia total, como se observa en los cuadros de frecuencia. Las
razo¬
nes de su disimilitud ya fueron discutidas al analizar el histograma. El Análisis factorial de Correspondencia, da como resultado el
ordenamiento de censos y especies representados en los Gráficos 3 y 4. En el Gráfico 3 se verifica un ordenamiento según el eje I pues
en los valores positivos del mismo, se agrupan los censos y especies que corresponden a los árboles de 5 y 8 años, formando dos núcleos.
Loscensos y especies del “stand” de 18 años se separan hacia el lado
negativo del eje formando dos núcleos. Es evidente que el factor más importante en este análisis es la edad de los árboles. No aparecen
diferencias estacionales entre censos de la misma edad. El grupo de censos de 5 años está relacionado con dos especies: Hyphoderma
seti-gerum, de alta frecuencia en todos los censos y con Hyphoderma puberum que aparece en los censos 03 y 04. El grupo de censos de
8 años se relaciona con cuatro especies que coinciden en un mismo
.
punto: Hyphoderma proetermissum (Karst.) Erikss. et Strid,
Ino-notus
radiatus (Sow. ex Fr.) P.Karst., Pycnoporus sanguineus (Fr.) Murr. y Peniophora aff.confusa
C. Gómez, presentes, con baja fre¬ cuencia, sólo en el censo 05. Las otras cuatro especies, Aleurodiscusbotryosus Burt, Xenasmatclla grisella (Bourd.) Oberw., Hyphoderma
argillaceum (Bres.) Donk y Vararia
effuscata
(Cooke et Ellis) D. P. Rogers et Jacks., son típicas de esta edad, ya que aparecen en los cuatro aunque con baja frecuencia. Los censos y espfecies del “stand de 18 años, se ordenan en dos grupos. La separación del censo 09 de.
los otros tres surge de las especies que con él se relacionan. Esto es:
cinco son exclusivas de este censo y de baja frecuencia, Hyphodontia
crustosa
(Fr.) J. Erikss., Coniophora puteana (Schum. ex Fr.) -P.Karst., Trechispora bissynella (Bourd.) Liberta, Hypochnicium
punctulatum (Cooke) J. Erikss. y Peniophora laxitexta C: Gómez.
Otras tres, Hyphodontia aspera (Fr.) J. Erikss., Hyphoderma
defi-niturn (Jacks.) Donk e Hyphodontia breviseta .(Karst.) J. Erikss.,
aparecen con frecuencia mayor a la de todos los otros censos, y las
otras dos, Stereum hirsutum (Willd. ex Fr.) S. F. Gray y Haplotri-churn curtisii (Berk.) Hol-Jech., son típicas de esta edad con mayor
frecuencia en este censo.
BOLETíNDE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA22(1-4),1983 32
El otro grupo (censos 10-11-12) se relaciona entre sí y con
Hy-phoderma medioburiense que es la especie de más alta frecuencia total
I
ÍPRT
JlNN
cSL*
jPYC " XGR. PEN
•EXE
*»
VEF 04
ARG 05* * «06
PUB o •XTL
01 ALE
03 *02 .07
*03
SET
•SBL
I
BNR
III
iCRT\ CNP
•TRE |PNC '
LAX CHZ
09••DEF BRV•
l.
STH
HAP ASP
10
*'BKM B T
B]
PHV¡>•
HYP 11‘
j\
MED
l \
12
TUB
see
S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 33
de todas las analizadas, además de ser típica de esta edad. También
aparecen tres especies esporádicas: Botryobasidium laeve (J. Erikss.)
Farm., Phanerochaete velutina (DC. ex Pers.) P. Karst, e Hymeno-ehaete pinnatifida Burt.
A pesar de esta heterogeneidad entre los censos de 18 años, su
ordenamiento sigue respondiendo a la edad de los árboles.
Las especies que quedan aisladas entre los grupos definidos, lo
hacen por sus afinidades con más de uno de ellos. Por ejemplo,
Sis-totrema
oblongisporum M. P. Christ, et Uauerslev apud. M. P. Christ.y Xenasmatella tulasnelloidea (v. Hühn et Listch.) Oberw. son dos especies comunes a los censos 05 y 09 pero no pertenecen al grupo de
censos de 5 años. Esto se detecta en el Gráfico 4 que representa los
ejes I y III. En él las dos especies mencionadas aparecen del lado
positivo del eje III, mientras el grupo de censos de 5 años está en el
lado negativo del mismo. También se evidencia la relación antes men¬ cionada con los grupos de 8 y 18 años.
Las especies Peniophora bonariensis y Schizopora carneo-lutea son
compartidas por los grupos,de 8 y 18 años. Sistotrema brinkmannii (Bress.) J. Erikss. aparece sólo con baja frecuencia en el “stand” de
18 años. En los extremos, Ceraceomyces aff. sublaevis (Bress.) Julich
yExidiopsis fuliginea Rick aparecen con baja frecuencia enel “stand
de 8 años, y del mismo modo Steccherinum ochraceum (Pers. apud
Gmelin ex Fr.) S. F. Gray y Phanerochaete tuberculata (P. Karst.)
Parm. en el de 18 años.
Existen dos factores importantes, cuya influencia podría explicar la separación drástica entre los grupos de 5 y 8 años del grupo de 18 años. En primer lugar la diferencia de edades que es de 3 años entre
los dos primeros, aumenta a 10 años en el último. La curva de creci¬ miento del género Eucalyptus tiene un máximo alrededor de los 8-9 años y luego se estabiliza. Esto indica una diferencia fisiológica im¬ portante entre las dos primeras edades y la última. Por otra parte los .muéstreos de 5 y 8 añosSe realizaron en Ramallo y los de 18 años en Luján, ambos en la provincia de Buenos Aires. Esto podría cuestionar la validez de la sucesión más allá de los 8 años. Pero si bien sólo hay un 30
%
de especies comunes a ambos lugares, en árboles.en
pie, se ha verificado por muéstreos posteriores que otro 30%
de especies quesólo aparecieron en Luján, también se encuentran en Ramallo en to¬ cones de “stands” entre 10 y 15 años de edad. De modo que la in¬
fluencia local sobre la flora fúngica, no descarta la originada por la edad del sustrato. El eje I representa, entonces, la suma de las varia¬ ciones debidas al estado fisiológico del hospedante y las originadas
por diferencias zonales.
Los resultadosdel ensayo de degradación “in vitro” y del “test”
de oxidasas extracelulares, se observan en la Tabla
4...
Co TABLA 4
RESULTADOS DEL ENSAYO DE DEGRADACIóN “IN VITRO” Y DEL “TEST” DE OXIDASAS
% de degradación
“Test” de
oxidasas
Cepa N9 Especie Sustrato S3
6 meses 2 meses 4 meses
5
s.
Bjerkanderaadusta
RT 1120 estiba 40 63,36 87
§
r*
++ + +
RT 172 Coriolus villosus estiba 39,50, 42,39 63,11
/
2
+++
Schizopora carneo-lutea
CE 4a árbol vivo 36 45,51 65,60
>
+++ + +
RT 67 Peniophora bonariensis estiba 30,50 55,73 70.29 >
árbol caído + + ++
679 b Inonotus radiatus 20 . 35,82 56,16
>
s
CE 8 Xenasmatella grisella árbol vivo 1,21 1.18 0,66
77
2.
+ +
RT 169 Schizophyllum commune estiba 0,62 0,49 1.49
*
-—
(gál.) + + (tán.)Cylindrobasidium aff. albalum
RT 47 estiba 0.52 0,57 0,81 bo
bo
CE 11 Aleurodiscus botryosus árbol vivo 0,40 43.03 53,18 H-+ + +
o cc
CO
CE 3*? Sistotrema brinkmanhii árbol vivo 0,29 1.43 1.82 ++
El porcentaje de degradación se obtuvo como promedio de los porcentajes relativos de pérdida de peso seco de las pro¬
S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 35
inofensivas
’
’
3 especies De las 10 cepas ensayadas, resultaronde Corticiaceac, Xenasmatella grisella, Cylindrobasidium aff. albulum (Atk. et Burt apud Burt) J. Erikss.et Hjortstam y Sistotrema brink-mannii y una especie de Schizophyllaceae, Schizophyllum commune
Fr,. que así confirman su hábito corticícola. Las restantes son degra-dadoras “importantes”. Tres de ellas pertenecen a la familia Poly-poraceae:Bjerkandera adusta (Willd. ex Fr.) Karst., Coriolus villosus (Sw. ex Fr.) M. Bond et Herrera ySchizopora carnco-lutea. La cuarta corresponde q la familia Hymenochaetaceae:Inonotus radiatus.
Penio-phora bonariensis es la segunda en importancia degradativa entre las
cepas ensayadas y es una especie común a troncos estibados y árboles
en pie. También se confirmaque los degradadoresmás importantes apa¬ recen en troncos estibados. Sólo dos son importantes en árboles vivos, Schizopora carneo-lútea e Inonotus radiatus; el resto son corticícolas. Schizopora carneo-lutea es bastante frecuente e- Inonotus radiatus se . registró varias veces fuera de los árboles censados sobre ejemplares muertos en pie y en árboles caídos. Para la madera en condiciones de estiba resultaron importantes Bjerkandera adusta, Coriolus villosus y
Peniophora bonariensis.
En lo queatañe ala reacción de oxidasas,las especies consideradas
degradadores importantes dan una reacción que va desde moderada¬ mente fuerte (-j
—
b
+
) a muy fuerte Í+
H
—
H
—
b)> excepto Bjerkan¬ dera adusta. Las de bajo porcentaje de degradación manifiestan una reacción desde débil hasta negativa.(i
CONCLUSIONES
La metodología de este trabajo, que no considera aislamientos de micelio del sustrato y las dificultades del grupo para la identificación
específica de organismos en estado vegetativo, no permiten establecer
una sucesión estricta de especies.
Es por eso que se propone el esquema de aparición de
basidiocar-pos ilustrado en el Gráfico 5, para E. viminalis en pie en el NE de •
la provincia de Buenos Aires, donde se visualizan las variaciones flo-rísticas debido a la edad del hospedante.
Lasespecies registradas corresponden al grupo IIdeOrlos (1965):
xilobiontes parásitos osaprofitos, cuyo rol ecológico es la degradación
de la madera. Fueron agrupadas teniendo en cuenta su frecuencia,
por ser el índice decisivo que determina la importancia-de cada especie (Orlos, 1965). Sobre esta base, se ha elaborado la siguiente
clasifica.-ción (Tabla 5):
Esporádicas: las de frecuencia
<
4%, que aparecen en tin solo muestreo.Cu o\
Referencias
----
Free.<
2%:
1
-
invierno 78—
£
2
-
verano 78H. medioburiense B
S' 3
-
otoño 79g
H. definitum 4
-
invierno 79r
o3
____
_
5. carneo-lutea1
P. bonariensis >
fl. botryosus m
-z X. qrisella
g
\1
.
effuscataO
H. breviseta
-N3 K>
H, setiqerum
c-vo
2 3 4 2
1 1 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
muéstreos
cc00
5
años
8
años
18
años
3
años
GRáFICO 5.-
—
Esquema de sucesión-de basidiocarpos sobre Eucalyptus viminalis enS. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 37
Abundantes:las de frecuencia
>
10%.
Teniendo en cuenta la permanencia en las distintas edades y épo¬ ca del año, se las considera:
Exclusivas: las que aparecen en más de un muestreo y en una
sola edad.
Típicas: las que aparecen en más del 75
%
de los muéstreos.Intermedias: las que aparecen en más del 50
%
de los muéstreos. Lasespecies típicas corresponderían a las“stress
tolerantes” de Pugh (1980) y son las que lian llegado a un equilibrio con E. viminalis enel ambiente de la provincia de Buenos Aires.
TABLA 5
CLASIFICACIóN DE LAS ESPECIES FúNGICAS SECóN SU FRECUENCIA Y PERMANENCIA
Especies 3 años 5 años 8años 18 años
ti
.
praetermissum H.crustosa 1. radiatusP. sanguineus P. aff. confusa
E. fuliginea
H. argillaceum B. laeve H.pinnatijida
P. velutina S. ochraceum C.putepna T.byssinella
H. punctulatum
P.laxitexta
Esporádicas
H. setigerum H. setigerum H.setigerum H. breviseta S.carneo-lutea
H.definitum H. medioburiehse Abundantes
X. grisella
A. botryosus
V. effuscata C. aff. sublaevis
S.hirsutun
H.curtisii
H.aspera S. brinkmannii
P.tuberculata
H. medioburiense Exclusivas
H. setigerum H. setigerum H. setigerum H. breviseta H. breviseta
___
_ <•11.setigerum H. breviseta
Típicas
S.carneo-lutea
H.definitum P. bonariensis
S. carneo-lutea H. definitum
P. bonariensis
BOLETíN BE LASOCIEDAD ARGENTINA DE BOTáNICA22(1-4),1983 38
Con respecto a la metodología de muestreo, no existen anteceden¬
tes de muéstreos aleatorios (Mangenot, 1952; Chesters, 1950; Carru-thersand Rayner,1979; Kaárikand Rennerfelt, 1957; Meredith,1959; Rayner, 1977). En este estudio se tomaron censos fijos sobre rutas preestablecidas, para analizar posibles asociaciones entre especies y
propagación de micelio entre árboles contiguos. Los resultados inducen a descartar ambas hipótesis. Ya que la obtención de muestras resulta
destructiva y puede influir en la aparición sucesiva de basidiocarpos,
es recomendable en un estudio de este tipo, la selección de censos por azar.
Desde el punto de vista fitopatológico, podemos decir que, si bien
ninguna de las especies recogidas constituye un problema actual para la plantación, por lo menos tres de ellas son “de riesgo”. ScMzopora carneo-lutea, Inonotus radiatus y Peniophora bonariensis, deben ser vigiladas a partir de los dos años para controlar su frecuencia ya qhe,
de aumentar ésta, pueden ser especies peligrosas por el alto porcentaje de degradación que llegan a producir en seis meses. Schizopora carneo-lutea es de amplia distribución geográfica y en diversos hospedantes,
en particular en árboles cultivados. Hyphoderma setigerum e Hyplio-derma medioburiense son importantes por su alta frecuencia aunque
no se tienen datos de su capacidad degradativa en Eucalyptus.
"V AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Jorge E. Wright por haber posibilitado este trabajo y por la lectura crítica de los originales. A los Ings. Agrs. W. Barret y J. Spinetto de Fiplasto S.A. y al Sr. J. van Uoutte por facilitarnos el
acceso a las plantaciones de Eucalyptus. A la Tng. Agr. M. Collantes,
del Centro de Ecofisiología Vegetal (CONICET), por su
asesoramien-toecológico y estadísticoy al Ing. D;Almonacid del
Centro
de Cómpu¬tos de Salud de la Universidad de Buenos Aires por el procesamiento
S. E. LOPEZ, Sucesión fúngica en Eucalyptus viminalis 39
BIBLIOGRAFIA CITADA
BENZECRI,J.P. 1976. Uanalysedes données. II.Vanalysedescorrespondances. Dunod. Paris. 616 pp.
BUTCHER, J. A. 1971. Techniques for analysis of fungal floras in wood. Mater, u. Organ. 6 (3): 209-232.
CARRUTHERS, S. M. and A. D. M. RAYNER. 1979. Fungal communities in decaying
hardwood branches. Trans.Brit. Mycol. Soc.72 (2): 283-289.
CLIFFORD, H.T. and W. STEPHENSON. 1975. Introduction to numerical classification.
Academic Press. New York. 229 pp.
CORIHEK, B. 1965. Analyse factorielle des correspondances. Thèse Fac. Sc. Rennes. 65 pp.
CHESTERS, C. G. L. 1950. On the succesion of microfungi associated with the decay
of logs and branches. Trans. Lincolnshire Naturalist. Union. 12: 129-135.
IINDLAY, W. P. K. 1938. The natural resistence to decay of some Empire Timbers. Empire Forest. J.17: 249-259.
KAARIK, A. A. and E. RENNERFELT. 1957. Investigations on fungal flora of spruce
and pine stumps. Meddeland. Statens Skogs-Forskningsinst. 47 (7): 1-88.
KAARIK.A. A. 1974. Decomposition of wood. En Biologyof Plant litterdecomposition.
129-174. Academic Press. London.
LEUTRITZ, J. 1946. A wood-soil contact culture technique for laboratory study of wood-destroying fungi, wood decay and wood preservation. Bell. Syst. Tec.
Jour. 25 (1): 102-135. '
MANCENOT, F. 1952. Recherches methodiques sur Ies champignons de certain bois
en decomposition. Revue Genérale Botanique. 59 (702): 381-399, (704): 477-522, (705): 544-555.
MEREDITH, D. S. 1959. The infection of pine stumps by Fomes annosus and other fungi. Ann. Bot. 23: 445-475.
NOBLES, M. K.1958. Cultural characters as a guide to the taxonomy and phylogeny of the Polyporaceae. Cañad. .1. Bot. 36: 883-926.
ORLOS, H. 1965. An Attemp of Evaluation of Ecological Function of Fungi ocurring in theKampinos Primeval Forest.Prace Inst. Badawczego Lésn.283: 101-145. PUGII, G. J. F. 1980. Strategies in Fungal Ecology. Trans. Brit.Mycol.Soc. 75 (1):
1-14.
RAYNER, A. D. M. 1977. Fungal colonization of hardwood stumps from natural sour¬ ces. II: Basidiomycetes. Trans. Brit. Mycol. Soc. 69 (2): 303-312.
SOKAL, R. R. and P. A. SNEATII. 1963. Principles of Numerical Taxonomy. W. H. Freeman and Co. San Francisco. 319 pp.