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Participación estudiantil y convivencia escolar: un reto para las Instituciones educativas

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Academic year: 2020

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(1)PARTICIPACION ESTUDIANTIL Y CONVIVENCIA ESCOLAR: un reto para las Instituciones educativas.. Senia María Acosta Bravo Yisseth Pahola Dávila Gómez. Trabajo de grado para obtener el título de Magister en Desarrollo Educativo y Social. Directora Edna Patricia López. Universidad Pedagógica Nacional Facultad De Educación Maestría en Desarrollo Educativo y Social Línea de investigación Desarrollo Social y Comunitario 2019.

(2) Agradecimientos Senia María Acosta Bravo Agradezco a Dios por permitirme iniciar y terminar este proceso de formación que aunque no fue fácil, siempre encontré en él la fuerza para creer que sí era posible. A mis padres e hija, por haber entendido que en todo este tiempo, mi ausencia se debía a una etapa de crecimiento personal, profesional y humano. A mi cómplice, amigo, compañero sentimental, crítico, quien creyó en mí desde el inicio de esta preciosa aventura y me acompañó incondicionalmente hasta el final. A la Universidad Pedagógica Nacional y al Centro internacional de Educación y Desarrollo Humano- CINDE, por brindar este espacio de formación profesional y personal. A los jóvenes, docentes y directivos de la Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez, que con sus aportes le dieron vida a esta iniciativa para convertirla en una valiosa investigación. A las profesoras Edna Patricia López y Juanita Alford, quienes, con sus aportes, conocimientos y experiencias, guiaron este proceso de manera entregada y profesional. Yisseth Dávila Gómez En primer lugar, quiero darle gracias a Dios por darme la oportunidad de vivir esta experiencia, a mis padres Martha y Alberto por su apoyo incondicional en este proceso. A mis hermanas y amigos por estar conmigo en los momentos de debilidad, agradezco a mi.

(3) compañera de tesis y su esposo por su comprensión y hacer de su casa mi segundo hogar. También quiero agradecer enormemente a las profesoras Juanita y Edna, por el tiempo y la dedicación para guiar este proyecto. Finalmente, agradezco a los miembros de la institución educativa que participaron en el proyecto y permitieron la recolección de la información. A todos muchas gracias..

(4) Dedicatoria Dedico este logro a Dios primeramente. A mi hija Vanessa, ese ser maravilloso al que siempre he querido enseñarle con el ejemplo, el valor que tienen los sueños y la importancia del esfuerzo y la dedicación para alcanzar lo que anhelamos. A Paola, otra hija que Dios puso en mi camino para apoyarnos incondicionalmente en todo. A mis padres, porque sé que cada uno de mis logros representa una alegría inmensa para ellos. A Luis Fernando, el compañero de mil batallas y aventuras que la vida cruzó en mi camino. Senia María Acosta.

(5) FORMATO RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN – RAE Código: FOR020GIB. Versión: 01. Fecha de Aprobación: 10-10-2012. Página 5 de 9. Tipo de documento. 1. Información General Tesis de grado de maestría de investigación.. Acceso al documento. Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca Central.. Titulo del documento. Participación estudiantil y Convivencia escolar: Un reto para las instituciones educativas.. Autor(es). Acosta Bravo, Senia María; Dávila Gómez, Yisseth Pahola.. Director. Lopez, Edna Patricia.. Publicación. Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional, 2019. 203 p.. Unidad Patrocinante. Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano –CINDE. Universidad Pedagógica Nacional - UPN.. Palabras Claves. Participación, Construcción de acuerdos, Convivencia, Escuela, actores educativos.. 2. Descripción Tesis de grado vinculada a la Línea de Desarrollo Social y Comunitario, tiene como objetivo comprender las percepciones de participación que tienen estudiantes, docentes y directivos de la Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez en la construcción de acuerdos para la convivencia, para ello, se buscó indagar desde sus voces y a partir de esa información, identificar posibles barreras para la promoción de la participación en la construcción de acuerdos, así como algunas estrategias para la tramitación de los conflictos en la institución. Se sustenta en referentes conceptuales como el de Hart, Trilla y Novella, entre otros, quienes consideran la participación como un derecho que tienen todos los sujetos y el cual se puede ejercer en espacios o ambientes propicios para ello. Esta investigación se realizó desde la hermenéutica, con una mirada Ontológica Política y la recolección de la información se hizo mediante un grupo focal y.

(6) entrevistas semi estructuradas. 3. Fuentes. Algara-Barrera, A. (2016). Los acuerdos del aula una estrategia de convivencia para fortalecer la democracia en la escuela primaria. Ra Ximhai, 12(3), 207-213. Alvarado, S. V., & Echavarría Grajales, C. V. (2006). La participación: una mirada desde la niñez y la juventud. El caso del programa niños, niñas constructores de paz del CINDE y la Universidad de Manizales en Colombia. Alvarado, S. V., Ospina-Alvarado, M. C., & Sánchez-León, M. C. (2016). Hermenéutica e Investigación Social: Narrativas generativas de paz, democracia y reconciliación. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 14(2), 987-999. Álvarez Núñez, Q. (2001). La crisis de la participación en las instituciones escolares: causas y consecuencias. Arias Rodríguez, G. M., & Villota Galeano, F. F. (2007). De la política del sujeto al sujeto político. Revista Ánfora. Arias-Cardona, A. M., & Alvarado, S. V. (2015). Jóvenes y política: de la participación formal a la movilización informal. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13(2), 581-594. Ascorra, P., López, V., & Urbina, C. (2016). Participación estudiantil en escuelas chilenas con buena y mala convivencia escolar. Revista de psicología (Santiago), 25(2), 01-18. Beane, M., & Apple, M. (2002). Escuelas democráticas. Madrid. Morata. Berger, P. (1968). LUCKMAN. La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu. Berger, P. (2003). Luckmann. T. (1966) La construcción social de la realidad: un tratado en la sociología del conocimiento. Garden City, NY: Primer Ancla. Blanco, R. (2008). Convivencia democrática, inclusión y cultura de paz. Santiago de Chile: UNESCO. Bobbio, N., Matteucci, N., & Pasquino, G. (1991). Diccionario de política (Vol. 2). Siglo xxi. Bonilla, E., & Rodríguez, P. (2000). Métodos cuantitativos y cualitativos. Más allá del dilema de los métodos: la investigación en ciencias sociales, 3, 77-103. Builes, L., & Puerta, I. (2015). Convivir pazcíficamente: oportunidades que ofrece la ley 1620. Medellín: Universidad de Antioquia, Vicerrectoría de Extensión..

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(14) construcción de acuerdos y relaciones de poder. Finalmente, se elaboró el informe final que da cuenta de cada objetivo planteado, las conclusiones y los hallazgos propios del caso estudiado. 6. Conclusiones. La participación en la Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez, en asuntos como la construcción de acuerdos para la convivencia ha sido limitada y marcada por una organización jerárquica en la que los adultos planean, deciden, ordenan, informan y establecen lo que a su juicio es adecuado para toda la comunidad educativa. La percepción de participación que tienen los diferentes actores de la institución educativa se reduce a actos como asistir, colaborar, cumplir tareas asignadas, obedecer, votar en las elecciones de gobierno escolar, o simplemente responder acertadamente en el desarrollo de las clases. De igual forma, los jóvenes de la institución educativa, tienen conocimiento de su derecho a participar pero se abstienen a reclamarlo por temor a las represalias o sanciones que les puede generar esa acción. Los docentes y directivos docentes, siguen fomentando desde su práctica pedagógica y relacional, unas relaciones de poder y la creación de un currículo oculto. La construcción de acuerdos para la convivencia en la institución, no es un proceso constante y ha perdido vigencia. La convivencia en la institución es entendida por estudiantes, docentes y directivos, como ese conjunto de relaciones que se tejen con el otro al compartir un mismo espacio físico y que se enmarca en la ausencia o presencia de conflictos. La escuela como institución de formación, sigue basada en unos parámetros conservadores en los que se persigue la uniformidad en todos los aspectos y además, hace las veces de filtro social, mediante el cual los que no cumplen con los criterios de estandarización, son estigmatizados, sancionados y hasta expulsados del sistema educativo. Elaborado por:. Senia María, Acosta Bravo; Yisseth Pahola, Davila Gomez. Revisado por:. Edna Patricia, López. Fecha de elaboración del Resumen:. 16. 12. 2019. Contenido INTRODUCCIÓN. 20. 1.1.. 22. Antecedentes.

(15) 1.2.. Justificación. 41. 1.3.. Tema de investigación. 46. 1.4.. Problema y pregunta de investigación. 47. 1.5.. Objetivos. 51. 1.5.1.. General. 51. 1.5.2.. Específicos. 51. 2.2.. Aproximación al concepto de participación. 60. 2.2.1.. La participación desde el enfoque basado en derechos: Una política nacional. 60. 2.2.2.. Enfoques diversos sobre la participación. 73. Participación y construcción de convivencia. 79. 2.3. 2.3.1.. Convivencia: un reto que cambia en las instituciones educativas. 80. 2.3.2.. La escuela: una comunidad que tiene el propósito de formar sujetos políticos.. 84. 3.. Presentación de resultados, interpretación y análisis de la información. 3.1.. De los estudiantes. 3.1.1.. Categoría participación. 94 94 94 94. 3.1.1.1.. Perspectivas o ideas de participación. 3.1.1.2.. Espacios de participación. 100. 3.1.1.3.. Barreras o limitantes para la participación. 104. 3.1.1.4.. A manera de conclusión de la categoría. 109. 3.1.2.. Categoría de Convivencia. 110. 3.1.2.1.. Construcciones de relacionales para la convivencia. 110. 3.1.2.2.. Alteridad. 116. 3.1.2.3.. Factores que afectan la convivencia.. 119. 3.1.2.4.. Estrategias para la transformación de los conflictos. 125. 3.1.2.5.. Conclusión de la categoría- convivencia. 131. Construcción de acuerdos para la convivencia. 133. 3.1.3. 3.1.3.1.. Perspectiva de las normas. 133. 3.1.3.2.. Toma de decisiones. 137. 3.1.3.3.. A manera de conclusión de la categoría. 140. 3.1.4.. Categoría- relaciones de poder. 141. 3.1.4.1.. Subordinación. 141. 3.1.4.2.. Autoridad. 145.

(16) 3.1.5. 3.2.. A manera de conclusión del capitulo Análisis de información de directivos. 149 150. 4.2.1. Categoría participación. 151. 4.2.1.1. Perspectiva de la participación. 151. 4.2.1.2. Espacios de participación. 154. 4.2.1.3. Limitantes para la participación. 158. 4.2.1.4. Participación como resistencia. 160. 4.2.1.5.. 162. 4.2.2.. A manera de conclusión de la categoría Categoría, Construcción de acuerdos para la convivencia. 163. 4.2.2.1. Acuerdos institucionales y la forma en que fueron elaborados. 164. 4.2.2.2. Toma de decisiones. 169. 4.2.2.3. Conclusión de la categoría. 171. 4.2.3.. 172. Convivencia. 4.2.3.1. Construcciones relacionales. 172. 4.2.3.2. Situaciones que afectan la convivencia. 175. 4.2.3.3. Transformación de conflictos. 178. 4.2.3.4. A manera de conclusión de la categoría. 180. 4.3.. 181. Docentes. 4.3.1. Participación. 181. 4.3.1.1. Perspectivas de participación. 182. 4.3.1.2. Espacios de participación. 183. 4.3.1.3. Conclusión de la categoría. 184. 4.3.2. Construcción de acuerdos. 186. 4.3.2.1. Acuerdos existentes, forma de elaboración y toma de decisiones. 186. 4.3.2.2. Manual de convivencia escolar. 188. 4.3.2.3. A manera de conclusión de la categoría- Construcción de acuerdos. 189. 4.3.3. Convivencia. 190. 4.3.3.1. Percepción de convivencia. 190. 4.3.3.2. Situaciones que afectan la convivencia. 192. 4.3.3.3. Transformación de los conflictos. 194. 4.3.3.4. Conclusión de la categoría. 197. 5.. 199. Hallazgos y conclusiones.

(17) 5.1. Hallazgos. 199. 5.2.. 202. Conclusiones. Referencias Anexos. 205 ¡Error! Marcador no definido..

(18) Resumen La presente investigación busca comprender como han participado los diferentes actores de la Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez en la construcción de acuerdos para la convivencia. Es de tipo cualitativo con enfoque hermenéutico desde una mirada ontológica política. La información se obtuvo mediante un grupo focal con estudiantes, y entrevistas semi estructuradas con docentes y directivos. En ella se analizaron las categorías, participación, construcción de acuerdos, convivencia, y relaciones de poder. Esta última emerge de la observación de las situaciones al interior de la institución educativa. Al culminar el estudio se puede concluir que, la participación ha sido limitada para involucrarse en asuntos como la toma de decisiones. Además la idea que tienen los diferentes actores de la institución sobre participación es simple y como resultado de ello se presentan diversas tensiones entre ellos, las cuales afectan la convivencia. Este trabajo también incluye algunos referentes sobre los procesos de participación de la comunidad escolar en el establecimiento de acuerdos para la convivencia pacífica; ventajas de promover la participación en instituciones educativas para fomentar prácticas que beneficien la convivencia pacífica; acciones presentadas para obstaculizar la participación comunitaria y el gobierno escolar. Palabras claves: Participación, Construcción de acuerdos, Convivencia, Escuela, Actores educativos..

(19) Summary This research seeks to understand how the community at Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez has participated in the establishment of agreements for peaceful coexistence. This enquiry is qualitative type with a hermeneutical approach from a political-ontological perspective. The information presented in this work was obtained from a focus group of students, and semi-structured interviews with teachers and the administrative staff. In it, there were analyzed the following categories: participation agreements for peaceful coexistence and power relationships, this one emerge form the observation of the situation within the educational institution. From this research can be concluded that, the few agreements that exists for the establishment of peaceful coexistence in the school are not the result of the equitable participation of its community; that peaceful coexistence is affected by the lack of participatory and inclusive spaces; it is also evident the low credibility and null functionality of the school governance. This work also includes some referents on the participation processes of the school community in the establishment of agreements for peaceful coexistence; advantages of promoting participation in educational institutions in order to encourage practices that benefit peaceful coexistence; actions presented to hinder community participation and school governance. Keywords: participation, establishment of agreements, peaceful coexistence, school community..

(20) INTRODUCCIÓN. La participación en la escuela debe ser uno de sus principios básicos, permeando todos los procesos de formación con el fin de contribuir en el desarrollo de habilidades, capacidades y competencias para la reflexión, el pensamiento crítico, el diálogo, la toma de decisiones, la expresión de emociones y el manejo de estas en cada establecimiento educativo. La participación en el ámbito educativo permite la construcción de acuerdos de forma consensuada, lo cual enriquece la experiencia escolar en cuanto a convivencia entre los diferentes miembros que conforman una institución. Visto de esta manera, las relaciones con el otro se tejen de forma pacífica, si todos se involucran en los asuntos que les afecta como comunidad. Esta investigación pretendió comprender las percepciones de participación que tienen estudiantes, docentes y directivos de la Institución Educativa Daniel Alfonso Paz Álvarez del municipio de La Apartada, departamento de Córdoba, en la construcción de acuerdos para la convivencia. De esta manera, contribuir al mejoramiento de la convivencia escolar mediante la promoción de prácticas pedagógicas democráticas. Este informe, se presenta en cinco capítulos. El primero aborda la identificación de la investigación, allí se da cuenta del rastreo documental que se hizo con respecto al tema, la justificación, la descripción del problema junto a la pregunta que orienta este estudio y los objetivos correspondientes al mismo.. 20.

(21) El segundo capítulo trata del diseño metodológico empleado durante el proceso de investigación. La presente se aborda desde el paradigma cualitativo con un enfoque hermenéutico, pero además se ha tenido en cuenta una apuesta epistémica como lo es la ontológica política, ya que son los propios estudiantes, docentes y directivos desde sus voces, los que han expuesto las realidades que se viven en cuanto a participación, construcción de acuerdos y la forma en que estos inciden en la convivencia. Siendo ellos los que reconocen que estos procesos muestran debilidad en la práctica institucional, por lo que se atreven a manifestar algunas propuestas para el fortalecimiento de ellos. Además, se caracteriza la población muestra que se ha tenido en cuenta la cual corresponde a estudiantes de 8º y 9º, docentes y directivos de la institución. También se definen los instrumentos de recolección de la información utilizados tales como lo fueron el grupo focal y las entrevistas semi estructuradas, finalmente se explica el proceso por medio del cual se hace el análisis e interpretación de dicha información. El tercer capítulo corresponde al marco teórico desde las categorías de, participación, construcción de acuerdos, convivencia y relaciones de poder, la cual se constituye como categoría emergente durante el estudio. La participación es vista desde el enfoque basado en derechos, las competencias ciudadanas y el sistema de convivencia escolar. Por otra parte la convivencia, es analizada desde la construcción de acuerdos, y el compromiso de la escuela en formar sujetos políticos, proceso en el que emergen algunas relaciones de poder. El cuarto capítulo da cuenta del análisis e interpretación que se realizó de la información suministrada por estudiantes, directivos y docentes. Finalmente el quinto capítulo, contiene las conclusiones y los hallazgos que deja esta investigación.. 21.

(22) 1. Identificación de la investigación 1.1.Antecedentes. La revisión de antecedentes que se ha realizado para la presente investigación se centra en aspectos como: la relación entre convivencia y participación, la participación en los procesos escolares y la incidencia de los mismos en la construcción de acuerdos para la convivencia, las ventajas que tiene el hecho de promover la participación en los centros escolares frente a prácticas que inciden en la convivencia, las barreras que se presentan la participación en las instituciones educativas y su relación con el gobierno escolar, entre otros. Frente a la relación que tiene la participación y la construcción de convivencia, se cuenta con algunas investigaciones tanto en el ámbito internacional como nacional, que coinciden en algunos de sus hallazgos. En el campo internacional, se aborda una investigación realizada en Chile, por (Ascorra, López y Urbina, 2016), titulada “Participación estudiantil en escuelas chilenas con buena y mala convivencia escolar” en la que se analiza, a partir de cuatro instituciones educativas con estudiantes de secundaria, qué favorece la construcción de una buena convivencia y qué aspectos dificultan estos procesos. Los investigadores encontraron que las voces de los estudiantes no son tenidas en cuenta, dicha situación se debe a la organización jerárquica de la escuela y su modelo adulto céntrico. Los temas abordados en dicho estudio fueron los espacios de participación y el significado que le dan los estudiantes a la participación en el ámbito escolar. Así mismo agregan, que las instituciones que presentan una alta calidad de convivencia, se caracterizan por generar condiciones de 22.

(23) participación democrática en sus procesos escolares. Concluyen que la participación de los estudiantes es limitada, tutelada e instrumentalmente dirigida por las personas adultas. En esta misma línea, se analiza un estudio etnográfico realizado por Algara (2016), en México, titulado “Los acuerdos del aula una estrategia de convivencia para fortalecer la democracia en la escuela primaria” centrado en las prácticas democráticas que se llevan a cabo en el aula y en la escuela. Después de un proceso de observación diaria a alumnos, padres y docentes, los autores encontraron que algunos padres responsabilizan a los docentes de las actitudes y conductas de sus hijos porque no les saben enseñar. También visibilizaron la poca o nula funcionalidad de los acuerdos para la convivencia, debido a que, según la investigación, el reglamento es elaborado por el director quien lo entrega a docentes y padres para que lo firmen, pero después de ser usado como requisito de inscripción no vuelve a ser tenido en cuenta, ya que no ha sido elaborado de forma conjunta, hecho que provoca una serie de tensiones entre los integrantes de la institución educativa. En voz de uno de los directores, entrevistado en esta investigación, se reconoció que entre más rígidas son las reglas, se genera más violencia, por ello se decidió llegar a acuerdos con los padres y estudiantes como forma de transformar los conflictos y propiciar un mejor clima escolar en la institución. De acuerdo con los referentes teóricos tenidos en cuenta en las investigaciones antes mencionadas, se amplía la concepción de participación que tienen algunos autores. Así, Hart (1993), percibe este acto como “los procesos de compartir las decisiones que afectan la vida propia y la vida de la comunidad en la cual se vive” (p. 5). Al mismo tiempo, se cita lo planteado por (Sánchez, 1998, citado por Santos Guerra 1999), quien considera que “la participación es un derecho que tienen todos los sujetos, una necesidad y un principio 23.

(24) incuestionable que debe estar presente en los procesos educativos” (p. 7). Desde estas perspectivas, la participación en la escuela no debe ser un acto aislado, ocasional ni fragmentado, pues, el hecho de ser procesual permite generar reflexiones diversas en el ser y quehacer de las instituciones educativas. Ahora bien, en el ámbito nacional se aborda esta relación entre participación y convivencia, resaltando el papel de los niños, las niñas y las juventudes como sujetos políticos. En este sentido, Castro, García y Vergara (2016), interpretaron mediante un estudio hermenéutico, las interacciones que se daban en el aula de clases de una escuela, y las manifestaciones de conflicto, que en su mayoría eran dadas por desacuerdos, desafíos y provocaciones, los cuales eran solucionados entre los niños, peleando. Retomando lo dicho por los estudiantes, señalan que muchos de los procesos de formación no son concertados, ni realizados desde sus necesidades e inquietudes. Otro de los conflictos identificados en este estudio fue la rivalidad entre grupos de amigos que por alguna diferencia se provocaban hasta crear un conflicto. También evidenciaron que los roles, los prejuicios, las jerarquías y los estereotipos juegan un papel importante en las relaciones que se tejen al interior de la escuela. También encontraron que algunas de las estrategias que proponen los mismos estudiantes para mejorar su convivencia son el diálogo, la intervención de padres de familia y de docentes, la integración y la participación. El grupo investigativo propuso a la institución educativa la implementación de programas de resolución de conflictos basados en el fomento del respeto, la tolerancia, la cultura del diálogo, como forma de cumplir con las necesidades y las exigencias de su currículo en cuanto a la convivencia escolar. Concluyen aquí, que la escuela esta llamada a promover procesos democráticos que favorezcan la participación de sus integrantes. 24.

(25) A diferencia de otros estudios con respecto a la participación y convivencia escolar, en los que se busca indagar y visibilizar una problemática, este trabajo revisado además de hacer ese proceso también se traza la meta de crear estrategias o propuestas a partir de los relatos hechos por los actores que intervienen en los procesos escolares, para contribuir así al mejoramiento de prácticas pedagógicas y de comportamiento. En concordancia con lo anterior, Tonucci (2009), en su proyecto La ciudad de los niños, desarrolla dos ejes principales: dar la participación a los niños en asuntos de la ciudad y fortalecer la autonomía que tenían los niños para interactuar y que han ido perdiendo. Según lo expuesto por los niños en este trabajo, los adultos deberían ayudar, pero de lejos, además expresan que no tienen espacios para jugar con los otros niños, y que la ciudad debe permitirles salir de sus casas ya que por la planeación que hacen los adultos de los espacios, esto es cada vez más difícil. Además, dentro de este documento se plantea que la escuela debe dejar a un lado su comportamiento defensivo, ya que parecería que lo expresado por los niños puede ser negativo para la escuela. De esta forma, asume el autor, permitiría a los estudiantes fomentar la expresión acerca de todo lo que involucra su vida escolar, tomar en serio sus opiniones y propuestas, hacerlos partícipes de la responsabilidad de lo que asumen o no, favorecer la expresión de los niños y escucharlos de manera activa. Es decir, la escuela enfrenta un reto de transformación en sus principios democráticos. En Colombia, algunas instituciones públicas y privadas, han llevado a cabo diversos procesos para impactar de alguna manera en estos temas. En torno al tema que nos compete, se cita una sistematización de experiencias que realizaron Sáenz y Soto (2015),. 25.

(26) basada en parte del trabajo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), específicamente en su Programa denominado Generaciones con Bienestar y la organización no gubernamental Visión Mundial en Montería con su movimiento de Gestores de Paz. En dicho estudio, se analizaron algunas prácticas para favorecer y proteger el derecho a la participación, de allí se encuentra, entre otros elementos, el poco reconocimiento que ha tenido la participación como derecho en los niños, las niñas y jóvenes. Los participantes de la experiencia plantean que se deben generar procesos de formación y socialización que favorezcan el que niños y jóvenes se constituyan como sujetos de derechos. Por otro lado, apunta en una de ellas que el protagonismo de estos sujetos se ha ido potenciando gracias al desarrollo de la capacidad de agencia en los mismos, aspecto relacionado a procesos de formación en los que niños, niñas y jóvenes, participan en la cocreación de los momentos formativos, organizativos, así como, los de planeación, implementación y evaluación de las experiencias (Saenz y Soto, 2015). Cabe mencionar, que las experiencias se han caracterizado por el uso de metodologías lúdicas y artísticas, que, en el caso de Gestores de Paz, parten de una estrategia de mentoreo, favoreciendo con ello la formación entre pares y el fortalecimiento de las relaciones intergeneracionales. En el caso de Generaciones con Bienestar, se genera un proceso de formación en el que se va adecuando la propuesta de acuerdo a las opiniones y propuesta de los niños y las niñas. En conclusión, algunos aspectos que se vislumbraron son: la importancia de mayor articulación y apoyo intersectorial para dar mayor sostenibilidad a estas experiencias, así como mayor cobertura; estos programas deben llegar a todos los ámbitos de la vida, no solo. 26.

(27) a lo que ofrecen programas aislados; es necesario aprovechar de manera sustancial el trabajo de los diferentes facilitadores en estos procesos como recurso de otras investigaciones y cualificación de proyectos a nivel nacional; vale la pena ampliar las posibilidades de acción y construcción que reconozcan cada vez más la particularidad de las etnias, culturas, identidad de género, orientación sexual, clase social, edades, personas en situación de discapacidad, en situación de desplazamiento o afectados directamente por la violencia. Finalmente, en el documento se recalcan algunas barreras que se presentan para el ejercicio al derecho de la participación en el ámbito escolar, así como en el familiar y comunitario; por lo que se sugiere procesos de formación para las personas encargadas de liderar los procesos de socialización, que permitan potenciar el desarrollo de los niños y jóvenes como interlocutores con los que se construye la vida compartida. Así también, el ámbito de la gestión pública requiere crear las oportunidades y condiciones para la participación de las personas más jóvenes. Así mismo, Alvarado y Echavarría (2006), en el marco del Programa Niños, Niñas y Jóvenes Constructores de Paz, que nace en el Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud del Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (CINDE) y la Universidad de Manizales; el cual se ha llevado a cabo en varias regiones del país, retoman los procesos de participación que llevan a cabo los niños, niñas y jóvenes desde una estrategia de formación en cascada, para la construcción de ciudadanía, convivencia y paz. En este programa se aborda la participación desde la vivencia de niños y jóvenes, es decir, desde sus propias maneras de narrar, sentir, pensar y actuar. Así, además de revelar,. 27.

(28) los sentidos de estos sujetos en la construcción de su mundo, propone acciones intencionales que vinculan a familias, instituciones y comunidades, para que construyan con los niños, así como con los jóvenes, oportunidades y acciones diversas para mejorar la convivencia. Uno de los aspectos centrales de este programa es su propuesta formativa, en la que, a partir de procesos de socialización política se busca la transformación de actitudes, valores, sentidos y prácticas, que fortalezcan algunas dimensiones del desarrollo humano. La apuesta metodológica de este programa se basa en una serie de talleres lúdicos intencionados, que cuentan con una propuesta de articulación en los procesos curriculares de la escuela, así como en los de enseñanza evaluación; aspecto que apunta a procesos sostenibles de formación que repercuten notablemente en la construcción de ambientes favorables para la convivencia. Concluyendo, se puede evidenciar que se ha logrado a través de estos procesos la transformación de actitudes, sentidos, valores y prácticas para la construcción de culturas de paz, se ha generado incidencia en los procesos relacionados con la vida al interior de las instituciones educativas y fuera de estas. Por otra parte, uno de los mayores obstáculos de este proceso, se refiere a las posibilidades de generar modelos participativos en la vida cotidiana de las instituciones educativas, pues los docentes asocian esto a que se vulnera su poder y su rol directivo. Otra investigación de CINDE, realizada por Osorio, Granada y Escobar (2006), hace referencia al valor que los jóvenes atribuyen a las prácticas de participación para lograr las transformaciones sociales, y que estas a su vez, dependen de las acciones educativas para la construcción de normas, reglas y convenciones de regulación social que potencien la participación desde la escuela como escenario ideal de comunicación, expresión intrínseca o espontánea y no tan sujeta a las decisiones de los adultos. Este estudio fue realizado en un 28.

(29) instituto de educación para adultos, con jóvenes que a través de sus historias de vida, relatadas en tres sesiones en las que debían mencionar momentos de su vida considerados democráticos o de mayor participación y las transformaciones más importantes que se hayan logrado con ello. En ese trabajo, los jóvenes resaltaron que en las instituciones educativas aún prevalece el modelo adulto céntrico, relegando la participación de niños y jóvenes a actividades de orden formal o reduciéndolas al gobierno escolar. En cuanto a los manuales de convivencia, se apunta que estos terminan siendo represivos y de carácter legal De acuerdo a esto, la escuela no debería ser sólo un escenario de capacitación para el conocimiento de diversas disciplinas académicas, también debe promover la formación humana, por lo que necesita de procesos de participación que permitan la construcción conjunta de unos mínimos para la vida compartida, en este caso, la construcción de la convivencia. En cuanto a las investigaciones que relacionan la participación y la construcción de acuerdos para la convivencia; Cogua, Guevara y Niño (2016), realizaron un estudio en una institución educativa cuyos principios del Proyecto Educativo Institucional son el humanismo, la democracia y los Derechos humanos. Dicho análisis, se centró en la construcción del pacto de convivencia, teniendo en cuenta la participación en su elaboración, además de los usos y aprendizajes que este aporta a la formación humana de los estudiantes desde la perspectiva de Martha Nussbaum. El pacto de convivencia, en palabras de la rectora consultada dentro del estudio, se llama así porque fue una construcción conjunta entre la comunidad educativa, a diferencia de los manuales que son elaborados por personas externas a las instituciones.. 29.

(30) Complementando lo anterior, dentro de este trabajo se analizaron prácticas institucionales de resolución de conflictos como la autorreflexión, mediación, el acompañamiento de los padres, reconocimiento del otro como sujeto de derechos y los espacios de diálogo entre las partes implicadas. De la misma manera, los investigadores afirman que existe discontinuidad en los seguimientos que deben realizarse al pacto de convivencia y con ello al proceso de participación democrática para reformarlo. En consecuencia, para un grupo de estudiantes, el pacto no tiene tanta importancia y no se responsabilizan de ciertos comportamientos, pues una de sus razones es que no se atienen a un pacto en el que saben que no participaron, unos desconocían el hecho de que el pacto hubiese sido ajustado y otros reconocen que si sabían, pero que solo participaron algunos estudiantes. Por otro lado, otros estudiantes reconocen que el pacto favorece una actitud reflexiva en ellos y su familia, pues les permiten expresarse, reflexionar acerca de sus comportamientos y brinda la posibilidad de incidir en los procesos de la vida cotidiana de la escuela. En conclusión, los autores encuentran que el pacto de convivencia hace algunas contribuciones a lo que Nussbaum considera una ciudadanía crítica, la cual está encaminada a la búsqueda del bien común. Entre esas, cabe mencionar el propósito formativo del pacto, el cual busca que los implicados en algún conflicto reflexionen en presencia de sus padres o cuidadores acerca de sus actos y las formas para la resolución del mismo. Así mismo, se analizaron dos investigaciones, una realizada en Querétaro, México por Pérez y Ochoa (2017) y la otra por Silva (s.f), en Chile, con estudiantes de secundaria.. 30.

(31) Ambos estudios buscaban analizar las ideas, espacios y experiencias de participación estudiantil que se daban en los centros escolares. La propuesta metodológica del estudio realizado en México fue la implementación de un proyecto de aprendizaje-servicio por medio del cual desarrollaron una serie de talleres con los estudiantes y así identificaron los cambios en su perspectiva de participación antes y después del proyecto, mientras el estudio realizado en Chile se desarrolló mediante talleres y entrevistas. Ambos estudios hallaron que la estructura jerárquica y adultocéntrica de las escuelas limita notablemente la participación de los estudiantes en los procesos escolares, la cual es calificada como tutelada, instrumental y utilitarista. Después del proyecto de aprendizajeservicio, los estudiantes reconocieron que para hablar de participación es necesario estar informados, brindar posibilidades de opinar y que esas opiniones sean tenidas en cuenta. En efecto, dejan de pensar en la participación como un acto de presencia o elección, para reflexionar en la importancia que tienen ellos como sujetos tanto en la toma de decisiones como en la responsabilidad que ello requiere (Pérez y Ochoa, 2017; Silva, s.f). Teniendo en cuenta las ventajas que traen los procesos de participación en la construcción de la convivencia, se realizó un estudio denominado Participación y formación ciudadana en instituciones educativas de Ayacucho, cuyo objeto era identificar las dinámicas positivas o negativas alrededor de experiencias en Municipios Escolares, como parte de una estrategia de política pública para promover la participación estudiantil y la formación ciudadana. Para ello, se analizaron las instituciones educativas como parte de un sistema con sus normas, directivas y maneras de organización; así como las valoraciones, concepciones, actitudes y prácticas de convivencia y participación, de los actores del centro educativo. El proceso de indagación que se llevó a cabo, se centró en tres 31.

(32) aspectos: el conocimiento sobre los derechos de niños y adolescentes, prácticas de participación ciudadana y las percepciones que se tenían acerca de estas. Frente a esto, los representantes de Municipios Escolares, expresan que los estudiantes participantes de esta organización escolar aprenden prácticas democráticas que incorporan en la elaboración de planes de trabajo, y estas a su vez contribuyen en su desarrollo personal, autoestima, capacidad de exponer ideas y hablar en público. También manifiestan que en algunos centros escolares, la participación termina reducida a los procesos electorales y que el derecho a la participación es uno de los que se cumple de forma irregular. Además, evidencian que en algunos de los centros escolares que participaron en la investigación, no hay claridad en docentes, directivos y estudiantes acerca de lo que significa participación y las formas en que pueden ejercerla (Martínez, 2016). De acuerdo con lo anterior, se puede decir que los municipios o concejos escolares pueden convertirse en una estrategia de formación ciudadana, si se elabora el proyecto de manera conjunta en una institución y este sea de conocimiento general de todos los miembros involucrados. Que el hacer parte de estas organizaciones, desarrolla en los estudiantes ciertas habilidades que pueden ser replicables en el ámbito social y comunitario, aparte de que ese proceso también puede ayudar en el mejoramiento de los ambientes de aprendizaje. Así lo corrobora, un estudio realizado por Robles (2017), en una institución educativa de Bogotá en el que se tenía como objetivo caracterizar los aprendizajes y niveles de participación de los niños y adolescentes teniendo en cuenta los niveles de participación. 32.

(33) propuestos por Roger Hart (1993), para esto se utilizó metodológicamente la investigación acción. La muestra escogida fue los estudiantes que hacen parte del consejo estudiantil como estamento que promueve la participación estudiantil y los que están vinculados a algún proyecto pedagógico de la institución. Como resultado de esa investigación, se puede destacar que esos estudiantes se muestran más motivados y con mayor iniciativa frente a diferentes procesos educativos, al proponer proyectos o ideas que son de su interés. En cuanto a los niveles de participación, la investigadora concluye que se dan tres de los expuestos por Hart: aparente, la cual alude a la manipulación de los adultos hacia los menores, genuina, por medio de la cual se les asigna responsabilidades a los niños y significativa, mediante la cual los niños opinan y toman decisiones. Lo anterior, permite afirmar que cuando los estudiantes participan en la construcción de procesos colectivos en la escuela, se generan habilidades o competencias personales y grupales que a su vez pueden favorecer el desarrollo de las comunidades, además, se favorece el fortalecimiento de la dimensión cognitiva de las personas, repercute en sus procesos: afectivo, emocional, relacional, comunicativo, ético y político, este último, haciendo alusión a la capacidad de los seres humanos para tejer proyectos que benefician a la vida en comunidad. En resumen, la escuela debe ser un espacio de participación democrática que permita al ser humano desarrollarse de manera integral. Al revisar sobre algunas ventajas que traen los procesos de participación en los estudiantes, surge la necesidad de comprender cuales son algunas de las barreras que se presentan en estos procesos. Con relación a este aspecto, se cita, un estudio denominado Convivencia escolar: Un estudio sobre buenas prácticas realizado por Grande (2010), el cual se propuso vislumbrar las prácticas en las que se construyen culturas de paz, como un 33.

(34) reto frente a lo que existe por tradición en las investigaciones, que es el foco en la violencia. La investigación parte de los centros educativos acogidos por la red de Escuela: espacio de paz que han llevado a cabo proyectos de convivencia. Ese estudio, se centra en el análisis de las actividades dirigidas a la cohesión del grupo, la gestión democrática de normas y la educación en valores. Uno de los aspectos que resalta la autora acá, es pensar en el conflicto como parte de la vida humana, y frente a este crear alternativas de orden preventivo e interventivo. De dicha investigación, se concluye que son pocos los centros escolares que tienen un proyecto específico para mejorar la convivencia, puesto que la construcción de estos depende de las facilidades y los espacios que las directivas brinden para el ejercicio de la participación. Además, se referencian algunos artículos resultado de investigaciones cualitativas, con enfoques hermenéutico y etnográfico los cuales dan cuenta de barreras que se presentan en el desarrollo de prácticas participativas en las instituciones educativas, entre ellas se mencionan: el recelo por parte de las autoridades escolares, las diferencias culturales entre profesores y estudiantes, la normativa restrictiva, la agresividad, y el trato inadecuado entre las personas que comparten un espacio escolar. También se considera desde diferentes percepciones que, los jóvenes no están preparados por su inmadurez para asumir con responsabilidad la participación en la toma de las decisiones, que en las instituciones educativas los que en realidad participan son los directivos y las personas más cercanas a estos, lo que genera tensión frente a la convivencia. Estos estudios también coinciden en decir, que la participación no se puede imponer ya que es un ejercicio aprendido tras la práctica y exige una relación constante entre los diferentes miembros de la institución educativa, la cual debe reflejarse en la toma de decisiones y construcción de objetivos 34.

(35) (Herranz, 2014; Maroto, 1997; Álvarez, 2001; Cárdenas, 2014; Cubides, 2001; Peña, Sánchez, Ramírez y Menjura, 2017). De acuerdo con lo anteriormente descrito, se encuentran posibles barreras para el proceso de participación que pueden ser comunes en las instituciones educativas, tal es el caso de una cultura androcéntrica y adultocéntrica que se caracteriza por una fuerte dominación de los adultos sobre los niños y jóvenes y repercute en los demás aspectos del individuo, las relaciones basadas en una cultura de autoridad y disciplina, vista esta última como el obedecer las normas y disposiciones establecidas por los adultos. Entre las críticas encontradas al respecto, se menciona el hecho de que los gobiernos escolares son propuestos y direccionados por los docentes. Frente a estos ambientes de participación, los estudiantes no se sienten comprometidos a cumplir las normas porque las consideran impuestas, sólo participan unos cuantos y no todos. Asimismo los gobiernos escolares son débiles por la desigualdad en la distribución del poder, la experiencia y el tipo de formación que hay en las instituciones educativas, por ello, los que allí están involucrados se limitan a opinar sobre asuntos que ya están definidos por los directivos. En consonancia con lo anterior, se analiza una investigación social realizada en una institución educativa de Mosquera Cundinamarca, por Delgado (2016), la cual buscaba analizar las relaciones de género y participación en el gobierno estudiantil. Entre los temas centrales de la investigación, se indagó acerca de los derechos políticos de la mujer y su participación en el contexto escolar teniendo en cuenta la relación de género- ciudadanía. Desde las voces de algunos grupos de estudiantes referenciados en el documento, los gobiernos escolares son una farsa, puesto que sus intereses no son tenidos en cuenta y. 35.

(36) porque en el colegio sigue prevaleciendo el autoritarismo por parte de directivos y docentes. En dicho estudio, las mujeres resaltan que los hombres son quienes en su mayoría participan en el gobierno escolar y la participación de ellas es escasa. Esta situación se puede relacionar con fenómenos de la política formal como lo son el clientelismo y la corrupción, estableciendo así, otros limitantes para que se fomenten prácticas participativas horizontales. En otras palabras, los procesos de gobierno escolar hacen énfasis en la democracia representativa y conceden menor atención y espacio a la de carácter participativo, es decir, se centra en prácticas electorales. Otro aspecto del estudio, es que recomiendan a la escuela, hacer cambios en su forma de organización escolar, entrelazar la participación con otros procesos escolares diferentes al gobierno escolar como los proyectos pedagógicos y así formar para producir y construir colectivamente. En contraste con lo anterior, se trae a colación un documento para la Organización de los Estados Iberoamericanos. En este monográfico, Vicky Colbert autora del documento, se enfoca en las mejoras de la calidad de la educación en el sector rural, a través del modelo de escuela nueva, mediante el cual se promueve el aprendizaje cooperativo, se implementan métodos de enseñanza activos centrados en la participación de niños y niñas; y en este sentido el rol del docente se convierte en facilitador para el aprendizaje. Colbert (1999), se basa en el primer estudio comparativo de la UNESCO, el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, en el que se compararon once países, siendo Colombia en ese entonces el país más destacado en sus innovaciones pedagógicas en este. 36.

(37) campo. Uno de los aspectos que se destaca de estas experiencias, es que se demostró que el aprendizaje cooperativo contribuye enormemente al comportamiento democrático en procesos participativos desde una edad temprana, lo que repercute en el desarrollo de valores, actitudes y habilidades para una ciudadanía activa (p.109). Ahora bien, centrando la mirada en el gobierno escolar, vale destacar su propósito de fortalecer actitudes y comportamientos democráticos, se apoya en acciones como la organización de comités en la que los niños y niñas también se vinculan a grupos comunitarios, en estos procesos se apoyan en algunas herramientas para favorecer la participación de estudiantes y familiares, así como de promover el desarrollo socio afectivo y moral desde la vivencia (Colbert, 1999, p.120). Finalmente, vale decir que en estos procesos se busca impactar a las comunidades, y que los docentes cuentan con alternativas de formación para cualificar sus procesos. En esta misma línea, se encuentra un estudio titulado Colombia en deuda con su infancia, elaborado por el Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia y entidades como Save the Children y Visión Mundial (2006), cuyo objetivo era reflexionar sobre la situación de los derechos de los niños en Colombia y proponer insumos para ampliar el debate sobre ese tema y los mecanismos para reformular políticas que garantizarían esos derechos. En él se considera que “la participación de los niños y niñas es incipiente” (p. 19), y una de las barreras para promover procesos de participación con niños y jóvenes puede ser que estos son poco reconocidos como sujetos de derechos, actores sociales, autónomos, reflexivos, participativos y con capacidad de interpretar su realidad.. 37.

(38) En voces de los niños y jóvenes consultados no hay oportunidades para participar, principalmente si pertenecen a la zona rural, a grupos desplazados o cualquier otra población en situaciones de vulnerabilidad. También expresan que en el hogar no se les tiene en cuenta cuando se trata de tomar decisiones y algunos espacios son creados para que ellos participen pero no son informados al respecto, por eso no hacen uso de ellos. El informe también apunta al papel que juega el Estado en el respeto y cumplimiento de los derechos de la niñez y la juventud, frente a esto, los autores afirman que “en el país predomina una forma de participación limitada” (21). Así mismo, dentro del texto se considera que el Estado no estimula a los niños y jóvenes para que creen sus espacios de participación. En cuanto al ámbito escolar, informa que en las instituciones educativas prevalece la autoridad de los adultos y esto en vez de favorecer la participación, lo que hace es relegarla a actividades formales o reducirla a procesos de elección de gobierno escolar. También proponen que deben democratizarse los espacios en que niños y jóvenes se relacionan con los adultos como el aula de clases y hasta las relaciones que se establecen entre docentes y estudiantes. En este sentido, se hace necesaria la reflexión acerca de las formas de participación que se dan en las instituciones educativas, el lugar que se les está brindando a niños y jóvenes en la construcción de acuerdos y el papel que juegan los adultos en el fomento o impedimento de espacios o ambientes participativos. De acuerdo con esto, se pudo evidenciar en los diferentes estudios que la autoridad está en manos de los adultos quienes ejercen cierto dominio sobre los menores en las familias y en la escuela.. 38.

(39) Frente a esta situación, niños y jóvenes pueden manifestar su descontento con lo que les afecta y es entonces cuando se presentan los conflictos o las tensiones entre adultos y menores. Pero también, pueden practicar de manera aislada a las estipuladas por la escuela otras formas de hacerse escuchar, de llegar a acuerdos con sus compañeros y de tramitar sus problemas de convivencia, lo que Jackson (1992), ha denominado el currículo oculto. Este se entiende como los diferentes aprendizajes que adquieren los estudiantes en la escuela pero que no se encuentran establecidos en los documentos institucionales, se enriquece en las relaciones con los otros, los valores e intereses de cada sujeto a los cuales buscan darle cierto nivel de legitimidad. Luego de la revisión de estudios que han indagado sobre la participación y la convivencia, se puede deducir que la mayoría de investigaciones encontradas son estudios cualitativos, algunos con enfoque etnográfico y otros con enfoque hermenéutico. Estos estudios, se han centrado en las perspectivas y experiencias que tienen los estudiantes con respecto a la participación y la convivencia en las instituciones educativas, así como los efectos que tienen las formas de ejercerse esos procesos en el campo individual y social. También se encontraron algunas investigaciones que indagaron con docentes y directivos docentes. En ese mismo rastreo de información, se da cuenta de que la participación y la convivencia guardan una relación de implicación ya que al fomentar espacios participativos se tiende a mejorar la convivencia entre los sujetos que comparten un mismo espacio. Así mismo se concluye, que la participación en las instituciones educativas ha sido un proceso limitado por relaciones de jerarquía y poder como el adultocentrismo, lo que implica a los menores asumir el lugar de subordinados y receptores de órdenes, decisiones y normas ya acordadas o establecidas. Tales prácticas generan en niños y jóvenes 39.

(40) expresiones de apatía, inconformismo, desacuerdo y tensiones que afectan el acto de convivir en una institución educativa. Mientras que en los casos en que se involucra a estudiantes, padres y docentes en las diferentes decisiones o procesos escolares, el ambiente es de cooperación, respeto, liderazgo en niños y jóvenes, lo que contribuye a una mejor convivencia y el logro de metas comunes. Otro hallazgo para resaltar, es la capacidad de agencia en niños y jóvenes que se ha ido desarrollando en algunos centros escolares cuando se les tiene en cuenta no solo para opinar sino para llevar a la práctica sus ideas. En lo que se refiere a los acuerdos o pactos de convivencia, se puede concluir que hay una cultura de imposición en cuanto a las normas que reglamentan el convivir con los otros, pero además, se presenta un reflejo de los procesos de socialización que se llevan a cabo en la familia y otros espacios de interacción social. Así, los reglamentos pueden ser más aceptados y puestos en práctica en la medida en que todos los involucrados participen en su construcción, si no es así, entonces esas normas son vistas como imposiciones y son poco acatadas lo que conlleva a tensiones o manifestaciones de conflicto al interior de las instituciones educativas. Por otro lado, a pesar de que la participación en las instituciones educativas ha sido enfocada básicamente a las elecciones de gobierno escolar, poco se ha encontrado con respecto a investigaciones que planteen o expongan resultados positivos de dicha organización. Lo que se resalta es que los gobiernos escolares son poco funcionales en las instituciones educativas y que la motivación de la comunidad por hacer parte de ellos es cada vez menor.. 40.

Referencias

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