1. I N S P I R A C I Ó N

1. I N S P I R A C I Ó N

Tras este proceso de formación en educación transpersonal del que he formado parte, y por el que, sobre todo, he alcanzado una inmensa serenidad, asaltan preguntas en mi mente relacionadas con por qué no consigo que esta serenidad sea mi guía en los vaivenes de la vida, por qué hay momentos en los que siento que mi chispa interior se apaga, por qué necesito seguir formando mi alma, cosa que no me importa, para alcanzar la plenitud…

Este trabajo de investigación lo he enfocado hacia mi misma persona, y va dirigido a todas aquellas personas que se sientan limitadas por la alimentación y tengan necesidad de purificar su cuerpo físico, mental y espiritual, como en realidad me ocurre a mí.

Las oportunidades de desarrollo que se abren a través de esta indagación, son fundamentales para nuestra vida diaria, aprender a alimentarnos conlleva aprender a conocer como está nuestro interior y nuestros sentimientos, a saber nutrirnos y escuchar a nuestro corazón y nuestra alma.

A la hora de realizar este escrito, veo reflejadas tanto mi luces como mis sombras, luces como el amor con el que cuido de mi equilibrio alimentario (ocasionado por la diabetes), sombras como cuando reprimo la tristeza, el enfado y la ira, comiendo lo que no debo para ello, así como carencias como las que hacen que ofrezca un caramelo a un niño para acallar una llamada de auxilio.

Doy gracias a las inteligencias que residen en mí, y que me van a ayudar a realizar mi proyecto educativo, intelectualmente me encuentro capacitada para organizar mis ideas y exponeros lo que siento y lo único que haré será trasladaros todo lo que dicta mi corazón, para ello mi intuición me guía y mi amor me inspira.

Mi visión de futuro está encaminada a que todos sepamos nutrirnos correctamente y aprendamos a escuchar a nuestro cuerpo emocional, acostumbramos a callar a un niño enrabietado con dulces, en lugar de que exprese sus sentimientos, va creando una armadura llena de emociones no expuestas, ni honradas ni depuradas que forman parte de un volcán incontrolable a punto de estallar, y al que, más adelante, intentaremos someter a base de alcohol, tabaco, alimentos dulces u otras sustancias nocivas de extremos efectos inmediatos.

2. I N T E N C I Ó N

Nuestro cuerpo muestra nuestras carencias y sombras y nosotros no acostumbramos a oír sus gritos, es por lo que voy a intentar poner un poco de luz a este tema tan comúnmente tratado y no entendido, deseo de corazón que nos ayude a todos en este nuestro caminar por la vida.

3. I N V E S T I G A C I O N E S E I N D A G A C I O N E S HACIA UNA ALIMENTACIÓN CONSCIENTE.

A nivel global, el proceso de la alimentación aún no se ha entendido, nos encontramos en una fase primaria e infantil. Comemos porque tenemos hambre, porque nos gusta o porque nos apetece esto o aquello, sin preocuparnos del efecto y de las reacciones energéticas que puede generar cada alimento o sustancia ingerida.

Nos sentimos seducidos por alimentos a nivel sensorial (colores, sabores, texturas…), a nivel emocional (según nos sentimos, hábitos familiares, lugar en el que nos encontramos…), a nivel de supervivencia, o con un poco de suerte, a nivel intelectual, atendiendo a los grupos de alimentos necesarios (vitaminas, proteínas, carbohidra-tos…), en nuestra alimentación. En general, desconocemos los efectos y reacciones que provoca en nuestros cuerpos físico, emocional y mental, todo lo que consumimos como mínimo durante tres veces al día. Es una pena no haberlo aprendido ya desde pequeños, que nos hayan enseñado a tomar consciencia de la vibración de los alimentos y saber cuales generan hiperactividad, relajan, producen más frío o calor, nos refuerzan, depuran, etc. Con este conocimiento nos sentiríamos más libres de entender las reacciones de nuestros cuerpos y podríamos escoger con sabiduría lo que necesitamos en cada momento. Llegaríamos a una alimentación consciente, que nos permitiría escoger siempre lo necesario para equilibrarnos, escuchando los susurros y necesidades de nuestros cuerpos.

¿Por qué comemos?

Fuera de lo que actualmente pensamos que es comer en el menor tiempo posible y de manera que nos cueste el mínimos esfuerzo su preparación, partimos de hay que comer para vivir y esto no significa que tengamos que pasaros el día en la cocina, sino que tenemos que aprender a seleccionar los alimentos con calidad y sabiduría energética.

 Comemos para generar una buena calidad de sangre. Nuestro cuerpo necesita un pH equilibrado para poder dar a todos nuestros órganos lo que necesitan. Hay alimentos que generan una sangre ácida, con la que construimos estrés, enfermedad y desequilibrio y otros que la generan alcalina, produciendo energía vitalidad y salud. De nuestra consciencia y entendimiento depende crear un estado y otro.

 Somos los creadores de nuestra vida a todos los niveles. Con nuestra forma de pensar, sentir, actuar y comer, creamos nuestro presente y de nosotros dependen los frutos que queremos recoger de nuestro huerto interior.

 Una alimentación consciente se basa en alimentos naturales, recolectados en el campo, fruto de nuestra madre Tierra. Alimentos primarios, sin procesar: cereales integrales, legumbres, proteínas vegetales, variedad de verduras, frutas, semillas, frutos secos, algas y pescado.

 Una alimentación sostenible. Si utilizamos alimentos locales del campo en su forma más primaria, respetaremos las estaciones, disfrutando con lo que la naturaleza nos ofrece en cada momento. De esta forma no tendremos que importar alimentos del otro lado del planeta, que contribuye a la contamina-ción y destruccontamina-ción medioambiental, creando así una alimentacontamina-ción sostenible para todos. Esta es la base para conseguir el equilibrio y la salud integral, que nos ayudará a estar en nuestro presente con centro, energía, paz y salud. Nuestros tres cuerpos.

Poseemos un cuerpo físico, al que podemos ver y tocar y de vibración muy lenta, un cuerpo emocional, de vibración más rápida que no podemos ver pero si sentir y que vibra según nuestro estado de ánimo, pensamientos y evolución personal interior, y por último nuestro cuerpo mental, que vibra muy rápido, es un instrumento muy importante, una especie de ordenador interno que nos ayuda a vivir y nos protege de experiencias pasadas de peligro, pero que no nos debería controlar. Nosotros NO SOMOS nuestra mente. El conjunto de estos tres cuerpos es imprescindible para nuestra supervivencia, pero no somos ninguno de ellos. Conseguir que el equilibrio y la salud reinen en todos ellos con un propósito común, guiados por nuestra parte más profunda e intensa, la cual debemos aprender a reconocer, es nuestra meta a conseguir.

Los apegos.

Es latente que todos tenemos apegos alimenticios, que pueden venir por una carencia a nivel del cuerpo físico, emocional, mental, o por una desconexión interior o espiritual. No existen apegos alimenticios, sino carencias energéticas. Todo es energía, nosotros y lo que nos rodea. A veces se trata de una energía densa que podemos ver y tocar (como nuestro cuerpo físico), otras energías son más sutiles y podemos percibirlas pero no verlas (como nuestro cuerpo emocional y mental), pero todas vibran con mayor o menor intensidad.

Cuando deseamos un alimento apego, casi siempre se trata de algo muy específico, por ejemplo si se desea chocolate, uno lo querrá negro otro con leche e incluso otro almendrado…. ¿por qué seleccionamos algo tan particular?, pues porque en dicho alimento hay un efecto, una reacción, y realmente esto es lo que se busca.

Con el conocimiento energético de los alimentos y de las necesidades de nuestros cuerpos (físico, emocional, mental), se genera sabiduría y libertad de acción. Nos sentimos equilibrados, entendiendo el porqué de nuestros deseos.

Un ejemplo muy visual es de los antojos que aparecen en el embarazo, que es cuando el cuerpo físico impera sobre los demás, pues tiene que crear una vida, y la madre tiene que tener una alimentación totalmente equilibrada, es la manera con la que el cuerpo físico expresa la carencia de un alimento, por ejemplo si desea queso no es que la necesidad sea ésta, sino lo que dicho alimento contiene, por ejemplo grasa, proteína, nutrición, calor, energía densa, textura seca, minerales, etc…

En realidad los apegos alimenticios son carencias energéticas, si éstas provienen de una alimentación desequilibrada, podrían tener dos orígenes:

-Físico. Cuando una persona tiene déficit de minerales (por ejemplo desea patatas fritas saladas), o proteínas (desea jamón), o carbohidratos (desea chocolate), etc. -Energético. Cuando una persona desea cierto alimento capaz de generar calor, relajación, energía rápida, subida de glucosa (algo muy usual en mí por la diabetes), desinhibición….

Lo que necesito y lo que deseo.

Nuestro cuerpo emocional y mental, tienen sus necesidades, si no las compensamos con un nivel apropiado de vibración, desearán compensarlo con alimentos de naturaleza física (comida), produciendo más conflictos en ese cuerpo con carencias. Es entonces cuando la unidad de armonía, equilibrio y paz se desintegra y aparecen dos polos opuestos y antagónicos: lo que necesito y lo que deseo.

LO QUE NECESITO: Observémonos sin juicios y sintiendo nuestra vibración energética. ¿Nos sentimos débiles o con energía?

¿Somos hiperactivos o con necesidad de relajarnos; o pasivos con necesidad de activarnos?

¿Con calor o con frío?

¿Con exceso de grasas, kilos, emociones fuertes; o con carencias, depresivos, anémicos y con deficiencia de peso y energía?

Hay que proveer al cuerpo físico de sus necesidades alimenticias, de acuerdo con sus exigencias físicas del momento y con alimentos físicos, aunque sea fácil de entender es muy complejo de aplicar, ya que no todos los cuerpos (físico, emocional, mental), tienen las mismas necesidades energéticas. Mientras uno puede estar débil y sin energía, otro puede estar tenso, rígido y con necesidades opuestas.

No podemos reforzar el cuerpo físico, hasta que no empecemos un trabajo energético de abrir y depurar el cuerpo mental y el emocional. Y para conseguirlo es recomendable aprender a conocerlos y trabajar con ellos sabiendo:

-Qué emociones tenemos encerradas desde hace años. -Qué actitudes mentales acarreamos a lo largo de la vida. -Qué creencias afectan a nuestra realidad.

Es un trabajo interior para el que se requiere mucha humildad, rendición, coraje y ganas de conocernos de verdad. Si no empezamos conociendo las necesidades de nuestros cuerpos de vibración más rápida (emocional y mental), siempre nos auto sabotearemos con excusas, desearemos alimentos físicos extremos con efectos de expansión, apertura y vibración rápida, como el azúcar, el chocolate, el alcohol, exceso de frutas, zumos, estimulantes, líquidos…, para compensar enérgicamente lo que sentimos en nuestro interior (estancamiento, rigidez, tensión, bloqueo, presión…). Estos alimentos, pueden facilitar evadirse del dolor, no sentir para no tener que afrontar lo que no se desea ver, pero no es la solución. Si deseamos un efecto a largo plazo como forma de vida, primero hay que empezar a conocer y equilibrar los cuerpos más sutiles y que vibran con mayor rapidez (emocional y mental), de esta manera veremos como nuestro cuerpo físico se va equilibrando poco a poco, sin apenas cambios drásticos. Cuando se localiza algún desequilibrio a nivel físico, éste existía hace años en los cuerpos mental, emocional y etérico/aura, el físico es el último paso, el paso material y de vibración más densa con el que se exterioriza, (el aullido de nuestro cuerpo físico), si poco a poco nos hacemos más sensibles a los cambios interiores a todos los niveles, podremos escuchar los susurros, sentir sus efectos y vibraciones y, por tanto, equilibrarnos rápidamente.

LO QUE DESEO: Normalmente, lo que deseamos no es lo que necesitamos, pero al haber perdido nuestra intuición, se traduce de esta forma. El cuerpo físico funciona a la perfección con una alimentación simple, natural y principalmente de origen vegetal, es un apego de los otros cuerpos, emocional y mental, lo que hace desear alimentos físicos para compensar sus carencias a otros niveles de vibración.

Tanto para saber lo que necesitamos como lo que deseamos, es importante realizar un trabajo de autobservación y concienciación interior, poseer habilidad-para-responder a cada momento, fluir con las necesidades y los cambios energéticos constantes que la vida nos depara; estos cuatro puntos pueden ayudarnos:

-Vivir en el presente, sentirse totalmente aquí, enraizados y con cimientos sólidos. -Tener habilidad para intuir y escuchar los susurros de nuestras necesidades interiores , siendo objetivos y entendiendo la naturaleza de la carencia y de que cuerpo se trata. -Dejar fluir, con flexibilidad, estar abiertos a cambios en cualquier momento.

EL CUERPO FÍSICO.

El cuerpo físico es el más denso de todos nuestros cuerpos, por eso podemos verlo y tocarlo, su vibración es lenta y necesita tiempo para hacer cambios, lo que hoy le pasa es fruto de nuestras acciones de años pasados, poco a poco creamos nuestra realidad a todos los niveles del ser, según vivamos el día a día, nuestro cuerpo tendrá salud o desequilibrio, así se mostrará, según que hábitos adoptemos para cuidar nuestro cuerpo físico a nivel de respiración, ejercicio, descanso, alimentación y forma de vivir, siendo fundamental nuestro bienestar emocional, afectado por nuestros pensamientos y creencias sobre nosotros mismos, y que en muchas ocasiones al ser negativos se traducen en emociones de victimismo, miedo y falta de coraje, que llevan a repercutir en la salud de nuestro cuerpo físico.

Según como pensemos, sintamos, vivamos, comamos y absorbamos la vida, nuestro cuerpo reaccionará y nos hablará. Es muy recomendable practicar el silencio, la meditación, la observación y la reflexión, para poder distinguir lo que nuestro cuerpo físico desea comunicarnos.

Las necesidades de nuestro cuerpo físico.

Como en el tratamiento de la diabetes, lo recomendable es hacer tres comidas al día, desayuno y comida abundantes, cena ligera, y a media mañana y a media tarde por ejemplo una fruta o un vaso de alguna bebida de origen vegetal…, es muy recomendable que los horarios sean siempre los mismos, nuestro cuerpo físico lo agradecerá.

Grupo de alimentos. En cada comida principal es ideal incluir:  Una clase de cereal integral en grano.

 Una clase de proteína (legumbres, tofu (semilla de soja y agua que asemeja al queso en su presentación), tempeh (producto alimenticio procede de la fermentación de la soja que se presenta en forma de pastel), seitán (preparado alimenticio a base de gluten de trigo y que asemeja a carne vegetal una vez cocinado), o pescado).

 Un alga (kombu, wakame, hijiki, dulce, arame, nori, espagueti de mar…).

 Una cocción larga de verduras de raíz y redondas, que nos proporcione el dulzor natural que necesitamos.

 Una verdura verde, cocinada muy ligeramente para que nos dé la depuración que nuestro hígado necesita, además de proporcionarnos frescor, fibra, calcio, clorofila, hierro y textura crujiente.

 Una pequeña proporción de semillas o frutos secos, germinados y pickles (verduras fermentadas naturales).

¿Qué sucede cuando un grupo de estos ingredientes no está?

Carencia de

¿Qué sucede?

CEREALES INTEGRALES

Falta el carbohidrato que nos genera vitalidad, energía y tonifica el sistema nervioso. Por la tarde nos sentiremos ansiosos, con falta de energía, desconcentrados, con ganas de tomar bollería, galletas, chocolate, algún azúcar rápido…, para compensar rápidamente esta carencia de cereal. Es fundamental que tomemos en cada comida una pequeña proporción de cereal integral para sentirnos con equilibrio y centro.

PROTEÍNA (o poca cantidad)

Por la tarde desearemos algo que nos llene y satisfaga dicha carencia. Según la persona, puede que le apetezca tomar chocolate con frutos secos, patatas fritas, queso, galletas, pan, bollería o pastelería…

ALGAS

Las verduras del mar tonifican nuestro sistema nervioso y circulatorio, remineralizan los huesos y alcalinizan la sangre. Es indispensable el consumo diario en cada comida de 2-3 cucharadas de algas, si no las consumimos con regularidad necesitaremos alimentos muy salados para compensar la deficiencia de minerales. De ahí puede que se genere el apego al jamón, embutidos, quesos y condimentos salados, sal cruda por encima de las comidas, snacks salados, poco recomendables a la hora de crear estabilidad y salud.

VERDURAS DE RAIZ Y REDONDAS

Con su dulzor natural, este tipo de verduras ayudan a sentirnos menos ansiosos, a relajarnos, a tonificar nuestro estómago, bazo y páncreas. Conviene cocinarlas con métodos de cocción que realcen su dulzor, como por ejemplo: vapor, salteado largo, estofado, horno, mantequilla, crema, plancha. Si no existe sabor dulce en la comida, sentiremos deseos de tomar dulces refinados, pastelería, chocolate..., que desmineralizarán, debilitarán y generarán una sangre ácida. Es importante aplicar el dul zor en nuestras comidas y no en postres calóricos.

VERDURA VERDE

No es comer lechuga, pepino, o judía verde cocinadas durante 30 minutos con patatas. Se trata del uso de verduras verdes frondosas, llenas de fibra, clorofila, hierro y calcio, cocinadas sin que se destruyan dichas propiedades, de 2 a 3 minutos. El hígado y la vesícula biliar necesitan esta energía fresca y depurativa para poder hacer sus funciones. Normalmente, se encuentran bloqueadas debido al consumo de grasas saturadas, exceso de sal, consumo de alcohol... Si no tomamos el verde diario necesario, nos sentiremos bloqueados, tensos, con mal humor, coléricos, agresivos, irritables y puede que también bloqueados a nivel intestinal.

Grupo de estilos de cocción, texturas, sabores, colores y temperaturas. Que afectan a nuestro equilibrio alimenticio.

GRUPOS

DE DEFINICIÓN TIPOS

ESTILOS DE COCCIÓN

Cada grupo de cocción nos nutrirá de unos efectos y energía diferentes, de ahí lo importante de preparar nuestros platos con diferentes estilos de cocción, acorde a los cambios climáticos y nuestras necesidades personales.

Refrescantes/enfriantes: Prensados, macerados, encurtidos, germinados y escaldados.

Ligeros (uso diario): Hervidos, salteados cortos (con agua o aceite), vapor y plancha.

Relajantes (uso diario): Estofados, cremas dulces de verdura, mantequillas y sopas.

Calientes/Vigorizantes: A presión, horno, salteados largos, brasa y fritos.

TEXTURAS

Si carecemos de alguna textura en nuestras comidas, (crujiente, blanda, húmeda y seca), en pocas horas sentiremos apego por la textura ausente.

Crujiente y seca, por ejemplo un cereal integral acompañado de semillas.

Blanda y Húmeda, por ejemplo una calabaza al vapor o papillote de verduras de raíz.

Crujiente y Húmeda, por ejemplo verdura verde cocinada brevemente o una ensalada.

SABORES

En nuestra cocina tradicional aparecen sabores como salado, picante y ácido, por lo que siempre pensamos en el postre para saciar esa carencia de dulzor, aunque lo único que esto nos produzca es hiperactividad y estrés. Nuestros platos diarios deberían tener un 85% de sabor dulce natural y un 15% de los sabores restantes. Cada uno tonifica y regenera diferentes órganos de nuestro cuerpo, aportando distintos efectos y energías.

Sabor dulce: Tonifica y refuerza el estómago, bazo y páncreas, se encuentra en: cocciones de verduras de raíz y redondas (vapor, salteados, estofados, horno, cremas, plancha…), en los cereales integrales cocidos, en frutas locales y estacionales, frutas frescas, endulzantes naturales (miel de arroz, melaza de cebada...) y jugo concentrado de manzana.

Sabor salado: Su uso moderado tonifica y refuerza el riñón y la vejiga, se encuentra en la sal marina, condimentos salados (miso, salsa de soja, tamari, umeboshi) y algas (nori, wakame, dulce, arame, espaguetti de mar, kombu, etc.)

Sabor amargo: Tonifica y equilibra el corazón y el intestino delgado, se encuentra en verduras verdes frondosas, lechuga, endibia, escarola, alcachofa, hojas de rabanito, nabo, ortiga, en las algas, semillas, café de cereales, infusiones de tomillos, romero, salvia...

Sabor ácido: Su uso moderado equilibra al hígado y la vesícula biliar, se encuentra en todos los cítricos, frutas frescas, pickles (verduras fermentadas naturales), umeboshi (vinagre, pasta y ciruelas) y vinagre de arroz.

Sabor picante: Su uso moderado equilibra el pulmón y el intestino grueso, se encuentra en todas las especias (jengibre, mostaza, ajo, pimienta, curry…) y verduras crudas (berro, rabanito, nabo, cebolla, puerro, cebollino, etc…).

COLORES

Es importante integrar gran variedad de colores en nuestros platos, nos ofrecen factores nutricionales y alimentan nuestros sentidos. Colores como el naranja de la calabaza y la zanahoria, el amarillo del maíz y la chirivía, el rojo de los rabanitos y la remolacha, el verde de las judías y el brócoli, el negro de las aceitunas y las algas….

TEMPERATURAS

Si siempre comemos alimentos crudos y fríos, probablemente nos apetezca algo que genere calor, o si por el contrario solemos comer alimentos muy cocidos, nos apetecerá algo frío o crudo que nos enfríe. No es recomendable tomar muchos alimentos crudos, porque nos enfrían y apagan nuestro fuego digestivo, debilitando incluso nuestros riñones (centro de nuestra energía ancestral y constitucional), bastará de tomar una pequeña proporción de verdura verde ligeramente cocinada acompañada de germinados para aportar esta parte de textura húmeda-crujiente con efecto enfriante.

Las comidas irregulares. Tenemos dos grupos de personas, las que toman pequeñas comidas, no quieren comer demasiado y al cabo de un par de horas necesitan comer de nuevo, por lo que es conveniente acostumbrarse a darle al cuerpo una cantidad suficiente para que pueda pasar varias horas con energía, dinamismo y concentración; y las que no tienen un horario coherente y con sentido común, nuestro cuerpo físico agradece tener unas pautas más o menos flexibles.

La calidad de comer. Comer con presencia, en silencio y masticando será beneficioso tanto a nivel nutricional como energético. Somos lo que comemos, luego es preferible cocinar los alimentos en el momento que vamos a tomarlos, que tenerlos ya cocinados, a energía y vitalidad de los mismos será nula y por tanto eso es lo que aportará a nuestro organismo. Si tomamos alimentos sin energía, seguramente al poco rato nos apetecerán alimentos con energía instantánea, como café, azúcar, bollería, bebidas gaseosas azucaradas, alcohol, etc…

El factor tiempo. Como no hay tiempo para cocinar, debido a la tropelía con la que vivimos, acabamos comprando platos precocinados para calentar en el microondas, ¿qué tipo de energía puede generarnos esto?. La típica cocina de la abuela, hecha con amor, tiempo, dedicación y utilizando ingredientes del campo, locales y estacionales en su forma más primaria, debería ser nuestra guía.

Aceptar nuestras tradiciones. Todas las personas tenemos un bagaje familiar, cultural y social que nuestros sentidos han vivido, lo ideal es satisfacer este nivel con alimentos naturales preparados con los platos tradicionales de toda la vida.

El descanso.

El descanso y las horas adecuadas de sueño son vitales para reparar nuestro sistema nervioso y a otros planos de consciencia, la ausencia o privación de sueño o descanso nos llevará a apegarnos a alimentos que generan energía, cuando realmente ¡lo único que necesitamos es dormir!.

La ansiedad física.

Puede estar causada por falta de alimentos y se soluciona con comer, cuando estamos muy tensos y bloqueados lo intentamos arreglar comiendo en exceso puesto que esto nos relaja, por desconocimiento energético, por ejemplo si deseamos desapegarnos del chocolate ¡hay que dejar de comer carne!, cada alimento posee un tipo de energía.

Los alimentos y sus energías.

ENERGÍA EXTREMA

YIN

Centrífuga, expansiva, hincha, inflama, enfría en extremo, peso fofo, desmineraliza. Efecto de evasión, dispersión, desconcentración, vibración muy rápida. Genera adrenalina y debilidad del sistema nervioso, óseo, circulatorio y endocrino. Acidifica el pH de la sangre.

Drogas, Alcohol, Estimulantes (café, té, bebidas gaseosas azucaradas), Azúcares y levaduras artificiales (azúcar blanco, moreno, de caña, miel, sirope de arce, helados, chocolate, fructosa, sacarina, levadura, bollería, pasterlería), Algas de lago (espirulina, clorella, klamath, agar-agar), Lácteos blandos, leche de soja, tofu crudo (mantequilla, nata, crema, requesón, leche, quesos blandos, yogur, kéfir), Especias (curry, pimienta negra, pimienta blanca, mostaza, ajo), Hierbas aromáticas, frutas tropicales o locales muy expansivas (plátano, piña, mango, aguacate, coco, papaya, pomelos, ciruelas, higos, dátiles) y Verduras solanáceas (pimientos, tomates, berenjenas).

ENERGÍA

MODERADA De uso diario.

Endulzantes moderados naturales (melaza de cebada y maíz, miel de arroz, amasake, concentrado de frutas naturales), Frutas secas locales sin sulfato (pasas, albaricoques, orejones, manzanas, peras), Frutas frescas locales y de temporada (manzanas, peras, melocotones, albaricoques, nísperos, cerezas, fresas, sandía, melón), Semillas y frutos secos (sésamo, girasol, calabaza, almendras, avellanas, nuece s, cacahuetes), Verduras locales y de temporada, Algas de mar (kombu, wakame, hijiki, dulce, arame, nori, espaguetti de mar), Leguminosas y proteínas vegetales (lentejas, grabanzos, pintas, azukis, alubias, seitán, tempeh, tofu ahumado), Cereales integrales, pasta integral y Pescado y marisco.

ENERGÍA EXTREMA YANG

Centrípeta, acumula, bloquea, peso denso, calor y tensión en extremo, vibración muy lenta y profunda. Genera adrenalina y emociones de exceso. Bloquea órganos y sistemas. Genera pH ácido en la sangre.

Aves, Carnes y grasas saturadas, Quesos secos y salados, Huevos, embutidos, jamón, pizzas y horneados, Condimentos salados (miso, salsa de soja, tamari, umeboshi) y Sal.

Un ejemplo del desconocimiento energético de los alimentos, es el problema de los niños hiperactivos a los que intentamos calmar a base de medicamentos, cuando el verdadero problema está en los alimentos y bebidas que producen una vibración extrema, un exceso de adrenalina y con ello un comportamiento extremo. Hinchamos a nuestros hijos a chucherías, azúcar, caramelos, chocolate, bebidas gaseosas azucaradas y luego les castigamos porque su comportamiento no es el adecuado.

Podemos conseguir una energía estable y estimular la producción de endorfinas, (hormonas de la felicidad), mediante ejercicio físico, actividades de ocio, una vida relajada y una alimentación equilibrada a base de alimentos de vibración moderada. Un exceso de alimentos de energía extrema yang, creará acumulación, no solo de peso, sino de emociones y apegos al pasado, es importante observarnos cada vez que queramos picar algo entre horas y sin hambre como embutido, queso, pan, bollería… Un exceso de alimentos de energía yin, como drogas, alcohol, estimulantes, azúcares refinados, chocolate…, nos llevarán a un estado ilusorio y una realidad ficticia, se utilizan a nivel colectivo para crear corazas de protección y evasión.

El dulzor en la alimentación. Este es un factor muy importante a nivel energético, la palabra dulce genera un efecto de apertura, de relajación, de aceptación, de ir más despacio, de saborear la vida con intensidad y calidad, de confianza, equilibrio, conexión interior, de amor…. Todos necesitamos dulzor a todos los niveles de nuestro ser, el sabor dulce no significa postres, el uso de cremas dulces de verduras nos aportará el dulzor necesario, utilizar cereales integrales de buena calidad nos aportará la glucosa necesaria para generar energía.

Si necesitamos dulzor a nivel emocional, por mucho chocolate que comamos, nunca nos saciaremos. Hay que buscar la solución a nivel emocional. Lo mismo sucederá si nos sentimos sin confianza o dirección en la vida. Hay que buscar el coraje y el propósito en nuestro corazón, conectar con nuestro dulzor, la fuerza interior que todos poseemos.

LAS CARENCIAS NUTRICIONALES Y ENERGÉTICAS.

Una carencia de nuestro cuerpo físico, puede ser de origen:

-Nutricional. Se busca con el apego compensar la deficiencia de los carbohidratos, minerales, proteína, grasas, aceites, fibra, vitaminas…

-Energético. Se intenta compensar la carencia de actividad, chispa, vitalidad, movimiento, calor, frío, energía rápida o lenta, relajación, evasión, dispersión…

Cuando surge un deseo o apego, podemos seguir dos pautas de acción, una tomar el alimento en una cantidad moderada justo en el momento en que se produce el deseo, aplacándose así la carencia del cuerpo que sea por un breve espacio de tiempo, y otra con ayuda de nuestro conocimiento energético y sentido común, comprobar el origen de la carencia y equilibrarlo de la manera más conveniente.

Voy a intentar analizar los grupos de alimentos más populares a los que solemos sentir apego, viendo carencias nutricionales y energéticas y de que manera podemos compensarlo en la cocina.

Deseo de

Carencia nutricional

por

Carencia energética por Compensación en la cocina

CARNES AVES EMBUTIDOS JAMÓN QUESOS HUEVOS Proteínas, grasa, aceite, minerales, sal… Alimentos concentrados, que alimenten, efecto de densidad, solidez, potencia, calor, sabor

fuerte, que no revigoricen. Deseamos

energía yang extrema.

Pescados (azul, rojo, pequeño…), proteínas vegetales, verduras del mar (algas), verduras de raíz y redondas en cocciones largas y que calienten, patés vegetales o de pescado, cereales integrales cocinados con olla a presión, condimentos salados, reducir consumo de crudos (ensaladas, frutas y zumos), evitar alcohol, vinagres, especies, estimulantes, azúcares refinados, bebidas gaseosas azucaradas, helados, comidas frías, leche, yogures, frutas tropicales...

LECHE MANTEQUILLA YOGUR KÉFIR QUESOS BLANDOS Y TIERNOS NATA CREMA REQUESÓN Calcio, vitaminas, grasa ligera, minerales y proteínas. Efectos de expansión, dispersa, enfría, vibración rápida, sensación cremosa, dulce, relajante, expansiva y evasiva.

Tofu fresco (preparado como queso de tofu, macerado, patés, cremas, en salsas, frito, a la plancha), toda clase de semillas o frutos secos tostados, mantequillas de sésamo, cacahuete, almendras, algas, estilos de cocción ligeros, cremosos y dulces, utilizar aceite a menudo, postres caseros (compota de manzana y plátano, mousses, gelatinas de frutas, natillas, licuados, batidos), evitar el uso de condimentos salados, reducir la cantidad de pescado, cereales y horneados de harina e incrementar verduras en forma dulce y cremosa, así como la proteína de origen vegetal. DULCES Carbohidratos, glucosa, proteína, falta de dulzor natural o textura seca crujiente. Energía instantánea, chispa al momento por

una subida de glucosa que va directamente a la sangre y reanima a

muy corto plazo. Deseamos energía yin

extrema.

Utilizar a diario verduras dulces (zanahoria, calabaza, chirivía, remolacha, cebolla), cocinadas en formas cremosas y dulces, preparar postres caseros a base de frutas locales, ensaladas y verduras verdes, licuados de verduras y frutas a diario, reducir la sal, condimentos salados y proteínas de grasa saturada animal, reducir horneados de harinas y exceso de pan, incluir cereales integrales.

BOLLERÍA Y HORNEADOS DE HARINA Carbohidratos, proteína, calor, densidad, efecto de solidez y potencia, de sentirnos llenos.

Como tapadera física cuando se tiene hambre a cualquier hora del día, cuando nos sentimos

débiles, sin energía, hipersensibles, bloqueados, como tapadera emocional…

Aporte adecuado de carbohidratos en forma de cereal integral de grano entero, suficiente cantidad de proteína en cada comida, suficiente cantidad de algas, incremento de texturas secas y reducir las blandas y húmedas, utilizar semillas y frutos secos ligeramente tostados por encima de los cereales para sustituir al pan y con buena calidad de postres caseros.

ACEITES Y GRASAS Proteína, grasa, platos que alimenten y nutran, cambio de alimentación carnívora a vegetariana.

Calor interno, densidad, alimentos que nos revitalicen, activen y nos llenen, o deseos de

aceite frito, crudo…

Aceite en cocciones largas y cortas, uso de aceite de buena calidad en aliños, incluir en las comidas el consumo de semillas y frutos secos, incrementar proteínas, usar mantequillas de semillas y frutos secos.

ESTIMULANTES (ALCOHOL, CAFÉ…) ¿Remedio para nuestros problemas emocionales y mentales? Efecto rápido e instantáneo de expansión, estimulación, activación, de densidad, cerrada y de estancamiento en algún nivel o falta de conexión

interior.

Efectos del alcohol: nos desmineraliza totalmente, afecta a nuestro sistema óseo (huesos frágiles, débiles y quebradizos), nervioso (altera funcionamiento provocando enfermedades irreversibles), circulatorio (crea un pH ácido de la sangre y anemia), reproductor (principal causa de infertilidad masculina), digestivo (ataca al hígado, intestinos, estómago, bazo y páncreas), endocrino (lo debilita) y produce muchos problemas de piel. SNACKS SALADOS Minerales, sal, proteínas, grasa, aceite… Alimentos concentrados, que alimenten, efecto de densidad, solidez, potencia, calor, sabor

fuerte, que no revigoricen. Deseamos

energía yang extrema.

Cocinar los cereales integrales con olla a presión, evitar texturas húmedas y blandas, incrementar condimentos salados, usar semillas y frutos secos crujientes por encima del cereal integral, incrementar uso de verduras del mar (algas), proteínas vegetales y pescado, patés vegetales o de pescado con consciencias secas y tendencias saladas, cocinar verduras crujientes, reducir crudos, evitar tomarlos después de la cena, antes el tv, nos producirán retención de líquidos, obesidad, bloqueo en el hígado y vesícula biliar, estreñimiento, presión alta, exceso de colesterol...

EL CUERPO EMOCIONAL Y MENTAL.

De pequeños nunca nos enseñaron a destapar lo que sentimos, a mostrar nuestras debilidades, sean por miedo o por arrogancia, nuestro cuerpo emocional tiene diferentes necesidades vitales que si no satisfacemos pueden acarrearnos desequilibrios a todos los niveles de nuestro ser.

El cuerpo emocional no podemos verlo, pero si sentirlo, nuestras emociones son energías en movimiento que pueden ayudarnos o hundirnos, tenemos que saber escucharlo, pueden ser de deficiencia (debilidad, victimismo, miedo, falta de autoconfianza…) o energías en movimiento de exceso (cólera, ira, agresividad, arrogancia….).

Según la calidad de nuestros pensamientos, se generan emociones positivas o negativas, somos lo que pensamos, ¿y de donde proceden nuestros pensamientos?, de las creencias de nosotros mismos, formadas por las experiencias que nos han marcado a lo largo de nuestra vida. Las emociones o energías en movimiento se pueden formar a través de la calidad de vibración que escojamos como alimentos en el día a día, cada alimento sólido y líquido tiene una vibración, que afectará a diferentes órganos de nuestro cuerpo físico, si se siente débil, bloqueado o con tensión habrá emociones negativas, si está en perfecto estado de salud, serán positivas. Por ejemplo, si tomamos exceso de alcohol, habrá emociones de descontrol, desinhibición o evasión, si comemos exceso de carnes, empezaremos a actuar con emociones violentas, de ira, impaciencia, cólera, con actitud distante o falta de apertura.

Para depurar nuestro cuerpo emocional tenemos que estar abiertos a escuchar nuestras emociones, a no taparlas con comida, bebida o hábitos negativos, hay que tener el suficiente coraje para abrir nuestra cajita de gusanos, entender por qué están todavía allí y depurarnos de estas creencias que nos bloquean.

Cada persona es única y se nutre de vibraciones emocionales diferentes, por ejemplo oír música especial, disfrutar del canto de los pájaros, mirar el cielo, pintar…, estas formas de nutrición emocional son vitales, hay que practicarlas regularmente de la misma manera que damos al cuerpo físico un mínimo de tres comidas diarias, algo que hace olvidarnos de nuestro cuerpo emocional es la falta de consciencia o presencia en nuestra propia vida, vivimos apegados al pasado, otros al futuro, y no sentimos el poder de vivir el presente. Nuestra mente nos controla, nos autosabotea bloqueando las emociones y creando toxicidad en nuestro ser.

Es importante mantenerse conscientes y presentes en nuestra vida, escogiendo a cada momento calidad en alimentos y pensamientos para que nuestras emociones sean de estabilidad, amor y armonía.

Todos los factores relacionados con nutrirnos y el amor hacia uno mismo están directamente vinculados con los problemas de alimentación actuales como la anorexia, la bulimia…, el alimento representa la madre, el amor, la seguridad de supervivencia y muchas veces se usa (en su exceso o deficiencia) como sustituto del amor que no hemos tenido.

Existe una conexión entre nuestros órganos y nuestras emociones, a continuación podemos observar si existe debilidad en ellos que emociones pueden aparecer y que alimentos son recomendables en estos casos.

ORGANO DEBILITADO

TENDENCIAS DE SER Y HÁBITOS

RELACIONADOS ALIMENTOS RECOMENDABLES

ESTOMAGO BAZO PANCREAS

Un excesivo sentido maternal y de cuidado hacia los demás, no pedir ayuda esperando que los demás se den

cuenta, búsqueda de nuestro centro, anteponer las necesidades de los demás a las nuestras, excesivo apego a

la familia, excesiva relación hacia la comida, deseos de trabajar con la tierra, sentirse víctimas y quejarse

constantemente.

Cereales integrales (mijo, arroz de grano corto, quinoa, avena), legumbres y proteínas vegetales cocinadas de forma lenta y que ayuden a mantener nuestro fuego interior, verduras dulces (redondas y de raíz, cocinadas con tiempo), verduras de hoja verde de cocción rápida y vibrante, alimentos de sabor natural dulce (color amarillo-naranja, en cocción lenta y dulce), alimentos que ayuden a construir una buena calidad de sangre (algas, pescado, semillas, legumbres, frutos secos, verdura de hoja verde), variedad de algas arame, dulce, lombu, espaguetti de mar, wakame y condimentos salados con moderación (miso, umeboshi...).

PULMONES INTESTINO

GRUESO

Ser adictos al trabajo, estar obsesionados con la perfección, desconectarnos y aislarnos de lo que nos rodea, ser muy críticos con nosotros mismos y con los demás, un comportamiento cínico y cortante, mucha melancolía.

Cereales integrales (arroz integral, quinoa, mijo, cebada, avena), verduras redondas y raíces (con estilos de cocción energéticos y vitales), verduras de hoja verde ligeras y crujientes, alimentos con un toque picantes (rabanitos, nabos, jengibre, mostaza, berros, cebollinos...), uso moderado de especias (jengibre, canela, ajo, mostaza), algas (wakame, kombu, espaguetti de mar, dulce, nori, arame...), sopas de miso a diario y fruta cocida.

RIÑONES VEJIGA

Gran capacidad para detectar la seguridad, determinación frente a las adversidades, coraje en momentos de crisis, gran capacidad para anticiparse a las dificultades y actuar con

determinación y seguridad, crear un miedo excesivo en todo.

*(Es vital cuidar de nuestros riñones son los encargados de generar nuestra energía vital, así como de dejar filtrar nuestras emociones).

Cereales integrales (trigo sarraceno, mijo, arroz integral de grano corto, quinoa), leguminosas (azukis, lentejas, soja negra) cocinadas con algas y a fuego lento, pescado (en sopa, esofado, al horno, a la plancha), verduras de raíz redondas (cocinadas con estilos largos que generen calor y potencias), verduras de hojas verdes (cocinadas crujientes y ligeras), algas (kombu, hijiki, espagetti de mar, wakame, dulce) y condimentos moderadamente salados a diario.

HIGADO VESICULA

BILIAR

Capacidad de ser asertivo, construir estructuras sólidas que nos ayudarán a crecer en la vida, adaptable, con poder de negociación y creatividad, se rebelarán contra las normas y la disciplina excesivas, fluirán en la vida y vivirán el momento presente, con gran capacidad de organización y poder mental.

Cereales integrales ligeros (quinoa, cebada, arroz medio o largo), verduras de hoja verde, buena calidad de verduras fermentadas ligeras, veduras depurativas (alcachofas, berros, rabanitos), zumos de verduras, proteínas vegetales, algas ligeras (dulce, wakame, nori), algas de lago (espirulina), sabores ácidos de forma moderada, fruta local y de temporada.

CORAZÓN INTESTINO DELGADO

Capacidad de brillar y ofrecer alegría a los demás, actuar con humor, habilidad de relacionarse con facilidad, ser muy optimista, incluso en circunstancias difíciles, capacidad de liderazgo, tendencia a estar solo, sentirse muy vulnerable y herido con facilidad, ser muy superficial y no poder tener profundidad, emociones muy volátiles, fluctuantes y caóticas.

Cereales integrales, proteínas vegetales, verduras verdes (es especial de sabor amargo), raíces redondas (cocinadas con tiempo para que nos den un sabor dulce de relajación), algas (nori, dulce, wakame) y fruta local.

¿Por qué no solemos depurar nuestras emociones?

Por falta de presencia y consciencia en nuestra propia vida. Vivimos la mayor parte del tiempo en un estado ilusorio entre el pasado y el futuro, no hay tiempo para la reflexión y la meditación, intentamos esconder y enmascarar lo que sentimos, tenemos miedo a comunicarlo, no hemos aprendido a comunicar nuestra verdad. Es importante observar la calidad de nuestros pensamientos, pues son precisamente el alimento de nuestro cuerpo emocional, para poder observarlos necesitamos silencio, valorar más el ser, tener momentos de introspección y de calidad para escuchar nuestra voz interior que nos guiará hacia lo que todo ser humano desea conseg uir: claridad, armonía y paz.

Tenemos que aprender a amarnos, a entender que somos las personas más importantes, a colocarnos los primeros en nuestra vida con sencillez y humildad. Nadie lo hará por nosotros.

LA CHISPA INTERIOR.

He querido hacer referencia a este punto, porque a veces mi chispa interior desfallece, es como si toda la energía que resplandece de mi corazón a veces produjera un resplandor muy débil y quisiera casi apagarse y no quiero que esto me ocurra, quiero que brille con fuerza y luminosidad como si del sol se tratara.

La chispa interior se potencia cuando nos escuchamos, cuando oímos los impulsos y mensajes interiores y damos crédito a sus necesidades. No es imprescindible que tenga sentido para nadie más, nuestra intuición y corazón nos guían.

Cuando negamos los mensajes interiores, cuando hacemos lo opuesto a lo que el corazón nos dicta, cuando tan sólo seguimos las órdenes de la mente, nuestra fuerza interior disminuye y poco a poco se ven afectados todos los niveles de nuestro ser. Se paraliza nuestra evolución, produciendo apatía, estancamiento, dolor y enfermedad, ya que estamos suprimiendo enterrando la nueva energía que desea emerger y ayudarnos con el cambio.

Es importante escuchar a esa voz interior. Puede que al principio lo hagamos a base de impulsos y sensaciones débiles, pero seguramente se irá haciendo cada vez más fuerte, clara y vibrante.

Saber perdonar. Si cultivamos la tolerancia y la aceptación, poco a poco podremos trabajar el perdón. Saber perdonar es muestra de nuestra madurez y sabiduría interior. El perdón has hace más ligeros, ya no viajamos con equipajes pesados del pasado que nos paralizan. El perdón nos conecta de nuevo con nuestra inocencia y amor ilimitados, dándonos fuerza para deshacernos de máscaras oscuras que la vida nos ha prestado. El perdón existe en un corazón generoso, reconocemos nuestra parte humana e imperfecta y aceptamos con humildad y grandeza concentrándonos en la bondad y positividad que nos rodea. Nos ayuda a cambiar de vibración, a potenciar más cualidades positivas que nos ayudarán en nuestra evolución interior.

Tener una vida mejor solo está en nuestras manos. Se trata de convertirse en la clase de ser humano que el mundo necesita en estos momentos. Para ello es importante buscar tiempo a diario para la conexión hacia nuestro ser. Cuanta más presencia y conciencia generemos en nuestra vida, más tiempo tendremos. El tiempo se esfuma con una forma de vida caótica y superficial. No es necesario disponer de horas, bastarán unos cuantos minutos al día para poder regresar a nuestro estado de conexión interior.

A medida que me desconecto de todas las distracciones mundanas, puedo enfocarme hacia mi interior, generar pensamientos poderosos que ayudarán a sentirme en mi centro, con estabilidad y paz.

4. E L C A M I N O E D U C A T I V O: A C C I Ó N C R E A T I V A EJERCICIO PRÁCTICO PARA ANTES DE COCINAR.

-Coge un papel de tamaño A4 y dibuja un círculo grande.

-Cierra los ojos, relájate y visualiza o imagina un día cualquiera de tu vida. La hora de entrar en la cocina se acerca. Hay que preparar la comida o cena familiar.

-Imagínate entrando en la cocina, mirando los ingredientes que necesitas, diciendo lo que vas a cocinar, buscando alimentos sanos y equilibrados, de vibración moderada, con predominio de dulzor… Hazlo lo más vivencial posible.

-Observa cómo te sientes, en qué estado emocional y mental te encuentras. Te sientes alegre, triste, cansado, con ganas de cocinar, sin ganas, de mal humor, con prisas, con estrés, con todo el tiempo del mundo…

-Escribe con sinceridad esas sensaciones interiores , dentro del plato dibujado. -¿Quieres incluir algo más sobre tu estado emocional cuando cocinas?

-Ahora imagina que el círculo dibujado es tu plato de comida. Puede que no veas ningún alimento, pero ahí están las vibraciones generadas durante la preparación. -Imagínate cogiendo un tenedor y comiéndote sus vibraciones, experimentando sus vibraciones, experimentando sus efectos, su digestión vibracional. ¿Cómo te sienta?, ¿Habían vibraciones positivas de alegría y amor?. Ese será el efecto que sientan los demás al comer la comida que hayas preparado y puede que el motivo por el cual tus hijos no quieran comerla en determinadas ocasiones….

-Es importante relajarse e intentar cocinar con aprecio hacia los alimentos, disfrutando del ahora y con predisposición para crear salud, energía y bienestar, y no solo a nivel físico.

Tras realizar esta práctica educativa he llegado a la conclusión de que preparar los alimentos que van a provocar mi bienestar físico, emocional y mental, es una tarea de amor hacia mi mismo y hacia los demás, disfrutar del momento de su preparación será objeto de pasión, la energía que ponga será la que perciban los demás.

Lectura recomendada: La alimentación y las emociones. (Montse Bradford)

1. C O N C L U S I Ó N P E R S O N A L

Tras realizar el presente proyecto educativo, he aprendido que muchos problemas emocionales están afectados por el desequilibrio de nuestra alimentación y como educamos por lo que somos, voy a poner en práctica todo lo expuesto de manera que creo que tanto mi diabetes, como mi vida, como mi chispa interior, serán las beneficiadas con este proceso.

Ni que decir tiene, que por supuesto si a alguien le apetece tomar un filete, no tiene por qué cohibirse y no hacerlo, el caso es que cuando lo haga se sienta bien, todo lo demás no importa.

Quiero agradecer a todos los que me han ayudado en este proceso de crecimiento interior a alcanzar la serenidad que me invade y que anhelaba, sobre todo a Julieta, mi tutora, por no dejar que mi chispa se apague en ningún momento, gracias a la sabiduría y la intuición que le caracteriza y gracias a Manu, mi compañero de curso, por su trabajo silencioso.

Gracias.

Gloria Rey Benito EDTOCT11 27 Agosto 2012