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Relación de sitios sondeados y de sus materiales

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Academic year: 2021

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1. Introducción

A partir de los datos sobre número y tipo de ya-cimientos comprendidos en el radio de 10 km de nuraghe Arrubiu, se decidió emprender sondeos de algunos de estos como vía para obtener informa-ción acerca de la sincronía o diacronía del pobla-miento, aparentemente denso, en el área de influen-cia de nuraghe Arrubiu. Dichos sondeos se lleva-ron a cabo durante el otoño de los años 2000 y 2001. Un permiso de excavación en uno de los si-tios sondeados en el año 2001 (Pranu Illixi), se so-licitó para el año 2002. No obstante no pudo lle-varse a cabo ni esta excavación ni el sondeo de nuevos sitios, al no ser aprobado el proyecto pre-sentado al Instituto del Patrimonio Histórico Es-pañol.

Otro de los objetivos de los sondeos era obtener muestras que permitieran reconstruir el paisaje sar-do de la Edad del Bronce y la evolución del mismo bajo acción antrópica. Ello, además de constituir un dato clave a la hora de reconstruir un modelo de or-ganización del territorio, ofrecía el interés de ser el primer proyecto que contemplaba la toma de mues-tras palinológicas de manera sistemática en la isla. Dado que de los más de 200 sitios recogidos en la base de datos confeccionada con los datos de prospección, apenas existían tumbas de gigante y pozos sacros, mientras que la densidad de nuraghi, fundamentalmente simples o monotorres, pero también de corredor y multitorres, era llamativa, se decidió sondear en el año 2000 aquellos puntos más significativos situados en el área de influencia más estrecha de nuraghe Arrubiu, esto es en el ra-dio máximo de 2 km. Dentro de ese ámbito se si-tuaba el único poblado con pozo sacro –Su Putzu–,

una de las pocas tumbas de gigante documentadas, que, aunque expoliada se consideró durante la pros-pección de febrero de 2000 que podía conservar aparentemente sedimento arqueológico –Stessei–, y un nuraghe monotorre en cuyo ámbito de acceso se conservaba potencia arqueológica –Gasoru–.

A partir del análisis de los datos ambientales y cronológicos derivados de estos sondeos, el objeti-vo de los trabajos del año 2001 fue ampliar esa in-formación a otros sitios, en principio, tanto nura-ghi como pozos sacros (aunque finalmente se desis-tió de este último objetivo ante las dificultades ad-ministrativas con que topamos), situados entre los 5 y 10 km de radio de influencia de nuraghe Arru-biu y que, además, se emplazaban estratégicamen-te controlando el río Flumendosa y el estratégicamen-territorio ve-cino. Ese era el caso de cinco de los seis nuraghi complejos elegidos para los sondeos del año 2001 –Is Cangialis, Sutta ‘e Corongiu, Perda Utzei, Fon-te Fossada y Pranu Illixi. En cuanto al sexto, –nu-raghe Martingiana– se escogió precisamente por la razón opuesta; es decir, porque como en el caso de Gasoru controlaba suelos agrícolas y porque, como aquél, parecía emplazarse en función del control de una vía de comunicación que ponía en contacto la meseta de Pranemuru con el principal puerto de Cerdeña, el golfo de Cagliari y la desembocadura del río Manu.

Todos los materiales tanto metálicos como cerá-micos o líticos recogidos durante el sondeo, fueron dibujados e inventariados en paralelo a los trabajos arqueológicos, pues la ley de patrimonio italiana impedía su exportación, siquiera temporal para es-tudio. De acuerdo con las indicaciones de los técni-cos de la Soprintendenza Archeologica per le Pro-vincie di Sassari e Nuoro, cada pieza fue

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inventa-riada con una sigla que incluía el nombre del sitio, el comune (municipio) al que pertenecía, el nume-ro de sondeo en el sitio y el numenume-ro de inventario de la pieza. Únicamente se nos permitió enviar pa-ra su análisis en labopa-ratorio, las muestpa-ras de fauna, polen, antracología, silicofitolito, y para datación radiocarbónica. De tres fragmentos de pared, de forma no reconstruíble, mezclados accidentalmen-te con la muestra de sedimento recogida en Pranu Illixi para análisis polínico, se realizó un análisis arqueométrico.

El criterio que abajo se sigue en el inventario y descripción de los sitios sondeados es el cronológi-co. Así pues de los nueve sitios en que actuamos, Sutta ‘e Corongiu ofrece los materiales y las data-ciones más antiguas, siendo por el contrario Fonte Fossada el que deparó las fechas más recientes.

2. Descripción de los sitios

2.1. Sutta ‘e Corongiu (comune de Nurri) Se trata de un nuraghe complejo dotado, aparen-temente de dos torres (Sanges 2000:143), y con una gran plataforma anexa (Foto 1) si bien total-mente colapsado, cubierto de maleza y en pésimo estado de conservación, debido a la reutilización

de parte de su material constructivo para edificar un murete y otras estructuras anejas a la granja en la que se integra. En la prospección superficial fue posible distinguir la existencia de, al menos, una cabaña adjunta, aunque muy alterada por la presen-cia en su centro de un acebuche y su reutilización como porqueriza y una estructura en forma de pla-taforma, asociada al nuraghe. Se sitúa en un lugar estratégico, al borde de la meseta de Pranemuru, en una zona de suelos basálticos y con un perfecto do-minio visual del río y de la zona de Escalaplano lo-calizada enfrente. Desde el nuraghe existe una per-fecta intervisibilidad con el de Is Cangialis. A me-nos de 500 m de Sutta ‘e Corongiu y hacia el inte-Foto 1.- Nuraghe Sutta 'e Corongiu y plataforma en primer plano.

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Foto 3.- UE 1 piedras formando la plataforma. Foto 4.- UE 3 suelo compacto bajo plataforma.

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rior de la meseta, se sitúa un segundo nuraghe de tipo simple, sin visibilidad sobre el río.

Una vez analizadas las posibilidades de interve-nir en el propio nuraghe y descartado esto último, se decidió actuar sobre la plataforma adjunta, apa-rentemente parte de la construcción nurágica (Fig. 1A). Tras una limpieza superficial se procedió a plantear una trinchera de sondeo de 6x2 m, alinea-da en dirección E/W. (Fotos 2 y 3). Su excavación, hasta el nivel de roca, permitió apenas detectar un único momento de ocupación. Dicha plataforma consistía en un suelo compacto (UE 3), situado ba-jo una plataforma construida a base de piedras (UE 1), rodeada de un murete del que se conservaban dos hiladas de bloques de basalto de gran tamaño (UE 2) (Foto 4 y Fig. 1B-C). Así, la mencionada platafor-ma parece amortizar un suelo de ocupación ante-rior. Desafortunadamente el sondeo proporcionó muy escaso material arqueológico identificable, al-gún fragmento de obsidiana de forma no recons-truible, así como fragmentos de cerámica, de los que sólo cuatro correspondían a bordes u otras par-tes identificables de recipienpar-tes. Todos ellos, salvo un fragmento de borde de olla recogido en superfi-cie (UE 0), proceden de la UE 1 y corresponden a formas atribuibles al Bronce Medio. Del sedimento arenoso que forma el fondo compacto que recubre la roca madre (UE 3), se recogió una muestra de carbón, datada por AMS y que corresponde a la fe-cha Ua-19316: 3375±40 BP, que es perfectamente

concordante con la cronología atribuida al material arqueológico procedente de la UE 1.

2.1.1. Descripción de los hallazgos

2.1.1.1 y 2.1.1.2. Grandes escudillas o

scodello-ni de tipo 147 (Campus y Leonelli 2000: 115, tav.

71 nº8) y tipo 153 (Campus y Leonelli 2000: 117, tav 74) (Fig. 2. nº1 y 2).

2.1.1.3. Fragmento de borde posiblemente per-teneciente a un tipo de olla de borde desarrollado tipo 912 variante E (Campus y Leonelli 2000: tav.354 nº2), datable en Bronce Medio/Bronce Re-ciente (Fig. 2. nº3).

2.1.1.4. Fragmento de borde de olla tipo 853-55 datada en Bronce Medio (Campus y Leonelli 2000: tav. 312 y 313 nº1) (Fig. 2. nº4).

2.2. Is Cangialis (comune de Nurri)

Nuraghe de tipo tholos complejo, con torre cen-tral y un cuerpo adyacente semicircular o cortile, cubierto actualmente por los bloques procedentes del derrumbe de la torre. Otras dos estructuras de planta semicircular se adosan al cortile o antemu-ral, por lo que tipológicamente se definiría como un nuraghe bilobato, es decir, de torre central y otras dos estructuras circulares laterales. Precisa-Figura 2.- Materiales del sondeo de Sutta e’Corongiu.

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mente en una de éstas últimas se llevó a cabo el sondeo (Foto 5).

El monumento se localiza en un lugar de gran valor estratégico, un espolón de litología caracteri-zada por las calizas, que domina visualmente el curso del Flumendosa y uno de sus pocos vados (Foto 6), así como las vías de comunicación hacia Isili y Vilanovatulo (Foto 7). A lo largo de la lade-ra del cerro donde se asienta, se acumulan los blo-ques de piedra procedentes del colapso del nura-ghe. Pero también se aprecian restos de estructu-ras, tanto de aterrazamiento como otras circulares, atribuibles a cabañas, que delatan la presencia de

un villaggio asociado al mismo (Foto 8). Tal hecho lo corrobora la abundante presencia de cerámica encontrada en superficie, tanto de la Edad del Bron-ce como a torno de tradición púnica, así como un fragmento de cerámica Campaniense B, que seña-larían una reocupación, o al menos frecuentación del sitio en el siglo III y II a.C. además de, natural-mente, en la Edad del Bronce.

A partir de una prospección previa del terreno se seleccionó una de las estructuras semicirculares cuyo trazado se apreciaba en superficie y que pare-cía adosarse al muro que delimitaba el cortile. Se planteó una cuadrícula de 6x6 m, que abarcaba Foto 6.- Puente medieval y antiguo vado del

Flumendo-sa desde Is Cangialis.

Foto 7.- Ruta a Vilanovatulo (atrás) visible desde Is Cangialis.

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tanto la mencionada estructura semicircular como una zona externa a la misma. Ésta última se deno-minó sondeo A’ (SA’) y llevó una numeración inde-pendiente de la parte interna de la estructura semi-circular o sondeo A (SA). Una y otra zona apare-cían claramente separadas en la cuadrícula por el

murete de piedra semicircular (UE 2). Éste poseía una anchura aproximada de un metro y conservaba tres hileras de piedra, de ellas dos en planta, apoya-das sobre una base de ripios que servían de cimen-tación (Foto 9). El sondeo A’, realizado hasta la ro-ca madre, resultó ser totalmente estéril por lo que nuestro esfuerzo se concentró en la estructura se-micircular, ampliando el sondeo para delimitar en su totalidad dicha estructura (Fig. 3). Ello permitió delimitar en toda su extensión la estructura semi-circular adosada al nuraghe, si bien, debido al de-rrumbe de éste colapsando en parte su superficie, no fue posible excavarla en su totalidad. (Foto 10). El sondeo A proporcionó la siguiente estratigra-fía (Figs. 4 y 5): Un nivel de derrumbe de grandes bloques de caliza procedentes del derrumbe del an-temural del nuraghe al que se adosa la estructura semicircular y que cubría asimismo el sondeo A’ (UE 0). Este derrumbe se continuaba en el sondeo A’ hasta la aparición de un nivel de tierra arcillosa de color claro (UE 4) que precedía inmediatamen-te a la roca madre (UE 7). Por el contrario intramu-ros (sondeo A), bajo el nivel de derrumbe comen-zaba a delimitarse un nivel de tierra de humus, suel-ta, mezclada con grandes bloques de caliza local y de esquisto y cuarcita alóctonos, entre los que se mezclaban fragmentos de cerámica, alguno a torno (UE 1). Inmediatamente por debajo de éste se loca-lizaba otro nivel de tierra compacta, arcillosa y de color amarillento, asociada a abundantes fragmen-Foto 9.- Vista del sondeo.

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tos de cerámica a mano, de tipología nurágica co-mo algún tegame, así coco-mo a restos de fauna. Este nivel arcilloso parece corresponder al derrumbe de las paredes de una cabaña (UE 5), extremo que vi-no a ser confirmado mediante la individualización de un vano de acceso en su mitad oriental (UE 6), en cuyo umbral se acumulaban abundantes restos de cerámica y de fauna, y de un banco corrido a base de bloques de piedra arenisca de procedencia

alóc-tona (UE 10) (Foto 11). El suelo de la vivienda con-sistía en un pavimento de color blanquecino y muy machacado a causa del derrumbe de ésta, sobre el que reposaban abundantes fragmentos de cerámica de gran tamaño, como alguna olla o algún vaso a

collo de cronología Bronce Reciente o Bronce

Me-dio/Bronce Reciente además de una fusayola aso-ciada a carbones (UE 8). De esta muestra de carbón datada por carbono14 estándar procede la datación Figura 3.- Planta de la cabaña excavada en Is Cangialis (sondeo A).

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CSIC-1799 3476±43 BP, que no es concordante con los materiales arqueológicos a los que se asocia (Fotos 12-14). Finalmente, bajo dicho pavimento se definía claramente un nivel de regularización y preparación del pavimento superpuesto, que apoya-ba directamente sobre la roca madre y consistía en

una preparación de tierra suelta grisácea (UE 9), asociada a abundante carbón y cerámica nurágica de apariencia arcaica (Bronce Medio), que se pier-de por pier-debajo pier-del muro semicircular, lo que indica su anterioridad a éste y sugeriría una actividad aso-ciada tal vez a la primera ocupación del nuraghe.

Figura 5.- Sección N/S del sondeo A en Is Cangialis.

Foto 11.- Base del banco corrido y suelo de la cabaña.

Foto 12.- Detalle del pavimento machacado.

Foto 13.- Fusayola sobre el pavimento (UE 8).

Foto 14.- Corte en el que se aprecia el nivel de derrum-be y el pavimento de la cabaña.

Foto 15.- Detalle del pavimento machacado y con cerá-mica “in situ”.

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De los abundantes aunque insignificantes restos de carbón de esta unidad estratigráfica procede una muestra datada por AMS Ua 22280: 3075± 50 BP, que puede ser asumible para el contexto arqueoló-gico que data, fines del Bronce Medio y que reite-ra la inadecuación de la datación CSIC-1799 del contexto precedente y más moderno. (Foto 15).

2.2.1. Descripción de los hallazgos

2.2.1.1. Fragmento de borde de una olla, posi-blemente tipo 912A de borde esbelto. Se le data en Bronce Reciente y procede de recogida en superfi-cie (Campus y Leonelli 2000: tav 353. nº2) (Fig. 6. nº2).

2.2.1.2. Fragmento de borde con mamelón. Se trata de un hallazgo en superficie (Fig. 6. nº1).

2.2.1.3. Fragmento de fusayola en arenisca. Pro-cede de recogida en superficie (Fig. 6. nº13).

2.2.1.4. Borde posiblemente perteneciente a un

tegame o bandeja para cocinar, con pared

inclina-da hacia el exterior y borde plano, tipo 84C

(Cam-pus y Leonelli 2000: 30, tav. 37 nº12). No tiene una cronología precisa. Procede de la UE 1 (Fig. 6. nº3). 2.2.1.5. Tegame tipo 88-90 (Campus y Leonelli 2000: tav 310: nº9 y 10; tav 40: nº1-5 y 11). Posee una cronología amplia entre Bronce Medio y Bron-ce Final. ProBron-cede de la UE 5 (Fig. 6. nº4).

2.2.1.6. Fusayola en arenisca rosada con perfo-ración central. Desconchada en uno de los lados. Procede de la UE 8 (Fig. 6. nº12).

2.2.1.7. Fragmento de borde, posiblemente per-teneciente a una olla de tipo 857 (Campus y Leo-nelli 2000: 495 y tav. 314 nº5). El tipo se data en Bronce Reciente y es propio de la zona Centro-me-ridional de la isla. Procede de la UE 8 (Fig. 6. nº6). 2.2.1.8. Vaso a collo correspondiente altipo 735 B, datado en Bronce Reciente (Campus y Leonelli 2000: 438 y tav. 256 nº7-9). Procede de la UE 8 y como la olla precedente, es propia de la Cerdeña centro-meridional (Fig. 6. nº9).

2.2.1.9. Fragmento de borde de difícil recons-trucción por su pequeño tamaño. Podría tal vez per-Figura 6.- Materiales del sondeo de Is Cangialis.

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tenecer a un vaso a collo. Procede de la UE 8 (Fig. 6. nº5).

2.2.1.10. Fragmento de olla tipo 856-58 datable en Bronce Medio/Bronce Reciente. (Campus y Leo-nelli 2000: 494-5 y tav.313-14). De la pared inter-na de este recipiente se extrajo uinter-na muestra para análisis de silicofitolitos. Procede de la UE 8 y nuevamente, se trata de tipos cerámicos caracterís-ticos de la mitad centro-meridional de la isla (Fig. 6. nº7).

2.2.1.11. Asa a nastro. Es un tipo datable en su mayor parte en el Bronce Reciente (Campus y Leo-nelli 2000: 619). Procede de la UE 8 (Fig. 6. nº8). 2.2.1.12. Ciotola o cuenco de carena baja perte-neciente al tipo 417-18, datable en el Bronce Me-dio (Campus y Leonelli 2000: 264-5 y tav. 164). Procede de la UE 9 (Fig. 6. nº10).

2.2.1.13. Fragmento de borde correspondiente a una pieza de difícil identificación. Podría tratarse de un cuenco (ciotola), de una taza o de un tegame sin que sea posible precisarlo dado el pequeño diá-metro de la pieza. Procede de la UE 9 (Fig. 6. nº11). 2.3. Gasoru (comune de Orroli) (Foto 16)

Nuraghe Gasoru se sitúa en el área de captación de los 2 km de radio de Arrubiu, en el borde occi-dental de la meseta de Pranemuru, donde esta se suaviza y es posible el cultivo de secano y donde la litología característica es la caliza. De hecho en la

prospección realizada en Febrero de 2000 y gracias a que el terreno había sido arado, recogimos en su-perficie abundante cerámica a mano así como una lasca de obsidiana sin retocar (Foto 17). Se trata de un nuraghe simple, es decir, monotorre, con cierre en tholos. Se implanta en un suave promontorio de amplia visibilidad, dominando el paso por el valle que se abre a sus pies (Foto 18). Muy próximo al nuraghe se hallan otros puntos de interés arqueoló-gico como la Domus de Janas de Santa Caterina o el nuraghe Su Luaxù.

En la evaluación que del sitio y sus posibilidades se realizó en la prospección de Febrero del 2000 se concluyó que no era rentable intentar llevar a cabo un sondeo en el interior del nuraghe, pues su te-chumbre se había derrumbado y colmataba el relle-no, todo ello cubierto además de un espeso

mato-Foto 16.- Nuraghe Gasoru.

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rral. Sin embargo la zona de la entrada aparecía re-lativamente expedita y era fácil de limpiar. Ade-más, en la prospección superficial realizada en Fe-brero se reconoció la existencia de relleno arqueo-lógico en la misma, lo que verosímilmente nos per-mitiría obtener información sobre la cronología del nuraghe (Foto 19). A partir de dicha información, en Septiembre de 2000 se llevaron a cabo dos son-deos en el sitio que denominamos respectivamente sondeo A y sondeo B.

2.3.A. Sondeo en el ingreso al nuraghe

Tras una limpieza de la vegetación superficial se trazó un cuadro de 2x1 m pegado a la cara exterior

Foto 18.- Nuraghe Gasoru y el valle que domina vistos desde el camino.

Foto 19.- Entrada al nuraghe.

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del muro del nuraghe que, posteriormente se am-plió un metro más hacia el Oeste para posibilitar una mayor capacidad de maniobra por parte de los excavadores (Fig. 7). Este sondeo permitió registrar una reocupación del nuraghe en época tardorroma-na (s. V-VI d.C.), definida por dos ambientes dife-rentes separados por una gruesa laja de caliza dis-puesta en sentido N-S, perpendicularmente a los bloques de basalto que constituyen la zona de in-greso al nuraghe y con abundantes restos de mate-rial de construcción descompuesto. Ambos ámbitos aparecen rellenos de gruesas piedras procedentes

de derrumbe. En uno de los ámbitos (UE 3), se conserva una meta de molino industrial romano en basalto (Fotos 20-22). Ambos ámbitos (UE 2 y UE 3) aparecían cubiertos por gran cantidad de piedra caliza y basáltica de pequeño y mediano tamaño así como abundante material cerámico tardorroma-no mezclado con otro nurágico (UE 1) (Figs. 8 y 9). Bajo este nivel de reocupación en época tardo-rromana se documentó un sedimento calcáreo, de textura granulosa y con escaso material (UE 10) que corresponde al nivel de base de la ocupación tardorromana (Fig. 10). Éste se implanta y, en parte revuelve, sobre los niveles de ocupación nurágica (UE 11), sin que fuera posible determinar la posible existencia de diferentes fases de ocupación dentro de la Edad del Bronce. De ésta última UE se extra-jo una muestra de carbón que fue datada por AMS. Se trata de la muestra Ua 17760 3210±75 BP.

2.3.A.1. Descripción de los hallazgos

2.3.A.1.1. Fragmento de borde de olla con labio plano e inclinado. Puede corresponder al tipo 912 de Campus y Leonelli (2000: 518 y tav.353 nº15 y 354 nº9-13), datable en Bronce Reciente. Procede de la UE 1 y es un tipo propio de la Cerdeña cen-tro-meridional (Fig. 11A. nº4).

2.3.A.1.2. Olla panzuda con borde exvasado, ti-po 812 (Campus y Leonelli 2000: 484 y tav. 296 nº 11), datable aparentemente en Bronce Reciente. Procede de la UE 1 (Fig. 11A. nº3).

2.3.A.1.3. Olla de cuello desarrollado y labio aplanado, con forma ovoide tipo 858, datado en el Bronce Reciente (Campus y Leonelli 2000: 495 y tav. 314 nº 8). Procede de la UE 1 (Fig. 11A. nº1). 2.3.A.1.4. Un último fragmento de borde proce-dente de esta UE 1 podría asimismo pertenecer a una Foto 20.- Sondeo en el ingreso al nuraghe.

Foto 21.- Detalle de la UE 3 con meta romana.

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olla, si bien es demasiado pequeño para que se pue-da precisar el tipo al que pertenece (Fig. 11A. nº2). 2.3.A.1.5. De la UE 3 procede una olla de tipo 858 similar a la hallada en la UE precedente (Fig. 11B. nº1).

2.3.A.1.6. Asimismo de la UE 3 procede un frag-mento de borde, posiblemente correspondiente a una olla de cuello desarrollado y forma globular, ti-po 891, datable en el Bronce Reciente (Fig. 11B. nº5).

2.3.A.1.7. Otro fragmento de borde parece

co-rresponder a una olla de cuello desarrollado, tal vez del tipo 905 de Campus y Leonelli (2000: 508 y tav. 338 nº 1-2), un tipo de larga difusión (Fig. 11 B. nº8).

2.3.A.1.8. De esta misma UE 3 procede un frag-mento de borde correspondiente a un recipiente abierto, tal vez una scodella o escudilla con borde engrosado tipo 149 de Campus y Leonelli (2000: 116 y tav. 72 nº8). Es un tipo sin cronología preci-sa aunque otros similares del tipo 150 (ibidem) se datan en Bronce Reciente (Fig. 11B. nº2).

Figura 8.- Gasoru. Sondeo A. Planta de la UE 01.

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2.3.A.1.9. Por último de ésa misma UE procede una base plana, posiblemente correspondiente a un

tegame (Fig. 11B. nº3).

2.3.A.1.10. De la UE 11, correspondiente a la ocupación del nuraghe en la Edad del Bronce y asociado a la datación radiocarbónica, proceden al-gunas formas cerámicas reconstruíbles así como industria lítica. Entre las primeras destaca un cuen-co o scuen-codella de borde reentrante . Podría cuen- corres-ponder al tipo 266A de Campus y Leonelli (2000: 192 y tav. 124 nº14), perteneciente al Bronce Re-ciente (Fig. 11B. nº4).

2.3.A.1.11. Un fragmento de borde triangular de la misma UE podría corresponder a una olla o a un dolium, sin que se pueda precisar más (Fig. 11B. nº6).

2.3.A.1.12-13. otros dos fragmentos de bordes de la misma procedencia pertenecen, posiblemente a scodelle (Fig. 11B. nº 7 y 9).

Figura 10.- Gasoru. Sondeo A. Planta de la UE 10.

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2.3.B. Sondeo de la cabaña anexa al nuraghe

A 15 m al Este del nuraghe se planteó una se-gunda cuadrícula de sondeo en una zona donde la prospección del mes de Febrero nos permitió de-tectar la presencia de una probable cabaña, como así se pudo comprobar a raíz de los trabajos de ex-cavación (Foto 23). En un principio se planteó un sondeo de 1x2 m en dirección E/W que, posterior-mente, se amplió en dirección N/S 2x2 m, de modo que abarcara aproximadamente la cuarta parte de la cabaña que empezaba a aflorar. Ello fue debido a la abundante presencia y a apenas escasos 10 cms de la superficie, de restos de arcilla compacta y de adobe, así como de cerámica a mano y grandes fragmentos de vigas de madera quemadas, que pa-recían responder al incendio y ulterior derrumbe de una cabaña (Fotos 24-26). Este nivel de derrumbe se denominó UE 4 y aparecía inmediatamente por debajo de un nivel de tierra orgánica (UE 0) de co-lor marrón y escasos 10 cms de potencia, en el que

aparecían mezclados restos de loza moderna con otros tardorromanos así como a mano y de época nurágica. El derrumbe infrapuesto (UE 4 = UE 7 en ampliación sondeo), reposaba sobre un pavimen-to de arcilla compactada y rubefactada, con frag-mentos de cerámica rota in situ (UE 9). La cabaña así definida presentaba un pequeño murete de 50 cms de espesor en piedra calcárea (UE 5) en parte derrumbado hacia el exterior (UE 6), banco corri-do de piedra caliza roja (UE 13) y un nicho (UE 14) (Figs. 12 y 13; Foto 27).

Bajo el pavimento rubefactado (UE 9), se indi-vidualizó un segundo pavimento infrapuesto (UE 10=12 en ampliación sondeo), de color grisáceo y textura porosa, perdido en algunas zonas y con abundantes fragmentos de cerámica, que reposaba sobre un preparado de guijarros (UE 8) y éste, di-rectamente sobre la roca (Figs. 14, 15, 16, 17 y 18).

Foto 23.- Paramento de la cabaña de Gasoru.

Foto 24.- Corte en el que se aprecian restos machacados del pavimento.

Foto 25.- Cerámica machacada sobre el pavimento de la cabaña.

Foto 26.- Restos de vigas carbonizadas de la cabaña sobre el pavimento.

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Figura 12.- Planta de la cabaña con el primer pavimento. Gasoru. Sondeo B.

Figura 13.- Nicho de la cabaña, perteneciente al primer

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2.3.B.1. Descripción de los hallazgos

2.3.B.1.1-2. De la UE 0 proceden dos bordes co-rrespondientes a recipientes abiertos, posiblemente

scodelloni de paredes inclinadas hacia el exterior.

Uno de ellos (Fig. 19A. nº1), de labio adelgazado, tipo 139A de Campus y Leonelli (2000: 111 y tav. 65 nº1), datable en Bronce Medio-Reciente, y el Figura 14.- Segundo pavimento (UE 09) de la cabaña.

Gasoru. Sondeo B.

Figura 15.- Base de guijarros (UE 8) sobre el que se asienta el primer pavimento (UE 10) de la cabaña. Ga-soru. Sondeo B.

Figura 16.- Estratigrafía de la cabaña. Perfil SW-NE. Gasoru. Sondeo B.

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Figura 18.- Estratigrafía del sondeo dentro de la cabaña. Gasoru. Sondeo B.

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segundo, posiblemente una variante del anterior con el labio redondeado y engrosado con reborde interno (Campus y Leonelli 2000: tipo 140 B, pág. 112 y tav. 67 nº6) (Fig. 19A. nº2).

2.3.B.1.3-6. A la UE 1 pertenecen varios bordes correspondientes a vasos a collo. El fragmento más completo y reconstruible se data, incuestionable-mente, en el Bronce Final y es propio de la mitad centro-meridional de la isla (Campus y Leonelli 2000: tipo 732B, pág. 437 tav. 254 nº10 y 11) (Fig. 19B. nº9). Otros dos podrían corresponder a va-riantes de un vaso a collo troncocónico (Campus y Leonelli 2000: tipo 746, pág. 441 y tav. 261 nº5 a 12), situable en el Bronce Final/Edad del Hierro (Fig. 19B. nº1-3).

2.3.B.1.7-11. Otros recipientes sin embargo, per-tenecen a cuencos abiertos o scodelle. Algunos, (Fig. 19B. nº4, 5 y 7), podrían corresponder al tipo

hemisférico con borde simple, que poseen una di-latada cronología (Campus y Leonelli 2000: tipo 246, pág. 186 y tav.115).

2.3.B.1.12-13. Otra scodella de un tipo similar al de los anteriores procede de la UE 4 (Fig. 19C nº 1). Sin embargo la pieza nº2 (Fig. 19C. nº2) de esa unidad estratigráfica es un cuenco cerrado o

cioto-la de perfil rectilíneo y cronología de Bronce Final

(Campus y Leonelli 2000: tav. 160-61).

2.3.B.1.14-17. Otros recipientes significativos de esta UE son las ollas de pequeño o mediano tamaño (Fig. 19C. nº4-7). Una de ellas (nº7) podría corres-ponderse con el tipo 883 OL17 (Campus y Leonelli 2000: 504 y tav.331), en tanto que las tres restantes parecen ser variantes del tipo de olla de paredes con-vexas e inclinadas hacia el interior, tipo 884 (Cam-pus y Leonelli 2000: 505 y tav. 332). Ambos son pro-pios del Bronce Final y Primera Edad del Hierro. Figura 19 C.- Materiales de la cabaña. Gasoru. Sondeo B.

(20)

2.3.B.1.18-22. Además otros cinco fragmentos corresponden a ollas de gran tamaño, tal vez desti-nadas al almacenamiento. Dos de ellas (Fig. 19C. nº3 y 11) parecen responder al mismo tipo de olla de pared convexa sin borde individualizado, tipo 884 descrito antes (vide supra) (Campus y Leonelli 2000: 505 y tav. 332). Otras dos (Fig. 19C. nº8 y 9) son ollas ovoides o panzudas con borde rectilíneo individualizado, tipo 844 Ol.79, del Bronce Re-ciente (Campus y Leonelli 2000: 491 y tav. 308 nº 6 y 7). Una última respondería al tipo de olla con cuello poco desarrollado, tipo 824 Ol. 59A 12 (Campus y Leonelli 2000: 486 y tav. 299). Esta va-riante no tiene cronología concreta si bien otras del mismo tipo (las variantes C y D) se datan en Bron-ce Final y Primera Edad del Hierro (Fig. 19C. nº 10).

2.3.B.1.23-37. De la UE 7 equivalente a la UE 4 en la ampliación que se realizó del sondeo de la ca-baña, proceden asimismo formas cerradas y abier-tas. Entre ellas destaca una olla de borde engrosa-do y exvasaengrosa-do (Fig. 19F. nº1) datada en el Bronce Reciente (Campus y Leonelli 2000: 490 y tav. 307 nº2). Otros fragmentos procedentes de esta unidad estratigráfica resultan excesivamente pequeños co-mo para permitir su identificación. Entre los que se pueden reconocer figuran dos cuencos abiertos o

scodelle (Fig. 19F. nº2 y 5) correspondientes al

ti-po 261A (Campus y Leonelli 2000: 190 y tav. 121 nº15-17). Esta variante no tiene cronología precisa, aunque las variantes B y F se sitúan en el Bronce Medio-Bronce Reciente y Bronce Reciente respec-tivamente. Otro como el nº7 de la fig. 19G parece sugerir un borde de olla panzuda con borde engro-Figura 19 D-E.- Materiales de la cabaña. Gasoru. Sondeo B.

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olla, posiblemente del mismo tipo, con cuello de- dio/Bronce Reciente (Campus y Leonelli 2000:

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tipo 261 D, pág.190 y tav. 122 nº15). Asimismo se recogió un fragmento de galbo con arranque de asa de adscripción dudosa (Fig. 19F. nº15).

2.3.B.1.47.-53. Los fragmentos de recipientes recuperados sobre el pavimento de arcilla apisona-da de la cabaña superior (UE 9), son tan pequeños que es difícil establecer paralelos exactos. Apenas si podemos señalar la similitud de uno de ellos (Fig. 19H. nº1) con el tipo de scodella de borde al-mendrado tipo 261D descrita anteriormente (vide

supra). El resto son pequeños recipientes abiertos,

tal vez scodelle y ciotole.

2.3.B.1.54.-59. Asociados a la base de piedra de la cabaña superior (UE 5) se recogieron fragmen-tos de recipientes pequeños y poco definitorios ti-pológicamente (Fig. 19D. nº1-5).

2.3.B.1.60.-70. Numerosos fragmentos de cerá-mica correspondientes a bordes, base o cuello de recipientes (Fig. 19E. nº7-11), proceden del de-rrumbe exterior del muro de la cabaña (UE 6). La pieza nº4 podría ser una olla de cuello inclinado y

borde plano tipo 907B, datado en el Bronce Final (Campus y Leonelli 2000: 516 y tav.350 nº2), en tanto que la nº 5 tal vez corresponda a un vaso a

collo troncocónico del Bronce Final-Edad del

Hie-rro (Campus y Leonelli 2000: 441 y tav 261). Pero lo que llama la atención es la gran cantidad de asas de recipientes que podrían ser ollas, tazas o ciotole (Fig. 19E. nº 1-6). Por su forma posiblemente sean del tipo ad arco (Campus y Leonelli 2000: 619 y ss tav.366-7), datables en el Bronce Final.

2.3.B.1.71.-74. Fragmentos de recipientes de for-mas abiertas, la mayor parte de gran tamaño a juz-gar por el grosor de las paredes se recogieron en el pavimento de la cabaña inferior (UE 10 = 12) (Fig. 19I. nº1-2 y 4-5). Alguno al menos (nº1) podría co-rresponder a un tegame o bandeja para cocinar. Ca-rece de cronología precisa (Campus y Leonelli 2000: tipo 72 Te 10 variante I3, tav.33 nº3).

2.3.B.1.75-80. Del mismo pavimento correspon-diente a la cabaña inferior (UE 10=12), procede una olla de borde engrosado y exvasado datada en Figura 19 G-H.- Materiales de la cabaña. Gasoru. Sondeo B.

(23)

el Bronce Reciente, similar a la documentada en el derrumbe de la cabaña superior (UE 04=07) (Fig. 19G. nº1), pero también pequeñas escudillas abier-tas o scodelle de forma hemisférica, que es un tipo de larga cronología (Fig. 19G. nº2-5).

2.3.B.1.81.-85. De la cama de guijarros (UE 8), sobre el que reposaba el pavimento de la cabaña más antigua procede una olla de cuello desarrolla-do y forma panzuda tipo 912 Ol 147 E1. Se trata de una forma de amplia difusión y cronología Bronce Reciente (Campus y Leonelli 2000: 518 y tav. 354 nº1) (Fig. 19I. nº3). Otros recipientes asociados pa-recen de gran tamaño y por su forma abierta podría tratarse de scodelloni (Fig. 19I. nº6 y 7). Al menos uno, rematado en borde almendrado (nº7), es un ti-po antiguo que se origina en el Bronce Medio aun-que tienen larga duración (Campus y Leonelli 2000: tipo 144 Sco 7B) o quizá más bien un tegame o bandeja de cocción del tipo 73 Te 10G (Campus y Leonelli 2000: tav.32 nº11), asimismo de cronolo-gía dilatada. Otro posible tegame sería el recipien-te de base plana (Fig. 19I. nº8).

2.4. Martingiana (comune de Orroli)

Nuraghe Martingiana es un monumento mono-torre emplazado en lo alto de un promontorio que domina el valle que se abre entre los ríos Allocci y Nueddas y situado en el punto en el que la meseta

de Pranemuru pierde su carácter escarpado y se abre hacia el valle del Mulargia. A sus pies discu-rre hoy en día la cadiscu-rretera local que, a la altura de Monastir, empalma con la autovía Carlo Felice en dirección a Cagliari. La carretera parece seguir el trazado de un antiguo camino natural desde la Tre-xenta (Véase Fig. I.1) a Cagliari con la que, posi-blemente, están relacionadas posteriormente las vías romanas que desde Porto Torres en el NW y Olbia en el NE de la isla, se dirigían a Cagliari en el oeste a través de la Trexenta (Bonninu 2000). El valor estratégico de nuraghe Martingiana aparece también reforzado por la existencia de un humedal a apenas 50 m al SW del sitio. Además, a los pies del mismo, en la vaguada que se abre al sur se loca-liza una tumba de gigante inédita y aparentemente intacta, en una posición, la de nuraghe en alto y tumba en bajo pero intervisibles, que se repite en gran número de casos (Blake 1999).

El nuraghe, construido a base de bloques de ba-salto de gran y mediano tamaño, carecía de toda evidencia de muralla y se hallaba derrumbado y cubierto de maleza, sin que fuera posible realizar, al menos sin medios mecánicos, un sondeo a la en-trada o en el interior del mismo. No obstante era visible en superficie la existencia de, al menos, un par de cabañas adjuntas, sin que, a falta de un son-deo en extensión, sea posible especular sobre la existencia de un villaggio asociado. Visto el estado Figura 19 I.- Materiales de la cabaña. Gasoru. Sondeo B.

(24)

de colapso del nuraghe se optó por llevar a cabo un sondeo en una de ellas, la que parecía mejor con-servada y de mayores dimensiones. No obstante, somos conscientes de que la cronología de la caba-ña no necesariamente tiene porqué corresponder con la de la construcción y ocupación del nuraghe, ya que, en el caso de Arrubiu, las cabañas excava-das (nº1 a 3) son posteriores a la vida del nuraghe (Lo Schiavo y Sanges 1994). No obstante, era un riesgo que teníamos que asumir ante la imposibili-dad de localizar la entrada del nuraghe o alguna

zo-na que conservara sedimento arqueológico y fuera posible desescombrar con el único concurso de nuestros brazos (Foto 28). Para ello se procedió a una limpieza superficial y, posteriormente, al tra-zado de un cuadro de 4x4 m, denominado sondeo A, que abarcaba aproximadamente una cuarta parte de la cabaña (Foto 29).

La excavación permitió desvelar la existencia de una típica cabaña nurágica de planta circular y 7,5 m de diámetro (Fig. 20) que, como en el caso de Gasoru (vide supra), presentaba dos ocupacio-Foto 28.- Cabaña de Martingiana antes del sondeo. Foto 29.- Inicio del sondeo en la cabaña.

(25)

nes sucesivas (Fig. 21 y Foto 30). La cabaña supe-rior estaba formada por un paramento de ortostatos de caliza y conglomerado formando un círculo (UE 2); un banco corrido de piedras escuadradas en me-nor tamaño (UE 3) y un suelo de lajas (UE 5) sobre el que aparecía gran número de fragmentos de ce-rámica nurágica a mano y que aparecía sellado por un lentejón irregular de arcillas arenosas, sin pie-dras ni material detrítico, que probablemente re-presenta la fase de abandono de éste segundo suelo

de habitación (UE 4). De ella proceden las mues-tras Ua-20337 3220±34 BP sobre carbón y datado por AMS, y Ua 21649 2990±40, sobre colágeno y asimismo datada por AMS1 (Foto 31). Este

pavi-mento parece desaparecer en el perfil NW. de la cuadrícula y es sucedido por un derrumbe de pie-dras medianas y carbones asociado a material re-vuelto (UE 6) (Foto 32). Bajo este nivel de derrum-be aparece lo que parece ser un suelo de ocupación más antiguo, constituido por finas arcillas de textu-Figura 21.- Estratigrafía y alzado de la cabaña de Martingiana. Sección NE-SW (arriba) y sección E (abajo). MP: muestras polínicas.

(26)

ra arenosa apisonadas y que aparece deformado y asociado a carbones y a fragmentos remontables de cerámica (UE 7). Éste a su vez, descansa sobre un nivel estéril de arcillas parduscas. De esta UE pro-cede la muestra Ua-19320 3060+40 BP.

2.4.1. Descripción de los hallazgos

2.4.1.1. Scodellone tipo 164M (Campus y Leo-nelli 2000: 122 y tav.85 nº8) con cronología Bron-ce Reciente. ProBron-cede de la UE 7 (Fig. 22B-21).

2.4.1.2. Scodellone de perfil rectilíneo y borde plano tipo 138D (Campus y Leonelli 2000: 109 y tav. 62 a 65), asimismo con cronología de Bronce Reciente. Procede de la UE 7 (Fig. 22B-19).

2.4.1.3. Ciotola con baquetón y carena acentua-da tipo 441 (Campus y Leonelli 2000: 271 y tav. 172 nº8-9) y cronología Bronce Reciente. Procede de la UE 7 (Fig. 22-18).

2.4.1.4. Fragmento de olla ovoide tipo 857 (Campus y Leonelli 2000: 495 y tav.314 nº1 a 5), asimismo datable en el Bronce Reciente. Procede de la UE 7 (Fig. 22B-20).

2.4.1.5. Fragmento de base, atribuible posible-mente a un tegame de base con perfil diferenciado. Es un tipo de amplia perduración y sin cronología precisa entre el Bronce Medio y el Bronce Final Foto 32.- Detalle de la UE 6 en primer plano.

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(Campus y Leonelli 2000: 30 y ss). Procede de la UE 7. De la pared interna de este fragmento se ex-trajo una muestra para análisis de silicofitolitos (Fig. 22A-5).

2.4.1.6. Fragmento de una posible tapadera o

coperche, de difícil identificación y datación.

Pro-cede de la UE 6 (Fig. 22B-17).

2.4.1.7. Scodella de borde simple y amplia cro-nología (Campus y Leonelli 2000: tav 115 nº1-5). Procede de la UE 6 (Fig. 22A-9).

2.4.1.8.-9. Dos fragmentos de borde de olla, uno correspondiente al tipo 851-52 (Campus y Leonelli 2000: tav. 311 nº9-11 y tav.312 nº1) y cronología Bronce Reciente/Bronce Final y otro, podría co-rresponder al tipo 852, con cronología Bronce Re-ciente (Campus y Leonelli 2000: tav 312 n). Am-bos proceden de la UE 6 (Fig. 22A-11).

2.4.1.10.-12. Tres fragmentos de tazas, la prime-ra correspondiente al tipo 569 (Campus y Leonelli 2000: tav 205 nº5), con cronología Bronce Medio-Reciente (Fig. 22A-12), y las dos segundas, de pa-red ligeramente carenada y borde recto, posible-mente adscribibles al tipo 513 (Campus y Leonelli 2000: tav 188-9) y datable en el Bronce Medio. De la pared interna de éste último recipiente se extra-jo una muestra para análisis de silicofitolitos. Pro-ceden de la UE 6 (Fig. 22B-14 y 15).

2.4.1.13.-14. Dos fragmentos, tal vez de

scode-lloni con pared inclinada y borde ligeramente

ex-vasado el primero, posiblemente tipo 139 (Campus y Leonelli 2000: tav.66 nº16-17) y tipo 140 el se-gundo (Campus y Leonelli 2000: tav.67 nº6-7), ambos de cronología Bronce Reciente. Proceden de la UE 6 (Fig. 22A-10.)

(28)

2.4.1.1.5. Scodella de borde engrosado con aca-naladura interna tipo 241 (Campus y Leonelli 2000: 184, tav.113 nº 4 y 9), de cronología Bronce Re-ciente. Procede de la UE 5 (Fig. 22A-8).

2.4.1.16. Scodellone de tipo 164M y cronología Bronce Reciente, (Campus y Leonelli 2000: tav 85 nº3). Procede de la UE 3 (Fig. 22A-4).

2.4.1.17. Fragmento de borde de olla tipo 891-3 (Campus y Leonelli 2000: tav. 337-8) y cronología Bronce Reciente. Procede de la UE 3 (Fig. 22A-6). 2.4.1.18. Fragmento de scodellone tipo 143I (Campus y Leonelli 2000: tav.70 nº14) de cronolo-gía Bronce Reciente. Procede de la UE 3 (Fig. 22A-7).

2.4.1.19. Fragmento de borde de olla tipo 838 (Campus y Leonelli 2000: tav. 305 nº15), de crono-logía Bronce Reciente/Bronce Final. Procede de la UE 1 (Fig. 22A-1).

2.4.1.20. Fragmento de borde, tal vez de tegame tipo 88D (Campus y Leonelli 2000: 40,1), de cro-nología Bronce Reciente y Bronce Final. Procede de la UE 1 (Fig. 22A-2).

2.4.1.21. Ciotola carenada tipo 393 (Campus y Leonelli 2000: tav. 158 nº4), de cronología fines de Bronce Reciente/Bronce Final. Procede de la UE 1 (Fig. 22A-3).

2.4.1.22. Diversos fragmentos de sartén (tegame), tipo de uso común y amplia y diversa cronología y dispersión geográfica. Otros tegami han sido asi-mismo documentados en Su Putzu en contextos de fines de la Edad del Bronce y en Pranu Illixi, de la Primera Edad del Hierro (vide infra). Usado para cocinar y posiblemente cocer bien pan o gachas (Fig. 22).

Así pues, la ocupación de la cabaña puede situar-se, de acuerdo con los materiales, en Bronce Tardío para la ocupación inferior, cronología avalada ade-más por la datación radiocarbónica de la UE 7, y transición Bronce Tardío a Bronce Final, para la segunda ocupación, a pesar de la cronología exce-sivamente alta de la muestra de carbón procedente de la UE 4 y de que la segunda datación, sobre hue-so de de la misma UE, muestra un margen de error amplio, si bien resulta ser más reciente que la pro-cedente de la UE 7.

2.5. Stessei (comune de Nurri ) (Foto 33) Stessei se sitúa en una zona escarpada, al propio borde de la Meseta de Pranemuru y con escaso sue-lo aprovechable, si bien con un dominio

privilegia-do sobre el río Flumenprivilegia-dosa y sobre el territorio de Escalaplano, en la margen derecha de éste. Se ac-cede al sitio a través primero de una pista, y luego campo atraviesa. En el sitio de Stessei se conser-van restos de un nuraghe complejo, de dos o más torres, que se yergue directamente sobre el cortado del río y con buena intervisibilidad con otras nura-ghi como Sutta è Corongiu, situada asimismo al borde de la meseta, así como otras del vecino terri-torio de Escalaplano (Fotos 34-35). Además se lo-caliza un pozo de agua a menos de 100 metros del nuraghe y a menos de 50 m y en una zona suave-Foto 33.- Nuraghe Stessei.

(29)

mente deprimida, una tumba de Gigante. Dado que el nuraghe se hallaba totalmente derrumbado y cu-bierto de maleza y que la tumba mostraba eviden-cias de saqueo y no había sido inventariada por el

Consorcio Archeosystem (VV.AA. 1990), se optó

por limpiar la misma para tratar de, en un primer mo-mento (campaña de Febrero de 2000), obtener un plano de la planta y alzado del monumento (Fig. 23).

Se trata de una estructura alargada, tipo galería

cubierta, formada por bloques irregulares de caliza

rematados en una entrada de forma semicircular coronda por un dintel y sillares laterales de piedra volcánica bien escuadrados. Carece de estela mo-numental en la entrada y sus dimensiones son más reducidas que las de las típicas tumbas de gigante del Bronce Antiguo y Bronce Medio. Sus caracte-rísticas arquitectónicas, bien por el contrario, son similares a las de otras tumbas de Bronce Final (Foto 36) (Webster 1996: 143; Blake 1999). A tenor de sus características y visto su interés arquitectó-nico y la posibilidad de que aún se conservara en alguna zona de ésta potencia arqueológica sufi-ciente, se decidió proceder a su limpieza y sondeo en Septiembre/Octubre de 2000.

A partir del punto Ø utilizado para el levanta-miento de la planimetría, situado en la parte más alta del dintel de entrada de la tumba, se procedió a limpiar de vegetación el interior de la cámara y los vestigios del túmulo artificial formado por los restos del expolio, pues podrían aún contener ma-terial. La limpieza permitió descubrir el fondo de la cámara y plantear un sondeo de 2x1 m en el área Anejos de Complutum, 2005, Vol. 10: 35-88

Foto 35.- El río Flumendosa desde Stessei.

Figura 23.- Planta y alzados de la tumba de gigante de Stessei.

(30)

del fondo del ábside que parecía conservar algo de potencia sedimentaria. Sin embargo la excavación puso rápidamente de relieve que ésta no sobrepasa-ba los 10 cm de tierra orgánica, muy suelta y sin material arqueológico asociado. Este nivel daba paso al suelo de roca natural, desde la cual se apre-ciaba claramente la cimentación de los muros, en seco y calzados con cuñas de piedra pequeña, que apoyaban directamente sobre la roca. Tras limpiar el área de sondeo se constató la inexistencia de ni-veles arqueológicos, por lo que se abandonó la in-tervención (Foto 37).

Como alternativa, se procedió a la limpieza del túmulo formado por la excavación clandestina, pa-ra reconocer su extensión. Al cribar todo el sedi-mento, comenzaron a aparecer fragmentos de cerá-mica a mano, de pasta sándwich, con nervio central reductor y caras oxidantes. Una vez delimitado el tamaño del túmulo se decidió plantear un corte lon-gitudinal en sentido NW/SE de 3x1 m y una am-pliación con eje SW/NE de 1 m más, hasta tocar la fundación del ala oriental de la tumba. Se excavó hasta el nivel de asentamiento de las piedras de ba-se de la entrada de la tumba. Se recogió cerámica del mismo tipo que la anterior, escasamente diag-nóstica y sin forma (75 fragmentos), salvo cuatro fragmentos de tapadera y un mamelón. Así, los úni-cos fragmentos diagnóstiúni-cos vienen a confirmar

una cronología de Bronce Final ya deducible de las propias características constructivas de la tumba de Gigante (Véase Blake 1999).

2.5.1. Descripción de los hallazgos

2.5.1.1. Dos fragmentos de una sola tapadera de forma discoidal, con base convexa y rematada en asa, tipo 122 (Campus y Leonelli 2000: 97 y tav.57 nº3-4). Cronología Bronce Final (Fig. 24 nº1).

2.5.1.2. Fragmento de tapadera similar a la ante-rior en forma, tipo y cronología (Fig. 24 nº2). 2.6. Perda Utzei (comune Escalaplano)

El municipio de Escalaplano al que administra-tivamente pertenecen los sitios de Perda Utzei y Pranu Illixi se alza en la margen derecha del Flu-mendosa, frente a la Meseta de Pranemuru en con-traste con la cual presenta un relieve escarpado y de acusada pendiente que determina en la actuali-dad un poblamiento disperso y unas escasas zonas de valle aptas para la agricultura.

Perda Utzei es un nuraghe complejo, de consi-derables dimensiones y dotado de tres o más torres, construido con esquistos de tendencia laminar dis-puestos en forma horizontal. En torno a la torre central hay una serie de estructuras adyacentes -posibles torres- adosadas unas a otras, si bien este extremo es difícil de precisar sin un previo trabajo de limpieza de la espesa vegetación, desescombra-do de, al menos, parte del derrumbe y levantamien-to levantamien-topográfico. Al pie del mismo discurre un pobla-do rodeapobla-do, en su parte Noroeste, de una muralla de esquisto que, de este modo, controla el acceso al Foto 37.- Nivel de roca madre en el interior de la cámara.

Figura 24.- Materiales procedentes de la terrera de fur-tivo. Stessei.

(31)

tela que cubría la entrada principal. Se halla total-mente cubierta por el denso matorral y, aparente-mente inalterada. Muy próxima mana una fuente de agua que discurre en sentido E/W en su límite meridional. Buena parte del poblado está destruido como consecuencia de trabajos agrícolas, del apro-vechamiento de sillares para construir muros y en-cerraderos de ganado y, asimismo, por la acción de los furtivos. La zona mejor conservada es aquella más cercana al nuraghe, en torno a un macizo roco-so que se recorta verticalmente roco-sobre un valle de buenos suelos agrícolas situado a sus pies. Algo más hacia el sur el terreno se suaviza y la ladera aparece menos empinada. No obstante, no se apre-cian aquí restos de muralla y escasean los indicios de edificaciones.

Descartada la posibilidad de realizar un sondeo en alguna parte del nuraghe sin utilizar medios me-cánicos, se optó por intentarlo en una de las caba-ñas de la zona sur, donde las evidencias de derrum-bes y de agujeros eran menores y donde, por otro lado, la erosión de la ladera permitía detectar en superficie el alineamiento, aparentemente circular, de varios bloques de piedra que fueron identifica-dos como pertenecientes a la base de una cabaña similar a la sondeada en 2000 en el poblado de Su Putzu (vide supra). Superficialmente no se percibí-an tampoco signos de alteración o de gigpercibí-antescos derrumbes que dificultaran la excavación y todo ello nos decidió a intentar su sondeo. Tras una pri-mera limpieza y desbroce del matorral mediterrá-neo, especialmente mirto (myrtus communis) y len-tisco (pistacia lentiscum), la superficie de la su-puesta estructura se dividió en cuatro cuadrantes de 4x4 m, de los cuales se decidió sondear única-mente en principio el más meridional, debido a que, aparentemente, presentaba menos bloques de derrumbe. En el sondeo diferenciamos con la sigla

A’ la parte correspondiente al exterior de la cabaña,

de la A o parte interior de la misma, ambos separa-dos por el paramento de piedra (UE 2) que consti-tuye propiamente la estructura de ésta. Sólo la par-te inpar-terna (A) de la cabaña proporcionó mapar-terial o estructuras diferenciadas.

La secuencia es la siguiente (Fotos 38-40) UE 1 o superficial, en la que se recogieron fragmentos

Foto 39.- Nivel de derrumbe de la cabaña. Foto 38.- Área de la excavación en Perda Uttzei.

(32)

de cerámica fabricada a torno, aparentemente de época tardorromana, similar por tanto a los niveles de tal época documentados en los sondeos de la en-trada al nuraghe Gasoru y al nuraghe Font Fossada. Tras ésta, se documentaba un nivel de derrumbe formando grandes bloques de esquisto mezclado con fragmentos de adobe deshecho que denomina-mos UE 4 (Fig. 25) y asociado al cual aparecían fragmentos de un típico scodellone lenticulare. Parte de estos bloques de esquisto procedían del propio derrumbe de la cabaña, si bien otros posi-blemente proceden del colapso de otras cabañas o del propio nuraghe situados en la parte alta de la ladera. Dicho derrumbe sellaba un nivel de habita-ción en el que se mezclaban fragmentos de

ladri-llos de adobe quemados y descompuestos proce-dentes del derrumbe de las paredes (Foto 41) con carbones y abundante cerámica nurágica y algún fragmento de molino de mano en conglomerado (UE 5). El derrumbe descansaba sobre un pavi-mento reventado de arcilla (UE 7), que aparecía fragmentado y mezclado con algunas piedras, se-guramente procedentes de la cama de guijarros que había servido como preparación para el mismo. Una muestra de carbón de este fue datada por AMS. Es la muestra UA-19318 2865±60 BP. Asimismo sobre carbón vegetal se obtuvo una datación están-dar para la UE 05. Se trata de la muestra CSIC-1797 3002±36 (Rubinos y Ruiz-Gálvez 2003: 106) Adosado a la pared interna de la cabaña y direc-tamente sobre el pavimento, se documentó un ni-cho semicircular que, seguramente, cumplía fun-ciones de alacena (UE 6) (Foto 42 y Fig. 26). Su suelo estaba aislado mediante un pavimento for-mado por lajas de pizarra (UE 6) sobre un prepara-do de arcilla machacada (UE 8). Una estructura se-mejante a ésta ya fue documentada en la excava-ción de la cabaña de Su Putzu donde asimismo, aparecía emplazada a la derecha de la entrada a la vivienda (Ruiz-Gálvez et al. 2001; Ruiz-Gálvez y López en prensa) (vide infra). Diversos fragmentos correspondientes a un gran contenedor de almace-naje de paredes gruesas aparecieron dispersos tan-to en el nicho como alrededor de este (Fotan-to 43). Igualmente, una anforetta de dos asas y fragmen-tos de otros recipientes como tegami, scodelle o

ciotole (Fotos 44-45). El área de dispersión y el

es-tado de fragmentación indican que parte del muro de piedra debió derrumbarse sobre el pavimento, rompiéndolo y dispersando los recipientes que se hallaban originalmente en la alacena. Una muestra Foto 41.- Ladrillo de Adobe del derrumbe de los muros.

Figura 25.- Plano del derrumbe de la cabaña excavada en Perda Utzei.

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de carbón vegetal de la UE 6 fue datada por AMS. Se trata de la Ua-19317 2915±40 BP (Rubinos y Ruiz-Gálvez 2003: 106). También, un cuenco de-corado (scodellone), que podría haber estado asi-mismo almacenado en la alacena, aparecía en

me-dio de del derrumbe que rellenaba el vano de entra-da a la vivienentra-da (UE 9), situaentra-da junto a la alacena. El umbral de éste (UE 14), aparecía pavimentado con lajas planas de esquisto (UE 13), de nuevo, co-mo en la cabaña 4 de Su Putzu (Ruiz-Gálvez et al. Figura 26.- Planta de la cabaña excavada de Perda Utzei.

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2001; Ruiz-Gálvez y López en prensa) (vide infra). Desgraciadamente resultó imposible ampliar la ex-cavación al cuadrante anexo (SE), debido al volu-men y tamaño de las piedras derrumbadas que im-posibilitaban, sin el concurso de una grúa, su de-sescombro. No obstante, a partir tanto del cuadran-te excavado como de los restos de sillares percep-tibles en superficie, cabe adjudicar a esta estructu-ra unas dimensiones en torno a los 7,5 a 8 m de diá-metro, proporciones similares a las de las cabañas de Su Putzu, Gasoru o Martingiana.

2.6.1. Descripción de los hallazgos

Salvo por un fragmento de molino de mano en conglomerado procedente de la UE 5 y del que se extrajo muestra para análisis de silicofitolitos, to-dos los hallazgos corresponden a cerámica. Los va-sos corresponden a los tipos siguientes:

2.6.1.1. Gran recipiente de almacenamiento, cu-ya forma, a falta de borde no es reconstruible, y que posee una amplia cronología por lo que es escasa-mente diagnóstico.

2.6.1.2. Asa acodada (ansa a gomito) pertene-ciente a un contenedor. El tipo tiene buenos parale-los dentro del Bronce Final y Primera Edad del Hierro (Campus y Leonelli 2000: 439, 451 y 436, 438, 446 y 449) (Fig. 27. nº12).

2.6.1.3. Scodelloni lenticolare, con borde apunta-do vertical, similares a los hallaapunta-dos en Su Putzu y en Pranu Illixi, (Campus y Leonelli 2000: tav. 103-4), y datados en el Bronce Final (Fig. 27. nº 2 y 3). 2.6.1.4. Jarrita (anforetta) con dos asas, relacio-nada con el servicio de líquidos y con buenos para-lelos en el Bronce Final y la Primera Edad del Hie-rro (Campus y Leonelli 2000: 429-30 y 433). Del sedimento adherido a la pared interna de la jarrita se extrajo muestras para análisis de silicofitolitos (Fig. 27. nº 5).

Foto 45.- Nicho con la anforetta rota “in situ”.

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2.6.1.5. Pequeño recipiente con mamelones, tal vez usado para la bebida (Fig. 27. nº4).

2.6.1.6. Diversos fragmentos de sartén (tegame), tipo de uso común y amplia y diversa cronología y dispersión geográfica. Otros tegami han sido asi-mismo documentados en Martingiana en contextos de transición al Bronce Final, en Su Putzu en con-textos de fines de la Edad del Bronce y en Pranu Illixi, de la Primera Edad del Hierro (vide infra). Usado para cocinar y posiblemente cocer bien pan o gachas (Fig. 27. nº11).

2.6.1.7. Cuenco (scodellone) decorado con digi-taciones. Su cronología es Bronce Final y tiene buenos paralelos en Sardara, Santa Vitoria de Serri o Genna Maria (Campus y Leonelli 2000: 288, figs. 7-14). Piezas similares se recuperaron asimismo en el sondeo de Su Putzu (vide infra). Por su forma y dimensiones podría estar destinada al servicio de comida (Fig. 27. nº1).

2.6.1.8. Otros recipientes como cuencos o fuen-tes, fragmentados y escasamente diagnósticos, pu-dieron servir para cocinar o servir los alimentos (Fig. 27. nº 6, 7, 9, 10).

Finalmente, tanto los materiales como las data-ciones, parecen sugerir momentos de fines del IIº Milenio para la ocupación de la vivienda. Lamen-tablemente no sabemos si esta cronología es extra-polable al resto del poblado y al nuraghe.

2.7. Su Putzu (comune Orroli)

El poblado nurágico con pozo sacro de Su Putzu se emplaza en el límite meridional de la Meseta de Pranemuru, a escasamente 1 km del Nuraghe Arru-biu siguiendo el antiguo camino que comunicaba a través del río, los municipios de Escalaplano y Orroli que atraviesa el yacimiento. Se sitúa en una zona de vaguada húmeda (Foto 46) y potencial-Foto 46.- Humedal de Su Putzu.

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mente inundable. El poblado está constituido por un nuraghe y (Foto 47) cerca de un centenar de ca-bañas de planta semicircular separadas por el men-cionado camino que corta el poblado en dos mita-des, y una construcción de sillares irregulares y planta semicircular, que se sitúa a unos 50 m de distancia del poblado y que se eleva sobre una sur-gencia de agua, conocida como Pozo Sacro. Las cabañas más cercanas al pozo sacro, como asimis-mo ése edificio, fueron excavados por el arqueólo-go local Giovanni Lilliu (1958). Aunque la publi-cación de estos trabajos por el arqueólogo sardo es bastante somera, parece que las viviendas mayores y más cercanas al pozo sacro son de cronología tar-dorromana (Foto 48).

El objetivo de nuestro trabajo en este punto era obtener información cronológica y paisajística del pozo sacro y del poblado que lo rodeaba. A tal fin se planteó en primer lugar realizar algún sondeo en torno al pozo, dado que la información sobre la est-ructura y cronología del mismo en el mencionado trabajo de Lilliu (ibidem) era nula. En segundo lu-gar se proyectó sondear alguna de las cabañas del poblado para comparar la información obtenida con la del sondeo del pozo sacro.

2.7.a. Sondeo en el pozo sacro

Se procedió a desbrozar de matorral y vegeta-ción el monumento. Ello permitió detectar el siste-ma de excavación usado por Lilliu consistente en la apertura de una zanja para localizar el muro de la edificación y proceder después a seguir su traza-do. Asimismo nos informó de las escasas posibili-dades de que se conservaran niveles intactos o

al-guna zona no excavada. No obstante se trazaron dos cuadros de 2x2 m perpendiculares al pozo y alejados dos metros de las zanjas abiertas por Li-lliu, en la esperanza de que la zona más alejada no hubiera sido afectada por la zanja.

El resultado de ambos sondeos fue bastante de-salentador, pues los escasísimos materiales recogi-dos eran tardorromanos o poco diagnósticos (Fig. 31, nº2-3) y, además aparecían revueltos como consecuencia de los trabajos de los años 50. De los 32 fragmentos cerámicos recuperados (31 galbos y un asa), tan sólo uno es nurágico. El resto son a tor-no y de cocción oxidante, típicamente romator-nos.

Se decidió entonces realizar el levantamiento de la planta y sección del pozo sacro, bastante incom-pleto en el inventario de 1990 encargado por la So-printendenza Archeologica per Sassari e Nuoro al consorcio arqueológico Archeosystem. Se trata de un edificio de planta elipsoidal realizado con gran-des bloques irregulares de basalto, de los que se ha perdido el remate Suroeste y la línea de sillares que conectaban con el graderío externo. Remata en fal-sa cúpula que no llega a cerrarse, dejando, como es típico de estos monumentos, un agujero situado exactamente sobre el pozo. En cualquier caso, el monumento en su estado actual, al menos la mayor parte de las hiladas superiores de bloques de basal-to son reconstrucción de Giovanni Lilliu (Figs. 28 y 29).

2.7.b. Sondeos en el poblado

Dado los desalentadores resultados de los dos sondeos en el pozo, seleccionamos alguna de las cabañas menos cercanas al monumento y que, por Foto 48.- Pozo Sacro de Su Putzu.

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tanto, tenían más posibilidades de no haber sido afectadas por los trabajos de Lilliu. Las tres prime-ras cabañas resultaron ser de época tardorromana, con escasos materiales y además revueltos por la reutilización de sus mampuestos en época reciente como lugares de acecho en la caza (Fig. 30). Tan

Figura 28.- Planta del pozo sacro de Su Putzu.

Figura 29.- Sección N-S del pozo sacro de Su Putzu.

Figura 30.- Planta del sondeo en la cabaña 1 de Su Putzu.

Figura 31.- Materiales del pozo sacro y de la cabaña 1: nº1, lasca de obsidiana de la cabaña 1; nº2 y 3, lascas de obsidiana del entorno del pozo sacro; nº4, fusayola de cerámica de la cabaña 1.

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sólo se recuperó en una de ellas (cabaña 1) una fu-sayola de cronología imprecisa, probablemente nu-rágica, y una lasca de obsidiana (Fig. 31. nº1 y 4). Incluso los materiales romanos son muy escasos (menos de una decena de fragmentos) y poco diag-nósticos (galbos). Se optó entonces por excavar una cabaña alejada unos 500 m del pozo sacro, si-tuada al otro lado del camino que divide el yaci-miento y que en la campaña de prospección de Fe-brero de 2000 figuraba como potencialmente son-deable al hallarse sellada por un derrumbe de enor-mes bloques de basalto (Foto 50). Se numeró bajo el nombre de Su Putzu cabaña 4.

En primer lugar y con tremendo esfuerzo, se co-menzó por retirar los grandes bloques basálticos derrumbados para dejar limpia y expedita la super-ficie, a fin de plantear una cuadrícula. Una vez de-sescombrada la mitad de la cabaña, se planteó un sondeo de 4x2 m. La secuencia estratigráfica es la siguiente:

Inmediatamente debajo del nivel de derrumbe, formado por numerosos bloques de basalto,

algu-nos de grandes dimensiones (UE 0), comenzaron a aparecer abundantes manchas de arcilla y fragmen-tos de cerámica (UE 1) que revelaron la existencia de una cabaña de acceso escalonado, parcialmente tallado en la roca y enlosado (UE 10), un nicho de-limitado por bloques de piedra hincados vertical-mente (UE 9) con hogar central (UE 5), al que se asocia un molino de mano en basalto, como es típi-co en las cabañas nurágicas, bajo un nivel de arci-lla quemada (UE 6), con la que se mezclan grandes bloques de ladrillos de adobe de 30 x 22 x 15 cm y manchas de carbón junto con restos de madera (UE 7-9) (Foto 51, 51b y Figs. 32 y 33). Junto a este ni-cho (Fig. 34) se localiza otro ambiente (Fig. 35), delimitado asimismo por un murete de piedras (UE 3) en cuyo interior aparecían cerámicas globulares (scodelloni) y un trípode para sostener recipientes, de modo que el primer ambiente parece asociado a las tareas de procesado y cocinado de alimentos, en tanto que éste parece ser una alacena similar a la de Foto 49.- Cabaña 4 de Su Putzu en la prospección de

Febrero de 2000.

Foto 50.- Detalle del derrumbe de la cabaña 4 al inicio del sondeo.

Foto 51.- Nicho 1 de la cabaña 4.

Foto 51 bis.- Vista área del nicho y del bloque de piedra a modo de jamba.

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la cabaña de Perda Utzei (vide supra). Ambos apa-recen adosados al paramento de la cabaña (UE 4). Algunos de los recipientes recuperados aparecían rotos in situ por los adobes y piedras de las paredes que los habían aplastado (Fotos 52-54). El conjun-to reposaba sobre un pavimenconjun-to de cal blanquecina que rellenaba y nivelaba los huecos sobre la roca madre (UE 12 y UE 13) en la que, directamente, apoyaba la cabaña. Dos muestras de carbón proce-dentes respectivamente de las UE 5 y UE 7, fueron datadas por el método estándar. Son las muestras

Beta 148990 2810±60 y Beta-14989 2800±70 (Ruiz-Gálvez et al. 2001; Rubinos y Ruiz-(Ruiz-Gálvez 2003).

2.7.1. Descripción de los hallazgos

2.7.1.1. Grandes cuencos con asa lateral

(scode-lloni lenticolari). Tienen clara cronología en el

Bronce Final (Campus y Leonelli 2000: 288) y son similares a los de la cabaña de Perda Utzei y el si-tio de Pranu Illixi. Aparecieron aplastados entre el derrumbe (UE 4) y en el segundo nicho (UE 3) (Fig. 36. nº1-7).

Anejos de Complutum, 2005, Vol. 10: 35-88

Figura 32.- Planta del sector excavado de la cabaña 4 de Su Putzu.

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2.7.1.2. Fragmento de bandeja o sartén (tegame) para la preparación de alimentos, tal vez gachas o algún tipo de harina panificable. Es un elemento muy común y con amplia cronología. Otra similar aparece en Perda Utzei. Procede del segundo nicho

(UE 3), junto a la escalera de entrada (Fig 36. nº11). 2.7.1.3. Vaso monoansado de borde aristado (se-mejante al de los scodelloni) (Fig. 36. nº 8.)

2.7.1.4. Pie de trípode. Puede pertenecer a un

vaso calefattoio, una especie de trípode que se

uti-Figura 34.- Nicho 1 de la cabaña 4 de Su Putzu.

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liza para calentar otra vasija (Campus y Leonelli 2000: 742-745). Apareció sobre el pavimento (UE 12), junto al segundo nicho (UE 3) (Fig. 36. nº12).

2.7.1.5. Fondo con resalte (Fig. 36. nº10). 2.7.1.6. Asa (Fig. 36. nº11).

2.7.1.5. Parte durmiente de un molino ovalado en basalto. está fragmentado en el extremo distal. Halla-do in situ en el hogar de la cabaña UE 5 (Fig. 37). Figura 36.- Materiales de la cabaña 4 de Su Putzu.

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2.8. Pranu Illixi (Comune Escalaplano)

Pranu Illixi es un nuraghe situado en un pro-montorio que se encuentra parcialmente formado por un afloramiento calizo, con forma de cresta, que discurre en dirección NE-SW, en paralelo al río Flumendosa, que fluye a escasa distancia al oeste del yacimiento (Foto 55). Este lado del nura-ghe es sumamente escarpado. El acceso natural al yacimiento se hace por el lado opuesto. La forma del monumento es, actualmente, muy difícil de de-finir, debido a la espesa vegetación que cubre las estructuras arqueológicas, así como a las numero-sas piedras procedentes del derrumbe del monu-mento. Sin embargo, parece que tratamos con un edificio del tipo de los nuraghi más antiguos

–pro-to-nuraghi o nuraghi a corridoio–, como Brunku

Màdugui (Usai 1992), al menos por lo que se refie-re a la estructura principal (otros ejemplos en Lilliu 1987: 16-18, figs. 5 y 7). Los proto-nuraghi no son muy numerosos. De hecho, en los vecinos munici-pios de Orroli y Escalaplano sólo se conocen tres ejemplos (Consorzio Archeosystem 1990: 330, 334-35, 367), de los cuales sólo uno fue reutiliza-do posteriormente, como lo demuestra la adición de torres (ibid. 1990: 367). Sólo constituyen el 4% de todos los nuraghi conocidos en el área.

La estructura original de Pranu Illixi –que es un edificio aproximadamente rectangular, con esqui-nas curvas– fue considerablemente alterada por di-ferentes añadidos (Figs. 38 y 39). Se puede obser-Foto 54.- Pavimento quemado en nicho 1.

Figura 37.- Molino de la cabaña 4 de Su Putzu.

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Figura 38.- Plano de la estructura principal de Pranu Illixi (nuraghe de corredor) con elementos adosados.

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var claramente una torre hacia el NE; un posible corredor se advierte con menos claridad al SE de la mencionada torre y, al SE de la estructura princi-pal, se adosó un gran torreón semicircular (Figs. 38 y 39, nº2), levantado con enormes bloques de

pie-dra (Foto 56), entre cuyas grietas se localizaron materiales del Bronce Medio. Al sudeste se aprecia claramente una construcción rectangular, de pe-queño y mal trabado aparejo (Foto 57), adosada al nuraghe (Figs. 38 y 39, nº3). Puede que esta última Foto 56.- Detalle del paramento del torreón semicircular.

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Figura 40.- Secciones estratigráficas de Pranu Illixi. La superior es la que se obtuvo tras la limpieza de la pared SW del hoyo de furtivo.

Foto 58.- Hoyo del furtivo y UE 7 del sondeo.

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sea una estructura maciza. La apariencia general re-cuerda la del nuraghe Stessei (Consorzio Archeosys-tem 1990: 346). El lado NW del nuraghe de corre-dor se derrumbó casi por completo, como se puede observar en el plano, lo que impide la identificación de las diferentes murallas en este lado: aparente-mente, el área más cercana al precipicio se preparó mediante el tallado de la roca madre y la coloca-ción de grandes bloques para crear una terraza, de modo que pudiera cimentar la estructura principal. La excavación de este nuraghe vino fundamen-talmente motivada por la existencia de materiales

de superficie en torno a un hoyo practicado en la torre principal. Algunas de las piedras observadas en el hoyo hicieron pensar, erróneamente, que po-dría tratarse de una cámara del nuraghe. Debido a que fue la última excavación llevada a cabo en la campaña de 2001, el tiempo dedicado a la interven-ción fue desafortunadamente corto –cuatro días–, lo que limitó drásticamente la extensión del área in-tervenida (en torno a 2 x 1 m).

Nuestra primera tarea consistió en limpiar y de-finir el hoyo. Después de esto, la hipótesis de que las piedras eran parte de una cámara nurágica tuvo que ser desechada y quedó claro que el agujero fue abierto por excavadores clandestinos. Sin embar-go, no se recuperaron materiales arqueológicos du-rante la limpieza del hoyo. Sólo cuando empeza-mos a retirar la tierra no afectada por los furtivos comenzaron a aparecer los artefactos: varios frag-mentos pertenecientes a una misma vasija se des-cubrieron in situ. Se salvaron por casualidad de ser destruidos por los furtivos, pues se encontraban a apenas unos pocos centímetros por debajo de la su-perficie alterada. Procedimos entonces a regulari-zar el corte de los clandestinos hacia el sur, lo que nos permitió ver claramente dos delgadas capas al-teradas por fuego, una rojiza y otra, debajo, de co-lor y textura cenicientos (Fig. 40). Ambos estratos parecían estar llenos de cerámica y huesos y en-contrarse situados entre otros niveles carentes por completo de material. Dedujimos, pues, que se tra-taba de algún tipo de depósito ritual (tumba o san-tuario) realizado sobre las ruinas de un antiguo nura-ghe. Los materiales arqueológicos pertenecían, cla-ramente, a un momento tardío del período nurágico. Se realizó un sondeo a partir del hoyo de furti-vo hacia el SW, de modo que pudiéramos contex-tualizar los hallazgos. Después de retirar la capa de humus (UE 00), y un estrato con más tierra com-pacta y pequeñas y grandes piedras procedentes del derrumbe de la estructura (UE 0), apareció un estrato compacto con tierra blanquecina a ocre cla-ro y numecla-rosas piedras pequeñas y medianas (UE 7) (Foto 58). Un estrato de semejantes característi-cas pero sin las piedras yacía inmediatamente por debajo de aquél (UE 1) (Foto 59). Ambos estratos, que eran estériles, sellaban el depósito formado por los estratos rojizo y ceniciento (UE 2 y UE 3), don-de apareció la práctica totalidad don-de los materiales arqueológicos recuperados (Foto 60). En toda el área afectada por la actuación furtiva y parcialmen-te sobre la UE 2 se exparcialmen-tendía un delgada capa de ce-Foto 59.- UE 1 del sondeo.

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