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Del pliego de poesía (manuscrito) al pliego poético (impreso)

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Del pliego de poesía (manuscrito)

al pliego poético (impreso)‘

Vicenq Beltrán Universitat de Barcelona

filológicos hace que datos muy significativos, perfectamente conocidos en uno de sus ámbitos de estudio, pasen a veces desapercibidos para quien se ocupa de parcelas colindantes. En los trabajos sobre cancioneros nadie ignora la existencia de pliegos manuscritos, teorizados hace casi siglo y medio para la época

trovadoresca por Gustav Gróber, de cuya circulación en el siglo XV he podido localizar numerosas muestras’; tampoco es un misterio, bien al contrario, que cancioneros manuscritos y cancioneros impresos son vías de transmisión equivalentes para la poesía de los siglos XV­ XVH, ni que los pliegos poéticos impresos dependen muy a menudo de los cancioneros que habían visto la imprenta. Creo que sin embargo que no se había reparado en la conexión que intentaré establecer entre el pliego manuscrito y el pliego impreso.

L a parcelación (obviamente necesaria) de los estudios

' Este trabajo se integra en los proyectos 2005SGR00ll9, BFF2002-04403­ C02-02 y BFF2003-08655-C03-01.

2 Véase mi “El plec poétic de Tarragona i el Comte de Prades”, comunicación leída en el XI Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, León, 2005, en vias de publicación en sus Actas, (ha de aparecer también como capítulo en mi Escriptura, poesia i Societat: els camins de March, en vías de publicación en Edicions de l’Abadia de Montserrat) donde doy un estado de la cuestión de los pliegos conocidos para la Edad Media. A dos de estos pliegos dediqué mi "Dos Liederblátter quizá autógrafos de Juan del Encina y una posible atribución”, RLM, 7 (1995), 41-71.

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22 ‘Vicerq: fleítrán Incipit, XXV-XXVI (2005-2006)

Desde fmes del siglo XV, en la ciudad de Valencia se docu­ menta una intensísima actividad poética queafecta simultáneamente a la literatura en catalán y en castellano. Dificil resulta precisar qué manuscritos poéticos en esta lengua pudieron haber sido copiados en

esta ciudad, en su reino o en la corte de alguno de sus magnates

(aunque son muy numerosos los que revelan una mano aragonesa, y no todos remiten a la corte del Magnánirno como se viene suponien­ do)’; sí parece que pasó por la del conde de Oliva el manuscrito 2244 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca (SAS) que contiene las T rescientas junto a una de las copias del Cancionero de Ausiás March más cercanas a su arquetipo‘ y son numerosos los cancioneros manus­ critos de este poeta que de una forma u otra remiten a los ambientes valencianos del siglo XVI.

Sin embargo, por la misma razón que aducía al principio, me parece necesario recordar que por estos años no sólo se publicó en Valencia el primer cancionero propiamente dicho salido de una irn­ prenta, el Cancionero general de muchos y diversos autores compila­ do por Hemando del Castillo’, seguido poco después por el Cancione­ ro de obras de burlas provocantes a risa‘, sino que hubo una intensa labor editorial en torno a la producción poética en catalán. Las crea­

3 Me ocupé de algunos de ellos en mi “Tipología y génesis de los cancione­ ros: la reordenación de los contenidos”, en Los cancioneros españoles: mate­ riales y métodos, ed. Manuel Moreno y Dorothy S. Severin, PMHRS, 43, London, Department of Hispanic Studies, Queen Mary, University of London, 2003, pp. 9-58.

‘ Remito al capítulo relativo a este autor en mi Societat, poesia i escriptura: els camins de March y, especialmente, a la descripción del manuscrito en el Anexo I. El indicio más sólido es la adición de unos poemas de un miembro de su familia, Jordi Centelles.

’ Del que usaré la edición facsímil a cargo de Antonio Rodríguez Moñino, Cancionero general, Valencia, 1511, Madrid, Real Academia Española, 1958; para la edición de 1514, usaré microfilm del ejemplar único completo que conservamos, el de ‘París.

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Delpfizgo Je poesía (manuscrita) alpííego poético (impresa) 23

ciones autóctonas de sus coetáneos, al margen de una circulación manuscrita que hemos de presuponer, fueron publicadas inmediata­ mente, por sus propios autores, a pesar de lo escabroso de los temas de moda: me refiero a obras como El procés de les olives y su conti­ nuación, el Somni de Joan Joan, o como el Col-loqui de les dames’; pero no es esto lo más destacable, sino la publicación inmediata de las obras presentadas en los numerosos certámenes poéticos que se cele­ braron en la ciudad desde avanzado el siglo XV‘. En este sentido me parece oportuno destacar que el primer libro poético publicado en España fue, precisamente, el certamen de 1474, Trobes en lahors de Ia Verge Maria’. La imprenta se había sumado al manuscrito en la difusión de los textos poéticos, a todos los niveles, incluso los más imnediatos de la poesía de ocasión, necesitada de un vehículo rápido para llegar simultáneamente a todos los interesados. Esta es una de las razones (aunque por si misma ni a mí me convencería) por las que pudiera ser valenciano el pliego descrito como número l en el anexo II, “Aqui comiencan onze maneras de romances”, Nuevo Diccionario

7 A la difusión de estas obras dedicó Joan Mahiques Climent, “El Espill o Llibre de les dones, la Disputa de viudes i donzelles, el Procés de les Olives, el Somni de Joan Joan y la Brama de Ilauradors: notas sobre su difusión impresa en el siglo XVI”, en La memoria de los libros. Estudios sobre la historia del escrito y de la lectura en Europa y América, Serie Maior, 4, a cargo de Pedro M. Cátedra y M0 Luisa López Vidriero, ed. Ma. Isabel de Páiz Hemández, Salamanca, Instituto de Historia del Libro y de la Lectura, 2004, vol. I, pp. 639-54 y “Post-incunables catalanes: un estado de la cues­ tión”, en VII Congreso Internacional de Historia de la Cultura Escrita. Sec­ ción 10. Conservación, reproducción y edición. Modelos y perspectivas de fi4turo, ed. Carlos Sáez, col. Letras de Alcalá, Alcalá de Henares, Aache Ediciones de Guadalajara, 2004, pp. 115-23. Para más datos puede consultarse la Bibliografia de Textos Catalans Antics, http://sunsite.berkely.edu/ Philobiblon/BITECA.

' Véase la edición y estudio de Antoni Ferrando i Francés, Els certámens poétics valencians del segle JUV al MX, Valencia, Institució Alfons el

Magnánim, 1983.

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24 ‘Vitara: Qeítrán Incipit, XXV-XXVI (2005-2006)

número 668, que se atribuye a la imprenta burgalesa de Fadrique de Basilea entre 1515 y 1519, cuyo contenido he analizado en la sección III del Anexo. Pasemos a su estudio.

El pliego, de contenido exclusivamente amoroso como observó Thomas, comienza con “aqueste primero romance [que] fue fecho al Conde de Oliua // Yo me parti de Valencia”; este mismo autor obser­ vó que dicho texto no fue incluido ni en los cancioneros ni en los romanceros antiguos ni modemos y nos ha llegado sólo a través de los pliegos sueltos'°: en realidad aparece sólo en dos, ND 658 y éste. El hecho resulta muy significativo: como ya observé en otro lugar, los ejemplares que contienen poemas en documentación única o que, en general, no tuvieron una difusión amplia (y éste es el caso, pues ND 658, como veremos, es reimpresión del mismo antígrafo que ND 668) sólo pueden proceder de los mismos ámbitos en que nació la compila­ ción que los contiene"; según este principio, la mención del Conde de Oliva nos lleva a la ciudad de Valencia como foco de difusión, aunque esta impresión proceda de Burgos.

El romance, una alegoría de los males del amor, comienza por unas precisiones autobiográficas: “Yo me parti de valencia / para yr en almeria (...) enla primera jornada / entre el real y gandia (...)” El Real es, sin lugar a dudas, el Palacio Real de Valencia, desaparecido

durante la guerra contra Napoleón; el viaje a Almería ha de estar vinculado por una parte a la conquista de Granada, por otra, a la

preeminente posición del conde de Oliva que, desde 1480, por la muerte de su padre Francesc Gilabert", era don Serafm Centelles, el

'° Thomas, Romangos, p. 9. Para las obras citadas abreviadamente, remito al Anexo I.

" Véase mi “The Typology and Genesis of the ‘Cancioneros’: the Materials”, en Poetry at Court of T rastamaran Spain. From the "Cancionero de Baena" to the “Cancionero General”, Tempe, Arizona, Medieval and Renaissance Texts and Studies, 1998, pp. 19-46, luego refundido y aumentado en “Tipología y génesis de los cancioneros. La organización de los materiales", en Estudios sobre poesía de cancionero, Noia, Toxosoutos, 1999, pp. 9-54.

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Defpfikga ¡{e poesia (manuscrito) aípliego poético (inpresa) 25

mismo al que fue dedicado el Cancionero general. Si bien la guerra de Granada fue empresa eminentemente castellana, intervinieron tam­ bién nobles de otros reinos y en la campaña de 1487, que acabó con la conquista de Málaga, participaron los condes de Cocentaina y Alme­ nara" además de nuestro hombre, el Conde de Oliva“. La caída de Almería fue el resultado final de la campaña de 1488-1489; en julio del primero de estos años, que se dedicó a meras escaramuzas, había muerto otro prohombre valenciano, el maestre de Montesa Felipe de Aragón”, en octubre de 1489 cayó Baza, que había cargado con el mayor peso del ataque, y el 22 de diciembre El Zagal entregó Almería”. Por otra parte, la nobleza valenciana en 1488 se había comprometido a entregar al Rey una fuerte suma, que fue recaudada a lo largo de cinco años"; no faltaban, por tanto, motivos para que el Conde de Oliva, a la sazón Gobemador de Valencia" visitara Almería donde el Rey dirigía las operaciones", sea por razón de su conquista, sea poco después.

Perea Rodríguez, Las cortes literarias hispánicas del siglo XV: el entorno histórico del Cancionero General de Hernando del Castillo, Madrid, Univer­ sidad Com lutense, 2004, pp. xxv-xxxiv.

" Miguel gel Ladero Quesada, Castilla y Ia conquista del Reino de Grana­ da, Valladolid, Universidad, 1967, p. 144, que cita la Historia de los Hechos del Marqués de Cádiz, cap. 49-5 l.

" El dato, procedente de Alonso de Palencia, lo recoge González Cuenca, Cancionero general, vol. I, p. 53, donde puede encontrarse un buen cursus honorum del Conde de Oliva.

‘5 M. A. Ladero Quesada, Castilla y la conquista del Reino de Granada, p. 57. ‘6 Ladero Quesada, Castilla y Ia conquista del Reino de Granada, p. 61. ‘7 Carlos López Rodríguez, Nobleza y poder político. El Reino de Valencia (1416-1446), Valencia, Publicaciones de la Universidad de Valencia, 2005, p.

86.

‘3 Josefina Mateu Ibars, Los virreyes de Valencia. Fuentes para su estudio, Valencia, Publicaciones del Archivo Municipal de Valencia, 1963, pp. 96-97, lo sitúa en el cargo entre 1478 y 1492.

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26 ‘Vicen; Qeítrán Incipit, XXV/XXVI (2005-2006)

Creo por tanto que la redacción del romance ha de situarse a fines de 1489 o principios de 1490.

Nada puedo decir sobre el segundo romance, anónimo como el primero, “Estando en contemplación” y su breve desfecha. El romance siguiente es atribuido por los cancioneros a Pedro de Acuña, por los pliegos a Diego; seguramente, si hemos de atender a las noticias de Gonzalo Femández de Oviedo, se trata de Pedro de Acuña, Prior de Messina de la Orden del Hospital, muerto en la batalla de Ravenna el 1512”. Pudo relacionarse con los magnates valencianos, o su poema haber llegado a esta ciudad a través de cualquiera de los participaron - en las guerras de Italia como Bemardo de Rojas y Sandoval, marqués de Denia", o el Marqués de Cenete. En efecto, es en un sector del Cancionero general dedicado a ingenios valencianos donde este ro­ mance se inserta.

El romance siguiente, “Triste estaua el cauallero”, es continua­ ción de un romance viejo por Quirós, quizá Diego Núñez de Quirós, poeta relacionado a través de su obra con personajes del círculo valen­ ciano como el Marqués de Cenete, Crespí de Valldaura, el Conde de Oliva o Juan Femández de Heredia” y avecindado en Valencia según una rúbrica de I4CG”. He de notar que algo antes en el Cancionero general aparece el mismo romance viejo continuado por Alonso de Cardona“, caballero también valenciano de la rama de este linaje catalán establecida en el Reino, la de los marqueses de Guadalest”.

2° La noticia de su identificación procede de Gonzalo Femández de Oviedo, Batallas y quinquagenas, introducción de Juan Bautista Avalle-Arce, Salamanca, Diputación, 1989, pp. 375-77. Véase la extensa nota que dedica a este poeta González Cuenca, Cancionero general, vol. II, p. 560.

2' La relación con este personaje está explícita en la Semblanza de Femández de Oviedo, p. 376.

2’ Me ocupó brevemente de estas vinculaciones en mi Edad Media: lírica y cancioneros, en Páginas de Biblioteca Clásica. Poesía Española, 2, Barcelo­ na, Crítica, 2002, p. 665.

2’ Véase el magnífico capítulo que le dedica Óscar Perea Rodríguez, Las cortes literarias hispánicas del siglo XV, pp. 545-550.

2‘ González Cuenca, Cancionero general, n° 441.

2’ Véase la excelente Semblanza que le dedica Estela Pérez Bosch, Los poetas valencianos del Cancionero General: estudio y edición, tesis de doctorado,

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Deípfiego de poesía (manuscrito) aípízega poético (impreso) 27

De Quirós es también el próximo romance, como este continuación de otro, “Amara yo vna señora”, y el “romance que hizo quiros al Mar­ ques de arzeneta por los amores dela señora fonseca”.

Sobre este personaje podemos aportar mucha más información. El Marqués de Atzeneta no tiene nada que ver con la villa montañesa de Adzaneta, en el norte de Castellón, como alguno ha creído”, sino que se trata de una adaptación local de Cenete o Zenete, territorio

granadino que el Gran Cardenal de España, Pedro González de

Mendoza, consiguió para su hijo natural Rodrigo Diaz de Mendoza”, bizarro personaje que se hacía descendiente del Cid”. Nacido hacia

2‘ El equivoco fue recogido por el cronista Diago: “en 23 de febrero muere Dn. Rodrigo de Mendoza, marqués de Adzaneta, en el palacio del Obispo, y entierranlo en el monasterio de monjas de la Trinidad”, Apuntamientos reco­ gidos por el P. M. Fr. Francisco Diago, O. P. para continuar los Anales del Reino de Valencia desde el rey Pedro II hasta Felipe II con un prólogo del Rvdo. P. Lect. Fr. José M0 Garganta, O. P., Valencia, Acción Bibliográfica Valenciana, 1946, vol. II, p. 100.

2" Véase la biografia que le dedica Francisco Layna Serrano, Historia de Guadalajara y sus Mendozas en los siglos XV y XVI, que cito por la segunda edición de Guadalajara, Aache Ediciones, 1994, vol. II, pp. 245-47 y la de Óscar Perea Rodríguez, Las cortes literarias hispánicas del siglo XV, pp. 88­ 102, con notable atención a sus relaciones literarias. Su persona y su linaje ya fue objeto de estudio, poco pormenorizado, en Pedro Salazar de Mendoza, Cronica del Gran Cardenal de España don Pedro Goncalez de Mendoca, Toledo, imprenta de doña María Ortiz de Saravia, impresora del Rey, 1625, pp. 422-424 y le dedicó unas páginas Helen Nader, Los Mendoza y el Renaci­ miento español, Guadalajara, Institución Provincial e cultura ‘Marqués de Santillana’, 1986, especialmente p. 152. Francisco Javier Sánchez Cantón, La biblioteca del Marqués del Cenete iniciada por el Cardenal Mendoza (1470­ 1523), Madrid, CSIC, 1942, en la introducción ofrece una excelente biografia del personaje.

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28 ‘Ihren; Qeítrán Incqzit, XXV-XXVI (2005-2006)

1460, debió vivir mucho tiempo en Valencia, y desde muy antiguo, ya que con ocasión de la contribución de los miembros del brazo militar valenciano de 1488 aparece en el grupo de mayor aportación, aún sin título específico”. La parte conocida de sus señoríos en Valencia es de adquisición posterior: su padre compró la villa de Albeiique en julio de 1489 y se la cedió en marzo de 1491”, Alcácer y Gabarda, adquiridas por las mismas fechas con Alasquer, le fueron cedidas en mayo de 1490‘, y la perla de este patrimonio, Ayora, fue adquirida a Diego Gómez de Sandoval en 1490 y cedida poco después. Con estas tierras y la de Jadraque, en Valencia y Guadalajara, el Cardenal le "fundó un mayorazgo en noviembre de 1489 y le añadió el Cenete en

1491”. Con motivo de su boda con Leonor de la Cerda, hija del Duque de Medinaceli”, a fines de 1492, recibió de los Reyes los títulos creados ad hoc de Conde del Cid y de Marqués del Cenete.

Si no puedo precisar la ocasión de su instalación en Valen­

cia”, seguramente en la capital, donde residía la alta nobleza del

frontispicio del manuscrito 2655 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca, del que hay edición facsímil a cargo de Pedro Cátedra con transcripción de Javier Coca Senande, Salamanca, Universidad - Iberduero, 1990.

1° C. López Rodríguez, Nobleza y poder político, p. 87.

3° Para estos aspectos, véase Alfonso Franco Silva, “La herencia patrimonial del Gran Cardenal de España, D. Pedro González de Mendoza”, HID, 9 (1983), l-39, que cito por su reimpresión en el volumen del mismo autor La fortuna y el poder, Cádiz, Universidad, 1996, pp. 309-54.

3' A. Franco Silva, “La herencia patrimonial...”, basándose en la documenta­ ción de la Casa de Osuna, afirma que esta cesión tuvo lugar en 1490 (p. 317), pero ya F. Layna Serrano, Historia de Guadalajara y sus Mendozas, vol. Il, pp. 476-78, había publicado el acta de donación fechada el 3 de marzo de

i491.

‘2 F. Layna Serrano publicó las capitulaciones matrimoniales, de 2 de octubre de 1492 y el acta notarial del matrimonio, de 8 de abril de 1492 en su Historia de Guadalajara y sus Mendozas, II, pp. 479-81. Algunos datos más concretos en Francisco Femández de Bethencourt, Historia genealógica y heráldica e la monarquía española. Casa Real y Grandes de España, vol. 5, Madrid, 1904, pp. 221-22.

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Deípíiego ¡{e poesía (nmnuscrito) afpíiego poético (impreso) 29

Reino", después de muerta en 1497 su primera esposa y tras un perío­ do en las guerras de Italia, sí es posible reconstruir la historia de sus amores con María de Fonseca”, sobrina-nieta del arzobispo de Sevi­ lla. Rechazado por su suegro, pero locamente enamorados los dos, el 30 de junio de 1502, con la complicidad de la suegra, firmó esponsa­ les y consumó el matrimonio. Desde Valencia, donde estaba, tras el la reclamación patema ante la Reina, acudió el Marqués a Medina del Campo y fue encerrado en el castillo de Cabezón; su esposa lo fue en Alaejos, en manos del padre, hasta verse obligada a casarse con el pretendiente que éste la había fijado, pero evitó consumar el matrimo­ nio amenazando a su pusilánime marido. Enterado el Marqués, junto a Maria, reclamaron a la Reina acusándola directamente del delito de bigamia por lo que la ajetreada novia fue encerrada en Las Huelgas. Muerta Isabel, Felipe I liberó al arrojado novio, que aprovechó para secuestrar a su enamorada, refugiarse con ella en Jadraque y casarse canónicarnente en 1506, viviendo allí hasta 1509 en que se trasladaron a Cenete. Debieron volver a Valencia, de donde fue expulsado en 15143‘, y regresaron en 1520, acompañando a su hermano Diego, con­ de de Mélito, investido virrey para reprimir las Gennanías; allí murió el Marqués en 1523. Su hija María les levantó un magnífico mausoleo en la capilla de los Reyes del convento de Santo Domingo de Valen­

(pp. 68 y 70 nota) uno de los cuales tuvo participación destacada en las cortes de 1437-1438 (p. 308) pero debió haber muerto ya en 1450 cuando Juan de Navarra confirmó el legado que había hecho de Benidorm a su sobrino Diego Fajardo (p. 81 nota 195). En cualquier caso, no creo que se produzca confu­ sión con ninguno de ellos, pues de todos los señoríos que les atribuye ninguno coincide con los que ostentó el hijo del Gran Cardenal.

3‘ C. López Rodríguez, Nobleza y poder político, p. 84.

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30 Viccn; fleftrán Incipit, XXV-¡YXVI (2005-2006)

cia, que todavía existe” y cuyo descubrimiento debo a la amistosa ocurrencia de Albert Hauf. He de observar que poseyó una excelente biblioteca, en la que no sólo figuran tres ejemplares del Cancionero general, sino algún curioso apunte como “nou libres de poesia chiquets cuberts de cuyro negre ab vnes rosetes dourades en mig” que parece transmitimos la idea de haber coleccionado pliegos poéticos, manus­ critos o quien sabe si impresos". De los datos expuestos se deduce que hemos de datar el romance que nos ocupa hacia 1502-1506, pro­ bablemente en el primero de estos años, cuando se nos dice que dejó Valencia para acudir a la Corte.

El pliego contiene otro romance de tipo trovadoresco, Dezime vos pensamiento, anónimo, que gozó de cierta difusión en pliegos sueltos y gracias a las ediciones y derivados del Cancionero general, que lo acogieron con profusión”; en realidad parece un injerto mal agregado a esta segunda parte del pliego, en medio de cuatro roman­ ces habitualmente juzgados de estilo tradicional que estudiaremos a continuación. La desecha está íntimamente vinculada con su tema, no

así el mote; su contenido moral, meditación sobre la muerte y su

preparación ascética en vida, lo hace parecer un agregado, quien sabe si para completar la página donde había quedado un pequeño hueco al final. De hecho, no lo encontrarnos ni en cancioneros ni en romance­ ros, ni siquiera en pliegos sueltos, fuera de los dos que más interesan (ND 658 y 668).

Del romance que sigue, Ferido esta don tristan, podemos decir que fue uno de los primeros de tipo tradicional que vio la imprenta, sin glosa ni aditamento cortés de ninguna clase; sin duda era conocido en esta época y había tenido éxito en la Corte, pues fue citado en el

” Véanse las noticias que recoge Gaspar Escolano, Décadas de Ia historia de 1a insigne y coronada ciudad de Valencia, Valencia-Madrid, Terraza, Aliena y Compañía, editores, 1879, que cito por la reimpresión facsimilar de Valen­ cia, Librería París-Valencia, 1980, Tomo II, pp. 628-29.

3‘ F. J. Sánchez Cantón, La biblioteca del Marqués del Cenete, apunte 623­ 31. Las descripciones del Cancionero general se encuentran en los apuntes 27, 229 y 574.

3° Véanse las notas críticas de González Cuenca a su Cancionero general, n°

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Deípfrkga ¡{e poesía (nuznuscrito) aípítkgo poético (irrpreso) 31

Juego de naipes de Pinar, lo mismo que otro romance de nuestro pliego, Rosa Fresco“. En los tiempos que me vi, romance del Palmero o de la amada muerta, por lo trágico y truculento del asunto, ha tenido un notable éxito de crítica en nuestra época; aunque conocido en toda la Romania, parece haber tenido sus apariciones más antiguas en Es­ paña". Su presencia en los pliegos medio siglo antes que en los can­ cioneros es todo un síntoma de la diversificación de los canales de difusión poética en el siglo XVI, altamente especializados según los registros expresivos, los géneros y el público al que iban dirigidos“.

“° Ramón Menéndez Pidal, Romancero hispánica (hispano-portugués, ameri­ cano y sefardü. Teoría e historia, que cito por la 2‘ ed. en el seno de las Obras completas de R. Menéndez Pidal, vol. IX, Madrid, Espasa-Calpe, 1968, 512,12; véase para esta obra los estudios de Ana Menéndez Collera, “La poesía cancioneril de entretenimiento en la corte de los Reyes Católicos: el Juego trovado de Pinar”, Estudios en homenaje a Enrique Ruiz-Fornells, ed. J. Femández Jiménez, J. J. Labrador Herraiz y L. T. Valdivieso, Erie (Pennsylvania), ALDEEU, 1990, pp, 425-31 y Jacobo Sanz Hermida, “Entre­ tenimiento femenino en la corte de Isabel de Castilla: el Juego trabado de Gerónimo Pinar”, en Nunca fue pena mayor. Estudios de literatura española en homenaje a Brian Dutton, ed, Ana Menéndez Collera y Victoriano Ronce­ ro López, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1996, pp. 605-14.

‘" R. Menéndez Pidal, Romancero hispánica, 510,14, cita su primera apari­ ción en nuestro pliego número 8, que él creía de 1506 y defiende su origen español. Véase también S. Griswold Motley, “El romance del ‘Palmero”’, RFE, 9 (1922), 298-310, Gloria B. Chicote, “El romance de Palmero: cinco siglos de supervivencia a través de sus fuentes textuales”, Incipit, 6 (1986), 49-69 y Patrizia Botta, “El romance del Palmero e Inés de Castro”, Medíoevo y Literatura. Actas del V Congreso de Ia AHLM (Granada, 27 septiembre - 1 octubre 1993), ed. Juan Paredes Núñez, Granada, Universidad de Granada, 1995, I, pp. 379-99.

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También este estaba de moda en la corte, como atestigua su presencia en el Cancionero del British Museum". Siguen por fin los dos roman­ ces estrella del pliego, “La dama y el pastor” y Rosa flesca, aquél, por su doble condición de ser probablemente el primero en pasar a la escritura y por el éxito que tuvo glosado y como tema literario“, el segundo, también por su altísima difusión en el Renacimiento con la glosa de Pinar, además de otra de Garci Sánchez y una tercera, anóni­ ma; paradójicamente, si el pliego procede, como propongo, de Valen­ cia, a estos dos textos tampoco les falta cierto color local, aunque por muy diversas razones.

De todo lo expuesto se desprende que ha de vincularse necesa­ riamente a la sociedad cortés valenciana el romance primero, Yo me parti de valencia, que no tuvo otra circulación sino las dos ediciones de nuestro pliego, ND 658 y 668. Pensar que hubiera podido proceder de la faltriquera o de la biblioteca de algún aficionado burgalés, donde apareció por primera vez, carecería de sentido. Los tres romances de Quirós lo son por ser ésta segim todos los indicios la ciudad donde ha de localizarse su producción literaria; para uno de ellos, Triste estaua el cauallero, concurre el sólido indicio de haber sido continuado tam­ bién por el valenciano Alonso de Cardona, para el último, los amores del Marqués de Cenete con “la señora Fonseca”, todo nos induce a vincular a este magnate con la ciudad valenciana hasta su encarcela­ miento y boda. Cuatro romances en un pliego que contiene once, y de los que otros cuatro son de tipo tradicional, sin vinculación directa

‘3 Para los romances de este Cancionero, muy estudiados hoy en dia, véase Giuseppe di Stefano, “Romances en el Cancionero de la British Library, Ms. Add 10431”, en Nunca fiJe pena mayor..., op.cit., pp. 239-54 y Miguel Angel Pérez Priego, “Los romances atribuidos a Juan Rodríguez del Padrón”, en Medioevo y Literatura. Actas del V Congreso de Ia AHLM (Granada, 27 septiembre - 1 octubre 1993), lV, pp. 35-49. Menéndez Pidal ya se ocupó de la moda cortesana de los romances en el último cuarto del siglo XV en su Romancero Hispánica, 512,4.

“ En mi Edad Media: lírica y cancioneros, n° 113, me ocupé de los proble­ mas relativos a la copia de Jaume d’Olesa; para el conjunto de los textos antiguos y modemos sobre este tema véase Diego Catalán et al., La dama y el pastor. Romance. Villancico. Glosas, Madrid, Seminario Menéndez Pidal,

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con ningún foco de difusión, resultan demasiados para atribuir su concentración al azar.

Por otra parte, no podemos dejar de pensar en cierta vinculación local para dos de los tradicionales. El desgraciado protagonista de Rosa flesca, para justificarse de la falsa acusación “que erades casado amigo / alla en tierras de leon”, afirma “que yo nunca entre en castilla / ni en tierras de leon”; naturalmente, estos versos no implican que se

tratara de un caballero valenciano, pero aún así se prestaba a ser

interpretado de tal manera. En cuanto a Estase la gentil dama, creo que no se ha reparado suficientemente en el intenso erotismo de su descriptio puellae, casi nunca tan expreso en los textos romancísticos: “las teticas agudicas / que el brial quieren hender”. Cierto es que este mismo verso aparece ya en la vieja versión de Jaume d’Olesa (“les titilles agudilles / que el brial queran fender”") y que ha condicionado fuertemente su descendencia“; sin embargo, he de recordar algo que he insinuado ya al comienzo: la intensa presencia de la literatura liber­ tina en la Valencia de entre 1450 y 1550, desde las desenvueltas damas y damiselas de la corte constantinopolitana en el Tirant lo Blanch hasta los obscenos equívocos sobre los escozores de la Duque­ sa de Calabria y Reina viuda de Aragón, Germana de Foix, dedicados a su propio marido por la pluma de su cortesano (a quien hemos que suponer complaciente) Juan Femández de Heredia", sin olvidar en ningún momento juguetes erótico-literarios como El col-Ioqui de les dames o El procés de les oIives, impreso con los nombres de sus respetabilísimos autores al frente (el canónigo y capellán de Femando

‘5 Cito por mi edición en Edad Media: lírica y cancioneros, n° 113; puede verse también la de Diego Catalán, que adjunta facsímil, en La dama y el pastor, vol. l, pp. 23-24 y lámina l.

4° Véase la glosa de Alonso de Armenta, una de las piezas claves en la transmisión modema según Diego Catalán: “mete la mano en mis senos, / veras lo que nunca has vido: lmis pechos blancos y llenos” (La dama y el pastor, vol., I, p. 84).

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34 ‘Vicenc Beftrdn Incipit, XXV-XXVI (2005-2006)

el Católico Bernat Fenollar, el notario Joan Moreno, el caballero Jaume Gassull y el consejero de la ciudad de Valencia Narcís Vinyoles)“, o

como el desvergonzado Cancionero de obras de burlas, con la

Carajicomedia en primer lugar”.

Creo por tanto que nuestro pliego, o nuestros dos pliegos, el ND 658 y 668, remontan en última instancia a un arquetipo gestado en Valencia, en el entorno fuertemente aristocrático y ya en vías de inten­ sa castellanización de la capital del Reino, recogiendo textos produci­ dos hacia 1489-1502. No puede extrañamos la adición de romances de _tipo tradicional que sabemos celebrados en la corte a fines del siglo XV, cuya presencia apunta ya en el Cancionero de la British Library o en el Cancionero musical de Palacio” y que emergerían rápidarnen­ te en el Cancionero general de 15115‘. Sólo el desinterés tan marcado, tan persistente, por la poesía de Cancionero y, más en concreto, por el romancero cortés”, han permitido que este pliego y su importancia histórica pasara en gran medida desapercibido”, a pesar de ser uno de

‘3 Estas composiciones fueron reunidas por Ramon Miquel i Planas en su Canconer satíric valencia, Barcelona, 1911, que dio nombre a esta orienta­ ción de cierta poesía valenciana de los albores del siglo XVI. Véase el estado de la cuestión en B. Fenollar et al., Lo procés de les olives. Lo somni de Joan Joan, con estudio introductorio de Salvador Jafer, edición de Vicent Pitarch i Lluís Gimeno, Valencia, Eliseu Climent editor, 1988.

‘9 Remito a las notas que adjunté a mi Edad Media: lírica y cancioneros, n° 236, así como Carajicomedia, ed. Álvaro Alonso, Archidona (lvíálaga), Alji­ be, 1995.

5° Germán Orduna, “Los romances del Cancionero musical de Palacio: testi­ monios y recepción cortesana del romancero”, en Scripta Philologíca in honorem Juan M Lope Blanch, México, UNAM, 1992, pp. 401-09. 5' Germán Orduna, “La sección de romances en el Cancionero general (Va­ lencia, 15 l l): recepción cortesana del romancero tradicional”, en The Age of the Catholic Monarchs 1474-1516. Literary Studies in Memory of Keith Whinnom, ed. A. Deyermond y I. Macpherson, Liverpool, Liverpool University Press, 1989, pp. 123-33.

5’ Hoy, por forttma, un tanto en retirada tras la aportación de Virginie Dumanoir, Le ‘romancero’ courtois. Jeux et enjeux poétiques des vieux ‘romances’ castillans (1421-1547), Rennes, Presses Universitaires, 2003.

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Deípíiego ¡{e poesía (manuscrito) aípíiego poético (impresa) 35

los testimonios más tempranos“ y más completos anteriores al Can­ cionero de romances de Amberes de 1547, a pesar de contener (caso raro en este período) ni más ni menos que cuatro romances tradiciona­ les sin glosa ni aditivos cortesanos; en este sentido, basta compararlo en el pliego “Romance de rosa fresca con la glosa de pinar: ‘t otros muchos romances” (Nuevo Diccionario 1038 y 1039, véase su des­ cripción en el Anexo II, n° 3 y 4), mucho más cortesano y, en este sentido, conservador. Pero quizá me adelanto porque ahora deberemos deslindar las relaciones entre estos pliegos, de cronología incierta pero siempre más recientes, y el Cancionero general de 151 l.

Los estudiosos de la imprenta antigua coinciden en señalar para el pliego ND 668 la datación hacia 1515-1519, para el ND 658 unos quince años más tarde; contienen los mismos textos, excepto por ha­ berse caído del segundo (por haber añadido el primero, pues no pode­ mos asegurar si estaba o no en el antígrafo) Alterado el pensamiento de Diego o Pedro de Acuña, por lo que hemos de considerarlos dos impresiones de una misma compilación. Sin embargo, no proceden el uno del otro, como puede observarse por la siguiente colación de variantes:

6,15 desventura 668 de ventura 658 704 729 730, 1 1 CG I 4CG CR4 7 6,30 conque biua ledo vn dia 668 729 II 70: biua alegre 658 704 730 7,13 ya tus males son agenos 658 704 729 730 ya mis males son agenos 668

10,4 por ver si se mudaria 668, 1 I CG I4CG CR47 si se me m. 658 12,21-22 el agua que de alli sale / vna acucena regaua 658 vnazucena se regaua 668

13,24 falta 704

14,1 dezime vos pensamiento I I CG I4CG 668 dezidme CR47 dezi vos 658

Duques de Calabria, a partir de las noticias que da Luis Milán en EI Conesa­ no.

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36 ‘Vicent: Geítrán Incípit, XXV-HW! (2005-2006)

14,24 que por muerto te ternan / los que supieren tu vida / y tu muerte no veran 668, I I CG I 4CG que por muerto te teman / los que tal cosa supieren... 658

15,l-3 Assi que en mal menor / no consiste / el alegria del triste II CG I 4CG 658 assi que el mal menor 668

16 Mote // Quien quisiere que la muerte / no le mate y mate a ella / nunca se desparta della 658 se despanta della 668

El error de 6,15 (resultan irrelevantes o cuando menos

conjuntivos los errores 12,2l-22, 15,l-3 y 16) impide que ND 658 (que parece posterior) derive de ND 668, el ejemplar más antiguo y completo; lo mismo sugiere la banalización de 7,13; aunque por cual­ quier consideración se invirtiera la relación cronológica que hoy tene­ mos establecida, los errores de 10,4 y 14,1 y las banalizaciones de 6,30 y 14,24 (sin contar los múltiples errores irrelevantes que afean sus lecturas) impedírían que ND 668, caso de descender de 658, pu­ diera reconstruir la Iectiones diflïciliores que conserva. Ambos han de proceder, por tanto, independientemente, de un antígrafo común, no

uno del otro. Si atendemos a la relación intema entre los pliegos

sucesivos y menos completos en cuanto a la colección de romances que nos ocupa, los resultados son contradictorios: el error 6,15 indica que ND 704 729 y 730 no pueden descender de ND 668, sino en todo caso de ND 658 pero entonces ND 729 no habría podido reconstruir la Iectio dzflïcilior (6,30) ledo que comparten ND 668 y ND 1170 contra la facilior alegre de ND 704 658 730; más fácil habría sido reconstruir tus males de 7,13 que comparten ND 658 704 729 y 730 contra la banalización mis males de ND 668 pues una lectura atenta del texto pudiera sugerirlo, pero la edición de los pliegos (sin que el descuido sea obligatorio) no suele ser tan cuidada. Tampoco es posible que 704 sea el antígrafo de 719 y 730 por el error 13,24, privativo suyo, aun­ que carecemos de datos suficientes para establecer con seguridad la relación intema entre estos testimonios. Por lo general, desde el punto de vista textual, los pliegos revelan una gran inestabilidad, fruto de la intervención continua de enmiendas y conjeturas”; si hemos de elegir por una de las dos opciones, yo pondría ND 729 más cercano de 658.

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Defpítego Je poesía (manuscrito) alpízkgo poética (inzpreso) 37

En cuanto a ND 1170, lo hemos visto asociado al grupo 704, 729-730 y descendiendo quizá de 658 por la difficilior (6,30) ledo; veamos qué nos sugieren las lecturas siguientes:

4,24 lo menos que ay enella / era lo mas acabado / que natura y su poder / enella se a remirado 668 658 1170 se han remirado 704 729 730: pudieran auer obrado II CG I 4CG CR4 7

6,1-2 Triste estaua el cauallero / triste esta y sin alegria 729 730 1170 falta esta 658 668 704 I I CG I4CG CR4 7

6,5 llorando delos sus ojos 658 668 04 729 730 1170 lloraua I I CG I4CG CR4 7

6,11 queda 1 1 CG I4CG quedo 729 730 668, 658 CR4 7 quando 704 6,27-30 por esso triste te ruego... conque biua ledo vn dia 668 704 729 730 1170: alegre 658 704 730 : faltan estos versos en IICG I4CG CR47

A la luz de la lecturas 6,5 debemos incluir el pliego ND l 170 en el mismo grupo que los pliegos ND 658, 668, 704, 729 y 730 y 6,27­ 30 nos sugiere que, en este caso, habría de depender de 668; 4,24 lo desvincula de 704 729 730 (y 6,11, de 704), por lo que habría de descender directamente de 668, lo cual, sin embargo, es contradictorio con 6,1-2, donde comparte la emnienda (seguramente conjetural) de 6,l-2. Por otra parte, este pliego nos ha llegado mutilado por lo que resulta difícil formarse una idea más completa; creo por tanto que lo más simple y prudente es asociarlo al grupo 704, 729 y 730, sin perder de vista lo débil de esta conclusión. Sólo tenemos la seguridad de que estos pliegos pertenecen a la misma familia que 668 y 658 y podemos conjeturar un proceso de derivación mucho más complicado de lo que los documentos conocidos permiten reconstruir.

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38 ‘Vital; ‘Beítrán Incipit, XXV-XXVI (2005-2006)

4 Rúbrica Diego de acuña 658 668 704 729 730 pedro dacuña 11 CG I 4CG CR4 7

4,1 Alterado el pensamiento 668, 658 704 729 730 : el sentimiento IICG I4CG CR47

4,24 lo menos que ay enella / era lo mas acabado / que natura y su poder / enella se a remirado 668 658 1170 se han remirado 704 729 730: pudieran auer obrado IICG I 4CG CR47

6,l-2 Triste estaua el cauallero / triste esta y sin alegria 729 730 II 70 falta esta 658 668 704 II CG I 4CG CR4 7

6,5 llorando delos sus ojos 7658 668 04 729 730 II 70 lloraua 1 1 CG I4CG CR4 7

6,11 queda 1 I CG I4CG quedo 729 730 668, 658 CR47 quando 704 6,27-30 por esso triste te ruego... conque biua ledo vn dia 668 704 729 730 11 70: faltan estos versos en 1 I CG I4CG CR4 7 ­

7,4-lO primera glosa falta 1 1 CG I4CG y la creo necesaria para el sentido: 1 Cuydado no me congoxes... 6-7 ...te ruego y pido / me dexes solo vn momento 13 ya tus males son agenos (658) se establece una concatenación de sentido de la primera a la segunda glosa, que se rompe con el texto de I 1 CG I 4CG

9,8 no tema vida sin vos I I CG I4CG el verso falta en 729 730 668 658

10,10 ordeno me vn pensamiento / de plazer y de alegría / que me quito mis pesares I ICG I4CG CR4 7 de plazer y alegria 658 y plazer y alegria 668

10,40-45 vi ellagua como corria / muy dulce para miralla / yamarga aquien la cogía / mas de ver mi gloria en ella / de ningun temor tenia IICG I 4CG CR4 7 tan dulce... mande ver mi gloria en ella 668, 658 11 Cancion por desecha 668, 658 falta en 1 I CG I4CG

14,26 viendo menor tu pecado / quel castigo que te dan I I CG I 4CG CR47 1038 1039 : ...mayor tu pecado... 668, 658

14,29-32 pues que fuiste atreuido / de amar en tal lugar / bien meresces tal castigo / en pago de tu afan faltan estos versos en I 1 CG I4CG CR4 7 1038 1039.

15,l-3/6-l0 El dia del alegria / al que es triste / de mayor dolor le viste // (...) mayor consuelo le viene / que si le diessen fauor / Assi que en

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Deípfiego ¡{e poesia (nranuscrita) afpfiego poético (impreso) 39

Hemos de señalar que en el texto de estos romances existen numerosas lagunas, tanto en ND 668/658 y algunos más como en los cancioneros, que impiden pensar en cualquiera de ellos como antece­ dente del otro: en estos pliegos faltan los vv. 15,7 (imprescindible para el sentido) y 9,8; en los cancioneros me parece significativo el

caso de la canción por desecha número ll, que en el Cancionero

general figura sólo exenta en la sección de las canciones pero no tras el romance, y más grave la pérdida de la primera glosa del villancico 7 pues rompe la correlación (no lo bastante evidente como para que se note su pérdida) que se establece entre las dos. Otro sentido tiene la ausencia de los versos finales en los cancioneros para los números 6 y 14, que pueden derivar del hábito, puesto de moda en este período, de los romances truncos“

Entre los errores de los pliegos señalaré 10,40-45 y 14,26 aun­ que creo perfectamente emnendable el de 10,10 e irrelevante el de 6,5; por su parte es erróneo, aunque irrelevante, el caso del verso 6,11 en los cancioneros. He de señalar además como equipolentes las varian­ tes en la rúbrica y el v. 24 del n° 4. Quiero por fin señalar el error, fácilmente corregible que se produce en 6,l-2 donde falta esta en los pliegos ND 668 y 658 y en los cancioneros, pero fue enmendado, seguramente por conjetura, en ND729 730 y 1170. Es un indicio débil, el único en el plano textual, de la existencia de un antígrafo o un arquetipo común a las dos tradiciones; pero no podemos dudar que lo hubo si reparamos en el estricto paralelismo de orden entre los núme­ ros 472 a 476 del Cancionero general de 1511 (y sus equivalentes en el de 1514) y los números 2-10 del pliego ND 668.

De lo dicho se deduce que sólo dos pliegos con más de dos de estos romances, el ND 1038 y 1039, parecen extractarlos del Cancio­ nero general, pues contienen el error de 14,26 a la vez que la supre­ sión de sus versos finales. No tiene nada de particular, puesto que el romance Rosa flesca va acompañado de la glosa de Pinar y por tanto puede proceder del mismo cancionero. El resultado de nuestro análisis es por ello complejo, y revela una selva textual bastante característica en la transmisión de los pliegos poéticos, con su tendencia a extractar obras de moda de los grandes cancioneros y su insistencia en las

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40 ‘Viten; fleftrán Incípit, XXV-XXVI (2005-2006)

composiciones ligadas al estilo bajo de la tradición cortés: “formas estróficas de marcado carácter popular, en arte menor, con marcada tendencia a estructuras de fácil lectura (y recitación)”57. Los demás proceden de la tradición textual específica de los pliegos, como resulta habitual. Concluyendo, el resultado de esta breve relación (que no es completa, pero contiene los casos más significativos) me parece con­ cluyente: los pliegos y los cancioneros generaron tradiciones diversas, aunque no exentas de interferencias, pero C 47 deriva del General de 151153 cuyas lecturas arrastra casi siempre (o, mejor dicho, de su antígrafo, pues la edición de 1514 revela intervenciones que a veces mejoran sus lecturas, aunque otras las estropean). Por fin, ambas ra­ mas de la transmisión, pliegos y cancíoneros, proceden de una misma tradición que emerge a la letra de molde, independientemente, en el Cancionero general y en los pliegos ND 768/668. Este conjunto de relaciones, podemos esquematizarla según se indica en el stemma que reproducimos en el Anexo V.

¿De donde procedía el antígrafo o arquetipo de ambas tradicio­ nes? A la luz de los autores, los temas, sus tendencias socio-culturales y, sobre todo, del hecho de ser ND 668 y 658 única en la transmisión del romance sobre el conde de Oliva, me inclino netamente por la ciudad de Valencia, lugar de residencia de la alta nobleza valenciana y del poeta Quirós que con ella se relacionaba. Dificil resulta decidir por qué dicho romance no aparece en el Cancionero general y sólo se me ocurre que, quizá por la escasa importancia del hecho que relacio­ na, en realidad irrelevante, o por ser diez años anterior al período en que Hemando del Castillo preparaba la edición (y quién sabe si tam­ bién a su entrada en el círculo del Conde de Oliva), en aquel momento se habría perdido su rastro. Por el contenido del pliego impreso, este

5’ Son palabras de Víctor Infantes, “Hacia la poesía impresa. Los pliegos sueltos de Juan del Encina: entre el cancionero manuscrito y el libro poético”, en Humanismo y literatura en tiempos de Juan del Encina, ed. Javier Guija­ rro Ceballos, Salamanca, Universidad, 1999, pp. 82-99, esp. p. 93. Véase también mi “Los primeros pliegos poéticos: alta cultura / cultura popular”. 5‘ Aunque las notas de Piacentini sugieren repetidamente que e] Cancionero de romances de Anvers 1547 y su reedición de 1550 derivan directamente del Cancionero general de Sevilla, 1535, pero esta cuestión resulta irrelevante

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Defpíúzga Je poesia (manuscrito) aípftego poético (ingenuo) 41

antígrafo se integraba perfectamente en la orientación de la poesía durante el último cuarto del siglo XV: experimentación cortesana de las fonnas derivadas del romancero tradicional; nada tiene de extraño que en la corte de los condes de Oliva, tan ligados a la realeza desde los tiempos de Alfonso el Magnánimo, se estuviera muy al día de las

modas de la corte. Sin embargo, el pliego se aparta de ella y se

anticipa a su tiempo por la inclusión de romances de tipo tradicional sin aditivos cortesanos; si mis conjeturas son ciertas, en este sentido, Valencia se habría situado ya en la vanguardia literaria del siglo XVI (como revela, entre otras cosas, la misma publicación del Cancionero general), posición que habría de mantener durante largo tiempo.

Más dificil resulta decidir dónde y cuándo saltó a la imprenta. En cuanto a la primera pregunta, yo me inclinaría de nuevo por Valen­ cia, donde la edición de pliegos de poesía (pues este es el formato de obras como Lo procés de les olives) y de otras obras literarias de pequeño formato era fenómeno corriente desde finales del siglo XV. De hecho, otros dos pliegos, aunque conservados por ediciones de otras prensas, parecen remontar a ejemplares primitivos de origen valenciano, como la “Metafora en metros: que fizo Quiros al señor Juan fernandez deredia siendo seruidor de la señora geronima Beneyta estando ella en vn lugar que se llama alcacar, Entre valencia y alcacar”, de Toledo, Juan de Villaquirán, c. 1515 (Nuevo diccionario, 460), y “Aqui comienca el romance de la Melisenda hija del emperador... con vna metafora de Quiros hecha a Juan fernandez de eredia”, Burgos: Fadrique de Basilea, 1515-1517 (Nuevo diccionario, 653), coetáneos del que nos ocupa y del mismo taller el segundo. En cuanto al tiempo de su primera aparición en la imprenta, su independencia del Cancio­ nero general podría inducirnos a creerlo anterior; sin embargo, en este caso resultaría difícil entender que hubiese pasado desapercibido a Hernando del Castillo, y aún más que hubiera declinado incluir el primer romance, dedicado a su patrón el Conde de Oliva: por ello pienso que habría salido después, quizá incluso tras la segunda edi­ ción de 1514, en fecha cercana a la reimpresión que conocemos.

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42 ‘Viken; fleltnin lncipit, XXV-XXVI (2005-2006)

pero, sobre todo, la coincidencia en el orden de los números 2-10 de ND 668 = CGI] 472-476. Hasta el momento, carecemos por completo de cualquier tipo de información sobre los materiales que tuvo a su alcance, y sabemos muy poco de cómo los utilizó, ordenó” o manipu­ 165°; ojalá con el tiempo tengamos acceso a otros cuademos de este tipo, o seamos capaces de reconstruir su relación con el Cancionero del British Museum en la medida que nos permita acceder a sus proce­ dimientos de ordinatio“. Mientras tanto, nos vemos obligados a espe­ cular sobre suelo movedizo.

Por fin, nos interesa mucho subrayar la cercanía entre este plie­ go impreso y los pliegos sueltos de poesía de cuya existencia nos hacíamos eco al comienzo. Hace años, Pamela R. Robinson“ llamó la atención sobre la importancia que en la Edad Medir habían tenido los cuademos sueltos para la copia de obras, por lo general breves, que los estudiosos realizaban por si mismos y que conservaban a menudo sin encuademar, hasta que se integraron en los actuales volúmenes misceláneos de las bibliotecas: aunque concuerdo enteramente con sus propuestas prefiero la denominación Iibelli, utilizada por otros estu­ diosos y perteneciente al vocabulario técnico de la Edad Media". La

59 Estela Pérez Bosch, Los poetas valencianos del Cancionero General: estu­ dio y edición, observa cómo los autores valencianos en bloques al final de cada sección; pero necesitariamos saber alguna cosa más, y no será fácil si no conseguimos reconstruir alguna de sus fuentes.

°° Véase mi “Ordenado y corregido por la mejor manera y diligencia. Hemando del Castillo, editor”, en Filologia di testi a stampa (area iberico) a cura di Patrizia Botta, Modena, Mucchi, 2005, pp. 241-56.

"Espero que salga algún día mi “Filología material: los cancioneros roman­ ces”, leído en el congreso Ab nou cor et ab nou talen. Nouvelles tendences de la recherche médiévale occitane, L’Aquila, 5-7 juillet 2001, donde estudiaba la adopción de los criterios de compilatio y ordinario del libro escolástico en los primeros cancioneros.

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Defpízzgo ¡{e poesía (manuscrito) aípfiego poético (impreso) 43

circulación e importancia de los pliegos poéticos manuscritos queda así encuadrada en un fenómeno más amplio, la del manuscrito de pequeño formato, generalmente sin encuademar o con encuademacio­ nes sencillas (un mero bifolio de pergamino flexible“), cuya vigencia se extiende hasta mucho después del Medioevo, tanto tiempo como duró en el comercio minorista la venta de los antiguos pliegos de papel. El aprendizaje de este pliego impreso, junto a los pliegos ma­ nuscritos que estudié en otros ámbitos, puede aportar, a mi parecer, nueva luz a los orígenes del pliego impreso“, que habríamos de consi­ derar su continuación natural tras la difusión de la letra de molde.

Anexo I

Fuentes citadas abreviadamente

1 1 CG = Hemando del Castillo, Cancionero general de muchos y diuersos autores, Valencia, Cristóbal Kofrnan de Basilea, 1511, que uso según Cancionero General recopilado por Hernando del Castillo

Verlag, 1993, V, pp. 57-71; para el vocabulario técnico medieval en latín relativo al libro, donde el término aparece con frecuencia con valores muy diversos, véase Francois Dolbeau, “Noms de livres”, en Études sur le vocabulaíre intellectuel du Mayen Áge. II. Vocabulaire du livre et de ¡’écriture au Mayen Age. Actes de Ia table ronde, Paris, 24 a 26-9-87, Tumhout, Brepols, 1989.

5‘ Remito a mi “Cubiertas removibles, cuademos inestables. Entre Filologia y Codicología”, en prensa en Studi in onore dí Valeria Bertolucci Pizzorusso, Pisa, Pacini.

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44 ‘Vicent Beítrán lncipit, XXV-XXVI (2005-2006)

(Valencia, 151 I), ed. facsímil de Antonio Rodríguez Moñino, Madrid, RAE, 1958.

14CG = Hemando del Castillo, Cancionero general de muchos y diuersos autores, Valencia, Jorge Costilla, 1514, del que uso microfilm del único ejemplar completo conocido, conservado en la BN París, Rés. Yg. 9.

CR4 7 = Cancionero de Romances, Anvers, Martin Nucio, c. 1547, facsímil de Ramón Menéndez Pidal, Madrid, CSIC, 1945.

Dutton, Cancionero / ID0000: Brian Dutton, El Cancionero del siglo XV, c. 1360-1520. Cancioneros musicales al cuidado de Jineen Krogstad, Salamanca, Universidad, 1990-1991, 7 vols.

Femández Valladares, Imprenta en Burgos = Mercedes Femández Valladares. La imprenta en Burgos (1501-1600). Madrid. Arco Li­ bros. 2005. 2 vols. Agradezco a la autora su gentil comunicación de los datos que reproduzca cuando el libro aún no estaba en las librerías. González Cuenca, Cancionero general, = Hemando del Castillo, Cancionero general, edición de Joaquín González Cuenca, Madrid, Castalia, 2005.

Norton, Catalogue: [Frederick]John Norton, A Descriptive Cata­ logue of Printing in Spain and Portugal. 1501-1520, Cambridge­ London-New York-Melboume, Cambridge University Press, 1978.

Norton - Wilson: F[Frederick] J . Norton y Edward M. Wilson, Two Spanish verse Chop-Books. Romance de Amadis (c. 1515-1519) Juyzio hallado y trabado (c. 1510). A Facsimile Edition with Bibliographical and Textual Studies, Cambridge, University Press, 1969.

Nuevo Diccionario: Antonio Rodríguez Moñino, Nuevo dicciona­ rio bibliográfico de pliegos sueltos poéticos. Siglo XVI, edición corre­ gida y aumentada por Arthur L.-F. Askins y Víctor Infantes, col. Nueva Biblioteca de Erudición y Critica, 12, Madrid, Castalia-Editora Regional de Extremadura, 1997.

Piacentini, Pliegos: Giuliana Piacentini, Ensayo de una bibliografia analítica del romancero antiguo. Los Textos (Siglos XV y XVI). Fasci­ culo I: Los pliegos sueltos, Collana di Testi e Studi Ispanici, IV

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Deípfiego ¡{e poesía (manuscrito) alpíiego poética (irrgoresa) 45

XVI). Fascículo I: Los pliegos sueltos. Anejo, Collana di Testi e Studi Ispanici, IV Ricerche Bibliografiche, 2*, Investigaciones sobre el ro­ mancero antiguo dirigidas por Giuseppe di Stefano, 1 bis, Pisa, Giardini Editore, 1982.

Piacentini, Cancioneros: Giuliana Piacentini, Ensayo de una bibliografia analítica del romancero antiguo. Los Textos (Siglos XV y XVI). Fascículo II: Cancioneros y romanceros, Collana di Testi e Studi Ispanici, IV Ricerche Bibliografiche, 8, Investigaciones sobre el romancero antiguo dirigidas por Giuseppe di Stefano, 2, Pisa, Giardini Editore, 1986.

Piacentini, Manuscritos: Giuliana Piacentini, Ensayo de una bibliografia analítica del romancero antiguo. Los Textos (Siglos XV y XVI). Fascí­ culo III: Los manuscritos, Collana di Testi e Studi Ispanici, IV Ricerche Bibliografiche, 10, Investigaciones sobre el romancero antiguo dirigi­ das por Giuseppe di Stefano, 3, Pisa, Giardini Editore, 1994. Postíncunables: Martín Abad, Julián, Postincunables ibéricos, Ma­ drid, Ollero y Ramos, 2001.

Thomas, Romancos: Henry Thomas, Tretze romancos espanyols estampats a Burgos, 1516-1517 existents al British Museum, Barcelo­ na, Casa de Miquel Rius, 1931.

Anexo II

Descripción de los pliegos estudiados:

l) Aqui comiencan onze maneras de romances. Con sus

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46 ‘Viene Qeftrdn I ncipit, JCW-XXVI (2005-2006)

Aqui comiencan onze maneras de romances. Con sus villancetes y aqueste primero romance fue fecho al Conde de Oliua

Yo me parti de Valencia

Estando en contemplacion [rúbrica:] Otro romance. Coracon procura vida [rúbrica:] Desecha.

Alterado el pensamiento. [rúbrica:] Este romance hizo don diego de acuña. Lloren mis ojos [rúbrica:] Desecha.

Triste estaua el cauallero [rúbrica:] Este romance añadio quiros desde donde dize ques de ti señora mia. Cuydado no me congoxes [rúbrica:] Villancico.

Amara yo una señora [rúbrica:] Otro romance viejo hasta donde dize mi vida quiero hazer: y de ay adelante haze Quiros. Que vida tema sin vos [rúbrica:] Villancico

Mi desuentura cansada [rúbrica:] Este romance hizo quiros al Marques de arzeneta por los amores dela señora fonseca. No biuo sin esperanca [rúbrica:] Cancion por desecha.

Ferido esta don tristan [rúbrica:] Otro romance de don Tristan de leonis.

Enlos tiempos que me vi [rúbrica:] Otro romance de vn cauallero de como le traen nueuas que su amiga era muerta.

Dezime vos pensamiento [rúbrica:] Romance de vn cauallero como pregunta a su pensamiento y de la respuesta. El dia del alegria [rúbrica:] Desecha Quien quisiere que la muerte [rúbrica:] Mote

Estase la gentil dama [rúbrica:] Siguese vn romance de vna gentil dama y vn rustico pastor.

Rosa fresca rosa fresca [rúbrica:] Otro romance.

2) Aqui comiencan diez maneras de romances con sus

villancicos: ‘t aquesta [sic] primero fue hecho al conde Oliua [Nuevo Diccionario 658, reproducción facsimilar en Pliegos poéticos góticos de Ia Biblioteca Nacional de Madrid, vol. I, Madrid, Joyas Bibliográ­

ficas, 1957, n° 36, edición de Antonio Rodríguez Moñino en sus Cancionerillos góticos, Valencia, Castalia, 1954, pp. 45-61, según Nue­ vo Diccionario “parece sevillano, de hacia 1530”, pero por fin Burgos, Juan de Junta, c. 1540 según Femández Valladares, La imprenta en Burgos, n. 333, v. II, pp. 790-791. Contiene las siguientes obras:]

(27)

Defpfiega ¡{e poesía (manuscrito) aípfúzgo poético (ingreso) 47

Alterado el pensamiento [rúbrica:] Romance de don Diego de

acuña .

Lloran mis ojos [rúbrica:] Deshecha

Triste estaua el cauallero [rúbrica:] Este romance añadio quiros desde donde dize que es de ti señora mia.

Cuydado no me congoxes [rúbrica:] Villancico.

Amara yo vna señora [rúbrica:] Otro romance. viejo hasta don­ de dize mi vida quiero hazer. 1.’ de ay adelante hizo quiros

Que vida tema sin vos [rúbrica:] Villancico

Mi desventura cansada [rúbrica:] Este romance fizo quiros al marques de Cenete por los amores dela señora fonseca

No biuo sin esperanca [rúbrica:] Cancion por desfecha Herido esta don tristan [rúbrica:] Otro romance de don Tristan de leonis

Enlos tiempos que me vi [rúbrica:] Otro romance de vn cauallero como le traen nueuas que su amiga era muerte [sic]

Dezi vos pensamiento [rúbrica:] Otro romance como vn cauallero pregunta a su pensamiento y dela respuesta

El dia del alegria [rúbrica:] Deshecha Quien quisiere que la muerte [rúbrica:] Mote

Esta se la gentil dama [rúbrica:] Siguese vn romance de vna gentil dama ‘I: vn rustico pastor

(28)

48 ‘Vicenc fleítrdn Incrpít, XXV-XXVI (2005-2006)

Ia Biblioteca Colombina (siglo XVI), University of California Publications in Modern Philology, 110, Berkeley, University of California Press, 1976, n° 251. Contiene las obras siguientes:]

Rosa fresca rosa fresca [rúbrica:] Romance de rosa fresca con la glosa de pinar: ‘I.’ otros muchos romances

Rosa fresca rosa fresca ‘

Quando yo os quise querida [rúbrica:] Glosa de pinar Estando desesperado [rúbrica:] Otro romance Todos duermen coracon [rúbrica:] Villancico

Durmiente estaua el cuydado [rúbrica:] Otro romance de nuñez No puede sanar ventura [rúbrica:] Villancico

Fonte frida fonte frida [rúbrica:] Otro romance Andando con triste vida [rúbrica:] Glosa de tapia Dezime vos pensamiento [rúbrica:] Otro romance El dia del alegria [rúbrica:] Villancico

Gritando ua el cauallero [rúbrica:] Otro romance de don Juan manuel

A veynte y siete de marco [rúbrica:] Romance de Juan de leyua a la muerte de don Jorge manrrique de lara

El triste que se partio [rúbrica:] La deshecha

Triste esta el rey menelao [rúbrica:] Otro romance de soria Lo que la ventura quiere [rúbrica:] Deshecha

4) Romance de rosa fresca con la glosa de pinar: ‘t otros mu­ chos romances [Nuevo Diccionario 1039, facsímil en Pliegos poéticos

de Ia Universidad de Praga, vol. II, n° LXXV. Véase también

Rodríguez Moñino y Askins, Los pliegos poéticos de la Biblioteca Colombina, n° 251) Contienet]

Rosa fresca rosa fresca [rúbrica:] Romance de rosa fresca con la glosa de pinar: ‘r otros muchos romances.

Quando yo os quise querida [rúbrica:]Glosa de Pinar. Estando desesperado [rúbrica:] Otro romance. Todos duennen coracon [rúbrica:] Villancico

Durmiendo estaua el cuydado [rúbrica:] Otro romance, de nuñez. No puede sanar ventura [rúbrica:] Villancico.

(29)

Deípfikga ¡{e poesía (mnuscrita) aípíilega poético (impreso) 49

El dia del alegria [rúbrica:] Villancico.

Gritando va el cauallero [rúbrica:] Otro romance de don Juan emanuel.

A veynte y siete de marco [rúbrica:] Romance de Juan de leyua a la muerte de don Jorge manrrique de lara.

El triste que se partio [rúbrica:] La desfecha.

Triste esta el rey menealo [rúbrica:] Otro romance de soria. Lo que la ventura quiere [rúbrica:] La desfecha

5) Aqui se contienen quatro romances viejos. Y este primero es de don Claros de Montaluan: el qual trata de las differencias que huuo con el emperador, por los amores de la princesa su hija [Nuevo Dic­ cionario 729, facsímil en Pliegos poéticos góticos de la Biblioteca Nacional de Madrid, vol. II, n° 81. Contiene los textos siguientesz]

A missa va el emperador. [rúbrica:] Aqui se contienen quatro romances viejos. Y este primero es de don Claros de Montaluan: el qual trata de las differencias que huuo con el emperador, por los amores de la princesa su hija

Alterado el pensamiento [rúbrica:] Otro romance. de don Diego de Acuña.

Triste estaua el cauallero [rúbrica:] Romance viejo. Cuydado no me congoxes. [rúbrica:] Villancico. Amara yo vna señora. [rúbrica:] Otro romance viejo.

Que vida terna sin vos. [rúbrica:] Villancico. I

De la luna tengo quexa. [rúbrica:] Romance que hizo vn galan alabando a su amiga.

Madre mia amores tengo. [rúbrica:] Villancico

6) Aqui se contienen quatro romances viejos: y este primero es de don claros de Montaluan: el qual trata delas differencias que huuo con el emperador, por los amores de la princesa su hija [reproduce el contenido del anterior, con un grabado distinto, Nuevo Diccionario 730, facsímil en Pliegos poéticos de la Universidad de Praga, vol. I, n° 6. Contiene los textos siguientesz]

(30)

50 ‘Vicen; Beltrán Incipit, XXV-ACV!” (2005-2006)

Alterado el pensamiento [rúbrica:] Romance de don Diego de Acuña.

Triste estaua el cauallero [rúbrica:] Romance viejo. Cuydado no me congoxes [rúbrica:] Villancico. Amara yo vna señora [rúbrica:] Otro romance viejo. Que vida tema sin vos [rúbrica:] Villancico.

De la luna tengo quexa [rúbrica:] Romance que hizo vn galan, alabando a su amiga.

Madre mia amores tengo [rúbrica:] Villancico.

7) Aqui comienca vn romance del Conde Claros de montaluan. El qual trata de las grandes guerras que huuo con el emperador por los amores de la princesa su hija. Hecho por muy gentil estilo [Nuevo Diccionario, 704, facsímil en Askins, Pliegos poéticos españoles de

The British Library, n° 54. Contienez] _

A missa va el emperador [rúbrica:] Aqui comienca vn romance del Conde Claros de montaluan. El qual trata de las grandes guerras que huuo con el emperador por los amores de la princesa su hija. Hecho por muy gentil estilo

Alterado el pensamiento [rúbrica:] Romance de don Diego de acuna.

Lloren mis ojos [rúbrica:] Dessecha.

Triste estaua el cauallero [rúbrica:] Este romance añadio quiros desde donde dize ques de ti señora mia.

Cuydado no me congoxes [rúbrica:] Villancico.

Amara yo vna señora [rúbrica:] Otro romance viejo hasta donde dize Mi vida quiero hazer A de ay adelante haze quiros.

En los tiempos que me vi [rúbrica:] Otro romance de vn cauallero. 8) [Una hoja resto de un pliego del que solo quedan los ocho últimos versos, Nuevo Diccionario 1170, reproducción facsimilar en Antonio Rodríguez Moñ-ino, Los pliegos poéticos de Ia colección del Marqués de Morbecq (siglo XVI), Madrid, Estudios Bibliográficos, 1962, n° XXXII, pp. 339-340 y parcial (Estase la gentil dama y Fuen­ te fria: fiiente fria, Aij" en Diego Catalán et al., La dama y el pastor. Romance, vol. I, lámina 9. En su estado actual contienez]

que lo menos que hay en ella [... ] que en mi su nombre ha trocado [corresponde a los ocho últimos versos de “Alterado el senti­

(31)

Deípfiego ¡{e poesía (manuscrito) aípftego poético (impresa) 51

Lloran mis ojos ‘c mi coracon [rúbricaz] Desecha.

Triste estaua el cauallero [rúbricaz] Este romance ha añadido Quiros: desde donde dize. Que es de ti señora mia.

Pedro bien te quiero [rúbricaz] Villancíco. Esta se la gentil dama [rúbricaz] Otro romance. Fuente fria: fuente fria [rúbricaz] Otro romance.

9) Ro[mance de los doze pares de Fran]cia por muy [gentil estilo...] aldouinos fue al le catiuo [perdido y fragmentario, Norton, Catalogue n° 142, Norton-Wilson, 75 Nuevo Diccionario 1171. Dado a conocer y publicado en F. J. Sánchez Cantón, “Un pliego de roman­ ces desconocido, de los primeros años del siglo XVI”, Revista de Filología Española, 7, 1920, pp. 37-46 [que lo supuso de Jorge Coci,

1506 o poco después, anterior en todo caso a 1519] Barcelona,

Rosembach, 1513-1520 según Norton, Catalogue y Norton-Wilson. Contiene las siguientes obrasz]

[En misa esta] el emperador

[En el tiempo en que me vi, Romance del Palmero] Cuydado no me congoxes [Villancico]

Romance [del muy] esclarescido rey [Felipe I]

Por unos puertos arriba [rubricaz] Otro romance de Juan Enzina Caminando sin plazer [rubricaz] Otro romance

A hu... haga mi [Villancico]

Según la forma en que se nos describen el pliego, además del romance del Palmero debió contener Triste estaua el cauallero, pues conserva su villancico, Cuidado no me congoxes; sin embargo, en el estado en que lo conocemos, éste se ha perdido y compartiendo sólo un romance y un villancico con los nuestros, de poco nos serviría la colación. Es por eso que lo he suprimido del estudio comparativo.

Anexo III

Bibliografia de los poemas contenidos en el pliego número 1

(32)

52 ‘Vicenq: fieltrán Incipit, XXV-AGV!” (2005-2006)

las más conocidas adiciones), el Cancionero de Romances de Amberes en su primera edición y las dos ediciones de la Silva de 1550. Los villancicos suelen tener vida propia, independiente del texto del que funcionan como desfecha; en el inventario adjunto, por no interesar al objeto del presente trabajo, no los he incluido. Identifico las fuentes a través de las referencias de Piacentíni, Dutton, Cancionero, y Nuevo Diccionario.

(1) Yo me parti de Valencia, ID5029, Nuevo Diccionario 658 y 668. Según la rúbrica, debió figurar en otro pliego de Barcelona, Carles Amorós, 1525, perdido en su mayor parte pero cuyo contenido actual

podemos precisar gracias al Abecedarium de Hernando Colón

(Rodríguez Moñino y Askins, Los pliegos poéticos de la Biblioteca Colombina, n° 291).

(2) Estando en contemplacion ID6342, 1 ICG "ff. cxxviii“ 14CG f. cxvii‘ CR47 250V, (3) Desecha. Coracon procura vida ID6343 D 6342, ambos en Nuevo Diccionario 668, edición en González Cuenta, Cancionero general 451/1 y 2

(4) Pedro o Diego de Acuña, Alterado el pensamiento ID6344, Piacentíni, Pliegos, Sab = Nuevo Diccionario, 729, 730, Piacentíni, Cancioneros, 14a-h, I] CG f. cxxxviii’, CBI4 f. cxvii‘, CR4 7 ff. 242”, IS50Z ff. clxvi”, IS50B ff. clviii“ [sic, error por cxlviii”), publicado en González Cuenca, Cancionero general 452 (5) Desecha. Lloren mis ojos 6345 A ID6344, Nuevo Diccionario 507, 508, ambos en Nuevo Diccionario, 658, 668, 704 y 1170 = Piacentíni, Pliegos Secdf respectivamente. Los pliegos lo atribuyen a Diego de Acuña, los can­ cioneros, a Pedro.

(6) Quirós, Triste estaua el cauallero ID6345 A 6334 Nuevo Diccionario 1170, Piacentíni, Cancioneros 222 CR47 ff. 2425243’, IS50B ff. CLVIIIKCLIX‘ [error por CXLVIP-CXLVIIP], IS50Z f. CLXVIV-CLXVII‘ (7) Villancico. Cuydado no me congoxes ID6346 D 6345, Nuevo Diccionario 1084 y 1171, ambos en Nuevo Diccionario 658, 668, 704, 729 y 730, Piacentíni, Pliegos 156, Piacentíni, Cancio­ neros 222, 1 1 CG f. cxxxviii”, 14CG f. cxvii”, publicados los dos en González Cuenca, Cancionero general 453/1 y 2.

(8) Quirós, Amara yo una señora ID634 7 A 6348 Nuevo Diccio­ nario 704 903, Piacentíni, Cancioneros 16 CR47 ff. 243“, IS50Z ff.

(33)

17d pliego ¿{e poesía (manuscrito) aíplicgo poético (impreso) 53

(9) Villancico Que vida tema sin vos ID40I I D 634 7, ambos en Nuevo Diccionario 658, 668, 729 y 730 con la rúbrica “romance vie­ jo” y sin atribución, Piacentini, Pliegos 6 y Piacentini, Cancioneros 16, I ICG f. cxxxviii", I 4CG f. cxvii", los dos publicados en González Cuenca, Cancionero general 454/1 y 2.

(10) Quirós, Mi desuentura cansada ID6349, Nuevo Dicciona­ rio 1007 (Rodríguez Moñino y Askins, Los pliegos poéticos de la Biblioteca Colombina, n° 89), Dutton, Cancionero, 20*DS, 1 I CG f. cxxxix’, I4CG f. cxvii"-cxviii' CR47 f. 243” y Postincunables 1352 publicado en González Cuenca, Cancionero general, 455 (1 l) Cancion por desecha. No biuo sin esperanca ID6286 D 6349, ambos en Nuevo Diccionario 658 y 668. La canción, en I ICG aparece exenta, entre las canciones (Dutton, Cancionero 11CG—400 y González Cuenca, Can­ cionero general n° 389)

(12) Ferido esta don tristan ID5030 = Piacentini, Pliegos, 87ab = Nuevo Diccionario 668 y 658 respectivamente. Una versión distinta, terminada por el v. 26 de ésta más la glosa “Al tiempo que se alegra­ ba”, de Salaya, puede verse en Piacentini, Pliegos 87cd = Nuevo Dic­ cionario 882 y Piacentini, Pliegos. Anejo 87f y 87g = Nuevo Diccio­ nario y 509 (Rodríguez Moñino y Askins, Los pliegos poéticos de Ia Biblioteca Colombina, n° 300), además de Nuevo diccionario 883 y 883.5, y aún existe otra versión, de sólo 18 versos, que termina “co­

miera la reyna Iseo / por la su desdicha mala”, en CR4 7 f. 192’,

Piacentini, Cancioneros 133.

(13) En los tiempos que me vi ID5031, Nuevo Diccionario 240 (Rodríguez Moñino y Asldns, Los pliegos poéticos de la Biblioteca Colombina, n° 120), 658, 668, 675, 704, 1171 = Piancentini, Pliegos, 68 y Piacentini, Cancioneros 103 En la tradición de los cancioneros impresos no aparece hasta S51 .

(14) Dezime vos pensamiento ID6323, CR4 7 f. 249”, Nuevo Diccionario 464 = 1 7*RJ-7 atribuido a Núñez, (15) Desecha El dia

del alegria ID07I2 D 6323 los dos en IICG f. cxxxiiij’, I4CG f.

(34)

54 ‘Vthcrtg: actuan JnCIpiLXJÜV-XXVI (2005-2006)

(17) Estase la gentil dama ID5042“, Piacentini, Pliegos 78e = Nuevo Diccionario 668. El mismo texto en Piacentini, Pliegos 78a = Nuevo Diccionario 658 y en otro pliego mutilado del Marqués de Morbech, Piacentini, Pliegos 78d = Nuevo diccionario 1170. Editado en Diego Catalán et al., La dama y el pastor. Romance. Villancico. Glosas, Madrid, Seminario Menéndez Pidal, 1977-1978, vol. I, pp.37­ 40. Hay otra versión muy próxima, glosada, en los pliegos en Nuevo Diccionario 869.5 = Piacentini, Pliegos. Anejo 78h y Nuevo Dicciona­ rio 687 (Rodríguez Moñino y Aslcins, Los pliegos poéticos de la Bi­ blioteca Colombina, n° 280), y 690 : Piacentini, Pliegos 78cf y bg respectivamente, publicada según el último en Catalán et al., La dama y el pastor, pp. 31-37 .

(18) Rosa fresca rosa fresca ID07I4, Nuevo Diccionario 658 y 668 = Piacentini, Pliegos 148a y 148h. Los pliegos divulgaron amplia­ mente este texto con glosa de Pinar Piacentini, Pliegos l48b-g y i-m equivalentes a Nuevo diccionario 772, 771, 774, 1039, 918, 1038 y 773, 1035 y 1039 respectivamente. Versión y glosa había sido publi­ cada por 1 I CG ff. CXXXÍÏ-CXXXÍÍjV y I4CG ff. cxj"", CR47 f. 230’ y 1S50Z ff. cliii” que, según Piacentini, Cancioneros 209 proceden de I4CG. Publicadas ambas composiciones en González Cuenca, Can­ cionero general 424/1 y 2. Del mismo romance existe un fragmento (vv. 3-6) en LBl f. ll“, como pie de una glosa de Garci Sánchez de Badajoz (Piacentini, Manuscritos 65a). La versión glosada por Pinar (Piacentini, Pliegos l48b-g y i-m) aparece copiada también en diver­ sos manuscritos: LBl f. 27"-28', ms 5593 de la Biblioteca Nacional de Madrid, ff. 42'44’ y MRl ff. 25"’ (Piacentini, Manuscritos 65bc y d).

(35)

Deípíiego Je poesía (manuscrito) aípíiego poético (impreso) 55

Anexo IV Cuadro de testimonios Orden en los diversos testimonios

l l l4CG ND ND ND ND ND CR4 7

668 658 704 729 l 170 1038

ND ND

Yo me parti de Valencia

Estando en

Coracon procura vida

el pensamiento

estaua el

no me

Amara yo vna señora

Que tema vos

Mi

esperanqa

esta don

En tiempos que me

VOS

que

Estase la gentil dama

(36)

56 ‘Vicerq: fleftrán 1 ncipít, XXV-XXVI (2005-2006)

Anexo V Stemma

X

l l CG/ l4CG a

1029/1039 CG47 658 6368

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