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Los estudios antracológicos como indicadores del cambio climático

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Cuadernos de la S.E.C.F., N.o 7, marzo 1998, pp. 45-50 «11 Reunión sobre el Cambio Climático»

LOS ESTUDIOS ANTRACOLÓGICOS COMO

INDICADORES DEL CAMBIO CLIMÁTICO

l. Bocio*, M.O. Rodríguez-Ariza**

&

F. Valle*

*Dpto. Biología Vegetal, Universidad de Granada. GRANADA

** Dpto. Prehistoria y Arqueología, Universidad de Granada. GRANADA

Resumen

En siete yacimientos arqueológicos situa-dos en la Hoya de Guadix -Baza (Provincia de Granada) se han analizado fragmentos de carbón vegetal que datan de las Edades del Cobre y Bronce.

La vegetación identificada por antracoaná-lisis para la Edad del Cobre correspondería a formaciones de encinas (Quercus rotundifo-lía) y coscojas (Quercus coccifera) entre-mezcladas con pinares abiertos de Pinus halepensis que ocuparía las áreas más abrup-tas y marginales. Estos pinares irán reempla-zando a las encinas y coscoj as durante la Edad del Bronce debido a varias causas, principalmente antropológicas, por el avance y desarrollo cultural que se da en esta época; la tala de árboles y arbustos de planifolios favoreció el desarrollo de pinos y matorral heliófilo.

INTRODUCCIÓN

Tomando como base los estudios antraco-lógicos realizados por RODRÍGUEZ-ARIZA, (1992) en carbones vegetales encontrados en siete yacimientos arqueológicos situados en la Hoya de Guadix-Baza; es posible recons-truir la vegetación ancestral que dominó en este territorio.

Los yacimientos estudiados datan de la segunda mitad del III Milenio y del II

Milenio (Edades del Cobre y Bronce) y se distribuyen por la Depresión de Guadix-Baza, situada al norte de la provincia de Granada. Estos yacimientos corresponden a asentamientos permanentes, caracterizados por presentar como actividad principal la agricultura y la ganadería, así como por el uso de la madera como material de construc-ción, iluminación y combustión. La elección de especies vegetales con una función espe-cífica dentro de la economía doméstica del asentamiento ha favorecido la formación de carbón vegetal perteneciente a aquellas espe-cies disponibles en los alrededores de los asentamientos, permitiendo el conocimiento del medio vegetal y el clima local que reinó en este período.

A partir de los estudios antracológicos, paleo-etnológicos y botánicos desarrollados sobre esta zona, es posible realizar un estu-dio comparativo que haga posible la descrip-ción de la evol\ldescrip-ción de la vegetadescrip-ción pasada hasta la actualidad, así como, estimar las variaciones climáticas que se han producido en este territorio a 10 largo de la historia.

METODOLOGÍA

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ento-1. BOCIO & al. «Los estudios antracológicos como indicadores del cambio climático» mo vegetal; y como materia de estudio los

carbones de origen vegetal presentes en los yacimientos arqueológicos.

El estudio del carbón vegetal impone una serie de técnicas para la obtención de datos necesarios para la interpretación paleoecoló-gica y paleo-etnolópaleoecoló-gica.

Método de seguimiento en el yacimiento arqueológico

Las fonnas de aparición del carbón vegetal en el yacimiento arqueológico son variadas 10 que hace necesario un tratamiento especí-fico de recolección de muestras en cada caso:

a) Recolección directa del material.

b) Cribado de sedimentos.

c) Flotación de los sedimentos.

Método de seguimiento en el laboratorio

A) Detenninación del taxon

La identificación de un fragmento de carbón vegetal necesita previamente, la reali-zación de 3 planos orientados: transversal, longitudinal-tangencial y longitudinal-radial. Cada uno permite la identificación de elementos de estructura interna de la madera, donde la fonna, la talla y la disposición varí-an según la especie a la que pertenece el carbón.

B) Determinación de las unidades de análisis

1. Detenninación de la escala espacial. Las implicaciones de tipo etnológico y ecoló-gico, que se pueden inferir del análisis antracologico varían según la escala utili-zada en el estudio. Los estudios pueden ser micro (dentro de las estructuras: habitacio-nes, casas, ... ), semimicro (dentro de los yacimientos) y macro (entre yacimientos).

11. Determinación de las unidades de comparación temporal. En este trabajo se ha utilizado la fase cronológica como prin-cipal unidad de medida temporal.

111. Determinación de las unidades de medida.

La Antracología ha utilizado el recuento de fragmentos de carbón como base del estudio cuantitativo, a partir del cual se pueden inferir los datos paleoecologicos.

IV. Validación de la muestra.

Con el objeto de detenninar el número de fragmentos de carbón a estudiar se han utili-zado diversos sistemas, entre los que desta-camos:

Curva taxonómica. Método que consiste

en examinar todos los fragmentos de carbón de los primeros lotes o muestras. Aplicando para cada lote una curva se obtiene el punto de inflexión de la curva que indica el número de identificaciones necesarias para encontrar todos los táxones de la muestra.

Curva de porcentajes. Se utiliza con la finalidad de ver cuando la población se estabiliza cuantitativamente.

La conjunción de estas tecnicas da como resultado la obtención de espectros antraco-lógicos (CHABAL, 1991), los cuales dan una imagen de la vegetación para un período detenninado.

Estudio botánico

El estudio de la vegetación actual se ha realizado en base a la metodología fitosocio-lógica de la Escuela de Zurich-Montpellier (V ALLE & GÓMEZ MERCADO, 1990 Y SÁNZ, 1995). Los datos sobre bioclimatología, biogeografía y dinámica vegetal han sido establecidos en función a los trabajos de (RIVAS MARTÍNEZ, 1987, 1994 Y 1996), (RIVAS MARTÍNEZ & al., 1995) y (VALLE, 1993).

RESULTADOS

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Cuadernos de la S.E.C.F., N.O 7, marzo 1998

sureste de la Península Ibérica, por el desa-rrollo de importantes culturas: Cultura de los Millares y Cultura Algar. Estos yacimientos se sitúan en la Depresión de Guadix-Baza, al norte de la provincia de Granada. Este terri-torio se caracteriza por la presencia de una zona basal dominada por una extensa altipla-nicie que a menudo se encuentra fuertemente erosionada dando lugar a los bad-lans o cárcavas. Toda la depresión se encuentra rodeada por un gran número de sierras (Sa Nevada, Sa de Baza, Sa de María, Orce y Las Estancias).

En la actualidad, el clima que predomina en toda la Hoya de Baza corresponde a un clima mediterráneo pluriestacional continen-tal caracterizado por presentar escasez de lluvias e inviernos fríos. Bioclimáticamente, es el termotipo mesomediterráneo superior (con It= 210-257) el más frecuente, con un ombroclima que va de semiárido a seco (Pptaciones= 350-400mm); biogeográfica-mente se encuadra en el subsector Guadiciano-Bastetano perteneciente al sector Guadiciano-Bacense de la provincia Bética. El sustrato geológico predominante son margas y conglomerados de edad N eógeno-Cuaternario, siendo muy significativos los yacimientos de yesos y las salinas ya que en ellos se implantan una serie de comunidades gipsícolas y halonitrófilas, colonizadoras del suelo, donde es posible encontrar elementos tan interesantes como Gypsophila struthium, Jurinea pinnata, Lepidium subulatum, Lygeum spartum, ...

Vegetación actual

La vegetación potencial de este territorio pertenece a la serie de vegetación del Rhamno lycioidis-Querceto cocciferae en su faciación bética con Ephedra fragilis. En la actualidad, y debido a los intensos procesos erosivos que ha sufrido toda la depresión no es posible encontrar coscojales, comunidad climácica que caracteriza la serie, instalán-dose en su lugar las estapas de degradación de ésta: espartales, tomillares y pastizales, entre las que predominan especies afilas y gramíneas vivaces, así como otro gran número de especies que se caracterizan por

«II Reunión sobre el Cambio Climático»

presentar distintas adaptaciones al xerofitis-mo.

Vegetación calcolítica

Los dos yacimientos arqueológicos corres-pondientes a este período, El Malagón y Cerro de la Virgen (tabla 1), han ofrecido datos que reflejan la presencia de formacio-nes boscosas de Quercus coccifera y Quercus rotundifolia más o menos densas entre las que se disponían formaciones de pinar de Pinus halepensis ocupando áreas marginales y topográficamente abruptas, así como matorral heliófilo en los claros abier-tos entre la vegetación. En el caso de El Malagón, como consecuencia su cercanía a las montañas circundantes a la Hoya, y dado que el porcentaje de presencia de Quercus rotundifolia es superior a otras zonas, sin olvidar la dificultad para distinguir entre Quercus coccifera y Quercus rotundifolia a partir de carbon vegetal, es posible afirmar que las formaciones boscosas corresponderí-an a encinares mesofiticos como lo demues-tra la presencia de Quercus faginea, Quercus suber y Quercus pyrenaica, estos dos últi-mos propios de materiales silíceos de la Sa de las Estancias. La vegetación de ribera está escasamente representada, con formaciones de fresnos, tarayes, saucedas y alamedas.

En este momento comienza un importante desarrollo de la agricultura en los asenta-mientos de este territorio 10 que dará lugar al comienzo de la deforestación de los alrede-dores de los poblados con el fin de obtener tierras para cultivo.

Vegetación en la Edad del Bronce

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I. BOCIO & al ..

SECUENCIA CULTURAL

YACIMIENTOS ARQUEOLOGICOS

DATA ClONES C.14 (B.P)

Pinus halepensis

Quereus ilex-eoecifera

Tomara sp.

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«Los estudios antracológicos como indicadores del cambio climático»

BRONCE PLENO (Argar)

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Cuadernos de la S.E.C.F., N.O 7, marzo 1998

Estos resultados demuestran que la vegeta-ción estaba dominada por formaciones de pinar de Pinus halepensis y de matorral de degradación compuesto principalmente por leguminosas, romero y jaras. Este paisaje constituye el reflejo de una acción antrópica mucho más intensa sobre la vegetación próxima a los asentamientos. En efecto, en este período se introducen nuevas técnicas de cultivo y se comienza a pastorear con ganado doméstico, todo ello provoca una fuerte regresión de las formaciones boscosas en favor del desarrollo de pinares y forma-ciones arbustivas tanto de leguminosas como de gramíneas vivaces (espartos), esta últimas utilizadas en cestería y para la fabricación de cordura. Aparecen especies características de espacios abiertos como Ephedra sp., en la Terrera del Reloj, así como Atriplex halimus, especie característica de suelos salino que aparece en Castellón Alto.

Es importante asímismo, destacar la presencia de vegetación riparia bien desarro-llada constituida por Fraxinus sp., Nerium oleander, Populus sp. y Tamarix sp, próxi-mos a cursos de agua importantes, si bien, este tipo de madera no era usada por el hombre de forma habitual sino para casos muy específicos (RODRÍGUEZ ARIZA & al.,

1996).

CONCLUSIONES

Los estudios antracológicos son de una gran utilidad para interpretar la evolución del paisaje vegetal a través de los siglos, así como para aportar pruebas sobre la distribu-ción de las especies vegetales en base a regresiones o posibles extinciones.

La fuerte acción antrópica, constatada desde hace más de 4.000 años, es la principal responsable de la alteración vegetal de este territorio, la erosión de los suelos junto a las inclemencias climáticas han favorecido la degradación de la vegetación y en muchas ocasiones la posibilidad de una restauración natural.

De estos estudios se puede deducir un gradual cambio del clima donde los

invier-«11 Reunión sobre el Cambio Climático»

nos se tomarían más fríos (desaparición del acebuche, adelfa y lentisco, ya que estas especies rara vez se presentan con It < 210) y disminuirían las precipitaciones anuales (desaparición de quejigos, melojos, alcorno-ques y alisos, que requieren para sobrevivir Pp>600mm).

Las formaciones boscosas de encinas y coscojas constituyeron la vegetación climá-cia en la Hoya de Guadix-Baza durante la Edad del Cobre, siendo considerada como la vegetación disponible en los alrededores de los asentamientos humanos. En la Edad del Bronce y como consecuencia del desarrollo de la agricultura y el pastoreo como medio de vida de la población, estas fonnaciones boscosas van siendo degradadas y elimina-das lo que da lugar a una sustitución de las mismas por pinares de Pinus halepensis y formaciones arbustivas en las que predomi-nan las leguminosas y las herbáceas vivaces. Este modelo se ha repetido en numerosas ocasiones y en distintos lugares a 10 largo de la historia de la Humanidad y es la principal causa del estado actual de la vegetación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CHABAL, L.; 1991. L 'homme et l'évolution de la végétation méditerranéenne, des ages des métaux a la période romaine. Recherches anthracologiques théoriques, appliquées principalement

a

des sites du Bas-Languedoc. Thése de Doctorat, USTL, Montpellier.

RrvAs MARTÍNEZ, S.; 1987. Memoria del mapa de Series de Vegetación de España

1:400.000. lCONA, Madrid.

RrvAs MARTÍNEZ, S.; 1994. Clasz(cación climática dela tierra. Folia botánica matri-tensis, 11: 1-19.

RIVAS MARTÍNEZ, S.; 1996. Geobotánica y Bioclimatología. Discurso acto de investidu-ra Doctor «Honoris Causa»: 23-98. Universidad de Granada.

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1. BOCIO & al. «Los estudios antracológicos como indicadores del cambio climático»

Biogeografia de Andalucía (en prensa). RODRÍGUEZ ARIZA, Ma. O.; 1992. Las rela-ciones hombre-vegetación en el sureste de la Península Ibérica durante las Edades del Cobre y Bronce a partir del análisis antra-cológico de siete yacimientos arqueológicos. Tesis doctoral. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Granada.

RODRÍGUEZ ARIZA, Ma.O.; RUIZ, V.; Buxo,

R. & Ros, T.; 1996. Paleobotany 01 Bronze

Age community (Castellón Alto, Galera, Granada, España). Revue d'Archeometrie ( en prensa).

SÁNZ TORO, B.; 1995. Estudio de la vegeta-ción actual en la Hoya de Baza y su relavegeta-ción con la lluvia polínica. Memoria de Licenciatura. Dpto. Biolog. Veg. Universidad de Granada.

VALLE, F. & GÓMEZ MERCADO, F.; 1990. Vegetación dela hoja 6-10 Baza in RUIZ DE LA TORRE (ed.): Mapa Forestal de España (Escala 1 :200.000), ICONA, 55-84.

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