LA PROFECÍA MÁS AMADA
(el rescate de la Esposa)
Una reciente encuesta afirma que la población mundial se siente cada día mas angustiada por los avisos proféticos sobre la proximidad del día en que vendrá juicio sobre las naciones –lo que de algún modo es el cumplimiento de Lucas 21:25-. Y naturalmente es verdad que estos anuncios existen (y muchos desde fuentes extrabiblicas). En Sofonías 1:14-18 leemos:
"El estruendo del día del Señor será amargo: ¡hasta los más valientes gritarán entonces! Será un día de ira, de angustia y aflicción, de ruina y desolación,
de oscuridad y tinieblas,
de nublado y sombras profundas; será un día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y sus altas torres".
Y hay decenas de pasajes similares a este, versículos “apocalípticos” según la denominación corriente, que nos
hablan de la destrucción final de este mundo. ¿Pero se regocija YaHWéH con estos anuncios? ¿Es el Dios de la Biblia un Dios furioso que se complace en la agonía y el dolor, y además los anuncia? ¿Quiere el Dios del Cielo el mal de la gente? Por supuesto que no. Por lo contrario, la Palabra dice que Él "es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca..." (2 Pedro 3:9). Y así como existen estos avisos sombríos hay pasajes proféticos en los cuales YaHWéH se regocija y expresa Su Amor con expresivas palabras. Leemos en Sofonías 3:17:
“El SEÑOR tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso;
se gozará en ti con alegría, en su amor guardará silencio,
se regocijará por ti con cantos de júbilo”.
Otra traducción dice así:
“porque el Señor tu Dios está en medio de ti
como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos”
Aquí vemos que un día YaHWéH “se regocijará con cantos de júbilo”, “te renovará con su amor”, “se gozará en ti con alegría”. Y dice que será tanto el regocijo en ese día que “guardará silencio” extasiado por un sentimiento de amor profundo como un joven enamorado arrobado por la belleza de su amada. Ese es el tipo de amor que aquí se expresa según leemos en Isaías 62:5 “... y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo”. Y sin duda en los benditos días a que alude esta profecía, YaHWéH tendrá una Esposa tierna y fiel: el remanente santo de Su pueblo ISRAEL, que el apóstol Pablo llama ISRAEL DE DIOS (Gálatas 6:16) y en Oseas se llama JEZREEL. Y que en muchos lugares: Pueblo Santo. Este pueblo es el remanente escogido de la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob, que conforma un pueblo eternamente renovado por Su Espíritu y lavado por la sangre del Cordero. Dice Jeremías 3:14 con respecto al origen rebelde de este pueblo re-introducido en Sión:
“Convertíos, hijos rebeldes, dice YaHWéH, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré ... y os introduciré en Sión”.
De modo que la profecía mas amada de YaHWéH no es aquella que habla de destrucción, desolación y muerte. Sino
la que anuncia congregación, restauración, amor, alegría y paz en la Sión en Gloria venidera. Para eso trabaja nuestro Dios y para eso demanda nuestra “conversión” que es el volvernos de nuestros caminos y caminar de nuevo en la senda del Dios de ISRAEL. Leamos por ejemplo Oseas 2:19:
“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a YaHWéH”
esto lo dice YaHWéH, el "Marido y Redentor" de un pueblo que el mismo formó como se lee en Isaías 54:5:
"Porque tu marido es tu Hacedor
("YaHWéH de los ejércitos" es su nombre) Él es tu Redentor, el Santo de Israel,
el que será llamado "Dios de toda la tierra".
Veamos que el lenguaje que aquí se utiliza llama a YaHWéH el “marido” de su pueblo elegido. Del mismo modo, cuando la Palabra se refiere a la ruptura del pacto de Sinaí por Judá e Israel dice así:
"...porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos." (Jeremías 31:32)
Y de la infidelidad de Israel(Efraín) dice así:
"... a causa de todos los adulterios de la infiel Israel,
yo la había despedido, dándole carta de divorcio" (Jeremías 3:8)
Y es que los Pactos de Dios/Elohim con Su Pueblo son pactos matrimoniales.
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En Jeremías 23: 5-6 leemos sobre esos días amados de YaHWéH:
“Vienen días, dice YaHWéH,
en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso y actuará conforme al derecho
y la justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual lo llamarán:
"YaHWéH, justicia nuestra".
en esos días amados se reunirán las “dos familias” de YaHWéH: Judá e Israel(Efraín) que anduvieron separadas y aun opuestas entre a lo largo de la historia, a partir del año 930 a.C.. Al día de hoy, una de las familias de ISRAEL, “Judá”, esta a la vista de todos, en tanto que la otra, “Israel(Efraín)”, esta mezclada con todas las naciones de la tierra. Y cuando ambas familias se vuelvan a unir restaurando el “Tabernáculo de David” de doce tribus, habrá un nuevo nombre para el Rey/Marido dichoso y Justo: "YaHWéH Justicia Nuestra". Dice así la Biblia RV95 con respecto al significado de ese nuevo nombre:
“YaHWéH, justicia nuestra”: otra posible traducción: “YaHWéH, victoria nuestra”. En este nombre simbólico se resumen todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos. La palabra hebrea traducida por justicia incluye las ideas de rectitud y justicia, salvación y liberación”.
Esto quiere decir que “justicia” en hebreo es una palabra que no tiene una traducción completa y precisa en español. Su significado expresa -nada menos- que un "resumen de
todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos" ¡waaw! Y no es la única palabra hebrea que no encuentra traducción completa en las lenguas gentiles: "Shalom” por ejemplo significa salud, prosperidad en los caminos de Dios, descanso, paz, todas estas cosas juntas. Aquellos días serán entonces días de "Justicia" y Shalom" como se dice en el Salmo 85:10:
"La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron"
Sin duda este es el estado de la humanidad para el cual fue creado el hombre. Y en ese tiempo, el hombre que es la cima de la Creación de YaHWéH se regocijara en una forma que hoy no podemos llegar a comprender. Y YaHWéH se regocijará de la misma forma profunda e inexplicable – inefable - con Su Pueblo Santo/Esposa.
Ahora bien: ¿en dónde están hoy las “tribus/tiendas de Jacob” -otro nombre para las diez tribus de Israel desterrada entre las naciones- que, según la encomienda de Isaías 49:6 el Siervo de YaHWéH, Éste debía de congregar de nuevo a su tierra? Pues en el mismo lugar en donde se encuentran los que esperan al Mesías/Meshiaj de ISRAEL ¿Y en donde están los “afligidos y cansados por la larga espera”? Pues allí en donde es invocado el Nombre sobre
todo nombre, el lugar que el apóstol Pablo llama genéricamente “las iglesias de Cristo” (Romanos 16:16). Ellas son el aprisco planetario de “las ovejas perdidas de la casa de Israel” que nuestro Señor y Salvador, el Gran Pastor, prometió rescatar y unir en un solo redil con el remanente fiel de Judá en el gran día de Jezreel (nota 1) en la Sión gloriosa del mundo venidero/athid lavo. Dice Oseas 1:10:
“Se congregarán los hijos de Judá y de Israel, nombrarán un solo jefe y se levantarán de la tierra, porque grande será
el día de Jezreel”
Y en esa Sión en Gloria será reedificado el Templo que esta vez no albergará mas en la penumbra de su Santísimo el Arca del Pacto, sino que el propio Señor del Pacto, Rey del mundo y Sumo Sacerdote de nuestra fe según el orden de Melquisedec, resplandecerá en su trono. Dice Jeremías 30:18-19:
“Así ha dicho YaHWéH:
«He aquí yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia; la ciudad será edificada sobre su colina, y el palacio será asentado en su lugar. Saldrá de ellos acción de gracias y voz de nación que está en regocijo”.
Y dice Ezequiel 37:26-28:
“Y haré con ellos un pacto de paz. Será un pacto eterno...
Habitaré entre ellos,
y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y cuando mi santuario esté para siempre en medio de ellos, las naciones sabrán que yo, el Señor, he hecho de Israel un pueblo santo."
Ahora bien, esa congregación en un único redil de los amados de YaHWéH forjará un pueblo que adquirirá gran "fama" ante las naciones (Jeremías 33:11). Los pueblos del mundo que no hayan sido consumidos por la Ira se alegrarán y también serán congregados en comunión planetaria. Dice Isaías 66:18 refiriéndose a los pueblos de entonces:
Y el Salmo 47:9-10:
“Los príncipes de los pueblos se reunieron como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra. ¡Él es muy enaltecido!
Y leemos en Isaías 2:3:
"Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo: 'Venid, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob"
Esos días solo podemos visualizarlos por fe pero están cercanos y serán radicalmente diferentes a los que hoy nos angustian en grado sumo. En ellos YaHWéH “callará de amor” y “se regocijará con cantos de júbilo” como hemos citado mas arriba. ¡Cuan grandiosos e inefables serán esos días como para conmover al propio Creador del universo!
Quiere decir que la "viva esperanza" de los santos esta en el mundo venidero/athid lavó. Solo allí disfrutaremos la "gloriosa libertad de los hijos de Dios". Allí -en una Sión gloriosa mas allá de todo lo que podamos imaginar-
seremos "mas que vencedores" de todas las limitaciones, tribulaciones, persecuciones y arrugas de carácter que este mundo, haya cargado sobre nosotros. "Nuestra ciudadanía está en los cielos", en donde ya se encuentra la sustancia y fundamento eterno del Reino que descenderá cuando el Jinete del Caballo blanco y ropas manchadas de sangre (Apocalipsis 19:11) rompa los cielos. Él será entonces nuestro Esposo amante y cumpliremos nuestro destino de santidad determinado desde antes de la fundación del mundo.
Amen y amen
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nota 1: “Jezreel” puede ser traducido como “plantío de YaHWéH”.