Desfallece sobre mí. Deslízate sobre mi carne, Con tu helada temperatura, Recorre todo mi cuerpo.
Moja cada centímetro, Penetra cada poro, Límpiame en un, Tsunami de emociones.
Persígueme en mis sueños, Sueño persiguiéndote,
Inundándome en tu presencia, Presintiéndote cada vez más cerca.
Suéltame a la deriva, Enrédame en tu viscosidad, Bórrame de tu recuerdo,
Recuerda tus paseos en mi piel.
Me seco en tierra, Añoro tu agitación,
Añoro ser llevado por tu corriente, Añoro borrar mis límites en ti.
Asfixia Líquida
Asfixia líquida, es un proyecto compuesto por 4 pinturas al óleo de una persona sumergida en el agua, ya sea mar o piscina. Estas pinturas están basadas en una selección de fotografías pensadas por mí y tomadas en colaboración con Ximena Hernández y Cristina Gaviria. El total de imágenes fotográficas supera las 900. Lo que me interesa de estas imágenes es su potencial pictórico, es decir, cómo puedo yo enriquecerlas a nivel plástico o material en un lienzo con ayuda del pigmento y el disolvente. No es una representación hiper-realista de la figura humana, me interesa más la fragmentación del cuerpo que plantea el cubismo o el expresionismo. Así pues, utilizo más de una imagen en cada pintura, con el fin de que cada rincón contenga la información suficiente para que la obra sea atractiva visualmente tanto de forma individual como grupal. Cada pintura tiene un tratamiento diferente, la cerda disuelve y vuelve a mostrar. He descubierto a nivel cromático que no hay nada más profundo que el azul del agua o el piel de la carne.
En esencia, este proyecto trata sobre la identidad humana, como esta va definiendo sus límites dependiendo del medio en el que se encuentra inmerso el ser. Me interesa intentar resolver la siguiente pregunta ¿Soy en cuánto soy observada, porque encajo dentro de los cánones de mirada o soy yo en mi misma, porque soy lo que quiero ser y me muevo libre entre las olas de la vida? Más concretamente me interesa la representación de mi autopercepción. Así pues, me encuentro yo sumergida en una piscina con un vestido de baño de un color similar al agua-marina de este medio. La construcción del cuerpo humano esta censurada, existe un tabú sobre la representación del cuerpo entre lo pervertido y lo que está permitido mostrar. El vestido de baño, más específicamente el bikini, nace alrededor de los años 50’s, una prenda con una carga erótica inmensa, porque deja ver pero a su vez cubre, seduce. En suma, podría decirse que existe una moralidad sobre el cuerpo, una autocensura para poder caber dentro de los cánones sociales. Se puede agregar también que la belleza y el erotismo son una forma de violencia, de auto-flagelación, se modifica el cuerpo para mantener un statu-quo, para poder usar un bikini. El cuerpo se hace objeto, un objeto para cubrir, cuidar, mostrar, excitar, reprimir, tocar, saborear, disolver…
Más adelante se encontrarán reflexiones teóricas acerca del agua y su relación con el ser humano. Incluyo varios referentes artísticos y filosóficos que de una manera u otra desarrollan el mismo tema de estas pinturas que presento. Por último, incluyo un pequeño análisis sobre dos personajes literarios que me interesan mucho por sus similitudes con el personaje que construyo a través de imágenes: Narciso y la Sirena.
“Desaparecer en el agua profunda o desaparecer en un horizonte lejano, asociarse a la profundidad o a la infinitud; tal es el destino humano que busca su imagen en el destino de las aguas” Gaston Bachelard, Agua y sueños
El Agua: Vida y Muerte
El agua es un elemento que define sus límites dependiendo del medio en el que se encuentre contenido. Así mismo la identidad humana se construye dentro del contexto en el que se encuentra. El agua, a nivel plástico ayuda a la imaginación en su tarea de des-objetivación, deformación o deconstrucción de la figura que entra en contacto con ella. La vida humana no es posible dentro del agua, pero aquella posibilidad más propia del hombre si se revela dentro de ella, la muerte por asfixia. Existe así una figura dialéctica entre la vida y la muerte en lo que concierne a la vida acuática.
Es cierto también, que la vida humana se gesta dentro de un medio acuático, el líquido amniótico. Por lo tanto existe una figura diálectica entre la vida y la muerte en lo que corresponde al ser humano y su relación con el agua:
1 Ulrike Richter. Jugos Olímpicos. Montreal. 1967
“Un ser humano asomado a la baranda de un navío. Una vorágine de nostalgia y de angustia atropella su corazón ante el azul espeso. Agua de mermelada. La visión representa a la madre prenatal, en cuyo seno de acolchada gelatina hemos dormido antes de emerger al aire y a la tierra. El ser asomado al océano piensa en arrojarse. Sabe que ahogándose dormirá para siempre... busca quizás el estado letal posterior a la muerte como intuyendo en él la dulce letargia de la vida fetal anterior al nacimiento. Somos seres de agua. Comenzamos a palpitar inmersos en la cueva mágica del líquido amniótico. La madre nos arroja al mundo y reaccionamos derramando lágrimas.” (Mo)
El agua, puede usarse como una metáfora de la sociedad, que en ciertos momentos hace que el individuo que la constituye se pierda dentro de las obligaciones para su sostenimiento. Así el individuo pierde la noción de sí mismo, muere asfixiado en su función de
reproducción de las estructuras sociales de las que hace parte. El agua como la sociedad y el individuo que hace parte de ella, se encuentran en constante amoldamiento de sí mismos. Sobre este elemento fascinante: “el dinamismo que le es inherente le confiere una condición germinal como origen de la vida, pero, al mismo tiempo, por su potencia destructora es símbolo de la muerte: como si los contrarios se anulasen en la inmensidad; de ahí que pueda relacionarse así mismo con cualquier aspecto positivo o negativo de la existencia. Sus tempestades remiten a estratos inconscientes, a las tempestades interiores del hombre, a su agitación psíquica, por lo que no es raro que relacionen este tema con el amor” (Guillén)
El Business-man
En la obra de Kentridge existen numerosas alusiones al agua. En particular me parece interesante la utilización del arquetipo del businessman u hombre de negocios, quien aparece como una figura solitaria que lentamente se ahoga, mientras contempla su reflejo en el agua, en un mundo alienante. Loneliness es tal vez la palabra que utilizaría Kentridge para describir el sentimiento de aislamiento del que trato de hablar. A continuación lo explica el artista:
”I think Stereoscope is the closest I have come to that. To that vision of the city. I also knew that I needed a very full room and an empty room as the key components of the film, and it was quite clear that the full and the empty room had to do with the sense of disquiet that I was feeling, ranging from feeling very overcrowded in the world to the world feeling very empty.” (Tone)
William Kentridge. Drawing from Stereoscope 1998– 99. Charcoal, pastel, and colored pencil on paper, 47 1/4 x 63" (120 x 160 cm). The Museum of Modern Art, New York. Gift of The Junior Associates of The Museum of Modern Art, with special contributions from Anonymous, Scott J. Lorinsky, Yasufumi Nakamura, and The Wider Foundation
El “businessman” es el arquetipo de hombre de la modernidad, aquél completamente inmerso en el sostenimiento de los pilares de la sociedad, para él no existe tiempo de auto-definirse o auto-contemplarse y termina ahogado en su propia imposibilidad de crear una identidad sólida. Zygmunt Bauman precisamente introduce en su libro La modernidad líquida la característica definitoria de este estadio de la modernidad, la liquidez, su imposibilidad de mantener la forma y su vulnerabilidad: “La “fluidez” es la característica de los líquidos y los gases que, a diferencia de los sólidos, no conservan fácilmente una forma durante mucho tiempo. Llenan el espacio “por un momento” hasta que “se derraman”, “fluyen”, “salpican”, “se vierten”, “se filtran”, “gotean”, “inundan”, “rocían”, “chorrean”, “manan”, “exudan”. Esta extraordinaria movilidad de los fluidos se asocia con la idea de “levedad” e “inconstancia”. “La disolución de los sólidos” adquiere un nuevo significado y tiene como blanco la disolución de los vínculos entre acciones individuales y acciones colectivas. Lo que diferencia a la sociedad actual de aquella de la modernidad en su fase sólida, que buscaba ser duradera y resistente al cambio, es la creciente debilidad de los lazos sociales. El poder de licuefacción se ha desplazado del “sistema” a la “sociedad”, de la “política” a las “políticas de vida”, ha descendido del “macronivel” al “micronivel” de la cohabitación social. En esta forma privatizada de la modernidad, el peso de las responsabilidades y los fracasos cae primordialmente sobre los hombros del individuo. (Z.Bauman, Modernidad líquida, México, FCE, 2002).” (Grupo Sólido)
William Kentridge, Drawing for the film Sobriety, Obesity & Growing Old [Soho and Mrs. Eckstein in Pool, 1991. Charcoal and pastel on paper, 47-1/4 x 59 inches. Collection of the artist © 2010 William Kentridge. Photo: John Hodgkiss, courtesy the artist"
Identidad Líquida
El concepto que persigo a través de la pintura es uno que podría definirse como identidad líquida. Aquella que se adapta a diferentes medios, que no es sólida e inamovible. Precisamente, lo que quiero plasmar en mi obra ya fue explorado por la psicoanalista Cristina Palomar en Las identidades de la modernidad líquida, desarrollado a partir de la obra de Bauman de la que se habló con anterioridad. Éste concepto de identidad difiere de otros que han sido planteados con anterioridad por su argumento central: no hay tal cosa como una identidad humana totalmente definida, sólida, más bien es mutante, se transforma y adapta al medio en el que se encuentra: “En un mundo como éste, una identidad unitaria, firmemente fijada y sólidamente construida sería un lastre, una coacción, una limitación de la libertad de elegir, y que se opondría a los mercados globales. Con esta misma lógica, Bauman nos explica que en nuestro moderno mundo líquido las relaciones han sido sustituidas por conexiones efímeras y volátiles, como consecuencia de una socialización excesiva de los hábitos consumistas. Éste es el tema que el autor desarrolló ampliamente en Amor líquido y que se conecta con el tema de la identidad en su preocupación por el desánimo general que produce vivir en el aquí y el ahora que conducen solamente a mantenerse a flote y nos dejan sin tiempo ni espacio para vislumbrar la “sociedad buena”: los vínculos sociales se disuelven en la liquidez que los rodea” (Palomar)
Narciso
Ante las aguas Narciso tiene la revelación de su realidad y de su idealidad. Pienso que ante la representación del agua y de su interacción con el cuerpo humano, puedo tener una revelación de mi propia existencia, por eso me decido
a hacer autorretrato de esta asfixia o ansiedad que condiciona al hombre. Así que parto de la fotografía para realizar unas pinturas que terminan siendo un estudio de la identidad humana que se ve borrosa o difícil de definir en un medio que constantemente está cambiando: “el cuerpo expuesto parece bloquearnos el acceso a su individualidad: la persona misma resulta ausente o remota y excita nuestra curiosidad” M.R.
Óleo en lienzo atribuido en 1913 a Caravaggio, pero de autoría incierta: Narciso en la fuente (Narciso al fonte, 1595 - 1600). Galería Nacional de Arte Antiguo. Palacio Barberini, Roma.
Acerca del poder sobrecogedor y aniquilador de la naturaleza escribe Guill “El poder de la naturaleza enfrenta al sujeto con el delirio, con su propia incertidumbre ante situaciones que no puede dominar; lo enfrenta al ámbito de lo incognoscible y a otro orden de percepción de lo real que se transfigura en vértigo ante lo que lo sobrecoge y al mismo tiempo, (…) le atrae” (Guillén)
La Sirena
La figura literaria de la sirena me parece supremamente interesante, precisamente por la relación agua-mujer que es tan explícita en este “monstruo mítico”. Busco una imagen seductora en la pintura, tanto en contenido como en forma, que dentro de sí contenga la fatalidad, en esencia, la protagonista de esta serie es una femme fatale, aquella que atrae pero mata, como el agua. Sobre las sirenas escribe Blanca Mo: “ <Salvación y perdición de muchos navegantes>, estas seductoras están en el límite de una ambivalencia con respecto a su sexualidad, debido a que son la imagen misma de la tentación de cintura para arriba pero de cintura para abajo están despojadas de vagina.” (Mo)
“Las primeras sirenas que se conocen son las que Ulises y sus hombres encontraron en los mares de la travesía homérica. Desde entonces, su canto ha seguido siendo la salvación y la perdición de muchos navegantes. La atracción del hombre por el mar, remota y atávica, representa la sed de transformación, de intercambio, de reconocimiento y de conquista. Agua que transporta hacia el paraíso, que purifica, que regenera; agua que también arrasa y aniquila…” (Mo)
Referentes artísticos
Ana McCarthy:
La obra de McCarthy La espera de Diana “una forma de narración autobiográfica visual, al autorretrato o meditación sobre la intimidad de su ser: observación y reflexión.” (Oviedo) Sobre la visión estética de McCarthy: “ en estos cuerpos ella inscribe ciertas marcas privadas que le permiten identificarse con ellas y usarlas como un espejo en que se refracta alguien que no es del todo ella misma, sino una persona construida a partir de recuerdos, obsesiones y sueños. Estos cuerpos son vehículos imaginativos más que realidades físicas porque están cargados de signos y gestos que los exceden. En <<Body of Water>> (1990) hay una intensa manipulación ténica para cubrir y rodear el cuerpo húmedo con una constelación de manchas de agua que da a la imaginación una pátina de decadencia o exposición a la intemperie” (Oviedo)
“El cuerpo expuesto parece bloquearnos el acceso a su individualidad, la persona misma resulta ausente o remota y excita nuestra curiosidad” (Oviedo)
Gerhardt Richter:
Me interesa el tratamiento de la pintura en la obra de Richter, en especial la manera en que sus pinceladas borran o disuelven las figuras que aparecen, lo cual precisamente borra los limítes entre pintura realista y abstracta: “Richter’s work occupies the site where the once categorical difference between realistic (with regard to photographic mimesis) and abstract (with regard to a picture’s own indigenous imaginery) is dissolved or at least blurred by flowing strategies imbued with doubts about painterly practice.” (Lafont)
También es muy interesante como Richter toma como primer referente la fotografía pero siempre la transforma a través de las pintura: “Gerhard Richter (Dresde, 1932) lleva décadas fusionando la pintura con la fotografía y desafiando el debate tradicional que se entabla entre los dos medios: lo real frente a lo abstracto; lo objetivo frente a lo subjetivo.” (Lafont)
Escribe la novelista y ensayista Siri Hustvedt en el periódico El País sobre la relación que hay entre la fotografía y la pintura en la obra de Richter, precisamente acerca de la interpretación de la primera en la segunda o de la intervención de la segunda en la primera: "La dinámica entre foto y pintura se torna una dinámica de revelación y Ana McCarthy, La espera de Diana, Fotografía (2004)
ocultación, de visión y ceguera, de juego de una dimensión contra la otra, de creación de ambigüedades entre ellas. (Lafont)
Sobre la originalidad:
“Al reproducir formas de arte ya existentes, el artista recibe la sanción de su predecesor y, al mismo tiempo, niega el intento de observar cualquier desarrollo formal nuevo, desplazando por tanto todo el fenómeno a su nivel superior, es decir, crítico. (…) la negación de la originalidad tanto en su manifestación más ostentosa (lo falso como tal) como en sus tonos más sutiles y despreocupados de objetividad estática (la reducción telescópica del tiempo)” (Bernstein)
En la historia del arte han sido muchas las representaciones del agua y del ser humano inmerso en este medio; Sin embargo guiada por la premisa renacentista de que lo que importa verdaderamente en un artista es su capacidad de invención de un tema que de una forma u otra inevitablemente ha sido explorado por sus antepasados. La originalidad puede ser el “eterno yugo” o el “AS bajo la manga” del artista, depende de su capacidad de reinterpretación y análisis de la imagen deseada. En la mía definitivamente ese “AS” es un recurso vital, a pesar de que las fotografías de las que parto sean de mi autoría. En efecto lo que me interesa es re inventar en la pintura una imagen que en sí es seductora, atractiva y fatal, que llevada al medio pictórico gana la riqueza plástica de la pincelada en veladuras y en empaste.
Bibliografía
Lafont, Isabel. «Gerhard Richter.» 4 de Junio de 2009. 15 de 09 de 2014 <http://elpais.com/diario/2009/06/04/cultura/1244066402_850215.html>. Mo, Blanca. «Codex Miscelaneus.» 2011 de Abril de 2011. 01 de 10 de 2014 <http://codexmiscelaneus.blogspot.com/2011_04_01_archive.html>.
Bernstein, Cheryl. “La superioridad de lo falso.” Bernstein, Cheryl. La idea como arte. Barcelona: Gustavo Gili, 1977. 40-41.
Palomar, Cristina. «Cuadrando el círculo: las identidades de la modernidad líquida.» Abril de 2007. Mayo de 2014
<https://docs.google.com/viewer?url=http://www.redalyc.org/pdf/138/13803808.pdf&chro me=true>.
Guillén, Esperanza. Naufragios: imágenes románticas de la desesperación. Madrid: Siruela, 2004.
Tone, Lilian. «Art Archives.» 1999. William Kentridge: Stereoscope. Mayo de 2014 <http://artarchives.net/artarchives/liliantone/tonekentridge.html>.
(pg. 33, Raro raro ,“de atrásadelante en su porfía”, Ed. Difucion Cultural UNAM, Mexico 2010).
Gelman, J. de atrásadelante en su porfía”, Ed. Difucion Cultural UNAM, Mexico 2010). s.f. Grupo Sólido. «Grupo Sólido.» Aeptiembre de 2014
<http://gruposolido.org/portfolio/analisis-de-amor-liquido-de-zygmunt-bauman/>. Oviedo, José Miguel. «Prólogo.» McCarthy, Ana. Memoria del cuerpo. 2004.
