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Síntesis histórica de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas

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ISLAS, 54(171): 9-23; septiembre-diciembre, 2012

Síntesis histórica de la

Universidad Central

«Marta Abreu» de

Las Villas

Félix Julio Alfonso

López

Juan Virgilio López

Palacio

María Elena Cruz

Rodríguez

I. Antecedentes y fundación

a noche del l0 de octubre de 1948, en el Salón de

Actos del antiguo Gobierno Provincial de Santa Clara —actual Biblioteca Martí— con la presencia de la mayoría de los miem-bros del Consejo Directivo, encabezado por su presidente el Dr. Pedro Martín Camps i Camps, del gobernador de la provincia y demás invitados, quedó inaugurada simbólicamente la Univer-sidad Central de Santa Clara.1

Se daba cumplimiento, en fecha tan significativa para todos los cubanos, a un viejo anhelo de la provincia villareña que cla-maba, en voz de sus mejores hijos del siglo XIX, por la creación de una Universidad en el territorio central de la Isla. Gabriel de la Concepción Valdés «Plácido» (1809-1844) y Eduardo Macha-do Gómez (1838-1877) son nombres imprescindibles en el recuen-to de la esforzada lucha por hacer realidad aquella noble idea.2

1Véase: Memoria inaugural de la Universidad Central de Santa Clara, Ed.

Selecta, La Habana, 1948.

2En una de sus frecuentes estancias en Villa Clara, el poeta habanero Gabriel

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De igual modo, la creación simbólica de la Universidad ponía término a más de una década de fervorosa campaña pro-uni-versitaria, iniciada en los salones del antiguo Liceo —hoy Casa de la Cultura Juan Marinello— por el abogado Pedro Pérez Ruiz y un grupo de amigos en el verano de 1937. Ese propio año se formó la primera Comisión Pro-gestora universitaria, que de-sarrolló una activísima campaña cívica en favor de sus objeti-vos, contando para ello con el apoyo del entonces gobernador provincial, el coronel mambí Gabino Gálvez y de numerosas ins-tituciones públicas y privadas. Su órgano difusor fue el semana-rio Universidad Central, con una tirada de tres mil ejemplares, siempre con el lema: Universidad Central para Santa Clara que está en el corazón de Cuba.

Diez años más tarde, la primera Comisión Pro-gestora uni-versitaria fue disuelta, creándose el llamado Consejo Directivo de la Universidad Central surgido de la fusión del comité ges-tor municipal con el Círculo de Profesionales de la provincia. A la cabeza de ambos grupos se encontraban el Dr. Camps i Camps, a la sazón director del lnstituto de Segunda Enseñan-za de Santa Clara y el Dr. Ramón Lorenzo Pérez, presidente del Círculo de Profesionales Universitarios. Completaban la nómina dirigente del nuevo consejo su secretario Dr. Modesto de Jesús Pineda Cabrera y el tesorero Antolín González del Valle Ríos.3

Este hecho repercutió hondamente en el proceso creador del alto centro docente, pues no solo significó la sustitución del que había sido hasta entonces la principal figura del movi-miento, el Dr. Pérez Ruiz, sino que dio comienzo a una larga serie de acontecimientos que contradecían el verdadero pro-pósito humanista proclamado por sus fundadores. El Consejo Directivo de la Universidad Central de Santa Clara, principal-mente en la figura de su Secretario General el Dr. Pineda, en-tronizaría luego en el ámbito universitario la politiquería al uso en la época, que propiciaba la arbitrariedad, el latrocinio y el nepotismo, y matizada toda ella por sucesivas intrigas y dis-criminaciones.4

3 Véase: Esther Calcines Ruiz e Idalia Vázquez Zerquera: «La Universidad

Cen-tral de Las Villas antes del triunfo de la Revolución», pp. 7-8 (inédito).

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2. En la escabrosa senda de su origen

La Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV) fue creada oficialmente por la Ley 16 del 22 de noviembre de 1948, que establecía además el comienzo de sus actividades do-centes para el año de 1952.5

El presupuesto para la ejecución de las obras fue establecido por el Reglamento para la cobranza, fiscalización y distribución de los aumentos a los impuestos sobre utilidades y suntuarios, con fecha 1º de agosto de 1950, al tiempo que el Reglamento del Ministerio de Educación para las Universidades de Oriente y Las Villas promulgado el 4 de noviembre de 1951, terminaba de conformar el cuerpo jurídico que otorgaba plena validez legal a ambas instituciones.6

El escenario escogido para levantar el complejo universitario, encargado a la firma constructora Japón y Menéndez S.A., fue una espléndida finca ubicada al noreste de la ciudad de Santa Clara, con excelentes condiciones naturales y relativamente alejada del centro urbano. Dicha finca aparecía registrada con el nombre de Santa Bárbara a favor de su propietario el Sr. Elías Díaz Domínguez, con una extensión total de 14 caballerías. El precio pagado por el terreno ascendió a 85 mil pesos, cifra que pareció exorbitante a algunos miembros del consejo, sobre todo tomando en cuenta que la finca podía haber sido adquirida mediante expropiación para un fin de beneficio público.7

La primera piedra de la futura Universidad fue colocada por el entonces presidente de la República Carlos Prío Socarrás el 11 de febrero de 1952 y finalmente el domingo 30 de noviembre de

5Boletín Oficial de la Universidad Central de Las Villas. 1 (1): 40, 30 de abril de 1952.

En esta ley se hace referencia por primera vez a la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, añadiendo el nombre de la destacada patriota y benefac-tora santaclareña. Con anterioridad, tanto el Reglamento del Consejo Directi-vo, con fecha 19 de junio de 1948, como los estatutos de la Universidad redac-tados el 7 de enero de 1949, hacen alusión a la Universidad Central de Santa Clara, nombre con el que fue inaugurada simbólicamente.

6 Ídem

7En relación con este escabroso asunto el profesor del Instituto de Segunda

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ese propio año se dio apertura al primer curso académico, con-tando para ello con un solo edificio terminado: el de Hunidades-Educación. En el acto, que comenzó a las 11 de la ma-ñana hicieron uso de la palabra el rector Pedro Martín Camps i Camps, el secretario general Pineda y el Dr. Felipe Salcines Morlote, rector de la Universidad de Oriente. En nombre de los profesores habló el destacado pedagogo Dr. Medardo Vitier Guanche.

Las carreras que se estudiaban en ese momento eran las de Ingeniería Química-Industrial, Ingeniería Agronómica, Perito Químico-Azucarero, Ciencias Comerciales, Filosofía y Letras, Pedagogía y Profesor de Idioma Inglés; la matrícula importaba el pago de 60.00 pesos anuales que se cubrían en tres plazos bimestrales de 20.00 pesos cada uno. Los primeros 615 alumnos que tuvo la Universidad se distribuían por carreras de la forma siguiente: Pedagogía (287), Ciencias Comerciales (146), Idioma Inglés (85), Filosofía y Letras (29), Ingeniería Química Industrial (27), Perito Químico Azucarero (25) e Ingeniería Agronómica.8

Las actividades docentes en el período de 1952 a 1957, fecha en que termina el último curso antes del triunfo de la Revolu-ción , estuvieron profundamente marcadas por el modo de vida burgués y las contradicciones inherentes a la sociedad neoco-lonial republicana. La enseñanza era predominantemente me-morística y verbal, con poco uso de la práctica y de hecho se promovía en los estudiantes una mentalidad de «gladiadores» que luchaban a muerte por ganar la competencia académica y profesional.9

En el ámbito social la frivolidad de los frecuentes ágapes, ex-hibiciones de modas, selección de la Miss Universidad, fogatas nocturnas, fiestas sabatinas y paseos dominicales contrastaban con la presencia en el Auditorium de prominentes figuras del mundo de la cultura como Ernesto Lecuona, Bertha Singerman y Francisco García Lorca (hermano de Federico García Lorca),

8 Boletín Oficial de la Universidad Central de Las Villas, 1(2): 1, septiembre de 1952.

Véase además Esther Calcines Ruiz e Idalia Vázquez Zerquera, ob. cit. p. 23.

9 El término «gladiadores» es utilizado por el Che en su discurso de apertura

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así como con la entrega de títulos de Doctor Honoris Causa a sólidos pilares de nuestra mejor tradición intelectual como Fer-nando Ortiz Fernández, Medardo Vitier Guanche y Ramiro Guerra Sánchez.10

De manera simultánea, la Universidad fue objeto de la pene-tración ideológica y económica de los Estados Unidos a través del célebre punto IV, que facilitaba la entrada de técnicos norte-americanos y la salida de profesores cubanos a formarse en Universidades de aquel país. Parte esencial de este programa de supuesto apoyo estaba conformada por el mecanismo financie-ro del Banco de Desarfinancie-rollo Económico y Social (BANDES), en-cargado de suministrar los onerosos préstamos que sustentaban el punto IV.11

Como telón de fondo a esta situación tiene lugar en la Univer-sidad el sordo enfrentamiento de oscuros intereses politiqueros, ajenos al verdadero y cabal desarrollo de la alta casa de estudios.

10 En su discurso de agradecimiento el Dr. Ramiro Guerra Sánchez se refirió a lo

que consideraba el «deber ser» de la universidad villareña, en términos que solo se harían realidad de manera cabal después de 1959. En esa ocasión dijo: «Con una visión comprensiva y exacta de lo que es y de lo que debe ser la provincia villareña, dadas sus riquezas naturales de todas clases, esta Universidad Central de Las Villas, además de cultivar las artes y las letras, con una apreciación certera de la influencia fundamental de unas y de otras, en el campo de la cultura, ya que el espíritu es la fuerza suprema del hombre, presta cuidadosa atención al desarrollo de las ciencias aplicadas a la industria, el comercio y la agricultura, fuentes de bienestar de las comunidades humanas en todos los tiempos, y por consiguiente, factores decisivos de civilización». Véase: Islas, Santa Clara, UCLV, 1(1): 86.

11Se conoce como Punto IV al último de los célebres postulados del Programa

de Seguridad esbozado por el presidente norteamericano Harry Truman en 1949. Se trataba de un programa de ayuda técnica y financiera a países subdesa-rrollados, con el propósito de frenar cualquier influencia comunista, al estilo de lo que sería en los años sesenta la llamada «Alianza para el progreso», dirigida a contrarrestar el ejemplo de la Revolución Cubana en América Lati-na. Al frente de dicho programa se encontraban la Foreign Operation Administration (FOA) y la International Cooperation Administration (ICA). El acuerdo del Punto IV se firmó en Cuba el 30 de junio de 1951, extendiéndose a la UCLV en 1956, al firmarse un crédito con el BANDES que fue objeto de oposición por varios miembros del consejo por las condiciones del préstamo. De hecho, los técnicos norteamericanos del Punto IV, L.S. Arnold y Paul Adams hacía algún tiempo que colaboraban con la universidad en el área de desarro-llo agrícola. Como parte de este proceso fue enviada a la Universidad de Puer-to Rico la profesora de Psicopedagogía América Martínez Arias para especiali-zarse en Estadística. Véase: José Manuel Ruiz Miyar: Génesis y realidad de la

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3. La Reforma Universitaria del 22 de mayo de 1957

Para poner fin al asfixiante ambiente de corrupción y arbitra-riedad entronizado por el secretario general Pineda, un grupo de profesores honestos liderados por el rector Agustín Anido Artiles decide llevar adelante una reforma con el fin de demo-cratizar las estructuras universitarias. Formaron parte de este movimiento, entre otros, los profesores Mariano Rodríguez Solveira, Manuel Angulo Monteagudo y José Manuel Ruiz Miyar. En la práctica se realizó una reforma de los Estatutos, se reco-noció el derecho de las escuelas a organizarse y a integrar la FEU Central, se aumentó el sueldo de los profesores y se reduje-ron las gratificaciones a decanos y a secretarios de las escuelas. Asimismo se modificaron los egresos del presupuesto y se supri-mieron varios departamentos, entre ellos el Instituto de Planifi-cación, principal intermediario del punto IV con la Universi-dad. En relación con el Punto IV el nuevo Consejo Universitario determinó una revisión de los proyectos a realizar, haciendo una reducción del presupuesto asignado al mismo.12

De igual forma se modificó el Reglamento para la provisión de Cátedras por Concurso-Oposición y se aprobó el presupues-to para la creación de la Escuela de Ciencias. También como resultado de la distribución de los gastos se determinó construir el edificio de la Biblioteca General y la Imprenta Universitaria. Se aprobó la organización y fomento del Jardín Botánico, la crea-ción de la revista universitaria y la publicacrea-ción de libros de au-tores cubanos.13

Una de las medidas de mayor trascendencia en el ámbito po-lítico emanada de la Reforma Universitaria, fue permitir el rein-greso a la Universidad de los estudiantes expulsados del curso

12 Ídem.

13La revista universitaria Islas, bajo la dirección del prestigioso y polémico

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1952-1953 acusados de promover la creación de la FEU.14 En

este proceso también es rehabilitada la figura del Dr. Pedro Pérez Ruiz, injustamente preterido por los miembros del anterior Con-sejo.

Como resultado de la Reforma, el Consejo Universitario para el trienio de octubre de 1957 a octubre de 1960 quedó confor-mado por el rector Mariano Rodríguez Solveira, vicerrector José Manuel Ruiz Miyar y secretario general José Antonio Rojas Montero.

4. Las luchas estudiantiles en la Universidad

Uno de los capítulos más hermosos en la historia universitaria antes de 1959 lo constituye todo el proceso de esforzada lucha estudiantil para crear la Federación de Estudiantes Universita-rios (FEU) Central.15

Ya en el propio curso de apertura un grupo numeroso de es-tudiantes fue expulsado del Centro acusado de causar distur-bios y desórdenes en los predios de la Universidad. Este hecho provocó una honda repercusión en todo el estudiantado villa-reño, sobre todo en el Instituto de Segunda Enseñanza y en las Escuelas de Comercio. En la propia Universidad, las Escuelas de Ciencias Comerciales e Ingeniería Agronómica decretaron un paro de las actividades docentes por 24 horas.16

El Consejo Universitario reconoció en el año 1954 un tímido Reglamento de la Federación Estudiantil de la Universidad Cen-tral de Las Villas representativo de las diferentes asociaciones de escuelas pero castrado de todo ademán político. Su carácter era «ético-social, deportivo, artístico y cultural».17 La

agudiza-ción de la lucha contra la tiranía de Batista liderada por la

Ge-14Véase: «Del Consejo Universitario a la Opinión Pública» con fechas del 14 y 22

de marzo de 1953. En ambos libelos se trata de descaracterizar a los líderes estudiantiles de la Universidad.

15 El trabajo más abarcador sobre esta problemática es «La fundación de la

Universidad Central de Las Villas y las luchas estudiantiles en el período de 1952-59» de los autores Ramón Pérez Linares, Sheila Galindo Delgado e Irsa Teresa García Fernández, publicado en Islas, Santa Clara, UCLV, (86), enero-abril de 1987.

16Ídem.

17 Boletín Oficial de la Universidad Central de Las Villas, 3 (11): 1, 1º de

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neración del Centenario y la FEU de la Universidad de La Ha-bana, estimuló la creación en la Universidad Central de los co-mités de lucha pro-FEU Central, encabezados por el estudiante de Ciencias Comerciales Ramón Pando Ferrer. El primer comité Pro-FEU Central fue conformado en 1955 y sobresalían en su directiva Pando Ferrer, Antonio Larralde Pineda y Reinaldo Fundora. Al propio tiempo se estrechaban los lazos con el movi-miento estudiantil en La Habana y con los estudiantes de se-gunda enseñanza en Santa Clara. Los objetivos propuestos en esta etapa eran la lucha contra la tiranía, incorporando al estu-diantado universitario al engranaje de la revolución sin descui-dar la lucha por la democratización de la Universidad.18

La Reforma Universitaria del 22 de mayo de 1957 reconoció el comité pro-FEU Central, pero el proceso de elecciones de base en las escuelas y facultades era todavía incipiente. El cierre de la Universidad, provocado por la agudización de la represión con-tra los estudiantes, no permitió que la organización de la FEU Central se llevara a efecto de manera definitiva.19 Por otro lado,

los mejores líderes de aquel estudiantado abandonaron las au-las para entregarse por entero a la lucha revolucionaria, como sucedió con Pando Ferrer y muchos otros. En los días de la

huel-18 Ídem.

19Uno de los aspectos más polémicos de la historia universitaria ha sido el

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ga del 9 de abril se constituyó en la UCLV una junta patriótica con fines organizativos del movimiento huelguístico en Santa Clara. En los talleres de la Universidad empezaron a imprimir-se los periódicos clandestinos Sierra Maestra y Escambray y ya en los días finales de la campaña de Las Villas, la Universidad fue seleccionada por el Che Guevara para instalar allí su Coman-dancia General.

5. Presencia de la Universidad en la Batalla de Santa Clara

La llegada a la Universidad Central de la columna invasora no. 8 Ciro Redondo, bajo las órdenes del Comandante Ernesto Che Guevara, se produjo en la madrugada del 28 de diciembre de 1958. La ruta seguida por los rebeldes los había llevado al cami-no cocami-nocido como Callejón de los Patos, casi al fondo del recin-to universitario. El práctico de aquella operación fue el profesor de Geografía del centro Antonio Núñez Jiménez, enviado por el Partido Socialista Popular, tomando en cuenta su conocimiento del terreno y su trayectoria revolucionaria dentro de la Univer-sidad.20

El Che instaló su comandancia en una de las oficinas de la planta baja del edificio de Ciencias, donde se acordaron los últi-mos detalles de la estrategia para el asalto a la ciudad de Santa Clara, postrer reducto militar del tirano. La contribución de la Universidad Central a esta gesta fue decisiva en la confección de propaganda revolucionaria y en la fabricación de cocteles molotov, que después serían utilizados en diferentes acciones. De la Sede Universitaria partió el bulldozer con el que se levan-tó la vía férrea que provocaría el descarrilamiento del Tren Blin-dado, mientras que un joven estudiante de la carrera de Inge-niería Química Industrial, Miguel Diosdado Pérez Pimentel (Tato Madruga) cayó combatiendo en la primera acción bélica de la Batalla de Santa Clara. Además, en el aula no. 1 del edificio de Humanidades se conformó el Hospital de Campaña donde fue-ron atendidos los heridos y se velafue-ron los cuerpos de los compa-ñeros caídos en combate.

20 Véase: Román: «Asomo a la significación de la universidad Central de Las

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6. La Universidad en Revolución

La Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas reabrió sus puertas en el mes de febrero de 1959 en el vórtice de una Isla en Revolución. Los desequilibrios y deformaciones heredados de la sociedad burguesa eran incompatibles con la nueva realidad del país, que destrozaba las estructuras del pacto neocolonial y se legi-timaba en el poder auténticamente revolucionario de las masas.

Dos sucesos trascendentales marcaron la vida universitaria a partir de ese momento. El primero fue la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro, el 16 de marzo de 1959, con el propósito de inau-gurar el edificio de la Biblioteca General. En esa ocasión Fidel fue recibido por una multitudinaria concentración de personas, re-unidas frente al edificio de Ciencias y después del acto de apertura de la Biblioteca habló a los estudiantes y profesores en el Auditorium. Allí expresó la idea de construir una verdadera Ciudad Universi-taria, para la cual se otorgarían dos millones y medio de pesos, solo para empezar, pues el Gobierno Revolucionario concedería atención especial a los centros docentes del país.21

Apenas dos años después, en 1961, ya la ciudad universitaria Abel Santamaría Cuadrado era un sueño hecho realidad, con varias edificaciones que servirían de sede a las nuevas escuelas y carreras, además de otras obras de beneficio público.22

El otro hecho que marcó profundamente el devenir universi-tario fue el acto de investidura del comandante Ernesto Che Guevara con el título de Doctor Honoris Causa de la Escuela de Pedagogía, el 28 de diciembre de 1959. En su inolvidable discur-so de agradecimiento el Che complementó las ideas de Fidel en torno a la Educación Superior y creó las bases teóricas y prácti-cas de lo que sería luego la reforma universitaria, es decir, lo-grar una efectiva, real y definitiva democratización de las uni-versidades, así como su identificación con los planes del desarrollo económico-social del país. La esencia de las palabras pronunciadas por el Che puede ser sintetizada en la famosa frase: «Y qué tengo que decirle a la Universidad como artículo

21Véase: Antonio Núñez Jiménez: En marcha con Fidel, p. 118, Letras Cubanas, La

Habana, 1981.

22 Guido de Armas Bermúdez: La ciudad universitaria Abel Santamaría de Las

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primero, como función especial de su vida en esta Cuba nueva, le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no solo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, por-que la Universidad no es patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba».23

Después de un breve paréntesis en el año 1960, marcado por la agudización de la lucha de clases, lo que se tradujo en la trai-ción del presidente de la FEU y la posterior desertrai-ción del rector Pedro Oliver Labra, las fuerzas revolucionarias tomaron el po-der en la Universidad aplicando de inmediato las ideas del Che y de Fidel. En ese propio año se organizaron las milicias univer-sitarias Ramón Pando Ferrer; en el mes de octubre se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes y el 2 de febrero de 1961 se cons-tituye la unidad de alfabetización Rubén Martínez Villena. En los días del ataque mercenario por Playa Girón, se le confió a las milicias universitarias la custodia, en el Gimnasio, de setecien-tos elemensetecien-tos contrarrevolucionarios. En enero de 1962 un gru-po de estudiantes universitarios se incorgru-pora a la limpia del Escambray y durante la Crisis de Octubre se organiza un grupo de artilleros bajo la dirección de oficiales de la Escuela Superior de Artillería.24

Finalmente, como síntesis del proceso de transformación po-lítico-ideológica, se constituyó en noviembre de 1963 el Comité Universitario de la Unión de Jóvenes Comunistas y en diciem-bre de 1968 finaliza el proceso de Constitución del Partido Co-munista de Cuba.

7. La Reforma Universitaria

El 10 de enero de 1962 fue promulgada por el Consejo Superior de Universidades la reforma de la enseñanza en el nivel

supe-23Discursos pronunciados por el comandante Ernesto Che Guevara en las

uni-versidades de La Habana, Las Villas y Oriente. 1959-1960, p. 12, Imprenta Uni-versitaria, Santa Clara.

«Pintar a la Universidad de Pueblo». Entrevista realizada al Dr. Juan Virgilio López Palacio, periódico Vanguardia, sábado 26 de diciembre de 2009. Aniver-sario 50 de la Investidura del Dr. Ernesto Guevara de la Serna, como Doctor

Honoris Causa en Pedagogía, en la UCLV.

24Véase: Universidad Central de Las Villas. Informe anual de la Junta Superior de

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rior, con el propósito de producir cambios cualitativos en los objetivos y funciones de la Universidad en sus diferentes aspec-tos: estructura, matrícula, métodos de enseñanza, etc.

El primer impacto de la Reforma Universitaria en la Universi-dad Central «Marta Abreu» de Las Villas se produjo con la crea-ción de nuevas especialidades que respondieran a las necesida-des reales del país, al tiempo que se ampliaba la matrícula en carreras que ya estaban creadas, pero de impostergable desa-rrollo en las condiciones específicas de Cuba, como fueron los casos de Ingeniería Química y Agronomía.25

Asimismo los planes de estudio fueron modernizados y se sus-tituyó la pedagogía prerrevolucionaria, marcada por el verbalis-mo mecanicista, por la práctica directa en los talleres y laborato-rios, equipados con técnicas y medios que favorecían una formación profesional altamente calificada.26 De igual modo se

desarrolló gradualmente la formación deportiva y cultural de los alumnos con el objetivo de lograr un profesional revolucio-nario integral. En este sentido el Che había precisado que un buen técnico socialista debía ser ante todo un técnico humanis-ta.27

Como resultado directo de la Reforma Universitaria se crea-ron nuevas facultades, carreras y especialidades, entre ellas el Instituto Pedagógico Félix Varela, en 1964, y la Escuela de Me-dicina, en 1966; independizados ambos como centros de educa-ción superior después de 1976, pertenecientes al MES. También se constituyó en la década de los sesenta la Escuela de Veterina-ria (1962) y la Facultad Obrero Campesina Rubén Martínez Villena, primera del país. En la década siguiente surgieron las facultades de Economía-Derecho (1970), Construcciones (1972), Ingeniería Industrial (1976), Ingeniería Eléctrica (1976), Mate-mática-Cibernética (1976) y la Facultad de Enseñanza Dirigida (1979). En 1988 se produjo una reestructuración que dio lugar a

25Las carreras de Ingeniería Agronómica y las pertenecientes a la Facultad de

Tecnología fueron las de más rápido crecimiento en la década de 1961-70, alcanzando Tecnología la cifra de 1 060 estudiantes en 1971 (la mayor matrícula de la Universidad) contra solo 27 en 1958. Agronomía alcanzaba 1 030 alumnos en 1971 por solo 63 en 1958. Véase: La Universidad Central antes y después. PCC, Núcleo del Instituto Pedagógico, [s/f].

26 Pablo Guadarrama y otros: ob. cit., p. 31.

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ocho facultades: Ciencias Agropecuarias, Ciencias Sociales y Humanísticas, Construcciones, Ingeniería Industrial y Econo-mía, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica, Matemática, Fí-sica y Computación, y Química y Farmacia.

El rigor científico-metodológico alcanzado por la Universidad en estos años le ha permitido elevar considerablemente el nivel de su claustro en todos los aspectos, lo cual se refleja en el creci-miento del número de doctores y el volumen de sus publicacio-nes, la participación y organización de numerosos eventos cien-tíficos a nivel nacional e internacional y los notables éxitos alcanzados en la aplicación de los resultados investigativos a las necesidades socioeconómicas del país.28 La Universidad

Cen-tral ha contribuido además al surgimiento de nuevos centros de Educación Superior en todo el país, desde la primera Universi-dad creada por la Revolución en Camagüey en noviembre de 1967, a la que se suma en 1973 el Instituto Superior Politécnico en Holguín y en 1979 la Filial de Cienfuegos, que se convierte en el lnstituto Superior Técnico de esa provincia y posteriormente en la Universidad de Cienfuegos.

En 1982, con motivo de cumplirse el 30 aniversario de la Uni-versidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, se inauguró la Sala de Historia en el local donde radicó la Comandancia del Che en nuestro centro. Ese propio año se le concedió el título de profesor de mérito a Antonio Núñez Jiménez (en 1977 lo ha-bían recibido Gaspar Jorge García Galló y Juan Mier Febles) y la Universidad recibe la medalla Alejo Carpentier, mientras que a la revista Islas se le concede la Distinción por la Cultura Cu-bana.29

En la década de los ochenta, un aspecto significativo del pres-tigio científico alcanzado por la Universidad se traduce en el establecimiento de varios convenios de colaboración con uni-versidades de Iberoamérica, entre las que se destacan la Univer-sidad Nacional Autónoma de Nicaragua (1980), la UniverUniver-sidad de Guadalajara (1985), la Universidad Autónoma de Nuevo

28 Ídem (26).

29 Además de los citados Galló, Febles y Núñez Jiménez, también son

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León (1985), la Universidad INCCA de Colombia (1988) y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1988).

La procelosa década de los noventa ha estado marcada en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas por el impe-tuoso avance de las investigaciones científicas y el desarrollo de nuevos centros de investigación, todo ello en las difíciles condi-ciones del período especial pero sin renunciar al perfecciona-miento constante del trabajo docente-educativo y político-ideo-lógico que un centro de este tipo necesita para cumplir de manera cabal su compromiso con la sociedad y el país.30

8. Trayectoria y balance

Resulta prácticamente imposible resumir en breves párrafos el impresionante devenir de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas a lo largo de estos años de Revolución triunfante y victoriosa, en los cuales asumió desde el primer momento plena y lúcida conciencia de protagonista. Ya en 1962 el Comandante en Jefe podía decir con legítimo orgullo: «Esa magnífica univer-sidad que hay en Las Villas».

Como prueba de lo anterior, la Universidad ha prestado in-contables servicios al desarrollo económico, social y político-ideo-lógico de nuestra provincia y del resto de la antigua provincia de Las Villas. De su seno han surgido nuevos centros de educa-ción superior a todo lo largo y ancho de la Isla, hijos pródigos del Alma Mater villaclareña y continuadores de su quehacer ejemplar.

Ha formado y graduado decenas de miles de profesionales con excelente preparación teórica, práctica y humanista, y ha prestado su colaboración internacionalista en numerosos países del mundo subdesarrollado, solidarizándose siempre con las luchas de los pueblos por alcanzar su verdadera y definitiva independencia. Ello incluye también el aporte brindado a la

for-30Algunos de los más importantes centros de investigación surgidos en la

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mación de centenares de especialistas de países africanos, lati-noamericanos y asiáticos.

Sus ascendentes resultados en la investigación científica, tec-nológica y de las ciencias sociales la colocan entre las primeras del país, con aportes relevantes en todo lo relacionado con los cultivos de arroz, papa y caña de azúcar, las técnicas de solda-dura, los procesos químicos y energéticos, la producción de fármacos y medicamentos, el desarrollo de la computación y la electrónica, así como en el trabajo de carácter comunitario y rural.

Cuenta además la Universidad con un nutrido grupo de cá-tedras especializadas que realizan un importante trabajo de extensión universitaria, más allá de las fronteras del centro. Con relevantes logros en este sentido se destacan la Cátedra de Pen-samiento Latinoamericano Enrique José Varona, la Cátedra Martiana, la Cátedra Ernesto Che Guevara, la Cátedra de Cul-tura Iberoamericana Juan Marinello y la Cátedra de Pedagogía Gaspar Jorge García Galló.

De la Universidad han surgido también los cuadros profesio-nales que hoy dirigen nuestras organizaciones políticas y de masas a diferentes niveles en varias provincias con magníficos resultados. Muchos de estos cuadros universitarios han sido pro-movidos al nivel nacional en el PCC, la UJC, el MES y otros organismos del Estado.

Referencias

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