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Ensayos
Resumen
El holismo se encuentra inmerso en la historia, conceptualización, desa-rrollo, expansión y avance de la disciplina enfermera. En este sentido, las teorías que se han creado y divulgado en la ciencia de enferme-ría han basado sus principios, conceptos y definiciones en un modelo integral, multidimensional y complejo, que se deriva de un enfoque holístico del cuidado. Esta visión disciplinaria trasciende las fronteras del dualismo y el reduccionismo que se emplean en un modelo biomédico tradicional. Desde esta perspectiva, la atención holística de enfermería hacia la persona permite rescatar la esencia y naturaleza de la disciplina: “el cuidado”, que comprende un significado más amplio y complejo del que se le ha adjudicado a través de la historia. Rescatando lo ante-rior y haciendo un uso apropiado de este término, es indispensable comprender su definición, identificar el uso que se le ha dado en la enfermería, y comprender la importancia de brindar cuidados enferme-ros bajo un modelo holístico.
Palabras clave: Salud Holística, Enfermería Holística, Atención de Enfermería, Filosofía en Enfermería (DeCS)
Abstract
Holism is immersed in history, conceptualization, development, expan-sion and advancement of the nursing discipline. In this sense, theories that have been created and disseminated in nursing science, have based their principles, concepts and definitions in a comprehensive, multidimensional and complex model, which is derived from a holistic approach to care. This vision transcends disciplinary boundaries of dual-ism and reductiondual-ism used in a traditional biomedical model. From this perspective, holistic nursing care for the people can rescue the essence and nature of the discipline: “care”, which comprises of a wider and more complex meaning than the one allotted to it in history. Rescu-ing the above and makRescu-ing appropriate use of this term is essential to understanding its definition, identifying which uses it has had in nurs-ing, and understanding the importance of providing nursing care under a holistic model.
Keywords: Holistic Health, Holistic Nursing, Nursing Care, Philosophy, Nursing ( DeCS)
El Paradigma Holístico de la Enfermería
Karla Ivonne Mijangos-Fuentesa
Introducción
El holismo forma parte de la concepción y desa-rrollo de múltiples ciencias como la medicina y la enfermería. Los profesionales de ambas
discipli-nas han tratado de dar significado a su práctica basando su filosofía y atención en un modelo
holístico. Sin embargo, el término holismo es tan complejo de entender y aplicar en la realidad, que pocos son los expertos que lo desarrollan adecua-damente en su actividad profesional.
Frente a esta realidad, que deja ver un profundo desconocimiento en el entendimiento y compren-sión del holismo, diversas ciencias como la física se han dado a la tarea de analizar este concepto, de acuerdo con los principios y las leyes que lo rigen. La palabra holismo tiene sus orígenes en el vocablo griego holikós que significa “todo, ínte -gro y/o completo”1. Esta connotación se puede aplicar al uso médico, entendiendo la salud como un cambio continuo a los retos medioambientales
y el equilibrio dinámico del cuerpo. Por tanto, el cuidado tendrá un significado más amplio, que la
aplicación correcta de una técnica o procedimiento. Cuidar a una persona bajo el paradigma holístico
significa atenderla en sus aspectos biológicos, psi -cológicos, sociales, espirituales, culturales, entre otros, así como en su interrelación con el entorno2.
aUniversidad de la Sierra Sur, Instituto de Investigación sobre la Salud Pública (IISSP), Guillermo Rojas Mijangos s/n esq. Av. Universidad, Col Universitaria, C.P. 70800; Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.
Correspondencia: Karla Ivonne Mijangos Fuentes Universidad de la Sierra Sur, IISSP.
Correo electrónico: karlaimf_8416@hotmail.com [La]enfermería ha perdido su alma por servir a la medicina,
la tecnología y la práctica basada en la evidencia, las que por cierto se necesitan; pero sin la dimensión humana, esto puede ser destructivo. Es fundamental preservar la esen-cia humana y reposicionar el cuidado dentro de nuestros sistemas.
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El holismo es un paradigma de lectura de la realidad y constituye una propuesta humaniza-dora que considera al individuo en su globalidad, es decir, contempla a las personas realmente inte-rrelacionadas con su entorno3. De ahí surge la importancia de considerar este modelo como una
filosofía en la praxis de enfermería, el cual gene
-rará un proceso de mutualidad y satisfacción entre el que provee el cuidado, “el enfermero”, y el que lo recibe, “el usuario”.
El presente escrito describe una perspectiva
general del concepto “holismo” desde su origen
hasta su actual conceptualización y utilización en diferentes ciencias, principalmente la enfermería, en la cual centraremos nuestro interés.
El paradigma holístico:
concepto, origen y aplicación
Etimológicamente, el término “holista” proviene de las raíces griegas holo- e -ismo y se refiere a “la doctrina que propugna la concepción de cada
realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”4. Esta visión produce una interpretación y forma de abordar la realidad
desde una perspectiva más amplia y definida.
El holismo ha formado parte de varias culturas
y disciplinas. Por ejemplo, dentro de la medicina
tradicional china, se utilizó este concepto como
una ideología basada en la teoría de la “sistemá -tica correspondencia”, la cual ve al mundo como un sistema detallado de relación mutua, caracteri-zado por los principios del yin-yang y la teoría de los cinco elementos5. De acuerdo con esta visión,
la energía viaja a través de dos polos “yin y yang”,
que representan el todo en unión, y a la vez en interdependencia y contradicción, derivadas al mismo tiempo de una energía cósmica llamada TAO, que a su vez se relaciona con una energía de naturaleza divina. Todo este sistema interrelacio-nado, de acuerdo con esta teoría, originan un ser
holístico, que está formado por el Jin, Gi y Shen, que significan: Tierra-hombre-cielo o
cuerpo-emoción-mente, produciendo de esta manera armonía y/o desarmonía en las personas.
De igual manera grandes religiones
monoteís-tas adoptaron un enfoque más holístico y menos definido de la espiritualidad, es decir, conside -raron que el ser humano tenía una alma que se interrelacionaba con lo sobrenatural, y con ello
retomaron los rituales y símbolos relacionados con
lo más intrínsecamente humano4. En el caso de los
islámicos, por ejemplo, escribieron en sus textos coránicos conceptos de salud y enfermedad den -tro de una dimensión espiritual del ser humano, que va asociado a aspectos físicos y terrenales de la existencia humana, la cual es concebida como un sistema constituido por aspectos íntimamente relacionados con el entorno próximo de la familia, comunidad, medio físico inmediato y el universo en general6. Por tanto, la consideración del ser humano como un todo integrado en un entorno valioso, constituyen elementos del cuidado
trans-cultural de los islámicos.
El concepto “holismo” también fue utilizado
y compartido en Occidente por el mariscal de
campo sudafricano Jan Chistian Smuts, en el año
1926, quien le dio un sentido idealista y místico a este término, reduciendo el todo a la suma de las partes5 . La introducción de este concepto en dicha cultura, fue considerada como sinónimo de inte-gralidad. No obstante existe una clara diferencia entre ambos conceptos, los cuales deben ser dis-tinguidos y aplicados correctamente en el mundo
científico. La integralidad se refiere a la mirada
biopsicosocial del ser humano relacionado con el tipo de terapias no convencionales, en tanto que
el holismo significa “mirar la realidad”5, donde el ser humano es visto desde aspectos físicos, psíqui-cos, emocionales y espirituales en relación íntima con su entorno, generando un todo aún mayor.
En términos generales, el paradigma
holís-tico surge de una crisis científica del paradigma
cartesiano-newtoniano, que postula la racionalidad,
la objetividad y la cuantificación como medio
para alcanzar un conocimiento7, 8. Dentro de este paradigma el pensamiento es unidireccional, sólo busca la relación causal de los fenómenos ocurridos dejando ocultas las experiencias, pen-samientos y sentimientos de los seres humanos.
La crisis generada en el paradigma cartesiano-newtoniano inspiró a Quine para desarrollar la teoría del holismo, dentro de la cual se considera que el
empirismo tradicional posee dos dogmas: el de la
distinción analítico-sintético y el del reduccionismo;
este último es el que va en contra de la práctica holís -tica9. Por tanto, este nuevo paradigma “obliga a una visión sistémica y un enfoque transdisciplinario”10.
19 epistemológico conocido como “paradigma de la
complejidad” creado por Morin, que consiste en comprender a las personas enraizadas y contextua-lizadas en sus múltiples dimensiones sociales, biológicas, personales, psicológicas y de otra índole4. En este sentido, conocer a la persona
implicará conocer su pasado y presente, pero tam -bién sus interrelaciones con el entorno próximo.
En torno a estas ideas, la antropóloga estadouni-dense Helen Fisher describió el pensamiento
propio de la mujer como un pensamiento “en red”
vinculado con el holismo4. Esta forma de ver la realidad comprende una concepción del cuidado integral surgida del ecofeminismo, que contribuye a un gran desarrollo en el pensamiento feminista
hacia una perspectiva mucho más general, no vio -lenta, sin género, que respeta la biodiversidad y abarca a todos los seres humanos4. Por eso se dice
en muchos artículos científicos que el cuidado
enfermero debe tener una visión femenina, para que pueda ser un cuidado real y dirigido a cada una de las personas que se atienden.
De acuerdo con el enfoque educativo de Montessori, pionera de concepciones holísticas, la docencia sólo puede ser abordada desde un para-digma de la complejidad, transdiciplinariamente, y desde el compromiso con el destino de la huma-nidad11, 12. Esto implica una “formación integral”
que vincule “formación profesional, apropiación de valores éticos, estéticos y democráticos”12, 13.
En términos políticos y sociales, Dumont en 1997 hablaba del holismo como la orientación general de los valores hacia un todo14. Y Gilligan, pionera de la ética del cuidado, proponía una
concepción global, holística y más definida del
individuo.
Finalmente, el término holismo fue introducido en las ciencias de la salud sólo hasta la decada de 1960, con la aparición de las terapias no convencio-nales o complementarias, las cuales se basaban en
filosofías orientales5. Esta postura fue descrita en las primeras escuelas médicas por Hipócrates en el siglo V a.C., quien enfocaba el cuidado en el uso de
fuerzas naturales, creando así las condiciones más
favorables en el proceso de sanar. En este sentido, la salud no se reducía al simple funcionamiento
vital-orgánico, sino que incluía la experiencia de
relación consigo mismo, con la naturaleza, con el
propio cuerpo, con los demás, donde los valo -res evocaban y realizaban lo trascendente3, 15.
Uso del paradigma
holístico en la enfermería
En el siglo XVIII el cuerpo humano pasa a ser
objeto específico de estudio para la medicina, y “el enfermo pasa a ser una enfermedad”16. Esta
característica es típica de la medicina clásica
galénica, que sólo atendía al cuerpo físico en su dimensión material1. Frente a esta situación el holismo surge como un nuevo paradigma o forma de ver la salud, que se enfoca hacia una atención
más humanizada e integral del individuo1. Esta forma de percibir y conceptualizar el bienestar es asimilada por disciplinas como la enfermería, la cual tiene entre sus objetivos promover la salud global y holística del ser humano.
Siguiendo esta filosofía, todos los modelos y
teorías de enfermería se han construido con una
visión humanística del cuidado. Por ejemplo, en
el siglo XIX Florence Nightingale ya incorporaba
este paradigma desde lo “integral”. Pero fue sólo hasta los años 50, cuando Martha Rogers añade
a la enfermería el término holismo con el sentido
filosófico oriental13 en el cual el foco de la teoría es
el “ser humano unitario”, definiendo a la persona como “un todo único con integridad propia y que
expresa cualidades que no pueden interpretarse solo como la suma de sus elementos individua-les”17. En relación con esto, Neuman definió que
“la enfermería es la única profesión en la cual se
manejan todas las variables que afectan la res-puesta del individuo”13, es decir, se aborda a la persona como un todo integrado.
Acorde con estas concepciones, Patricia Iyer señaló que “la enfermería se ocupa de los aspec -tos psicológicos, espirituales, sociales y físicos de la persona y no solo del proceso médico”13; por ende, se centra en las respuestas globales de la persona que interactúa con el entorno.
Por su parte, Watson afirma que “el cuidado
debe basarse en la reciprocidad y debe tener una calidad única y auténtica”16. Dentro de esta conceptualización, la enfermera es la llamada a ayudar al paciente a aumentar la armonía entre la mente, el cuerpo y el alma, para generar procesos de conocimiento de sí mismo.
Así mismo, diversos estudios de Sakis y Skoner
afirman que el abordaje holístico en enfermería se
20
como: bio-físico-social, una función integral y total
del individuo18. Ante esta forma de percibir la
dis-ciplina, Peplau (1988) consideró que el individuo
debe ser visto como un ser bio-psico-social-espi-ritual, dotado de creencias, costumbres, usos y modos de vida que son determinados por una
cultura y ambiente diversificado18.
De igual forma, Carper desarrolló los patrones del conocimiento de la enfermería a través de la visión holística del cuidado16: en lo empírico por medio de la evidencia y la investigación; en lo estético, a través de la creatividad terapéutica y la relación de ayuda que se establece; en lo ético, al
respetar al ser humano en “su todo”; y en lo perso -nal, al exigir al terapeuta cuidarse y conocerse, lo
cual le permitirá realizar un cuidado de excelencia.
Otras teóricas como Roy sostienen que las
personas, ya sea como individuos o en grupos, comparten un poder creativo, tienen un propósito para su existencia, poseen un holismo intrínseco, buscan mantener la integridad y se dan cuenta de la necesidad de establecer relaciones con los
demás19. Esta aproximación, según la teoría de Leininger, debe incorporar el punto de vista del sujeto e integrarse en un sistema de conocimiento profesional para servir de base a intervenciones de salud coherentes con los modos culturales10, entendiendo la cultura como algo que trasciende al hombre y lo comprende, y que debe ser atendida
como un todo integrado que “abarca desde el
sistema de creencias, hasta el sistema tecnológico pasando por los conocimientos, costumbres, leyes, arte, que permiten al hombre vivir en sociedad”20.
Patricia Benner, más enfocada en el mundo de la práctica, afirma que “la pérdida de compleji -dad, de aspectos no incluidos y no analizables ni
cuantificables como el estado de las relaciones de la persona, sus emociones y el significado de su
experiencia, hace perder la individualidad de la experiencia, se pierde la perspectiva de los cuida-dos y el sentido de la disciplina enfermera”21.
Ante toda esta revolución científica y discipli -naria la Asociación de Enfermeras Americanas
Holísticas (AHNA) definió a la enfermería holís
-tica como “aquella que abraza toda la prác-tica
de enfermería y tiene como meta la salud de la persona como un todo, para lo cual utilizan tera-pias de salud complementarias y alternativas, como vehículo de conexión con el paciente a través de la intención, presencia y conciencia”13.
Qué supone para enfermería
“una atención holística”
El cuidado es la esencia de la Enfermería, este principio debiera estar constituido por acciones transpersonales e intersubjetivas para proteger, mejorar y preservar la humanidad, ayudando a la
persona a hallar un significado a la enfermedad,
sufrimiento, dolor y existencia y ayudar a otro a adquirir autocontrol, autoconocimiento y
auto-curación. Como señala Poblete16, los cuidados reducen las distancias entre los tratamientos y el sentido de la enfermedad. No obstante, estos cuidados deben ser proporcionados desde una visión holística, como la que distingue a la disci-plina de la enfermería.
Esta visión de la enfermería es evidenciada en
muchos estudios. Por ejemplo, investigaciones
que han medido la satisfacción del usuario durante las consultas de enfermería demuestran que la satisfacción es debida al tiempo que los enferme-ros dedican a los usuarios durante las consultas, a la calidad de la información que les ofrecen, a la coherencia en la solución de problemas
multi-dimensionales y, finalmente, a que los pacientes
se sienten escuchados por una persona que res-ponde con interés frente a situaciones complejas y cambiantes21.
Así mismo, la visión holística en la enfermería puede ser medida a través de las intervenciones que estos profesionales realizan y de las
respues-tas de los usuarios a dichas acciones. Por ello,
los enfermeros deben comprender el paradigma holístico, para que les ayude a mantener una
rela-ción más íntima, de colaborarela-ción y apoyo mutuo
con la persona.
Para entender el acompañamiento holístico
de la persona, se debe generar la salud holística y ésta incluye la experiencia de la persona en armonía y con responsabilidad para la gestión de su propia vida3. De la misma forma, acompañar a la persona enferma en sentido holístico supone un conocimiento multidimensional, que incluye la apropiación de las propias cogniciones, ideas, teorías, visiones de las cosas y la vida.
“Una atención holística promoverá la salud
relacional y la salud en la dimensión social”3; esto
significa que la persona se podrá relacionar bien consigo misma y con todos los demás. Por tanto el usuario reconocerá las diferentes interdependen
21
La salud emocional, desde una visión holística,
coadyuvará a que la persona realice un manejo responsable de sus sentimientos. Como afirma Bermejo3, la persona sana emocionalmente
contro-lará sus sentimientos de manera asertiva y afirmativa.
A través de la atención holística de la persona,
también se proporcionará salud espiritual, que
implica la conciencia de ser trascendente, el cono-cimiento de los propios valores y el respeto a la diversidad3.
Como se puede ver, la experiencia de enfermar es física, económica, psicológica, moral, social.
“Es una experiencia poliédrica que a menudo
sobrepasa la capacidad del entorno inmediato para darle respuesta”10. Por lo tanto, la enfermera
holística tendrá una actitud atenta a los sentidos ocultos y será capaz de romper el prejuicio y la superficialidad, como factores que incrementan el malestar y sufrimiento de la persona. “El esfuerzo por
comprender al otro no es nunca un esfuerzo estéril”10.
Conclusiones
El enfoque holista forma parte de una visión idea-lista y futurista de muchas culturas, tradiciones, dogmas y disciplinas. Sin embargo, en todas y cada una de ellas el paradigma holístico se basa en una transformación de la visión humana reduc-cionista, a una visión humana integral, global y
muldimensional. Por eso, en términos de Morin, se describe como “paradigma de la complejidad”4.
La noción de complejidad, muchas veces suele
confundirse en la práctica de enfermería como el
cuidado que brinda una enfermera especialista.
Sin embargo, como afirma Palacios21, un cuidado
en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) puede traducirse como especial (alta especialización tec
-nológica), que lo hace diferente de una atención
que brinda una enfermera generalista o auxiliar, que al mismo tiempo se distancia de un cuidado holístico y complejo de la persona, como conse-cuencia de la visión biomédica que ha imperado
durante los últimos años22.
Considerar al usuario como un solo ser, que trae una historia de vida impregnada de emocio-nes, experiencias y valores culturales, es esencial para una atención de calidad dentro del modelo holístico y humanístico. Algunas enfermeras, en
la definición de holismo, asumen que “el cuidado humano significa tratar a la persona como le gus -taría ser tratado”1.
El cuidado holístico tiene una dimensión
pro-funda que va más allá de una técnica simple o especializada, de una atención planificada, de recibir un turno o la de una educación rutinaria. Un
cuidado holístico implica estar ahí con el otro, es
compartir sus sentimientos y sus emociones. Por eso, se añade que la visión holística y humanista
del cuidado deber ser eje central en la formación de los estudiantes de enfermería.
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Recibido: 8 de mayo de 2014 Corregido: 15 de mayo de 2014 Aceptado: 20 de mayo de 2014