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(1)

Lavado

de

suelos en el ex-Lago de

Texcoco

Miguel Tarín Vázquez Alejandro Velázquez

L.

Comisión del Lago de Texcoco, SARH.

La salinidad es un problema que afecta principalmente a los suelos de las zonas áridas y semiáridas donde una evaporación mayor que la precipitación conduce a la acumulación de sales en la superfice del suelo. Debido a las altas presiones osmóticas que originan, estas concentraciones de sales solubles afectan el. desarrollo de las plantas, limitando la absorción de agua por las raíces. Las concentraciones elevadas de sodio (alcalinidad) también afectan las condiciones físicas del suelo, ya que provocan una dispersión de las partículas de arcilla, que deteriora gravemente la estructura del suelo. Alrededor de la tercera parte de los terre- nos cultivables en el país presenta en mayor o menor grado problemas de salinidad o sodicidad. El área federal del ex-Lago de Texcoco presenta un problema particular de salini- dad, pues reúne una serie de grandes limitan desarrollo no sólo de cultivos sino incluso para la mayor parte de la vegetación adaptada a condiciones de extrema salinidad. Sin embargo, con las actividades efectuadas por la Comisión del Lago de Texcoco para la pastización, el riego y las labores recientes de drenaje agrícola, las características físicas y químicas del suelo se han modificado de manera satisfactoria para el desarrollo de la vegetación. Con base en los resultados de los trabajos de investigación sobre drenaje agrícola y lavado de suelos, se determinó que es técnicamente factible recuperar gran parte de estos suelos para fines agrícolas, mediante la aplicación de dichas técnicas. Las expe- riencias y logros adquiridos en los suelos del Lago de Texcoco resultan de gran importancia para su aplicación en otras áreas del país con problemas similares. De esta forma podrían

aprovechamiento agropecuario.

Problemática de los suelos

del ex-Lago de Texcoco

La actual área federal del ex-Lago de Texcoco quedó al descubierto al desecarse artificialmente el lago y permaneció sin vegetación durante varias décadas, debido a factores muy limitantes para el desarrollo de las plantas cultivadas y para la mayor

parte de la vegetación silvestre adaptada a condi-

ciones de extrema salinidad. Dichos factores son:

Contenidos excesivos de sales solubles (con- ductividad eléctrica -CE- de 75 a 200 mmhos/ cm).

Contenido extremoso de sodio intercambiable

(por ciento de sodio intercambiable -PSI- de 30

a 95).

Nivel freático salino a poca profundidad (con

aproximadamente 64000 ppm de sales).

Condiciones difíciles de drenaje superficial in- terno.

Ausencia de estructura en el suelo.

Sin embargo, con la pastización y el riego con aguas negras efectuados por la Comisión del Lago de Texcoco se modificaron las características físi- cas y químicas de los suelos, y se eliminaron los factores limitantes para el desarrollo de la vegeta- ción nativa que tolera el exceso de sales.

Con base en

los

resultados de los trabajos de

investigación se determinó que es técnicamente factible una mayor modificación de

las

característi- cas físicas y químicas de gran parte de estos sue- los, con el fin de iniciar su explotación con cultivos

agrícolas poco tolerantes al exceso de sales y de

sodio, si bien ello implica un elevado costo, dada la magnitud del problema.

Esta etapa, de modificación de las característi- Elevada alcalinidad (pH de 9.5 a 11).

Presencia en el perfil del suelo de un material muy hidratado que se conoce localmente como

(2)

cas físicas y químicas del suelo, supone los pasos siguientes:

Instalación de un sistema de drenaje general y

Aplicación de mejoradores. Aplicación de lavados. parcelario.

En la actualidad esto se está realizando de ma- nera extensiva en el ex-Lago de Texcoco. En este trabajo se describe la primera evaluación de los re- sultados al aplicar las experiencias obtenidas expe- rimentalmente.

Antecedentes

Estudios de suelos

Edafologia. Detenal (1 977) clasifica los suelos del ex-lago desde el punto de vista edafológico como solonchak gléyico, clase fina-sódica. Cuatro años

después y de acuerdo con el sistema de clasifica-

ción norteamericano (soil Taxonomy), Velázquez et

al (1981) realizó un estudio agrológico detallado del ex-lago, que abarcó una superficie de aproxi- madamente 120 km2, y delimitó 17 series de sue- los, comprendidas en los órdenes Inceptisol, Enti- sol y Mollisol. De las 12348 ha estudiadas, casi 84% corresponden al orden Inceptisol, 15.7% al orden Entisol y sólo 0.34% al Mollisol (véase ilus- tración 1).

De las series delimitadas, 13 pertenecen al or-

den Inceptisol y al suborden Aquept, que son los

suelos con uno o más horizontes diagnóstico, de

los que se supone se formaron rápidamente y no

presentan iluviación, eluviación significativa, o una meteorización externa. Los Aquepts son los Incep- tisoles pero saturados con agua en alguna estación

del año, y que a profundidades menores de 5 0 cm

presentan una o más de las siguientes característi-

cas: un epipedón hístico o saturación con sodio de

más de 15 por ciento.

De acuerdo con Velázquez (1981) estos suelos tienen un perfil simple sin diferenciación significa- tiva de horizontes; son suelos sódicos o salinos y tienen mantos freáticos superficiales. Su desarrollo surge a partir de sedimentos del Pleistoceno u Ho- loceno; la vegetación dominante en ellos son los arbustos que toleran las sales.

Las tres series que pertenecen al orden Entisol se localizan en la periferia del ex-lago, donde ha existido una mayor afluencia de materiales aluvia-

les transportados por los ríos. Son suelos que no

poseen horizonte diagnóstico en la superficie, pero

que pueden tenerlo enterrado a más de 5 0 cm de

profundidad. En otras palabras,

no

presentan hori-

zontes genéticos naturales o presentan sólo un co-

mienzo de ellos. Estas series pertenecen al subor-

den Fluvent y comprenden casi 2000 ha del ex-

Lago de Texcoco.

El área estudiada y clasificada como Mollisol en el ex-lago es pequeña (33 ha); presenta un hori- zonte Móllico, con vegetación de pasto, que forma una cubierta. Este tipo de suelo puede tener hori- zontes nátrico, argílico y sálico, una saturación con

bases relativamente altas, y un duripan a menos de

un metro de profundidad.

Clasificación de los suelos por su capacidad de uso.

Detenal (1979), en su carta de Uso Potencial, agrupa estos suelos en la clase VIII, con posibilidad de vida silvestre Únicamente.

Velázquez y Luna (1981) en un estudio agroló-

gico detallado clasifican los suelos de la IV a la VIII, dentro del sistema de ocho clases; la principal limi- tante en todos los casos es la alta salinidad y sodi-

cidad (véase ilustración 2)

Estudios freatimétricos

Una vez obtenida la información básica sobre el

potencial de los suelos de un área, los problemas

de drenaje (que no fueron considerados en el estu- dio anterior) deben localizarse mediante la elabora- ción de mapas que muestren las diferentes carac- terísticas de los suelos (K. Van Der Meer, 1978); entre estos mapas destacan los siguientes:

Textura del suelo de los primeros 2 a 5 metros.

e Curvas de profundidad de la capa impermeable.

Localización de estratos de grava o arena gruesa

dentro de la profundidad o cerca de los drenes. Salinidad del suelo.

e Profundidad de la capa de agua.

Fluctuación de la capa de agua.

e Salinidad del agua freática.

Conductividad hidráulica de los estratos por en-

e Magnitud y variaciones de la velocidad de infil-

Uso actual de la tierra y la vegetación.

cima y por debajo de la capa de agua.

tración.

Los estudios freatimétricos antes señalados se realizaron en la zona federal del ex-Lago de Tex- coco y los datos de las características del suelo se dedujeron con base en el estudio de suelos.

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quiere del diseño de una red de sitios de observa- ción distribuidos adecuadamente dentro de la zona; en este caso, se utilizó una cuadrícula por cada kilómetro, con los sitios d e ' observación en los vértices de la cuadrícula; en dichos sitios se abrieron pozos de Observación del nivel freático y

varios estudios. El primero de ellos, realizado por Flores et al (197l), es el Estudio Agrológico Espe- cial del ex-Lago de Texcoco. En él se aplicó una clasificación especial de ocho clases para salini- dad, ya que las clasificaciones tradicionales para

se tomaron los datos mensuales de su fluctuación. Con ellos se elaboraron mapas mensuales de los aspectos enumerados anteriormente, así como gráficas de áreas -tiempo de la fluctuación del ni- vel freático- (véase ilustración 3).

observa que el flujo del manto freático corre hacia el sitio denomi-

nado Casa Colorada. Durante la época de lluvias

tiene una superficie de más de 8 0 0 0 ha con un

nivel freático que va desde superficial hasta 50 cm;

el resto del área también presenta niveles freáticos superficiales. Durante la época de secas las áreas afectadas disminuyen por los niveles freáticos su- perficiales (véase ilustración 4).

La salinidad del suelo ha sido cartografiada en

suelos agrícolas no se adaptaban a las condiciones del área, pues ésta reviste la particularidad de es- tar afectada por sales y sodio.

En este estudio la mayor parte del área se clasi- ficó en las clases VII y Vlll de salinidad, ya que pre-

senta un PSI de más de 90 y CE mayores de

40

mmhos/cm (véase ilustración 5).

Posteriormente, la Comisión del Lago de Tex-

COCO realizó y concluyó dos estudios de salinidad

(Velázquez et al, 1980 y 1982), y otros más en

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puesto por Flores et al en 1971 (véase ilustración 6). En el estudio realizado en 1982 el muestreo se

hizo también por patrones, distribuido en 1 0 áreas regulares que ocupaban 30% aproximadamente del área total. En cada una de las subáreas se dis- tribuyeron 2 0 sitios de muestreo, ponderados de acuerdo con el área que ocupaba cada uno de los

uno de

los

patrones se extrapolaron a las zonas no

incluidas en la muestra (véanse ilustraciones 7 y 8). En los estudios antes mencionados se realizaron planos de vegetación aparente, donde se nota cla- ramente el cambio sufrido por la cobertura vegetal de 1971 a la fecha (véanse ilustraciones 9, 1 0 y

11).

Contenido de humedad del suelo

En este caso únicamente se tomaron datos de la

cuadrícula de muestreo, cuyos contenidos de hu-

medad fluctúan desde 40% en los estratos superfi- ciales hasta 300% en los profundos; en general se encontraron contenidos muy elevados de agua re- tenidos en el complejo de intercambio, que saturan completamente el sustrato.

Donde:

K = Conductividad hidráulica cm/h

r = Radio del pozo (cm)

y = Mitad del total de recuperación del agua (cm)

H = Profundidad del pozo a partir del N.F. (m)

C A y

= Sumatoria del incremento de recuperación

C A t = Sumatoria del incremento del tiempo (h) Para determinar la velocidad de infiltración se uti- lizó el método de campo del doble cilindro y se calculó por medio de la fórmula I = at", haciendo la transformación a la forma lineal log I = log (kt")= log k

+

n log t por

lo

que si hacemos:

patrones definidos. Los datos obtenidos para cada (m)

y = log I; a = log k; b = n ; y x = log t, queda y = a + b x

donde:

I = Infiltración básica (m/día).

k = Coeficiente que representa la velocidad de

n = Exponente adimensional siempre negativo

t = tiempo en minutos.

infiltración a t=1.0 mm/min.

con valores entre O y -1.

Conductividad hidráulica y velocidad de infiltración

En 1983, Velázquez, Becerra Y Serrano efectuaron un estudio de conductividad hidráulica de los sue- los del ex-Lago de Texcoco. Utilizaron la metodo- logía del pozo barrenado para hacer muestreos de la recuperación del manto freático y calcularon la conductividad hidráulica por medio de la fórmula de Ernest; se delimitaron las áreas del mismo rango de conductividad hidráulica que varió desde muy lenta hasta moderadamente lenta, de acuerdo con el cuadro de clasificación de la conductividad hidráulica propuesta por Ernest (véase ilustración

12).

AI graficarla resulta una línea de más fácil utiliza- ción. Con los datos obtenidos se elaboraron pla- nos con áreas delimitadas para la velocidad de infil-

tración dentro de los mismos rangos y con dos

diferentes profundidades.

Para el cálculo de la infiltración básica se utilizó el dato de t = 1 0 (1

-

n).

lnvestigaciones sobre recuperación de suelos

Con el fin de evaluar los datos obtenidos por me- dio de las fórmulas empíricas, se efectuaron traba-

jos de investigación sobre drenaje y sobre diferen-

tes metodologías para la recuperación de suelos

que son

los

siguientes:

Drenaje. Se evaluaron tres diferentes espacia-

mientos entre drenes (15, 30 y 45 m) con tres di-

ferentes láminas de lavado (1 m, 1.5m y 2.0 m). Se estableció previamente el sistema de drenaje, utili- zando tubos de albañal de concreto sin juntear y con un filtro de tezontle de 15 cm de espesor alre- dedor de las juntas de los tubos. La tubería quedó

(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
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(16)

tuvo de este trabajo un espaciamiento óptimo en-

tre drenes de 30 m y una lámina de lavado de 2

metros.

Aplicación de azufre como mejorador de suelos. Se utilizaron parcelas de 8m x 6m, delimitadas por bordos de 0.9m de alto. En el diseño de tratamien-

tos se usó un factorial completo

42

con cuatro re-

peticiones, que da un total de 16 tratamientos y 6 4 unidades experimentales como sigue:

El proceso consistió en aplicar primero los trata-

mientos que requirieron 16 semanas de oxidación,

un mes después se aplicó el de 1 2 semanas, y así

sucesivamente, de tal manera que al final se aplica- ron en todas las parcelas al mismo tiempo, las Iá-

minas de lavado. Después de aplicar el azufre con pala, se hizo un riego de humedecimiento. AI finali-

zar

los

lavados el proceso de recuperación se eva-

luó sembrando cultivos de avena (2 variedades),

cebada y Rye grass, y realizando análisis químicos

comparativos entre los datos iniciales y los finales. Los resultados indican que las parcelas aún po-

dían tolerar una dosis de azufre mayor a las

10

ton

aplicadas. El tiempo de oxidación del azufre es de

dos meses.

Lavado de suelos con diluciones sucesivas de aguas freáticas y aguas negras. En 1984, Anguiano evaluó diferentes tratamientos de lavado con aguas cuyos rangos en sales varían de ligeros a altos. Se tra- taba de utilizar aguas negras para diluir el agua del manto freático, denominado método químico-hi- drotécnico. De acuerdo con la revisión bibliográfica realizada por Anguiano, el método demostró ser eficaz en la disminución de la relación de adsorsión

de sodio -RAS- y CE de los suelos ensalitrados y,

por lo tanto, en la rehabilitación de suelos con pro-

blemas de sales y sodio intercambiable. Para reha-

bilitar

los

suelos y disminuir la concentración de sa- les se usan diluciones sucesivas cada vez mayores de las aguas freáticas.

Las conclusiones de este trabajo son las siguien- tes:

La combinación de aguas negras y freáticas tuvo

efectos positivos en la rehabilitación de

los

sue- los salino-sódicos, cuando se aplicaron con Iámi- nas grandes.

De las aguas que se probaron, las negras fueron las más eficaces en la recuperación de los sue- los, debido tal vez a la cantidad de materia orgá-

nica y concentración de Ca++ que contienen en

solución.

El efecto del lavado disminuyó a medida que la

CE del suelo fue menor en todos

los

tratamien-

tos probados.

sido tratado con los lavados, fueron poco ade-

cuadas para el desarrollo de los cultivos estable- cidos.

Las condiciones del suelo, después

Materiales y métodos

Metodología

Proyecto de drenaje. Con base en los datos de

las

investigaciones y de los estudios freatimétricos se

seleccionó el área indicada en la ilustración 13 y según se señala en ésta, se diseñó el sistema de drenaje general, así como el de cole

celario.

Cálculo del espaciamiento entre drenes. A partir de

los

datos de

los

estudios preliminares, se calculó el espaciamiento entre drenes mediante la fórmula de

Golver y Dumn, que es la que más se adapta a las

(17)

Donde:

L = Espaciamiento entre drenes (m)

K = Conductividad hidráulica (m/día)

D = Elevación media del nivel freático respecto

del estrato impermeable (m) y

donde:

d = profundidad del estrato impermeabilidad

pecto de la red hipotética de drenaje

(m)

H t = abatimiento deseado en la mitad de los drenes (m)

H = nivel freático inicial a la altura de I

(m) Donde:

= macroporosidad =

t = tiempo entre riegos o tiempo en que el nivel freático pasa de H a H t (en el punto central de separación entre drenes)

logaritmo natural (mmhos/cm)

(mmhos/cm)

L = lámina de lavado (cm)

p = profundidad de suelo que se quiere lavar (cm)

CEr

= conductividad eléctrica del agua de riego

CE, = conductividad eléctrica inicial del suelo

El cálculo para uno de

los

sitios donde se esta- bleció el proyecto de drenaje en la zona federal es el siguiente:

Datos

condiciones iniciales de salinidad del mismo, del agua de riego, del volumen del suelo requerido para lavar y la CE que se desee obtener.

Construcción del sistema de drenaje general y par- celario. El sistema de drenaje a cielo abierto se construyó mediante retroexcavadoras, con un ta- lud

2:1

que garantizara su estabilidad; mas si los

s necesaria una pendiente

ya que posteriormente se taparán, una vez colocado el tubo y el tezontle que sirve de filtro. El sistema de drenaje general es, en todos los casos, a cielo abierto.

Una vez construido e tema de drenaje parcelario es preciso nivelarlo. Para ello, se aplica el método de Trueba (1976), utilizando tractores agrícolas con arado y rastra para remover y aflojar el suelo, y haciendo la nive- lación (cortes y rellenos)

Construcción de infraestructura de riego. Consiste en abrir canales con bordos de tierra y estructuras

Cálculo de la lámina de lavado

Conforme a estos datos y a los resultados genera-

les del trabajo de investigación, se procedió a es-

tablecer para el drenaje parcelario un espacia-

miento de 40 m. Así, en caso necesario, se podría incluir otro dren intermedio, y establecer áreas con drenes a cielo abierto y áreas con drenes entuba- dos.

dad hidráulica del suelo, la lámina de lavado nece- saria para eliminar el exceso de sales se calculó según la fórmula de Volobuyev, modificada por Se- jas (1978), para las condiciones de los suelos del ex-Lago de Texcoco (citado por Aceves, 1979).

(18)

de control, además de los bordos melgueros; los

bordos se levantan primero con arado bordero y

después se afinan a mano.

Aplicación de lavados. Se aplican en dos etapas:

Antes de la aplicación del mejorador, para que de acuerdo con Anguiano (1984), se disminuya la salinidad y la sodicidad.

o Después de la aplicación del mejorador y de que

éste haya sufrido la oxidación microbiológica ne- cesaria para actuar adecuadamente.

En los dos casos conviene aplicar las láminas de

lavado lo más próximas en el tiempo (unos 1 0 días

entre una y otra). La lámina total aplicada es de

150 cm antes del mejorador, y de 200 cm des-

pués de éste.

Aplicación del mejorador. Se realiza al voleo y dando un rastreo para incorporarlo, además de un riego para humedecer el azufre; una vez húmedo éste, se deja en reposo durante dos meses para que se oxide.

Preparación del terreno para siembra. Lavado el suelo es necesario dejar que dé punto para luego proceder a preparar la siembra mediante un barbe- cho y un rastreo y, si es necesario, afinarlo con el

Land Plane en caso de presentar asentamientos en las áreas de relleno.

Evaluación del proceso de recuperación. Esta evalua- ción se efectúa de dos formas: por medio de análi-

sis químicos y por la siembra de cultivos sensibles

o poco tolerantes a las sales.

Análisis físicos y químicos. Los análisis físicos y quí- micos que se realizan son los siguientes: aniones y cationes solubles (Cl-, CO

=3,

HC0-3, SO=4, Ca++, ca-

Mg++, Na+ y

K+),

cationes intercambiables, capaci-

dad de intercambio y pH, CE, además de la textura

y el contenido de humedad. Dichos análisis deben

hacerse antes de los lavados previos al mejorador

y de aplicar éste; después de la oxidación del me-

jorador, y después del lavado previo a la siembra.

Siembra de cultivos poco tolerantes. Los culti-

vos por sembrarse son avena, cebada, trigo Rye-.

grass, remolacha y maíz en diferentes parcelas, por

lo que es necesario preparar previamente el te-

rreno mediante barbecho y rastreo, y después, ha-

cer riegos con aguas negras cuando el cultivo lo requiera. Actualmente ya existen 7 ha con todo el

proceso de recuperación realizado y sembrado con

Rye-grass. Las demás áreas están en diferentes fa- ses del proceso, por lo que a medida que se avance se sembrarán los cultivos propuestos.

Análisis de datos obtenidos en cultivos y en laboratorio

Los datos de laboratorio se compararán a lo largo de todo el proceso de recuperación por medio de ,análisis de varianza, en varios sitios de muestreo, de acuerdo con las fechas establecidas para ello.

Resultados y conclusiones

Los trabajos realizados en el área propuesta para la recuperación de suelos se llevaron a cabo en una superficie de 7 ha, por lo que la magnitud de la recuperación se está cuantificando de acuerdo con las dos formas indicadas; es decir, por medio de análisis físicos y químicos, y por medio de la siem- bra de cultivos poco tolerantes a las sales.

Respecto a la cuantificación del proceso de recu-

peración por medio de los análisis físicos y quími- cos, éstos aún están realizándose. Como un

avance de ello, tenemos los datos obtenidos en

cuanto a la cantidad de sales extraídas por medio del lavado, para lo cual se tomaron datos de la

cantidad de agua que entra al área y de la que sale

por medio de aforos tanto en los canales de riego

como en los drenes; también se obtuvieron datos

de la cantidad de sales contenidas en el agua de entrada y salida, como a continuación se indica:

Cálculo estimativo para la salida de sales del terreno bajo lavado (zona Potrero)

Datos y supuestos:

o Se aplicaron cinco riegos, con lámina aproxi-

mada de 2 0 cm.

o La CE del agua de riego ha fluctuado entre 2.06

y 2 . 5 0 mmhos/cm, con una media de 2.3

mmhos/cm.

(19)
(20)

pérdidas por retención, evaporación y percola- ción profunda).

La CE del agua de salida en el dren ha fluctuado

entre

18

y

39

mmhos/cm y una media de

28.5

mmhos/cm.

ppm =

0.64

x (CE x

106).

Cálculos

Riego

Volumen de riego =

104

m2

x 1

m =

104

m3. ppm =

6.40

ppm/mmhos

x 2.3

mmhos

=

1472

ppm

1472

ppm =

1.472

g/l.

cantidad de sales =

104

m3

x

103

l/m3

x

1.472

g/l =

14.72

ton/ha.

Drenaje

Volumen de salida

104

x 0.6

=

6

x

103

m3.

640

x

28.5

=

18240

mg/l =

18.24

g/l.

cantidad de sales =

18.24

x

6

x

103

x

103

x

106

=

109.44

ton/ha.

Diferencia =

109.44

-

14.72

=

94.72

ton/ha.

indican que, en el predio rnencio- nado durante el proceso de lavado que se efectuó en junio-julio, hubo un aporte de sales al terreno superior a

14

ton/ha y una salida de

109

ton/ha,

dando un balance neto de más de

90

ton/ha de

sales desalojadas del terreno.

del porcentaje de germinación, así como del desa- rrollo del cultivo y su producción. Una vez obteni- dos dichos datos podrá hacerse un análisis de cos- t o s para calcular la relación beneficio-costo, cuando menos en una superficie

Respecto a la cuantificación se obtendrán

Como una conclusión preliminar del proceso d e recuperación de suelos los resultados se conside-

ran muy satisfactorios, y es de esperarse una res-

puesta positiva de los cultivos que se sembrarán por primera vez en los suelos salinosódicos del ex-

Lago de Texcoco. Las experiencias y logros adqui-

ridos en los suelos del ex-lago revisten enorme importancia para su aplicación en otras áreas del

país con objeto de recuperar suelos para su apro-

vechamiento agropecuario.

Referencias

Aceves, N. E. El ensalitramiento de los suelos bajo riego, Colegio de Posgraduados, Chapingo, México, 1979. ves, N. L. A. Los terrenos ensalitrados y los métodos ara su recuperación, Universidad Autónoma de Cha- pingo, Departamento de Suelos, Chapingo, México, 1981.

Anguiano L. J. Evaluación de la metodología de diluciones sucesivas de aguas freáticas y aguas negras en los sue- los salino-sódicos del ex-Lago de Texcoco, Tesis profe- sional, Universidad Autónoma de Chapingo, México, 1984.

Becerra, M. A. Uso del azufre para la recuperación de sue- los salino-sódicos del ex-Lago de Texcoco, Tesis profe-

DETENAL, Carta topográfica, 1976 Ibidem, Carta edafológica, 1977.

Ibidem, Carta de uso potencial, México, 1979.

ILRl Principios y aplicaciones del drenaje, Vol. III, Wage-

-Lago de Texcoco, (inédito). Estado de SARH, CLT, 1982.

Referencias

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