INSTITUTO SUPERIOR DE RELACIONES
INTERNACIONALES
“RAÚL ROA GARCIA”
LOS INTERESES PETROLEROS EN LA CONFORMACIÓN DE
LA POLÍTICA EXTERIOR DE EE.UU.
Autor: Lic. Rodney A. González Maestrey
INDICE
INDICE _____________________________________________________________ 2
Introducción __________________________________________________________ 3
El petróleo como recurso geopolítico. ______________________________________ 4
Los grupos de presión en la conformación de la política exterior de EE.UU. ______ 7
La influencia del sector empresarial petrolero en la política norteamericana: los intereses creados. ______________________________________________________ 8
Conclusiones ________________________________________________________ 12
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. ___________________________________ 14
Introducción
La política energética de EE.UU., ha estado influenciada sin lugar a dudas por
los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. El terrorismo como
amenaza global comenzó a llenar la agenda política norteamericana. La
sensación de histeria y contingencia que se originó en EE.UU., alrededor de la
caída de las torres gemelas y el terrorismo, unido a la asunción al poder de un
grupo de neoconservadores que ocuparon puestos de relevancia en la
estructura política estadounidense, estableció la plataforma política-psicológica
que permitió al gobierno estadounidense, intentar aplicar, muchas veces con
éxito, medidas drásticas hacia fuera y a lo interno. No obstante, el petróleo ha
sido componente histórico de la política exterior de EE.UU., debido a una
imbricación creciente entre sus representantes y el resto de la elite económica,
y como resultado de una ascendente inserción en los mecanismos de toma de
decisiones políticas, todo lo cual ha causado la dilación de la permanencia del
El petróleo como recurso geopolítico.
Desde la perforación del primer pozo en 18591 y la posterior socialización de su
uso2, el aseguramiento del petróleo, ha devenido causa -visible o solapada- de
diversos conflictos armados o políticos3. Indudablemente, el petróleo constituye
un renglón estratégico para todos los países del mundo, ya sea por su
posesión o carencia, en tanto constituye la fuente fundamental de energía bajo
el predominio de la actual matriz energética que tiene como base a los
hidrocarburos.
Un elemento interesante, es que los países que más disfrutan de las ganancias
que se derivan de su comercialización, no son necesariamente los productores.
Las grandes empresas transnacionales, que son las que hoy dominan de
manera general el proceso de mercadeo, refinación y distribución, son las que
obtienen mayores beneficios. De lo anterior se deriva que los procesos de
nacionalización de este sector y los cortes en la producción de los
hidrocarburos en general, han producido grandes perturbaciones con impacto
global.
Entre 2000 y 2007, la demanda diaria mundial de petróleo se incrementó en 9,4
millones de barriles. Casi 85 % de ese crecimiento fue en mercados
emergentes (China4, India, Brasil). El especialista Daniel Yergin, concede gran
1
Se reconoce al coronel Edwin L Drake como el primero en extraer petróleo en ese año, en Texas, aunque en 1850 Samuel Kier, un boticario de Pittsburg, Pennsylvania (EE.UU.), lo comercializó por vez primera bajo el nombre de "aceite de roca" o "petróleo"; según el sitio Paleontological Research Institution, en http://www.priweb.org/ed/pgws/history/pennsylvania/pennsylvania.html
2
El petróleo se utiliza para la fabricación de diferentes combustibles para cocinar, transportación en cualquier vehículo automotor, producción de electricidad, como base para ceras, plásticos, en la industria petroquímica, etc. Además, desde el punto de vista microeconómico, el petróleo se caracteriza por ser un bien muy inelástico, o sea, que cuando su precio se modifica, la demanda no varía, o incluso podría aumentar por la incertidumbre de que continúe esta tendencia en el futuro.
3
Sobre este tema ver Ross, M. Blood Barrels: Wealth Fuels Conflict. Foreign Affairs: May-jun. 2008. Disponible el 3/9/08 en: http://www.foreignaffairs.com/articles/63396/michael-l-ross/blood-barrels; Engler R. La política petrolera. México: Fondo de Cultura Económica.1966; Paris, H. La guerre du pétrole.
Géostrategiques. 2006; Shiva, V. Las guerras por los recursos naturales. 2006. El economista. Ed:
OnLine. 2006. Disponible el 12/4/10 en: http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2006/nro282/282_893.html: López, A. e Hilario J. GEOPOLÍTICA DEL PETRÓLEO Y CRISIS MUNDIAL. Dyna. 75:156, noviembre. Universidad Nacional de Colombia. 2008. Disponible el 11/9/10 en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/496/49612071001.pdf; Sachs, J. The New Geopolitics. 2006. Disponible el 28/9/09 en: http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=the-new-geopolitics y Stockholm International Peace Research Institute. Oil and Security. Suecia: Almqvist & Wiksell International. 1974. ISBN 91-851 14-25-, entre otros.
4
Daniel Yergin argumenta que el año 2008, las compras de autos en China superaron a las de EE.UU., lo cual significa un aumento de los consumidores, con el consecuente crecimiento de la demanda y la necesidad por más suministros.
peso a esta variable5, que, en combinación con otros factores como la debilidad
del dólar y la especulación, provocaron que el precio del crudo rebasara los
147 dólares en el verano de 20086.
Yergin identifica correctamente, que a pesar de que las reservas actuales son
suficientes para satisfacer la demanda en las próximas décadas, eso no
significa que el petróleo llegará hasta los consumidores, dado que este proceso
se ve afectado por riesgos y obstáculos que comprenden desde las políticas de
los gobiernos que restringen el acceso, hasta los sistemas impositivos,
conflictos civiles, factores geopolíticos, los costos elevados de las exploración y
la perforación y la incertidumbre acerca de la demanda7.
El incremento de la propiedad estatal en la industria petrolera8 fue analizado
por Valerie Marcel 9, quien luego de afirmar la existencia de dos tipos de
empresas estatales diferenciadas por el nivel de acceso al capital para
desarrollar sus recursos, explica que las compañías estatales sin recursos
financieros tendrán que mejorar sus estándares de gobierno corporativo y revelar mayor información sobre sus operaciones. “Si no lo hacen, los actores
externos, estarán en menor disposición de invertir, particularmente allí donde se percibe riesgo político, como Nigeria y Venezuela” ·
Si bien no podría aprobarse completamente la opinión de Marcel, resulta válido
de que los grandes capitales, generalmente en manos de compañías o de
gobiernos de países desarrollados, no fluyen en forma de cooperación hacia
las naciones subdesarrolladas, sino que son objeto de condicionamientos
políticos. Nótese además que Venezuela y Nigeria son países sobre los que
5
El petróleo es un producto cuyo precio es altamente volátil, ya que son incontables los factores, no solo de la oferta y la demanda clásica, sino especulativos, que sobre él inciden: consumo creciente de las economías desarrolladas y de algunas potencias regionales emergentes como China e India, recorte de la producción en regiones políticamente inestables, atentados o riesgo de ellos en cualquiera de las instalaciones que componen el proceso de transportación, refinación, distribución, etc
6 Y
ergin,D. It's Still the One. Foreign Policy. 2009. Sept-oct. Disponible el en: http://www.foreignpolicy.com/articles/2009/08/17/its_still_the_one
7
Idem 70. 8
En la actualidad, alrededor del 80% de las reservas de crudo mundiales se encuentran en manos de gobiernos y el 75% de las 20 mayores compañías petroleras son de propiedad estatal. Esto, al tiempo que es resultado de la nacionalización paulatina de esta rama en países ricos en hidrocarburos tales como Irán, Venezuela, Brasil, significa un cambio importante en la administración y uso final de estos recursos. Desde el punto de vista geopolítico, las potencias desarrolladas tienden a observar a dichos países con recelo, argumentando su ineficiencia.
9
Marcel, V. States of play. Foreign Policy, sept-oct. 2009. Disponible el 15/2/10 en: http://www.foreignpolicy.com/articles/2009/08/17/states_of_play
EE.UU. tiene un marcado interés geopolítico, esencialmente por su importancia
sus ventas petroleras.
El 7 de febrero de 2008, se realizó una audiencia en la Cámara de Representantes de EE.UU., para debatir el tema “Pico petrolero”10 .
Allí,
preponderó la noción de que EE.UU. había arribado a un punto en que era
incapaz de producir petróleo, tan rápido como lo necesita. En la audiencia
predominaron tres posturas esenciales: 1) los que se preocupan por el cambio
climático y el calentamiento global y proponen como solución a este problema,
el cambio de combustible de fósiles a renovables; 2) coincide con la primera
mas pone énfasis en el peligro para la seguridad nacional, que representa de
que EE.UU. consumía el 25% del petróleo mundial y cuenta solamente con el
2% de las reservas probadas;3) aquí se ubicarían los que consideran que
existe una cantidad de petróleo finita en el mundo y que en algún momento
debe agotarse, pero que EE.UU. no ha llegado completamente a este punto.
Del escenario antes descrito se infiere que EE.UU. deberá intentar asegurarse
la mayor cantidad de zonas ricas en hidrocarburos. Luego, es correcto el
criterio de Michael Ross, cuando valora que es probable que el número de
conflictos originados en países productores de petróleo aumente en el futuro,
debido a los altos precios del crudo, que estimulan a más países en desarrollo
a producir petróleo y gas11,. Más de una docena de países en África, la cuenca
del Caspio y el sudeste Asiático se han convertido recientemente, o se
convertirán en breve, en exportadores importantes de petróleo y gas. Algunos
de estos países como Chad, Timor Leste y Myanmar, ya han sufrido conflictos
internos.
El presupuesto de Ross de un incremento de la violencia en países poseedores de petróleo que califica de “pobres, no democráticos y mal gobernados” si bien
es sesgado por carecer de una postura ideológica que comprenda la génesis
compleja de estas dinámicas y permita criticar el rol de EE.UU. en la promoción –por acción o inacción- de estos conflictos, está en sintonía con la práctica de
distintos gobiernos de EE.UU., especialmente en África, donde condicionan las
10
Consultado en http://thomas.loc.gov/cgi-bin/query/F?r110:5:./temp/~r1101o62Yh:e412: 11
Ross, M. Blood Barrels: Wealth Fuels Conflict. Foreign Affairs: May-jun. 2008. Disponible el 3/9/08 en: http://www.foreignaffairs.com/articles/63396/michael-l-ross/blood-barrels
“ayudas” –y la subsiguiente penetración de los capitales estadounidenses- a
cambios en las forma de gobierno.
Según el Departamento de Energía de EE.UU., las necesidades de China de
petróleo importado, se elevarán de 3 millones de barriles en 2005 a 11,6
millones de barriles en 2030, convirtiéndose en el segundo país importador
después de EE.UU12. Esto significaría que la competencia entre EE.UU. y
China por el acceso a los recursos situados en África, Asia Central, Medio
Oriente y América Latina, se agudizaría.
Dado que tanto Washington como Beijing, han incluido en el fortalecimiento de
sus alianzas con terceros (principalmente países de África y Asia central) el
componente militar –transferencia de armas, entrenamiento militar,
participación en ejercicios conjuntos, etc.- existe el potencial para que la
rivalidad geopolítica se transforme en conflictos armados. También, la
cooperación de China con Rusia con el objetivo de desplazar a EE.UU. de Asia
Central es identificada por Michael Klare como uno de los problemas asociados
a la energía, acuciantes para EE.UU13.
Los grupos de presión en la conformación de la política
exterior de EE.UU.
Rosa M. Lobaina14, expone en “Estados Unidos: Dinámica interna y política exterior”, que lo que se conoce como grupo de interés o lobby -a menudo
también visto como grupo de presión- se corresponde con una forma
característica de las tantas que adoptan los círculos empresariales del sector
privado para influir en el proceso de formulación de la política,
fundamentalmente votaciones legislativas o decisiones de los administradores
gubernamentales15.
12
Klare, M. American Foreign Policy: Regional Perspectives. National Security Economics Papers No. 4. Rhode Island: U.S. Naval War College. 2009.
13
Idem 12. 14
Lobaina, R., en Estados Unidos. Dinámica interna y política exterior, pp 164-184. La Habana: Ciencias Sociales 2003. ISBN 959-06-0572-9
15
En EE.UU., el lobby como actividad política destinada a influir en la toma de decisiones encuentra basamento jurídico-legal en la Primera Enmienda de la Constitución, que establece que el Congreso no podrá menoscabar la “libertad de expresión, de prensa o el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y solicitar al Gobierno reparación de daños”. El “derecho a solicitar” significa que los ciudadanos y grupos pueden apelar al Gobierno por un trato justo o incluso especial. Sobre el tema ver Rosenthal, A. TheThird House. Lobbyists and Lobbying in the States. CQ Press, p1.1993.
Es reconocido que junto al lobby judío-estadounidense, el lobby
árabe-estadounidense, el lobby bancario-financiero y el lobby de la industria militar, el
lobby petrolero, constituye uno de los grupos de presión política y factor de
influencia que opera transversalmente en EE.UU. y en otras regiones del
mundo en forma simultánea16.
Además, su accionar omnipresente deviene vértice político-económico de los
procesos de inversión, exploración, producción, refinación y suministro de
hidrocarburos en todo el mundo a través de un conjunto limitado de
corporaciones petroleras globales, y que se asocia a su vez con la industria
marítima y naviera, con la industria bancaria y financiera, con la industria de los
seguros y con el lobby árabe-estadounidense17.
De acuerdo con el sitio digital especializado OpenSecrets la industria del gas y
el petróleo ocupa el sexto lugar (a partir de su medición en 1998) en cuanto a
gastos de lobby en EE.UU.18. Durante los primeros tres trimestres de 2010, con más de 170 clientes –liderados por Conoco Phillips, Chevron Corp., Exxon
Mobil, Royal Dutch Shell, Koch Industries, BP y American Petroleum Institute-,
erogó contribuciones que excedieron los 111 millones de dólares 19 y
presionaron sobre el proceso político en nombre de dicha industria (Ver Anexo
1).
La influencia del sector empresarial petrolero en la
política norteamericana.
En EE.UU. un grupo de empresas integradas controla el petróleo20. Las
empresas funcionan como instituciones políticas, y cuando se juntan asumen la
naturaleza total de un gobierno. Este gobierno influye sobre procesos tales
como la perforación de pozos, o la selección de marcas que elige un
consumidor21. Al mismo tiempo va más allá de sus actividades económicas, a
16
Rubio, R. Lobby en la política USA. 2008. Disponible el 23/2/09 en: http://lobbyferoz.blogspot.com/2008/02/lobby-en-la-poltica-usa.html
17
Idem 16. 18
Sin embargo, en el último trienio, coincidente con el advenimiento de una nueva administración demócrata y el fin del gobierno republicano de Bush –tradicionalmente más influido por este lobby- osciló entre el tercer y cuarto lugar.
19
Hepler, L. Which Oil and Gas Company is the Biggest Lobbying Spender? 2010, diciembre, 6. Disponible el 7/12/10 en:
http://www.opensecrets.org/news/2010/12/opensecrets-blog-politiquizz-which-6.html 20
Engler R. La política petrolera.México: Fondo de Cultura Económica, p 15.1966. 21
fin de crear y controlar un clima político y social, que aliente esta colectivización
económicamente orientada22.
EE.UU. juega un rol fundamental y ocupa una posición ventajosa en la
comercialización del petróleo, fundamentalmente debido a que el West Texas
Intermediate (WTI, por sus siglas en inglés) sirve de referencia para la tasación
del petróleo producido en otros lugares del mundo. Todos los días se comercializan miles de millones de “barriles papeles” de petróleo ligero en la
sede de la New York Mercantile Exchange (NYME, por sus siglas en inglés), la
bolsa de productos de mayor actividad, en volúmenes crecientes y a gran
velocidad virtual, aun cuando su intercambio físico sea mucho menor23.
Además, el dinámico contenido del comercio diario del petróleo en la actualidad
ha contribuido a que el crudo se haya convertido en un producto básico con
características especiales, no solo primordial para la seguridad y la viabilidad de la economía de las naciones, “sino también en un activo financiero, parte del
gran intercambio instantáneo de acciones, bonos, monedas y todo aquello que compone la cartera financiera mundial”24
.
Por otra parte, un dólar débil tiende a producir un incremento de los precios del
petróleo, ya que refuerza el poder de compra de inversores que disponen de
divisas más fuertes, que se precipitan hacia los mercados de materias primas
para escapar de la actual volatilidad de las bolsas. El caso típico lo constituye
la escalada en el precio del petróleo en verano de 2008, periodo durante el cual
el dólar alcanzó su valor mínimo frente al euro (1,599025). El analista de la
consultora Newedge Group, Antoine Halff, estimó que "los inversores compran
petróleo para cubrirse contra la caída del dólar y la inflación y en respuesta a la
incertidumbre que rodea a los mercados bursátiles"26.
22
Es por esto que, de cierto modo, se ha tratado de aplicar al campo del Derecho Internacional, engendros jurídicos (intervención humanitaria, responsabilidad de proteger, etc.), que legitimen intervenciones militares que sirven de base a la penetración económica. Estas intervenciones se realizan fundamentalmente en regiones ricas en recursos naturales o de especial interés geopolítico (Medio Oriente, Golfo de Guinea, Kosovo), pero que por razones diversas, no están en condiciones de explotar. 23 Hoy, solamente en EE.UU., el comercio cotidiano de esos “papeles barriles” –petróleo a futuro- “es más de 10 veces el consumo diario de petróleo físico. Ver Yergin,D. It's Still the One. Foreign Policy. 2009. Sept-oct. Disponible el en: http://www.foreignpolicy.com/articles/2009/08/17/its_still_the_one
24
Idem. 6.
25
--- Evolución de la cotización del euro frente al dólar. 2010: mayo. 17. Disponible el 27/5/2010 en: http://economia.terra.com.mx/noticias/noticia.aspx?idNoticia=201005171154_EFE_15038844&idtel 26
El Economista de Cuba. Edición OnLine. Debilidad del dólar dispara precio del petróleo. 2008: marzo, 15. Disponible el 28/9/10 en: http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2008/nro326/petroleo.html
El historiador y economista estadounidense-alemán William Engdahl27, se opone a la visión que EE.UU. –con su maquinaria mediática y especialistas de
renombre repitiéndolo constantemente- quiere hace prevalecer acerca de la
inevitabilidad de los altos precios del petróleo a partir de la demanda creciente
de países como China e India y la inestabilidad política en determinadas
regiones. Al tiempo que revela el acento político de la postura estadounidense,
Engdahl asegura que el incremento de los precios del petróleo hasta mayo de
2008, se debió en más de un 60% a la especulación y que el objetivo
estratégico de EE.UU. es dominar las áreas ricas en petróleo, para restringir la
oferta y dominar los precios28.
De acuerdo con este autor, la industria petrolera de EE.UU., en connivencia
con las grandes instituciones financieras como Goldman Sachs, Morgan
Stanley, JP Morgan Chase, Cititgroup, Deutsche Bank y UBS, fija los precios
del crudo a espaldas de los movimientos de oferta y demanda29. Debe
recordarse que los dos grandes centros de intercambios petroleros mundiales
son la NYME y la Intercontinental Exchange (ICE, por sus siglas en inglés)
Futures de Atlanta-Londres (intercambio a futuro). Esta última fue fundada por
Goldman Sachs, la cual creó también el S&P GSCI (luego transferida a S&P
500), que - vinculado al precio del petróleo- constituye uno de los índices de
materias primas más utilizados en el mundo.
Engdahl concluye que el propio gobierno de EE.UU. –mediante la “Comisión de Comercio a Futuro de Productos Básicos” (CFTC, por sus siglas en inglés), -
abrió el camino para de la especulación turbia y desregulada del petróleo30.
27
Engdahl, W. Précisions sur l’origine du prix élevé du pétrole. Mondialisation. 2008: mayo, 25. Disponible el3/8/019 en: http://www.mondialisation.ca/index.php?context=va&aid=9067
28
En 1953 el procurador general de EE.UU. abrió un proceso judicial en contra de las empresas Standard de New Jersey, Socony Mobil (Standard de Nueva York), Texaco (Texas Company), Gulf y Standard de California, por prácticas monopólicas. Estas sociedades llevaban a cabo políticas industriales restrictivas, desde la exploración hasta la investigación; y su ilegal (por la ley Sherman antimonopólica) combinación y conspiración para favorecer las monopolización de los productos y el mantenimiento de los precios, socavaba a los consumidores estadounidenses. Incluso la producción interna se redujo por medio de su poder para manejar las importaciones y restringir las exportaciones. Este hecho ilustra de alguna manera, la forma en que operan y el poder de las grandes empresas relacionadas con el petróleo.
29
Idem 27.
30 En enero de 2006 la entidad gubernamental de EE.UU. “Comisión de Comercio a Futuro de Productos Básicos” (CFTC, por sus siglas en inglés), bajo la administración Bush, permitió a la ICE - primer operador de intercambios electrónicos de energía-, utilizar sus terminales comerciales en EE.UU. para vender petróleo de EE.UU. a futuro en la ICE Futures. Previamente la ICE Futures había comerciado solamente productos energéticos europeos: petróleo crudo Brent y gas natural de Gran Bretaña. La ICE Futures está regulada únicamente por la Autoridad de Servicios Financieros de Gran Bretaña. A pesar de que los comerciantes de EE.UU. utilizaban las terminales de intercambio dentro de EE.UU. para comerciar petróleo, gasolina y contratos de petróleo para calefacción a futuro, la CFTC rechazaba reconocer
Sugiere que podría no ser coincidencia que el entonces Ejecutivo (CEO, por
sus siglas en inglés) de la NYMEX, James Newsome, también parte de la
Dubai Exchange, es un antiguo presidente de la propia CFTC y que el
secretario del Tesoro de ese momento (2006), era Hank Paulson, expresidente
de Goldman Sachs. Así, se evidencia no solo el componente petrolero dentro
del capital financiero, sino el reciclaje del poder entre el mundo corporativo y
los cargos públicos en EE.UU. (revolving door).
Otros de los acontecimientos que definen la influencia de las compañías
petroleras en la política exterior de EE.UU., son las invasiones Afganistán e
Irak en 2001 y 2003, que ofrecieron la manera más rápida de aumentar el
poderío imperial estadounidense, garantizando el control de una las mayores
reservas de petróleo del mundo, en un momento de demanda creciente y
disminución relativa de la oferta mundial. Culturalmente, la industria del
petróleo ha sido uno de los pilares –de conjunto con los intelectuales
neoconservadores guiados por la fe religiosa-, que dieron a los Bush (padre e
hijo) su rasgo característico31.
Godfrey Hodgson, asociado de la Rothermere American Institute, de la
Universidad de Oxford, atinadamente desmiente el discurso del secretario de Defensa de George W. Bush, Donald Rumsfeld, quien –durante la etapa previa
de la invasión a Iraq de 2003-, reafirmó las elevadas motivaciones que supuestamente impulsarían la invasión: “la expansión de los ideales
estadounidenses de democracia, eliminar las armas de destrucción masiva en manos de Saddam Hussein y aliviar al pueblo iraquí de su represión”32
.
Hodgson sostiene que la política de la administración Bush -y que el actual
gobierno de Barack Obama en parte ha continuado-, está basada en el
petróleo.
De igual modo, Hodgson asegura que James A Baker III, abogado de la
industria energética de Houston representó los intereses de su rama desde el
jurisdicción sobre el comercio de estos contratos. Así, aquellos que buscaron comerciar productos energéticos estadounidenses clave, evitaron la supervisión y los controles estadounidenses, trasladando su comercio hacia la ICE Futures en Londres, en lugar de la NYME, en Nueva York.
31
George W. Bush, al igual que su padre, era un hombre de negocios vinculado a la industria petrolera de Texas y ambos estaban conectados, mediante el petróleo, a homólogos saudíes, incluida la familia de Osama bin Laden.
32
Hodgson G. Oil and American politics. 2005. Disponible el 25/2/09 en: http://www.energybulletin.net/node/9524
poder. Como secretario de Estado, en época de George Bush (1989-1992), fue
uno de los artífices de la política hacia el Medio Oriente, que acometió la
invasión a Irak de 1991. Richard Cheney, influyente Vicepresidente del
gobierno de George W. Bush, fue Ejecutivo de Halliburton, la compañía de
servicios petroleros más poderosa de la industria y junto a Betchel, acogió a
políticos conservadores republicanos como los secretarios de Estado con
tendencia belicista George Shultz y Caspar Weinberger33.
Condoleezza Rice, Asesora de Seguridad Nacional y posteriormente Secretaria
de Estado durante el gobierno de George W Bush, fue miembro del Consejo
Administrativo de la compañía Chevron desde 1991. Es menos conocido que
Kathleen Cooper, subsecretaria de Comercio, trabajó desde 1990, para la
Exxon Mobil. Por su parte, Ross Connelly, Vicepresidente de la Corporación
para la Inversión Privada en el Exterior (OPIC, por sus siglas en inglés),
agencia gubernamental que asegura el riesgo político de las inversiones
estadounidenses privadas en países subdesarrollados, estuvo de 1975 a 1996,
al servicio del grupo Bechtel, ofreciendo servicios de ingeniería y construcción
en Kazajstán34.
Conclusiones
Los hidrocarburos constituyen recursos geopolíticos de primer orden para
EE.UU. Mediante la búsqueda incesante de su control, utilizando su moneda, la
especulación y su preeminencia en el comercio mundial de petróleo, EE.UU.
intenta preservar su hegemonía, beneficiar a sus aliados e impedir el acceso de
rivales geopolíticos como China, quien en colaboración estratégica con Rusia,
ha logrado desplazar en algunos casos la preponderancia estadounidense.
La política exterior de EE.UU. ha estado marcada, con particular fuerza
después de la Segunda Guerra Mundial, por la influencia de los grupos
empresariales petroleros que, integrados el sector militar y financiero, han
guiado el proceso de toma de decisiones políticas en ese país. Esta influencia
ha sido ejercida de conjunto, indirectamente por las presiones de sus lobbies y
33
Mayer, J. Contract Sport: What did the Vice-President do for Halliburton. New Yorker. 2004:16-23 Febrero. Disponible el 1/12/2010 en:
http://www.newyorker.com/archive/2004/02/16/040216fa_fact?currentPage=all 34
Jafalian, A. L’evolution de la politique américaine dans la région de la mer caspienne : de Clinton a Bush. Diplomatie. 2003. Ed: OnLine, pp 532-545. Disponible el 6/7/09 en:
por los propios miembros de la industria, que cada vez más ocupan cargos
gubernamentales, lo que fue particularmente evidente bajo la Administración de
George W. Bush.
La armonía entre los intereses imperiales y sociales de EE.UU., fue socavada
por la administración de George W. Bush, por su desempeño excesivo a favor
de las empresas petroleras –particularmente aquellas asociadas al poder- en
detrimento del bienestar social. Esta relación, que provocó las invasiones a
Afganistán e Irak, además hace pagar a los ciudadanos estadounidenses altos
costos sociales y económicos, efecto solapado por la imposición inmovilizante
de la noción de que la estabilidad y bienestar de EE.UU., depende del control
de los recursos petroleros.
Las luchas por el acceso a los recursos energéticos, en este caso, por el
petróleo, continuarán siendo motivo de conflictos internacionales, los que
también estarán afectados por los tipos de fuentes de energía que se
desarrollen en el futuro, en función de las relaciones cambiantes entre países
productores y consumidores, empresas petroleras y compañías estatales, así
como por las presiones que se generen tanto a lo interno de EE.UU. como en
el plano internacional para modificar la actual matriz energética basada en los
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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29. ---Sitio digital OpenSecrets:
ANEXO 1. Gastos anuales del
lobby
del gas y el
petróleo en EE.UU. (1998-2010)
Ilustración 1 Comportamiento anual en millones de dólares de los gastos de lobby de la industria del gas y el petróleo
Fuente: Sitio digital OpenSecrets: