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Sistema de Indicadores de hábitat humano para el mejoramiento de la calidad de vida

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Academic year: 2020

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(3) “…Las pruebas son claras y concluyentes en un aspecto fundamental: los países pueden hacer muchísimo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, aun en situaciones adversas. Muchas naciones han logrado enormes avances en salud y educación, pese a aumentos moderados en el nivel de ingresos. Otras, con buen desempeño económico durante décadas, no han progresado de la misma manera en cuanto a esperanza de vida, escolaridad y estándar de vida general. Los avances nunca son automáticos: exigen voluntad política, liderazgo y el compromiso permanente de la comunidad internacional. Los datos de los últimos 40 años también reflejan la existencia de múltiples caminos para conseguir logros en desarrollo humano: no existe una receta única ni un modelo uniforme para tener éxito”.. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

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(5) A mi hermana y a mis papás A mi familia y a los amigos, en especial a Fide A Robert y a Byron A las instituciones que colaboraron en la realización del trabajo, en especial a la Dirección Nacional de Planificación Física A los profesores de Arquitectura de la Facultad de Construcciones de la UCLV y de la CUJAE especialmente a mi tutor Carlos R. Figueroa A Ailena A Lina, y demás profesores del Pedagógico A todos los que hicieron posible el resultado científico que se presenta Gracias..

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(7) A Fabian A mis padres y hermana.

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(9) RESUMEN El presente trabajo propone un Sistema de indicadores de hábitat humano, que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida facilitando la gestión de los gobiernos locales. A partir de un diagnóstico realizado a funcionarios de la Asamblea Municipal del Poder Popular, así como a presidentes de Consejos Populares en Santa Clara, se identificaron las deficiencias que presentan para la evaluación, proyección y monitoreo del hábitat humano. Se realiza la propuesta del Sistema de indicadores, tomando como base la experiencia nacional en el tema, obtenida a partir del trabajo con los indicadores que tributan al hábitat humano manejados por instituciones nacionales y municipales, estas últimas, en Santa Clara. El sistema que se propone está formado por subsistemas que incluyen dimensiones e indicadores imprescindibles de hábitat humano y son determinantes para lograr la calidad de vida. Este resultado se obtuvo partiendo de la aplicación de los métodos de investigación teóricos, empíricos y estadísticos. El sistema fue valorado a través de la aplicación del método criterio de expertos, con resultados satisfactorios en todos los aspectos evaluados. Se considera la propuesta pertinente por su calidad y actualidad nacional..

(10) ABSTRACT The present work proposes an indicator system of human habitat, which contributes to improving the quality of life by facilitating the management of local governments. Based on a diagnosis made to officials of the Municipal Assembly of Popular Power, and presidents of People's Councils in Santa Clara, identified weaknesses in the assessment, planning and monitoring of the human habitat. It makes the proposed system of indicators based on national experience in the subject, obtained from the work with indicators that are taxed to the human habitat managed by national and municipal institutions, the latter, in Santa Clara. The proposed system consists of subsystems that include dimensions and indicators necessary for human habitation and are crucial for the quality of life. This result was obtained from the application of research methods, theoretical, empirical and statistical. The system was evaluated through the application of expert judgment method with satisfactory results in all areas evaluated, the proposal is considered relevant for quality and national news..

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(12) Índice. ÍNDICE INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 1 CAPÍTULO. I.. FUNDAMENTACIÓN. DE. LAS. BASES. TEÓRICO-. METODOLÓGICAS QUE SUSTENTAN LA CALIDAD DE VIDA A PARTIR DEL HÁBITAT HUMANO Y LA GESTIÓN DE LOS GOBIERNOS LOCALES ......... 10 1.1 Calidad de vida, su importancia para el ser humano ......................................... 10 1.1.1 Bienestar y calidad de vida ........................................................................... 14 1.2 El hábitat humano y su influencia en la calidad de vida. ................................... 15 1.2.1 La influencia de la precariedad del hábitat y el déficit habitacional en la calidad de vida del ser humano............................................................................. 20 1.3 Los indicadores. Principales características y utilidades................................... 23 1.4 Desarrollo local y gestión ........................................................................................ 28 1.4.1 Gobiernos locales en Cuba. Estructura y funcionamiento. ...................... 32 1.5 Conclusiones parciales. .......................................................................................... 34 CAPÍTULO II. DIAGNÓSTICO DEL ESTADO ACTUAL QUE PRESENTA LA SITUACIÓN HABITACIONAL EN CUBA Y EL TRABAJO DE LOS GOBIERNOS LOCALES E INSTITUCIONES CON LOS INDICADORES RELACIONADOS CON EL HÁBITAT HUMANO .............................................. 37 2.1 Déficit habitacional en Cuba................................................................................... 37 2.2 La iniciativa de Vivienda Saludable....................................................................... 44 2.3 Resultado del diagnóstico de la revisión de documentos, encuestas y entrevistas sobre los indicadores utilizados en la práctica nacional en materia de hábitat humano .................................................................................... 47 2.4 Conclusiones parciales ........................................................................................... 57 CAPÍTULO III. PROPUESTA DEL SISTEMA DE INDICADORES DE HÁBITAT HUMANO QUE CONTRIBUYE AL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE VIDA .................................................................................................................... 60 3.1 Fundamentación del sistema de indicadores propuesto. .................................. 60 3.2 Sistema de indicadores de hábitat humano. ....................................................... 62 3.2.1 Análisis de los subsistemas. ......................................................................... 64 3.2.2 Indicadores de gestión. .................................................................................. 74 I.

(13) Índice. 3.2.3 Representación gráfica del sistema............................................................. 78 3.3 Valoración del sistema de indicadores mediante la aplicación del método de criterio de experto .................................................................................................... 78 3.4 Conclusiones parciales ........................................................................................... 80 CONCLUSIONES. ............................................................................................... 82 RECOMENDACIONES. ...................................................................................... 84 BIBLIOGRAFÍA. ..................................................................................................... ANEXOS. ................................................................................................................ II.

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(15) Introducción. INTRODUCCIÓN A través de la historia, la calidad de vida y el hábitat humano han constituido uno de los más graves y complejos problemas que existen, y se ha convertido en un reto para líderes e investigadores de todo el mundo, máxime en los países de menos recursos económicos. Un factor decisivo que impide el desarrollo efectivo de un sistema factible para todos, lo constituye la economía, más en los momentos actuales en que el mundo se encuentra inmerso en una crisis del capitalismo que afecta de forma directa a los países pobres, quienes sufren sus principales consecuencias. A pesar de esto, todavía existe la voluntad de muchos jefes de Estado de poner muy por encima de toda dificultad, el factor humano como papel decisivo para el desarrollo de una sociedad lo más justa posible, que incluya la mayor igualdad de derechos. La calidad de vida de los individuos dependerá, en gran medida, de la capacidad de sus asentamientos de ofrecerle un hábitat humano de calidad. Una parte fundamental del hábitat humano lo compone la vivienda, la que constituye un factor imprescindible para el logro de la calidad de vida. Es un componente básico para la producción y reproducción de la actividad humana y tiene repercusión directa e indirecta en sus moradores, en su salud, en el sentido de identidad y pertenencia, en la eficiencia, en la formación y preservación de valores morales y éticos, así como en el funcionamiento de la familia y la formación de una cultura ciudadana. A pesar de que tener una vivienda adecuada es un derecho humano, al menos mil millones de personas en el mundo viven en asentamientos precarios, cifra que ha ido en ascenso (Garcilazo, 2008). Este tema cobra cada vez mayor relevancia ante la creciente demanda cuantitativa y cualitativa. El reto de lograr una vivienda decorosa y accesible sigue siendo una utopía para todos los países del mundo, sobre todo para los subdesarrollados. En Cuba la vivienda es uno de los problemas más graves, ya que las necesidades acumuladas son substancialmente mayores que las nuevas viviendas que se construyen, esto se. 1.

(16) Introducción. debe en gran medida al elevado deterioro del fondo habitacional existente en el país. Una vivienda de calidad debe cumplir con una serie de requisitos como: ser segura en el ámbito constructivo, higiénico y legal; confortable desde el punto de vista estético, funcional y ambiental; flexible, duradera y conservable. También debe tener acceso a una serie de servicios como: agua, saneamiento, electricidad, comunicación, etc., y responder a los intereses y necesidades de las personas que la habitan. Un hábitat humano de calidad influye considerablemente en el logro de la calidad de vida. Es mucho más que una vivienda de calidad y se expresa en múltiples dimensiones. Muchas de las actividades del hombre se realizan también en el espacio exterior, en diversas escalas. Un entorno de calidad debe ser seguro, ambiental, social, económica y urbanísticamente, a la vez que confortable y equipado, responsable desde el punto de vista ecológico, estéticamente auténtico, culturalmente enriquecedor, participativo, incluyente, conservable, y debe, por sobre todas las cosas, propiciar el bienestar y desarrollo integral de la comunidad. La calidad de vida y el hábitat humano son fenómenos complejos, dinámicos, diversos, únicos y particulares pues están en constante relación con el contexto social, económico, político, cultural e histórico y cambian con la historia de esos contextos en la comunidad. Como se ha visto, la vivienda y el espacio urbano son dos aspectos centrales del hábitat del ser humano que tributan a la calidad de vida del individuo. En este sentido, la falta de condiciones adecuadas de hábitat humano no sólo constituye un indicador de pobreza de recursos materiales y económicos sino también de escasez en los recursos políticosinstitucionales de inclusión social. Por. su. carácter. multidimensional. tanto. social,. ambiental,. económico,. tecnológico, cultural, gerencial, etc., y su complejidad, el concepto de hábitat humano requiere ser asumido con un enfoque integral y estratégico, bajo la guía de las autoridades gubernamentales y con la activa participación de la 2.

(17) Introducción. comunidad y los actores de la sociedad civil. Lograr un hábitat humano que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida es un proceso complejo y dinámico. Lo significativo en su concepción y gestión no es solo ofrecerle una respuesta concreta a quienes lo demandan, sino también propiciar las formas de gestarlo, mejorarlo y preservarlo adecuadamente para las presentes y futuras generaciones. En el tratamiento del hábitat y la calidad de vida, juega un papel significativo el factor económico, pues no basta con la voluntad de los gobiernos si estos no cuentan con el financiamiento o las formas de potenciarlo, necesarios para cumplir sus objetivos de trabajo. En tal sentido las propuestas que se realicen para su tratamiento no van a lograr por sí solas, su mejora. Cada localidad y cada asentamiento humano tienen singularidades que los distinguen y hacen particulares la situación de su hábitat. No basta con que exista una estrategia nacional para desarrollar las condiciones del hábitat humano de cualquier estado, país, departamento o provincia; se hace necesario que al menos cada municipalidad, como estructura gubernamental y administrativa básica e inferior de cada nación, cuente con una estrategia para este tema. En la actualidad se requiere de una planeación del territorio enfocada en identificar las potencialidades particulares de cada municipio para asegurar un desarrollo local que contribuya al progreso o rehabilitación del hábitat humano como una acción indispensable para lograr una mejor calidad de vida. En un contexto donde la crisis global impacta por muchas vías a nivel nacional, el desarrollo local debe contribuir a ampliar la seguridad nacional, pues de esta forma se fortalece la autonomía de cada territorio a partir de potenciar los recursos locales, mantener las tradiciones, valores culturales y ambientales y la identidad local, haciendo más sólidas las bases de un modelo de desarrollo económico y social, con inclusión, justicia y equidad. La sociedad cubana ha entrado en un proceso de actualización y transformación de su modelo de gestión económica que aspira a garantizar la independencia de la nación y la continuidad e irreversibilidad del proyecto socialista de desarrollo 3.

(18) Introducción. emprendido desde los años 60 y se compromete a continuar trabajando por elevar la calidad de vida de la población y mantener la justicia e igualdad conquistadas. El 18 de abril de 2011, fueron aprobados los lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución, en el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba. En ellos quedó claramente definida la estrategia económica del país, desempeña un papel fundamental el desarrollo de proyectos locales conducidos por los Consejos de Administración Municipal, en los que el elemento esencial será el principio de la sustentabilidad financiera, armónicamente compatibilizado con los objetivos del plan de la economía nacional y de los municipios. Los proyectos locales una vez implementados serán gestionados por entidades económicas enclavadas en el municipio. A cada uno le corresponderá, por tanto, un papel primordial dentro de la política inversionista y de construcción de viviendas, al considerarse la descentralización de los planes de inversión, otorgándole facultad de aprobación de las mismas a los Consejos de Administración; de ahí la importancia que tiene este tema de investigación dentro de la política social que lleva a cabo el Estado Cubano. Esta nueva política económica y social constituye un avance con relación al modelo de gestión existente anteriormente, a pesar de que no hace referencia al hábitat humano en función de la calidad de vida. A nivel internacional y nacional, las instituciones y organismos que intervienen en el tratamiento del hábitat humano, hacen análisis, en ocasiones muy poco profundos, sobre la calidad de vida asociada al hábitat humano, excluyendo conceptos básicos para su estudio y ulterior evaluación. Entre los factores que permiten mejorar la calidad de vida se encuentran los indicadores de hábitat humano que deben tener en cuenta los gobiernos locales. Los indicadores son una herramienta imprescindible para medir el desarrollo de un país en distintas esferas. En nuestro país cada organismo controla sus indicadores en correspondencia con la función que realizan, esto trae consigo. 4.

(19) Introducción. que no se logre un manejo integral del hábitat humano perjudicando la calidad de vida de la sociedad. Teniendo en cuenta la experiencia nacional en cuanto al manejo de los indicadores, se hace necesario verlos asociados al hábitat humano en función del mejoramiento de la calidad de vida y afrontarlos desde una perspectiva del nivel local para lograr mejores resultados y cumplir con los objetivos establecidos en la política de desarrollo económico del país. Las cuestiones relacionadas con el hábitat humano para el logro de una calidad de vida han sido investigadas desde varias aristas por diferentes autores nacionales e internacionales. Dentro de los aportes más recientes tenemos a Gordillo (2005), Figueroa (2007), Zulaica y Celemín (2008), Carrizosa (2010), Asaszko y Musante (2011), González, Álvarez, Águila y Pérez (2011). Sin embargo, a pesar de su incuestionable valor como antecedentes esenciales de esta investigación, no se ha constatado por la autora ninguna propuesta de Sistema de Indicadores de hábitat humano que facilite la gestión de los gobiernos locales en el mejoramiento de la calidad de vida. Esta investigación pretende crear un Sistema de Indicadores de hábitat humano que puesto en práctica por los gobiernos locales facilite el mejoramiento de la calidad de vida, donde interviene no solo la vivienda sino todo el espacio urbano y socio-económico donde se desarrolla el hombre, con una visión integradora, teniendo. en. cuenta. indicadores. sociales,. económicos,. ambientales,. administrativos, etc. Esta investigación tiene importancia para cada una de los municipios que conforman el país, pues permitirá a sus directivos contar con un sistema que les facilitará reconocer y evaluar los principales problemas que presentan integralmente en materia de hábitat humano en su localidad, así como definir las políticas adecuadas y las principales acciones a realizar para su erradicación con vistas a lograr un mejoramiento de la calidad de vida de la población. El trabajo responde a los intereses del proyecto “Implementación de estrategias de gestión del hábitat local a escala municipal” (Habitat-2) perteneciente a la 5.

(20) Introducción. facultad de Construcciones para el período 2012-2016. Partiendo de aquí, se llevó a cabo un estudio teórico sobre el tema, y se analizaron los indicadores que tributan al hábitat humano utilizados en la práctica institucional a nivel nacional, permitiendo llegar a la siguiente situación problémica: Los gobiernos locales no disponen de un sistema de indicadores de hábitat humano que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida. Falta de articulación sistemática de las instituciones de la localidad en torno al tema y en el manejo, integración y socialización de la información sectorial que poseen y tributa al hábitat humano a nivel local. Problema científico: ¿Cómo contribuir a partir de la gestión de los gobiernos locales en el hábitat humano a mejorar la calidad de vida? Objeto de Investigación: La calidad de vida. Campo: La gestión de los gobiernos locales en el hábitat humano para el mejoramiento de la calidad de vida. Hipótesis: Si se diagnostica la práctica de los gobiernos locales y las instituciones nacionales en el trabajo con los indicadores que tributan al hábitat humano, se podrá proponer un sistema que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida. Objetivo general de la investigación: Proponer un sistema de indicadores de hábitat humano que a partir de su gestión por los gobiernos locales contribuya al mejoramiento de la calidad de vida. Objetivos específicos de la investigación: 1- Fundamentar las bases teórico-metodológicas que sustentan la calidad de vida a partir del hábitat humano. 2- Diagnosticar el estado actual que presenta la situación habitacional en Cuba y el trabajo de los gobiernos locales e instituciones con los indicadores relacionados con el hábitat humano.. 6.

(21) Introducción. 3- Elaborar un sistema de indicadores de hábitat humano que a partir de su gestión por los gobiernos locales contribuya al mejoramiento de la calidad de vida. 4- Valorar por criterio de expertos el sistema de indicadores propuesto. Métodos de investigación. Los métodos del nivel teórico que se utilizan en la investigación son: Histórico lógico: utilizado para estudiar el devenir histórico de los elementos teóricos relacionados con la calidad de vida y el hábitat humano en función de su mejoramiento. Analítico y sintético: se utilizó para determinar los elementos y relaciones que más influyen en la calidad de vida y el hábitat humano. Inductivo deductivo: se utilizó para determinar los indicadores del hábitat humano que más influyen en el mejoramiento de la calidad de vida. Sistémico estructural: permitió la concepción y elaboración del sistema de indicadores. La modelación: permitió la representación modélica del sistema de indicadores. Del nivel empírico se utilizaron los siguientes métodos: Análisis documental: se utilizó en la determinación de los elementos teóricos y metodológicos de la investigación relacionados con los indicadores del hábitat humano que influyen en la calidad de vida. La encuesta: a especialistas y dirigentes del gobierno para conocer cómo interactúan con los diferentes indicadores relacionados con el hábitat humano, así como el manejo, integración y socialización de la información sectorial que poseen las instituciones. La entrevista: a especialistas de instituciones y dirigentes de los gobiernos locales para valorar el trabajo con los indicadores que influyen en el hábitat. 7.

(22) Introducción. humano y en el manejo, integración y socialización de la información sectorial que poseen las instituciones. El criterio de expertos: se empleó para la valoración de la propuesta. De los métodos estadísticos y/o procesamiento matemático: Se utilizó el análisis porcentual y la estadística descriptiva para analizar los resultados del diagnóstico, y los criterios emitidos por los expertos. Aportes: metodológico y práctico. Metodológico: porque su concepción sistémica permite integrar los indicadores fundamentales del hábitat humano, convirtiéndose en una herramienta metodológica para la debida gestión de los gobiernos locales, de cómo influir en los indicadores de hábitat humano para contribuir a mejorar la calidad de vida. Práctico: le va a permitir a los gobiernos locales diagnosticar, evaluar, proyectar y monitorear los indicadores del hábitat humano para mejorar la calidad de vida. Estructura de la tesis. La tesis se estructura en tres capítulos. El capítulo I está dedicado a la fundamentación de las bases teórico-metodológicas que sustentan la calidad de vida a partir del hábitat humano. En el capítulo II se diagnostica el estado actual que presenta la situación habitacional en Cuba y el trabajo de los gobiernos locales e instituciones con los indicadores relacionados con el hábitat humano y en el capítulo III se realiza la propuesta del Sistema de indicadores de hábitat humano que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida para facilitar la gestión de los gobiernos locales.. 8.

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(24) Capítulo I. CAPÍTULO I Fundamentación de. las bases teórico-metodológicas que. sustentan la calidad de vida a partir del hábitat humano y la gestión de los gobiernos locales 1.1 Calidad de vida, su importancia para el ser humano. En un primer momento, la expresión calidad de vida aparece en los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana. Durante la década de los 50 y a comienzos de los 60, el creciente interés por conocer el bienestar humano y la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad hacen surgir la necesidad de medir esta realidad a través de datos objetivos, y desde las Ciencias Sociales se inicia el desarrollo de los factores sociales estadísticos que permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. A mediados de los 70 y comienzos de los 80, comenzaron a desarrollarse y perfeccionarse los estudios sobre el término calidad de vida. La expresión comienza a definirse como concepto integrador que comprende todas las áreas de la vida y hace referencia tanto a condiciones objetivas como a componentes subjetivos. En un acercamiento al concepto de calidad de vida, resulta importante la aclaración realizada por Blanco (n.d., p.2) donde expresa que “el término vida, se refiere única y exclusivamente a la vida humana en su versión no tanto individual como comunitaria y social”. Hace referencia a una forma de existencia superior a la meramente física que incluye el ámbito de relaciones sociales del individuo, sus posibilidades de acceso a los bienes culturales, su entorno ecológico-ambiental, los riesgos a que se encuentra sometida su salud física o psíquica, etc. El WHOQOL Group1 (1995) plantea que “se trata de un concepto muy amplio que está influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su estado 1. WHOQOL Group, grupo de trabajo creado en 1991 para tratar la calidad de vida de los pacientes sometidos a tratamientos médicos. 10.

(25) Capítulo I. psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con los elementos esenciales de su entorno”. Rueda (1997, p.2) expresa que “la calidad de vida, como concepto, es de definición imprecisa y la mayoría de los investigadores que han trabajado en él, están de acuerdo en que no existe una teoría única que defina y explique el fenómeno. El término “calidad de vida" pertenece a un universo ideológico y no tiene sentido si no es en relación con un sistema de valores”. Jiménez, (2007, p.3) cita a Dennis et al., (1993) quienes refieren que “los enfoques de investigación de este concepto son variados, pero podrían englobarse en dos tipos: ·. Enfoques cuantitativos, cuyo propósito es operacionalizar la calidad de vida. Para ello, han estudiado diferentes indicadores: sociales (se refieren a condiciones externas relacionadas con el entorno como la salud, el bienestar social, la amistad, el estándar de vida, la educación, la seguridad pública, el ocio, el vecindario, la vivienda, etc.); psicológicos (miden las reacciones subjetivas del individuo a la presencia o ausencia de determinadas experiencias vitales); y ecológicos (miden el ajuste entre los recursos del sujeto y las demandas del ambiente).. ·. Enfoques cualitativos que adoptan una postura de escucha a la persona mientras relata sus experiencias, desafíos y problemas y cómo los servicios sociales pueden apoyarles eficazmente”.. El concepto calidad de vida, es tan diverso, como diversas son las ramas del saber que lo estudian. Al decir de González (2002, p.3) “el concepto de calidad de vida para la salud, la justicia y la ética, ha sido estructurado teniendo en cuenta los aportes de varias disciplinas de contenidos muy diferentes (…) la utilización del concepto de calidad de vida permitirá valorar las condiciones de vida de las personas y las comunidades para poder estimar el grado de progreso alcanzado y seleccionar las formas de interacciones humanas y con el medio ambiente más adecuadas para acercarnos progresivamente a una existencia digna, saludable, libre, con equidad moral y feliz”. 11.

(26) Capítulo I. Carballosa, Cardet y González (2002, p.2) plantean que "la calidad de vida es una sensación existencial; es la percepción que un individuo o comunidad tiene, conforme a la calidad del ambiente en el cual vive". Según Jiménez (2007, p.3) el concepto de calidad de vida ha ido evolucionando en: ·. ”la calidad de las condiciones de vida de una persona;. ·. la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales;. ·. la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta;. a) la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales.” Como se ha visto, el término calidad de vida empieza a utilizarse en los años sesenta, pero principalmente a partir de los setenta como una reacción a los criterios economicistas y de cantidad. Tanto es así que la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico, establece por primera vez en 1970, la necesidad de insistir en que el crecimiento económico no es una finalidad en sí mismo, sino un instrumento para crear mejores condiciones de vida, por lo que se han de enfatizar sus aspectos de calidad. A criterio de la autora de esta investigación, analizar la calidad de vida de una sociedad significa analizar las experiencias de los individuos que la integran. Exige, por ende, conocer cómo viven los sujetos, sus condiciones objetivas de existencia y las expectativas de transformación de esas condiciones, así como una evaluación del grado de satisfacción a lograr. Una de las pocas instituciones internacionales que ha realizado un esfuerzo significativo por definir y medir la calidad de vida ha sido la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien ya en 1948 había incluido en su definición de salud ideas precursoras del concepto de calidad de vida. 12.

(27) Capítulo I. En el Primer Simposio Regional sobre Vivienda Saludable y Desastres, también se expresa que “la calidad de vida de los seres humanos dependerá de la capacidad que se logre en sus asentamientos de ofrecerle un hábitat de calidad”. Para González (2009, p.34) “no sólo el espacio interior de la casa influye en la calidad de vida, muchas necesidades vitales se desarrollan en espacios exteriores, en diversas escalas”. Por su parte, Delgado y Salcedo (n.d. p.7) hacen referencia a que “los estudios convencionales identifican la calidad de vida únicamente como la satisfacción de las necesidades básicas cubiertas por cierto nivel de ingreso, olvidando que el hombre se desenvuelve en campos de orden político, social, cultural de acuerdo a sus capacidades, oportunidades y necesidades”. La mayoría de los autores concibe la calidad de vida como una construcción compleja y multifactorial que tiene como punto de partida la satisfacción de las necesidades básicas. Puede conceptuarse la noción de calidad de vida como una adaptación entre las características de la situación de la realidad y las expectativas, capacidades y necesidades del individuo tal como las perciben él y el grupo social en que se desarrolla. En este sentido “la calidad de vida, tendría que ver fundamentalmente con: a) disponibilidad de recursos en el ámbito de las necesidades básicas (alimento, vivienda, vestido, educación, salud y cultura); b) previsión por parte del Estado (única manera de asegurar que los menos favorecidos económicamente puedan beneficiarse) de un amplio abanico de servicios públicos; c) medidas arbitradas por la sociedad para hacer frente a sus problemas sociales, unas medidas que muchas veces serán de estricta justicia social y distributiva” (Blanco n.d.).. 13.

(28) Capítulo I. 1.1.1. Bienestar y calidad de vida. Como se ha visto, la calidad de vida se ha convertido en el objeto central de la acción política, en este sentido, ha sustituido a otros conceptos que históricamente han ocupado este lugar privilegiado, tales como el de felicidad, que Jiménez (2007, p.11) define como: “el estado afectivo o emocional caracterizado por un sentimiento de gozo y satisfacción”, y el concepto bienestar, tratado como “el conjunto de condiciones objetivas necesarias, pero no suficientes, para la satisfacción de las necesidades humanas”. El estado de bienestar ofrece productos y servicios, altamente estandarizados, medibles y evaluables objetivamente que pueden constituir un soporte importante y necesario de la calidad de vida, pero en ningún caso pueden arrogarse la exclusividad de ésta, puesto que no están en disposición de satisfacer la totalidad de las necesidades humanas. En este sentido, “el bienestar, asociado a la disponibilidad de rentas y al acceso a los servicios públicos, es uno de los componentes fundamentales de la calidad de vida, siempre y cuando no se olviden otras dimensiones también necesarias” (Alguacil, 2000). Jiménez (2007, p.9) plantea que “el reto fundamental para hacer operativo el concepto de calidad de vida reside en identificar adecuadamente las diversas dimensiones que lo componen. Su complejidad ha de ser reflejo, al menos en parte, de la propia complejidad del ser humano; de no ser así, se corre el riesgo de crear un constructo tan limitador como han resultado ser los que pretende sustituir”; de ahí que el análisis de las necesidades humanas no puede considerarse nunca como un producto terminado, debe ser valorado por las propias personas implicadas, sin dejar de analizar la subjetividad como aspecto irrenunciable de la calidad de vida. Hasta aquí se puede concluir que el concepto calidad de vida es mucho más amplio que el concepto de bienestar, toda vez que el primero se refiere a un grado óptimo de la satisfacción de las necesidades humanas, donde intervienen múltiples factores, mientras que el segundo se limita al conjunto de condiciones 14.

(29) Capítulo I. objetivas necesarias, pero no suficientes para satisfacer las necesidades humanas; siendo la definición de calidad de vida la que interesa para la presente investigación. La calidad de vida implica que todas las personas, además de poder acceder a viviendas de calidad, también lo puedan hacer a un contexto habitacional seguro desde el punto de vista ambiental, urbanístico, económico y socialmente comprometido con el medio ambiente y con su comunidad, que sea capaz de ofrecerle a cada individuo el sustento necesario o las formas de obtenerlo adecuadamente. Se agrega a todo lo anterior el conjunto de servicios que complementan y garantizan su desarrollo integral como persona y le propician a su familia una vida digna y sin significativas privaciones. Después de haber valorado los diferentes análisis sobre calidad de vida, se concuerda con Blanco (n.d) cuando expresa que calidad de vida tiene que ver con la disponibilidad de recursos en el ámbito de la satisfacción de las necesidades básicas. No obstante se considera como aspectos decisivos para la calidad de vida, la satisfacción personal en correspondencia con las aspiraciones y expectativas individuales y la calidad del entorno en el cual se desarrolla el ser humano. 1.2.. El hábitat humano y su influencia en la calidad de vida.. Gran parte de la población mundial vive en condiciones muy precarias o se encuentran completamente sin hogar. El tema del hábitat constituye uno de los principales problemas que afectan a la humanidad, y que no ha podido ser resuelto por la mayoría de los países del mundo. El término hábitat ha sido definido por múltiples autores desde distintas aristas. Ha sido conceptualizado como “el lugar que presenta las condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal, tratándose, por lo tanto, del espacio en el cual una población biológica puede residir y reproducirse, lo que supone la posibilidad de perpetuar su presencia” (Definición de Hábitat, 2008).. 15.

(30) Capítulo I. Como se aprecia en la definición anterior el concepto de hábitat está dado de manera muy general pues son muchas las especialidades y ramas del conocimiento que lo definen teniendo en cuenta sus intereses. Según Echeverría (2002), citado por Gordillo Bedoya (2005, p.146), “el hábitat es el lugar donde viven individuos, grupos humanos con una dimensión de la satisfacción relacionada con lo ambiental, lo sostenible, lo cultural y lo territorial” Zulaica y Celemín 2008, citan al Centro de Estudios del Hábitat Popular (CEHAP) (1998, p.6) quienes expresan que “la noción de hábitat tiene sus raíces en la Ecología, no obstante el reconocimiento de un hábitat humano asociado a las ciudades implica la aceptación de procesos e interacciones regidos por la cultura. De esta manera, el hábitat comprende lo relativo al sistema espacial y a los recursos que elige un grupo para transitar por su existencia; responde a las necesidades para desarrollar los procesos individuales y colectivos requeridos para realizar su vida productiva, laboral y doméstica en relación con un entorno mayor, y en intercambio con otros grupos de la sociedad. A su vez, está definido por el lugar geográfico donde se aloja, el cual tiene las condiciones de un espacio determinado y cualificado en concordancia con sus necesidades particulares y generales”. Para Carrizosa (2010, p.35) el concepto de hábitat se puede definir como una ecuación: “hábitat es vivienda más entorno”; mientras que el Comité Directivo del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU – HÁBITAT) expone que "el hábitat es el territorio y el conjunto de atributos que lo cualifican, donde se localiza y vive el ser humano. Su desarrollo armónico contribuye a mejorar la calidad de vida, la productividad de la ciudad, la inclusión social de toda la población y el reconocimiento de la identidad individual y colectiva". La Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Centro de las Naciones Unidas por los Asentamientos Humanos (CNUAH) es de la opinión de que “un hábitat adecuado significa algo más que tener un techo para protegerse. Significa también disponer de un lugar con privacidad, espacio suficiente, 16.

(31) Capítulo I. accesibilidad física, seguridad adecuada, seguridad de tenencia, estabilidad y durabilidad estructural, iluminación, calefacción y ventilación adecuados, una infraestructura básica que incluya abastecimientos de agua, saneamiento y eliminación de desechos, factores apropiados de calidad de medio ambiente y relacionados con la salud, y un emplazamiento adecuado y con acceso a fuentes de trabajo y a los servicios básicos, todo ello a un costo razonable”. Este concepto es mucho más preciso y refiere cualidades particulares que deben caracterizar a un hábitat adecuado, las que pueden servir de base para construir los indicadores que permitan evaluarlo. En la metodología para elaborar el Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano en Cuba se define el hábitat como “el uso predominante de forma general para todas las ciudades, conformado por las edificaciones sociales (prestan servicio primario y diario a la población) y residenciales, articulado por las redes infraestructurales, todo estrechamente vinculado a las áreas verdes, espacios públicos, y el mobiliario urbano que son el complemento para la habitabilidad y funcionabilidad de la ciudad, su historia forma parte importante y considerable de la misma, interrelacionándose en un contexto medio ambiental saludable.” Como se ha visto, en todas las definiciones hay aspectos comunes que permiten considerar que el hábitat es, en gran medida, decisivo para el desempeño del ser humano; dado que es el espacio en el que transita su cotidianidad y está a su vez, constituido por todos aquellos elementos del entorno físico que permiten o no su desarrollo. La vivienda y el espacio urbano son dos aspectos centrales del hábitat humano y tributan a la calidad de vida de las personas y a su grado de inclusión social, por ser los lugares donde estas se desarrollan y crecen física y espiritualmente, a la vez que establecen relaciones sociales con los demás individuos que lo integran. Se hace necesario entonces, conocer bien el término hábitat asociado a los seres humanos, para poder entender la necesidad de caracterizar el entorno donde. 17.

(32) Capítulo I. conviven las personas y poder, de esta manera, ejecutar las acciones que mejoren su hábitat y calidad de vida. En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2009), aparece el concepto de hábitat humano como "el producto de un proceso de conformación en el cual los seres humanos intervienen directa y activamente, es un fenómeno transversal e indisociable a la existencia humana, expresado en la posibilidad de construir, generar y crear ambientes particulares y distintivos”. Esta definición fundamenta la concepción del ser humano como un habitante. Los autores Flores y Rioja (2008, p.1) plantean que “los seres humanos habitamos en la tierra, en una sociedad, compuesta por estructuras específicamente construidas para el desarrollo de nuestras actividades diarias. La mayoría de las cuales, tienen lugar en nuestra vivienda, considerada necesidad básica para cualquier ser humano”. Tradicionalmente se ha percibido el problema del hábitat humano, centrado en los aspectos físicos más evidentes como los sistemas constructivos, el diseño desde el punto de vista habitacional o el diseño urbano, pero en los últimos tiempos, en el mundo, se ha ido produciendo un cambio en la forma de comprender el problema del hábitat humano y se está ampliando la percepción sobre el mismo, lo que permite un pensamiento integral y complejo capaz de comprender la diversidad de los aspectos que lo componen. Todos estos aspectos interactúan entre sí, pues las tecnologías constructivas tienen que relacionarse con el diseño habitacional y este con el barrio y a su vez con la ciudad y, más aún, cada uno de ellos se relacionan con otros aspectos como el productivo, el económico, el social, el ambiental, el cultural y el histórico. De ahí que muchos autores entiendan el hábitat humano desde una visión estructural, dada la relación existente entre distintas dimensiones de lo físico construido: objeto vivienda, asentamiento, comuna, pueblo, micro región, contexto, etc. En el Primer Simposio Regional sobre Vivienda Saludable y Desastres, realizado el 29 de abril del 2009 se expresa que “el hábitat humano es un sistema de 18.

(33) Capítulo I. condiciones de vida a lograr, materiales, ambientales y espirituales, que propician y determinan la convivencia saludable, en bienestar y comunidad a los miembros de la especie, así como su perfeccionamiento, multiplicación y perdurabilidad como ser social”. González et al. (2011, p.4) citan a Figueroa (2007) quien refiere que “el hábitat humano es mucho más que un techo, es un sistema de condiciones de vida materiales y espirituales, bióticas y abióticas, que envuelven, propician y determinan la existencia y convivencia saludable, en bienestar y en comunidad, de todos los miembros de la especie, al igual que su perfeccionamiento, multiplicación y perdurabilidad como ser social, tanto individual como colectivamente. Por tanto, el hábitat requiere de un enfoque más integral, de manera que se asume como calidad integral del hábitat su aptitud para propiciar una mejor calidad de vida para aquellos que lo disfrutan”. La autora de esta investigación se afilia a la definición de hábitat humano dada por Figueroa (2007), toda vez que lo designa como un sistema integral que trasciende las simples viviendas de las personas propiciando una mejor calidad de vida, y para cumplir con esta condición es necesaria una eficiente gestión por parte de los gobiernos que garantice el desarrollo local y humano con principios sustentables. Muchos investigadores identifican habitabilidad con hábitat porque no ven la habitabilidad solo vinculada al tema de la vivienda, plantean que es necesario hacer referencia a la satisfacción de las personas en un escenario o grupo de escenarios. Zulaica et al. (2008, p. 3) citan a Moreno, (2002) quien entiende la habitabilidad como “una meta de bienestar que involucra, además del hecho físico de la vivienda, el ambiente sociocultural y el entorno” a la vez que Ortiz y Doménech (2004) la definen como “la capacidad de los espacios construidos para satisfacer las necesidades objetivas y subjetivas de los individuos y grupos”, es decir, involucra las esferas social y psicológica que son las cualidades que permiten un sano desarrollo, físico, psicológico y social de la persona. 19.

(34) Capítulo I. En el Programa de las Naciones Unidad sobre Asentamientos Humanos (UNHÁBITAT), al que Cuba se encuentra adscrita, se señala que la habitabilidad se vincula a las características y cualidades del espacio, entorno social y medio ambiente que contribuyen singularmente a dar a la gente una sensación de bienestar personal y colectivo e infunden la satisfacción de residir en un asentamiento determinado; de ahí que las aspiraciones a la habitabilidad varían de un lugar a otro, cambian y evolucionan en el tiempo y difieren según las poblaciones que integran las comunidades. El logro de condiciones adecuadas de habitabilidad que garanticen la necesaria calidad de vida de la población es en la actualidad uno de los retos más difíciles y complejos a que se enfrentan los asentamientos poblacionales. El estudio realizado confirma que el concepto hábitat humano ha ido evolucionando en su concepción a medida que ha pasado el tiempo. Los diversos autores y organismos han introducido aspectos que sitúan al individuo como factor decisivo en su definición y en la actualidad no solo basta con citar el hábitat como el entorno en que se desarrollan los seres humanos, sino como el espacio integrado y coherente que garantiza una mejor calidad de vida de los mismos en su relación con el medio natural y construido. 1.2.1. La influencia de la precariedad del hábitat y el déficit habitacional en la calidad de vida del ser humano. La vivienda es el escenario más importante dónde se desarrolla el ser humano, de ahí la importancia que tiene la misma en la calidad de vida de los individuos. En la Metodología Déficit de Vivienda, elaborada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Bogotá (2009, p.9) se concibe que “la vivienda en un sentido amplio se entiende como un bien complejo que satisface un amplio conjunto de necesidades, le corresponde garantizar la protección y abrigo frente al medio físico y social, la separación y aislamiento para lograr la privacidad de la familia y cumplir con funciones básicas para la sobrevivencia y la perpetuación de la especie como la preparación y consumo de alimentos, el aseo personal, el reposo, la recreación, la procreación y la crianza”. Sin embargo 20.

(35) Capítulo I. gran parte de la población mundial habita en alojamientos que no cumplen los requisitos básicos como el acceso a un servicio adecuado de agua potable o contar con conexión a la red de alcantarillado, etc. Carecer de estos elementos que forman parte de la vivienda, así como el hecho de encontrarse en mal estado, trae afectaciones a la salud de los seres humanos que habitan en la misma. La insalubridad, además de ser una consecuencia y reflejo de la pobreza, provoca múltiples problemas de salud, entre ellos el dengue, el paludismo, la tuberculosis, las infecciones respiratorias agudas, las alergias, los accidentes domésticos, las adicciones y hasta la violencia; todo ello refuerza la importancia del hábitat en el logro de una calidad de vida digna, por sus múltiples efectos tanto personales como sociales. La Organización Mundial de la Salud define a la salud como un estado de completo bienestar que contempla lo físico, mental y social, y no sólo a la ausencia de enfermedades o lesiones (OMS, 2000). La Organización Panamericana de la Salud, en lo adelante OPS, lanza la Iniciativa Regional de Vivienda Saludable en 1994, creándose en 1995 la Red Interamericana de Vivienda Saludable. Según esta organización “se entendería por vivienda saludable a una vivienda adecuada que brinde protección contra lesiones evitables, envenenamientos y exposiciones térmicas y de otro tipo que puedan contribuir a generar enfermedades o padecimientos crónicos. Una vivienda adecuada ayuda al desarrollo social y psicológico de las personas y minimiza las tensiones psicológicas y sociales relacionadas con el ambiente de la vivienda. Además, provee acceso a los centros de trabajo, de educación, a los servicios necesarios y a los lugares de diversión que fomentan un buen estado de salud. Por el uso que dan los moradores a su vivienda se maximiza su impacto positivo sobre la salud” (Instituto Nacional de Higiene, Epidermiología y Microbiología, 2000, p.13). La Red pretende asumir la vivienda como espacio preferencial de concertación y construcción de la salud humana. Esta iniciativa. 21.

(36) Capítulo I. ve la importancia que tiene la vivienda en la salud de las personas que la habitan, factor indispensable para lograr la calidad de vida. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL en lo adelante), a través del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), ha diseñado varias metodologías con el fin de identificar y localizar el déficit habitacional en los diferentes países de América Latina. Estos estudios contemplan el déficit cuantitativo que no es más que los requerimientos por nuevas viviendas y el déficit cualitativo, por vivienda recuperable o mejorable. Para la Organización de Naciones Unidas, ha sido de gran preocupación el tema de la calidad de vida y de las necesidades habitacionales; por tal razón también han desarrollado metodologías para medir no sólo el déficit convencional, sino que han involucrado los problemas del entorno con el fin de obtener una medida integral del déficit de vivienda. Al respecto, el artículo “Investigación sobre desarrollo humano”, (2004) citado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Bogotá (2009, p.12), afirma que “las mediciones convencionales, cualitativas y cuantitativas dan cuenta de los aspectos físicos de la vivienda, pero no informan nada sobre los aspectos más centrados en derechos y en aspectos tangibles e intangibles no suministrados por las encuestas de hogares y de calidad de vida”. La autora de la presente investigación considera que es necesario tener en cuenta tres factores declarados por la Organización de Naciones Unidas para determinar hasta qué punto las necesidades habitacionales de la población están satisfechas: el déficit cuantitativo, que estima en qué medida la cantidad de viviendas existentes son suficientes para albergar la totalidad de la población de un país; el déficit cualitativo, que se refiere a las viviendas que no cumplen con estándares mínimos de calidad y por ende, no ofrecen una calidad de vida adecuada a sus moradores y por último, los problemas del entorno que incluyen espacio, localización, infraestructura de servicio, ámbitos de participación, comunicación, y seguridad, entre otros.. 22.

(37) Capítulo I. Según el propio Figueroa (2007) “un entorno de calidad debe ser seguro tanto ambiental, social, económica y urbanísticamente, confortable y equipado (infraestructura. y. servicios. culturalmente. enriquecedor,. urbanos. básicos),. ecológicamente. estéticamente responsable,. auténtico, incluyente,. participativo, capaz de propiciar el bienestar y el desarrollo integral de toda la comunidad, también debe ser gobernable, conservable y con potencial renovador”. En los países en desarrollo, la falta de acceso a la vivienda para un gran número de habitantes constituye un derecho aún postergado y de resolución compleja. El déficit de esta en América Latina supera los cincuenta millones de unidades, con unos 400 millones de personas residiendo en asentamientos precarios. El 60 % de los hogares en la región presenta importantes carencias: espacios reducidos e insalubridad, materiales peligrosos, tráfico y ruido, contaminación del aire, tóxicos, migraciones y estrés psicosocial (Barceló, 2007). Es evidente la importancia que tiene la vivienda para la calidad de vida de los seres humanos, pues es ahí donde el hombre realiza gran parte de sus actividades, y esta le proporciona la seguridad básica indispensable. Por tal motivo el déficit cuantitativo y cualitativo y los problemas del entorno que rodean la vivienda, son factores determinantes que afectan los resultados sociales. 1.3.. Los indicadores. Principales características y utilidad.. Los indicadores han sido definidos por varios autores e instituciones y constituyen un instrumento imprescindible para el trabajo de cualquier entidad. Horn (1993, p. 147) cita a Bauer (1966) quien plantea que “los indicadores sociales (...) son estadísticas, serie estadística o cualquier forma de indicación que nos facilita estudiar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos con respecto a determinados objetivos y metas, así como evaluar programas específicos y determinar su impacto”. Otros autores definen que “un indicador es una señal. Es una herramienta para simplificar, medir y comunicar información; un indicador permite representar un conjunto de datos en el tiempo y así visualizar los cambios generados por el 23.

(38) Capítulo I. comportamiento de las personas y de los sistemas productivos”. (Wautiez y Reyes, 2001) Mondragón (2002, p.52) cita a la Organización de las Naciones Unidas (1999) para quien los indicadores son “herramientas para clarificar y definir, de forma más precisa, objetivos e impactos (...) son medidas verificables de cambio o resultado (...) diseñadas para contar con un estándar contra el cual evaluar, estimar o demostrar el progreso (...) con respecto a metas establecidas, facilitan el reparto de insumos, produciendo (...) productos y alcanzando objetivos”. Los indicadores no son números abstractos, son variables que simplifican información relevante y hacen comprensibles ciertas áreas de interés; son medidas que resumen información sobre temas particulares y apuntan a problemas específicos y por sobre todo, el propósito de los indicadores es evaluar las condiciones y tendencias con relación a los objetivos y metas trazadas e indicar si los objetivos han sido cumplidos o tienen posibilidad de lograrse. Los buenos indicadores permiten que los responsables de formular políticas se anticipen a las tendencias futuras; otorgan información de advertencia temprana, miden los impactos de las políticas, identifican temas, problemas prioritarios y permiten la comparación de lugares y situaciones en un momento determinado y a lo largo del tiempo. Las características fundamentales que deben tener los indicadores son: ·. Estar inscritos en un marco teórico o conceptual, que le permita asociarse firmemente con el evento al que el investigador pretende dar forma.. ·. Ser específicos, es decir, estar vinculados con los fenómenos económicos, sociales, culturales o de otra naturaleza sobre los que se pretende actuar.. ·. Ser explícitos, de tal forma que su nombre sea suficiente para entender si se trata de un valor absoluto o relativo, de una tasa, una razón, un índice, etc.. 24.

(39) Capítulo I. ·. Estar disponibles para varios años, con el fin de que se pueda observar el comportamiento del fenómeno a través del tiempo, así como para diferentes regiones y/o unidades administrativas.. ·. Deben ser relevantes y oportunos para la aplicación de políticas, describiendo la situación prevaleciente en los diferentes sectores de gobierno, permitiendo establecer metas y convertirlas en acciones.. ·. Ser claros, de fácil comprensión para los miembros de la comunidad.. ·. Que la recolección de la información permita construir el mismo indicador de la misma manera y bajo condiciones similares, año tras año, de modo que las comparaciones sean válidas.. ·. Técnicamente deben ser sólidos, es decir, válidos, confiables y comparables, así como factibles.. ·. Ser sensibles a cambios en el fenómeno, tanto para mejorar como para empeorar.. ·. Si bien su selección no debe depender de la disponibilidad de información proveniente de encuestas, censos y/o registros administrativos, sino de los objetivos fijados en los programas y proyectos de gobierno (dentro de los cuales se inscriben), es importante considerar el costo-beneficio del tiempo y los recursos necesarios para su construcción, por lo que, de preferencia, deben ser medibles a partir del acervo de datos disponibles (Mondragón, 2002).. Estas características están presentes en los indicadores seleccionados por la investigación. Los indicadores son elementales para evaluar, predecir tendencias y dar seguimiento a la situación de un país, un estado o una localidad en lo referente a su economía, sociedad, desarrollo humano, etc., así como para valorar el desempeño institucional encaminado a lograr las metas y objetivos fijados en cada uno de los ámbitos de acción de los programas de gobierno. Desde mediados del siglo pasado, la Organización de las Naciones Unidas se dio a la tarea de fomentar la generación de estadísticas e indicadores de utilidad 25.

(40) Capítulo I. para medir el nivel de vida de la población y la situación económica de los países. Poco a poco, en cada nación, se ha ido conformando una infraestructura estadística que ha permitido la descripción, comparación y evaluación de su situación con respecto al resto del mundo. Los diversos organismos internacionales, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Instituto de Recursos Mundiales (IRM), se han enfocado a obtener, de forma permanente, un grupo de indicadores comunes para la mayoría de los países que les permitan evaluar su situación demográfica, social, económica y del medio ambiente con respecto a determinados objetivos y metas de carácter internacional; así mismo, difunden diversos informes y reportes con sus evaluaciones y la evolución de los países y el mundo en su conjunto, en diversos tópicos. La Comisión de Estadística de las Naciones Unidas (integrada por un grupo de expertos, representantes de las oficinas de estadística de varios países) fue formada para que definiera los indicadores que servirían para realizar el seguimiento de los compromisos que los países asumieron en las cumbres mundiales. Este trabajo ha permitido, por una parte, tener un listado básico de indicadores ligados a las metas de las cumbres y, por otra, llevar a cabo una evaluación del nivel de madurez que, en materia estadística, han alcanzado las naciones. Las áreas en las que se han logrado importantes avances en la identificación de indicadores internacionales son demografía, economía, pobreza, educación, salud, nutrición, trabajo y empleo; algunos temas están aún en proceso de maduración (como los de medioambiente) y otros han presentado problemas (por ejemplo, los derechos humanos y el buen gobierno). Los indicadores locales pueden ser poderosos instrumentos que guíen la acción comunitaria hacia los objetivos y metas trazadas, ya que hacen visibles conexiones no sospechadas entre distintos elementos de la realidad, al tiempo 26.

(41) Capítulo I. que promueven cambios de actitud y hábitos. Los mismos deben orientar en el camino hacia la sustentabilidad y encauzar las acciones y esfuerzos de la comunidad, de sus líderes y de los gobiernos locales. Deben ayudar a mejorar las capacidades analíticas sobre las tendencias pasadas y la realidad actual, y apoyar el esfuerzo de las comunidades por una calidad de vida y un progreso genuino. Los indicadores no deben sólo monitorear el progreso, deben ayudar a que este ocurra. En ocasiones los indicadores se tornan demasiados y muy complejos, es por esto que es necesario optar por desarrollar indicadores más simples o elementales pero que puedan ofrecer una visión adecuada de la materia, así como limitar el número de indicadores, de tal manera que sean claros y directos. Un buen sistema de indicadores muestra objetivamente el estado y dinámica de una ciudad o territorio a la vez que evidencia la verdadera situación y dirección de las políticas urbanas y territoriales. Para lograr desde el hábitat humano una mejor calidad de vida, intervienen muchos factores, ambientales, sociales, económicos, políticos, tecnológicos, culturales, psicológicos, de infraestructura, etc., por lo que se hace necesario un sistema de indicadores que los englobe a todos o a los más importantes según el criterio de los especialistas en el trabajo con estos, para facilitar la gestión de los gobiernos locales hacia el logro de la misma. Dentro de los factores vistos anteriormente que intervienen en el hábitat humano, se encuentran una serie de indicadores tales como: el hacinamiento, las viviendas inadecuadas, el abastecimiento de agua, la carencia o inconveniencias de servicios sanitarios para el desecho de excretas, la contaminación del agua y el aire, el acceso al agua, consultorios médicos, comunicaciones, movilidad urbana, modo de trasporte, tasa de crimen, etc. Para la presente investigación fueron incluidos algunos de los indicadores de hábitat que aparecen en la bibliografía consultada como los que más repercuten en la calidad del mismo y en la calidad de vida de las personas. También se tuvieron en cuenta otros, derivados de la práctica institucional a nivel nacional. 27.

(42) Capítulo I. En el mundo existen un sinnúmero de indicadores que inciden en el hábitat humano, de ahí la necesidad del estudio de los más utilizados en Cuba para seleccionar los que no pueden faltar dentro del sistema de indicadores que se proponga, para su posterior empleo por parte de los gobiernos locales en cada una de las municipalidades del país, adaptando el sistema a sus características particulares. 1.4.. Desarrollo local y gestión.. El desarrollo local surge fundamentalmente en Europa como respuesta a las crisis macroeconómicas. Es una estrategia diseñada para mejorar el nivel de vida económico y social de las personas. En el curso de la última década en América Latina y el Caribe, la agenda urbana ha evolucionado en estrecha relación con acontecimientos de carácter global. Hoy, los temas urbanos y el desarrollo local se abordan de una manera muy distinta a como se hacía en los años setenta y ochenta cuando las regiones y las ciudades se analizaban dentro del contexto de los cambios a nivel nacional. El concepto de desarrollo local, gestión local o gobernabilidad local, ha cobrado fuerza en las dos últimas décadas. La necesidad de descentralización de muchos procesos sociales y económicos ha puesto en evidencia el papel de las comunidades y de las formas de organización político-administrativas como los municipios y otras instancias, en la gerencia de sus procesos económicos y sociales. Durante la primera mitad de los años noventa, los países de América Latina y el Caribe se dieron a la tarea de revisar los análisis y diagnósticos que habían predominado en el campo urbano y habitacional, básicamente de acuerdo con requerimientos internos. El proceso preparatorio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II) celebrada en Estambul en 1996, ofreció la oportunidad de revisar los particulares rasgos que presentaba el panorama regional de los asentamientos humanos en ese período, e intercambiar experiencias sobre las formas más convenientes de encarar los desafíos futuros 28.

(43) Capítulo I. en materia de políticas y gestión de ciudades y territorios desde una perspectiva más amplia. Además, en los años noventa se han fortalecido procesos de descentralización y desconcentración dentro de cada país. La descentralización de la acción pública ha propiciado una mayor participación ciudadana y nuevas formas de gobierno y financiación local, lo que se ha traducido en la necesidad de articular las demandas de la ciudadanía y afianzar la gobernabilidad tanto nacional como local. Las nuevas prioridades que emergen a comienzo de los años noventa con relación al manejo de territorios y ciudades, condujeron a los países de la región a elaborar y aprobar, en el año 1995, el Plan de Acción Regional de América Latina y el Caribe sobre Asentamientos Humanos. Este fue presentado al año siguiente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II) como la primera iniciativa regional en esta materia, con respecto al resto del mundo. Esta agenda no sólo ha sido un instrumento útil para la concertación regional en materias urbanas y habitacionales, sino, además, ha servido como una instancia dinámica capaz de incorporar a las políticas los nuevos desafíos urbanos y habitacionales. Por medio de dos proyectos financiados por el Gobierno de Italia, la CEPAL ha contribuido en los últimos años al desarrollo urbano sostenible en la región. A partir del proyecto “Gestión Urbana en Ciudades Intermedias de América Latina y el Caribe” (GUCI), que se realizó entre 1994 y 1998, y el proyecto “Estrategias e instrumentos de gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe” (en lo adelante GUDS), iniciado en 1999, la CEPAL ha procurado apoyar la gestión de los municipios en el marco de dos procesos que inciden directamente sobre sus posibilidades: la descentralización y la globalización. Este último proyecto abordó tres áreas de especial interés para los asentamientos humanos de la región: la gestión de los servicios urbanos, el mejoramiento de la calidad de vida, especialmente en los hogares de bajos. 29.

(44) Capítulo I. ingresos, y la rehabilitación de las áreas centrales de las ciudades como estrategia de desarrollo de las economías locales. El desarrollo con un enfoque local abarca una política global que incluye aspectos de descentralización administrativa, organización de la población, ordenación del territorio y dotación de infraestructuras y servicios, etc. Según Delgado y Salcedo (2004) “si podemos generar un desarrollo auto dependiente la sociedad será el reflejo de los procesos individuales y colectivos con capacidad para potenciarse entre sí, con transformaciones que van de abajo hacia arriba en contra de la dependencia, generando identidades, resultados efectivos y mejoras a la realidad social: un nuevo orden potenciador de la participación de los grupos e individuos. Una nueva dinámica que permita tener en cuenta las particularidades locales y los procesos externos que dé al Estado la potestad de generar procesos y espacios adecuados en este sentido”. Una adecuada gestión local favorece el desarrollo de las municipalidades en todas las esferas. Es necesario que este desarrollo local se lleve a cabo con una política y principios de sustentabilidad, este término lleva implícita la preocupación por una mejor calidad de vida. El desarrollo sustentable no abarca sólo la perspectiva ecológica sino que engloba todos los factores que intervienen para que una sociedad pueda desarrollarse. de. una. forma. adecuada.. D’Angel. (2004,. p.52). define. sustentabilidad como “aquel proceso de carácter endógeno por medio del cual una comunidad toma -o recupera- el control de los procesos que la determinan o afectan”. El concepto enfatiza el sentido de autogestión. Es sugerente este tratamiento del asunto, máxime con la nueva política económica que lleva a cabo el país, aunque “es obvio que no puede existir desarrollo sustentable de la parte (comunidad) sin su articulación con el todo (país)”. (D’Angel 2004, p.52). Según Vázquez (2009, p.56) “la producción local descentralizada y sostenible no cancela la presencia estatal, sino la complementa. No sustituye al Estado en su intervención de gran escala, sino la acompaña y no pretende resolver todo el déficit de recursos, sino estimular y movilizar los enormes potenciales locales, 30.

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