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Monografia - El Mito de La Caverna

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ALUMNA: MADELEYNE E. REQUE VIGO ALUMNA: MADELEYNE E. REQUE VIGO

CURSO: FILOSOFIA CURSO: FILOSOFIA PROFESOR: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX PROFESOR: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX CICLO: I CICLO CICLO: I CICLO ESCUELA: PSICOLOGIA ESCUELA: PSICOLOGIA CHICLAYO - 2014 CHICLAYO - 2014

2014

2014

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DEDICATORIA

DEDICATORIA

Quiero dedicarle este trabajo Quiero dedicarle este trabajo  A Dios que me ha dado la v

 A Dios que me ha dado la vida y fortalezaida y fortaleza para terminar esta monografía,

para terminar esta monografía,  A mis Padres por estar ahí cuan

 A mis Padres por estar ahí cuando más los necesité; endo más los necesité; en especial a mi madre por

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AGRADECIMIENTO

 A nuestro docente, por brindarnos su guía y sabiduría en el desarrollo de este

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INDICE

PORTADA 01 DEDICATORIA 02  AGRADECIMIENTO 03 INDICE 04 INTRODUCCION 05

CAPITULO I: El Mito de la Caverna - Platon

1.1. Alegoría de la Caverna 08

1.2. Descripción 08

1.3. Idea Principal 10

1.4. Resumen 10

1.5. Comentario Crítico 11

CAPITULO II: Símbolos del mito de la Caverna

2.1. Dimensión Antropológica 17

2.2. Dimensión Ontológica y epistemológica 18

2.3. Dimensión Moral y política del mito 19

CAPITULO III: Interpretación Esotérica y Exotérica

3.1. Interpretación Esotérica 21

3.2. Interpretación Exotérica 25

CONCLUSIONES 26

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INTRODUCCION

La alegoría de la caverna pretende poner de manifiesto el estado en que, con respecto a la educación o falta de ella, se halla nuestra naturaleza, es decir, el estado en que se halla la mayoría de los hombres con relación al conocimiento de la verdad o a la ignorancia. Así, los prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, esclava y prisionera de su ignorancia e inconsciente de ella, aferrada a las costumbres, opiniones, prejuicios y falsas creencias de siempre. Estos prisioneros, al igual que la mayoría de los hombres, creen que saben y se sienten felices en su ignorancia, pero viven en el error, y toman por real y verdadero lo que no son sino simples sombras de objetos fabricados y ecos de voces.

Este aspecto del mito sirve a Platón para ejemplificar, mediante un lenguaje plagado de metáforas, la distinción entre mundo sensible y mundo inteligible (dualismo ontológico), y la distinción entre opinión y saber (dualismo epistemológico). La función principal del mito es, no obstante, exponer el proceso que debe seguir la educación del filósofo gobernante, tema central del libro VII.

Este proceso está representado por el recorrido del prisionero liberado desde el interior de la caverna hasta el mundo exterior, y culmina con la visión del sol. El mito da a entender que la educación es un proceso largo y costoso, plagado de obstáculos y, por tanto, no accesible a cualquiera. El prisionero liberado debe abandonar poco a poco sus viejas y falsas creencias, los prejuicios ligados a la costumbre; debe romper con su anterior vida, cómoda y confortable, pero basada en el engaño; ha de superar miedos y dificultades para ser capaz de comprender la nueva realidad que tiene ante sus ojos, más verdadera y auténtica que la anterior. De ahí que el prisionero deba ser “obligado”, “forzado”, “arrastrado”, por una “áspera y escarpada subida”, y acostumbrarse poco a poco a la luz de fuera, hasta alcanzar el conocimiento de lo auténticamente real, lo eterno, inmaterial e inmutable: las Ideas. Pero no acaba aquí la tarea del filósofo: una vez formado en el conocimiento de la verdad, deberá “descender nuevamente a la caverna” y, aunque al principio se muestre

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torpe y necesite también un período de adaptación, deberá ocuparse de los asuntos humanos, los propios del mundo sensible (la política, la organización del Estado, los tribunales de justicia, etc.).

Es muy importante relacionar este mito con los conocimientos generales sobre la filosofía de Platón, en especial con la teoría de las Ideas, la distinción entre conocimiento y opinión, etc., y poner especial atención en interpretar correctamente las abundantes metáforas del mito (“la visión”, “las cadenas”, “las cosas del interior”, “las cosas de arriba”, “el sol”, etc.) traduciéndolas a los respectivos conceptos de la filosofía platónica.

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CAPITULO I

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1.1. ALEGORIA DE LA CAVERNA

La Alegoría de la caverna (también conocida por el nombre de Mito de la caverna, aunque está mucho más cerca de ser una alegoría que un mito)  es considerada la más célebre alegoría de la historia de la filosofía junto con la del carro alado. Su importancia se debe tanto a la utilidad de la narración para explicar los aspectos más importantes del pensamiento platónico como a la riqueza de sus sugerencias filosóficas. Se trata de una explicación metafórica,  realizada por el filósofo griego Platón al principio del VII libro de la República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. En ella Platón explica su teoría de cómo con conocimiento podemos captar la existencia de los dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos)  y el mundo inteligible (sólo alcanzable mediante el uso

exclusivo de la razón). En este diálogo

participan: Sócrates, Adimanto, Alcibíades, Aristófanes, Callicles, Glaucó n, Gorgias, Hippias, Pitágoras,Parménides, Teeteto, Trasímaco y Timeo de Locri.

1.2. DESCRIPCIÓN

Platón describió en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

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Recreación de parte del mito. Se observa cómo el prisionero sólo puede observar  proyecciones del mundo que son meras apariencias de las esencias.

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc. identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente "el Sol y lo que le es propio",5 metáfora que encarna la idea de Bien.

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para "liberar" a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero

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intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad, con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.

1.3.

IDEA PRINCIPAL

El mundo sensible. Los hombres se encontraban encadenados mirando las sombras proyectadas de las cosas en la pared de una cueva incapaces de volver la vista.

Del mismo modo nos encontramos en este mundo mirando las sombras de las ideas, incapaces de dirigirnos directamente a las ideas prescindiendo de todo lo sensible.

1.4.

RESUMEN

En el Libro VII de la República, Platón nos presenta el mito de la caverna. El mito de la caverna describe a unos hombres que desde niños fueron encadenados para vivir en el fondo de una cueva, dando sus espaldas a la entrada de la cueva. Atados de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto lo único que ven es la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera. Con la ayuda de un hombre superior uno de los hombres huye, el camino a la salida es difícil pero finalmente sale a la luz del día, la luz lo deslumbraba, le producía ceguera momentánea y dolor, esperó a que fuera de noche para irse acostumbrando a la tenue luz que reflejaba la luna, luego la luz del día al amanecer y, finalmente pudo adaptarse a la luz del sol. Entonces se dio cuenta, de que había vivido engañado toda su vida, con las imágenes reflejadas en el fondo de la cueva, regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior, le toman por

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loco y se resignan a creer en otra realidad, ellos solamente creen en la realidad de las sombras que se reflejan en el fondo de la caverna.

Platón a través del mito de la caverna nos intenta construir un modelo explicativo de la condición humana: Platón explica "el mundo de las ideas" y cómo se puede llegar a él, para comprobar que todo lo que veían solo era un reflejo de la verdadera realidad. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico de las apariencias, es decir el mundo sensible, en el mundo sensible captaríamos únicamente, las sombras de la verdadera y perfecta realidad, que esta en otro mundo, invisible a nuestra percepción sensible y dominado por el devenir. La escapada al exterior de la caverna simboliza la transición hacia el mundo real, el acceso de a un nivel superior de conocimiento, el acceso a este nivel de conocimiento viene acompañado por un camino difícil, conseguir llegar a este mundo real (verdad) es difícil ya que representa el paso de lo sensible a lo inteligible. El exterior es el mundo del pensamiento, el mundo de las Ideas; el fuego (hoguera) representa la Idea más perfecta, que es el bien, la cual tendrá primacía absoluta sobre todas las ideas. Los prisioneros simbolizan el alma prisionera en el mundo sensible y las cadenas, el cuerpo. El individuo que consigue escapar representa la figura del filósofo, que tiene la intuición de las Ideas, y cuya enseñanza del mundo superior es despreciada por los hombres. En el mito de la caverna Platón establece una concepción dualista, la realidad material o sensible es tan solo un mundo imperfecto, y efímero; y que el autentico ser, el mundo inteligible (de las ideas) es lo más valioso y perfecto, eterno e inmutable, solo y solo es captado por los filósofos.

1.5. COMENTARIO CRÍTICO

Es todo una imagen.

Las metáforas que se refieren al acto de ver deben ser traducidas y comprendidas como refiriéndose a las operaciones y objetos del conocimiento.

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El conocimiento es distinguir las distintas formas de conocer. Se trata también de distinguir la educación.

La educación no es un paso continuo y calmado, sino que comporta una violencia, momentos de perturbación y crisis.

En principio está hablando del estado inicial del alma desprovista de educación. Cuando se sale de la caverna es cuando se sale de la ignorancia. Luego la vuelta a la caverna y sus consecuencias. Dos tiempos

1º tiempo: estar en la caverna y salida 2º tiempo: vuelta a la caverna

Dentro de la caverna hay alturas diferentes:

Estado inicial

 estado de la ignorancia.

¿Qué encadena a los prisioneros? ¿Qué les mantiene en el astado pasivo y de patología de la ilusión?

Su propia ignorancia, sus pasiones, sus miedos, sus prejuicios. La ignorancia es una enfermedad y su consecuencia es nuestra común condición. La ignorancia es algo por lo que todo el mundo pasa de niños, pero no es algo natural, pues se puede salir de ella. (Algo natural es el comer, nadie puede pasar sin comer) Es un estadio propio del conjunto de la comunidad no de una persona aislada.

“La ciencia” de dentro de la caverna consiste en distinguir una sombra de otra y el saber cuando va a pasar cada forma. Prever la sombra a la que le toca pasar. A este estadio se la llama EIKASIA  = ilusión; creer que es real y no ser real. La Eikasia es el primer estadio del conocimiento.

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conocen las propiedades físicas ni químicas. Lo que molesta o produce miedo no se quiere. Las opiniones de los prisioneros están impregnadas por deseos, temores y necesidades. Es un conocimiento subjetivo pero común a todo el mundo. Todos accedemos a una visión deformada de la realidad.

Segundo estadio ¿Quiénes son los que manipulan los objetos

fabricados que dan lugar a las sombras?

Los objetos fabricados son copias de la realidad.

Quiénes proyectan las sombras son “farsantes prestigiosos” que saber que la realidad de los prisioneros es lo que ellos proyectan. En el diálogo de los sofistas Platón dice que persuaden a la gente de valores de pensar.

Todas aquellas personas que producen una interpretación de la realidad y es aceptada por la mayoría de los miembros de la sociedad. Esa interpretación la dan como la realidad. En toda sociedad hay una interpretación de la realidad y forma parte de nuestro comportamiento. Los objetos fabricados representan la realidad convencional, interpretada, evaluada por algunos se puede establecer una manipulación.

Los prisioneros no se pueden ver a sí mismos con lo que no pueden alcanzar la realidad. Viven en un mundo de apariencias. La imagen de las cosas y si mismo, es falsa y además esta transguiversada. Juzgan real lo que pueden percibir, y lo que es pensado y no percibido les parece irreal. Confunden los efectos y las causas, lo múltiple p or lo uno y los fantasmas por la realidad. Lo que intenta explicar es cómo influye la educación, cuáles son los efectos de la educación.

Hay una salida, pero antes de llegar pude haber recaídas, uno se puede quedar en e primero o segundo estadio. Para evitarlo alguien tiene que obligar al prisionero. La educación es un reencuentro, con algo

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aprendido que en el momento de nacer se ha olvidado. El educador tiene que arrasar con las creencias, prejuicios del alumno. Se tiene que producir una “conversión” porque la educación es una violencia. Tiene que impedir que vuelva a sus prejuicios y le obligue a ir hacia delante. En un momento el educador deja su labor de obligar y la persona sigue su camino sola que piense por sí mismo. Esta es la última etapa. El prisionero siempre esta tentado de pararse y volver a tras porque el mundo de sombras es sólido y conocido. Por eso es necesario que alguien le tire, le dé fuerza.

El educador no es solo un pedagogo, es un entusiasta debe tener un “terrible eros” para enseñar, ya que la educación es un reencuentro/choque con la realidad del discurso. Un discurso que al principio es diferente e incompresible, por eso hay el peligro de no querer continuar. Esa educación, la primera etapa, no es una etapa de calma y tranquilidad. Si nos quedamos solo en eso nos quedamos en un conocimiento empírico, que se da en la caverna, y si uno se queda ahí sin hacer ningún esfuerzo uno se queda sin conocer la realidad. Pero si no pasas por la primera etapa te quedas sin saber que es lo demás. Al saber esto puedes volver a tras o puedes continuar hacia delante, no puede paralizarse comprendiendo la insuficiencia de lo que él creía y quedar incapacitado de sustituirlo. Uno no se tiene que quedar en la etapa de los objetos fabricados que son diferentes según las épocas y la sociedad, la sociedad es algo convencional, esto no dignifica que todo sea arbitrario porque hay cosas menos justas que otr as, hay valores más nobles. La diferencia está en quien tiene el poder, y quien tiene el saber. La convención es el conocimiento de la PISTIS  (objetos fabricados y quien los lleva). La pistis es el mundo empírico de las cosas, manejo de las cosas y el prisionero no debe pararse ahí, debe continuar, el manejo empírico no le permite responder qué son las cosas. Sabe cómo funcionan, para qué sirve, pero no saben que son.

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Como hay peligro en confundirlos objetos fabricados con la realidad, hay que volverse al fuego mismo sentir dolor y discernir lo que hay dentro, salir afuera, y a vez en el exterior será capaz de conocer la realidad. Saber que hay una causa única y necesaria y distinguir las “causas auxiliares”. Hay que forzar al prisionero de la caverna.

Cuando saga podrá alcanzar el sol por si mismo, verá los inteligibles mismos. Y por ello legara al conocimiento. Esto significa que lo bueno y a que fuente de dicha educación produce un cambio radical, cambia toda tu vida, tu actitud, tu forma de vivir, no solo que sabes más.

El cambio se da de dos maneras. No es lo mismo de la sombra a la luz que de luz a la sombra. En ambos casos hay una conmoción se toma conciencia de ser diferente el que ha salido se ve diferente al prisionero y el que entra a la caverna se ve diferente.

Cuando vuelve a entrar el que ha salido corre el riesgo de parecer algo ridículo.

Platón intenta explicar la inexperiencia de los filósofos al intervenir en la vida cotidiana. Los intenta disculpar. Se trata de ver que la vida reclama que haya un conocimiento de la verdad para resolver problemas. Quien conoce la verdad debe volver a la caverna.

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CAPITULO I

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2.1. DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA

SÍMBOLOS DEL MITO

INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

Prisioneros El hombre en la medida en que vive inserto en el mundo sensible y sus valores

Conocimiento de sí mismos como siendo

meras sombras

Identificación de la realidad humana con el cuerpo

Liberación del prisionero

Liberación del hombre y descubrimiento del mundo verdadero

(Mundo de las Ideas) El cautivo pierde las

cadenas, reconoce los objetos en la caverna, sube al mundo exterior y

reconoce los objetos del mundo exterior

El filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las limitaciones y ataduras del cuerpo y del mundo sensible y asciende al mundo de las Ideas; práctica

de la dialéctica o filosofía

Conocimiento de sí mismo en el mundo

exterior

Tras el ejercicio de la filosofía, identificación de la realidad humana con el alma

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2.2. DIMENSIÓN ONTOLÓGICA Y EPISTEMOLÓGICA

SÍMBOLOS DEL MITO

INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

TIPO DE REA LIDAD  TIPO DE REAL IDAD  TIPO DE SAB ER 

MUNDO

SUBTERRÁNEO 

MUNDO QUE SE DA A LOS

SENTIDOS (o m und o sensib le)  OPINIÓN  Las sombras en el fondo

de la caverna

Las sombras y los reflejos de los

objetos Conjetura

Los objetos de la caverna Los objetos naturales y artificiales

Creencia

La luz del fuego El sol

MUNDO EXTERIOR  MUNDO INTELIGIBL E O

MUNDO DE LAS IDEAS  CIENCIA

Las sombras y reflejos en el agua de las cosas

exteriores

Las ideas matemáticas Pensamiento

discursivo Las cosas exteriores

mismas y, por la noche, la luna y los objetos

celestes

Las Ideas superiores

Inteligencia

el sol mismo la Idea de Bien

Conocimiento como subida al mundo exterior

Conocimiento o ciencia estricta o filosofía como “

ascensión al ser 

” (al mundo de las Ideas)

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2.3. DIMENSIÓN MORAL Y POLÍTICA DEL MITO

SÍMBOLOS DEL MITO

INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

Necesidad en el proceso de liberación del prisionero (por eso Platón emplea con frecuencia expresiones

del tipo “si le forzáramos”, “si a la fuerza se le arrastrara”)

 El destino del hombre no es el mundo físico

sino el mundo absoluto y divino de las Ideas, por lo que es necesaria la dialéctica o filosofía para el cumplimiento de dicho destino;

 Legitimidad del autoritarismo ilustrado

platónico

El prisionero liberado baja de nuevo al mundo

de la caverna

El filósofo no puede limitarse a la mera

contemplación de las ideas; tiene la obligación moral de volver su mirada hacia el mundo y ayudar a la

liberación de las demás personas El prisionero liberado que

es perseguido y asesinado por sus

compañeros

El proceso y muerte de Sócrates y de todos aquellos que insisten en mostrar la verdad a los

hombres Comprensión del papel

que tiene el sol en la vida, realidad y gobierno

de las cosas

Comprensión del papel que tiene la Idea del Bien como el principio que crea, da inteligibilidad a la

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CAPITULO III

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3.1.

INTERPRETACIÓN ESOTÉRICA

La interpretación de la Alegoría de la caverna hay que buscarla muy al final del libro VI y en el libro VII de la República de Platón, una interpretación que es puramente epistemológica, no en vano comienza la historia con estas palabras:

-Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o falta de ella, se encuentra nuestra naturaleza.

Pero bajo su sentido epistemológico esconde connotaciones propias de la metafísica platónica, así como de su política dado que la República es un tratado político.

La metafísica subyacente en la alegoría

Nada más terminar la narración del mito nos cuenta Platón, por boca de Sócrates, qué representa cada una de las imágenes que se exponen en él. Corresponde a las sombras y a los hombres que las producen el mundo que percibimos por los sentidos o mundo sensible; y la hoguera al Sol que todo lo ilumina y nos permite ver. La ascensión al exterior de la cueva figura el ascenso al mundo inteligible,  mundo en el que se encuentra la idea de Bien representada por el Sol.

 Ambos mundos son reales, pero el inteligible posee más entidad siendo fundamento de todo lo sensible. Pertenecen a este mundo las esencias o ideas y, de entre ellas, la idea de Bien es fundamento de todas las demás ideas y por ende de lo sensible.

Pero, con todo, esta explicación que nos da Platón no es más que una nota al margen de lo que esta alegoría pretende dar a entender. Eso sí, es necesaria para entender el camino del alma hacia el mundo inteligible.

La epistemología subyacente en la alegoría

Se trata de la parte central de la narración, pero antes de exponerla es preciso contextualizar la epistemología de Platón. Tanto Heráclito como Parménides habían comenzado dos caminos

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opuestos para avanzar hacia el conocimiento de la realidad, el primero atendiendo a lo mudable, el segundo a lo eterno e imperecedero. Y fue el propio Parménides el que puso nombre a ambos: vía de la opinión y vía de la verdad, respectivamente. Platón, dialéctico él, conjugará ambas vías, si bien dando más importancia y validez a la parmenidea. A estos autores hay que mirar para entender lo que se esconde tras el Mito de la caverna.

Según Platón, a cada tipo de realidad le corresponde un tipo de conocimiento apropiado, y éstos a su vez se subdividen en otros dos tipos distintos, cada cual más cierto cuanto mejor aprehenden lo inteligible. Así, para conocer el mundo sensible disponemos de la opinión,  que siendo conocimiento es un saber que puede contener error, y que viene a coincidir con la vía abierta por Heráclito. Por otra parte, para conocer el mundo inteligible contamos con la ciencia que nos proporciona un conocimiento cierto de la realidad, camino propuesto por Parménides. La opinión o Doxa,  como ya ha sido dicho, se divide a su vez en dos subtipos de conocimiento: la imaginación o Eikasia; y la creencia o Pistis. A su vez, para el conocimiento del mundo inteligible, la ciencia o Episteme se divide a su vez en pensamiento o Diánoia que capta las esencias y la razón oNoesis que capta la idea de Bien.

De este modo, el conocimiento adquirido por la contemplación de las sombras se identificaría con la fiabilidad del conocimiento que proporciona la imaginación, similar a tomar con una certeza más allá de lo deseable a imágenes reflejadas en espejos, o a imágenes pintadas o esculpidas, o incluso a la misma alegoría de la caverna. La visión de los hombres que caminan por la cueva mostrando objetos y la hoguera misma con la creencia, similar a tomar con una certeza más allá de lo deseable el conocimiento adquirido por la mera observación de la naturaleza en la que todo es mutable. La contemplación del mundo exterior a la cueva representa al pensamiento, el paso al conocimiento del mundo inteligible en el que se encuentran las esencias, un conocimiento que deja de ser una opinión con posibilidad de error, para

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cosas sensibles son imágenes de sus propias esencias. Y por fin, el conocimiento adquirido con la contemplación del Sol representa el conocimiento que se obtiene con la contemplación de la idea de Bien o razón. Se trata de un conocimiento que supera al mismo pensamiento tanto en cuanto que el que lo posee conoce todas las esencias del mundo inteligible porque se fundan en ella y, a través de ellas, todas las realidades del mundo sensible, mientras que el que sólo usa del pensamiento, sólo conoce las esencias que va descubriendo en su pensar.

La educación subyacente en la alegoría

Dado que la República es un tratado político cabría esperar que tras la alegoría se escondiera una mayor referencia a la teoría política de Platón que a la epistemología y a la educación o  paideia, pero no es así aunque algo de política tenga.

La importancia que Platón concede a la educación en vistas a una correcta organización de la Polis hace que dedique una muy importante cantidad de páginas a este tema en laRepública. Platón llega incluso a diseñar en ella un programa de estudios para tal fin basado en los grados del conocimiento descritos anteriormente.

Es el proceso de formación y educación del rey-filósofo lo que está encarnando todo ese periplo a través de los grados del conocimiento que realiza el protagonista de la historia. Una formación a cargo de los más sabios que han de iniciar todos los ciudadanos y que completarán en la medida de que estén capacitados para el conocimiento.

Pero, como alegoría que es, no tiene perfecta correspondencia con el pensamiento de Platón. Por ejemplo, el personaje es continuamente obligado a ascender en los grados de conocimiento porque, como dice el propio Platón al terminar de narrar la alegoría, el saber es costoso y no suele hacerse de buena gana, mientras que más adelante, ya terminado el mito, Platón señala que no es deseable usar la fuerza para que los niños aprendan.

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En la política platónica no hay tal obligación externa encaminada a que los hombres asciendan en los grados de conocimiento, nadie ha de ser arrastrado tal y como narra la alegoría. Si acaso, la única obligación de la que habla Platón en su política es de una obligación moral de todos los ciudadanos para que asuman con responsabilidad el deber de educarse lo mejor que puedan conforme a su capacidad por mor del mejor bien de la polis. Un bien que consiste en ser dirigida rectamente, es decir, conforme a razón.

Los propios alumnos, guiados por maestros mediante el uso de la dialéctica, irán alcanzando por sí solos los distintos grados de conocimiento hasta el límite que la capacidad de cada uno de ellos determine.

La política subyacente en la alegoría

Las connotaciones políticas que este mito tiene son secundarias o indirectas. De todas las obligaciones a la que es sometido el prisionero de la alegoría, la única que realmente se mantiene en la teoría política platónica es la de que tanto el personaje de ella como el sabio han de ser obligados igualmente a abandonar la contemplación del mundo inteligible (el Sol y la idea de Bien respectivamente) para dirigir a sus conciudadanos debido a que ese regreso para asumir el gobierno de la Polis aleja al sabio de la mayor felicidad: el seguir contemplando la idea de Bien. Esta obligación es más interna que externa, su fuerza reside en la responsabilidad que tiene el sabio de cara a la Polis para que ésta alcance su bien, esto es, para que todos los habitantes se guíen conforme a la razón al ser dirigidos por el sabio.

Con todo Platón es consciente de que muy pocos son capaces de llegar al más alto grado de conocimiento. Ello le llevará a proponer que también han de desempeñar la función de gobernar, en un gobierno que es temporal y rotatorio, los que más hayan accedido al mundo inteligible por medio del pensamiento. El motivo de la rotación es limitar en el tiempo la función de gobernar para no hacer más gravosa aún la

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obligación de desatender el estudio y contemplación de las esencias al hacerla perdurar excesivamente en el tiempo.

3.2. INTERPRETACIONES EXOTÉRICAS

Como a casi todo texto alegórico, a la Alegoría de la caverna no le faltan interpretaciones que han sido dadas al margen de la que le dio su autor en la Academia. El motivo principal que lo causa es el hecho de que casi toda la obra de Platón conservada es de carácter exotérico, es decir, destinada a los no miembros de la Academia y por tanto accesible al gran público. Esto determinó que Platón dotara a su obra de una extraordinaria belleza literaria por las imágenes propuestas, pero con poca precisión conceptual en muchas de sus partes. El quedarse sólo en la lectura de la alegoría sin atender a las explicaciones que de él nos dio su autor, ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones.

Este tipo de alegoría, en la que pone de manifiesto cómo los humanos podemos engañarnos a nosotros mismos o forzados por poderes fácticos, es repetida durante la historia por muchos filósofos u otros autores, como Calderón de la Barca con La vida es sueño.  Ejemplos más modernos pueden ser el libro La Invención de Morel (1940) de Adolfo Bioy Casares, Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley, la trilogía cinematográfica Matrix , The Truman Show o Inception, la novela El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (1985) de Haruki Murakami,  la novela de Lois Lowry El dador (1993), la película Abre los ojos (1997) o el libro La caverna (1998) de José Saramago.

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CONCLUSIONES

El mito de la caverna es una explicación alegórica, realizada por Platón en el VII libro de La República, de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. Así Platón explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas (solo alcanzable mediante la razón).

Platón describió en su mito de la caverna una gruta cavernosa, en la cual permanecen desde el nacimiento unos hombres hechos prisioneros por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna y no pueden escapar. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de lejanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al mundo, a la naturaleza. Por el pasillo del muro circulan hombres cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

En este mito, el ser humano sería identificado con los prisioneros. Las sombras de los hombres y de las cosas que se proyectan, son las apariencias, es decir, lo que captamos a través de los sentidos y pensamos que es real (mundo sensible). Las cosas naturales, el mundo que está fuera de la caverna y que los prisioneros no ven, sería el mundo de las ideas, en el cual, la máxima idea, la Idea del Bien , es el sol. Uno de los prisioneros logra liberarse de sus ataduras y consigue salir de la caverna conociendo así el mundo real. Es este prisionero ya liberado el que deberá guiar a los demás hacia el mundo real, es el símbolo del filósofo.

La situación en la que se encuentran los prisioneros de la caverna viene a representar el estado en el que permanecen los seres humanos ajenos al conocimiento, únicamente aquellos capaces de superar el dolor que supondría liberarse de las cadenas, volver a mover sus entumecidos músculos podrán contemplar el mundo de las ideas con sus infrautilizados ojos.

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Este tipo de alegoría, en la que pone de manifiesto como los humanos podemos engañarnos a nosotros mismos o forzados por poderes fácticos, es repetida durante la historia por muchos filosofos u otros autores, como Calderón de la Barca con La vida es sueño. Ejemplos más modernos pueden ser el libro Un mundo feliz (Huxley, 1932) o la pelicula Matrix (especialmente la primera).

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BIBLIOGRAFIA

 Platón (1997). La República. CEPC. Madrid.

 Ferrater Mora,  J. (1979). Diccionario de Filosofía. Alianza Editorial.

Barcelona.

 Guthrie, W. K. G. (1990). Historia de la Filosofía Griega IV. Gredos. Madrid.

 Jaeger,  W. W. (2004). Paideia: los ideales de la cultura griega. FCE.

Referencias

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