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Buda decía que el deseo es el origen del ego ¿Cómo se puede vencer este apego?

In document EL OJO DEL YO (página 136-138)

A LO LARGO DEL SENDERO

P: Buda decía que el deseo es el origen del ego ¿Cómo se puede vencer este apego?

R: Hay una meditación que podríamos denominar «¿Para que?>>. Cuando uno siente un deseo, puede preguntarse ¿Para qué?>>. La respuesta es siempre, <...y entonces seré feliz>>. Así, la felicidad se sitúa siempre fuera de uno mismo y en el futuro, y la consecuencia de esto es que uno se ve como una victima de las circunstancias externas. Esto es también una proyección del propio poder de uno. En realidad, la fuente de la felicidad se halla en el interior. No hay otro tiempo ni lugar para la felicidad que el de este mismo instante.

La verdadera fuente de la alegría y la felicidad consiste en darse cuenta de que la propia existencia es este mismo instante. La fuente del placer siempre proviene del interior, aun cuando pueda desencadenarse a través de acontecimientos o adquisiciones externas. En cualquier instante determinado del tiempo, no puede existir eso que llamamos problema. La infelicidad surge cuando vamos más allá de la realidad del Ahora y creamos una historia a partir del pasado o del futuro, los cuales, dada su inexistencia, carecen de realidad.

P: ¿Qué otras herramientas útiles hay?

que?>>. Este ejercicio se basa en la disposición a someter las ilusiones del ego ante la realidad de Dios. Comenzamos con «¿Que pasaría si renunciásemos a algo que deseamos o valoramos?>> y preguntamos <<Y, entonces, qué?>>.

Eso nos pone ante el siguiente obstáculo. Preguntamos si estamos dispuestos a someter eso ante Dios, lo cual nos trae el siguiente obstáculo. Con el tiempo, la disposición a someter toda ilusión que dice que la felicidad esta <<ahí afuera>> lleva a uno a que se percate de que la existencia, de instante en instante, solo tiene lugar por la gracia de Dios. La propia vida se sustenta en función de la presencia de Dios; y lo material, que creemos que esta sustentado, es de por si manifestación de la voluntad de Dios hacia nosotros. Nuestros esfuerzos para sustentar la vida nos vienen «dados>>, y no son una invención personal. El ego cree que sobrevivirá a pesar de la voluntad de Dios, y no por su causa.

P: ¿El desarrollo espiritual es repentino o gradual?

R: En realidad, no hay contradicción alguna en esta pregunta, contradicción que se halla implícita en el «esto o lo otro> del estado de dualidad. Ambas circunstancias se dan simultáneamente. En la evolución espiritual, se dan pasos aparentemente pequeños de un modo que pasa casi desapercibido, pero también son cambios pequeños los que tienen lugar fuera de la vista, por debajo de la nieve en una montaña, y que tienen como consecuencia que se desencadene la avalancha. Pueden darse saltos repentinos en la consciencia sin advertencia previa. Por tanto, conviene estar preparado para tal eventualidad.

P: ¿Y qué hay de la superación del gran bloqueo del intelecto?

R: Este salto tiene lugar también como resultado de la disposición y la inspiración. Solo el cuatro por ciento de la población mundial es capaz de trascender el nivel de consciencia del 500, el nivel del Amor. El Amor llega a Amor Incondicional en el nivel de 540, que es también el nivel de la Sanción. En el nivel calibrado en el 500 el desarrollo se hace claro y obvio. Este nivel de consciencia se puede describir diciendo de el que supone un amor por toda forma de vida y la consiguiente consagración para sustentarla. Así, en el 500, la persona es condescendiente, caritativa, benigna, pacifica y tolerante. La felicidad de la persona no depende de Las circunstancias o los acontecimientos externos. El enjuiciamiento desaparece y es reemplazado por la comprensión y la compasión. La belleza la perfección innata de todas las cosas comienzan a revelarse. Es habitual ponerse a llorar ante la belleza que se trasluce en todo cuanto existe. Y la repetición de cualquier tipo de pensamiento o sentimiento no amoroso se experimenta como algo doloroso o inoportuno.

P: ¿Y qué puede decir del resentimiento justificado?

Cuando uno esta dispuesto a renunciar al resentimiento se le hace evidente que todo lo que llamamos justificaciones no son más que racionalizaciones y excusas. Son proyecciones de culpabilidad, y constituyen posicionamientos narcisistas. El resentimiento es infantil, y se basa en unas nociones de justicia propias de jardín de infancia. Nada en el universo tiene nada que ver con la justicia. En cambio, todo representa la justicia universal aparte de la localización y del tiempo presente. Todo resentimiento es una justificación de la propia culpabilidad y una proyección de la propia responsabilidad, al verse uno mismo como victima. El estudiante espiritual tiene que perdonar a la otra persona, aun cuando este <<equivocada>. El resentimiento se calibra por debajo del nivel del 200, por debajo del nivel de integridad. No se consigue nada albergando resentimiento.

La moda actual de lo <<políticamente correcto> es una fuente de conflictos y sufrimientos (se calibra en 190), y se basa en <derechos> imaginarlos. En realidad, no existen los derechos, pues no son más que imaginaciones de la sociedad. Nada en el universo tiene <<derecho>> a nada. Todo lo relativo a los «derechos» lleva a una actitud de resentimiento, a la confrontación, al conflicto, a conceptos de verdugo y victima, a ilusiones de causalidad y a la venganza, e impide asumir la responsabilidad personal de la experiencia vital de uno, que es el nivel que se tiene que alcanzar para llegar a la integridad.

P: ¿De qué forma se libera la humildad del dominio del intelecto?

R: A través de la exploración valiente de la lógica y la razón, la misma ciencia

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