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De caracolas y decisiones

In document Membrana cósmica (página 45-50)

E

l cielo era ambiguo, semejante a la marea alta, cruzaban sombras que

se desplazaban de un lugar a otro; como si detrás del firmamento, se en- contrase algo que no podía percibir del todo. Perth se sacudió como un perro mojado, recuperando rápidamente el aliento, se levantó de un brinco y me animó a que hiciera lo mismo. Mis partículas se volvieron a reagrupar, de nuevo observé por un largo rato la forma de mis manos, el palpitar de mi carne y el fluir de la sangre por mis venas, esa sensación debajo de la piel, todo aquello que no podemos ver de nuestro interior. Perth miro al cielo, contemplándolo.

—¿Puedes ver las caracolas?

—¿De qué caracolas hablas Perth?, no veo ninguna por aquí.

—¿Recuerdas las caracolas de las que te hable antes? cuando te encontra- bas en el calabozo del meridiano cósmico.

—Sí, las recuerdo.

Perth continúo —no solo son algunas caracolas, sino cientos de ellas, tal vez sean miles o infinitas. Todas están por aquí, por allá, arriba y abajo, en medio, delante, y detrás, en muchas más posiciones que tú desconoces151. El problema es la posición en la que se encuentran, pero cada caracola es una puerta diferente, donde puedes encontrar cualquier cosa. La venda de tus ojos fue retirada, pero te falta confianza en ti mismo. Perth saco un monóculo162antiguo de su bolsillo y me pidió que lo usara para observar las caracolas del cielo.

15 “las dimensiones sumamente pequeñas que están compactadas, enrolladas o hechas un ovillo. No se extienden para siempre, como las tres dimensiones familiares; por el contrario, enseguida se vuel- ven sobre sí mismas, como en una bobina de hilo fuertemente enrollada. Esas dimensiones compac- tadas podrían ser tan pequeñas que nunca notáramos su existencia. De hecho, veremos que si existen estas diminutas dimensiones enrolladas, será un auténtico reto detectarlas.” (Randall, 2005, pág. 33)

16 Monóculo: lente que corrige la visión de un solo ojo.

Capítulo 2

Me coloque el monóculo, mire hacia el cielo el cual estaba lleno de caraco- las, de cada una de ellas colgaba una esfera, aparentemente transparente. —Dime Octavio, ¿te da curiosidad saber que hay dentro de ellas?

Perht me hizo un gesto para que me acercase a ellas, me acomodé el mo- nóculo y me acerqué a la primera. Pude ver mi reflejo a través de cientos de cuasicristales, eran similares a los que vi en la sala del tribunal. De la misma manera escudriñé el interior de las esferas, cada una contenía internamen- te un pequeño universo; parpadeé un par de veces y pude espiar un poco más de lo que pasaba allí dentro. Me vi a mí mismo, de una manera que jamás imaginé, horrorizado comprobé que cada esfera contenía una vida mía distinta; algunas que había deseado y otras vidas que por diversos mo- tivos tomé decisiones que me alejaron de ellas. Otras eran como pesadillas encapsuladas en pequeñas esferas. Me sentí algo vacío y lleno a la vez, di- vidido en cientos de Octavios, todos exactamente idénticos pero con vidas distintas. Como si cada una de esas vidas paralelas,171fueran tan reales como

mi vida misma, la que me pertenecía ahora, con sus pros y sus contras. ¿Por qué? ¿Por qué estoy yo dentro de cada una de ellas? Perht pudo percibir la angustia en mis ojos y a continuación me preguntó:

—¿Recuerdas aquella vez que presentasté tu examen de ingreso a la uni- versidad?

—Sí, lo recuerdo. Era un examen general, después vino uno específico para la carrera que tomaría.

—Bien —dijo Perth—. Pero, ¿recuerdas que al llenar el formulario tenías tantas dudas, que no sabías porque carrera decidirte?

17 Vidas paralelas: distintas vidas simultáneas del personaje, que se pueden dar dentro de cada universo alterno.

—Mmm... Si, estaba entre Filosofía y Letras o Psicología, pero en la univer- sidad en la que me presenté solo tenían letras, puesto que psicología la im- partían en una sede que se hallaba en otra ciudad. Por otra parte mi padre ejercía demasiada presión, para que fuera contador público. El nunca en- tendió mi pasión por las letras, ni los misterios de la mente, solo quería algo práctico y realista, que me generara los suficientes ingresos económicos para tener estabilidad y un puesto en este mundo. Así que tenía tres opcio- nes: dos de ellas se me facilitaban, dado que las impartían en la universidad que quedaba cerca a mi casa, y no tenía mayor problema para desplazar- me. Pero psicología en esa época solo la dictaban en la ciudad contigua, tendría que mudarme a algún sitio cercano a la facultad.

Al mismo tiempo un amigo de la secundaria, se hallaba en proceso de tras- ladarse a esa ciudad, conocía una residencia estudiantil económica y un tío

suyo nos podría contratar como empleados en su delivery.181No obstante,

tuve demasiadas discusiones con papá, el cual me amenazó con no costear- me la carrera, retirándome todo beneficio económico. Por ende lo que me ganaría en el delivery, solo me alcanzaría para pagar la renta de la pensión y la comida, no me quedaría ni un duro*para pagar el año electivo de carrera. Mi madre que siempre fue una conciliadora innata, encontró la solución más adecuada para todos. —Ella propuso, que me quedara en casa y fuera a la universidad de nuestra ciudad, tranquilizando así a mi padre. A cambio me permitirían escoger la licenciatura en Filosofía y Letras, y no estudiaría para contador público como él ya lo tenía planeado. Mi padre aún molesto por obtener una victoria a medias, aceptó refunfuñando. Dejando muy en claro que escogería una carrera de afeminados sentimentalistas que no me llevaría a ningún lado. Me pareció un acuerdo justo para las dos partes, así que me decidí por las letras, dejando atrás mi sueño de ser psicólogo y sumergiéndome entre libros y mundos de fantasía.

—Ahora bien Perth, ¿no entiendo que tiene que ver mi elección de carrera con todo esto?— Perth me miró— con sus múltiples ojos sin decir nada, y me vi reflejado en cada uno de ellos, fue en ese justo momento en que algo dentro de mi cabeza hizo “Click”.

18 Delivery : servicio a domicilio de diversos productos

*Duro: termino usado en algunos países para referirse al dinero.

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En esas esferas me pude contemplar como un contador, investigador, es-

critor y demás universos alternos191en donde tomé diferentes elecciones,

que me llevaron a toda clase de desenlaces inesperados, sin duda alguna, todas esas esferas me contenían a mí.

Perht tomó una de las esferas y la agitó con su pata, una luz incandescente salió de ella segándonos hasta perder la conciencia.

19 “La duplicación paralela o distorsionada de lo que ya existe es de hecho un rasgo importante de los universos paralelos según algunos físicos. Así, hay yoes y túes paralelos existiendo de alguna manera en el espacio y tiempo que vivimos, pero que normalmente no son vistos o percibidos por nosotros. En estos universos, las alternativas se eligen y las decisiones se toman en el instante en que alguien elige y decide. Solo los resultados son diferentes, llevando a mundos distintos pero similares.” (Wolf, 2010, pág. 25).Esta duplicación paralela que nos habla Wolf, se trata del multiverso, si esta teoría resultase cierta, seguramente existirían distintos dobles nuestros dentro de diversos mundos paralelos. Por esta razón nues- tro personaje hace un recuento de sus decisiones de vida. Este punto es clave en nuestra historia, justo aquí comenzamos a sumergirnos en esta fascinante hipótesis del multiverso.

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