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Bioética y universidad

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(1)

B io ética

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U n iversid ad

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Gilberto Cely Galindo, S.J. (Editor) Homer Ángel Guillermo Arias Póez Alfonso Borrero Cabal, S.J.

Marcela Escalante Jorge Gaitón Pmdo Gustavo Garda Cardona

Hernando Gutiérrez Prieto Benjamín Herazo Acuña

Leonardo R. Lareo Bertha Ospina de Dulcé Eduardo Alfonso Rueda B. Juan Camilo Salas Cardona

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Gllberfo Cely Galindo, S,J" colombiano, nacido en Neiva, en 1944, Ademas de filosofía y letras y teología, estudios normales de todo sacerdote Jesuita, Incursionó en los de comunicación con énfasis en teleeducaClón, en Lima, Perú,

Realizó una rnoesfríe enzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAIeoloqío Moral y también una maestría en Planeaci .

Urbano y Regional, en lo Po 'fieta Universidad Jovenono.

En Bélgica, Louvain-Ia-Neuve, obtuvo el Diplome Spéclal de Troisiéme Cycle en sociología, con una tesis meritorio sobre 'Un morco teórico paro el análisis de los movimientos sociales urbanos'. En lo Universidad de Londres se especializó en Urbanismo. Y con lo Asociación Colombiano de

Universidades -Ascun-. realizó el Quinto Simposio Permanente de

Universitología.

Ha dedicado casi todo su vida a la educación, fue Rector del Colegio Berchmans. ha tenido experiencias muy gratiflcantes en el trabajo con Cenpro T.V.y en lo promoción integral de los clases populares con programas de viviendo en Servlvienda. Desde 1970 se vinculó o la Pontificio Universidad Javeriana con lo cátedra de Ética en la Focultad de

Comunicación Social. de cuyo Facultad sería posteriormente Decano del Medio Universitario.

Es Decana del Medio Universitario de la Facultad de Ciencias. de la mismo Universidad. desde 1987. Llevo lo cótedra de bloética en los posgrados de ciencias biológicos desde 1988. Preocupado por la construcción colectivo e Interdisclpllnarla del pensamiento bloétlco. específiCO de uno Facultad de Ciencias. organizó y preside un seminario permanente de profesores que Investigan y enseñan estos temas. Bajo su dirección se publico lo tercera edición corregido y

aumentado dezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAE l h o rizo n te b io é tico

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C O LE C C IO N 1:310É TIC AzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

Bioética y universidad! Alfonso Borrcro Cabal [ et al.J. --Santafé de Bogotá: Centro Editorial Javeriano. CEJA, 1997. 339 p. -- (Colección Bioética)

ISBN: 958-683-012-8

1.BIO¡';TICA 2. CIENCIA - ASPECTOS ÉTICOS Y MORALES 3. BIOLOGíA 4. ÉTICA MÉDICA 1. Burrero Cabal, Alfonso JI. Cely Galindo,SJ. G ilberto 11. Garcia, Gustavo 111.García Cardona, Gustavo IV. Gaitán Pardo, Jorge V. Gutiérrez Prieto, Hcrnando VI. Ospina de Dulce, Bertha VII. Rueda, Eduardo Alfonso VIII. Larcu, R. Leonardo IX. Escalente, Marccla X. Salas, Juan Camilo XI. Herazo Acuña, Benjamín XII. Ángel Homer. XIII. Árias Páez. Guillermo.

Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias

CDD: 174.9574

Diseño de la colección: ADRIA~A MARíA URREA RES'rRErO,

JUAN ANDRÉS VALDERRAMA DIAZ GRANAIlOS

Diseño de la carátula: CARl.OS BAIIAMÓN

Prohibida la reproducción total o parcial de este material,

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Gilberto Cely Galindo, S.J. (Editor) Homer Ángel Guillermo Arias Póez Alfonso Borrero Cabal, S.J.

Marcela Escalante Jorge Gaitón Pardo Gustavo Gorda Cardona

Hernando Gutiérrez Prieto Benjamín Herazo Acuña

Leonardo

R.

Lareo Bertha Ospina de Dulcé Eduardo Alfonso Rueda B, Juan Camilo Solos Cardona

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/zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

Ponlificia Universidad Javeriana Facultad de Ciencias

Reservados todos los derechos © Pontificia Universidad Javeriana

Gilberto Cely Galindo S.J .. Alfonso Borrero Cabal S.J .. Bcrt ha Ospína de Dulcé. Gustavo García. Eduardo Alfonso Rueda. Jorge Gaitán Pardo. Hernando Gutiérrez Prieto. Marecla E scaíantc,

Guillermo Arras Pácz. Homer Ángel. Leonardo R. Larco,

B enjam ín Herazo Acuña, Juan Camilo Salas.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

([JA

C ra. 7a. N º 40 - 62 O f. 208Centro Editorial -Javeríano

Santafé de Bogotá

Editor: Gilberto Cely Galindo. S.J.

Coordinación Editorial: Selma Markcn Farley Directora Centro Editorial .Javertano

Autoedición: lngrtd Alexandra Rueda Sabogal

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Es cierto que otraszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAIn s titu c io n e s compiten hoy c o n la universidad e nla búsqueda, comunicaciónzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAy aplicación del conocimiento, pero ninguna podría tomar s u lugar en

lafunción de someterzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAacrítica la acción social del saber. Yesta misión, en virtud de

la cual la universidad se constituye en algo a s ícomou n a conciencia de la acción

transformadora del conocimiento sobre la sociedad. es de naturaleza

eminentemente ética y política.

Por otro lado, el poder transformador que tiene la ciencia moderna sobre la

naturalew. !Jsobre el hombre, que la convierte en factor decisivo enlapolítica y la

economía mundial. ha generado una creciente preocupación de la bomba atómica en

la última guerra mundial. la humar!idad supo quee ra posible utilizar la ciencia para

destruir la civilización que la misma ciencia habia contribuido a consolidar y se

Instauró un permanente peligro de guerra nuclear bajo cuya amenaza vive hoy el

mundo. Recientes desarrollos de la ciencia y dela tecnología e n el orden del control

ambiental y de la conducta, e n la manipulación del mapa genético ola estructura del

cerebro, han suscitado u n interés cada vez mayor por el problema de la relación

entre el dominio del conocimiento y el de los valores.

Luis Bernardo Peña,zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

L azyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBArevolución del conocim iento y s u s consecuencias e n la universidad

ASCUN, p. 1 5 ,Bogotá-Colombia, 1992 .

... en nuestros días es imperativo crear una conciencia bloétlca

basada e n la enorme responsabilidad del científico, cuya meta n osólo es la

búsqueda de la verdad osatisfacer la sed de conocimientos, nuestra curiosidad

innata -"libido sciendi"- sino fundamentalmente buscar la salud y el bienestar

individual y colectivo, la armonía y ia jusucta social, manteniendo y elevando el nivel

educativo moral de los pueblos.

Manuel Velasco-Suárez,

B ioética. prim er congreso internacional ciudadzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAd e M éxico,

3-6 octubre, 1 9 9 4 , p. 14.

N obasta con enseñar a u n hombre u n a cspctoiiaaa. Aunque esto pueda convertirlo

e n u n a especie de máquina útil, no tendrá una personalidad armoniosamente

desarrollada. Es esencial que el estudiante adquiera u n a comprensión de los valores

y una profunda afinidad hacia ellos. Debe adquirir un vigoroso sentimiento de lo

bello de los seres humanos, sus ilusiones y sus sufrimientos. para lograr una

relación adecuada con s uprójimo y con la comunidad ... es de la mayor importancia

el anhelo de lucha en pro de una estructuración ético-moral de nuestra vida

comunitaria. E neste punto n ohay ciencta que pueda salvamos. Creo realmente que

e lexcesivo hincapié e n lopuramente intelectual (que suele dirigirse sólo hacia la

eficacia y hacia lo práctico) de nuestra educación, ha llevado al debilitamiento de los

valores éticos.

Albert Etnstein. S o b r e la te o r ía d e la relatividad.

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IN D IC E zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA15

GILBERTO CELY GALINDO. S.J.

UNIVERSIDAD. AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y PROBLEMAS

SOCIALES 83

ALFONSO BORRERO CABAL. S.J

LA BIOÉTICA EN LA PERSPECTIVA DE LA "SOCIEDAD DE

CONOCIMIENTO" 115

GILBERTO CELY GALINDO. S.J

IMPLICACIONES BIOÉTICAS DE LA PROYECCIÓN AXlOLÓGICA DE LA UNIVERSIDAD COMO INSTANCIA CRÍTICA DE LA

TECNO-CIENCIA 143

GUSTAVO GARCÍA CARDONA

BIOÉTICA. DERECHO Y UNIVERSIDAD 175

JORGE GAfTÁN PARDO. HERNANDO GUTIÉRREZ PRIETO

EL RETO BIOÉTICO DE LA INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD ..197

BERTHA OSPINA DE DULcÉ

TRANSFERIR Y SIGNIFICAR 217

EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

LA PEDAGOGÍA IGNACIANA: UNA PROPUESTA BIOÉTICA PARA LA

EDUCACIÓN 239

LEONARDOR. LAREO

BIOÉTICA. BIOTECNOLOGÍA y UNIVERSIDAD 251

MARCHA ESCALANTE. JUAN CAMILO SALAS CARDONA

CONSIDERACIONES BIOÉTICAS EN TORNO A LA EDUCACIÓN

MEDICA 269

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NUEVA FÍSICA Y BIOÉTICA. 283

HOMERzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAÁNGEL

UN MODELO FORMAL PARA EL ESTUDIO DE LA BIOÉTICA 295

GUILLERMOzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAÁ R IA !; PAEz LA UNIVERSIDAD COMO ESPACIO CONSTRUCTOR Y

RECONS-TRUCTOR DE SENTIDOS 321

JUAN CAMILO SALAS CARDONA

EL VALOR Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDAD

UNIVERSITARIA oO 341

(10)

TABLE O F CO NTENTSzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

FOREWORO 15

GILBr::RTO CELY GALINOO. S.J.

UNIVERSITY, UNIVERSITY AUTONOMY AND SOClAL PROBLEMS... 83

ALFONSO BORRERO CABAL. S.J.

BIOETHICS IN THE PERSPECTIVE OF THE «SOCIETY OF

KNOWLEOGE" 115

GILBERTO CEl.Y GALlNDO, S.J.

THE BIOETHICAL IMPLICATIONS OF THE UNIVERSITY'S AXIOLOGICAL SCOPE AS A CRITICAL INSTANCE IN TECHNICAL

SCIENCE 143

GUSTAVO GARCiA CARDONA

B10ETHICS. LAW ANO ANO THE UNIVERSITY 175

JORGE GAITÁN PARDO, HERNANDO GUTIÉRHEZ PRIETO

THE BIOETHICAL CHALLENGE OF RESEARCH WITHIN THE

UNlVERSITY : 197

BERTHA OSPINA DE OULCÉ

TO TRANSFER ANO TO MEAN: EOUCATION TOWAROS A

BIOCULTURE 217

EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

IGNATlAN PEOAGOGY: A BIOETHICAL PROPOSAL FOR

EOUCATION 239

LEONARDOzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAR. LAREO

BIOETHICS, BIOTECHNOLOGY ANO UNIVERSITY 251

MARCHA ESCALANTE. JUAN CAMILO SALAS CARDONA

BIOETHICAL CONSlDERATIONS ON MEDICAL EOUCATION 269

BENJAMíN HErlAZO ACUNA

NEW PHYSICS ANO BIOETHlCS 283

(11)

FORMAL MOOEL FOR THE STUOY OF BIOETHICS 295zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA GUILLERMO ÁRIAS PÁEZ

THE UNIVERSITY AS A SPACE FOR BUILDING ANO RE-BUILDING MEANINGS: APPROXIMATION TO HERMENEUTIC

UNOERSTANDlNG " 321

JUAN CAMILO SALAS CARDONA

VALUE ANO CONSTRUCTION OF THE UNlVERSITY'S

COMMUNITY 34l

(12)

IN D E X zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

PRÉFACE 15zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

GILBERTO C¡';LY GALINOO, S.J.

L'UNlVERSITÉ, L'AUTONOMIE UNIVERSITAIRE ET LES PROBLEMES

SOCIAUX 83

Al.fONSO BORRERO CABAL, S.J.

LA BlOÉTIQUE DANS LA PERSPECTlVE DE «LA SOCIÉTÉ DE LA

CONNAISSANCE» Oo Oo.Oo 115

GILBERTO CELY GALINOO, S.J.

LES IMPLlCATIONS BIOÉTHIQUES DE L'IMPACT AXIOLOGIQUE DE L'UNIVERSITÉ EN TANT QU'INSTANCE CRITIQUE DE LA

TECHNO-SCIENCE Oo 143

GUSTAVO GARCiA CARDONA

LA BIOÉTHIQUE, LE DROIT ET L'UNIVERSITÉ , 175

JORGE GAITÁN PARDO, HERNANDO GUTIÉ:RREZ PRIETO

LE DÉFI BIOÉTHIQUE DE LA RECHERCHE AL'UNlVERSITÉ 197

BERTHA OSPINA DE DULcÉ

TRANFÉRER ET SIGNIFIER: UN ENSEIGNEMENT VISANT UNE

BIO-CULTURE Oo 217

EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

PÉDAGOGIE IGNATIENNE: UNE PROPOSlTION BIOÉTHIQUE DE

L'ÉDUCATION 239

LEONARDO R.LAREO

BIOÉTHlQUE. BIOTECHNOLOGIE ET UNIVERSITÉ 251

MARCELA ESCALANTE, JUAN CAMILO SALAS CARDONA

QUELQUES CONSIDÉRATIONS BIOÉTHIQUES CONCERNANT

L'ÉDUCATION EN MÉDECINE Oo oo oo oo oo 269

(13)

UNE NOUVELLE PHYSIQUE ET UNE NOUVELLE BIOÉTHIQUE 283

HOMER ÁNGEL

VERS UN MODELE FORMEL POUR ENTREPRENDRE L'ÉTUDE DE LA

BIOÉTHIQUE 295

GUILLERMO ÁRIAS PÁEZ

L'UNIVERSITÉ ENzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBATA N T QU'ESPACE BÁTISSEUR ET REBÁTISSEUR DE SENS: UNE APPROCHE A LA COMPRÉHENSION

HERMÉNEUTIQUE 32 1

JUAN CAMILO SALAS CARDONA

LA VALEUR ET LA CONSTRUCTION DE LA COMMUNAUTÉ

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P R E SE N T A C IÓ NzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

GILBERTO CELY GALINDO.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAS.J.

HABLAR dezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAB to é tica y U n ive rsid a d es quizás obligarnos a usar equívocam ente la y com o partícula copulativa entre dos

realidades aparentem ente distantes y diferentes. ¿Puede la U niversidad desconocer, al interior de su naturaleza, su radi-cal vocación de servicio ético a la vida en todas sus m anifesta-ciones? ¿Le es ajeno a la Bíoétíca el m undo universitario, a sabiendas de que V an Ressenlaer Potter -biólogo oncólogo-lanzó a la existencia esta palabra en el am biente científico de la U niversidad de W isconsin?

La Bíoétíca se ha venido posicionando en la opinión pública internacional, desde 1971, com o una necesidad sentida de rescate de los valores garantes del m undo de la vida natural y

cultural. que en traron en crisis con los avances prodigiosos de la m odernidad tecnocientífica. Es todo un m ovim iento de ideas

y de voluntades orientado a la investigación, prom oción y

desarrollo de una cultura afirm ada en el m isterio de la vida, la cual se ha visto seriam ente am enazada por el deterioro de las form as de enunciación del deseo y el sentido.

(15)

16 GILBERTO CELY GALlNDO.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAS.J.

del mundo. en la soiedad contemporánea tecnocientífica. de lo cual proviene su crisis. ¡He aquí el punto nodal del debate!

(16)

PR ESEN TAC IÓ N 17zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

Hay tam bién pensadores que proponen para la Bioética un estatuto científico propio, autónom o, de corte Interdíscíplínar-herm enéutico, no confesional, com o nuevo saber que tipifica el

tan anheladozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAH u m a n is m o c ie n tífic o . donde quepam os herm anadam ente todos los seres hum anos. Los autores del

presente libro nos ubicam os en este m odo de pensar. La autonom ía que reclam am os para la Bioética, com o saber de síntesis, es fruto del diálogo horizontal de todas las ciencias que aportan discretam ente sus conocim ientos en la búsqueda de soluciones a los problem as biosféricos que ellas m ism as han generado, y en donde ninguna de las ciencias se puede convertir en paradigm ática de las otras. A ninguna hay que deificar, com o tam poco diabolizar. No caben dogm atism os en la construcción de un pensam iento secular. Y no es lo secular antagónico de lo sacro, cuando m iram os con reverencia y adm iración trascendental nuestra realidad terrena. Cuando am am os profundam ente todo cuanto conform a nuestro o ik o s ,

incluyéndonos los seres hum anos com o parte del m ism o. A este diálogo, respetuosoyno arrogante, las disciplinas Iílosófíca

y teológica acuden legítim am ente con sus preguntas y respuestas de sentido, en el espacio dem ocrático y pluralista universitario, escenario de los m ás altos valores del espíritu. Por otra parte, lap a la b r a a c o n fe s io n a l significa que la Bíoétíca no tiene connotación religiosa alguna, ni política, ni racial, ni ideológica. La aconfesionalidad no es sinónim o de carencia de valores, com o tam poco de oposición a propuestas teístas, cualesquiera que sean. Así pensam os laB íoétíca, com o em presa intelectual que da cuenta de las voluntades concurrentes a velar por la perm anencia y exaltación del m isterio de la vida, donde querám oslo o no, nos toparem os necesariam ente con la pregunta por el autor de la vida m ism a.

Detrás de los capítulos que hilvanan el tem azyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBABtoética yzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

U n iv e rs id a d existen cuestionam ientos de fondo que vale la

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18 G1LBERTO CELY GALlNOO, S.J.

accede a la Universidad y cómo comprender, desde el pun to de vistazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAb ío é ttco , el currículum oculto universitario? ¿Cómo lograr un bienestar universitario como espacio b ío é tíco ? ¿Es la pedagogía ignaciana una propuesta b ío é tíca para la educación superior? ¿La tecnociencia universitaria será la mejor guía en la educación de los profesionales de la salud? ¿Cómo establecer un estatuto bíoétíco para la investigación científica? ¿Puede la lógica matemática ofrecer un modelo teórico de Bíoétíca, sin caer en un deontologísmo a ultranza, donde se agazapen las más aberrantes ideologías? ¿Qué aporta lafís íc a moderna a los marcos antropológicos básicos de la B ío é ttca ? ¿Cuál es la función hermenéutica de la Bioética? ¿Cómo hacer el paso de la reflexión bíoéttca al Derecho, sin que la normatízacíón termine en un estéril forcejeo moralizante con el desarrollo de las ciencias? ¿Son los valores un constructo social y qué papel juegan en la conformación de la comunidad universitaria? A

todos estos interrogantes hemos atendido en nuestras sesiones

de seminario, ya ellos responden los autores del presente libro.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

BIOÉTlCA y UNIVERSIDAD AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD DE CONOCIMIENTO

Son ya varios los teóricos que afirman que el conocimiento útil se configura como la dinámica estructurante de la acción social que caracterizará al tercer milenio. La racionalidad funcional e instrumental es la lógica interna del conocimiento útil, con la cual Jalona éticamente las restgnífícacíones simbólicas intersubjetivas que constituyen la articulación cultural de la nueva sociedad llamada sociedad de conocimiento.

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,...zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

PRESENTACIÓN 1 9

E l últim o siglo se ha caracterizado por los avances vertiginosos en el desarrollo de las ciencias y de las tecnologías. L as tres últim as generaciones hem os vivido y prom ovido la explosión del conocim iento en m últiples disciplinas y especializaciones. L a m ayoría de los científicos que han im pulsado grandes revoluciones viven todavía. E n m uy poco tiem po hem os realizado descubrim ientos e inventos prodigiosos en los cam pos de la física, la genética, la inform ática, la electrónica, del m acro y del m icrocosm os, conocem os m ás acerca del m undo y del hom bre, gracias a que las diferentes disciplinas entrecruzan sus aciertos y socializan su inform ación.

D e este trabajo m ancom unado dan m uy buen ejem plo las ciencias naturales y aplicadas, las cuales com parten el m étodo em pírico-analítico-positivista. E stas ciencias se han ubicado en el prim er plano de las esperanzas de la hum anidad, dadas sus prom esas redentoras de todo tipo de esclavitudes y precariedades, para hacer halagüeña, placentera y exitosa la vida hum ana. L as tecnociencias, nuevo nom bre para la unión indisoluble de estas ciencias, no sólo gozan de un m étodo com ún, sino tam bién de una epistem ología unificadora de sus propósitos, intereses y principios. E n efecto, el poder de su racionalidad práctica las lleva a un altísim o pedestal socio-económ ico-político y a legitim ar su presencia en la universidad, al am paro de la nueva ética del conocim iento útil. D esde su pedestal, las tecnociencias se han apropiado del liderazgo de la sociedad de conocim iento, que ya hem os inaugurado y que parece será la cultura dom inante del tercer m ilenio.

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2 0zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGILBERTO CELY CALINDO, S.J.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

humana en el mundo. Todas se preocupan por hacer preguntas y respuestas de sentido, convirtiéndose frecuentemente en jueces de las tecnoclencias. Urge. entonces, la

ínterdíscípltna-ríedad hermenéutica como lugar apropiado de las reflexiones bíoétícas. a modo de un Humanismo Científico tan deseado por Bertrand Russell y Van Ressenlaer Potter, éste último autor de la palabra Bioética.

Cuando la sociedad, producida por la Universidad, en virtud de que ella forma los hombres y desarrolla las ciencias que resuelven sus problemas, advierte que son ahora las tecnociencias las que producirán y orientarán la sociedad, se pregunta angustiosamente por el tipo de hombre y de sociedad moldeados por las ciencias, a la vez que cuestiona la fundamentación ética del que-hacer científico, generador de nuevos problemas. En otras palabras, la sociedad al tener problemas que resolver pide a la Universidad que aplique su inteligencia a solucionarlos. pero queda perpleja cuando es la Universidad la que genera nuevos y quizás peores problemas originados en los avances de las ciencias y tecnologías. Y es que, si bien tenemos que agradecer y aplaudir con entusiasmo los beneficios del progreso científico, también tenemos que disparar alarmas para advertir y detener los daños gravísímos que hacemos al hombre y a su entorno so pretexto de desarrollo. Al pretender mejorar la calidad de vida con las tecnociencias,

terminamos arruinándola y privándola de sentido. Sacrificamos la vida por la calidad de vida. ¿Tiene esto lógica alguna?

El desarrollo de la ciencia, sin el desarrollo simultáneo de la

conciencia, equivale a lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAru in a d e l a lm a , como dice Rabelais. El conocimiento emancipatorio es el saber práctico arttculante de

(20)

PRESENTACiÓN 21

de la lógica de la vida. La naturaleza es la única maestra de la lógica de la vida, la preceptora por antonomasia, al poner en evidencia las leyes que la rigen. Desde la perspectiva bioética jamás podremos disociar y menos contraponer la ciencia y la

sabiduría, so pena de quedarnos sin conciencia. Tampoco tenemos opción para preferir la una sobre la otra. En efecto, proponemos una sabiduría inspirada en la ciencia y una ciencia iluminada por la sabiduría.

Traigo a continuación el párrafo final de la introducción que

M.G.K. Menon hace alzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAbiform e M undial sobre la C iencia,

Santillana, ediciones Unesco, p.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA1 1 , Madrid, 1995:

En el día de hoy, la ciencia y la tecnología son fuerzas extraordinariamente poderosas. pero nada tienen que ver. de por sí. con los valores morales y espirituales. Incumbe pues a los científicos atemperar los progresos de la ciencia y la tecnología. con prudencia y sabiduría. Como toda empresa cultural. la ciencia debe enriquecer la vida humana. no degradarla. Con todo. tengo el convencimiento de que. si bien la ciencia atemperada por la sabiduría puede conducirnos a un futuro brillante. sin la ciencia toda la sabiduría del mundo no nos permitirá resolver los problemas socíoeconómícos que tenemos planteados. (Y viceversa. Nota del autor).

E LzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAENTO RNO O RIG INANTE DE L A BIO ÉTlCA

Dos científicos han sido reconocidos como pioneros de la Bíoétíca: Leopold y Potter. En 1949, el ingeniero forestal Aldo Leopold publica A S ound C ounty A lm anac, w ith other essays on

conservationjrom R ound R ioer, donde llama la atención sobre

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2 2zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAG1LBERTO CELY GALlNDO. S.J.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

entre otros. y a la creación de Organizaciones no Gubernamentales para atender todo tipo de problemas ambientales. Se ha hecho clásica la siguiente cita de las pp. 218-219 del libro de Leopold:

La ética. en un comienzo. se ocupó de establecer las relaciones entre los individuos. El Decálogo de Moisés es un ejemplo. Ulteriores avances regularon las relaciones entre los individuos y la sociedad. La Regla de Oro trata de integrar al individuo en la sociedad. La democracia lleva la organización social a los individuos.

Aún no existe una ética que se ocupe de la relación de! hombre con la Tierra. y con los animales y plantas que crecen en ella. La Tierra. como las esclavas de Ultses, es tratada únicamente como propiedad. La relación del hombre con la Tierra es estrictamente económica: implica sólo prívtlegíos, no deberes.

Laextensión de la ética a este tercer elemento del medio ambiente es. si leo correctamente la evidencia. una posíbtlídad evolutiva y una necesidad ecológica. Es el tercer paso en una secuencia. Los dos

primeros ya se dieron. Desde e! tiempo de los profetas Ezequiel ezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAIs a ía s . pensadores aislados ya habían afirmado que el abuso de la Tierra es no

sólo contraproducente sino moralmente malo. Con todo. la sociedad no ha afirmado todavía su creencia. Miro el movimiento presente de preservación de la Tierra como el embrión de tal afirmación.

Por otra parte. en 1971 el bioquímico yoncólogo Van Rensselaer Potter toma la iniciativa de Leopold y lanza por primera vez al uso científico la palabra Bíoétíca. con su libro

B to e th tc s : B rid g e to th e F u tu re . En el prefacio dice:

El objetivo de este libro es contribuir al futuro de la especie humana prornovtendo la formación de una nueva disciplina. la Bíoétlca, Si existen dos culturas que parecen incapaces de hablar entre sí. -las ciencias y las hurnanídades-, y si ésta es en parte la razón de que el futuro se vea dudoso. entonces. tal vez. podríamos construir un puente entre las dos culturas.

El neologismozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBABtoéttca fue muy bien recibido en el espacio universitario, especialmente en la Facultad de Ciencias de Ia

Universidad de Wísconstn, donde nació. Este vocablo fue rápidamente aprovechado por las ciencias médicas, que han privilegiado su uso al análisis de todos los aspectos éticos de la salud. El mismo Potter, en su último libro G lo b a l B to e th ics,

(22)

PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA2 3zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

al estudio de cuanto comprometa la supervivencia de toda la

bíota, para construir correctamente una cultura de la vida.

La relevancia de lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBABtoéticazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAg lo b a l radica en el conocimiento y reconocimiento del aporte que las ciencias naturales hacen

a la comprensión de la vida en todas sus manifestaciones, yen el compromiso ético que dichas ciencias adquieren para la protección y cultivo de la biósfera, dentro de una visión de sentido de la existencia. Desde esta perspectiva, la B ioética

g lo b a l involucra la práctica médica. ocupándose así de una de

las más importantes, conflictivas y trascendentales aplicaciones técnicas del conocimiento científico; desafia, sin embargo, al

a n tro p o ce n trism o é tico tra d icio n a l y se desplaza hacia una

nueva propuesta epistemológica que hemos llamado E co lo g ía

h u m a n a , que busca aproximarse a las problemáticas de la vida

en el marco holístico de relación hombre-sociedad-naturaleza, para desde él acercarse a nuevas construcciones de sentido del saber. de las ciencias y de la historia.

En Leopold y en Potter influyeron los sociólogos urbanos de mediados del presente siglo, quienes reinvindican losd e re ch o s

del entorno natural en la construcción de asentamientos humanos. Es así como el esfuerzo de análisis ecoétíco se ha venido configurando desde Ratzel y los geógrafos alemanes del siglo pasado. con la llamada E co lo giáa n tro p o ló g ica , en búsqueda de las justas relaciones entre medio ambiente y tecnología, desde lo urbano. originando posteriormente una corriente importante del neoevolucíonisrno sociológico: la E co lo g ía

cu ltu ra l. Park, en 1921, y Durkheim. en 1920. con la escuela

de Chicago, impulsaron el concepto deE co lo g ía h u m a n a , que ha pasado a convertirse en el fundamento de la sociología urbana en autores como M ackenzie, Hoyt y Burgess.

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2 4zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGILBERTO CELY GALINDO. S.J.

convivencia, en una sociedad pluralista y conflictiva que exige un alto grado de tolerancia para man tener su coherencia. Considero oportuno traer una cita de Guillermo Hoyos, de su artículo "Elementos para una ética ambiental", p.12, que conservo en una versión mimeografiada, donde comenta a

propósito de lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAé tic a c o m u n ic a tiv a de Habermas:

La ética comunicativa tiene pues. en primer lugar, la responsabilidad de reconstruir el diálogo entre los diversos saberes especializados. de suerte que se restablezcan las íntimas relaciones entre los momentos simbólicos y técnicos de nuestro ser en el mundo.

Igualmente, la acción comunicativa tiene que reconstruir genéticamente el orígen de estos saberes a partir de la cotidianidad del hombre, para volverlos a traducir e interpretar con respecto al mundo de la vida. Esto se va logrando en la medida en que la opinión pública efectivamente es mediación entre las dimensiones estratégicas de la ciencia y la técnica en procura de una reproducción eficiente del mundo de la vida. y la dimensión comunicativa de su reproducción simbólica.

En este sentido. las ciencias SOCialesy humanas están llamadas a cumplir el papel de contextualizadoras y de intérpretes -en todo el sentido de la hermenéutíca-. de los saberes precisos yde sus aplícacíones técnicas. Sólo así podremos evitar la colonización del mundo de la vida por una racionalidad instrumental.

Más recientemente, en 1990. Gilbert Hottots, filósofo de la Universidad Libre de Bruselas, responde al debate sobre la

ética del quehacer científico y tecnológico. con su librozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAEl

p a ra d ig m a b io é tic o , u n a é tic a p a ra la te c n o c ie n c ta . Pone en

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PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA2 5zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

in terdisciplinario de laBtoétíca, que la capacita para responder de manera multifacética a los intrincados problemas que conciernen al hombre individual y colectivo, y que tratan cuestiones relativas a valores, sentido y fines, para las que ninguna persona. o grupo. o ciencia tiene el monopolio legítimo de respuestas. La Bíoétíca se desarrollará, inevitablemente, como una dinámica de la racionalidad no confesional en una época de incertidumbre. A este respecto, Hottois argumenta

citando a H.T. Engelhardt, quien en su librozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAL o sju n d a m e n to s

d e la B io é tica dice: "La Bíoétíca está a punto de desarrollar la

lln g u a jra n ca de un mundo preocupado por la salud, pero

desprovisto de un punto de vista ético".

Dentro de este orden de ideas. en el entorno colombiano han venido surgiendo personas e instituciones dedicadas al estudio de la Bíoétíca. Ya está penetrando este tema en la conciencia de las universidades, de la Iglesia. del Estado y de la opinión pública. A este respecto. vale la pena citar el artículo "A B e d e

la B io p o liiica . A n te u n ju tu ro te rre stre e ro sio n a d o ", de Mario

Calderon Rivera, publicado en L e ctu ra s D o m in ica le s del periódico E l T ie m p o ,febrero 4 de 1996, donde dice:

... las vertientes del conocimiento solo podrán perdurar. en la medida en que el preñjo "bío' los cobije a todos y a todos los relacione. La biopolítica entra a encabezar. entonces. el dominio de las disciplinas humanas dirigidas a construir y sustentar la gobernabtlidad del planeta. Bto-econornía. bío-rngenter ía, bto-arquítectura. bío-comunicaciones. bío-adrmnrstracíon. bto-antropología.etc., pasarán a ser no los enfoques exclusivos pero sí el acento indispensable en función de ese propósito cen traJ de supervivencia. Todo ello en el marco de la bío-éttca. que ya ínsurgtó con gran fuerza en la reínterpretactón del destino humano.

LA BIOÉTICA y SU OBJETO DE ESTUDIO

La Bioética es un área interdisciplinaria del conocimiento, cuyo objeto material de estudio es la vida en cuanto tema central de la preocupación ética, para su preservación y desarrollo, desde un horizonte de sentido.

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26zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGlLBERTO CELY CALINDO, S.J.

está referida al análisis sem iótico del m odo de actuar habitual de la gente, a sus costum bres, a su cultura, al im pacto que los adelantos tecnocíentíñcos ejercen en las conductas ya los va-lores que subyacen a las relaciones intersubjetivas y de éstas con el entorno social y natural. E s un esfuerzo herm enéutico.

L a B íoétíca se ocupa de la valoración. cultivo y defensa de . la vida, de su calidad y de su sentido, reconociendo que su sacralidad, trascendencia e inviolabilidad constituyen el horizonte suprem o de actividad norm ativa orientadora de todos los procesos culturales, ante la urgencia prioritaria de garantizar la supervivencia del hom bre en com unión con las otras especies ycon los entornos abíótícos de los que dependen. D e la aflrrnacíón de la vida com o valor óntico suprem o, com o una realidad que precede y fundam enta el surgim iento de los valores m orales propios y exclusivos del ser hum ano, acontece la autonom ía de la conciencia com o rectora del buen juicio, para que la voluntad se incline por el buen obrar en beneficio de una cultura de la vida. Jam ás podrem os hacer un divorcio entre la autonom ía de la conciencia yel soporte biótico que la origina y al cual debe su existencia. Sería traicionar a la m adre naturaleza, arruinándole la m aravillosa coherencia de su dinam ism o evolutivo biológico y cultural.

E l ser hum ano es una m ás de las especies que pueblan la T ierra. Pero no es una especie cualquiera; ha tenido el privilegio de llegar a un altísim o nivel de evolución de su sistem a nervioso central encefaloraquídeo, que así le ha servido de soporte a su exclusiva evolución cultural y adaptativa, gracias al desarrollo de su capacidad racional, donde anida la conciencia ilum inadora de la esfera del espíritu, hacia donde tiende su perfectibilidad, com o dinám ica ética. Y de su exclusiva especificidad ética se colige una ineludible responsabilidad de cuidar de la biosfera, elzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAO tko s que es nuestra casa terrenal, no solam ente por el interés egoísta de velar por su supervivencia, sino por el reconocim iento de que la vida hum ana debe abrazarse en herm andad con la naturaleza.

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...

-P R E S E N TA C IÓ NzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA2 7zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

acerca de la vida no es reductible a definición particular alguna. Porque todo lo que digamos sobre la vida ya la supone.

y deja siempre cuestiones insatisfechas. Quien trabaja enzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

B io é tic a reconoce en el fenómeno vital. cualquiera que sea. el maravilloso misterio de la vida. vida que no se da en abstracto. sino en la concreción individualizada de aquello que vive. que tiene vida. Además. el bioeticista exalta la afirmación de la vida de manera holístíca. como bíota, como factor normatízador de convergencia e integración entre el hombre y la naturaleza. hoy disociados. Busca. también. producir un pensamiento sensibilizador de actitudes de consideración y respeto con la bíósfera: y orienta. con los mejores argumentos hermenéuticos y sapienciales. el desarrollo tecnocientífico. Pone todos sus esfuerzos en que la ciencia se haga con conciencia. so pena de ir hacia la ruina total.

Cada vez toma más fuerza. en el mundo y en Colombia. unazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

c u ltu ra de la m u e rte constituida por una amplísima gama de

violencias e injusticias que amenazan severamente la supervivencia de toda la masa bíótíca. La sistemática acción depredadora del hombre ha puesto en evidente peligro los ambientes y ecosistemas. Los avances tecnocientíficos desarticulados del mundo de la vida. los modelos alienantes de desarrollo que agudizan las diferencias entre ricos y pobres. las guerras. el narcotráfico. la corrupción administrativa. las guerrillas. la delincuencia común. son algunos ejemplos de la ceguera que conduce a la cultura de la muerte. Ante tal situación. la Bioética convoca a todas las gentes de buena voluntad para la sensibilización. toma de conciencia y formación de las nuevas generaciones humanas en beneficio de una

c u ltu ra de la v id a que exija y garantice actitudes coherentes. en

todos los campos. con la ló g ic a de la v id a .

L A BIOÉTICA y EL MÉTODO DE ESTUDIO

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2 8zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGILBEIlTO CELY GALINDO, S.J.

Existen varias escuelas teórico-metodológicas que abordan el tema bioético. Como no es mi interés realizar un análisis crítico de sus postulados. solamente enumero brevemente las

más significativas:zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

E s c u e la d e o n to ló g ic a . Muy marcada por el concepto

tradicional de ley natural. bajo el supuesto de un orden preestablecido por un ser su perior, al cual debe someterse toda conducta humana. Tiene una tendencia normativa y moralizante, como también hay otra línea suave. que deja algún espacio a la deliberación de la conciencia personal. Los modelos deontológícos tradicionalmente se han estructurado sobre procedimientos deductivos, que no en todos los casos posibilitan un desarrollo autónomo de las personas. restando espacios para la crítica y conduciendo a conductas evasivas o de doble moral. cuando el estudio de casos específicos pone en crisis la insuficiencia de los planteamientos teóricos. Estos deontologísmos tienden a poner el liderazgo de la conciencia moral en las instituciones que son las que tienen la sapiencia histórica para indicarle a la humanidad cómo orientar su conducta. Algunas de las religiones siguen esta propuesta deontológíca.

E s c u e lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAprtnciptalieta d e tip o consecuencialtsta yp ra g m á tic o .

Representada por Beauchamp y Childres. Los principios de Autonomía, Beneficencia. No-maleficencia y Justicia son considerados como absolutos y permanentes. Las aplicaciones de los mismos son objeto de los comités de bíoétíca en primera instancia, y de los jueces en segunda; de dichos fallos en derecho se va formando una jurisprudencia que servirá de patrón para resolver otros casos. lo cual. a la postre, se va convirtiendo en ley positiva. Vale aclarar que las decisiones de

los comités de bíoétíca no tienen carácter de obligatoriedad, azyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

c o n tr a r io s e n s u de las de los jueces. La racionalidad estratégica en el manejo analítico de la casuística conduce a esta escuela al consecuencialismo útil. donde la voz cantante la lleva el principio de Autonomía, como señorío de la conciencia individual. Pellegrmo agrega una antropología de la s v irtu d e s .

como factor humantzante del prmcípíalismo de tipo anglosajón muy desarrollado por el Kennedy Institute of Ethícs,

E s c u e la p rin c ip ia lis ta d e v a lid e z u n iv e rs a l p e ro n o a b s o lu ta

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PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA2 9zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

de la escuela norteam ericana anterior incorporan el de Tolerancia, los jerarquizan desde el individuo y la sociedad, no alegan absolutez sino validez universal y aceptan excepciones. Esta corriente considera que es una obligación m oral llevar la vida a la plenitud, pero los aspectos m ateriales los decide cada uno, considerando las consecuencias y las circunstancias que dan peculiaridad a cada caso de estudio. Desde el punto de vista príncípíaltsta es axiom ática esta escuela, por 10 tanto deductívtsta, pero en el m anejo casuístico se esfuerza por m anejar procesos inductivos. Don Diego Gracia es el m ejor

exponente de esta corriente.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

E s c u e la a x io ló g ic a e v o lu tiv a c o n s e n tid o d e fin u lid a d . En esta

línea se ubican pensadores com o Kieffer y Eduardo López-Azpítarte, quienes reconocen en la acción de la cultura un quehacer creativo de valores con una dinám ica teleológíca de hum anízacíón. Es tarea de la inteligencia llevar al plano de la autoconciencia los valores y antívalores. para hacer decisiones libres que dignifiquen al ser hum ano y 10 conduzcan a su plena realización. La m oralidad de los actos hum anos se define en térm inos de actitudes articulan tes de la acción reflexiva que tiene com o fínalídad el crecim iento del sujeto m oral com o individuo y colectividad.

E s c u e la de la a c c ió n c o m u n ic a tiv a c o n p ro p u e s ta s de u n a

é tic a c iv il. Cada vez tom a m ás fuerza la visión haberm asiana de

reconstruir los procesos dialogales con la ayuda de la línguístíca, para poner en evidencia los intereses que subyacen a toda acción antropológica com unicativa y negociar los consensos que hagan posible una convtvencíajusta. Se le llam a ética civil en cuanto es una construcción m uy dem ocrática de m ínim os éticos convenidos racionalm ente por los m iem bros de la com unidad. La ética civil no niega la posibilidad de m áxim os éticos para quienes se quieran involucrar en ellos, siem pre y cuando com iencen por pactar y respetar los m ínim os básicos de convivencia.

Las cinco escuelas anteriores de Bíoéttca tienen en com ún

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30zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBACILBERTO CE:LY CALINDO. S.J.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

E scu e la in te rd iscip lin a rta -h e rm e n é u tica , cu ya lin e a d e fu e rza

es la E co lo g ía H u m a n a . Los autores del presente libro nos

ubicam os en la construcción teórica y m etodológica de esta línea de pensam iento. El único principio axiom ático que

aceptam os es el de lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAv id a com o realidad que precede y norm atiza, con su dinám ica psícobíológíca. cualquier discurso

y acción que hagam os sobre ella. Este punto de partida nos hace repensar al ser hum ano profundam ente herm anado con la naturaleza, com o fuente de sentido vital, y por lo tanto, postulam os la Ecología H um ana com o gran em presa intelectual. D esde el punto de vista m etodológico, pensam os que la Bíoétíca crea sus propias m aneras in ter disciplinarias yaconfesionales de abordar el tem a de estudio, llevando con pertinencia y creatividad las justas relaciones dialógicas entre las ciencias positivo-analítica-experim entales y las ciencias sociales e histórico-herm enéuticas que intervengan en cada tem a.

U n correcto diálogo ín terdíscíplínarío exije construir bases lingüísticas, epistem ológicas, científicas y éticas que den fundam entación al discurso bioético. Esta es una tarea ingente por hacer. Para ello,laU niversidad debe dar pasos significativos institucionalizando el estudio de la Bíoétíca, para así poder abrir cam inos a la reflexión útil que pueda aportar soluciones a los gravísim o s y com plejos problem as del país y del m undo. Es de la esencia universitaria asum ir los problem as de la sociedad, ilum inarlos con el la g o s propio de las disciplinas científicas que pertenecen al patrim onio hum ano y ofrecer respuestas que vayan m ás allá de un pragm atism o de sol uciones puntuales. Si los problem as son com plejos, com o com plejo es el tejido social que los produce, el diálogo ínterdíscíplínarto es el m étodo com plejo de análisis y, por consiguiente, com plejos serán tam bién los resultados.

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PRESENTACIÓN 31

está sujeta, como cualquier saber, a lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAfa ls a c íó n , lo que implica dinamismo y carencia de dogmatismos. En el caso concreto de

la Bíoétíca. al estudiar problemas tan complejos como los que presenta el mundo contemporáneo de la ciencia y la tecnología, loszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAtra s la p e s de saberes, coherentemente articulados, establecen una epistemología y axíología propias, con las cuales se identifica la Btoétíca como nueva disciplina. La fuerza hermenéutica y sapiencial que hilvana la construcción teórica de la B ío é tíc a pone de relieve el interés emancipatorio y liberador de la Btoétíca, el cual exige acciones políticas para su praxis social.

También es legítimo incorporar el análisis b ío é tíc o en cada disciplina, lo cual la haría tn tra d ís c íp lín a r, donde el método de estudio es el propio de la disciplina que aborda el tema bíoétíco. La teología, la ftlosofia, la ecología, la medicina, el derecho, son ejemplos de disciplinas que desde su interioridad han venido trabajando conceptos bioéticos, con la convicción de su responsabilidad particular, ofreciendo aportes parciales a la solución de los problemas específicos inherentes a su horizonte de que-haceres. Sin embargo, la complejidad de los problemas siempre desborda la regíonaltdad de una disciplina científica y de una profesión.

E L CONTEXTO DE UNA BIOÉTICA UNIVERSITARIA

Es imposible pensar en la Universidad sin enmarcarla en la sociedad que la produce y en las líneas de fuerza que la llevan a reproducir ínnovatívamente los valores de esa misma sociedad. Desde la especificidad universitaria, es la creación de conocimiento científico-tecnológico y sapiencial la base de formación del hombre integral, y por lo tanto, constituye el aporte particular de la Universidad a la estructuración de la sociedad, de acuerdo con sus funciones tradicionales: investigación, docencia y servicio.

El conocimiento científico tecnológico, hemos dicho, parece configurarse como la matriz cultural de una nueva sociedad,

las o c ie d a d de c o n o c im ie n to . que sin duda será la dominante en

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32 CILBERTO CELY CALINDO, S.J.

habitantes del tercer mundo. Su fuerza radica en el hallazgo del conocimiento práctico como fuente de riqueza y de poder. al cual se le ha adherido en matrimonio indisoluble la dinámica política del capital internacional. La Bioética surge. en los años setenta. como la compañera inseparable de las ciencias y tecnologías. para darle estructura humanizante a la sociedad de conocimiento. Para suscitar responsabilidades en el saber-hacer de las tecnociencias en pos de la protección de la Vida en todas sus manifestaciones. de calidad y sentido teleológico de la Vida humana.

Es urgente la necesidad de construir mancomunadamente el conocimiento bíoétíco con el concurso de todas las disciplinas científicas y de las artes. como también al interior de cada una de ellas. Estos ejercicios académicos. tanto en elorden teórico como práctico. afectan profundamente los procesos de comprensión de la Vida. Es necesario que ellos sean iluminados, orientados y normatízados significativamente por la Bíoétíca, en una doble perspectiva: axíológícay epistemológica. A resultas de esto. tendremos el hombre integral. producto de la interacción fecundan te de la tecnociencia y la sabiduría en el contexto social. como procesos del conocimiento que forman la conciencia para el ejercicio de la libertad.

En el quehacer universitario de las ciencias naturales y tecnológicas es ineludible la intervención y manipulación del hecho biológico y de sus transformaciones inherentes, lo cual debe hacerse con asombro. respeto y amor por la Vida. Por otra parte. también las ciencias sociales y humanas interVienen profundamente en el mundo de la Vidacon categorías axíclógtcas muy sutiles. razón por la cual hay que permanecer alerta para evitar sesgos ideológicos que puedan hacer daño en la construcción de una verdadera cultura de la vida.

Se trata de establecer parámetros éticos para que dichas actividades de estudio científico y de explotación tecnológica intensiva del material biológico se planteen en sus respectivas tareas la pregunta por la contribución real y concreta humanizante a los dinamismos biológicos afectados, o si por el contrario. los deterioran con todas las responsabilidades que el asunto implica.

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PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA3 3zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

principales m egatendencias que m arcarán definitivam ente el tercer m ilenio, con su correlato de poder económ ico-político

(C fr.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAM e g a te n d e n cia s 2 0 0 0 , N o.9). La Bíoétíca surge entonces com o com pañera sentidodante e ilum inadora del quehacer de

las ciencias de la vida, para asegurar un futuro exitoso a la com unidad biótica.

La B ioética prom ueve la apertura dialógica e interactuante de las ciencias naturales con los saberes hum anísticos y sociales, en procura del sentido em ancípatorto de su práxis, a través de análisis herm enéutico-sapienciales. Las categorías particulares de las ciencias naturales, desde su especificidad, reclam an su necesaria proyección hum anízante, y dan origen a la B ioética com o discurso legítim o de su racionalidad. Por otra parte. las cate gorías de las ciencias his torteo herm enéuticas que se ocupan de la com prensión del sentido de la acción hum ana en el m undo. no pueden prescindir de los datos de las ciencias naturales. A sí entendida. la Btoétíca cobra autonom ía y se presenta com o un nuevo saber ínterdíscípltnarto, preocupado por develar la m ejor m anera de actuar en justicia y arm onía los seres hum anos entre sí y con el habitat.

En esta perspectiva se hace im portante convocar a las diferentes urüdades académ icas de la U niversidad para participar activam ente con sus valiosos aportes a la B ioética, desde sus horizontes particulares de com petencia. N inguna discípllna'cíentíflca y artística puede exim irse de acudir a esta convocatoria. porque sería negar su vocación a razonar de m anera orgánica y holística con la com unidad universitaria. en la cual debe justificar su pertenencia.

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3 4zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGILBERTO CELY GALINDO, S.J.

BIOÉTICA y UNIVERSIDAD, UN SEMINARIO ABIERTO A LOS LECTORES

De muy diversas maneras, el desarrollo de las ciencias y su interés práxico afectan, para bien o para mal, la vida en todas

sus manifestaciones. Tanto la biota, como su soportezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAa b íó ttc o , padecen intervenciones científicas directas que modifican

profundamente los procesos evolutivos naturales. De ello se ocupan, por ejemplo, dos grandes áreas de las ciencias de la naturaleza: la fístca atómica y la biología molecular, con sus aplicaciones en la manipulación de la materia-energía y en la ingeniería genética y la biotecnología respectivamente. Pero, además, toda la ecoesfera sufre las consecuencias de un estilo de desarrollo basado en la tecnocíencía, el cual induce daños severos con sus basuras contaminantes y desequilibrantes de los suelos, las aguas, la atmósfera, la flora y la fauna.

No podemos hacer culpables de lo bueno y de lo malo solamente a las ciencias positivo-analítico-experimentales, llamadas por la Escuela de Frankfurt las ciencias de la naturaleza. También las ciencias del espíritu, humanas o hermenéuticas, como las ciencias sociales, liberadoras o políticas, incurren en complicidad por acción u omisión, en el destino del hombre y del mundo.

Las ciencias, cualesquiera que ellas sean, no son enteszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAper

se, con autonomía y libertad para convertirse en sujetos morales y tomar decisiones en el mundo de la vida. Ellas existen y actúan en cuanto existan y actúen los individuos humanos y sus organizaciones, que hacen posible las ciencias como constructos sociales de la cultura, y en consecuencia como actos morales. Las ciencias cobran su existencia y su moralidad en aquellas personas científicas que se organizan corporativamente en un espacio de universalidad del saber, llamado Universidad. Desde este espacio discreto, el gran espacio societal se nutre de diplomados universitarios que se insertan en múltiples actividades donde las ciencias todas cobran vitalidad en la acción instrumental como conocimiento útil. Ellas son: la industria, el comercio, la política, la economía, la administración, la religión, etc.

(34)

....

zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

PRESENTACIÓNzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA3 5

para pedirles cuentas claras acerca de la responsabilidad que tienen sobre todo tipo de vida biológica y cultural y los contextos valorativos pertinentes a su calidad y sentido.

El presente librozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAB io é tic azyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAy u n iv e rs id a d se ubica en este objetivo. ofreciendo al lector una colección orgánica de ensayos.

producto de año y m edio de investigación de un sem inario interdisciplinario de profesores de Btoétíca, en la Facultad de Ciencias de la Pontificia U niversidad Javeriana. H a sido m i responsabilidad dirigir el sem inario. sirviendo de facilitador de docum entación. de m oderador de los fecundos debates sem anales. de instancia crítica de los textos y de editor final de su publicación.

Todos los autores conservam os la responsabilidad sobre nuestras propuestas tem áticas y argum entativas. N uestro trabajo recibió un severo cuestionam iento por parte de los m iem bros del sem inario. y después de tres revisiones obtuvo el aval de los colegas para llevarlo a la im prenta. A ún así, todos los escritores som os conscientes de la provisionalidad de los planteam ientos, de los riesgos inherentes a la audacia conceptual de las propuestas. del respeto profundo a la autonom ía de la U niversidad Javeriana. y finalm ente. del hecho de que el título del libro desborda, tanto en extensión com o en profundidad, cualquier tratam iento posible de las com plejidades entre Bíoétíca y U niversidad.

El ejercicio de interdisciplinariedad nos ha conducido progresivam ente a borrar las fronteras m entales, en un aprendizaje m utuo de saberes, de m étodos y de lenguajes. Por supuesto. los participantes en el sem inario procedem os de disciplinas m uy diversas. Com partim os. sin em bargo. la convicción de aunar m entes y voluntades para hacer que el discurso bioético sea tnterdtscíplínarto. tanto en su objeto com o en su m étodo y en sus resultados. Se cuentan entre nuestros m iem bros expertos de las m ás diversas áreas: filosofía. educación universitaria. genética. derecho. m icrobiología, bioquím ica, sociología. m edicina. odontología. m atem áticas. física y teología.

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36 GILBERTO CELY GALINDO. S.J.

los extensos protocolos que dejan historia de las ricas discusiones tenidas en cada sesión del seminario. y escribí unas cuantas páginas más para contextualizar las ideas

matrices.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAA l final. sin embargo. me quedé con muchos papeles

entre el bolsillo. Comprendí que debe ser usted mismozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAu n

miembro más de nuestro seminario. Gracias por sentarse a la mesa de nuestras discusiones.

¡Bienvenido. y tiene usted la palabra!

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FO R EW O R DzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

THETITLEB io e th ic s a n d th e U n lv e rs ltyzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBApresents the wordzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAa n d

as a conjunctíon between two apparently distant and different realities. Can the Uníversíty, wíthín its nature, ignore the radical vocation of ethical service to lífe in all tts manifestations? Is Bíoethtcs completely alíen to the world of the uníversíty, knowíng that Van Ressenlaer Potter an oncologtst bíologíst -made thts word known in the scíenttflc atmosphere of the Uníverstty of Wisconsin?

Since 1971 international public opinion regards Bioethics

híghly, aszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAít responds to the need to rescue those values that ensure natural and culturallife; however, ithas experienced a

seríous crisis due to the wondrous advances of technical and scíentíñc modernity. Thís is a major multi-dimensional movement of ideas and goals whose maín purpose ís the research, encouragement and development of a culture founded on the mystery of life, which has recently discovered ít ís seriously threatened by the exacerbatíng forms of desire and meaning.

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38 GILBERTO CELYzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAG A LIN D O , S.J.

ultimate goal ofman and the world, which orígínates the crisis in the conternporary society of knowledge. This ís the crucial poínt of the debate!

Sorne think thís new type of bioethical knowledge ís an

applied ethícs: therefore,zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAítalso depends upon the philosophy in which the study ofethícs is embedded. The birth ofBioethics

ortgmated

a space for the solutíon of the crisis of medical

deontology during the 60s, provídíng a new sense to the applied ethícs of health sciences. Nevertheless, in the fa ce of the extremely accelerated development of biology and ecology, ethícal questtoníngs have required the advancement of new perspectives that míght lead to understanding the reasons for the sciences, and fraternally accompany them towards their goals of humanízatíon.In reality, these applied ethics - also known as regional ethics - lead us to conclude that there ís no one type of western ethtcs, but several schools wíth multiple differences of opíníon. So. under whích should Bíoethícs be

íncluded?

Furthermore, theologícal morality also suffered the agítatton of modernity. in spite of its fruitful relatíonshíp wíth western philosophiC approaches which are similar to theír

meaníng.

The íncluston of moral theology in the deontology of health scíences also underwent a crisis. Thís srtuatíon led several moralísts, such as Marciano Vidal and Javier Gafo, to propose a theologícal Bíoethtcs in which the Revelatíon ís directly connected to the scíentíflc problems that deal wíth the realm of life. Others. on theír own, have chosen to make the secular víewpoínt of the

non-relígtous

characterístíc of ethícs prevaíl, recognízíng, though, theology's legttímate contribution to bíoethícal íssues, comparable to that made by other scíences and disciplines. Whatever the case ís, moral theology offers its message wíth generosíty. respectíng relígíous pluralism and the valuable autonomy ofthe sciences. Its maín concern ís to make the believers' action consistent wíth the baste prínctples that gíve meaníng to faíth. For this reason, it presents the model of a human liberator who makes an invisible God visible. The Chrtstologíc ídentíflcatíon model.

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FO R EW O R DzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA39

depicts the longed-forzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAs c ie n tific h u m a n is m , in whích all humans fit in brotherly fashion. The authors ofthis book take

this stand. The au tonomywe elaim for Bioethics, as a knowledge of synthesis, ís the result of the horizontal dialogue among all sciences which discretely contribute their knowledge to the search for answers to the bíosphertc problems they ortgtnated, and in whích no science can become a paradígm for the others. Netther one has to be ídolízed. nor devilized. There ís no space for dogmatism in the construction of secular thought. Besides, ifwe observe our earthly realitywith reverence and trascendental admiration, it ís evídent that what is secular can not be considered to be the opposite of sacred, and if we truly love everything our o ik o s ineludes, our human brothers and sisters are also part of it. The philosophic and theologíc disciplines legittmately share thís type of dialogue when formulating theír questíons and answers regardíng meaning - within the democratic and pluralíst realm of the uníversíty, the stage for the híghest values of the spirit. On the other hand, the word

n o n -r e lig io u s shows that Bioethics has no relígíous, political, racial. or ideologtcal connotation. Non -relígíous is not a synonyrn for the lack of values, as It does not contradict theístíc proposals, what they may be. So we think about Bíoethícs as an íntellectual venture that deals with the concurrent wills to guard the permanence and exultation of the mystery of lifein

whích, whether we like itor not. we wiIl ínevítably ask ourselves who the au thor of life is.

Underlying the chapters that analyze the íssue ofzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAB to e th ics

a n d th e U n ive rsity, there exíst deep questíoníngs that should

be emphasized. Does universityautonomy ignore what Bíoethícs ís? W hat do we understand by au tonomy? How can the production of useful knowledge and Bioethics be articulated in this new socíety of knowledge? W hat type of Bioethical optíon can be gíven within the extensive offer of epísternologíc models? W hat is the cultural e th o s of the young people who en ter the Unrverstty and how can the hidden uníversíty currículum be understood from a bioethical perspective? How can uníverstty welfare be achieved as a bíoethtcal space?

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40 GILBERTO CELY GALINDO, S.J.

a bioethical statute for scíentíñc research be established? Can mathematical logíc offer a theoretical model of Bioethics, without leading to fanatical deontologísm, in whích the most abnormal types of ídeologíes are concealed? What does modern physics contribute to the baste anthropologíc contexts of Bioethics? What ís the hermeneuUc role ofBioethics? How can

the step towards bioethical reflectionzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAinLaw be taken wíthout involving regulatíons in a vaín moral struggle wtth the

development of the scíences? Are values a social tnventíon? What is their role in the construction of a university community? We have listened to all these questions in our semínar

meetmgs,

and the authors ofthis book intend to províde answers to them.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

BIOETHICS A N D THE UNlVERSITY SERVICING THE SOCIETY OF KNOWLEDGE

Several scholars already state that useful knowledge is formed by the structuring dynamics of social action, which w ill

characterize the third mtllentum. Functíonal and instrumental reasoning is the inner logíc of useful knowledge, which ethically stímulates the formulation of new symbolic ínter-subjectíve meaníngs that give shape to the cultural articulation of the new society known as the

society of knowledge.

Though the productíon of knowledge and humanítartan traíníng of those who work in social practice are not the

U n ív e rs íty s express responsibility, we believe it ís pertinent to question the U n ív e rs tty s essence and activity, regardíng its ethical dimension that groups all types ofknowledge ínfluencíng the conception and management ofbíoethícal and cultural diversity. In the end, none of the sciences or the arts escapes from ínteractíng in the realm of life, whích ís the reason that legítímates its presence in bloethical discourse.

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FOREWORD 41

genetics. computer sciences, electronícs. macro and microcosmos; we know a lot more about the world and man.

due to the fact that different disciplines exchange theirzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAp o s ttív e results and socialize their information.

Natural and applied sciences gíve a very good example ofthis cooperative work, as they share the empírlcal-analytíc- p o s ítrv ís t rnethod. These sciences have become príorttíes among hurnankínd's hopes, due to their promíses of redeeming us from any type of slavery and deprívatíon and makíng life more allurtng, pleasant and successful. Technical s c íe n c e s , a new name given to the índívísable uníon ofthese scíences. not only share a common method, but also an epístemology that unifies theír purposes, interests and principies. In fact, the strength oftheir rattonalíty leads them to the híghest socíal-econornical-polítícal pedestal, and tovalídate theír presence in the Uníversíty under the protectíon of the new ethics of useful knowíedge. Frorn theír pedestal, technical sciences have taken the lead ínthe society ofknowledge, which we have already inaugurated and apparently will be the dominant culture of the thírd mílleníurn.

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4 2zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAGILBERTO CELY GALINDO. S.J.

When society, shaped by the University which ís responsible for the educatíon of the people and the sciences that will solve íts problems, announces that now the technícal sciences will

be the ones that will produce and guidezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAít, itanxiously wonders what type of man and society will the technical sciences form

and what the basíc ethícal príncíples ofthe scíentíflc actívtty as the generator of new problems will be. In other words, when the socíety has to solve problems, it asks the Uníversíty to apply íts mtellígence for fmding solutions, but is astonished when it realizes that the Uníversíty ís the one that genera tes new problems whích may even be worse than those orígtnatmg in the advancement of science and technology. Besides, even though we must appreciate the benefíts of scientific progress, we also have to set the alarms in order to warn and stop serious harm to man and hís surroundtngs, under the pretext of development. Bypretendíng to improve lifethrough the technical scíences, we end up ruining it and stríppíng itof its meaning. We sacrifice lífe for the qualíty of life. Is thts logical?

As Rabelais stated, the development of science wtthout the simultaneous development of the conscience, ís synonyrnous

ofthezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAru in o fth e s o u l.Ernancípatíng knowledge ís that practical type of knowledge whích ar tículates both science and

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FOREWORDzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA4 3

This is the final paragraph ofM.G.K. Menon's introduction

to thezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAWorld Report on Science. Santillana, Une seo edit., page 11, Madrid, 1995:

Nowadays, scíence and technology are extremely powerful forces, but,

in themselves, they are not related to moral and spmtual values.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAItís the s c re n tís t's responsíbílíty to ternper scíence and technology with the

use of'prudence and wisdom. As with every cultural endeavour, scíence must enrtch human life, not degrade it.Nevertheless, 1 am convinced that, even though scíence - tempered by wísdom • can lead us to a promtsory future, the wisdom of the whole world . without scíence . would not a1low us to solve the existing social and economtcal problems. (And viceversa. Note from the author).

1'HE CONTEXT THAT GAVE ORIGIN ro BIOETlUCS

Two scientists have been acknowledged as the pioneers in Bioethics: Leopold and Potter. In 1949, forest engíneer Aldo Leopold publishedA Sound County Almanae, wtth other essays

on consetvation from Round Riuer, in which he calls attention

to the harmful impact of human actton on the environment, and to the need of creating environmental ethics - also called ecologícal ethics - whose strength consists ofpointing out the critical relatíonshíps that exist among technical scíentífíc production, demographic explos íon and the natural envíronment, wíthín the context of development. Leopold's ínspíratíon ortgínated Bioethics with the purpose of constituting, in ttselí, a space for the humanístíc criticism of the pertinent btologícal and technologícal sciences that manipulatevital íssues. Thís promoted, in recentyears, events

such as The Summit MeetingzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAfot the Planet Earth (Río de Janeiro, 1992

l,

international treaties on bíodíversíty and climatic

change, among others, and the creation of the NGOs in order to deal with all types of environmental problems. Leopold's followíng quotatíon from his book (pages 218-219), has become famous:

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