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UNIVERSIDAD A U T ~ N O M A METROPOLITANA

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(1)

&XlCO, D.F.

UNIVERSIDAD A U T ~ N O M A

METROPOLITANA

UNIDAD IZTAPALAPA

DlVlSldN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA

“EL

ESPEJO DIVIDIDO:

FILOSOFíA Y POESíA”

T

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S

I

S

Q U E P A R A O B T E N E R E L T I T U L O D E :

L I C E N C I A D A E N F l L O S O F i A

P R E S E N T A :

VERONICA ALVARADO HEFWÁNDEZ

ROJAS

H;&.

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1,,4

DIRECTOR DE TESIS: DR. FRANCISCO P I Ñ ~ N

GAVm

(2)

UNIVERSIDAD AUTóNOMA METROPOLITANA

UNIDAD IZTAPALAPA

D I V I S I ~ N DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE FILOSOFíA

“EL ESPEJO

DIVIDIDO:

FILOSOFíA Y POESíA”

T E S I S

Q U E P A R A O B T E N E R E L T I T U L O DE:

L I C E N C I A D A E N F l L O S O F i A

P R E S E N T A :

. VER6NICA ALVARADO HERNÁNDEZ ROJAS

flat. 4532SbL~4

DIRECTOR DE TESIS DR FRANCISCO PIN6N GAYTAN

(3)
(4)

A mis Padres

(5)

Gracias a:

Mi familia

A mi Padre por soportar los días de solemnidad en que mi fortaleza se cree mayor

que la suya y porque su aire suele allegarse a mi.

A mi Madre, ella es lo entendible, lo sensible; vocifera y ya tiene la realidad en las

manos.

A mi hermana, porque es un estrecho amplio por donde puedo pasar; por su niñez

hermosa.

A mi <<hermano>> por no envejecer y hacerme saber que se puede vivir como se

es.

A Gilbert0 por hablar, sllenaoso. Por estar. Porque también en un modo de andar

se descubre el aire perfecto de contradrcciones que nos une.

A mis amigos. Pocas son las voces que oímos para llevarlas dentro, pocos los que

abren su pupila a nuestros silencios, los que abren las manos a nuestra voz.

En lo académico, y más allá, al profesor Francisco Piñón por sus apreciaciones y

su entera forma de observar y, en general a todos los maestros que tuve, con

especlal agradecimiento al profesor Moisés Ladrón de Guevara porque su forma

(6)
(7)

lntroducclón

hdice

2

8 1. El Arte

l . Una reflexión sobre el arte . . .

2. Por una antiteorización del arte

El problema de una definición general del arte. . . 16

3. La idea de cambio en el arte

La visión estética hegeliana:

especificaciones de encuentro con el arte. . . 21

4. Acercamiento a la obra de arte. . . 36

II. Intelecto y Sentimiento; Raz6n y Pasión: el Hombre

1. Intelecto y sentimiento: dos formas humanas. . . 46

111. Filosofía y Poesía

1. Relación entre filosofía y poesía . . . 55

2. El espejo guardador de enigmas: la metáfora. . . 61

3. ¿Qué aporta la poesía?

¿Por qué puede hallarse una expresión filosófica en la poesía?. . . 87

4 . Intención y resultado

Logro de un texto literario. . . 96

Comentarios . . . 104

(8)

Introducción

El objetivo de esta tesina es puntualizar los hallazgos que se pueden producir en la

literatura -especificamente la poesía- como expresión filosófica. Hallazgos

espontáneos que derivan de una reflexión guiada por el sentido o sinsentido de

una palabra, una frase o un nido de ellas. Aclarando que cuando hablo de una

relación Filosofía-Poesía, no me refiero únicamente al campo de búsqueda de lo

<<racional>> que se inscriba en una metáfora o en el poema entero. Mi intención

es abarcar de un modo más enfático, aquel -también continente filosófico- de lo

irracional, lo paradigmático, lo imaginario, lo fantástico, lo no científico, etc. Ahí

donde, también, se mueve el hombre y de donde, aún así, hace una expresión

filosófica. Mirando lo lógico, pero, también lo a-lógico de la vivencla humana.

Frecuentemente esta relación ha pasado desapercibida o, lo que es aún más

grave, se ha nulificado. Por aquello del lugar que ocupa la razón y el buen sentido,

por aquello de pensar que sólo de razón vive el hombre y que sólo por medio de

ella se mueve, cuando es cotidiano el convlvio con las desaforadas y mal vistas

pasiones. Pasión y razón siempre han deseado verse como dos formas humanas

bien delimitadas entre sí. Limitar no ha sido el problema, quizás sean eso, dos

formas que se lirnttan pero también que se entremezclan, cruzan, se carcomen o

disfrutan entre si. LPor qué diferenclarlas de modo tan estncto, tan cuadrado, tan

<<racional>>?.

No queremos caer en el extremo de creer que la poesía es el Único modo de

encontrar filosofía, sí podríamos decir, sin embargo, que toda literatura es filosofía,

en el sentido de que es el hombre quien la hace, quien imprime "algo", pero no

entiendo este asunto de modo que nos quedemos sin un referente, significado

racional o amarre alguno con la realidad, por atender a una "literatura filosófica".

No se trata tampoco de desvalijar al hombre precrpitándonos a negar la razón,

aunque sí hemos de detenernos a criticarla. Es más bien la idea de que un

poema puede regular la reflexión, aún sin tomar en cuenta un cúmulo de datos

(9)

científicos y valores morales. políticos, etc., como base Inquebrantable de una

lectura Claro, stn tomarlos en cuenta hasta clerto punto, me refiero a que cuando

vamos a un texto ltterarlo no apostamos por ejemplo una Idea propia acerca de lo

que es el valor moral mtentras que en un texto filosófico lo hacemos. En un texto

literario damos más cabida a desentendemos de algunos sobre entendidos como

una poslaón política. moral, científica, etc. Acudir a un texto llterarlo no requiere la

lectura que se le daría a un texto filosófico no se está apostando el hombre mismo.

Precisamente eso -quitar una capa de valores (hasta cierto punto, pues realmente

no se puede llegar a algún lado sin todos los Intereses e ideas subjetivas que

cargamos)- es una de las diferencias de lo que logra la lectura literaria. En cambio,

si leemos algo entendido como texto filosófico, defendemos, matizamos,

argumentamos; se juega la moral y la exstencia en ello mismo, de acuerdo a la

capa de valores que nos cubre.

Leer un texto en el ámblto literano, nos devuelve mucha de la imaginación y

contingencla que pre-juiciosamente perdemos ante la idea de sostener un sentido

propio de la filosofía. El "plan absoluto" que a menudo se tiene en filosofía es

quizás el que finalmente la asfixia. Pues esa búsqueda filosófica ansiosa de lo

racional, desde lo racional, nos ha llevado a certidumbres pero también a

incertldumbres.

El plan Informal, contradlctorio, racional, irraclonal, imaginario, realista etc. que

no enclaustra y libera la poesía (el arte), logra la flexibilidad, la cual, no siempre

lleva a la falsedad, aunque quizás sí nos lleve a la incertidumbre. ¿Pero es éste

un mal camino?, parece que para algunos lo es, aún habiendo dicho que la

raclonalidad tambien nos conduce a ella. He ah¡ un problema. ¿Por qué tanto

miedo al "conocimiento" No "raclonal"? ¿no es este un aporte contemporáneo de la

fenomenología, al criticar el reducclonismo raclonalista?¿Por qué creer ciegamente

que existe un Único tipo de conocirnlento -el argumentativo- que lleva al hombre a

reflexionar filosóficamente?

(10)

Una filosofía que se metamorfosea no por ello ha de dejar de reconocerse como

tal. Una filosofía que se niega por su forma (la poética), también "humana", tiene al

hombre inmiscuido, el que la niega, ha perdido al hombre mismo. As¡, un

pensamiento humano va de aquí para allá, Vagabundea, cambia de forma, pero no

por ello deja de ser pensamiento. Pues como ha señalado C. Pereda: el "[

...I

modo

nómada de exlstlr conviene a los humanos(

...I

somos básicamente

vagabundos[ ...]"' Aunque se sueiia con no ser vagabundo.' Se sueña con alcanzar

la solemnidad y racionalidad en todo momento, pero se vive en medio de lo

racional y lo irracional.

Hablaremos pues de la poesía como "expreslón" de la filosofía o, de la filosofía

como aportación -entendiéndola como emanación- a la poesía. Propongo para

explicar mi tema, tres capítulos generales que servirán como esqueleto principal:

primer capítulo, el arte; segundo, Intelecto y sentimiento; razón y pasión: el hombre

y tercero Filosofía y poesía. Cada uno de los cuales se subdividen a su vez.

Necesitamos enfocar el arte en algunas de las visiones bajo las que se ha

delimitado, asi como reflexionar y cuestionar un poco acerca de éstas, sobre todo

si atendemos el consejo Crociano de que se nos hará realmente inteligible el

pensamiento precedente no sólo " ..con la mera lectura de sus obras, sino

repitiendo en nosotros mismos, ba]o el agujón de la vida, nuestro proplo drama

mental."3 No almacenemos entonces las variadas teorías estéticas, intentemos

discutirlas.

De este modo, tomaremos vanas ideas dichas a lo largo de la historia, que de

algún modo se Integran a nuestro empeño: delinear un enfoque sobre la relación

entre filosofía y poesía. En el capitulo I, haré, a groso modo, reflexiones con

respecto a algunas ideas del arte que se tienen. Esto orientará la noclón de arte

'

Carlos Pereda, "-sueños de vagabundos>>" (Conclustones) en "Sueilos de Vagabundos, un ensayo sobre filosofía, moral y hteratura. P 185.

/bid., p 185

Croce, Ettca y polittca.

(11)

requerida para entender posteriormente la reflexión acerca de la relación Filosofía-

poesía. Necesitamos enmarcar nuestro tema desde el lugar dentro del Cual se

Inserta la poesía: el arte. Dentro de este capítulo se intenta desmltificar -con la

ayuda de algunos de los tantos autores que ya lo han hecho- la idea del arte como

un concepto fácil de enmarcar; como belleza, bandera soaal, mero sentimiento,

alnteres práctico, etc. Tratamos de poner en cuestión SI es que el arte en verdad

se reduce a una sola de estas cosas o si las rebasa por su propia naturaleza

dinámica.

Los

acercamientos a la obra de arte son únicos en cada caso y ello nos lleva al

tema de la antiteonzación del arte, es decir, al de la unicidad de la obra de arte,

punto que se centra en la idea de que nos encontramos, respecto a ella, ante algo

que sufre el cambio, el devenir, la fluidez, la diferencia; procesos en los que el

hombre mismo está inserto.

Manifiesto especial interés en la forma de acercamiento al arte, pues veo ahí la

importancia de las consecuencias que contraiga el vivir una experiencia estética, y,

al decir "vivir", enfatizo el momento experiencia1 estético, la movilización del

hombre en un mundo no sólo de ideas y conceptos racionales sino también

lrraclonales y de sensibilidades.

Hacer una reflexión del arte genera ideas como Sentimiento, expresión, intuición,

percepción etc. Es cierto, la tendencia ha sido -en un acto de mitificación- la de

recluir al arte en lo meramente fantasioso y sentimental pero, ¿y lo racional? ¿O es

que el hombre se deshace de ello como si fuera una pieza fácil a desplazar, para

crear o mirar el arte?

El hombre trae lógica y a-lógica, trae verdad y falsedad, verdad e incertidumbre.

Quizá tenga en sus manos modularlas o aferrarse a uno de los dos extremos, pero

finalmente es racional e irracional y, parece al menos, que sus actos, ambos,

racionales e irracionales, lo llevan a certidumbres e incertidumbres. La fatalidad

(12)

está en la creencla del hombre, de dirigir todo a la racionalidad como SI esa fuera

la entrada a la verdad. El segundo capitulo apunta. pues, a hacer, no una

negación. sino una critica del raclonalismo Aquel que se niegue a ver los tantos

lugares irractonales del hombre, tampoco mtra la humanidad completa.

El arte, (llámese aqui poesía) no es qulzá la puerta a la verdad, (o podría serlo

algunas veces, aunque depende qué se entienda por verdad) pero no es tampoco

una puerta cerrada al pensamiento y el reflexionar filosóficos.

Filosofia y Poesía son dos formas dadas en la realidad humana, distintas entre si,

es cierto, pero ambas pueden lograr, aún con medios e incluso fines dispares, la

reflexión filosófica. pues en su orlgen pueden tener la misma preocupación.

Desembocamos en el tercer capitulo4 en esta preocupación ante la presencia de la

poesía que nos muestra su andamio filosófico, en ocasiones no reconocido o

menospreciado. Dentro de este capitulo abordamos el tema de la metáfora

retomando algunos autores que han dado su versión sobre ella respondiendo a

preguntas como ¿qué es una metáfora y si se halla en el texto filosófico? En este

apartado encontramos con Nietzsche, más allá del árnbito de la metáfora, una

visión de la relación hombre-mundo en la que apoyamos la tesis de una reunión

entre filosofia y poesia El hombre metaforlza el mundo. pero no se eleva a la

perfecta abstracción quedándose ah¡ sino que lo vive encarnizadamente

La literatura también es un habla del hombre y hay momentos en que habla con

igual fuerza que la filosofía. Lo que ha sucedido es una enajenada separación de

campos que se ven aisladamente cuando en la práctica se complementan.

No hay que dejar de mencionar que el tema propuesto en este trabajo surgió más

de una pregunta propla, que de alguna lectura especifica sobre el tema o un autor

específico En este caso se pensó el tema para ir a la búsqueda de los libros y

Contenldo que se expone más ampllarnente al lnlclo de esta lntroducctón

(13)

autores y no al contrano. Aunque que se ha hablado de dicho tema a lo largo de

la

historla de la filosofía, la pretensión es lograr un nuevo enfoque.

(14)

I.

El

Arte

1 Una Reflexión sobre el Arte

¿Cuál es la especificidad del arte en filosofía?. ÉSta será la pregunta que dirija

parte de nuestro estudio: ¿Qué es el arte?.

En esta primera parte aparecen diversos temas, que se retoman como puntos

importantes para repensar el arte, sin querer soslayar pero tampoco profundizar en

ellos, agotándolos, pues se retoman más bien como temas mediante los cuales se

puede ver que el arte es flexible y nunca estático. Se ha de dejar claro cuál es la

visión acerca del arte, para poder fundamentar las ideas posteriores respecto a la

relación de filosofía y poesía, en la que está puesto nuestro interés como motivo

principal de este estudio, como ya se ha explicado en la introducción.

Podemos empezar, en este primer apartado, por uno de los tantos aspectos que

rodean al arte y que se ha pretendido en ocasiones, lo defina: la belleza. Esto

pretende comenzar a mostrar la idea de un arte flexible, resistente a la fuerza

teorizante que lleva a cabo el hombre. Mas adelante dentro de este capitulo

confluirán temas como la antiteorización del arte, el ainterés práctico del arte y la

inmersión de corrientes políticas y sociales como fines internos del arte.

Una de las preguntas a plantearse es: ¿Qué es lo bello?, fácil planteamiento,

dificil respuesta; pues tan indefinible como parece el arte, es

Io

bello. Podemos

hablar de criterios, de cánones establecidos en la historia, podemos aventurarnos

incluso a decir que es aquello que agrada, gusta o cumple ciertos intereses

personales, pero nos atrevemos a decir que si se ha alcanzado una definición de la

belleza ha sido una definición perecedera, es decir, que se adopta por un periodo,

pero siempre llega la ruptura. Éste fenómeno se da quizá porque es el hombre el

que se encuentra presenciando o creando la belleza. Es el hombre, valga la

redundancia, con toda su carga histórica, el que camina junto a lo bello y el que lo

produce también. Hay incluso una estética de lo “feo”, y hemos llegado al tiempo

(15)

donde lo Imperfecto y contradictorio se subraya constantemente en muchos

ámbitos, entre los cuales está el estético.

‘Realmente el arte

sólo

trata de lo bello? tendrían que apuntarse varios

aspectos, dado que ésta es una idea que ha perseguido al arte, como si lo “bello”

fuese su esencia. La belleza parecería no ser algo sustancial. A algunos parece

bello aquello que para otros es repugnante. La belleza no es algo homogéneo,

pues hay “fealdad” agradable a la vista, y “fealdad” aquí, es un mero uso del

lenguaje adecuado al criterio común, pero se da el caso en que esa “fealdad” nos

ha parecido belleza o nos ha parecido bella. Tenemos entonces, que algo puede

ser bello por un crtteno comunitario pero esto no implica que algo feo -para este

marco comunitario- no nos parezca bello. Si por belleza se entiende lo que se

consuma en un agrado estético, sea de la naturaleza que sea como por ejemplo lo

feo, entonces el arte tiene en sí como uno de sus puntos fundamentales, la belleza.

Pero si como belleza entendemos sólo lo que los cánones convencionales aceptan,

entonces el arte tiene mucho más que dar. Además, aún si aceptáramos la primera

idea de belleza. es decir, la que incluye lo feo, el arte no se agota ahí, el arte no

está mostrando su

esencia

sólo con la belleza, va más allá de ésta, porque

inmovilizar el arte otorgándole una única

esencia

sería tanto como inmovilizar la

historia.

De la estética, no quedándonos con la idea de que lo estético es el estudio de lo

bello en este sentido de ser sólo “un buen criterio común”, hablaremos a

continuación. En la historia se ha identificado lo estético con lo bello. Pero algunos

autores han negado esta identidad. T. Adorno ha señalado que “Hacer de la

estética una doctrina de lo bello es infecundo porque el concepto de belleza nace

del conjunto del contenido de lo

esté tic^."^,

al mirar en la historia la amplitud que

alcanza lo bello, hemos de abrir el término de belleza, o nos quedaríamos sin nada,

así, podemos manejarlo sin atarnos a ningún cánon o estipulación inamovible

sobre lo bello. Digamos entonces que hablaremos de la belleza como este término

T. Adorno, “Las categorias de lo feo, lo bello y la técnlca” en Teoría esfkfica, p. 73

(16)

abierto y flexible que no excluya todo tipo de manifestacion estética aunque ésta

sea algo, por ejemplo, grotesco. Aclarado esto, usaré el término de belleza

esperando se comprenda de la forma que hemos explicado. El término belleza,

como el propio arte ha tenido que irse adecuando a las revoluciones a las que éste

gira. (Esto da cuenta de que la belleza no agota lo artístico, sin embargo, el uso del

término predominó en la historia para la explicación de lo estético)

Kant, por ejemplo, habló de la belleza inherente y adherente, Hegel de lo bello

artístico. Se hablaba no de otra cosa que de

lo

creado por la mano del hombre y lo

que ya estaba ahí en la naturaleza. Ciertamente, respecto a la belleza hay dos

vertientes profundas en su estudio, una, la belleza natural, otra, la belleza creada.

Lo que habremos de decir de la belleza natural es lo que ya se ha apuntado

bastante en la historia de la estética. Es una belleza que nos habla de la naturaleza

en su perfeccionamiento en sí misma donde nada tiene que ver la mano o

intromisión del hombre, si no es como mero observador. Una montaña o una noche

es bella esté o no el hombre presente. Una planta realizará su ciclo orgánico

incluso sin que el hombre dé cuenta de ello. Las flores son bellezas naturales

libres, señalamiento con el que Kant se refiere a lo qué es bello por naturaleza, lo

que éI denomina belleza libre y que se especifica como “[...]bellezas en (sí

consistentes) de tal o cual cosa.”

Aunque, respecto a la idea anterior, habría varias preguntas por plantear; por

ejemplo, Les la belleza un acontecimiento en el hombre, o algo que existe de

manera independiente? Pues si es algo independiente, tiene sentido hablar de esa

planta o esa noche, pero si la belleza es un acontecer en el hombre, ‘por qué

nombrar como bello algo que puede pasar desapercibido al hombre? LNo‘es la

belleza algo que supone precisamente la percepción? Sólo son preguntas que

dejamos a la intemperie, puesto que nuestro interés está más bien en la belleza

creada por y para el hombre. Sartre señala respecto al tema que “La belleza es un

(17)

valor aplcado excluslvamente a lo imaginarlo y que comporta la negación del

mundo en su estructura

esencial."'

La belleza creada, la belleza generada por el hombre, (el arte creado por el

hombre) es aquella que se ha tomado más en cuenta, precisamente por la

implicación del hombre mlsmo. Éste, estructura un hábltat como los demás seres

vivos. No veamos éste hábitat como superlor sólo por ser un lugar humano.

Tratemos de mlrar cada parte de éste. como cualidades más, del animal que es el

hombre, pues que nos guste y maravllle lo que el hombre hace es muy aceptable,

pero es cosa aparte la mlra hacla el hombre como ente superior.

Por ejemplo, lmagmemos al hombre prlmltlvo logrando manlobrar su comlda con un

artefacto que éI mlsmo produjo para su beneficlo. Imagmemos, después, que

comienza a adornar o a imprimir en su artefacto figuras, símbolos o dibujos de

cualquier especie. Ese hombre sabe que tales figuras no son necesarias para la

funcionalldad de su artefacto, sin embargo, las talla. No es otra cosa sino su

humanidad la que le hace ese dictado. Lo mlsmo sucede cuando se encuentra

frente a un muro y declde plasmar unos dlbujos. Estas acclones por simples que

aparecen ante nosotros, nos avisan de esa Inquietud expresiva que se genera en

el hombre y su ambiente Como setiala

R.

Bayer respecto a la conclencia estética

prtmltlva.

La creación consiste en modlflcaclones intenclonales que el espíritu humano lmprlrne en objetos de la naturaleza[. IEx~ste por otro lado. un culdado por obtener slmetria y

lineas agradables a la vista

'

Esa inquletud estética procrea el arte y con ello nos da gran campo de estudio a

los que intentamos profundizar en algunas caracterizaciones humanas, en nuestro

(18)

hablar de este fragmento de

Io

humano, porque al hablar de un fragmento se

implica el todo humano y sabemos que el cuestlonamiento acerca de éste ha sido

un lugar común para el propio hombre

Hegel por ejemplo, veía en la belleza artística, es decir en aquella creada por el

hombre, una superioridad sobre la belleza natural’, esto preclsamente porque este

tipo de belleza es producto del espíritu y para el espíritu. Caer en la creencia de

que

lo

que realiza el hombre es superior es, en principio, cuestionable. Lo que

queremos especificar aquí no es esa superioridad que deja en claro Hegel

respecto de lo bello creado por el hombre sobre la belleza natural, sino la

diferencia d e bellezas: una, donde el hombre no tiene intromisión sino como

observador; otra, donde se implica el hombre como creador.

El hombre crea su cultura y con ella artificios para su vida cotidiana, tiene la

capacidad espiritual pero no deja de ejercer como un ser vivo que necesita como

cuerpo que es, otra serie de cuerpos o cosas en su ambiente, algunos ya han sido

puestos por la naturaleza, otros es tarea del hombre ponerlos. El arte tiene la

peculiaridad de existir como cosa, como ya Heidegger lo ha señalado. Claro que es

más que una cosa, pero es esta una de sus cualidades ineludible, respecto a lo

cual cabe la duda, y es además una cuestión por demás planteada, ¿cómo

entender algo que aparece como un fenómeno y es capaz de mover sentimiento e

intelecto humano de la forma en que Io hace? La obra de arte es, de alguna forma,

un objeto con el que el hombre se enfrenta como con cualquier otro objeto pero es

un objeto que trasciende no de la forma que lo hace un objeto meramente útil.

”[..]el útil, por ejemplo el zapato, yace como acabado, también en sí como la mera

a s a [.. ] Sin embargo, no contamos a la obra entre las meras cosas.ng En

específico, ¿de qué naturaleza es una cosa tan peculiar como la obra de arte que

Lo bello natural es un tema que Hegel -en las Lecciones de €st&ica- deja en claro que no expondrá, srn embargo, dlce de paso que nadie ha resaltado el punto de vlsta de la belleza de las cosas naturales slno que se busca en las cosas naturales Únlcamente su utilidad. Nadle dice el autor- ha ordenado los remos de la naturaleza desde el punto de vtsta de la belleza. (Ver Lecciones de Est6tica p.)

Heidegger, , “El origen de la obra de arte” en Arte y Poesía p. 53

(19)

remueve y envuelve sensaciones y pensamientos humanos? AI respecto hay

infinidad de teorías de las cuales es imposible hacer siquiera un esbozo.

El arte se nos muestra como hemos visto históricamente en el recorrido humano;

flexible, cambiante, hace uso de la diferencia y la inestabilidad en su propia forma,

no importa que lo que nos dé no nos ayude a pensar; lo perceptible, lo imaginario

predomina en muchas ocasiones. Se muestra como una informalidad, como una

libertad del y para el hombre. La sublimidad estética nos abraza con o sin aviso.

Lo artístico se ha puesto a nivel teórico, en el ámbito informal humano, un poema

no se tomará como conocimiento, o siquiera una pretensión de éI, no habrá

cuestionamientos morales serios o intención de verdad. Pero ¿realmente no los

hay? ‘no habrá algunos que sí los generen? la intención es que esa manifestación

se reconozca (de esto hablaremos en el capítulo 111)

Lo que ha sido frecuente, es que el arte ha caído al cajón humano de lo subjetivo,

no racional, irracional, lo sentimental , sensible y fantástico. Si asumiéramos esto,

¿no reduciríamos el arte?, es cierto que la forma de aparición de éste -flexible,

incierto, sentimental, informal, imaginario, incongruente, etc.- ha confundido a ese

hombre que quiere conducirse únicamente desde su lado racional. Así, lo ha tenido

que clasificar en alguna parte, le ha tenido que dar un lugar, y lo ha puesto muchas

veces en el lugar de lo no racional. Escindiendo con ello al hombre en dos caras:

pasión y pensamiento. El problema no ha sido separar sino posteriormente aceptar

la mezcla, complementaridad o conjunción de lo separado. Es cierto que hay obras

de arte que se fundamentan más en la sensibilidad, pero hay que reconocer que

hay también las que se centran en lo conceptual o, en sensibilidad y concepto

simultáneamente.

Que el arte aparezca corno delirante e irracional -por ejemplo- no gusta al

entendimiento, que está en otro tipo de búsqueda, pero ¿Por qué no gusta? ¿No

será precisamente por la demarcación canónica de lo que es pensamiento y lo que

(20)

es pasión? Ahora bien, que no guste no significa que esa forma que no es

meramente irracional, sino que también puede tener lo racional inmerso, no pueda

aportar lo suyo, por ejemplo -y para nuestro interés- una expresión filosófica.

El arte ha pasado y aún pasa por varias formas de apanción, ha nacido de lo

funcional, dejándolo atrás o conviviendo con ello, por ejemplo: la arquitectura, ha

nacido del tedio o del concepto, de una búsqueda o del azar ..., Y así podríamos

seguir hasta el último instante en que nos persigue o perseguimos la historia, por

el dinamismo y lo sorpresivo en que se involucra lo artístico.

Parece a la vista del hombre que el arte, como la filosofía, emana de las

profundidades humanas pero con un impulso tomado de lo externo, de lo que fluye,

innova y trasmuta. Así:

El arte y la filosofía consplran luntos en la tarea de ampllar la experlencta humana y fortalecer su atención. Están Igualmente tan Interesados en la vigilia del hombre, que no quisieran pagar con el preclo de despojar la realidad de rlqueza y significación. Ambos rechazan tener que eleglr entre los hechos y el

sentido."

Podríamos preguntar entonces: ¿el arte se construye de lo bello, de lo ainteresado,

de lo sentimental, de lo intuitivo, etc.? No lo sabremos hasta enfrentarlo.

Para la filosofía, el arte ha de afrontarse de algún modo. No se trataría de

quedarnos con la experiencia particular y a partir de ahí hacer especulaciones, sino

poner la mirada también en esos procesos de cambio, que, inevitablemente,

suceden en el arte. En el momento en que se está analizando el arte tenemos que

ver lo que se está analizando en tanto arte, pues es dinámico y revoluciona. Esta

10

Innerarlty, D, "La raz6n Ingenua" en La filosofía corno una de las bellas artes p. 57 (Podríamos comparar lo anterior con una ata de R.Musil donde dice acerca del escritor. "No es ni el delirante nl el vldente, nl el mho, nl tampoco nlnguna otra variedad deforme de la razón. Tampoco es que apllque alguna otra facultad o modo del conocimlento racional. El ser humano de mayor relevancia es aquel que dispone de mayor conocimiento de hechos y de la máxima ratlo para relacionarlos: tanto en un terreno como en el otro." ("Apuntes sobre el tipo de conocimlento del escritor" en Ensayos y Conferencias, p. 6 7 . ) )

(21)

Idea stn duda tendrá que enfrentarse al problema de pretender alcanzar una

definición general del arte.

(22)

2. El Problema de una Definición General del Arte.

Por una antiteorizaclón del arte.

El arte, esta prornoclon heroica de la exlstencla, unas veces vlslonaria, y otras concretamente manlpuladora, en ocasiones dlficll, vacllante. con cortaplsa, secular y lenta, y, en otras, a ratos enlgmátlca y lelana. posee Innumerables presenclas.

Etienne Souriau.

Pretendemos un enfoque del arte donde su movilidad no nos ceda el paso a la

cerrazón de aspirar a sistematizarlo por medio de teorías, corrientes, ideologías y

demás.

‘No será que las teorías logran un horizonte sobre el arte, que disminuye la

verdadera variedad de horizontes que ofrece la propia obra? Tengamos en cuenta

que el arte es producido por la individualidad, por la excepción. Una obra es única.

En este sentido cabe preguntar ¿Cuál es el verdadero conocimiento de la estética?

Sobre todo si nos atenemos a la idea de que ese conoctmlento se logra mediante

el acercamiento a la obra,

lo

que hará nuestras experiencias de tales

acercamientos, casos únicos.

Con las teorías, el arte se ha pretendido sistematizar con frecuencia, como si

fuese una operación matemática. Cuando éste - d e lo cual parece dar cuenta

Hegel en su estética- nos muestra su permanencia en el cambio.

El arte quiere ser visto enclaustrado en la solemnidad que el hombre quiere

(23)

aparentar y tampoco logra. La teorización ha Inculcado la idea de renegar ante los

encuentros Con el mismo. Collingwood seiiala al respecto:

“El nuevo uso de la palabra “arte” es una bandera colocada en la cima

de una colina por los primeros que llegan; pero ello no prueba que ta

colina esté efectivamente tornada.””

Por ejemplo, es cierto que el arte ha cumplido funciones religiosas, sociales,

gubernamentales, etc. tomando a partir de ello diversas formas. Algunos han

tomado esto como una contaminación, contaminar no creo que sea, en éste caso,

una palabra utilizable en su sentido de falla o vicio, pues jcómo negar que una

obra de arte o un conjunto de ellas, nacidas por ejemplo de la religión, no tengan

su razón de ser en la religión misma? Hemos de decir, sin embargo, que tales

obras han trascendido dicho momento histórico. Pero la obra de arte no puede

deslindarse así como así de su momento de creación cultural, pues finalmente su

forma se enraiza en ese momento. Esta idea es señalada arduamente en la obra

de Hipólito Taine:

[ .]para comprender una obra de arte, un artlsta. un grupo de artstas, es preciso representarse con exactltud el estado general del espirltu y de las costumbres del tlempo a que pertenecen [ ] Las producclones del espirltu humano, como las de la naturaleza vlvlente, no se expllcan ano por su medlo.12

No por estar contaminado, deja de ejercer una expresion artística. La falla sería

intentar subordinar todo arte a una y

sólo una definición, corriente, cultura, modo

de pensar, etc. Si es cambio, no puede ser aislado a una posición intransferible e

inflexible donde se afirme categóricamente qué es arte y qué no lo es. Tampoco

puede formarse una idea inflexible acerca de lo que sucede a nivel de sentimientos

e intelección de aquel que lo constituye o presencia.

11 R.G, Collingwood, “Introducción” de Los Princpios

del Arte. p 16.

l2 Taine Hipólito ...

(24)

El arte puede -como la humanidad ha atestiguado- encerrar racionalidad e

irracionalidad, fantasía, sentimientos, todo a la vez o la preeminencia de algún tipo

de emoctón o razón. Queremos explicitar que el arte quizá deba de entenderse

más en su propla libertad, que es una de sus características fundamentales.

Sabemos que una reflexión así sobre el tema traerá choques con aquel que lo

entienda o clasifique -como a todo cuanto se le ponga enfrente- sólo desde uno de

los lados del humano.

Hegel se ha pronunciado por un fin del arte, idea que ha generado vanas

polémicas. El fin del arte en Hegel, no es un proceso que se haya configurado por

etapas en el tiempo y llegue su final histórico, se habla de una finalidad en el arte

de dste o aquel tiempo histórico. Cuando esta finalidad deja de ser esencial, muere

el arte de dicho tiempo y surge entonces una nueva finalidad en el arte. Pero

"[...]se trata de una finalidad [como señala Etienne Souriau] de un tipo

completamente especial: aquella cuyo término es una existencia, y, más

exactamente

[...I

la existencia de un ser singular , con todo cuanto este vocablo entraña, a un tiempo, de riqueza, de originalidad, de facultad única para

manifestarse, para ser insustituible y p r e ~ e n t e . " ' ~ Es decir, paradójicamente lo que

parece el "fin", es aquí uno de tantos fines en medio del devenir.

El arte tiene un carácter dialéctico de disolución-resolución. El movimiento regenerativo diagnosticado por Hegel acerca del arte, lo insertaba "[...]al margen

de [...]transformaciones históricas y moría continuamente para adquirir nuevas formas.""

Hegel nos habla en sus lecciones de estética, del cambio sufrido por el arte, a través de la historia, a través del hombre y su acontecer cotidiano imposible de desvanecer, puesto que es el que genera en lo singular la dirección del mundo. Por tanto, una muerte del arte no puede sino ser una muerte que ya lleva inscrita la fuerza de lo naciente. Así, el proceso artístico es "[...]un proceso de muerte [...I

13

14

Etienne Soriau, , "El arte y las actividades humanas" en La Correspondencia de las Artes, p. 37. Umberto Eco, "El problema de la definici6n del arte" en La Definici6n del Arte, p. 130

(25)

donde la muerte tiene el rostro radiante de la lnfinrta conclencla, esa inexorable e

incontenlble conclencla en la que se está exaltando y ardiendo no sólo el arte sino el mundo entero, qulzá de la cultura y de la comunicación ~ontemporánea.”’~

Se exalta que el arte en su gemalldad mówl y heterogénea, Imperecedera y

brotante, puede ser creado o concebido tan distintamente como su propia

movilidad. Ahora bien, si aludimos tan tercamente a esta proceso intrínseco de

cambio es porque nos interesa sujetarnos a la idea de que parece una fechoría

inútil, intentar colgar al arte de una definición teoréfica para y de todos tos tiempos

del arte, pues se puede hablar de éI como de otros tantos asuntos humanos, sólo

pendiendo del yugo histórico. Así como Hegel habla del fin del arte llamándosele

posterlormente muerte, Formaggio estatuye una “muerte de las estéticas

definitorlas propuestas por la filosofía, como intentos de superar el plano operativo

de las poéticas.”16

Entiéndase, que no ha de limitarse al que desea elaborar explicaciones o

definiciones acerca del arte, siempre que éstas sean vistas como algo susceptible

al camblo. Es muy legítimo hacer las explicaciones y definiciones acerca de algo

que nos Interesa y es, además, una necesidad. Lo que parece incongruente, dada

nuestra propia situaclón humana en el mundo, es Intentar encontrar y luego

postular hacla la permanencla una definiclón general del arte. Así, podemos

preguntar ¿qué es x? en dos sentldos: ¿qué es?, pretendiendo obtener una

respuesta de definiclón aproximatrva, o, pretendiendo agotar las características o

la esencia de x. Luego, si x es cambiante cómo exigir una definición del segundo

tipo. Croce señala una consecuencla de inmovilizar al arte:

Toda verdadera obra de arte ha vlolado un genero establecldo contrtbuyendo así a desbarajustar las Ideas de los crítlcos, los cuales se han vlsto obllgados a ampliar el género. sln poder el género así amphado, no parezca demaslado estrecho, a

‘5 Ibrd; p. 131

/bid; p.135

(26)

consecuencla del nacmento de nuevas obras de arte, seguldas corno es natural, de nuevos escándalos, nuevos debarajustes y de nuevas arnpl~ac~ones"

Además , es una evldencla histórica que en la propia percepclon del hombre hacia

la obra, se expone el cambio en que se mueve ésta. Rafael Garcia Alonso apunta

con respecto a la recepción de la obra de arte: "A lo largo del tiempo, los cánones

pueden irse alterando de tal manera que el aprecio de un determinado autor,

talante u obra puede irse modificando: pasar de la estimación posltlva a la negativa

o ser ignorada o viceversa."18

Si definimos al arte, limitarnos su arduo hacer por la vida, al igual que si

definiéramos tajantemente a la filosofía. Mutilaríamos de ambas: su actividad

instauradora' Podríamos preguntar: ¿SI es que realmente encontráramos la

definición esencial que tanto buscarnos; lo estable, la preclstón, lo inmutable,

dejaríamos de ver esta pluralidad y este devenir tan serio que nos acoge? Parece

que nos hemos dado ya varios golpes en el recorrido histórico por haberlo

intentado. Si definimos el arte, ¿en dónde colocamos el futuro?.

17

Croce, B Est6frca

'*

Rafael Garcia Alonso, "Atenclon y dlstracclon en la experlencla estética" en Ensayos sobre literatura filosbfica. p. 11

' Asi es como concibe E Sourlau al arte Cf "El arte y las artes" en La Correspondencia de /as

Artes. p. 34

(27)

3. La Idea de Camblo en el Arte

La visión estética hegeliana:

especificaciones del encuentro con el arte

"Carnbtando, reposa"

Heráclito.

Para dejar en claro qué se pretende con este estudio respecto a Hegel, expondré

algunas ideas. Pretendo mostrar sólo un aspecto más del arte. Se quiere aludir a la

fluidez, al devenir del arte; al cambio.

No

intentando con ello decir que esa fluidez

y ese cambio son lo esencial al arte. De ninguna manera se pretendería decir que

ahí se agota la especificidad del fenómeno artístico, pero sí, que es un punto

fundamental para entenderlo. Retorno a Hegel para continuar dando forma a un

enfoque específico que no limitante, respecto al arte, que es el que predomina en

este trabajo.

Como ya se ha mencionado anteriormente , es Hegel un filósofo que ha mirado,

como en todo lo que se refiere a su sistema, el cambto. El interés puesto en la

visión hegeliana se centra en la idea de cambio, en algunos puntos, pues si el arte

es algo que aparece de forma peculiar en la historia, y como ya hemos dicho, es

finalmente un objeto sensible, entonces es sujeto de cambio. Hegel se dió a la

tarea de hablar del cauce de lo artístico. Con ello no está poniendo un límite

cerrado entre un antes y un después en el desarrollo artístico. Hegel ha mirado con

lupa los hechos artísticos, ha logrado vislumbrar un desarrollo y es ese -uno de los

lugares a donde llegó en su caminar al espíritu- el que interesa remarcar.

(28)

Presento algunas de las ideas de Hegel que se desarrollan en la introducción al

primer volumen de la Estética. donde Hegel examina de manera profunda el tema

de lo bello artístico

Una filosofía del arte se ha entendido como aquella que se interesa por lo bello en

general. Hegel acude a la forma de representar un contenido pero siempre

partiendo del arte dado.

Un pensador recordado en la obra hegeliana es Hirt. Hegel se inclinó hacia la idea

de H~rt, quien afirmó que no se trata de dar

las

reglas en el arte sino de seguir lo

que se ha mostrado en lo dado. Para Hirt hay algo que es lo característico (como

las particularldades que constituyen una esencia)

a

lo que Hegel incluye un

contenido, esto conforma lo que sería la finalidad de la obra de arte, al cual debe

dirigirse la atención de la filosofía del arte, tocando así el fondo del arte y no la

superficie como

Io

hace el crítico tradicional.

En fundamento, la ciencialg tiene en la mira que un objeto existe de hecho, para a

partir de ahí determinar lo que éste es, eso será

Io

que habrá de considerar

primeramente: su existencia en el tiempo y en el espacio. En este sentido, el

espiritu puede exterioflzarse

Hegel explica que son varias las representaciones usuales del arte. Una, ver la

obra de arte como producción humana, producción que tiene un espíritu dentro,

donde lo exterior no es un mecanismo preestablecido, sino que se trabaja desde lo

interno con figuras desconocidas y no por medio de preceptos. Otra, cuando la

~~ ~ ~ ~

La Intenclbn de Hegel con esto, es lograr definir qué es lo bello en general. Hegel cree que el concepto de lo bello es uno. pero lo que nos es dado son sus múltlples representactones y sólo es de ahí, que podemos partir para hacer una crittca general del objeto.

x) Lo que queda blen establectdo segirn Jahnrg quten dice: “El espírttu se caracteriza por una

parte, por su capacidad de extenderse en el tiempo - esto es. de considerar en cada momento lo

que ese momento niega : el “ya no” del pasado y el “aún no” del futuro.”

JBhntg, Dleter, La Remocidn de la historia por la “formac~dn” y e l “recuerdo” (en Hegel) en Hfstoria del Mundo: Hfsfona de/Arte, trad Guillermo Hlrata, Breviario 314, F.C E , México, 19 Tomemos en cuenta que Hegel quería hacer de la filosofía del arte una ciencta.

(29)

obra es vista como producto de un ente superlor, espmtual y dotado alegremente por el lngenlo y el talento Otro punto de vsta dirá que la obra de arte no tiene

movlmlento proplo. en lo que Hegel concuerda, pues la obra es sólo apariencia de vida pero no es un producto natural puesto que tal no es privlleglado en transitar por el espíritu, nl representa un Ideal dlvlno como es capaz de hacer el arte según Hegel, además de que la obra de arte no es algo efímero como lo es la naturaleza. Con estas aclaraclones es fácil notar la insistente idea de Hegel de que se ha separado como lo natural lo creado por Dios y el arte como lo creado sólo por el hombre, cuando la idea es que

"Lo

dlvino actúa en el hombre""

¿Qué es lo que empuja al hombre hacla la producción de la obra de arte?, con lo que está preguntando a la vez ¿qué necesidad requrere satisfacer con ello?. A esto responderá que lo racional es el factor que genera tal necesidad, por

lo

que no es una necesidad casual sino absoluta. Se qulere decir aquí que el hombre es un ser natural, mas no como cualquier otro, sino que éste plensa, intuye, actúa y

por lo tanto transforma. 22 Al saberse capacltado en todo esto se produce a través de lo externo Como se afirma en lo sigulente:

"El hombre ha de elevar a la conclencla esplrltual el mundo Interno

y externo como un Objeto en el que éI reconoce su propla rn~smidad"~~

Es entonces la llamada "Raclonalldad libre" la que moviliza al arte pero así también todo actuar y saber.

21 1982 p 38

Hegel, G W F , Lecciones de Estetica vol I Ediciones Peninsula, 1989 p 32

Hannah Arendt haciendo referencia a Rilke dice que en la obra de arte "la reiftcaclón es más que simple transformaclón es transfiguracion , verdadera metamorfosis en la que ocurre como SI

el curso de la naturaleza que desea que todo el fuego se reduzca a cenizas que de Invertido e incluso el polvo se convierta en llamas Las obras de arte son del pensamiento. pero esto no impide que sean cosas. La Condloón Humana Ediciones Paldós, trad Ramón Gil Novales, Barcelona, 1993 p p 184-187

23

Hegel, Leccrones de Estefrca p. 34

(30)

Hasta ahora Hegel ha hablado de la actividad humana producente de arte, pero el

por qué de esta producción es un punto importante. AI por qué la respuesta es: el

sentido mismo del hombre el cual esta vinculado directamente con lo sensible. La

obra de arte se ha encontrado y ha srdo tomada del terrltorro sensible, por lo que

es necesaria la investigaclón del remo de las sensaclones en las cuales ve Hegel

"La Reglón mdetermlnada y obscura del espíritu''. Las sensaciones son algo

subjetivo y que no pertenece al objeto mlsmo. Las sensaclones acerca de un

objeto son diversas e Incluso pueden ser entre sí totalmente opuestas, esto sucede

según Hegel por su carácter de "Afección subjetiva". Una sensación puede ser

para el que es afectado simplemente temor mientras que para otros es el espanto.

Asi, la sensación es algo primordlal pero no esencial, pues el objeto no contiene en

sí la sensación. La sensación, sin embargo, constltuye el sentido, el gusto, que no

dejan de ser aspectos exteriores en torno a la obra de arte. Por esto, el gusto no

es entonces el Único y confiable canon para familiarizarse con la obra de arte, pues

es algo meramente circunstanclal y externo a la obra en si. Idea con la cual Hegel

parece insistir en no quedarnos con el aspecto exterior sino con el conocimiento

interior que hace sobresaliente una obra de arte.

ÉSta es la descripción del agitado cauce de las sensaciones, el que ha devenido

del aparecer de la obra de arte, la cual aparece para alguien, la que está justo ahí

tanto para la percepcrón sensible como para el espíritu, ya que el hombre no se

acerca a las cosas como SI antes ya hubiese aprehendido lo universal. Para llegar

a ello hay una puerta de entrada que está plagada de tendencias e intereses

particulares por los que se dirige el hombre. Estos intereses son vivos

consumidores de lo sensible a través de apetitos. La diferencia de la relación del

hombre con la obra de arte, es que no es un apetlto lo que mueve al hombre, sino

que éste, deja ser libremente a la obra de arte y se dirige a ella sin apetito alguno,

satisfaciendo únicamente el Interés esplritual.

(31)

Así el espíritu requlere de la senslbilidad pero a la vez exige la dlsoluclón de la

pura rnaterlalidad por lo que podríamos entender que la obra de arte no es ni sólo

relación con lo sensible nl sólo con lo espiritual sino ambos en un proceso bien

definido:

"La subjetwidad producente bene que ser actwidad espritual pero

teniendo en sí la dimensión de la sensibilidad e i n r n e d i a t e ~ " ~ ~

No se trata a la vez de un trabajo mecánico donde la fantasía no se incluye, sino

que ésta es parte de lo que se crea artísticamente y trae consigo la carga espiritual

que sólo se capta por medio de lo sensible. La fantasía es "una manera instintiva

de producit". Así, Hegel pone como condición esencial el retraerse de lo espiritual

a lo sensible; el espíritu no debe ser hermético en este aspecto.

Pero ¿cuál es el fin de todo este desdoblamiento del espíritu y esta serie de

acontecimientos en lo sensible? Ha habido infinidad de creencias acerca de la

finalidad de la obra de arte, como por ejemplo la imitación de la naturaleza. Lograr

la total precisión con el pincel o el cincel de lo que ya hábilmente había puesto la

naturaleza, pero el arte es algo más que una copia, pues no habría por parte del

hombre una verdadera producción, la cual es para Hegel más bien, ser capaces de

evadir la lógica, lo legitlmado y en fin todo lo natural. Por lo tanto la imitación no es

el fin del arte. Otra forma usual es ver el arte como aquello capaz de inquietar toda

sensación, las que inquietan a la vez lo interior, todo esto se ha producido a partir

sólo de una apariencia externa. Esta movilización interna producida por el arte, lo

que genera es escindir aun más la contradicción humana, sus pasiones salen a la

luz y es entonces cuando el arte, según esta visión, las atenúa. De esta forma, se

ve en el arte la capacidad de desligar al hombre de su naturaleza inmediata: las

pasiones, y por lo tanto, como un salvador.

24 Ibid, p. 40.

(32)

Todo esto para Hegel es, en el caso de que se dé paralelamente al arte,

algo meramente casual y no esencial pues se vuelve a desproveer al arte de un fin

propio de una "meta substancial" Lo cual es una Idea que le Interesa mostrar a

Hegel.

Hegel estudia las varladas formas de arte pero como vemos la inserción de "lo

dado", es decir, "las formas del arte", en su idea de reconciliación sujeto-objeto,

racional-sensibilidad, hará que afirme de esas formas artísticas de aparición, por

ejemplo, que no se ha alcanzado la reconciliación. Sin embargo, recordemos que

lo que nos Interesa aquí, es que se ha dado cuenta de una arte presente en el

mundo y que como tal sufre cambios. Lo que se pretende hacer notar es como sí

se puede ver en la historia la transformación del arte, la inestabilidad. Aunque se

haga de dicho cambio o inestabilidad, la interpretación que se desee.

¿Muerte o Finalidad del Arte?

En términos hegelianos, el arte nace de la idea absoluta para desembocar en lo

sensible por lo que el contenido del arte es la idea, y su forma es su configuracidn

imagmafiva y sensible. El contenido lleva en sí la capacidad de representación, ya

que el arte exlge la concreción sensible, dicha concrecrón es algo particular,

exteriorizado y real además de que existe para provocar al espíritu y retumbar en

éI significativamente. Esta idea es expresada en la comparación de las deidades

griegas con el Dios cristiano. Un Dios griego es antropomórficamente considerado,

real y muy cercano a ia forma natural, mientras que el Dios cristiano, aunque es

verdad que tiene una "personalidad" reconocida, tal reconocimiento es por el

espíritu puro al que se remite realmente el cristiano, pues lo que subyace a la

imagen representada es un Saber interior. La razón es que el espíritu absoluto ha

descubierto la subjetividad.

Hegel persigue la excelencia artística en el cumplimiento de un complementación

(33)

tdea-forma, para lo cual el espíritu sigue el curso en el que prlmeramente asecha lo

natural, humano y dlvtno y postertormente necesita de existencia en la inmediatez

sensible configurando la totalidad de diferencias partlculares. Una obra de arte que

alcanza mayor altura es aquella que encubre con su aparlencia una verdad interior,

un contenldo subyacente.

Por esto, el deformar, desfigurar, abstraer o alejarse de

las

formas naturales es

para Hegel el cambio intencionado necesario que reallza la conclencia. Deformar

la forma natural no es más que la presencia de la libertad. Podría parecer que

Io

que ha pasado, es que faltó inculcar la técnica artística necesaria si al crear nos

alejamos de la naturaleza. Para Hegel, aun habtendo aprehendldo la técnica, una

obra de arte puede tener entonces toda la técnica impresa y sln embargo la falta

de un contenido, de un concepto, de un ideal. La obra no se ve consumada por

esta imperfección "El ideal es una idea concreta que lleva en sí misma su propia

forma de aparición[. ] " "[ ..]un propio configurar libre[...]"25

Lograda la untdad, Hegel se interesa en esas formas específicas de lo que se da

en lo parttcular que es bellamente artistlco. Es aquí donde se estudiaran las formas

25

Hegel, Lecciones de EstBtica, p 70

A modo de comentarlo De esta exlgencla del tdeal como el contenido substanclal de la obra de arte para que se vea consumada, parte por ejemplo Karl Rosenkcranz para afirmar que: "Pertenece a la esencla de la Idea dejar ltbre a su manlfestaclón, suponlendo as¡ la poslbthdad de

lo negatlvo" Rosenkranz dlra que lo feo es una poslbllldad de la mantfestaclón de la Idea en lo senslble

"SI la naturaleza y el espirltu han de expresarse en toda su dramatlca profundldad,

lo feo natural, el mal y lo demontaco no pueden faltar"

Lo anterlor plantea de forma mdtrecta la Idea de que entonces una obra es Imperfecta porque no se cumple en ella un Ideal. más no, por que en lo senslble aparezca tal vez como una forma fea.

Lo w a l querria d e w que perfecclon para Hegel es la unldad rntsrna de Idea-forma pero que ese "proplo conflgurar Itbre" de la Idea perrnlte que lo que sucede en lo senslble se sustraiga a la arbitrarledad. el azar, el mal. etc Así, la Imperfección puede darse en lo senslble al aparecer lo

feo, pero sln embargo, puede con ello consumarse otro tipo de perfección por contener lo feo: el

tdeal. Con esta nota remarcamos la estétca de lo feo como algo Innegable en las dtferentes

59, 82

culturas Rosenkranz, Karl. Estebca de lo Feo, trad Mlguel Salmeron. Jollero, Madrld, 1992. p.p

(34)

de/ arte. Hegel se dispone así a la conslderaclón de tres tlpos de relación de la

idea con la forma, a saber, la forma simbólica, la clásica y la romántica

La forma simbólica es más un "mero b ~ s c a r " , ~ ' buscar la forma de ligar la unidad

que se persigue, pero no alcanzando una verdadera representación, por lo que la

exteriorizaclón tiene aún muchas carenaas. Con esto se quiere decir que idea y

forma están aún desllgadas. La forma esta en la materia senslble. Al objeto

sensible le es otorgada, de modo que tal objeto ha de hacer creer que la idea es la

que esta expresándose. Pero todo ha sido una superposlclón de la idea sobre la

forma. Esto, para Hegel, no es una correspondencia perfecta. Ejemplifica tomando

a las culturas orientales como las princlpales consumidoras de esta forma de arte

sobre todo porque han puesto significación absoluta en los peores objetos.

[¿?I

La segunda forma de arte es la clásica, donde hay ya una coincidencia entre

significado y forma, sólo que es una coincidencia total y por lo tanto, para Hegel,

abstracta. En esta forma, el contenido mismo es espiritual y no hay lugar para la

humanizaclón ya que ésta es vista como una forma de degradar lo espiritual. El

arte clas~co está ahi sólo como una forma natural del espiritu 28 El espíritu griego

es absoluto mientras que el que subyace a la modernidad es un espíritu más

humano, donde la edad de la razón es Innegable.

El arte clásico supone la unidad consumada, el ideal es plenamente satisfecho. A

lo que Hegel se dirige como el punto clave de la disolución de la forma del arte

clásico, que se fundaba precisamente en ver la unidad como plenamente armónica,

esto es algo que no sucede más, a cambio se ha tomado en cuenta un espíritu

más humanizado y mundano.

Que son: "Las formas de captar la Idea como contenldo, lo cual condlclona una dlferencla de la configuraclon en la que ella aparece" Hegel, Leccrones de Estbtrca, p.p. 70-71

''

b i d ; p. 71

b i d ; p. 73.

(35)

Por la necesidad que el arte va requlriendo, se ha generado posteriormente al arte

clásico, otra etapa: el arte romántico, que en lugar de tomar la unidad como un

supuesto, se pone de nuevo en la oposición Idea-realidad. El arte griego

presentaba la inmediatez empírlca de lo espiritual. El cambto radica en el paso de

un estado de unidad inconsciente a uno consciente. El arte romántico exige la

interioridad consciente de sí. Así, el mundo Interno es el contenido esencial de Io

romántico, lo importante es lo subjetivo y el sentimiento.

"La interioridad celebra su triunfo sobre lo exterior y hace que este

triunfo aparezca en lo exterior mismo, con lo cual queda desvirtuada la

aparición sensible" 29

Se ha diluido lo clásico, pues lo externo carece de concepto y significado en

si,

el

arte romántico cree en la reconciliación de opuestos pero sólo desde el ánimo.

Hegel afirma que es igual que en el arte simbólico, donde se ha separado idea de

forma con la diferencia de que en el arte simbólico se superdotó a la forma y ahora

se encierra la idea en sí misma dotada con todo contenido substarrcial.Estas son

las tres relaciones de la idea con su forma.

De forma más específica respecto a las artes, dentro de la forma simbólica, Hegel

situará la arqultectura, pues se labora sobre algo extenor, natural aunque

inorgánico.

Como ya se mencionó, la forma simbólica aún es Incapaz de realizar el ideal

espmtual. De la arquitectura se dice que, cuando pretende rebasar las formas y el

material, que son cosas exteriores, se convierte en escultura.

/b/d; p. 75

Acerca de lo anterlor, la idea Hegellana parece estar hablando de una jerarquía no como mera

diferencia slno como elevaclón, por ejemplo de la escultura sobre la arqultectura. Parece que Hegel subllma la fonna escultórica por la contlnencla del espíritu. Pero por qué no

tomar ese "rebasar" de la arquitectura, el de traspasar lo meramente material ,

como arqultectura en otro nlvel de la misma.

(36)

El que Hegel vea la escultura como un estadio más elevado puede ser criticable, aún así, el caso es que ello lo deduce de que en la escultura además de haber

formas simétricas hay un espíritu en la corporalldad, en unldad total con ella.

Es

en la representación de la forma clásica, donde la forma está viva por el

contenido que tiene, la escultura ha elevado la materla sensible por un interior

espiritual, mientras la arquitectura es algo más automático trabajado únicamente

desde y para lo sensible.

Después, dominará la energia subjetiva, el movimiento vivo que provoca la pasión,

el sentimiento, el querer y el omitir humanos.

Esto

para Hegel, provoca

particularmente la fluidez de la pintura, la música y la poesía. Artes en las que

Hegel admite que hay una intimidad superior entre significado espiritual y materia

sensible, esta Superiooridad se concibe en comparaclón con la arquitectura y la

escultura. Lo que nos haría cuestionar si la visión de Hegel en el recorrido

descriptivo de las formas de arte es a la vez evolutivo partiendo de que se ve a

las artes como una pirámide en la que cada piedra es una forma de superación del

anterior. La pregunta es si una forma de arte es superada o sólo distinta y

Io

que

nos quiere mostrar Hegel es esa distinción. Hemos de situarnos, sin embargo, en

la idea de cambio y no en SI hay o no un camino en ascenso, lo que requeriría su

propio estudio.

Finalmente Hegel adopta la poesía como un arte totalmente superior, pues ve en

ella el arte general del espíritu, la poesía se desarrolla autónomamente en

todas las artes además de que se ha deslindado del terreno empírico. La poesía

se esparce en espacio y tiempo interior como si desapreciara lo sensible.

Podría decirse que Hegel rescata o más bien reformula, en su visión de la poesía, la coincidencia entre lo verdadero y

lo

bello, pues ve

perfecto de conoclmiento, donde conocimiento es verdad.

en la poesía un medio

Digo "reformula", porque

(37)

no parecería ser un regreso a lo clásico exactamente, sino más hen una forma

distinta de identificar verdad con belleza.

Así, la arqultectura es un arte que se configura en el exterior. La escultura roza lo

objetivo continente de la unidad consumada.

Lo

subjetivo genera mas

completamente la pintura la música y la poesía.

Es así como se ve en la multiplicidad del territorio empírlco artístico, "La idea de la

belleza en su proceso de d e s a r r ~ l l o " . ~ ~ Efectivamente, las artes particulares se

dirigen a algo mayor, según Hegel, que implica incluso y según su perspectiva, el

sacrificio del arte pero al parecer nunca su muerte.

En el arte del pasado y del presente recrea Hegel el movimlento de dos

momentos que subyacen en todo su sistema, sujeto y objeto. Unas veces remarca

la inmanencia del sujeto al objeto, otras recopilando lo que del objeto puede ir

hacia el sujeto. Hegel, como idealista, aún se sitúa en ese dolor heredado que

surge de la oposición entre sujeto y objeto, entre idea y sensibilidad, racionalidad y

realidad.

¿Por qué el arte no habría de estar ligado a ese mismo curso que sitúa al hombre

en inmediato conflicto, llevándolo a instar ya sea por la unlón, la separación, el

diálogo o la reconciliación entre lo opuesto? Esto trae consigo -lo sabemos-

objeciones, consideraclones y consecuencias en general.

Pero, ¿qué quiere dear Hegel con toda esta presentación del arte del pasado así

como en general la serie de etapas por las que ha pasado el arte?, ¿En realidad

quiere mostrarlo como un arte muerto?. En principio parece que necesita explicar

como ha venido sucediendo el cause de lo artístico. Con lo que no está poniendo

un límite cerrado entre un antes y un después en el desarrollo artístico. Se están

mirando los hechos artísticos con detenimiento y profundidad, y, ha descubierto

/bid; p. 82.

(38)

que en su haber, el arte contiene choques internos, el recorrido de la conciencia

misma los ha tenido. Más, finalmente y bajo el pensamlento hegellano, se alcanza

la estabilidad en una reconciliación peculiar entre lo racional y lo sensible.

Hegel ha hecho un diagnóstico del desarrollo artístico partiendo de la historia3',

pero no quedándose sólo en

los

acontecimientos sino en el fundamento de estos.

Ahora, tenemos que decir que al mal interpretarse, las tesis Hegelianas han

provocado un embrollo filosófico, al ser tomado sólo lo más superfluo de este

pensamiento. Se estableció el fin del

arte

a partir de Hegel, lo que ha la vez

configuró en otros térmmos lo que se ha llamado la muerte del arte.

Si se quisiera tomar el término de muerte para hablar de la estética de Hegel, en

todo caso tendría que hablarse de una muerte dialtkticamente.

Que se hable de un arte del pasado no implica la negación de un arte del presente,

pero en Hegel implica un cambio. Cambio que Hegel explica por medio de las

fonnas del arte , donde se dan las distinciones entre un tipo de arte y otro. No parece querer aludir a muerte general sino a finales de un mlsmo proceso que

tiene como fin reconocer la presencia del espíritu. Parecería que descubre la

finalidad de una forma de arte determinada y además explica el por qué de su final

histónco. Lo que verdaderamente interesa es el fin determinado que se cumple con

una forma de arte.

32

El arte ha perecido en cuanto a los fines que perseguía con anterioridad, ha

perecido porque el hombre moderno, se alimenta -metafóricamente hablando- de

cosas distintas que el hombre clásico, porque la subjetividad de la modernidad

31

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