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CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON LA SALUD Y APOYO SOCIAL EN AUTÓCTONOS E INMIGRANTES DEL PAÍS VASCO

Autores: Vallejo G; Lanborena N; Moreno G; Rodríguez E.

El objetivo del estudio es medir la Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS), el apoyo y satisfacción social, los síntomas de ansiedad/depresión, así como el efecto del colectivo de procedencia en dichas variables, diferenciando el grupo inmigrante del País Vasco frente al autóctono.

Métodos. Estudio transversal. Muestra formada por 153 marroquíes, 151 subsaharianos, 167 latinoamericanos, 150 europeos no comunitarios y 1388 autóctonos. La CVRS se evaluó mediante el Cuestionario SF-36, el apoyo social se midió mediante la Escala de Duke y para el análisis de los síntomas ansioso-depresivos se utilizó el Índice de Salud Mental (MHI-5).

Resultados. Las puntuaciones de los autóctonos fueron las más altas en la satisfacción con la vida social y en la ausencia de síntomas ansioso-depresivos. Las puntuaciones más elevadas de la Función Física, Rol Físico, Función Social y el Rol Emocional se obtuvieron en los europeos no comunitarios y autóctonos. Las mujeres obtuvieron en casi todos los colectivos puntuaciones inferiores. Las puntuaciones más bajas en el apoyo social y síntomas de ansiedad/depresión los obtuvieron los marroquíes. En prácticamente todos los casos se encontraron diferencias significativas según el lugar de procedencia; no existiendo únicamente diferencias entre autóctonos e inmigrantes en la Función Física del SF-36.

Conclusiones. El origen geográfico, determina los valores de la CVRS, del apoyo y satisfacción social y los síntomas de ansiedad/depresión. La identificación de esta variable es básica para valorar las necesidades de salud de la población inmigrante y planificar políticas públicas que permitan reducir las desigualdades sociales en salud.

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Palabras clave: Inmigrantes; País Vasco; Calidad de Vida; Apoyo Social; Síntomas de ansiedad/depresión

INTRODUCCIÓN

El fenómeno migratorio ha evolucionado muy rápidamente en nuestro medio en los últimos años; según Eurostat casi la mitad de los inmigrantes que llegaron a la Unión Europea en el año 2006, se instalaron en España. En el País Vasco la población inmigrante1 alcanzó en el año 2009 las 132.189 personas, con predominio de las nacionalidades latinoamericanas (45,6%), seguida de las africanas (19%), europeas no comunitarias (11,1%) y asiáticas (5,2%). Entre los inmigrantes, las mujeres suponen un 48,1%, y los hombres representan el 51,9%. Sin embargo, actualmente hay aún muy poca información sobre la salud de la población inmigrante, y aún menos sobre sus posibles desigualdades en salud.

Existe un amplio consenso en torno al hecho de que las desigualdades en salud tienen su origen en las desigualdades políticas, económicas y sociales que hay en la sociedad, de modo que las personas más desfavorecidas padecen más enfermedades, mayor discapacidad y viven menos que aquellas situadas en mejores posiciones2. Para garantizar los criterios de equidad es clave conocer la situación la población atendiendo a las particularidades de los grupos específicos, como es el caso de los inmigrantes económicos, con una posición diferenciada en la jerarquía social por su condición socioeconómica, género, etnia, tiempo de estancia, etc. Existen diversos estudios que analizan los problemas de salud en la población inmigrante; sin embargo, son menos frecuentes los estudios que consideran las desigualdades en salud según el país de origen en interacción con el género y los determinantes socioeconómicos3.

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Las encuestas poblacionales de salud, de aplicación estatal y autonómica, en las que se integra la percepción del estado de salud en actividades de la vida cotidiana, son una herramienta imprescindible para identificar necesidades específicas. Entre las variables objeto de análisis figura la Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS), una de las dimensiones principales de la salud. Al igual que sucede con la autovaloración de la salud, la CVRS es un predictor de mortalidad y de utilización de servicios de salud reconocida internacionalmente como un aspecto de primer orden en la evaluación de los resultados en salud. La necesidad de valorar la CVRS ha supuesto el desarrollo de instrumentos capaces de medir cómo perciben los individuos su funcionamiento físico, psicológico y social, así como para cuantificar tanto la Función Física como el Bienestar individual4. La información sobre los factores asociados a la CVRS es básica para valorar las necesidades de salud de las poblaciones y planificar las políticas públicas que permitan reducir las desigualdades sociales en salud.

Una de las dificultades que encuentra la población inmigrante es la falta de apoyo social. En este sentido, entre las herramientas más útiles para su medición, está la Escala de Duke; que divide y estudia el apoyo social en confidencial y afectivo. Además, los colectivos inmigrantes padecen síntomas de ansiedad/depresión con mayor prevalencia que los autóctonos; consecuencia de la insatisfacción y el desamparo socioeconómico que sufren. Por todo ello, el objetivo de este trabajo es medir la Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS), el apoyo y satisfacción social, los síntomas de ansiedad/depresión, así como el efecto del colectivo de procedencia en dichas variables, diferenciando el grupo inmigrante del País Vasco frente al autóctono.

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SUJETOS Y MÉTODOS

El estudio del perfil de salud de los inmigrantes de origen marroquí, subsahariano, latinoamericano y europeo no comunitario de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) se realizó a través de la Encuesta de Salud5, aplicada a la población autóctona en 2002 y a la población inmigrante en el 2004-05. La elección del muestreo de conveniencia, complementado con el de “bola de nieve”, vino determinada por la ausencia de listados representativos y actualizados de población inmigrada, así como por la desconfianza que generaba proporcionar datos sobre sí mismos, especialmente entre las personas con situación administrativa no regularizada. La composición de la muestra se diseñó para reflejar, de acuerdo con los datos disponibles, la distribución según sexo, edad y país de origen en cada uno de los grupos de población inmigrante6.

Se realizó un estudio transversal y se determinó un tamaño muestral mínimo de 150 individuos por grupo inmigrante, lo que supuso una muestra total formada por 153 marroquíes, 151 subsaharianos, 167 latinoamericanos, 150 europeos no comunitarios y 1388 autóctonos. No se obtuvo un tamaño de muestra suficiente en el caso de la población de origen asiático. Como criterios de inclusión se consideraron el ser mayor de 15 años y pertenecer a alguno de los países incluidos en los colectivos que tienen mayor representación en el País Vasco.

La calidad de vida relacionada con la salud se evaluó mediante el Cuestionario de Salud SF-367, incluido en la Encuesta de Salud de la Comunidad Autónoma Vasca 2002 (ESCAV2002). El SF-36 es un instrumento desarrollado a partir de una extensa batería de cuestionarios utilizados en el Estudio de los Resultados Médicos (Medical Outcomes Study) (MOS). Detecta tanto estados de salud positivos como negativos y explora la salud física y la mental. El SF-36 consta de 36 ítems,

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que exploran 8 dimensiones del estado de salud cubriendo dos áreas: El Área de Estado Funcional y el Área de Bienestar. La primera de ellas está representada por las siguientes dimensiones: Función Física (FF) o grado en el que la salud limita las actividades físicas tales como el autocuidado, caminar, subir escaleras, coger o llevar cargas y realizar esfuerzos moderados; Función Social (FS) o grado en el que los problemas físicos o emocionales interfieren en la vida habitual; Rol Físico (RF)o grado en el que la salud física interfiere en el trabajo y otras actividades diarias, lo que incluye un rendimiento menor que el deseado, la limitación en el tipo de actividades realizadas o la dificultad en la realización de esas actividades; y Rol Emocional (RE), que explora el grado en el que los problemas emocionales interfieren en el trabajo y otras actividades diarias, considerando la reducción del tiempo dedicado, disminución del rendimiento y del esmero en el trabajo. Por otro lado, el área de Bienestar incluye las siguientes dimensiones: Salud mental (SM), que explora el manera global las principales dimensiones de la salud mental, lo cual incluye la depresión, la ansiedad y el autocontrol; la Vitalidad (VT) que explora el sentimiento de energía frente al sentimiento de cansancio y fatiga; Dolor corporal (DC) que explora la intensidad del dolor y su efecto en el trabajo habitual y en las actividades del hogar; y por último, la Salud general (SG) o la percepción personal de la salud que incluye la salud actual, las perspectivas en el futuro y la resistencia a enfermar. La puntuación de la escala varía de 0 a 100 en cada dimensión, siendo 0 el peor estado y 100 la máxima puntuación para esa dimensión.

El análisis estadístico se realizó utilizando el programa informático SPSS 14.0. Los resultados de las puntuaciones en las escalas del SF36 se expresan como media y desviación típica. Las puntuaciones se segmentaron en función del sexo para realizar la comparación con los datos relativos a la población autóctona recogidos en la ESCAV2002. La edad fue recategorizada de acuerdo a los datos publicados para la población autóctona8 con el objetivo de facilitar la

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comparación. Se realizó la prueba Ji-cuadrado en una tabla de contingencia bidireccional para

contrastar la posible relación entre estas variables y el colectivo inmigrante de procedencia. Para

la medición del apoyo social se utilizó la escala de Duke;9 que comprende dos

dimensiones: el apoyo social confidencial (posibilidad de contar con personas para

comunicarse) y el apoyo social afectivo (demostraciones de amor, cariño y empatía); y para su medición se utilizó la prueba de Mann-Whitney (p<0,01). Mientras que para el cribaje de síntomas depresivos y ansiosos se utilizó el Índice de Salud Mental, en la versión de 5 ítems (MHI-5) que ha sido validado con una alta sensibilidad y especificidad como medida de salud mental de la población10. En el Índice de Salud Mental, siguiendo el criterio estándar, se consideró que había síntomas de ansiedad y/o depresión cuando la puntuación alcanzó un valor inferior a 60 (en una escala de 0 a 100).

RESULTADOS

La Tabla 1 presenta la distribución de las características sociodemográficas, la satisfacción con la vida social, así como la prevalencia de síntomas de ansiedad/depresión de los 621 inmigrantes adultos entrevistados originarios de Marruecos, África subsahariana, Latinoamérica, Europa no comunitaria y la de los 1388 autóctonos de la CAPV. Entre las variables sociodemográficas destaca la mayor presencia de hombres entre las personas entrevistadas originarias de África (90%) y de mujeres en el caso de los originarios de Latinoamérica y Europa no comunitaria

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(66,50% y 60,70% respectivamente). Los colectivos inmigrantes y los autóctonos fueron distribuidos en tres franjas de edad: de 16-24, 25-34 y 35-54 años. El 54,30% de los autóctonos se sitúa en la franja de 35-54 años; el 59,30% de los marroquíes en la de 16-24 años; el 53,40% de los subsaharianos en la de 25-34 años; el 39% de los latinoamericanos en la de 25-34 años y el 48,60% de los europeos no comunitarios en la de 25-34 años. Las personas africanas conformaron los grupos que presentaron menor proporción de estudios universitarios (marroquíes y subsaharianos 09,20% y 12,80%, respectivamente) y fueron los europeos no comunitarios los que mayor proporción de estudios universitarios presentaron (58,20%); por encima de los autóctonos (31,70%).

Respecto a la vida social11, los colectivos que la describen como satisfactoria o muy satisfactoria son los autóctonos (93,90%) y los subsaharianos (81,50%); con valores muy superiores a los definidos por los marroquíes (65,50%), los europeos no comunitarios (73,30%) y los latinoamericanos (74,70%). Cabe señalar que existe una asociación estadísticamente significativa (Chi cuadrado p<0.01) entre el colectivo y la variable síntomas de ansiedad/depresión12. El grupo de autóctonos y el de los europeos no comunitarios poseen los porcentajes más bajos de sintomatología ansioso-depresiva (5,7% y 2,7% respectivamente) y el porcentaje más elevado corresponde al colectivo marroquí (37,20%) y latinoamericano (20%).

La Tabla 2 y el Gráfico 1 recogen los valores obtenidos en cada una de las dimensiones del SF36. Las dimensiones del área Estado Funcional del SF-36 obtuvieron diferentes puntuaciones. De esta manera, las puntuaciones más elevadas de la Función Física las obtuvieron los europeos no comunitarios (95,60) y los latinoamericanos (94,80), mientras que las más bajas las obtuvieron los marroquíes (83,72). La dimensión Rol Físico mostró la puntuación más elevada en los europeos no comunitarios (91,90) y la más baja en los marroquíes (71,06). Las puntuaciones más

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elevadas de la dimensión Función Social las obtuvieron los europeos no comunitarios (94,70) y la más baja los marroquíes (81,67). Finalmente, la cuarta y última dimensión estudiada en el área Estado Funcional del SF-36, el Rol Emocional, obtuvo las puntuaciones más elevadas de la dimensión en los europeos no comunitarios (92,30) y la más baja en los marroquíes (73,02). Respecto a las dimensiones del área del Bienestar estudiadas en el SF-36, la dimensión Dolor Corporal, presentó la puntuación más elevada en los marroquíes (91,21) y la más baja la obtuvieron los autóctonos (81,53). La Salud General mostró la puntuación más elevada en los latinoamericanos (73,90) y la más baja en los marroquíes (58,71). La dimensión Vitalidad obtuvo la puntuación más elevada en los marroquíes (76,72) y la más baja en los subsaharianos (66,40). Por último, la cuarta dimensión estudiada en el área del Bienestar, la Salud Mental, mostró la puntuación más elevada en los autóctonos (74,28) y la más baja en los subsaharianos (58,71). Es preciso reseñar que las mujeres obtuvieron en casi todos los colectivos puntuaciones inferiores. Además, en prácticamente todos los casos se encontraron diferencias significativas según el lugar de procedencia entre autóctonos e inmigrantes en las dimensiones del SF-36.

La tabla 2, en su parte final, incluye los resultados medidos con la Escala de Duke9, diseñada para la medición del Apoyo Social, analizando sus 2 dimensiones: el apoyo social

confidencia y el apoyo social afectivo. En lo referente al apoyo social afectivo, se observó que

los colectivos que obtuvieron mayor puntuación fueron los autóctonos (90,43) y los europeos no comunitarios (84,52), mientras que los que obtuvieron las menores

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puntuaciones fueron los marroquíes (57,62) y los latinoamericanos (73,54). De igual forma ocurrió con el apoyo social confidencial; presentando las mejores puntuaciones los autóctonos y los europeos no comunitarios (87,88 y 83,59, respectivamente) y las peores puntuaciones los marroquíes y latinoamericanos (54,69 y 75,09, respectivamente).

DISCUSIÓN

Es preciso señalar que entre las variables sociodemográficas analizadas destaca la mayor presencia de hombres entre las personas entrevistadas originarias de África (90%) y de mujeres en el caso de los originarios de Latinoamérica y Europa no comunitaria, aspecto que guarda relación directa con los empleos que desarrollan. La mayoría de las mujeres13 ocupan puestos de trabajo relacionados con las tareas domésticas y el cuidado de personas dependientes, mientras que los hombres (especialmente los africanos, desempeñan trabajos de agricultura y construcción). Los colectivos inmigrantes y los autóctonos fueron distribuidos en tres franjas de

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edad. La mayoría de los autóctonos se sitúa en la franja de 35-54 años; casi el 60% de los marroquíes en la de 16-24 años; algo más del 50% de los subsaharianos en la de 25-34 años; cerca del 40% de los latinoamericanos en la de 25-34 años y cerca del 50% de los europeos no comunitarios en la de 25-34 años. Las personas africanas conformaron los grupos que presentaron menor proporción de estudios universitarios (marroquíes y subsaharianos) y fueron los europeos no comunitarios los que mayor proporción de estudios universitarios presentaron; por encima incluso de los autóctonos.

Cabe mencionar que los datos obtenidos en este estudio muestran que la población inmigrante se encuentra satisfecha o muy satisfecha con la vida social que lleva; especialmente en el caso de los subsaharianos y latinoamericanos, aunque con puntuaciones inferiores a la población autóctona. Sin embargo, el colectivo que más insatisfecho se muestra con la vida social es el de los marroquíes. Este hecho, podría guardar relación con la presencia de sintomatología ansioso/depresiva, en la que los inmigrantes procedentes de marruecos obtienen la mayor prevalencia. Mientras que los europeos no comunitarios, por encima de los autóctonos, son los que menor prevalencia de síntomas ansioso/depresivos presentan.

Los hallazgos de este trabajo demuestran la percepción de buena salud de los participantes en el estudio, reflejado en los altos promedios obtenidos en todas las escalas que miden el Estado Funcional (FF FS, RF y RE) y en las escalas de VT y DC que miden el Bienestar. Las peores puntuaciones se obtuvieron en la evaluación de la Salud General y en la escala de SM para el Bienestar. El perfil de salud en los inmigrantes resultó diferente según el origen. Son los inmigrantes europeos no comunitarios, secundados por los subsaharianos y/o latinoamericanos, los que presentan mejor Estado Funcional y los marroquíes describen mayor Vitalidad y Salud Mental y menor Salud General. La comparación de perfiles de salud entre inmigrantes y

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población de la CAPV, en función de sexo y edad, muestra un patrón similar, aunque con puntuaciones medias discretamente inferiores en inmigrantes en todas las escalas del estado funcional y el bienestar, excepto para DC y VT, respectivamente8. Este hecho permite concluir que los inmigrantes representan a un grupo de población con un buen estado de salud, lo que sumado a su juventud y corto tiempo de estancia en la CAPV, sustenta la teoría del “inmigrante sano”, que recoge la tendencia al empeoramiento de la salud a partir de los diez años de estancia en el país de acogida14. Por otra parte, resulta difícil interpretar las diferencias encontradas entre los diferentes grupos de inmigrantes, o bien entre éstos y la población autóctona, ya que pueden deberse a la combinación de numerosas variables, asociadas tanto al hecho migratorio -motivación del proyecto migratorio, tiempo estimado de retorno, expectativas, disponibilidad de redes sociales, localización geográfica15, etc.- como a las diferencias entre los países de origen que conforman la población inmigrante (variables sociodemográficas, diferentes distancias culturales en los grupos de inmigrantes con la población autóctona, etc.). Otro elemento que condiciona la valoración y comparación de las puntuaciones es la ausencia de estudios que recojan los valores poblacionales del SF-36 en la mayoría de los países de origen de la muestra analizada.

Tras controlar el efecto del resto de las variables, los factores que se han visto relacionados con bajas puntuaciones en el Estado Funcional incluyeron pertenecer al grupo inmigrante marroquí -en todas las escalas- al subsahariano en las limitaciones de la salud para actividades físicas y sociales (FF y FS) y al latinoamericano en las limitaciones de la salud para actividades sociales y de rol por problemas físicos y emocionales (FS, RF, RE).

A pesar de que la condición de inmigrante económico de forma general se relaciona con la pérdida de estatus social, la privación material y con la ruptura del soporte social, este hecho no es reflejado de la misma forma en la CVRS de todos los grupos estudiados. La fuerte asociación

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que presenta la procedencia marroquí con todas las escalas del Estado Funcional hace de este grupo el más vulnerable. La relación entre el país de origen de la persona inmigrante y el perfil de salud ha sido referido en trabajos previos16. Diversos estudios encuentran que las diferencias en salud en los grupos de inmigrantes son moduladas por la aculturación y la discriminación, siendo estos factores especialmente complejos en los inmigrantes marroquíes, que son quienes presentan peor perfil de salud. Por otro lado, pertenecer al grupo inmigrante subsahariano supuso un mayor riesgo de CVRS en las escalas de limitaciones de la salud para actividades físicas, mientras que ser latinoamericano apareció asociado con un mayor riesgo para la presencia de limitaciones de la salud física o emocional en la vida social habitual y en el trabajo. Las diferencias encontradas pueden estar condicionadas por el nivel de exigencia funcional, el sistema de valores culturales, sociales e individuales de los países de origen en relación con las actividades que realizan, o bien por su satisfacción en cuanto a su capacidad para realizarlas. La literatura recoge que diferentes grupos étnicos, con diferentes características y que han vivido en diferentes circunstancias vitales, necesariamente tendrán diversas prioridades a la hora de evaluar su calidad de vida, de modo que la valoración de cada escala dependerá de los contextos demográficos, históricos, políticos y sociales. Resulta necesario profundizar en el conocimiento de los diversos modos de vida, aspiraciones e ideales, éticas e idiosincrasias de los grupos de inmigrantes, para dimensionar y contrastar mejor las variaciones entre unos y otros grupos.

La asociación encontrada entre el menor nivel de estudios (marruecos y áfrica subsahariana) con las mayores limitaciones de actividad física y social concuerda con los resultados obtenidos en otros estudios, que muestran que los inmigrantes con un mayor nivel educativo tienen mejor capacidad de adaptación al país receptor y utilizan estrategias más apropiadas de afrontamiento, incluyendo un uso más eficiente de los servicios sanitarios, psicosociales y de los recursos económicos17.

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Los factores que se han visto relacionados con bajas puntuaciones en el Bienestar incluyeron ser mujer -en todas las escalas- y pertenecer al grupo inmigrante subsahariano o latinoamericano en la intensidad del dolor y su efecto en el trabajo (DC). La escasa presencia de problemas crónicos en la población inmigrante muestreada5, junto con la aparente falta de relación en el grupo marroquí entre las escalas que miden el Bienestar y el peor Estado Funcional sugieren el carácter complejo y plurifactorial de las escalas de la CVRS y, por tanto, la necesidad de profundizar en la compleja interacción entre el grupo inmigrante, el contexto social en el que se inserta y la percepción de calidad de vida. Variables que podrían servir para identificar las diferencias encontradas son, entre otras, las condiciones socioeconómicas, el apoyo social y familiar, la compatibilidad de los múltiples roles que debe asumir la persona inmigrante en su contexto social, laboral y familiar, los estereotipos ligados al género y la interacción entre el componente físico y mental. Todos estos factores deberían ser objeto de análisis diferenciado en función del país de origen y el sexo de la persona inmigrante.

Es importante destacar la asociación que presenta ser mujer con las escalas tanto del Estado Funcional (FF, FS, RF, RE) como del Bienestar (VT, DC, SG, SM), lo que configura un perfil comparativamente más frágil y vulnerable en las mujeres que en los hombres. La literatura ofrece resultados comparables, independientemente de la población estudiada, sobre la menor calidad de vida en las mujeres. Los proyectos migratorios y los roles de género permiten explicar el peor perfil de salud de la mujer inmigrante. La inmigración femenina accede a un mercado laboral limitado, precario y con escasas posibilidades de mejora, que incluye las tareas más desvalorizadas socialmente y con menor protección social, como son los trabajos orientados al servicio doméstico y al cuidado de las personas dependientes. Tanto los proyectos migratorios individuales como de reagrupación familiar aumentan el riesgo de un mayor aislamiento y/o

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dependencia de la pareja, con falta de adecuado soporte sociofamiliar. Factores estresores adicionales incluirían el esfuerzo que tiene que realizar la mujer inmigrante en el reajuste de su papel como transmisora de la cultura y de los valores en el proceso de adaptación y enculturación de sus hijos13.

Es preciso destacar que los resultados obtenidos a través de la Escala de Duke9 para la medición

del apoyo social, muestran que en el apoyo social afectivo, los colectivos que mayor

puntuación obtuvieron fueron los autóctonos y los europeos no comunitarios. Sin embargo, los que obtuvieron las menores puntuaciones fueron los marroquíes y los latinoamericanos. De igual manera ocurrió con el apoyo social confidencial; presentando las mejores puntuaciones los autóctonos y los europeos no comunitarios y las peores puntuaciones los marroquíes y latinoamericanos, respectivamente. Esta situación confirma la relación existente entre los bajos valores del apoyo social con la prevalencia de sintomatología ansioso/depresiva y la insatisfacción con la vida social de una importante parte de los inmigrantes marroquíes y latinoamericanos.

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Este estudio tiene una serie de limitaciones que obligan a interpretar los resultados con precaución. La naturaleza retrospectiva de algunas variables plantea la posibilidad de un sesgo de memoria, como ocurre por definición en todos los estudios basados en encuesta. La condición transversal del estudio limita el establecimiento de una relación causal entre las dimensiones de la CVRS. Por último, la ausencia de estudios que brinden los valores poblacionales del cuestionario de salud SF-36 -en la mayor parte de los países de origen de los inmigrantes que componen la muestra analizada- dificulta la valoración de las puntuaciones encontradas.

Tras estas consideraciones, los hallazgos de este trabajo demuestran la percepción de buena salud en la población estudiada. Se han podido identificar los factores asociados a las diferencias en las Limitaciones Funcionales y el Bienestar en función del origen, género, nivel de estudios y edad. Direcciones futuras de la investigación en desigualdades en salud con personas inmigrantes deberían abordar la identificación de éstas y otras variables explicativas, especialmente en grupos tan poco explorados en la literatura científica como los inmigrantes procedentes de África.

AGRADECIMIENTOS

Las autores agradecen la implicación y colaboración de las personas inmigrantes, asociaciones e instituciones participantes, tanto respondiendo a los cuestionarios de salud como apoyando el estudio.

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Tabla 1. Distribución (%) de las características sociodemográficas, vida social y síntomas de ansiedad/depresión, según grupo poblacional

Prueba de χ 2 b p<0,01

Autóctonos Marroquíes Subsaharianos Latinoamericanos Europeos No Comunitarios

Sexo b Hombre 49,90 89,50 90,70 33,50 39,30 Mujer 50,10 10,50 09,30 66,50 60,70 Edad b 16-24 22,20 59,30 15,50 26,80 19,20 25-34 23,50 30,70 53,40 39,00 48,60 35-54 54,30 10,00 31,10 34,10 32,20 Estudios b

No sabe leer ni escribir/sin estudios 00,80 07,00 13,50 04,40 00,00

Estudios primarios 16,50 52,80 24,30 10,80 07,50

ESO 1º/ Graduado escolar 21,70 14,80 30,40 24,10 18,50

ESO completo/BUP/ FP 29,40 16,20 18,90 31,00 15,80

Esc.téc/Diplomaturas/Licenciaturas 31,70 09,20 12,80 29,70 58,20

Vida Socialb

Insatisfactoria o muy insatisfactoria 06,10 34,50 18,50 25,30 26,70

Satisfactoria o muy satisfactoria 93,90 65,50 81,50 74,70 73,30

Síntomas de Ansiedad/Depresiónb

Sí 05,70 37,20 15,40 20,00 02,70

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Puntuaciones del Cuestionario SF-36 (CVRS) y de la Escala de Duke (Apoyo social: confidencial y afectivo) según poblacional y sexo

Variables del SF-36 Hombres Mujeres Total

Media DT Media DT Media DT

Función Física b Autóctonos 94,67 12,25 93,23 12,89 93,95 12,59 Marroquíes 86,85 22,66 57,50 26,14 83,72 25,53 Subsaharianos 93,10 16,60 78,20 28,50 91,40 18,50 Latinoamericanos 98,80 04,04 92,80 12,70 94,80 11,00 Europeo no comunitario 97,60 07,40 94,20 16,10 95,60 13,40 Rol Físico b Autóctonos 91,56 24,06 90,24 25,71 90,90 24,90 Marroquíes 71,15 30,89 70,31 35,61 71,06 31,31 Subsaharianos 89,30 26,30 83,90 36,20 88,90 27,20 Latinoamericanos 92,00 26,20 79,60 35,70 83,80 33,20 Europeo no comunitario 92,80 23,20 91,20 24,80 91,90 24,10 Dolor Corporal b Autóctonos 83,05 22,79 80,02 23,34 81,53 23,11 Marroquíes 91,88 16,23 85,43 21,38 91,21 16,86 Subsaharianos 85,50 20,50 72,20 37,00 84,30 22,60 Latinoamericanos 86,40 22,30 68,70 30,20 74,70 29,00 Europeo no comunitario 91,10 20,40 83,40 26,10 86,50 24,20 Salud General b Autóctonos 70,65 17,67 69,44 17,50 70,05 17,59 Marroquíes 58,78 13,26 58,19 14,75 58,71 13,38 Subsaharianos 65,40 16,80 51,10 18,70 63,90 17,40 Latinoamericanos 83,50 14,30 68,90 19,70 73,90 19,30 Europeo no comunitario 71,90 20,70 68,20 18,20 69,80 19,20 Vitalidad b Autóctonos 69,55 17,71 65,95 18,97 67,75 18,43 Marroquíes 77,16 14,89 73,13 12,89 76,72 14,70 Subsaharianos 68,80 15,40 40,80 23,40 66,40 18,00 Latinoamericanos 80,00 18,90 69,00 19,20 72,70 19,70 Europeo no comunitario 67,20 23,70 68,40 25,30 68,10 24,60 Función Social b Autóctonos 91,96 16,78 89,48 18,42 90,72 17,66 Marroquíes 82,48 20,54 75,00 18,25 81,67 20,38 Subsaharianos 91,90 14,20 64,30 37,60 89,30 19,40 Latinoamericanos 96,00 13,30 83,40 27,40 87,70 24,30 Europeo no comunitario 93,00 18,10 95,10 14,10 94,70 15,70 Rol Emocional b Autóctonos 93,65 21,31 89,59 27,00 91,62 24,40 Marroquíes 73,01 37,92 72,92 32,70 73,02 37,28 Subsaharianos 94,30 19,30 69,10 38,00 92,00 22,70 Latinoamericanos 87,50 24,30 77,50 33,10 80,90 30,70 Europeo no comunitario 91,50 23,10 93,00 15,30 92,30 19,00 Salud Mental b Autóctonos 76,10 17,07 72,47 18,16 74,28 17,71 Marroquíes 70,27 16,21 65,75 11,12 69,78 15,77 Subsaharianos 68,10 16,90 46,80 28,30 66,30 18,90 Latinoamericanos 74,20 º7,40 63,20 19,90 66,90 19,70 Europeo no comunitario 69,00 22,30 70,00 15,50 69,50 18,30

(20)

Escala Duke Apoyo Social Hombres Mujeres Total

Media DT Media DT Media DT

Apoyo Afectivo b Autóctonos 90,29 14,63 90,57 15,21 90,43 14,92 Marroquíes 56,88 17,33 64,00 22,08 57,62 17,93 Subsaharianos 79,44 24,66 63,59 31,57 78,16 25,61 Latinoamericanos 73,70 25,05 73,46 25,76 73,54 25,45 Europeo no comunitario 78,85 25,13 88,00 18,96 84,52 21,93 Apoyo Confidencial b Autóctonos 86,92 16,79 88,84 15,44 87,88 16,15 Marroquíes 53,53 16,18 64,53 18,57 54,69 16,72 Subsaharianos 80,70 24,82 56,92 29,62 78,70 26,06 Latinoamericanos 78,10 25,73 73,57 25,42 75,09 25,54 Europeo no comunitario 79,31 25,18 86,17 19,66 83,59 22,13

Muestra de hombres, mujeres y general. Prueba de Mann-Whitney b p<0,01

Gráfico 1. Distribución de las puntuaciones del cuestionario SF-36 en los colectivos estudiados.

0 20 40 60 80 100 FF RF DC SG V FS RE SM Marroquíes Subsahariano

Latinoamericano Europeo No Comunitario

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