La poesía de González Prada

16  Download (0)

Full text

(1)

La Poesía de González Prada

zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA La po esía cié Go nzález Prada no es co mp lemento o rnamental en

su figura d e pensad o r y co mbatiente, sino centro d e su sistema anímico , d el cual parten y al cual co nfluyen to d as las co rrientes d e su espíritu. De sus v erso s no podría d ecirse co mo d e la "herm o sa cítara labrad a" d e A quiles en la Ilíada: un mero d eleite p ara amenizar lo s interreg no s mo ro so s d el co mbate. Po esíayhaY y v id a se entrelazan en este v aso trans-mitiénd o se mutuamente sus p o d eres, p o r más q ue frente a alg unas estro-fas exquisitas y puras p ensemo s q u e éstas no p ued en ser p ro d ucto d el gladiado r po lítico sino d e un secreto cultivado r d e o rquíd eas. Co mp u-so p o emas d e la más d iversa índ o le durante el trascuru-so d e su existen-cia, co n una aplicació n d e o rfebre inclinad o amo ro samente so bre la ta-rea q u e só lo se exp lica a la luz d e la gran v o cació n, lejo s d el p asa-tiempo superficial delzyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA DILETA NTTE. Escuchaba el llamad o lírico y le d aba cabid a en su alma co mo a una co rriente aneg ad o ra; a su v ez en su p o esía se encuentran todas las grand es p reo cup acio nes o bjetiv as, sus po stulad o s so ciales y humanitario s, su rep resentació n d el mund o , d e la naturaleza y d e la vida, su angustia metafísica, su fe en la razó n y en la ciencia, su esperanza d el po rvenir y hasta sus g rand es enc o no s y sus o d io sid ad es p equeñas. Su creació n po ética es así la síntesis d el artista y del sagiartistario, en que p ued e analizarse la bellez a m ás fina y no -ble, d igna d e las mká altas inspiracio nes d e A mérica, y el ag o nismo pa-tético d el ho mbre d e id eas y d e acció n. Esta p o esía es en nuestras le-tras una cima resp land eciente que se elev a so bre las co nv encio nes d e su tiempo, libránd o se d e las influencias igualitarias po r ento nces en bo-g a y abre el ciclo d e nuestra lírica co ntemp o ránea. D e él d esciend en, co mo po r la diamantina lad era d e lo s nev ad o s la frescura fecund ante, no-v ed ad y gracia, fuerza y sincerid ad , d ep uració n y gusto . Co n este signo

(2)

matinal lo reco no cen los jó v enes d e ho y y lo acata la crítica. Se lia pu-blicad o hace p o co una anto lo gía d e la PO ESIA CONTEMPORA NEA DEL PERU que se inicia co n sus verso s (1). Los autores d e esta selecció n, p ese a naturales d iscrepancias, le acreditan los méritos d e "una no ve-dosa modalidad que ap arece entre no so tro s para so rpresa y agitación pro vecho sas, co mo extraña y p recurso ra". Al d e Prada siguen en ella los no mbres d e Jo sé María Eguren, César Vallejo , Martín A dán, Emilio A dolfo W estphalen, Xavier A bril, Enrique y Ricardo Peña, y Carlo s O-quend o d e A mat. La trayectoria d e esia antología elud e al mo d ernismo pro piamente dicho, representad o por Cho cano , y empalma a Prada con Eguren y Vallejo y la po esía d e nuestro tiempo, d ánd o le así a la o bra d e aquél una v igencia y una afinidad estéticas co n lo más reciente d e nuestro lirismo. Ya la A N TOLOGIA DE LA PO ESIA ESPA ÑOLA E HIS-PA NOA MERICA NA de Fed erico d e Onís, publicada en 1934, abría sus páginas co n el poeta peruano, en el Pórtico d e su TRA NSICION DEL ROMA N TICISMO AL MODERNISMO, antes d e Gutiérrez Nájera, Martí, Díaz Mirón, Jo sé A sunció n Silva, Salvado r Rueda y otros clásico s anun-ciad o res del mo dernismo . "Su obra po ética es limitada, pero significa un esfuerzo no table por la no ved ad dentro d e la sencillez y la co ncen-tración, afirma Onís, una reacció n contra el ro manticismo d esbo rd ad o y el verbalismo abundante y vacío que d o minaba en A mérica". Lo per-sonal, trasparente y refrenad o del sentimiento, la tersura parnasiana y clásica del lenguaje y el uso d e formas nuevas, so n los caracteres que, para Onís, hacen d e Prada un presagio del mo d ernismo .

Prada había escrito v erso s d esd e su ad o lescencia, co mo reso nan-cia d e su aislamiento meditativo y d e sus lecturas sistemáticas aunque libres d e los clásico s esp año les y d e los auto res franceses, ingleses y alemanes. La circunstancia d e haber estudiado en el Co legio Inglés d e Valparaíso y su tenaz emp eño para el aprend izaje d e las lenguas extran-jeras más importantes, le franquearo n la entrada al reino po co co no cid o en nuestro medio intelectual d e las literaturas euro peas mo d ernas. Des-d e ento nces traDes-duce fielmente e imita a Go ethe, Schiller, Heine y oíros po etas germano s. Le son familiares Musset, Hugo, Baudelaire, Leco mte, Carducci, Byro n, Shelley, así co mo los clásico s griego s y latinos y lo s esp año les entre lo s cuales establece diferencias, distinguiendo entre

todos ello s a Quev ed o co mo el más g rand e escritor d e la raza a quien zyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA

(1) Jo rge Eielson — S. Saiazar Bondy — Javier Sologuren: LA POESIA CONTEM PORA NEA DEL PERU" . I. Editorial Cultura A ntartica. Li-ma, 1946.

(3)

habría que buscar iguales, según sus propias palabras, "lejo s del mun-do españo l — en la Grecia d e Pericles" (1). El amo r a la po esía se acre-cienta y fo rtalece en los o cho años de soledad que pasa en la hacien-da d e Mala, luego d e abando nar los estudios universitarios. Allí, lejo s d e la contienda política que d esd eña por su bajeza y barbarie, lejo s del ambiente tradicional que lo comprime, en la paz egló gica del va-lle, en contacto co n los labriego s sencillo s y con el paisaje risueño, acen-dra su cultura durante largas jornadas d e estudio. Escribe co n abun-dancia, pero también d estruye lo escrito por descontento orgulloso y castiga sin cesar aquello a que co nced e la existencia. Publica muy po-co y siempre a insistencia d e amigo s y editores. En 1871 Jo sé Domin-go Co rtés imprime en Valparaíso el PA RNA SO PERUANO y en él apare-cen los verso s que difunden y prestigian su no mbre, ya reducido por la propia firma a Manuel G. Prada. Son co mpo sicio nes de gusto clásico espa-ñol, bajo la influencia d e los A rgenso las y d e Fray Luis de León, con emo ció n religiosa y deísmo co nfeso . El gusto y la tendencia doctrina-ria iban a vadoctrina-riar mucho d esd e ento nces. Las publicacio nes se suced en d e tarde en tarde en los periódicos y revistas d e la época; pero el pri-mer libro no aparece sino en 1901, bajo el no mbre de MINUSCULA S y constituye parat él mismo una sorpresa . Su espo sa A driana d e Verneuil y su hijo A lfredo, estampan la fina edición valiénd o se d e una p rensa casera, en número d e cien ejemplares fuera de co mercio y se la o frecen el 6 de enero, co mo un presente d e cumpleaño s. En vida del poeta só-lo se imprimen d espués PRESBITERIA NA S en 1909 y EXOTICA S en

1911. Desp ués de su muerte, debido al amor filial y a la pericia bibliográfica d e su hijo A lfredo, se publican TROZ OS DE VIDA en 1933, GRA -FITOS en 1937, LIBERTA RIA S en 1938 y BA LA DA S en 1939. por su parte, Luis A lberto Sánchez, co n su devoción y autoridad so bre el te-ma, edita BA LA DA S PERUA NA S en 1935 y A DORA CION en 1947, co-mo una contribución a los ho menajes del actual Centenario. Alfredo, d esaparecid o en 1943, d ejó anunciado un último libro, DISJECTA

MEM-BRA „ co n todas las po esías que aun quedaban sin reunir en volumen, esparcidas en diferentes publicacio nes o inéditas.

Es difícil fijar el orden cronológico verdadero d e los libros poéticos d e Prada si prescindimo s d e la fecha d e las edicio nes. Con excepció n d e MINUSCULA S y EXOTICA S que constituyen momentos d e una evo-lución estética y d e TROZ OS DE VIDA que forma el mensaje lírico de

los últimos días del poeta, loq d emás juntan co mpo sicio nes d e muy dis-zyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA

(4)

tintas épocas, reunidas por la afinidad de los temas. Sin embargo, pre-cisaré su contenido por el orden en que se entregan al público con objeto de no detenerme en problemas de aclaración compleja. Le da-ré amplitud al análisis de TROZOS DE VIDA por su carácter de sínte-sis geométrica, en que se cristaliza toda la obra anterior y se percibe nítidamente la sensibilidad y el ideario del poeta. MINUSCULAS (edi-ciones de 1901, 1909, 1928 y 1947) comprende desde algunas poesías insertas en el PARNASO PERUANO de Cortés hasta otras próximas a la fecha de la primera edición. Es el resultado de un severo escogi-miento de gusto exquisito que logra para las letras peruanas un libro fundamental y eterno. Se encuentran aquí las realizaciones más primo-rosas, delicadas y diáfanas, de las cuales va a ser EXOTICAS una culmi-nación cenital y TROZOS DE VIDA un poniente sabio, pomposo y me-lancólico. PRESBITERIANAS (ediciones de 1909 y 1928) es un pequeño tomo de epigramas y sátiras anticlericales que pertenecen más a la al-jaba del agresor político-social, obsesivo y convulso, que a su obra poé-tica, aunque muchos de ellos están morosamente elaborados. El cinis-mo y la obscenidad rabelesianos carecen aquí de la. amplitud para com-prender a la sociedad entera en la crítica de sus abusos y deformacio-nes y del cromático realismo que enciende las descripciodeformacio-nes del cura de Meudón. A fuerza de ser el único culpable de los más afrentosos vicios y de constituir una abstracción desprendida de la masa social, el clero aparece como un arquetipo grotesco, irreal y absurdo, creado a propósito para recibir los rayos de su tonante indignación. EXOTICA S prosigue la línea de MINUSCULAS, superando su ardimiento de gracia y su potencia renovadora. Corresponde a la época de permanencia del poeta en París y por lo tanto de asimilación entusiasta y fervorosa de horizontes ignorados. Añade a MINUSCULAS formas y motivos fla-mantes, movilidad y energía creadora. TROZOS DE VIDA abarca la producción de los últimos seis meses de la vida del autor, emocionan-tezyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA CORONA OPER1S realizada en un solo molde estrófico: octavillas aso-nantadas al modo del romance, simples y sordas, como hundidas en la cogitación, final del pensador y del artista. Se encuentran aquí, seve-ramente cifradas en 153 de estas octavillas, las ideas que han vagado con fragosa agitación por toda la obra y que llegan como a posarse en sueño tranquilo bajo un fanal limitado y traslúcido. El dolor cósmico que se hunde en la amargura de contemplar el sufrimiento inexorable de todos los seres y que parece centrarse en el hombre y en sí mismo, tiene su expresión en las octavillas 28, 29, 41, 42, 45, 51, 56, 57. Ante el sucederse ciego del infortunio y de la muerte encuentra en la

(5)

mon-taña cubierta d e hielo y en la mujer estéril lo s símbo lo s perfecto s d e su actitud filo só fica:

Montaña excelsa, no sueñes el verd o r primaveral:

d eja al llano las fruicio nes d e la vil fecund id ad .

A rro pada en niev e eterna, co mo un armiño imperial, sigue a la mujer estéril, ien su no ble majestad .

(42)

Ya en el primer p o ema d e MINUSCULA S la .nube que cruza el fir-mamento so nríe ante la apariencia bo nancible del paisaje,

mas al mirar aso lació n y espanto, odios y guerras, muertes y do lo res, lanza un gemid o y se d eshace en llanto.

tragedia d e la agno sis que atenacea su alma y que la enno blece duda metafísica por so bre sus estridentes afirmacio nes d e ateís-manifiesta en las octavillas 30, 31, 32, 33, 49, 70, 98:

Ni v erd ad es las verd ad es, ni mentiras las mentiras. Para rumbo del cerebro ¿Dó nd e hallar la estrella fija? Todo so mbras y apariencias; todo vaga, todo gira,

en la caó tica no che d e una cuev a sin salida.

(31)

•En EXOTICA S (1) la Naturaleza es la co nd ucto ra "d e la infancia a la vejez, d e la v ejez al GRA N A BISM O ", y en med io d e la cho carrería d e lo s GRA FITO S afirma esta sentencia qrav e:

...Pues los ho mbres ho y mo rimo s co mo lo s ho mbres d e ay er: La

co n la mo se

(6)

co n el mied o en laq entrañas y co n la duda en la sien, y end o a buscar en la tumba un o scuro PUEDE SER.

(GRA FITO 41)

Sentencia, por lo d emás, ya d icha en forma d e agud a interro gació n en el RONDEL d e Minúsculas:

-...¿Po r qué sin tregua ni quietud luchamo s? ¿ Q u é v emo s al final d e la jo rnad a? La eterna v id a o la infecund a nad a? ¿A d ó nd e v amo s?

El d eseng año supremo d e la vida por su fugacid ad , "v anid ad d e vanid ad es y todo v anid ad ", en extraña pro ximidad al Eclesiastés y al Kempís, lo trasunta la o ctavilla 48:

¡Qué sabbat d e fo rmas v anas! ¡Qué girar vertigino so

d e iluso rias apariencias! To do miente, eng aña todo.

¡Cuán distinto el univ erso d e lo que d icen lo s o jo s!...

Desengaño que tiene anteced entes co p io so s en MIN USCULA S:

...Subsiste el duelo , p asa la alegría:

dura un siglo el ciprés, la ro sa v iv e un día. (Rondel)

...A ves d e p aso que en flotante hilera, reco rren el azul del firmamento ,

exhalan en los aires un lamento , y se disipan en velo z carrera,

son el amor, la gloria y el co ntento ... (Rondel)

Lo s bienes y las glo rias d e la vida o nunca v ienen o no s llegan tarde.

(7)

Lucen d e cerca, pasan de corrida, los bienes y las glorias* d e la vida...

(Triolet)

Humo y nada el soplo del ser: mueren ho mbre, pájaro y flor, co rre a mar d e olvido el amor, huye a brev e tumba el placer...

(Vivir y Morir)

Esta desilusión del mundo hace más cara la soledad tajante y se-ñorial que palpita en las o ctavillas 66, 78, 81, 89, 123:

' ...Lejos y o d e las ciud ad es abstraído vo y y solo...

(78)

Misantropía que repite, d espués d e cincuenta año s y tras otras rei-teraciones, la del verso juvenil del PA RNA SO PERUA NO:

En el mar pro celo so d e la vida eres mi puerto, soledad q uerid

a-Pero el d esencanto de las co sas y de los ho mbres no se red uce a buscar el refugio de la soledad donde su "alma vibra y se difunde" si-no que lo impulsa hacia la evasión por el tiempo hacia el porvenir:

...Que esta raza no es mi raza, que este siglo no es mi siglo: y o debí nacer mañana.

(67)

A la evasió n por el espacio hacia distantes mirajes:

...¡Quién a la nave subiera

y en la nav e se alejara!... zywvutsrponmliedcaVUTSRPONMLIHGFEDCBA (68)

A la evasió n sideral hacia los so les y las estrellas que chispean en el firmamento:

(8)

Si en las miríadas d e mundo s, existe un mund o viril,

si hay un astro d e rebeld es,

oh muerte, llév ame allí. zyvutsrqponmljihgfedcbaZVUTSRQPONMLIHGFEDCBA

(60)

Y a la evasió n por la muerte, afrontando la so lució n del gran enig-ma:

Po sad ero , da po sad a al cansad o peregrino . Bajo do sel d e cip reses, d ame un lecho duro y frío; po rque el sueño q ue me ago bia no es un sueño fugitivo:

es un sueño interminable, es un sueño d e granito.

(62)

EstazyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA SUITE d e la evasió n que se perfila en TROZ OS DE VIDA tiene sus anteced entes simétrico s en el resto d e la o bra, particularmente la evasió n hacia lo s astro s:

En mar d e luz mi corazón nav ega, por sid erales v o ces atraído...

(Pantum sin Rima. MINUSCULA S)

Pero no todo es so mbrío p esimismo y execració n en el po strer siste-ma lírico d e Prada. El universo se ilumina a v ec es d e ensueño asiste-mable, d e exultación cordial, d e fe en algo invisible aunque no sea la co ncep -ció n divina del cristianismo. Siente la necesid ad d e afirmarse en de-terminadas creencias. Po dríamo s d ecir que éstas so n cuatro esenciales que renuevan radicalmente su actutid y le infunden aliento p o d ero so y férvido : el amor; la belleza; el pro greso humano basad o en la razón y en la ciencia; y la misteriosa armo nía y unidad del Co smo s en q ue palpita una p resencia indefinida pero insistente:

...Venid, p o ned el oído y escuchad el corazón:

(9)

en él su canto divino está cantando el amor .

(115)

Co nfesió n que concierta, entre otros preced entes, co n el Laude d e EXOTICA S:

...Celebremo s al amor co mo rey y gran seño r. A torrentes brota dél toda luz y toda miel, en sus labios toda hiél da dulcísimo sab o

r-La hermosura de los campo s y los cielos, la gravedad d e las monta-ñas, la delicadeza d e las flores le producen una fascinación estática:

¡Quién amaral ¡Quién viviera en dulcísimas co ngo jas

y muriera respirando la fragancia d e una rosal

(107)

Fascinació n que está ya compendiada en MINUSCULA S:

De cuantos bienes atesora el mundo, el bien supremo, el de mayor grandeza, • emana d e tus formas, oh Belleza!...

(Balata)

El optimismo suced e al' desco nsuelo co mo un aura refrescante cuan-do luego d e contemplar la organización social del presente piensa en el futuro: .

Paso a paso , mas d e frente siguen su marcha los ho mbres, d espo jánd o se del bruto,

(10)

Esta confianza ad quiere caracteres proféticos, casi litúrgicos, en LI-BERTA RIA S:

...Quiero anunciar el v enid ero día

a lo s co bard es que en la no che d uermen, quiero en las almas derramar un germen d e amor, d e libertad, d e rebeld ía.

(Lo q ue y o Quiero )

...¡Q ue en todos los camp o s florezcan los mirtos! ¡Q ue en todas las almas germine la d icha!...

(El Himno Futuro)

La intuición d e la fraternidad có smica que alcanza d esd e los se-res más p equeño s y d esd eñad o s hasta los mund o s astrales d o nd e pre-siente "un oculto más allá", lo empapa d e emo ció n panteísta, v agamen-te religio sa:

Invisibles hilo s d e oro

van d el gusano a la estrella... (91)

Todo es uno en la divina identidad d e las co sas...

(95)

Emo ció n que v iene d esd e el fondo d e la o bra:

Oigo el rumor d e lunas y d e so les, escucho el palpitar d el universo ...

( Ro n d e l - Ro m an c e . M IN U SC U L A S)

Las co sas se unen a las co sas,

los seres se co nfunden co n lo s seres...

(La Gran Familia. EXOTICA S)

Me he detenido a precisar el ideario d e TROZ OS DE VIDA por su carácter d e SUMMA POETICA que caracteriza al vo lumen, aunque no supera la belleza d e la o bra d e juventud. Esta se co niiene en MINUS-CULA S y EXO TICA S y, en parte, en lo s d o s tomos d e BA LA DA S. Los

(11)

libro s postumos, en general, tienen el defecto d e haber reco gid o indis-criminad amente los po emas, llevado s los editores d e un criterio docu-mental, útil para la crítica, pero en menor grado para la estética litera-ria. Mucho s d e eso s p o emas son primeros esbo zo s co nd enad o s u ol-vidado s por el autor, en gran cantidad incompletos, a menudo fallidos, esqueleto s levantados del osario d e lo pueril o lo pedrestre a que tie-nen d erecho lodos los artistas.

El autor dispuso un solo tomo d e BA LA DA S, pero me parece cer-tera la separació n del grupo que incide en temas nacio nales con el no mbre d e BA LA DA S PERUA NA S (edición d e 1935). Son éstas, co mo las d e tema universal, co mp o sicio nes épico-líricas de corte sobrio y elegante, inspiradas en las leyend as y mitos d e la raza aborigen, en los año s d e la vio lencia conquistadora y en la realidad trágica de los indios d e ho y. La lozanía del mundo y d e los ho mbres recién apareci-dos, captada a menudo d e los relatos co smo gó nico s d e Garcilaso, el cuadro d e sangre y d e co dicia instaurado por Pizarra, la protesta frente a la iniquidad cuatricentenaria, circulan por el verso :

..."—¡Pied ad , piedad, Viraco cha!" clama el indio d e rodillas;

mas el blanco ignora quejas y el sangriento azote vibra.

(El Chasqui)

LA S BA LA DA S PERUA NA S inauguran en nuestra po esía el tema vernáculo que los romáticos habían tratado sólo o casio nalmente o co mo recurso decorativo y que la inspiración de Cho cano va a elev ar a cali-dad estética y jubileo sensorial, sin calar hondo en la entraña dolorosa y acezante. "Co n Prada se inicia la campaña indigenista nítida. Co n él se ahondó el sentido del canto peruano " señala Luis A lberto Sánchez al rev elamo s estas páginas. La co lecció n encierra un material hetero-g éneo d esd e el punto d e vista artístico, pero priman un aire delicado que nimba la narración y el innegable calor del resco ld o telúrico.

GRA FITOS (edición d e 1937) co ntiene la pro ducció n epigramática y satírica d e Prada, la co lecció n no d e sus grand es v enablo s sino d e sus saetas brev es y ágiles, para los go lpes meno res, aunque a v eces no meno s desgarrantes. Les dió el no mbre d e GRA FITOS explica A lfredo González Prada "queriend o tal vez significar que a la manera d e los GRA FFITI clásico s, nacieran esto s p equeño s po emas al capricho d e la o currencia y co n la espo ntaneidad co n q u e las inscripcio nes, dibujos,

(12)

ca-ncaturas y garabato s aparecen trazados so bre los muros d e lo s ed ificio s antiguos '. Están co mp uesto s en v erso s d e arte menor, formando parea-dos o estrofas d e cuatro o cinco v erso s, aunque hay alguno s más am-plios. Los temas son literarios, políticos, so ciales, amo ro so s, religio so s, so bre v iajes y so bre motivos puramente epigramático s, centelleo d e pa-rado jas y sarcasmo , trazos rápido s y enfáticos, risa que no alcanza a d esleír el rictus d e la có lera.

LIBERTA RIA S (edición d e 1938) reúne los v erso s civiles inspira-dos en el ansia frenética d e emancipació n que co nd ensa la página limi-nar co n el símbo lo d e la nav e sin band era, ni brújula, ni piloto, ni ti-món y que

nav egue feliz o perezca, se arroja a los mares, se arroja por sirtes y vórtices,

sin luna, lucero s ni sol.

Han sido añadidas las co mp o sicio nes d e otros libro s que guardan relación con el asunto co mún. A lguno s p o emas tienen aliento po ético vigoroso co mo "El A rbo l" y "El Ultimo Grito ", pero por lo general su-fren la chatura d e la impo sició n didáctica, el rigo rismo d e una doctri-na demasiado matemática. En GRA FITO S y en LIBERTA RIA S la po e-sía es huésp ed d e la dialéctica y está co mprimida dentro d e un pupila-je rectilíneo en forma que a menud o se red uce o se d esv anece por co m-pleto.

En general Prada es un altísimo po eta cuand o hace p o esía pura o cuando lleva hasta la esfera po ética sus inquietud es vitales, aunque éstas sean doctrinarias; pero lo es mucho meno s cuand o teniend o por mira inmediata la pro pagand a o la p o lémica en torno a sus principio s ideo ló gico s, moviliza la p o esía al servicio d e esto s fines estéticamente secundario s. Ento nces cae en el pro saísmo , la frialdad o el mal gus-to, lo que se ha agravado co n las p ublicacio nes no autorizadas por él. Pero en esa primera actitud, la pro piamente lírica, tiene un caud al d e acierto s que hacen innecesarias para una valo ració n artística, las de-más partes de su obra. Esta p ued e qued ar co nfinada así a MINUSCU-LA S y EXOTICA S, a la mayor parte d e TROZ OS DE VIDA , BA MINUSCU-LA DA S PERUA NA S y BA LA DA S y a una extracció n severa d e GRA FITO S y LIBERTA RIA S. A DORA CION es un libro romántico, d e co nfid encia a la mujer amada, co n propósito muy perso nal e íntimo, en el cual no hay v erso s que merezcan la antología, aunque p ued en ser útiles para un juicio integral del poeta.

(13)

Las BA LA DA S, d e carácter universal, constituyen el tronco inspi-rador d e d o nd e se derivaron las d e asunto peruano. El poeta gustó des-d e la juventudes-d des-d e la balades-da que es un mensaje breve, fino y vagoroso del reino d e la imaginació n. Allí los hecho s referidos són cortos, las emo cio nes sutiles y melancó licas, lo sobrenatural pone un soplo d e mis-terio y delicio sa incertidumbre, elemento s todos que coincidían con su manera d e sentir la belleza. Tradujo baladas d e los grandes poetas ale-manes y franceses y co mpuso muchas originales, con sujeción a las re-glas clásicas del género y co n inspiración selecta y primorosa. Sobre-salen "El Pescado r Lo co " por su expresión lírica d e la fatalidad, "Es-cena Feud al" por su dramatismo bárbaro, "El Rey Perjuro " por su con-traste romántico, "El Islamismo " por su colorido oriental y "El Parrici-d a", "Mancha InParrici-d eleble" y "El Rey Parrici-d e los Elfos", so bre un motivo Parrici-d e Go ethe, por el hálito de lo inexo rable y divino.

-Entre sus cualidades positivas está su virtuosismo métrico y su fuerza creadora y transformadora d e módulos po ético s. Sacerdo te gra-v e d e la euritmia habita "el albo y harmonioso edificio d e su gra-verso clá-sico — con palabras de Manuel Beltroy — en cuya arquitectura el már-mol pentelio se anima y cobra animación vital". Es gran co no cedo r teórico d e la ciencia del verso como lo demuestran su erudito ensa-y o so bre "El Verso de Nueve Sílabas" ensa-y sus "No tas" ensa-y esco lio s en EXO-TICA S. Tiene desdén por la rima que considera un "pueril cascabel" y la fué abandonando paulatinamente, pero juzgó siempre indispensa-ble el ritmo de acuerdo con su ideal helénico d e la nitidez y el equili-brio. En uno de sus Grafitos expresa este concepto:

Excusemo s al poeta

cien eno rmes barbarismos, pero no le perdo nemo s un pecad o contra el ritmo

(43)

Co ncepto que reitera tratándose d e Campoamor:

Excelentes co sas d ices con deficiencias de ritmos: haces pensar en A polo cabalgando en un pollino.

(14)

El cabalg ó siemp re en un co rcel d e salto s musicales, exquisitamen te armo nio so s y numérico s, e inv entó nuev as co m binacio nes tuales co m o sus end ecasílabo s co n hemistiquio esd rújulo y sin acen-tos en cuarta, sexta y o ctav a; sus imitacio nes rítmicas d e la estro fa al-caica, d el metro so tád ico y d el d ístico eleg iaco ; y, so bre todo, co n sus "p o lirriímo s sin rima". Para Carlo s García-Prad a, el po lirritmo sin rima es su creació n p o emática más interesante y so rp rend ente po r su "ho nd a, varia y refinad a arm o nía" y la q u e p rep ara el ad v enimiento d el v erso libre en castellano . M uchas d e estas inno v acio nes rítmicas fuero n d esp u és asimilad as por el mo d ernismo y ejercid as co n amplitud en A mérica y Esp aña.

Este mismo aliento transmutad o r anima sus estro fas. Hubiese si-d o imp o sible a tan gran si-d esco ntento resig narse co n lo s si-d echasi-d o s inme-mo riales, estrecho s y p o bres q ue hasta ento nces se rep utaban co inme-mo úni-co s en! esp año l. En úni-co nsecuencia, trajo d el francés, d el ing lés y d e! ita-liano, nuev as estro fas para ad ap tarlas a nuestro id io ma, e inv entó po r su cuenta otras. Las p rincip ales so n las sig uientes:

El RONDEL, fo rmad o po r q uince end ec asílab o s q u e se d iv id en en tres p artes: d e cinco , d e cuatro y d e seis v erso s, resp ectiv amente. Por lo g eneral lo s v erso s finales d e la seg und a y tercera p arte so n un bo r-d o ncillo r-d e siete sílabas. La rima cam bia r-d e una co mp o sició n a otra, p ero en g eneral jueg a co n no más¡ d e seis v ariantes q ue se reiteran. El RONDEL, co m o el TRIOLET y la VILLA NELA fo rman p arte d e una mis-ma familia lírica y p ro v ienen d e la p o esía tro v ad o resca francesa d e la Ed ad Med ia.

El TRIOLET, co mp uesto po r o cho v erso s q u e p ued en ser d e o cho a d o ce sílabas co n só lo d o s rimas q u e se co mbinan g eneralm ente 1-2-1 -1-1-2-1-2. El primer v erso se rep ite en fo rma d e RITORNELLO al me-dio y al fin del p o ema.

La VILLA NELA co nsta d e un núm ero ind efinid o d e terceto s o cto sí-labo s co n rima 1-2-1, repetid a id éntica en to d as las estancias y q u e ter-mina co n un cuarteto d e las mismas rimas d istribuid as 1-2-1-1.

La ESPENSER1NA junta o cho v erso s d e o nc e sílabas a uno d e tre-ce, co n rima 1-2-1-2-2-2-3-2-3-3. La esp enserina fué inv entad a po r el po eta ing lés Ed mund Sp enser del siglo XV I. Prad a d isminuy ó el último ver-so en una sílaba, p ues en inglés tiene cato rce.

El RISPETTO reúne un serv entesio y tres d ístico s end ecasílabo s co n la rima co nsig uiente:ojhge 1-2-1-2. , . 3.3 4.4 . . . . 5-5.

La BA LA TA q u e vino d e antiguo al esp año l p ro ced ente d el italiano , se había o lv id ad o y Prad a la introdujo nuev amente, estud iand o lo s

(15)

mo-délo s originarios. Co nsiste en una co mbinació n d e do s estancias d e tres verso s, al principio y al fin, co n una d e cuatro al medio, generalmente

end ecasílabo s. Uno d e los v erso s se repite hasta tres v eces co mo bor-doncillo.

El ESTORNELO, pro ced ente también del italiano, consta, por lo ge-neral, d e un verso heptasílabo y dos end ecasílabo s con rima 1-2-1.

El PANTUM, d e origen malayo, usado por Baudelaire, se co mpo ne d e cuarto cuartetas d e v erso s end ecasílabo s que riman 1-2-1... 3-4-3-4

5-6-5-6 6-1-6-1.

El LAUDE, invenció n d e Prada, teniendo presente pro bablemente las LA UDA S italianas, co mp rend e diez verso s o cto sílabo s divididos en tres partes: la primera d e dos y la segund a y tercera d e cuatro, co n ri-ma: 1-1 2- 2- 2- 1..:.. 3-3-3-1.

El cuarteto persa, d e adaptación oriental, se forma d e verso s d e dife-rente número d e sílabas, ya iguales en su metro, ya d e metro difedife-rente pero combinado, con rima 1-1-2-1.

La GA CELA , invención d e Prada, consta d e diez o d o ce verso s en-d ecasílabo s o en-d o en-d ecasílabo s. Los en-do s primero s riman entre sí y esia misma rima se repite en los verso s hasta el d écimo . Los d emás ver-so s carecen d e rima. Esquema: 1-1-0-1-0-1-0-1-0-1.

El POLIRRITMO SIN RIMA , sin po derle llamar estrofa, co nstituye no obstante un todo funcional y co mplejo , abso lutamente armó nico . Es una sucesió n d e verso s independientes formados por co mbinacio nes muy sabias y equilibradas d e variados elemento s rítmicos.

Poeta d e calidades múltiples y contradictorias, tiene por so bre to-das ellas la excelencia d e este fermento renovador d e la po esía hispa-no-americana. Su enjuiciamiento d ebe por eso situarlo en relació n co n lo que había en el momento en que apareció y co n lo que vino co mo co nsecuencia d e su enseñanza. Intrínsecamente es un romántico y un parnasiano. Romántico por la co ngo ja suprema que lo agobia, aquel te-nebro so pesimismo ante el espectáculo del dolor có smico y que lo acer-ca a Leopardi; por la redención con que lo transfigura el amor; por la frenética esperanza en la Razón, la Ciencia, la Libertad; en general, por su "p atho s" desgarrado y trémulo. Parnasiano por la continencia discreta del verbo en tiempos d e grand ilo cuencia retórica, por la belle-za plástica del verso marmó reamente esculpido a la manera d e Banvi-lie y d e Lecomte, por el amor al clasicismo griego cuyo s d io ses y pám-pano s añora. Su sentido reformador no es tampoco incompatible con

(16)

su formación clásica esp año la y, en cierta forma, co n su gusto por lo castizo más vigo ro so y o riginal. Es un individualista seño rialmente retraído en la so led ad , p ero en ella escucha el tormento del ho mbre esclavizad o y sale para gritarle su solidaridad, co n v ehem encia proféli-ca. Le entusiasma el mund o o bjetiv o co n su vero similitud y su lógi-ca pero se eslógi-cap a a las esferas del imaginismo puro d o nd e se estremecen seres enigmático s entre luces superrealistas. Es o ficialmente aleo y no aband o na su máscara d e co nv icció n escép tica; p ero lo d esbo rd a lo que García Prada llama su "religio sid ad aho gad a", su anhelo del M A S A LLA y su fe en INVISIBLES HILOS DE O RO . Es esto ico co m o un eremita del d esierto que só lo se alimenta d e raíces salv ajes, hasta que lo llama la fiesta d e la vid a y ento nces no s co nv o ca a, go zar las exquisitas ofren-das, d e inmediato, en la mañana, p o rque en la tarde p ued e ser y a im-p o sible. Ejerce la ad mo nició n cand ente tanto co mo la co nfid encia melo-dio sa. Es en fin, según Ventura García Cald eró n, el meno s p eruano d e lo s escrito res po r la pertinacia d e su rebeld ía en un medice d o nd e los año s docilizan a lo s ho mbres, por su inquietud g rav e y su có lera don-d e todon-do es iiesta y so nrisa; p ero también p o don-d ríamo s don-d ecir, para co mple-tar este cuadro d e antino mias red ucibles d entro d e la fuerza co njugante d e toda gran perso nalidad, que es el más p eruano d e lo s p o etas si lo en-raizamos no en la tradición co rtesana d el virreynato sino en la esencia abo rigen que captó a p esar d e su raza euro p ea: tiene el sentido có smi-co que v iene del país profundo, planetario ; la austeridad y la melan-co lía que son flo res d e nuestra pied ra; el canto suav e y afiligranado co mo un arabesco d e Chav ín o d e Paracas. Peruano , en suma, hasta en la invectiva contra lo suy o si interpretamo s su exp licació n del amo r:

Mas no te extrañes si en mi eno jo te maldijera y o a tí:

en la lengua del amante maldecir es bend ecir.

(TROZ OS DE VIDA . 141).

Lima, enero d e 1948. zyvutsrqponmljihgfedcbaZYVUTSRQPONMLJIHGFEDCBA

Figure

Updating...

References

Related subjects : La poesía de González Prada