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SANT CUGAT DEL VALLÈS

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Academic year: 2020

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lcontenidodelarchivo y de la biblioteca de sant Cu-gat se ha conservado, muy parcialmente, en el archivo de la Corona de aragón. el fondo del monasterio lo constituyen aquellos manuscritos y pergaminos que Pròsper de Bofarull consiguió retener en Barcelona, poco antes de la exclaustración de 1835 y del incendio que destruyó el mo-nasterio. También se conservan pergaminos pertenecientes a sant Cugat, entre otros, en el archivo municipal de sabadell y en la biblioteca del monasterio de Montserrat.

Desde el punto de vista documental, interesa destacar el Cartulario de Sant Cugat, la compilación de documentos que

acreditaba y legitimaba las posesiones y derechos territoriales del monasterio. se realizó entre 1225 y 1249, después de la reforma de la administración del dominio territorial con el fin de asegurar el cobro de los derechos de jurisdicción y propiedad. son mil trescientos ochenta y un documentos, fechados entre el último cuarto del siglo x y mediados del siglo xiii, que hacen del códice una de las principales fuentes de información de la historia del monasterio hasta esta fecha, y el más importante cartulario monástico de Cataluña.

Por la rica información que aporta sobre el monasterio, los espacios, la liturgia y la vida cotidiana, interesa referir-nos aquí a otro manuscrito, las Consuetudines Monasterii Sancti Cucuphatis o Costumario. se trata en este caso de un códice,

conservado de forma incompleta, que escribió el monje Pere Ferrer entre 1221 y 1223 por encargo del abad ramon de Banyeres. recoge, siguiendo la tradición cluniacense de este tipo de obras, muchos de los aspectos de la vida del monas-terio, de índole más material, de la organización interna de la comunidad, de los oficios litúrgicos y la descripción detallada de la jornada del monje. nos interesarán, en particular, las

referencias a los distintos espacios del monasterio y la identi-ficación de las dependencias.

el territorio de sant Cugat y la comarca del Vallès fue-ron desde antiguo una zona privilegiada de comunicaciones, y conocieron una intensa romanización. en sant Cugat, además de una importante villa romana, la conocida como can Cabassa, se han localizado restos de la ocupación de época alto imperial, en el lugar del monasterio, que hacen suponer la existencia de estructuras de explotación agrícola (depósitos, silos, dolia, etc.). a principios del siglo iv se cons-truyó una importante fortificación, un recinto amurallado cuadrangular de unos 40 m de lado, con torres semicirculares ultrapasadas en los ángulos y semicirculares en el centro de cada uno de los lados. se trata de una tipología característica de la arquitectura militar del bajo imperio de la que no se conocen otros ejemplos en la Tarraconense.

Parece que la fortificación quedó inacabada en su lienzo norte y es aquí donde a mediados del siglo v se construyó una aula eclesial, de carácter funerario, asociada a un mauso-leo doble, que en los siglos vi y vii sería objeto de distintas reformas y ampliaciones, con el añadido de un ábside de planta poligonal al exterior y ultrapasada en el interior y de pequeños mausoleos. son los restos que han quedado visibles desde que fueran descubiertos en las primeras excavaciones de la década de 1930, momento en el cual también fueron localizados los restos de la fortificación.

la primera noticia sobre la presencia de una comunidad monástica en el lugar de Octavià es de los años 875-877. se trata de un precepto carolingio de confirmación de bienes al abad. la fuerte penetración e implantación del monaquismo benedictino formaba parte de la reforma carolingia que

es-Monasterio de Sant Cugat

sanT CUGaT Del Vallès

Ciudad situada en la comarca del Vallès Occidental, a 16 km de Barcelona, por la carretera que cruza la sierra litoral de Collserola. se extiende al pie de la vertiente noroeste de esta sierra, en la depresión prelitoral.

la villa, cuyos orígenes no conocemos con precisión, se desarrolló bajo la jurisdicción del monasterio homónimo, para prestar los servicios y desempeñar los trabajos que una gran abadía demandaba. la iglesia de sant Pere de Octavià, hoy desaparecida, está documentada desde finales del siglo x, cuando aún debía ejercer de parroquia de un núcleo de población disperso. Una bula papal de 1120 es el primer documento que menciona la villa, y desde 1173 tiene concedido el per-miso de celebración de mercado semanal, un indicio claro de su desarrollo. Parece lógico suponer que su localización inicial se situaba en torno a la iglesia de sant Pere de Octavià y al camino que la comunicaba con el monasterio, actualmente la calle Mayor.

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taba en marcha en los territorios de la Marca Hispánica. no existen indicios claros de las estructuras arquitectónicas que acogieron esta primera comunidad, aunque hay que suponer que en un primer momento debieron instalarse en las cons-trucciones tardoantiguas que continuaban en pie (la fortifi-cación) y que la basílica pudo servir como iglesia monástica. las numerosas campañas de excavación llevadas a cabo en el monasterio han identificado construcciones de los siglos ix y x, anteriores a la gran campaña de edificación de un nuevo monasterio cuyo inicio deberíamos situar a finales del siglo x. estas primeras construcciones monásticas serían dos grandes edificios de dos plantas que coinciden con las alas noreste y noroeste del actual claustro, aunque no formaban ángulo entre sí y de las cuales se han conservado parte del ángulo norte del primero y la fachada suroeste del segundo con las ventanas. algunos indicios altomedievales encontrados en una excavación puntual en el interior de la iglesia llevan a plantear la posibilidad de que se hubiera levantado un primer templo ya en estos momentos, aunque, al no haberse excava-do este sector, carecemos de datos arqueológicos.

es también entre los siglos ix y x cuando quedará fijado el lugar del martirio de san Cucufate, para autentificar y pres-tigiar las reliquias del santo que poseía el monasterio. asi-mismo, se reelaboran versiones de su Passio, a partir del texto

de Prudencio, en las que los monjes de sant Cugat tuvieron seguramente un activo papel.

en los primeros años del siglo xi se estaba desarrollando una intensa actividad constructiva que dejó huella en algunos documentos del Cartulario. Por una parte, un tal Fedancio o Fedancius firma en tres documentos como testigo, en 1006,

1010 y 1012, en los que se le denomina artificem petre y architec-tus et magister edorum. en 1013 el monasterio vendía una serie de

propiedades a los condes de Barcelona para finalizar la obra del claustro, que debemos interpretar como una referencia a los trabajos que se llevaban a cabo en el conjunto del monas-terio. las evidencias materiales corroboran que se emprendió un gran programa constructivo, que hay que situar en el marco del impulso que experimenta el monasterio en tiempos del abad Odó, quien en 1002 obtuvo del papa silvestre ii la bula que otorgaba a san Cugat la exención episcopal. la memoria de este abad seguirá viva a lo largo de la historia del cenobio y a este respecto cabe recordar que el aniversario de su muerte era celebrado y que en el siglo xiv se le dedicó un monumento funerario en el interior de la iglesia.

los edificios que configuran el nuevo monasterio se asientan, en parte, en el perímetro de la antigua fortificación del siglo iv. la iglesia que se edificó en este momento no es la que conservamos y sobre ella tenemos muy poca información

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dado que queda pendiente una investigación arqueológica. Con todo, se ha supuesto que debía de ocupar el lugar de la actual que, construida entre los siglos xii y xiv, se mantuvo dentro del perímetro de la muralla bajo imperial que, en cierta manera funcionó como cimentación. solo algunos restos arqueológicos de las primeras excavaciones realizadas en la década de 1930 han permitido saber que se trataba de una iglesia con tres ábsides, situados aproximadamente en el mismo lugar que la cabecera actual, aunque era un edificio más estrecho y de menor longitud. De la noticia sobre la do-nación de un antipendio en 1010 no deberíamos deducir que las obras estuvieran ya acabadas. en efecto, la aula-basílica

tardoantigua pudo seguir en funcionamiento hasta su amorti-zación a finales del siglo xii.

a partir de mediados del siglo xii empezó la construc-ción de un nuevo templo que iría sustituyendo el edificio del siglo xi. las obras empezaron por la cabecera, pero su conse-cución se prolongó hasta el siglo xiv. Cuando se redactaba el texto del Costumario, solo se habían construido los ábsides y el primer tramo de las naves y, por lo tanto, las referencias a algunos de los ámbitos de la iglesia lo son aún del edificio del siglo xi. en diferentes ocasiones y a raíz de la descripción de los recorridos procesionales, sabemos de la existencia de una galilea a los pies del templo, un espacio con funciones

fune-Planta

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Alzado oeste

Alzado este

Sección transversal

0 5 m

0 5 m

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rarias que comunicaba con la iglesia y con el claustro. sobre su cronología, solo sabemos con certeza que es anterior a 1220 y, por lo tanto, pudo ser también añadida en el siglo xii.

en el lado sur del templo, adosada a él y asentada sobre la torre de la muralla tardorromana, se levantó la torre cam-panario. Dos noticias de donaciones para esta obra informan que estaba en construcción en 1063. se trata de una de las estructuras conservadas del siglo xi, la cual se eleva hasta una altura un poco por encima de las arcuaciones ciegas.

las obras que mejor se conocen del siglo xi son las tres alas que cierran un gran patio claustral, mayor que el actual. estas definen la planta general del monasterio que siguió vigente a lo largo de los siglos posteriores. en los lados no-reste y noroeste se reformaron los edificios preexistentes, se cerró el paso en el ángulo y se construyó el ala sudoeste, de la que se ha conservado toda la fachada que cierra el claustro por este costado. en las citadas excavaciones de los años 30, además, se descubrieron los cimientos de los pilares de una galería adosada a la iglesia que, probablemente, doblaba el ángulo suroeste. la documentación del siglo xi no aporta información sobre las dependencias monásticas de los espa-cios de los tres costados del patio claustral. Como veremos, es en el Costumario donde encontramos información sobre la función concreta de las distintas dependencias que, muy probablemente, no habrían cambiado en lo esencial.

Fuera de este recinto principal, en torno al patio claus-tral, debieron de existir otros edificios que configuraban un segundo recinto monástico, de los que se han localizado algunos vestigios en el lado norte. a partir de estructuras fechadas en el siglo xi, también sabemos que el monaste-rio estaba fortificado. se trata del Castrum Octavianum de la

documentación altomedieval. en el lado suroeste, donde se encontraba el acceso al recinto claustral, se encontró parte de

la muralla, así como un foso paralelo al exterior de la galería noroeste. Hacia mediados del siglo xii el monasterio empieza una segunda gran campaña constructiva que consistió en la completa renovación de la iglesia (no concluida hasta el siglo xiv) y el nuevo claustro. las obras se iniciaron por la iglesia, con la construcción de una nueva cabecera. entre 1145 y 1173, los documentos recogen distintas donaciones destinadas a obras que seguramente eran las correspondientes a los nuevos ábsides de la iglesia. son donaciones en dinero, en materiales o incluso en mano de obra y animales de carga. en el caso de una donación de 1157 se especifica su destina-ción precisamente a la nueva cabecera (ad opera capitis Ecclesie S. Cucuphatis). en 1182 se instituía una misa perpetua en el

altar de santa María, lo cual llevaría a suponer que la obra de los ábsides estaba prácticamente finalizada. sin embargo, el análisis de la escultura exterior de los ábsides y las diferencias constructivas que se observan entre ellos revelan que no se trata de una obra unitaria y que algunos de los capiteles y modillones son seguramente posteriores a esta fecha.

la nueva iglesia se proyectó con una mayor anchura, lo cual comportaba ganar espacio al patio claustral. la nueva cabecera se empezó a construir por el ábside norte. el macizo del muro norte incorpora una escalera de caracol que llegaba hasta la cubierta del ábside y que comunicaba con un pasa-dizo que recorría una parte de la fachada norte de la iglesia. esta estructura de comunicación con las partes superiores del edificio seguramente también se proyectó para el ábside sur, pero no se llevó a cabo. este hecho y las diferencias que pre-senta la decoración exterior del ábside norte respecto de los ábsides central y sur prueban que el proyecto inicial realizado en aquel experimentó cambios, que afectaron a los otros dos, y que las obras debieron sufrir una primera interrupción. las modificaciones se concretaron en una diferente articulación

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de los paramentos exteriores y en el añadido de columnas adosadas con los respectivos capiteles en los ángulos del perímetro poligonal del ábside central. así pues, en 1182 era el ábside norte, precisamente dedicado a la Virgen, el que debía estar concluido. las obras del central y meridional, en cambio, se llevaron a cabo con posterioridad. a juzgar por la escultura, la del ábside sur es ajena a la obra del claustro, mientras que la del central es contemporánea, puesto que los capiteles y modillones exteriores son obra del mismo taller. en este caso, estaríamos entre 1190 y 1200. la obra de la cabecera fue seguida poco después por la del primer tramo de las naves, del que destaca la ventana meridional, con dos arquivoltas con capiteles.

Con la nueva cabecera de la iglesia ya acabada y pro-bablemente también la del primer tramo de las naves, se proyectó el nuevo claustro. la obra consistió en la construc-ción de las cuatro galerías, tres de las cuales se cubrieron con bóvedas de cuarto de cañón y la de la iglesia con bóveda de cañón, salvo el ángulo este, frente a la portada. en esta esqui-na, la cubierta debía permitir la visibilidad de la fachada de la iglesia, que se decoró con pinturas murales hasta un nivel bastante alto respecto a la portada, como veremos. la edifi-cación de un claustro superior en el siglo xvi obligó a unificar niveles y sustituir las bóvedas de cuarto de cañón de tres de las galerías por otras aptas para soportar una edificación su-perior. se optó por sustituir todas las cubiertas románicas por

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las pesadas bóvedas de cañón actuales, responsables en parte de los serios problemas estructurales que históricamente ha tenido el claustro. la restauración llevada a cabo a mediados de los años 90 del siglo xx tenía por objetivo resolverlos, y al mismo tiempo supuso la sustitución de muchas de las bases y columnas, dañadas por el desplome de las galerías, con elementos de nueva factura.

la galería de la iglesia implicó no solo la sustitución de la ya existente, sino también un desplazamiento de la misma puesto que el nuevo templo era más ancho. las obras de renovación de la iglesia, que avanzarían con lentitud a lo largo del siglo xiii y no se finalizaron hasta el siglo xiv, debieron condicionar la consecución de los trabajos del nuevo claustro, que no empezaron por la galería contigua al templo, como era habitual y así se constata en muchos otros casos, sino que esta fue precisamente la última. el muro de la nueva iglesia colindante con el claustro acabaría constru-yéndose en toda su longitud en dos etapas diferentes que pueden apreciarse perfectamente en sendas juntas de obra. en caso contrario, la construcción de la bóveda de cañón de

la galería, cuyo arranque se conserva en el muro, no hubiera sido posible.

el claustro es de planta cuadrada, ligeramente irregular. las galerías están formadas por un podio seguido, con pilares en cada uno de los ángulos y dos en cada lado que alternan series de cuatro parejas de columnas y cinco arcos. en los pilares, columnas y capiteles adosados dan continuidad visual a la secuencia, al mismo tiempo que resuelven la entrega del arco. las columnas, con los respectivos capiteles y bases, es-tán unidas por un solo cimacio, únicamente con molduras. el grosor bastante considerable del muro y de los arcos deja las columnas suficientemente separadas una de la otra para que las caras internas de las parejas de capiteles sean perfectamente visibles. los pilares intermedios de los lados se prolongan ha-cia el patio formando contrafuertes escalonados. el exterior de las galerías se acaba con un friso de arquillos ciegos, sobre mo-dillones figurados, que marca el nivel original de la cubierta. estos elementos decorativos presentan una unidad en las tres galerías nororiental, noroccidental y suroccidental, por donde empezaron las obras. Cabezas de cuadrúpedo y humanas,

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con un parecido importante con la escultura de los capiteles, sitúan la consecución de las cubiertas contemporáneamente a los trabajos en estas galerías. en cambio, los modillones de la galería de la iglesia, con cabezas de cuadrúpedo muy esque-máticas, son todos iguales y muy similares a los modillones de la base del cimborrio de la iglesia, una obra de realización muy avanzada dentro del siglo xiii. ello hace suponer que la galería de la iglesia habría tenido quizás una cubierta provisio-nal, mientras que la bóveda de cañón definitiva, junto con la reforma de la portada de la iglesia y la solución de la esquina, se habrían llevado a cabo con el impulso de las obras de la iglesia a partir de mediados del siglo xiii.

la obra del claustro se inició hacia 1190. De esta fe-cha, conocemos el testamento de Guillem de Claramunt, del cartulario, quien además de ordenar ser enterrado en el monasterio de sant Cugat, deja mil sueldos para la obra del claustro (...Primum dimito corpus et animam meam domino Deo et monasterio s. Cucuphatis cum mille sol. Barchinonensibus ad opus ipsius claustri quod facere ibi promisi, et cum meo lecto et uno mulo qui corpus meum portet...). Otro legado testamentario para la iluminación

del claustro, de 1217, ahora de saurina de Claramunt, ha sido considerado como terminus ante quem, al menos en lo referente a

la escultura, aunque en este caso el dato no presenta necesa-riamente una relación directa con las obras de construcción. Dos documentos del Cartulario, de 1206 y 1207, incluyen la firma como testigo de un Arnalli o Arnaldi Catelli. se trata, sin

duda, de arnau Cadell, el escultor que estaba dirigiendo las obras del claustro y que, gracias a estos documentos, sabemos que se estaban llevando a cabo en estos años. su profesión y su cometido, sin embargo, no lo conocemos a través de la do-cumentación, sino gracias a la inscripción del pilar del ángulo norte del claustro que acompaña una escena de trabajo de un escultor en el capitel adosado contiguo. la inscripción (hec estarnalli / sculptorisFormacatelli / quiclaustrumtale / construxitp(er)petuale) no solo es la firma del escultor, sino que da categoría de retrato a la imagen que se encuentra justo al lado. así hay que entender las dos primeras líneas: esta es la figura del escultor arnau Cadell. la imagen representa a un personaje sentado, esculpiendo un capitel corintio, mientras un monje le trae un cuenco con bebida.

la representación del escultor sigue un modelo que ya se había utilizado en un capitel del tercer taller de escultura de notre-Dame la Daurade de Toulouse, y en un relieve del claustro de la catedral de Girona dedicado precisamente a escenas de construcción, con la presencia del obispo y los acólitos. en sant Cugat, no obstante, el modelo se adapta para ser el autorretrato del escultor, un objetivo distinto, por lo tanto, al de los dos casos precedentes. este no será el único tema del claustro cuya utilización previa se constata en estos otros dos conjuntos; y las razones que permiten explicar estas concurrencias hay que buscarlas en la procedencia de los artesanos.

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en primer lugar, porque el taller al que se le encarga la construcción y la escultura del nuevo claustro, y que debe-mos suponer dirigido por arnau Cadell, venía o era de Gi-rona. eran artesanos que se habían formado o habían estado trabajando con anterioridad en el claustro de la catedral y que llegaron a sant Cugat trayendo consigo los modelos uti-lizados en Girona. solo así se pueden explicar las numerosas coincidencias en la composición de los capiteles, en la repre-sentación de los temas, en la construcción de las figuras o en los motivos vegetales y ornamentales. esta hipótesis se ha visto reforzada con el hallazgo del testamento de un arnau Cadell, dictado en Girona en 1221. Y ha permitido delimitar un grupo de escultura en torno a estos claustros cuyas carac-terísticas formales lo hacen fácilmente reconocible, y al que

se suman otras obras de menos envergadura. Y en segundo lugar, porque la procedencia de una parte muy importante de los modelos utilizados en estos conjuntos es tolosana. en los capiteles bíblicos, y en algunas de las escenas del nuevo Tes-tamento se reconoce aquel origen, así como en la utilización de elementos arquitectónicos para enmarcar las caras de los capiteles y ordenar la composición de las escenas. algunos temas figurativos son de inconfundible raíz tolosana, como el ya comentado del escultor, la escena de vida cotidiana con monjes afeitándose –del que solo se conocen los ejemplares de la Daurade, de Girona y de sant Cugat–, las abundantes representaciones de personajes con espada y escudo luchan-do con animales, la sirena miránluchan-dose al espejo o el personaje enredado en entrelazos. Y los repertorios vegetales, en

capi-Detalle de la galería este frente a la sala capitular

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Detalle de la galería sur: capiteles del Nuevo Testamento

Detalle de la galería oeste

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teles decorativos o figurados, son igualmente deudores de la tradición tolosana: los capiteles corintios, los repertorios de decoración vegetal a base de entrelazos, los capiteles mixtos con un registro inferior de hojas de acanto y uno superior con entrelazos vegetales.

los claustros de la catedral de Girona y, anteriormente, según pensamos, el de sant Pere de rodes, presentan una novedad respecto a los claustros catalanes anteriores, de mediados y del tercer cuarto del siglo xii: el relato bíblico en los capiteles de la galería de la iglesia. la introducción de una iconografía narrativa se explica por la ascendencia tolosana de los modelos y, lógicamente, por la voluntad, valiéndose de la escultura, de construir un discurso complejo. el claustro de Moissac y el de notre-Dame de la Daurade, en fechas muy tempranas, en torno al 1100 en el primero y en la primera fase del segundo, y hacia 1120 en la segunda fase, ya habían conseguido componer una narración a partir de historias bre-ves, las de los capiteles. a pesar de estar separadas unas de las otras por la naturaleza de los soportes, formaban parte de una historia más extensa, cuya lectura y reconocimiento requería necesariamente el movimiento del espectador. en el claustro de la catedral de Girona, los pilares y capiteles interiores de la galería de la iglesia despliegan una amplia historia de la salvación, desde la creación hasta el Juicio. en el claustro de sant Cugat se llevó a cabo algo similar en los capiteles

exentos del interior de la galería de la iglesia. en uno y otro caso, el inicio de la narración se sitúa cerca de la puerta de comunicación con la iglesia.

es en el ángulo sureste, precisamente frente a la portada de la iglesia por donde los monjes salían al claustro después de los rezos y los oficios, donde se encuentran las primeras es-cenas del antiguo Testamento, siempre en los capiteles de la parte interior de la galería. el primer capitel adosado al pilar, y de manera excepcional puesto que el resto de temas bíbli-cos se encuentran en capiteles exentos, contiene una imagen de Daniel entre los leones. siguen tres capiteles con escenas de adán y eva, noé y abraham, mucho más sintetizadas que en el claustro de Girona puesto que allí se despliegan por los relieves de dos de los pilares de la galería de la iglesia. en el primero, la creación de adán, el pecado, la reprobación de Dios y la condena al trabajo ocupan cada una de las caras. las escenas de la construcción del arca y del Diluvio y la de los hijos de noé cubriendo la desnudez de su padre que yace en la viña, se concentran en el siguiente capitel. la visita de los tres ángeles a abraham, con los tres momentos de la anunciación, el lavatorio de pies y la hospitalidad o banquete, ocupan el cuarto capitel veterotestamentario. a partir de este punto, empieza la historia de Cristo. Un capitel con el anun-cio a los pastores y otro con la huida a egipto y la matanza de los inocentes son dos de los cuatro dedicados a la infancia de

Detalle de la galería este

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a pesar de que las obras de la galería de la iglesia fueron las últimas en realizarse, y es aquí donde hemos visto que se concentran los capiteles con historias bíblicas, la obra del claustro estaba perfectamente planificada en lo referente a la localización de los temas representados en los capiteles. la presencia de escenas bíblicas en capiteles de las otras galerías que, junto con escenas de temática monástica, se tienen que interpretar en relación con los espacios próximos y sus fun-ciones, demuestran que la escultura del claustro respondía a un programa perfectamente establecido desde el principio. la descripción detallada de la jornada del monje y de la liturgia, contenida en el Costumario, proporciona algunas de las claves para explicar el sentido de estos capiteles bíblicos deslocali-zados o fuera de la narración de la galería de la iglesia. este es el caso, por ejemplo, del capitel de Cristo lavando los pies a los apóstoles, frente a la sala capitular. era aquí donde la comunidad realizaba semanalmente el lavatorio de los pies y, con mucha más solemnidad, en la festividad del jueves santo. O el caso del capitel con la parábola del pobre lázaro y el rico epulón, situado frente a lo que era la puerta, ahora tapiada, de acceso al claustro desde el exterior del recinto. el tema era una clara alusión a la avaricia y a la caridad, en la que el episodio del banquete es el que ocupa la cara visible desde la galería. Precisamente el lugar donde se repartía diariamente la limosna entre los pobres era la puerta del claustro frente a la que se sitúa este capitel. la escena también contiene una referencia a la lujuria, en la representación de la mujer de epulón sin el tocado preceptivo. los capiteles próximos, perfectamente visibles desde la misma entrada al claustro, refuerzan estos contenidos: uno con sirenas amamantando una cría y una se-gunda peinándose frente a un espejo; y otro con un personaje enredado en entrelazos. la situación de otros tres capiteles con escenas de monjes se tiene que relacionar también con los espacios próximos o con las actividades previstas en aquellas galerías. en la de la iglesia, un capitel con monjes realizando tareas de lectura y escritura recuerda que, entre las horas litúr-gicas, los monjes se sentaban en un banco corrido adosado al muro y leían, tal como explica el Costumario. el capitel se en-cuentra en la parte exterior, pero justo en donde había el paso al patio claustral. Frente al refectorio, en la galería noroeste, se encuentra una escena con monjes dirigiéndose a la iglesia mientras uno de ellos toca la campana que avisaba de la hora del rezo. se les caracteriza con un libro, como a los apóstoles, y el capitel presenta las caras enmarcadas con arcos y torreci-llas, como en los que contienen temas bíblicos. se trata pro-bablemente de una alusión a la vita apostolica como modelo de

la vida monástica, y su situación es estratégica puesto que la comida en común de los monjes era uno de sus pilares. Próxi-mo a este capitel se encuentra el ya comentado de los Próxi-monjes afeitándose, una actividad que, a partir del Costumario, se puede deducir que se llevaba a cabo en esta galería.

a partir del Costumario, también se han podido definir las funciones de los distintos edificios situados alrededor del claustro. la procesión dominical a través del claustro cita

Portada de acceso a la iglesia

Capiteles de la galería sur

Cristo. los que contienen las escenas principales de la anun-ciación, la natividad y la epifanía y la Presentación de Jesús en el templo ocupan dos capiteles situados en la galería este, casi delante de la sala capitular y de nuevo cerca de la puerta de la iglesia. la única escena de la vida pública de Cristo es el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, que ocupa el siguiente capitel, seguido del de la entrada a Jeru-salén. la resurrección, en cambio, toma un papel relevante con dos capiteles dedicados respectivamente a la visita de las Marías al sepulcro, precedida de la compra de perfumes, y a la Duda de santo Tomás. entre ambos capiteles, se encuentra otro con las escenas de san Juan Bautista, la Traditio legis y la

misión de los apóstoles, que hemos interpretado como alusi-vas a la Pentecostés. el penúltimo capitel de esta galería está dedicado a la Dormición de la Virgen, y el último contiene la escena de la lucha de las virtudes y los vicios o Psicomaquia, con el añadido de un personaje femenino con indumentaria no militar que puede asimilarse a la figura de la Virgen.

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Ciclo de Adán y Eva

Traditio legis

Monjes dirigiéndose a la iglesia

Hospitalidad de Abraham Huida a Egipto

Psicomaquia Sansón desquijarando al león

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estos espacios por el orden del recorrido. empezando desde la puerta de la iglesia y en la galería noreste, se encontraba la sala capitular y, a continuación, la enfermería en la planta baja y el dormitorio de los monjes y las letrinas en el piso superior, con la escalera de acceso en el mismo sitio que la actual, según se desprende de los hallazgos arqueológicos. en la galería noroeste se encontraba el refectorio y la coci-na; y en la galería suroeste, la bodega en la planta baja y las dependencias del abad en el piso superior. Con el claustro ya finalizado en lo referente a la escultura, y probablemente con la cubrición de la galería de la iglesia pendiente de re-solver, las obras en el monasterio debieron ralentizarse hasta mediados del doscientos. en el período comprendido entre 1211 y 1251, el enfrentamiento del cenobio con el obispo de Barcelona en defensa de la exención episcopal reconocida en la bula de 1002, obtenida por el abad Odó, es quizás una de

Anunciación Natividad Lavatorio de los pies

Imagen de Arnau Cadell e inscripción

las explicaciones posibles. en 1211, el abad se ve obligado a prestar juramento de obediencia al obispo, en una ceremonia presidida por el arzobispo de Tarragona; y en 1251 el papa inocencio iV resuelve definitivamente la polémica a favor del obispo, sujetando el monasterio a su autoridad. a pesar de que se desconoce cuándo exactamente se retomaron las obras, las diferencias que presentan respecto a las construc-ciones de la segunda mitad y finales del siglo xii, junto con las circunstancias expuestas, hacen suponer que fue a partir de mediados de siglo que se retomó la actividad constructiva. en primer lugar, y sin que ello presuponga una anterioridad cronológica, se edificó una nueva sala capitular en el mismo lugar que la anterior. Para conseguir ampliar este ámbito, la nueva construcción creció por el lado oriental, sobrepasando el perímetro de la antigua fortificación, en cuyos cimientos se asentaba el edificio del siglo xi, y elevándose en altura por encima del cuerpo que formaba el ala nororiental del claustro. este espacio se monumentaliza, en su interior con un gran ventanal en el muro este, muy parecido a los que se abrirán en la iglesia, y en la fachada del claustro con una nueva puerta y una ventada a cada lado, en las que se incluye decoración escultórica, con temas copiados torpemente del claustro.

se realizaron importantes reformas en la zona oriental de la iglesia, especialmente en el ábside central, con la sustitución de la ventana original por un ventanal ya gótico. También se construyó una nueva capilla, dedicada a Todos los santos, adosada al primer tramo de la nave de la epístola, en el ángulo formado con el campanario, con un ventanal muy similar al de la sala capitular, igual que los elementos escultóricos, obra de un maestro mediocre que copia capiteles del claustro. en la inscripción funeraria del abad Guerau de Clasquerí (1277-1294) se le atribuye la construcción y dotación de la capilla, donde instituyó el beneficio de Todos los santos en 1291.

las obras de la iglesia continuaron, con el añadido de un nuevo tramo, en la parte central del cual se levantó el

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cimbo-rrio. De planta poligonal y con grandes ventanales, es uno de los ejemplos de este tipo de estructura característica de la ar-quitectura catalana del siglo xiii. los elementos esculpidos de la base, con modillones del mismo tipo que los de la galería meridional del claustro, son un claro indicio de la ausencia de buenos escultores en las obras de estos momentos.

Diversas obras procedentes del monasterio se encuen-tran en la actualidad en distintos museos y archivos.

manuscritos

el archivo de la Corona de aragón conserva algunos manuscritos ilustrados de los siglos xi y xii, procedentes de sant Cugat, con iniciales y, en un caso, con alguna escena exenta. Un Libri Prophetarum, Machabeorum et Regum (aCa, ms.

sant Cugat 17) es obra del siglo xi y presenta algunas inicia-les decoradas con motivos vegetainicia-les y cabezas de animainicia-les, características de la miniatura catalana de estos momentos. el manuscrito contiene al principio unas pocas iniciales más ela-boradas, coloreadas en verde y amarillo sobre un fondo rojo sobre el que se dibuja la inicial; el resto de las iniciales están simplemente dibujadas en negro, con alguna zona coloreada en rojo. Otros dos manuscritos destacados son ya del siglo xii. el primero, S. Augustinus. Homiliae in Evangelium Sti. Iohannis (aCa, ms. sant Cugat 21), ha sido uno de los más tratados por los autores que se han ocupado de los códices miniados del monasterio. Contiene gran cantidad de iniciales ricamen-te decoradas y en las que se ha distinguido el trabajo de dos grupos de miniaturistas. son especialmente relevantes las del fol. 130 en adelante, por la complejidad de las composiciones figuradas en ricos marcos vegetales y por su calidad, y han si-do relacionadas con ilustraciones de manuscritos del archivo Capitular de Tortosa. el segundo códice es un sacramentario (aCa, ms. sant Cugat, 47), en el que además de iniciales re-marcablemente decoradas, contiene una miniatura de página entera de una Crucifixión con san Juan y la Virgen.

pinturasmuralesdelapuertadelclaustro

el Museu de sant Cugat exhibe las pinturas arrancadas del muro sobre la fachada de la puerta que comunica la iglesia con el claustro. se trata de una franja horizontal, recuperada en los trabajos de restauración del claustro llevados a cabo en los años setenta del siglo xx, y en la que la capa pictórica ha sufrido pérdidas. su conservación se debe a que el fragmento de muro en el que se hallaron había sido preservado, pues quedó oculto entre la entrega de la bóveda de cañón de la galería meridional del claustro en el muro de la iglesia y el piso del claustro superior, obras estas que fueron llevadas a cabo en el siglo xvi. este fragmento ha permitido restituir la parte esencial de la decoración, centrada con la imagen de Cristo en majestad dentro de una mandorla, con los cuatro vivientes en los ángulos, de los que se distinguen el toro de lucas y el león de Marcos en la parte inferior. a ambos lados de la mandorla,

Virgen de Sant Cugat. Fotografía Carles Aymerich/Museu de Terrassa

se disponían figuras sentadas, que se han identificado con los apóstoles; y también en la franja inferior, con las cabezas nimbadas de figuras alineadas. estamos ante un magnífico ejemplo de fachada pintada, aunque sea la que comunica con el claustro, cuya decoración debió de llevarse a cabo antes de la finalización de las obras de la galería meridional. el ángulo sureste en el que se abre la puerta de la iglesia no estaba cu-bierto ni con la bóveda de cuarto de esfera, ni con la de cañón de las galerías, puesto que las pinturas no habrían sido visibles. la solución arquitectónica para la cubierta de este ángulo del claustro tuvo que tener en cuenta la decoración pictórica que se extendía, como mínimo, por encima de la puerta. solución que desconocemos, puesto que en las reformas del siglo xvi se sustituyeron todas las cubiertas del claustro. Debió de llevarse a cabo ya en el siglo xiii, cuando el claustro estaba finalizado y seguramente coincide con la nueva portada de la iglesia.

virgende sant cugat

es una imagen tallada en madera y policromada que se custodia en el Castell Cartoixa de Vallparadís (Museu de Terrassa), número de inventario 38. aunque no conserva los antebrazos que sostenían y presentaban al niño, también perdido, la escultura tiene un gran interés no solo por su cali-dad, sino por tratarse de una imagen relicario que, además, ha conservado los pergaminos y reliquias originales que habían sido depositados en un reconditorio situado en la cabeza de la Virgen. a raíz de la restauración llevada a cabo en 1990, que permitió recuperar la rica policromía de la túnica y el

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manto, se descubrió el reconditorio, con el contenido intacto de numerosas reliquias y los pergaminos que las identificaban y autentificaban. en el texto de uno de los pergaminos, se recoge que fue el abad ramon de Banyeres quien la vigilia de la festividad de la asunción de la Virgen de 1218 depositó las reliquias en la cabeza de esta imagen, que él mismo había encargado. la datación precisa de una obra de este tipo es al-go muy excepcional y se convierte en un punto de referencia para el estudio de la imaginería.

Frontaldealtar

Vendido a finales del siglo xix, pasó por las manos de an-ticuarios europeos y desde mediados del siglo xx se conserva en el Museo Civico d’arte antica de Turín. Muy restaurado, está tallado en madera y recubierto de estuco y dorado, con piedras encastadas en el marco. en el centro, la Virgen entro-nizada con el niño en una mandorla y rodeados de los cuatro vivientes, separan los dos registros que se extienden a cada lado, con tres escenas en cada uno enmarcadas por irregulares arcos polilobulados. en ellas se representan episodios de la infancia de Cristo, excepto la última, en el extremo inferior derecho, que contiene la Dormición de la Virgen. sus pro-porciones alargadas, el desarrollo narrativo de las escenas y la suposición de que habría correspondido al altar de santa María, consagrado en 1275 han llevado a considerarlo de unas fechas muy avanzadas del siglo xiii.

además de estas obras, el Museu Diocesà de Barcelona conserva un encolpium, de origen oriental, y una caja circular,

de origen musulmán, reutilizada como lipsanoteca, además del báculo del abad Clasquerí, del último cuarto del siglo xiii. el Museu nacional d’art de Catalunya también es titular de una imagen románica del Crucificado tallada en madera y fechada en el siglo xiii, que se exhibe igualmente en el Museo del monasterio, así como de la urna-relicario de san Cándido, ya de los últimos años del doscientos.

Texto: ilO - Fotos: JaOM - Planos: MGB/lHi

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Frontal de altar.

Fundació Institut Amatller d´Art Hispànic. Arxiu Mas G/A-9281

(17)

Iglesia de Sant Cebrià de Valldoreix

l

aiglesiade sant ceBrià, antiguamente conocida como sant Cebrià d’aiguallonga, es la actual parroquial de la entidad Municipal Descentralizada de Valldoreix, al suroeste de sant Cugat del Vallès.

aunque el topónimo Aqualonga ya es mencionado en el

siglo x, debemos esperar al siglo xi, para hallar las primeras referencias documentales de la iglesia. en el año 1026 se juró un testamento sobre el altar de S.Cipriani martiris, cuius baselicam sita est in comitatu Barchinona, intus in ipsa valle de Aqualonga. el

templo fue consagrado en el año 1047 por el obispo Guisla-bert de Barcelona. este primitivo templo de Aqualonga fue

po-siblemente destruido durante las incursiones almorávides de 1114. Poco después, en 1130, el abad del monasterio de sant Cugat donó un oratorio dedicado a san Vicente y una parcela de tierra para restaurar el templo arruinado. al parecer, tanto la sede parroquial como la advocación a san Cipriano fueron trasladadas al nuevo emplazamiento, mientras que los restos de la iglesia de Aqualonga no fueron restituidos. Josep serra

i rosselló cita las memorias de un rector del siglo xvien las que se mencionan los restos del antiguo templo de Aqualonga

y de su cementerio, aunque este lugar no ha sido localiza-do. Tampoco existen, bajo la actual iglesia de san Cebrià, restos de un edificio anterior que puedan identificarse con el oratorio mencionado en 1130. así pues, la información de que disponemos conduce a pensar que tras la cesión del oratorio por parte del abad santcugatense, el altare sancti Ci-priano d’Aqualonga fue trasladado a este edificio, el cual asumió

la dedicación y la función parroquial de la iglesia derruida. resulta difícil reconocer el aspecto original de la iglesia de sant Cebrià de Valldoreix, ya que el edificio fue muy alterado durante los siglos xviy xvii. actualmente se trata de un templo con una cabecera de tres ábsides y una sola nave con capillas laterales. la puerta de acceso se encuentra situa-da a poniente, donde existen dos torres: el campanario, que responde a la transformación de una antigua espadaña, y otra torre de construcción reciente.

la excavación arqueológica llevada a cabo en el año 1994 permitió localizar el ábside semicircular del edificio original, que fue demolido durante el siglo xviii. Durante esta misma intervención se descubrieron también dos tumbas medievales excavadas en la roca. Más tarde, una excavación realizada en el año 2000 puso al descubierto los vestigios de la primitiva estructura románica en la nave del templo, así co-mo varios silos y algunos enterramientos de época co-moderna. aún así, estos hallazgos no permiten esclarecer exactamente la cronología del edificio, que ha sido situada, indistintamen-te, entre los siglos xii y xiii.

capitel

el Museu Parroquial de Valldoreix conserva un capitel exento procedente de la iglesia, que fue reutilizado como pila

benditera. aparece decorado por toda su superficie con cua-tro figuras humanas de cuerpo entero situadas en las aristas, que sostienen unas sinuosas cintas o tallos cilíndricos ondu-lados. en el centro de cada cara de la pieza, entre los tallos, se dibujan sendos rostros animales, probablemente de felinos, que muestran la lengua.

el tema representado ha sido puesto en relación con la escultura rosellonesa, con el círculo de Girona y, en especial, con la obra de los talleres de Vic-ripoll por la simetría axial, la supeditación al marco de la composición y las formas pe-sadas. aunque se aprecian ligeras variaciones, existen algunos ejemplos con una composición similar: un capitel del claustro del monasterio de sant Cugat del Vallès (n. 78); otro proce-dente probablemente del cenobio de sant Pere de rodes y conservado en el Museo de Perelada (n. inv. 9); o un capitel del claustro de sant Pere de Galligants, en Girona (n. 46). Desde el punto de vista estilístico, Jordi Camps ha relaciona-do el capitel con el círculo de Vic o con obras relacionas con la escultura de Vic-ripoll, como la portada de santa Maria de Montserrat (Bages). sin embargo, Francesca español ha de-tectado en algunos detalles concretos, como la curiosa forma triangular de las orejas de los individuos o los rizos de su pei-nado, los estilemas característicos y personales del taller que trabajó en la portada de santa Maria de Covet (Pallars Jussà), lo que le lleva a proponer que ambas obras corresponden a un mismo taller. esta propuesta, entendemos que acertada,

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Ermita de Sant Adjutori

l

a ermita de sant adjutori, antiguamente conocida como santa Maria de Gausac, se encuentra en la ladera norte de la sierra de Collserola.

el topónimo Gausac es mencionado en el cartulario del

monasterio de sant Cugat, en el precepto de lotario del año 986. no obstante, para encontrar la primera referencia concreta a la iglesia de santa Maria de Gausac deberemos esperar a la bula de 1120 del papa Calixto ii, recogida en el mismo cartulario. Durante el siglo xiii la iglesia pasará a ser conocida como Mare de Déu del Bosc. en efecto, con esta denominación consta en una visita pastoral del siglo xiv del obispo Ponç de Gualba. Durante los siglos xvi y xvii la iglesia perderá su carácter parroquial y pasará a ser conocida como

la capilla de sant adjutori, denominación que ha conservado hasta la actualidad.

sant adjutori es una iglesia de planta circular, con tres ventanas de doble derrame y dos ventanas circulares, cuyo paramento no es uniforme: en la parte baja de los muros muestra un aparejo irregular, en algunas partes en forma de

opus spicatum, mientras que por la parte alta el aparejo es más

regular y de mayores dimensiones.

el templo es uno de los pocos ejemplos de iglesia de planta circular que existen en Cataluña, entre los que pode-mos mencionar sant Pere el Gros de Cervera (la segarra) o el sant sepulcre d’Olèrdola (Penedès), con ábside adosado. Contrariamente a estos ejemplos, la planta actual de sant

Vista general de la iglesia Planta

tiene como consecuencia que más que en el rosellón haya que buscar los ascendentes de esta obra en Toulouse. a las similitudes planteadas por esta autora para estas dos obras, podríamos añadir la forma similar de trabajar los rostros de los animales, sobre todo los marcados labios, los párpados y los arcos superciliares. estos estilemas se ponen de manifies-to claramente comparando el capitel de Valldoreix con los leones del lado sur de la portada pallaresa o con una cabeza felina incluida en la serie de rostros humanos.

se desconoce el lugar de procedencia original del capitel antes de haber sido reutilizado como pila bautismal. Puig i Cadafalch indicó que procedía de un supuesto claustro des-truido. la filiación estilística propuesta para esta pieza por Francesca español permite asignarle una datación acorde con la misma autora propone para Covet, por lo que este capitel podría situarse cronológicamente en el tercer cuarto de siglo

xii, datación que podría corresponderse también con la cons-trucción del templo del que posiblemente procede.

Texto: MBa/JaOM - Foto: JaOM

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adjutori no muestra ninguna estructura absidal, por lo que el templo puede ser puesto en relación con iglesias como santa Cecília de Torreblanca (noguera), santa Magdalena de les Planes (solsonès) o sant Pau de Bell-lloc (Vallès Oriental), todas ellas rotondas sin ábside.

antes de la reciente restauración, existía en la iglesia una gran abertura en forma de arcada al oeste del edificio. Hoy las dimensiones de la arcada han sido reducidas para poder abrir la puerta de acceso en forma de arco de medio punto. según las excavaciones efectuadas en los años 2000-2001, en época moderna se amplió la antigua iglesia circular con un cuerpo adosado a poniente, conservando la antigua rotonda como cabecera. esta apreciación permite suponer que en este momento debió abrirse la gran arcada de comunicación entre los dos cuerpos al Oeste, justo en el lugar donde existía la puerta de acceso al edificio. la estructura resultante de la ampliación sería semejante a la que podemos ver en la iglesia de santa Magdalena de Planes (solsonès), edificio circular al

que se le añadió un cuerpo cuadrado a posteriori, con una gran

abertura para comunicar los dos espacios.

en cuanto a la cronología, la parte baja de la iglesia parece indicarnos la existencia de un edificio anterior al siglo xi, sobre la base del cual pudo haberse edificado la iglesia románica.

Texto y foto: MBa - Plano: JGC

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Iglesia de Sant Llorenç de Fontcalçada

l

a iglesiade sant llorençde Fontcalçada se ubica al noroeste del término de sant Cugat, al lado de la masía de can ametller, hoy reconvertida en restaurante y co-nocida en los siglos xv y xvicomo mas de Sant Llorenç o mas Sala.

Fonte Calciada, topónimo relacionado con el cercano

paso de la vía romana que unía el Vallès con el llobregat, es mencionado por primera vez en el año 986 en una ven-ta realizada por unos particulares al abad del monasterio de sant Cugat del Vallès. en 1084 la iglesia aparece en la donación al cenobio de sant Cugat, de un alodio situado

prope ecclesiam S. Laurentii, ad ipsa Sala. a lo largo del siglo xiiel templo consta en numerosos documentos relacionados con este monasterio.

Una instancia de 1780 de su propietario al abad del cenobio de sant Cugat pide autorización para reconstruir el edificio. en esta reconstrucción se demolió el ábside y se construyó el muro que cierra el edificio por el este. También se cubrió el edificio con una bóveda nueva, se restauraron algunos muros y se remodeló la puerta de acceso.

la iglesia de sant llorenç de Fontcalçada es un pequeño edificio de una sola nave que tuvo un ábside de planta semi-circular. De este ábside se conservan únicamente los cimien-tos, localizados en una restauración llevada a cabo en 1976. la puerta de acceso actual se encuentra a los pies del edificio aunque también existe una puerta tapiada en el muro sur, con arco de medio punto, dintel y tímpano, que probablemente funcionó como acceso original.

Texto y foto: MBa

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(20)

Iglesia de Sant Vicenç de Cercedol o del Bosc

Castillo de Canals

l

osescasos vestigios constructivos de la iglesia se en-cuentran en la ladera norte del macizo de Collserola. la iglesia de sant Vicenç de Cercedol (Cercitulo) aparece

en el 986 en una confirmación de bienes de lotario al ce-nobio de sant Cugat del Vallès y se documenta por primera vez como parroquia en 1065. aunque en alguna publicación la iglesia aparece con el nombre de sant Vicenç de Vallarec, esta denominación es incorrecta ya que deriva de un error de lectura de la documentación medieval.

Una noticia de 1767 nos permite saber que en el si-glo xviii ya se encontraba en mal estado. Con el tiempo se convirtió en un edificio completamente arruinado, de cuyos vestigios actuales (apenas la parte inferior de los muros perimetrales) se deduce que se trató de un templo de una sola nave, con un ábside semicircular y acceso en la fachada

occidental; en el pequeño presbiterio también parece con-servarse, probablemente reconstruida, la base del altar. Con tan pocos elementos resulta difícil establecer una cronología para el edificio, aunque es probable que se trate de una obra del siglo xi.

Texto: MBa

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e

l castillo se encuentra al oeste de Valldoreix, en un margen elevado de la calle Faisà. aunque el topónimo Canals es mencionado desde el siglo x, la domus o forta-leza de Canals no aparece citada hasta el año 1160. en 1306 el castillo pasó a ser propiedad del cenobio de sant Cugat del Vallès, motivo por el cual el abad del monasterio también era conocido como barón de Canals.

actualmente solo queda un muro de la antigua fortaleza (de unos 15 m de longitud y 8,5 m de altura), formado por un aparejo de medianas dimensiones dispuesto formando hiladas muy regulares, cuya anchura va disminuyendo en alzado. son visibles los mechinales utilizados para sostener la bastida de construcción así como dos aberturas de forma rectangular a cada extremo del muro.

las excavaciones llevadas a cabo durante el 2002 per-mitieron documentar el perímetro del conjunto y un cuerpo inicial, probablemente del siglo xi, al que se habría adosado el muro hoy conservado, que podría ser obra del siglo xii.

Texto y foto: MBa

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Referencias

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