Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220 José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
4 II 'I
j)D
v
Presupuestos básicos para
la
investigación histórico
-
educativa
José Romero Delgado
Universidad
de HuelvaComo señala el autor, no puede plantearse en profundidad la problemática de la investigación histórico-educativa, sin antes plantearse la misma cuestión con respecto a la Historia en general. Las historias sectoriales son, ante todo. Historia, y el oficio de historiador de la educación es, sin ninguna clase de complejos, oficio de historiador. En el presente artículo se hace una reflexión sobre la Historia, pero también sobre el método histórico en investigación, las fases, modalidades yfuentes documentales a tener en cuenta por el historiador de la educación
Throughout these lines the author states that a diachronic study on education can't be carried out succesfully if a similar study on History in general isn t completed. Sectional histories are History, and a historian's job is History. This article expresses an accurate reflection of historical methods of investigation, its types, stages and documentary sources.
1. Introducción
No
puede plantearseen
profundidadla
problemáticade la
investigación histórico-educativa,sin antes
plantearsela
misma cuestióncon
respectoa la
Historiaen general. Las
historias sectorialesson, ante
todo, Historia,y el
oficiode
historiadorde la
educaciónes, sin
ninguna clasede
complejos, oficiode
historiador. Estoes lo
sustantivo,
lo
adjetivoes
lo
sectorial y sin lo
sustantivoes
imposible delimitar, queno
acotar,el
campo propiode
cualquier historiasectorial:
Historiade la
Medicina,Historia
del
Derecho, Historiadel
Deportey
por supuestoel
ámbito propio quenos
ocupa:
la Historia
de la
Educación.2. El hombre sujeto y objeto de la Historia
La
crisis
del
historicismoy del
positivismonos
alejabande la
posibilidadde
una Historia encuadradaen
el
conocimiento científico, ya quesus
propiosrelativismos
residían
en
un olvidoo en
una parcial visióndel
sujetode la
Historia, empañada poruna
estereotipada visiónde
los «acontecimientos»y
por una rigidezen la
utilizacióndel
tiempohistórico.
Precisamente ocuparnosen
analizar las posibilidadesde la
Historiacomo
cienciaes
tarea que iniciamosa
continuación.Y es la
Historiografíaactual
la
quenos
llevaa la
conclusiónde
quela
Historia tiene por objeto los acontecimientosdel
pasado, peroa
partirde la
dimensión antropológicade la
211
conciencia: historicidad, temporalidad, individualidady
sociabilidad. Por tantoes
© XXI, Revista de Educación, 7 (2005). ISSN: 1575 - 0345. Universidad de Huelva.
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220
xx'
José Romero Delgado. Universidad de Huelva. Revista de Educaciónel hombre el
sujetode la
Historia,en
todassus
dimensiones, si bien,el
verdadero sentidode la autoconsciencia es
un proceso inconcluso,«in fieri». Autoconsciencia
que,en
los diferentes estadios temporales, constituiráel
«cuestionario» desdeel
quese
perfilarála
Historiadel
futuro.Pero,
además, los acontecimientos históricos,«no
los producen los historiadores bajo condicionesde
laboratorio para estudiarloscon
precisión científica/.../ La
Historiaes
una cienciaa la
quecompete
estudiar acontecimientos inaccesiblesa
nuestra observacióny
estudiarlosinferencialmente,
abriéndonos paso hasta ellosa
partirde
algo accesiblea
nuestra observación,y
queel
historiadorllama
¡testimonio histórico!de
los acontecimientos quele
interesan»(Collingwood, 1984:
242-243).
Nuevas interpretaciones
de
escasa duración,en
su pretendida aceptación,de
neopositivistas y neoidealistas,
para llegar, tras los estudiosde la
Escuelade
los«Annales» de Febvre y Bloch,
entre otros,a la
conclusión que, hoy por hoy,es
generalmente aceptada:la
Historiaes
una ciencia quese
proponede
nuevoel
conocimientodel hombre a
travésdel
conocimiento rigurosodel
pasado.En
este ambientela
concepciónde la
Historia sufre diversascrisis de
identidad, siendola
más llamativala
que pretendía reducirlaa
una cienciade la
economía que,sin
duda, tenía claras resonancias marxistas, pues como acertadamente apuntaCollingwood:
«La
posición marxistaante la
Historia tieneel vigor y la
debilidadde la de Hegel:
su fuerza para abrirse paso entre los hechos hasta alcanzarel
nexo lógicode
los conceptos quele
sirvende
fundamento; su debilidadal
elegir un aspectode la
vida humana(el
políticoen Hegel, el
económicoen Marx),
como si este aspecto porsí
sólo fuera plenamente racional»(Collingwood, 1984: 125-126).
Un acontecimiento frecuente durante
el
siglo XXha
sidola
polémica entre los filósofosde la
Historia, luchando por encontrar sentidoy
método propioa la
Historia.Y
asíMaritain, Jaspers, Heidegger, Husserl, Popper, Marcuse, Habermas,
entre otros, llegana
diseñarla
Historiacon
una sola finalidad:saber
másdel hombre.
Los
existencialistas, los lógicos, los analíticos, los representantesdel
Círculode
Viena tienen modos diferentesde
hacerla
Historia, peroen
todosse
observa esa característica común: buscarel
pretérito para llegara
un mejor conocimientodel
presentey
un «un mejor hacer»el
futuro.La
Historiase ha
alejado«en forma
crecientede
su pasado filosóficoy
literario comode
las ilusionescientifistas del
positivismo»(Cardoso y
PérezBrignoli, 1981:
38), y al final,
mantiene una constante trabajosamente conseguida, cuales la de
constituir una cienciadel hombre,
porel hombre y
parael hombre,
donde sujetoy
objetose
confundenen
una síntesis integradora.Esta concepción
de la
Historia, como decíamos más arriba,ha
sido trabajosamente conseguiday, en
su camino, una fecha pionera,1921 con la
apariciónde la
obrade
Bauer,
Introducciónal
estudiode la
Historia,y
posteriormente,a
partirde 1929, la
«lucha»,
«los combates» mantenidos enérgicamente porBloch y Febvre,
por mediode la
revista losAnnales,
«queno
pretendía rodearsede
murallas, sino hacer irradiar sobre todos los jardinesdel
vecindario, ampliamente, libremente, indiscretamente inclusocon
espíritu, su espíritu. Quiero decir un espíritude
críticae
iniciativaen
todos los sentidos»(Febvre, 1982: 39).
Y
esta concepciónera
frutode
un cambiofundamental:
pasarde la
Historia -narracióna la
Historia-
problema,de la
Historia-jueza la
Historia comprensiva.March Bloch
expresa ya esta aspiración:«Una
palabra dominae
ilumina nuestros estudios: ¡compresión!No
digamos queel
buen historiador está por encimade
las pasiones; cuando menos tienen esa.No
ocultemos quees
una palabra llenade
dificultades, pero tambiénde
esperanzas»(Bloch, 1982: 112).
Era la
esperanzade
convertirla
Historiaen
Historiaintegral, de
que dejarade
ser Historia política, estoes,
un armaarrojadiza contra «el
queno era de
los nuestros»,
semillade
separación,de
odio entre lospueblos y
entre las culturas.Era la
esperanza212
de
construir una Historia parala
mutua comprensióny
parala
paz.Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220 José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
V
Así pues,
la
Historia quesurge en la
actualidadse
ocupade
las sociedades humanas quese
transforman,de
las sociedadesen
cambio,y
quese
propone comprenderel
presentea
travésdel
pasadoy
éste por aquél.Es la
Historia que tiene que tener presente las interacciones entre todas las actividades humanas'.Ni
Bloch,
niFebvre
descuartizanal hombre,
ni«el hombre
religioso»,
ni«el
hombre
político»...el
hombre de carne y
hueso,el hombre
que reúne todos esos adjetivosa la
vez.Hombres
dotadosde
funcionesde
actividades diversas quese
mezclan, quese
entrecruzan para concluiren
paz ese compromiso quese llama
vida.El
historiador,no
obstante, podrá interesarse por unade
las actividadesde
este
hombre
concreto, perosin
perderde vista la
totalidaddel hombre,
niel
marcosocial
en
que vive esehombre.
En
esta Historia vaa
desaparecerel
aislamiento disciplinarioen favor del
tratamiento interdisciplinario.Una
Historia que aprovechael
auge,a
partirde
losaños
treinta,de
las cienciasdel hombre y
vaa
fundamentar su relación orgánica.Con
esta relación orgánica entrela
etnología,la
geografía,la
economía,la
sociología,la
antropología,se
llegaráa la
unidadde
materiay de
reflexión histórica. Esta reflexión serála
dinámica,el
puentede
oro, que uneel
tiempoy
esas actividades diversasdel hombre.
Esa será
la
Historia nada másy
nada menos.Una
Historia comparadade
los espaciosy de
los tiempos,a favor del
trabajoen
equipo, alejadadel
investigador solitarioy de
temas unilateralesy
que propiciala
búsqueda guiadade
hipótesisde
trabajoy
por su propia problemática'.Es la
Historia que necesita, segúnEiras
Roel, de
un historiador comprometidocon el
presentey, en la
medida que vive supresente,
es
capazde
preguntaral
pasadoy, en
ese cuestionario,el
pasadole
vaa
proporcionar hipótesis
de
trabajoy sus
claves interpretativas.Una
Historia cuyo rasgo más sobresaliente paraMarrou es
aprehenderel
pasadodel hombre en
su totalidad,en
toda su complejidady
su entera riqueza'.Era la
consideraciónde la
Historia como unsaber total,
queno
acepta una narración por dinastías, batallas tratados, alejándosede
un cuadro demasiado estrecho. Historiacomo
saber total,
queal
decirde Bloch
debe ser tomado como «horizontedel
historiador
», sin
que ellosea
obstáculo para procedera
una necesaria delimitacióndel
objetoy de
los objetivos queel
historiador debe marcarse, pues «ningún historiador cuerdo intentaría empresatan
utópica comola de
abarcaral
conjuntode la
experiencia»(Bloch, 1982: 63).
Hoy, el
carácter científicode la
Historia parece puesto fuerade
toda duda,pese
a
las secuelas, aun vigentesde
épocas pasadas, entre idealistasy
positivistas. Nosotros tomamos posturade la
manode Bloch: La
Historiaes
una, «cienciaen
marcha que, como todas las que tienen por objeto
el
espíritu humano,se
hallaen la
infancia. Ciencia vieja bajo
la forma
embrionariadel
relato, mucho tiempo envueltaen
ficciones, mucho tiempo todavía unidaen
los sucesos más inmediatamentecaptables, es
muy joven como empresade
analizar»(Bloch, 1982: 46).
Ello
no
debe ser
obstáculo para elaborar un discurso histórico-
literario. YaMenéndez
Pelayo
decía queen la
Historia«la
cienciaes
puntode
partida, peroel
artees
su término». La
Historiacon la
tendencia abierta porla
Escuelade
losAnnales, se
fue enriqueciendocon
las aportacionesde
otras cienciasy,
díaa
día,fue
perfi
lándose una historia científi
ca por su insistenciaen el
planteamientode
hipótesis verificables, por su espíritu crítico
y
por su aperturaa
nuevos métodosy
nuevas técnicas,sin
dejarde
alumbrar problemáticas reales.3.
Etapas recientes
del
conocimiento histórico
El
desarrolloactual de la
ciencia histórica cabe situarloa
partirde 1946,
añode
aparición
del
Manifiestode
los NuevosAnnales. En
este desarrolloCardoso
marcatres etapas fundamentales:
213
0 XXI. Revista de Educación. 7 (2005). ISSN: 1575 - 0345. Universidad de Huelva.
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 21 1-220
X
X
, José Romero Delgado. Universidad de Huelva. Revista de EducaciónP
Etapa.- Deceniode
organización(1945-1955). En la
quese
contribuye:a)
A la
sustituciónde la
Historia-
relato, porla
Historia-problema.Es
frutode
una profunda reflexiónepistemológica.
b)
Al
descubrimientode bases
estructuralesde
las sociedades.La
nueva historia estructural establecerá las relaciones entre loshombres
entresí,
entre loshombres y
las cosas,de
un modo estable.c)
A la
ampliacióndel
concepto histórico, tantoen el
sentidomaterial
que atiendea lo
cotidiano, comoen el formal,
completando los hechos aisladoscon el
conjunto quese
repite.2
Etapa.- Deceniode
aproximacióna
las Ciencias Sociales(1955-1965).
Añosde
afianzamientode la
Historia estructuraly
analíticaen
su sentidovital. Se
incorporan modelosde
las ciencias sociales que permiten establecer leyes relativasy
flexiblescon
quela
Historia adquiere cierta afirmaciónnomotética. Es el
momentode
una verdadera importaciónde
técnicasy
métodos, ademásdel
vocabularioy
problemáticacon
relacióna la
economía,a la
política,a la
demografía, sociología,etc.
3a
Etapa.- Deceniode la
revoluciónmetodológica (1965-1975). Se
enriqueceny
consolidan los métodosde
trabajoen
unatriple
dimensión: cuantificación, interdisciplinariedady planificación
4.
Tras estas etapas, puede afirmarse que cada vez que
nos
acercamosa
nuestro presente encontramos nuevas concepciones historiográficas quenos
han ofrecido desde nuevos paradigmas,el
retornodel
sujetoy
toda una inquietudante
nuevos enfoques surgidos desde queFukuyama
anunciara su famoso«fin de la
Historia»y
se
procediera por partede la
comunidad internacionalde
historiadoresal balance
de la
historiografíadel
pasado siglo XX.Buena
muestrade
elloson
los Congresos Internacionales que han tratado durante lasdos
décadas que siguen toda una seriede
preocupaciones historiográficas que han cristalizadoen
corrientes especializadas comola
historia inmediata queno es
más quela
participaciónde
los historiadoresde
oficioen el
tratamientoglobal,
otro enfoque,de
los acontecimientos quese
desarrollanen plena
actualidady,
por tanto, dado lugara
una historiografía definida que superaal
mero tratamiento periodístico,es sin
duda hacerla
historiano
sobreel
pasado, sino estudiarel
propio presentecon
herramientasde la
historiade
siempre presididos por un enfoque interdisciplinary
auxiliados por las nuevas tecnologíasde la
información'.4.
Método
de la
Historia
Bloch (1982:23)
afirma que «una cienciano se define
sólo por su objeto.Sus
límites pueden ser fijados también porla
naturaleza propiade sus
métodos».
Por tantoel
conceptode
Historiay
su categoría científica necesita explicar su método,es
decir, cómoel
historiador organiza su contenido, cómolo
selecciona, cómolo
estructura.Una
dificultad señalaen
este puntoel
propioBloch
ya que«el
historiadorse
hallaen la
imposibilidad absolutade
comprobar porsí
mismo los hechos que estudia».
Porqueel
pasado «por definiciónes
un dato que ya nada habráde
modificar.Pero el
conocimientodel
pasadoes
algo que estáen
constante progreso, quese
transformay
perfeccionasin
cesar».
Esta dificultad acechaal
carácter científicoo no de la
Historia.Etimológicamente método,
y.€CoSo^,
caminoa
seguir.Es
proceso,es en
definitiva,«el
conjuntode
procedimientosy
normas para alcanzar unfin».
Esta definición sería aplicable tantoal
método empírico comoal
método científico. Por ello, para214
determinar qué principiosy
normas deben ser fundamentados.sea el
método científico tendríamos que determinar que esosPresupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220 José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
4 = 4
4.1.
Aspectos
del
método histórico
El
método científico,a
su vez llamadoepistemológico, es el
método fundamentado que tienedos
aspectos claramente diferenciados:a) Estructura
formal,
caracterizada porla
certidumbre objetiva,la
coherenciay la
validez.b) Estructura
modal:
economía, eficaciay
acierto.Es
preciso diferenciar también, «metodología»de
«técnica».
Ambas están constituidas por una seriede
procedimientos fundamentados que caminan hacia unfin,
perocon
una diferencia:la
primeraes
inmanenteal
pensamiento;la
técnica actividadprovisional. Si
bien «metodología» como términose
usa para indicar unay
otra significación.En la
Historiano
resulta fácil precisarla
metodología científica,lo
queno
equivalea
decir queel
método empleadono es
consecuentecon
todaslas
exigenciasdel
método científico.Pero el
camino recorridoa lo largo del
último siglo,ha
terminado por fijarel
método histórico.Y
desdela
historiografíade la
primera décadadel
siglo XX, herederadel
XIX, queha
sido llamada «historiahistorizante: (H. Berr) o
episódica(evenementielle: P, Lacombe)
»6 hastala
actualidad,el
historiadorha
dejadode
ser un recopilador
de
hechos históricos singulares expuestos literalmente, para transformarse, despuésde 1929
-por influenciade
losAnnales-, en
estudiosode
los hechos recurrentes.
Y la
historiografíase
llenade
términos como cuantificación, coyuntura, estructura, modelo,sin
duda por influenciade
las ciencias socialesy,
en
especial,
porla
Psicología, porla
queel
mismoFebvre
sintió tanta atracción. Desde entoncesse
vaa
entenderla
Historia como una cienciaen continua
evolución, pero
al
mismo tiempo, cumpliendolo
dicho porel
propioFebvre: «No
hay
historia económicay social. Hay
historiasin
másen
su unidad.La
Historia quees
por definición absolutamentesocial. En
mi opiniónla
Historiaes el
estudio científicamente elaboradode
las diversas actividadesy de
las diversas creacionesde
loshombres de
otros tiempos, captadasen
su fecha,en el
marcode
sociedades extremadamente variadasy, sin embargo,
comparables unasa
otras...»(Febvre,
1970: 39-40).
4.2.
Fases
del
método histórico
y
modalidades metódicas
sectoriales
En la anterior
definición vemos integradas lasdos
fases fundamentalesdel
método
en la
investigación histórica:el
planteamientodel
problemay la
formulaciónde
hipótesis. Esto quiere decir quela
configuraciónde la
Historia como ciencia necesita por partedel
historiador,de
esosdos «a priori»
que,sin
duda necesitan sucomplementación,
pero que implicanla
común aceptaciónde
queel
historiadorno se
limite sóloa
narrar, sino queante
todole compete
ser verdadero intérpretedel
pasadoal
que diagnosticacon
verdadero «ojo clínico»,
utilizando para elloa la
ciencia,
a la
técnicay el
arte.De la
Historia narraciónse
pasaa la
historia problema, abiertaal
esquemade
una «cienciaen
construcción»(Cardoso, 1977: 291).
En 1955, en el
Congresode
Ciencias Históricasde Roma se
plantea«de forma
sistemática una metodología
de
investigación referidaal
estudiode la
estructuray
las relaciones sociales»(Ibidem, 292).
Así nacíala
Historia«social»
como especialidad,junto a la
historia demográfica, económica,etc. Al
parecerla idea de Bloch y Febvre
quedaba superada
al
configurarse esta «especialidad»de la
Historia que cuidandosus
relacionescon
otras «especialidades»,
delimitando su objeto«al
estudiode
los grandes conjuntos: las clases, las categorías socio
-
profesionales». (Bouvier,
1977: 239).
Perfilándose,junto
a
la
Historiasocial,
como historias sectoriales otrasdos
grandes ramas:la
Historia demográficay la
Historia económica.Las
tresse
complementan como
se
complementansus
respectivasmetodologías,
por ellono
se
pueden establecer límites precisos entre unosy
otros. Porel
predominiode
un215
método sobre otro
se
señalansus
diferencias.® XXI, Revista de Educación, 7 (2005). ISSN: 1575 - 0345. Universidad de Huelva.
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220
José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
Revista de Educación
El método cuantitativo tendrá especificidad en la Historia demográfica con sus variantes de la época y de las fuentes. Un ejemplo esclarecedor cita Cardoso, cual la explotación de los registros parroquiales, con dos métodos: «El inglés o de los recuentos globales: recolección de datos en hojas especiales, modo de llevar esa hojas...relativas a casamientos, entierros, con elaboración de fichas-resúmenes anuales y por el período.., y el francés o de reconstrucción de familias, explotación de fichas de familias...» (Cardoso, 1977: 293).
La Historia económica requerirá un conocimiento básico de conceptos económicos y estadísticos, condiciones necesarias para ser investigador en este sector de la Historia. Esto ha supuesto la introducción de la cuantificación en la Historia, y la pregunta que el historiador se hace siempre: «¿qué es un hecho histórico? A la contestación del positivismo refiriéndolo al acontecimiento, se ofrece la alternativa de referirlo a una `serie estadística' »7. Este nuevo enfoque ha sido llamado por P.
Chanu «historia serial» y que según este autor requiere: «El objetivo es, pues, la reconstrucción de una serie- de precios, por ejemplo -, con la mayor confiabilidad, continuidad y homogeneidad posibles» (Ibidem, 230).
En definitiva, curvas, gráficos, índices estadísticos, constituyen la expresión típica de la metodología de la Historia económica que, siguiendo a Feuret, debe ser considerada no como un «objetivo en sí misma», sino como un paso hacia la «historia total».
Cuando entramos en la Historia social recordamos la conocida frase de Bloch: «el historiador debe estar allí donde está la carne humana». Y es que la Historia, para los historiadores de los Annales, está donde está el hombre que no los personajes. Y los hombres viven al lado de otros hombres con sus mentalidades colectivas, con luchas de clases, persiguiendo medios de subsistencia, con la evolución de los diversos problemas, con el crecimiento vegetativo... Sin duda la Historia social «ya no era la cenicienta de los estudios históricos, injustamente postergada por la miopía de los círculos académicos dominantes» (Casanova, 1991: 12).
Por ello, la Historia social necesita, sin lugar a dudas, de las anteriores metodologías, con un carácter ciertamente peculiar, ya que la Historia social comprende una serie de contenidos: cultura, religión, mentalidades, educación, modos de organización política, que invalidan la adopción de un método en exclusiva. Sin embargo la Historia social adaptará a sus características el uso de estos métodos, es decir, el historiador social trabajará con métodos demográficos y económicos, pero con una perspectiva diferente, orientada por la propia finalidad de la Historia social. Por ello utilizará, también, la `cuantificación' y la `estratificación' aplicada a temas que no pueden en ellos faltar, tales como el estudio de las jerarquías sociales y la base económica. Con respecto al poder económico y su base social, Labrousse hizo famosa una ponencia presentada en el mencionado Congreso de Roma de 1955, todo en
relación con los estudios sociales y la cuantificación8. Estos métodos están llamados
a tener, hoy, especial relevancia en la investigación de las instituciones educativas desde el punto de vista histórico. Ello es aplicable a los centros docentes de la América colonial hispana, ya que la documentación existente en el Archivo General de Indias, sobre todo, nos ofrece una serie de datos insertos en los cuadrantes de diezmos, estadísticas sobre gastos de cera y aceites, planos de centros educativos, etc. que inciden sobre los aspectos materiales de las instituciones investigadas: hospicios, seminarios, hospitales, así como el coste económico de cátedras, becas, salarios de profesores y personal no docente como eran mayordomos, porteros, criados , etc., cuya utilización para los fines propios del historiador de la educación, requieren el manejo adecuado de tales métodos. También la Historia social ha de utilizar los métodos de la Sociología y de la Psicología que en manos del historiador alcanzaran vida propia, para ser, simplemente, métodos históricos.
Actualmente tiene cabida en la metodología histórica el uso del `método comparativo', que para Piaget constituye un factor para convertir a las ciencias del hombre, y entre ellas a la Historia, en verdaderas ciencias nomotéticas, contribuyendo a una mayor sistematización del conocimiento, debido a esas
216
tendencias comparativistas9.Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativo. 211-220 p ' 0 ,p José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
En
resumen y siguiendoa Bloch es
interesante dar cuenta «tantode la similitudes
como
de
las diferencias existentes entre los elementos comparados». Y en
definitiva,el
método comparado debe usarse como otros métodos,con
ponderación yde
una manera sistemática, encuadradoen
los métodos propiamente históricos,es
decir,en
aquellos, que
el
verdadero investigadordel
pasado utiliza para una reconstruccióntotal
de la
vida
del hombre,
verdadero sentidode la
Historia.En
consecuenciase
puede hablar
de
un procedimientogeneral
válido para afrontarla
construccióndel
conocimiento histórico,con
unas fases quehay
que cubrir y quese
comprendendentro
del
quese ha
denominado «método histórico».
A
su desarrollo contribuyeron algunas disciplinas eruditas que aparecieronen
pleno Renacimiento que ayudaron decisivamenteal
entendimientode
documentos medievales y antiguos.Y
ya desdeel
siglo XVIII y sobre tododel
XIXse
pasóa
cierta sistematización que conduciríaa
queel
método histórico recorriera las siguientes etapasen
su aplicación:- Heurística
- Crítica Interna y Externa
-
Hermeneútica
- Síntesis y exposición
Sin embargo no hay
que veren
ellas etapas sumamente diferenciadas, sino untodo
aglutinador
como vienea
expresarel
profesorRuiz
Berrio:«Lo
quese
dibujaen
ellas (etapas)... las limitaciones
del
historiador comohombre
quees,
imponenal
trabajo.Pero en
cada momentodel
mismo conviene tener siempre presentela
totalidad
del
proceso, parano
confundir una partedel
métodocon la
Historiay
para
que tenga sentidoel
carácter parcial quese
vaya realizando»(Ruiz
Berrio,1976: 450).
5. Fuentes de la Historia
La
metodología histórica debe apoyarseen
las fuentes. ¿Dónde sino se
apoyaráel
historiador para elaborar
sus
contenidos?¿Sus
interpretaciones québases
tendrán?Si la
metodologíano se
apoyaen el
dato fiableno es
ya metodologíay de
nada valdría plantearse, proyectar una investigación históricaperfecta en lo formal y
carente
de
testimonio histórico que derivade la
documentación,del
dato.En general,
«todo cuantoel hombre dice y
escribe, todo cuanto fabrica, cuanto toca puedey
debe informarnos acercade
él»(Bloch, 1982: 55).
Quiere decir quela
Historia, como conocimiento científico,
se
ocupadel
pasadodel hombre, y
tiene que estar abiertaa
todas las posibilidadesde
información, pero debesaber
seleccionar,sin
aislar cada unade
las informaciones.Tradicionalmente
se
han clasificado las fuentesen
`primarias'y
`secundarias'. Aquellas constituidas por manuscritosde
Archivosy
las fuentes impresasde la
época correspondiente. Estas por
la
documentación bibliográficas que sobreel
asunto
o
época existen.No hay
que olvidarla
importanciade
los `testimonios vivos', cuandoal
temaa
investigar ofrece tal posibilidad.Se
suele,a
su vez, teneren
cuentael material del
que proceden las fuentesy
asíse
distinguen entre fuentes escritas,iconográficas,
oralesy el
utillajeinstrumental
10.
Esta clasificación conduciráa
múltiples esquemas que sólo estarán limitados porla
ramade la
Historiao el
asunto
a
historiar.Gran
importancia, porla
economíade
tiempoy
trabajo, tienen los inventariosde
Archivos, las
Guías
bibliográficas, los Catálogosde
Museos. Conocerel
manejode
estos instrumentos
es de gran
utilidadal
historiador". La
tecnologíaha
propiciado una seriede
innovaciones.en el
tratamientodocumental,
quevan
desdeel
estudiofílmico
de
documentos hastala
variedadde
tratamientos informáticosde
las217
fuentes.
® XXI. Revista de Educación, 7 (2005). ISSN: 1575 - 0345. Universidad de Huelva.
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220
XX
, José Romero Delgado. Universidad de Huelva. Revista de Educación5.1. Nuevos planteamientos en el estudio de las fuentes
En el
estudiode
las fuentesno
podemos ignorar nuevos planteamientos quenos
llevana
hacer algunas precisiones dentrode
esa «rupturametodológica»
queha
habidoen el
hacer científicode la
Historia.Este es el
casode la
influenciade la
lingüísticaen la
investigación históricaen general y en el
tratamientode
las fuentesen particular: content analysis, el diferenciador
semántico, los campos léxicoso
los «convoyes semánticos».
Esto conllevala
aplicaciónde
las posibilidadesdel
investigador para utilizar las fuentesa
travésde la
codificaciónde
documentosy
de
bancosde
datos.Uno
de
los logrosde la
Historiografíaactual ha
sidola
superacióndel
tradicional conceptode
fuente, restringidoal
documento escrito, ampliándoloa
todo tipode
documento, como ya venimos indicando.Y, a
su vez, superarla
identificación positivistadel
conocimientoy
selecciónde
fuentescon la
misma investigación histórica. Por ello,no a la absolutización de Langlois y Seignols: «sin
documentosno hay
historia». Si, en
cambioa la
concepción preclarade Febvre,
para quien«la
historiase
hace,sin
duda,con
documentos escritos cuando los hay» y añade, «puede hacerse, debe hacersesin
documentos escritos cuandono
loshay» (Febvre,
1970: 30).
El
historiadorde la
educaciónse
encuentrancon
documentosde
diversa naturalezay al
profesorRuiz
Berriole
debemos una clasificación que yase ha
hecho clásicaen la
quese
recoge desde unagran
variedadde
documentos; escritos quevan
desde inscripcionessimples,
correspondencia,a
boletines oficiales, pasando por guíasde
matriculas.Hoy
para realizarla
historia escolar cobransingular
relevanciael
«cuadernode
clase»y,
tambiénel
«diariode
preparaciónde
lecciones»,
que forman partede lo
quese
vienen denominado cultura escolary con
ellos transciendeel
mero tratamientohistoricista de la
tradicional transmisiónde
saberes, centrode la
actividad escolar,y se
buscan comportamientos docentesy discentes
quese
descubrencon
nuevos enfoquesmetodológicos
que basan su actuaciónen
los procedimientos etnográficos.Un modelo
de
análisisde
este tipode
fuentes, puede encontrarel lector en
los trabajos presentadosal
XIColoquio Nacional
deHistoria
de laEducación.
Tambiénel
citadoRuiz
Berrionos introduce en
las denominadas fuentesno
escritas que también suponen documentos complementariosy, a
veces esenciales, para reconstruirla
historia recientede la
educación, como por ejemplo losdiscos y
cintas magnetofónicas; asimismo pueden ser unas excelentes fuentesa
estudiar documentos audiovisuales como cintasde videos,
películas sonoras...Hoy
las filmacionesse
conservande forma
fácily
por elloson
variadasy
ricas las posibilidadesde
almacenar, archivar, volvera
utilizar cinta magnéticas,de video,
películas mudasy
sonoras quesin
dudanos
ofrecen ese«climat» de la
cotidianidad,de
esa«intrahistoria» de la
que hablabaUnamuno y
que,sin
duda, potencianal
documento escrito cuandose
pretende realizar una historiaviva,
una historiareal
parasaber
másdel hombre y
testimoniar su trayectoriade
progreso.Y no
digamosde la
utilidad que determinadas piezasde
utillajey
mobiliario albergan los recientes museos escolares abiertosen
distintas comunidadesautónomas
12.
Piezas comotablillas, plumas pizarras, pizarrines, mapas, reglas, estuches, carpetas, carteras
y
mobiliario, pupitres,mesas de
profesores, tarimas, graderías, doseles, quenos
conducena
una interpretacióndel
datode
acuerdocon la
concepción jerárquica quela
escuela tradicionalha
tenidodel
proceso educativo.Hoy es
necesario teneren
cuentala
renovacióny
potenciaciónde
Archivosy
Bibliotecas provinciales que,en
relacióna la
Historiade
España, llevaal
descubrimientode
unas fuentesantes
ignoradasy, a
veces, despreciadas,y
que están llamadasa
ocupar un lugar clave parael
historiador, desdela
configuración autonómicade
nuestropaísl
3.En
nuestroenclave,
cobran, comoes
obvio,gran
importancia las fuentes que puedan descubrirse parala
Historiade
Andalucía que,sin
duda, habrá que hacer2l 8
desde nuestrosector de
Historiade la
educaciónlocal y provincial. Es
evidente queA
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220 p,-:.=- Q
José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
d J^^ ,r'_iÍl/^ ^
4 = "4
V
la historia local tiene una corta pero fecunda tradición en Huelva llevada a cabo
por los departamentos históricos de su reciente Universidad, exponente de ellos es
la excelente Revista Huelva en su Historia que publica ya su octavo número. En el
sector Historia de la Educación han fructificado las siguientes obras: González Cruz,
D. (1995):
Familia y educación en la Huelva del siglo XVIII.
Servicio de Publicaciones
de la Universidad de Huelva; González Losada, S. (2000):
El curriculum oficial y
sus primeros momentos en Huelva durante el siglo XIX.
Servicio de Publicaciones
de la Universidad y también Maestros, alumnos y Escuelas en Huelva (1857-1900),
Diputación Provincial, (1999); Romero Muñoz, A. (1999):
La pugna por el control
y desarrollo de la escuela primaria en Huelva en la crisis de la Restauración.
Diputación provincial; Llerena Baizán, L. (1995):
Las escuelas siurotianas un modelo
de renovación pedagógica.
Huelva, Diputación Provincial y toda la rica obra de este
último autor sobre la figura de Manuel Siurot.
Notas
1
REGLA,
J. (1966):
«Notas sobre
el
concepto
actual de
Historia»
en
Revistade
Occidente,
37:
25-27.2
Ibidem, Ibidem.
3
MARROU, H.I. (1954): «De la connaissance histórique».
París,
cfrdo en RICOEUR,
P.:
Tiempo
y
narración
I,
donde
se
hace una crítica ontológica
a la
Historiografía
francesa contemporánea
con
agudeza
sin
dejar
el
referente
de
un análisis
de la
trama
en
Aristóteles.
4
CARDOSO, C. y PEREZ BRIGNOLI, H. (1977):
Los métodos de la Historia.
Barcelona,
Crítica;
39-57.
5
Será
de
indudable interés
la
publicación
de
los resultados
de
una encuesta.
internacional acerca
del
Estado
de la
Historia propiciada por
el
Instituto
de
Estudios
Gallegos Padre
Sarmiento, bajo
la
dirección
del
Grupo Historia
a Debate,
que mantiene un congreso
virtual de gran
participación
de
historiadores
de
todo
el
mundo, especialmente latinoamericanos que
es, a
su vez, continuación
de dos
congresos reales celebrados
en Santiago de
Compostela
en
los años
1993 y 1999,
cuyas actas están publicadas bajo
la
dirección
del
profesor
Carlos
Barros.
6CARDOSO, F.S. (1977): Los
métodos
de la
Historia,
Barcelona; 19-21.
A)
validez
y
seguridad;
B)
continuidad
y
abundancia;
C)
homogeneidad.
FURET,
F. (1971): «L'hístoire quantitative et la construction du fait histórique», en
Anna/es,
Armand Colín, Paris; 65.
8
Cfdo. en CARDOSSO, o.c. p: 296
9
CARDOSSO, F.S. en o.c.: 340 y s.
Menciona entre otros
a Kula,
Piaget,
H. See,
Barraclough. Y
critica
el
«uso inadecuado
de la
comparación histórica»
en
autores
como
Spengler, Toynbee o Rostow.
10 Una
clasificación que sigue siendo válida
en BAUER, W. (1944):
Introducción
al estudio de la Historia.
Barcelona, Bosch; 219-222.
11 GUTA DE LOS
ARCHIVOS ESTATALES ESPAÑOLES:
Guía del investigador.
Subdirección General de
Archivos.
Madrid,
Ministerio
de
Cultura,
1984. Al
referirnos
a
las
Fuentes de la
Historia
de la
Educación, consideraremos, extensamente, los
Archivos
locales de
nuestro entorno,
lo
mismo que los archivos
de
protocolos,
vid
MUDOZ BORT, D.:
Fuentes para el estudio de la Historia de Huelva: los fondos
documentales municipales en Huelva en su Historia,
2: 7-28.12
RUIZ BERRIO,
J. (S.A.):
«Museos, exposiciones
y
escuelas
», en
El hombre y la
tierra Catálogo de exposición de material escolar y textos didácticos
Facultad
de
Educación, Universidad Complutense.
219
0i XXI. Revista de Educación. 7 (2005). ISSN: 1575 - 0345. Universidad de Huelva.
xx'
Revista de Educación
Presupuestos básicos para la investigación histórico-educativa. 211-220
José Romero Delgado. Universidad de Huelva.
En
este sentido
esloable
lareordenación
de la red deArchivos Municipales que
lleva
acabo
laDiputación
Provincial de Huelva,bajo
laDirección
yCoordinación
de Remedios Rey.Referencias
BLOCH, M. (1982): Introducción ala Historia.
México,
FCE: 112.BOUVIER, J. (1977): L'histoire socia/e. Sources et methodes. Paris,
PUF.
CARDOSO, C. (1981): Introducción al trabajo de investigación histórica. Barcelona,
Crítica;
126.CARDOSO, C.F.S. y
PÉREZ
BRIGNOLI, H. (1981): Los métodos de la Historia. Barce-lona,Crítica;
38.CASANOVA, J. (1991):
La Historia social y los historiadores. Barcelona,
Crítica.
COLLINGWOOD, R.G. (1984): Idea de la Historia. (2a Ed.)México,
FCE: 242-243. EIRAS ROEL (1976):«Enseñanza
de laHistoria
en laUniversidad»
en Once ensa vossobre Historia. Madrid, Rioduero; 208.
FEBVRE, L. (1970):