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PSICOTERAPIA DE GRUPO Raúl Vaimberg Grillo

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Academic year: 2021

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Raúl Vaimberg Grillo

PSICOTERAPIA DE GRUPO

PSICOTERAPIA DE GRUPO ONLINE

Teoría, técnica e investigación

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PSICOTERAPIA DE GRUPO — PSICOTERAPIA DE GRUPO ONLINE

Primera edición: junio de 2012 © Raúl Vaimberg Grillo, 2012

© del Prólogo: Valentín Barenblit y Pere Folch Mateu, 2012

© del diseño e ilustración de la cubierta: Jordi Comas Montseny, 2012 © de esta edición:

Ediciones OCTAEDRO, S.L. Bailén, 5, pral. — 08010 Barcelona Tel.: 93 246 40 02 — Fax: 93 231 18 68 octaedro@octaedro.com

octaedro.com

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

ISBN: 978-84-9921-307-1 Depósito legal: B. 18.496-2012 Impresión: Impulso Global Solutions Impreso en España — Printed in Spain

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Agradecimientos

En primer lugar a los pacientes que a lo largo de más de treinta años de oficio me han dado la posibilidad de trabajar, de sentir y de un aprendizaje permanente.

A mis maestros María Teresa Anguera, Raúl Jorge Aragonés, Valentín Barenblit, Alfredo Cía, Pere Folch, Jaime Rojas-Bermúdez, que a lo largo del tiempo han ido conformando un verdadero foro virtual que en mi mente acompaña la tarea y la hace cada vez más interesante.

A mis padres, familia y amigos, porque, evolucionando con ellos en una espiral que crece, me han dado la posibilidad de ocupar un buen lugar en la vida.

A Raquel Fosalba y Aníbal de los Santos por su inestimable ayuda en el proceso de edición de este libro.

A Tali, Dasha y Lara que han aportado en estos años más de lo que puede suponerse. A Mónica Lombardo por su inteligente y discreta colaboración y por haber cedido parte de su tiempo, con todo lo que ello significa, para este trabajo.

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Sumario

Prólogo de Valentín Barenblit y Pere Folch Mateu / xi

Introducción / xv

primera parte

TEORíA y TéCNICA EN PSICOTERAPIA DE GRUPO 1. Breve historia de la psicoterapia de grupo / 3

2. Definiciones de grupo / 21

3. Procesos, microprocesos y etapas del grupo terapéutico / 43

4. Psicoterapia psicoanalítica grupal. Freud / 61

5. Técnica en psicoterapia de grupo / 77

segunda parte

INVESTIGACIóN EN PSICOTERAPIA DE GRUPO ONLINE 6. Bases de la psicoterapia online / 113

7. Instrumento de análisis del proceso grupal. PSICAT.G / 141

8. Estudio empírico. Método / 177

9. Resultados / 199

Bibliografía / 271

Formas abreviadas más frecuentes en este libro / 283

índice de figuras / 285

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xi

Prólogo

Valentín Barenblit Pere Folch Mateu

Prologar un libro supone un relevante acto en el que se intentan destacar los aspectos más importantes de un compromiso personal y profesional de su autor.

En esta oportunidad comenzaremos enunciando algunas de las referencias que consideramos más importantes para presentar la trayectoria del doctor Raúl Vaimberg Grillo, autor de esta obra que tenemos el placer de prologar.

Raúl Vaimberg Grillo, nació en la Argentina, se graduó como médico en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, especializándose luego en Psiquiatría, Psicodrama, Psi-coterapia de Grupo y Psicoanálisis. Realizó la residencia en Psicopatología y Psiquiatría (1980-1982) en el Hospital Interzonal de Agudos «Prof. Dr. Gregorio Aráoz Alfaro», Servicio de Psiquiatría y Neurología.

En 1985 continuó su desarrollo profesional en Cataluña en donde obtuvo el título de Máster universitario de sociedad de la información y el conocimiento por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) y se doctoró en Psicología por la Universidad de Barcelona con la presentación de una tesis doctoral, que estudia los procesos psicote-rapéuticos grupales a partir de la participación online. Fue miembro fundador de iPsi, Centre d’atenció, docència i investigació en salut mental, donde se desempeñó como coordinador del área clínica.

Es miembro de iPsi Formació Psicoanalítica y de la Federación Española de Asocia-ciones de Psicoterapeutas. Es director de GRUP, espai de psicoteràpia, treball corporal, comunicació i creativitat, institución destinada a la atención, la docencia y la investi-gación en salud mental.

En relación a los contenidos de este libro, el autor desarrolla en su introducción una interesante descripción de su evolución profesional y una síntesis introductoria adecuadamente detallada en los temas que trata en su prolongada y extensa actividad creativa en el campo de las prácticas psicoterapéuticas grupales en sus dimensiones teóricas, clínicas y de investigación.

Es por ello que agregamos algunos comentarios sobre el texto, que sin duda re-presenta una aportación de especial interés que integra y articula las tres perspectivas

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mencionadas de manera coherente y vigente en la actualidad, dado que incluye como aspectos cualificados los avances tecnológicos con los que se cuenta actualmente, para renovar y enriquecer el acceso de las prácticas psicoterapéuticas a un importante sector de la población.

Es posible que el lector, aun el más especializado en el campo psicoanalítico, acuse una cierta sorpresa al abordar la segunda parte de la obra que, por otro lado, encierra la aportación más original del autor. El psicoterapeuta de inspiración psicodinámica está todavía poco familiarizado con el interés de un sector cada vez más considerable de la investigación psicoanalítica en los sistemas de evaluación de los resultados clínicos, de la evolución del proceso terapéutico, de la categorización y cuantificación de datos recogidos en la experiencia clínica. Sin salirnos de Europa, los primeros trabajos de J. y A. M. Sandler en el Anna Freud Center, tan brillantemente proseguidos en los ya cuantiosos trabajos de P. Fonagy y su escuela, han llevado la atención y la exigencia del psicoanalista de hoy a la necesidad de sistematizar la validación y objetivación del trabajo clínico y de los resultados terapéuticos. La metodología y sus procedimientos para una creciente parte de los clínicos de inspiración psicodinámica, han dejado de ser extrañas y hasta exóticas a la manera de pensar del clínico. Bien al contrario, han podido ser aceptados no sólo para concertarse con el lenguaje científico sino también para ordenar con coherencia la informe multiplicidad de observaciones y autoobservaciones que el clínico procesa desde el decir y el hacer verbal del paciente, desde la comunicación para y extraverbal por las vías inefables de la identificación proyectiva; con la consiguiente resonancia emocional y cognitiva insertas en las indefinidas posibilidades de la atención flotante de la escucha.

Para una receptividad y una sensibilidad polivalentes, como la que Raúl Vaimberg despliega en su quehacer clínico, debe ser una exigencia casi imperiosa invocar unos principios de articulación contentiva que permitan vertebrar mínimamente la riqueza informe de contenidos que se desprenden de las posibilidades de la asociación libre, del pensamiento libre, tan alentados por la misma configuración del encuadre clínico. De ahí el recurso a la metodología científica.

Si esta empresa de articulación y sistematización de los datos clínicos es ya de mi-nuciosa elaboración en el marco sencillo de una entrevista, como hace unos años pudo realizarla entre nosotros Jaume Aguilar y colaboradores, la aventura de Raúl Vaimberg se desarrolla en el marco más complejo de la psicoterapia de grupo y aun más, en el marco indecible del grupo online sin límites espaciales pero confluentes en el texto de un foro que se prolonga en el tiempo hasta el encuentro presencial de los miembros diseminados y confluentes en el ciberespacio.

En su trabajo de disección del texto grupal y en el no menos ingente de codificación, de señalamiento de dimensiones y categorías presentes en las unidades de significación y sentido —en último término en la precisión de micro y macro procesos terapéuticos—, el autor procede a un largo recorrido que le permite la organización de la producción grupal y a la cuantificación de las particularidades cualitativas del grupo, laboriosamente detectadas.

Desde nuestra inexperiencia del rigor metodológico, se nos antoja imaginar a nues-tro autor arrancando en su labor a partir de la imagen poética de un cúmulo de comuni-caciones, suspensas en el ámbito sin márgenes del ciberespacio pero con potencialidad de

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Prólogo |

confluencia en la linearidad de un texto que se perpetúa en las múltiples intervenciones de los miembros del grupo, dispersos en el espacio y en el tiempo. Todo el precipitado de mensajes diversos va a ser procesado desde la concreta y diversa discursividad en un crescendo de unidades de significación que emergen de la heterogeneidad de tanta con-currencia. y así, desde el torrente de palabras de uno y otro miembro y desde el ingente engarce de comunicaciones empiezan a perfilarse pequeñas unidades de sentido que, debidamente procesadas y conjugadas, se acreditan como matrices de microprocesos y macroprocesos terapéuticos.

Para nosotros, la aportación innovadora y la originalidad de esta obra de Raúl Vaimberg estriba en su extraordinaria capacidad de circular desde la aparente inverte-bración del discurso grupal hasta la detección de hechos seleccionados, en el sentido de Bion, que irán componiendo el hilo rojo de los micro y macroprocesos generados en el devenir del conjunto del grupo.

El lector seguramente encontrará a faltar una ejemplificación de este proceso de disección y síntesis de la experiencia clínica. ¿Cómo opera la mente del psicoanalista en este tránsito desde la escucha clínica al rigor metodológico con que se engarza en la reiterada reconsideración de la experiencia grupal? También nos preguntamos si el rigor técnico se beneficiaría o no de la participación de otro evaluador de la experiencia clínica distinto del propio terapeuta director del grupo.

En todo caso, la exposición detallada de la meticulosidad con que Raúl Vaimberg ha procedido en su investigación se halla fuera de las posibilidades de este texto y reclamaría otro volumen. O quizá más deseable sería la organización de un curso en cualquier departamento universitario o en instituto especializado en donde la vocación didáctica de nuestro autor pudiera mostrar a cámara lenta su aventura pionera y su quehacer técnico en la investigación de la dinámica grupal.

Además es de destacar que, a pesar de su complejidad, se desarrollan conceptual-mente las diversas y novedosas técnicas de psicoterapia psicoanalítica grupal y las con-clusiones fundamentales desarrolladas con una metodología online-presencial.

También deseamos destacar la extensa y pertinente bibliografía que ha utilizado el doctor Raúl Vaimberg Grillo para la realización de su obra y cabe señalar que en este libro el autor interpela a la «ortodoxia» en las prácticas psicoanalíticas y promueve un muy interesante debate constructivo que supondrá un avance cualificado en relación a la formación de psicoanalistas y de las prácticas psicoanalíticas.

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Introducción

¿Por qué mi interés en la psicoterapia de grupo?

Desde mis comienzos profesionales, pasando por la facultad de medicina y la espe-cialización en psiquiatría, psicodrama y psicoanálisis, surgió el interés por los grupos. A partir de este momento continuaremos el escrito en primera persona del plural, no termina de ser totalmente claro el porqué, probablemente comienza a operar en este espacio compartido con ustedes, un grupo externo, formado por los lectores, un grupo que piensa, experimenta e investiga. También un grupo interno, aquel que reconoce-mos cuando tenereconoce-mos la percepción de nosotros misreconoce-mos de estar conformados por una multiplicidad de yoes, de historias y de dinámicas vinculares.

Este interés en la psicoterapia de grupo se gesta en los grupos en los que partici-pamos y que nos constituyen, al principio la familia, posteriormente la intensa vida grupal en la adolescencia marcan los cimientos de la personalidad y una forma de sub-jetividad social. En los períodos de gobiernos dictatoriales la prohibición de agruparse y de manifestarse expresivamente con el cuerpo fueron señalando una frontera, de un lado quedaban en evidencia los fenómenos que podían tener fuerza transformadora, del otro lado de la frontera procedimientos para homogeneizar y controlar la subjetivi-dad e imponer una ideología. Posteriormente, la experiencia en el hospital psiquiátrico mostró que el grupo era el lenguaje natural para abordar la patología mental severa. La experiencia de los que migramos hizo evidente la necesidad de reconstruir el grupo externo como forma de reparar los duelos sufridos en el grupo interno que va migrando junto con el cuerpo y con la mente.

Los grupos en los que participamos a lo largo de nuestra vida configuran una his-toria propia, con los años parece que tienden a disminuir en intensidad, trasladándose esa energía a la familia y al entorno grupal cercano. Sin embargo, en la medida en que avanzamos en el tiempo vuelven a recobrar fuerza los grupos de amigos, los grupos de identidad profesional; las asambleas internas que se dramatizan en nuestra mente comienzan a estar nutridas por los familiares, amigos, maestros, pacientes y alumnos que nos acompañaron en los distintos grupos de nuestra vida.

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xvi | Psicoterapia de grupo

Los grupos de psicoterapia en los que participamos como profesionales, guardan un lugar significativo dentro de esta asamblea de grupos internos y se constituyen como una pequeña federación. Últimamente la extensión del espacio grupal hacia el ciberespacio abre nuevas posibilidades de grupos psicoterapéuticos, de formación y profesionales, ahora extendidos a todo o casi todo el planeta.

¿Cómo se desarrolla este libro?

El libro está organizado en dos partes. La primera sobre teoría y técnica comienza en el capítulo 1 con una breve historia de la psicoterapia de grupo. Realizamos un recorrido histórico desde los inicios de la cultura, haciendo hincapié especialmente en los períodos de las dos guerras mundiales para proyectarnos en algunas nuevas modalidades de las últimas décadas y hacia el futuro de los grupos en los inicios de la era del ciberespacio y de las nuevas posibilidades que se abren en los inicios de este tercer milenio.

En el capítulo 2 construimos una definición de psicoterapia de grupo para lo cual hicimos un recorrido por diferentes autores que consideramos significativos, encon-trando una estructura común en los diferentes abordajes dinámicos que revisamos. El grupo interno, el grupo externo y un tercer espacio en el cual ambos se entrecruzan, potencian e interfieren.

El análisis de los procesos grupales nos llevó al estudio de macroprocesos y mi-croprocesos grupales en el capítulo 3. Estos procesos fueron identificados y descriptos y nos abrieron importantes posibilidades en la metodologización y evaluación de las psicoterapias de grupo. La definición de etapas con estructuras, mecanismos y psicodi-namismos específicos también contribuyó a desarrollar estos objetivos.

La perspectiva de Freud en su intento de comprender los fenómenos sociales se aborda en el capítulo 4, esta perspectiva se ve reflejada fundamentalmente en los deno-minados artículos socioculturales: Tótem y tabú (1913), Psicología de las masas y análisis

del yo (1920) y Malestar en la cultura (1929). Estas conceptualizaciones freudianas nos

sirven de base teórica para intentar comprender los estadios primitivos, regresivos y patológicos de los fenómenos sociales, grupales y familiares.

En el capítulo 5 desarrollamos diferentes aspectos técnicos. Estudiamos y recorri-mos la experiencia grupal desde las perspectivas de la transferencia, la interpretación y el trabajo con sueños en y del grupo. Nuevos y viejos conceptos como la empatía de doble dirección (zweifühlung), la actuación recíproca (enactment) y la asociación libre grupal (copensée), con sus repertorios técnicos específicos, nos fueron de gran utilidad en el abordaje de los grupos. La dramatización, las técnicas dramáticas y las técnicas de comunicación estética concluyen este recorrido técnico. Para terminar este capítulo desarrollamos un apartado destinado al tratamiento grupal de pacientes psicóticos.

Junto a la importancia, en la primera parte, del desarrollo de estas teorías y técnicas de psicoterapia de grupo concurre la necesidad de evaluar los resultados e investigar los procesos y microprocesos terapéuticos que encontramos. En la segunda parte del libro mostramos con la mayor profundidad y precisión posibles una parte de las investigaciones realizadas, particularmente una intervención psicoterapéutica grupal online-presencial durante tres años, predominantemente en Internet, y en la cual se utilizaron software especializados para el análisis cuantitativo y cualitativo de los datos obtenidos.

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¿Por qué introducimos en este libro una investigación acerca de una psicoterapia de grupo desarrollada con una metodología online-presencial? En las últimas décadas se produce un incremento espectacular del uso de tecnologías en la comunicación humana tanto en aspectos vinculados a la actividad laboral como de formación y de entretenimiento o de comunicación social. En la segunda mitad del siglo pasado se crea Internet; en el año 1989 la World Wide Web (w.w.w), con ocho meses de diferencia con la caida del muro de Berlin. A partir de ese momento Internet, la telefonía móvil, la posibilidad de la comunicación de datos que pueden ser recibidos como texto, imagen y sonido y el desarrollo de las redes sociales muestran un gran crecimiento. Estos desarrollos tecnológicos despiertan fuertes tendencias tecnofíli-cas y tecnofóbitecnofíli-cas. Consideramos, despues de diez años de experiencia clínica y de investigación, que los beneficios y los riesgos de estas tecnologías son el producto de diferentes articulaciones entre las máquinas tecnosociales y la estructura de la personalidad de la persona conectada a la tecnología. La elección, el uso y el sentido de estos dispositivos tecnosociales son producto de las diversas combinaciones de las características técnicas del dispositivo empleado y de las interacciones sociales que los dispositivos permiten o impiden y de las características psicopatológicas de los individuos o de los grupos conectados.

La secuenciación del discurso que se produce en las comunicaciones establecidas a través de redes sociales, como por ejemplo Facebook, requiere un procedimiento distinto de análisis ya que el discurso se estructura de una manera arborizada y dinámica (los textos pueden ir cambiando su posición en la secuencia según diferentes contingencias comunicacionales). Para estudiar estas estructuras comunicacionales se utilizan otros software que se analizarán en trabajos futuros aunque quedan sentadas las bases para ello a partir de las investigaciones de redes sociales iniciadas en esta obra.

Como toda investigación innovadora esta también requieren un registro y análisis minucioso de los datos y por parte del lector una lectura detallada. Es de esperar y estamos en ese camino, que podamos simplificar los sistemas de análisis y avanzar en el establecimiento de algunos procesos de automatización de los mismos.

El autorregistro del material textual del foro de psicoterapia de grupo online facili-ta unos datos de fiabilidad máxima, mientras que los registros habitualmente realizados en investigación psicológica o psicoanalítica implican necesariamente una selección no exenta de subjetividad. Se analizó un texto de 300.000 palabras que, a través un proceso de selección de unidades de sentido permitió realizar una primera reducción de datos de las 300.000 palabras a 1072 fragmentos de textos considerados significativos. Estos fragmentos de texto fueron codificados con un sistema de seis dimensiones y 48 categorías. Estas dimensiones y categorías fueron emergiendo de la lectura detallada del material, es aquello de lo que hablan los pacientes articulado con la experiencia transferencial con el psicoanalista y el marco teórico previo desde donde se escucha. Por otro lado, se estudió el mecanismo terapéutico a través de la detección de 77 frag-mentos de textos considerados mofrag-mentos de insight y de transformación terapéutica. En un siguiente nivel se introdujeron diversos programas informáticos con los cuales se realizaron diferentes procesamientos de los datos que permitieron hallazgos como, por ejemplo, los 19 microprocesos y algunos macroprocesos que profundizaron en la comprensión del proceso terapéutico. Las escenas o unidades de sentido, producto

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xviii | Psicoterapia de grupo

de este nivel de procesamiento, sufren un mecanismo de conjunción de diferentes unidades de sentido que pueden ser apreciadas en su conjunto y cristalizar en los que denominamos microprocesos terapéuticos.

En síntesis, partiendo de la complejidad y extensión del material se realizaron diversos procesos de selección y reducción de datos, intentando detectar andamiajes o estructuras ocultas para posteriormente poder analizarlas, interpretarlas cualitati-vamente y conceptualizar procesos o microprocesos terapéuticos que nos permitieron avanzar en la comprensión del sentido y de las transformaciones que de allí emer-gieron. Este proceso tiene un movimiento cíclico que permite que la ampliación de la comprensión del sentido facilite volver a leer el material hasta que consideremos que la tarea ha llegado a un estadio más avanzado de comprensión y poder continuar con otra tarea.

Una vez concluido este análisis ¿qué pensamos acerca de cómo ha influido esta in-vestigación en nuestra actitud clínica posterior? Lo más significativo ha sido el adquirir una actitud de escucha diferente, interfiriendo menos en las dinámicas que espontá-neamente va mostrando la comunicación y la vida emocional del grupo. La detección de microprocesos grupales en cadenas de diez pasos de secuencia comunicacional dan cuenta de este dinamismo, que en principio se manifiesta sin la necesidad de una inter-vención demasiado activa por parte del psicoterapeuta; nuestra actitud se ha modificado al poder escuchar con más claridad, interferir menos y en todo caso facilitar la expresión del canto o la melodía propia del grupo.

Esta segunda parte comienza con un capítulo destinado a lo que consideramos las bases de las psicoterapias online (capítulo 6). En primer lugar se desarrollan concepcio-nes teóricas previas en torno al aparato mental y la tecnología, al mito de Narciso y el espejo tecnológico, la realidad y la realidad virtual, y Gutenberg, McLuhan, Kerckhove y Lévy. Las bases de la psicoterapia online se estructuran en cuatro orientaciones funda-mentales: 1) estructura tecnosocial y estructura psicopatológica, 2) relación virtualidad presencialidad, 3) utilización de las características de la comunicación online y 4) el rol de psicoterapeuta online.

En el capítulo 7 se desarrollan los fundamentos teóricos y el proceso de cons-trucción de un instrumento no estándar de observación indirecta elaborado ad hoc, a partir del marco teórico y del texto producido y que denominamos PSICAT.G (análisis de categorías psicológicas para grupos). Este instrumento nos permitió, a través del análisis de categorías implementado, indagar en los procesos terapéuticos que se desplegaron en el interior de la trama comunicacional del grupo de psicoterapia investigado. La organización del instrumento en rating scale y en dos subsistemas de categorías (centradas y extremas) permitieron la detección de macroprocesos indivi-duales y grupales.

El estudio empírico (capítulo 8) desarrolla los pasos correspondientes al proyecto de investigación: encuadre y objetivos; hipótesis de trabajo; diseño del estudio; método: participantes, materiales e instrumentos y procedimiento.

En el último capítulo (capítulo 9) se detallan los resultados obtenidos y las con-clusiones de los diversos estudios realizados los cuales nos han permitido avanzar en dos planos de conocimiento: El estudio de macroprocesos y microprocesos terapéuticos

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¿Qué consideraciones generales podemos transmitir?

En el abordaje clínico los procesos teórico, técnico y de investigación funcionan articu-ladamente ya que la investigación requiere para su diseño una concepción teórica previa. Por otro lado, en el desarrollo de la misma vamos reconsiderando la teoría y enrique-ciéndola en un permanente movimiento de ida y vuelta. Este movimiento pendular, en un sentido, va desde la teoría y pasando por la técnica se dirige hacia el desarrollo de los objetivos de investigación y, en el otro sentido, va desde las observaciones que realizamos hacia la reconsideración de algunos postulados teóricos y el consecuente replanteamiento técnico con el cual abordamos la tarea clínica. Las conclusiones y la construcción de nuevos conocimientos que obtuvimos son el resultado de este difícil pero apasionante proceso.

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PRIMERA PARTE

Teoría y técnica en

psicoterapia de grupo

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1 Breve historia

de la psicoterapia de grupo

En esta breve historia de la psicoterapia de grupo intentamos transmitir una visión panorámica desde los inicios de la cultura hasta la actualidad y las posibles tendencias futuras a la luz de los cambios tecnológicos.

Ciertas enseñanzas médicas y filosóficas del pasado, así como ciertos viejos méto-dos de curación, ofrecen un sorprendente grado de insight en lo que se consideran los descubrimientos más recientes en el reino de la mente humana.1 Hay muchos tipos de

curación ceremonial. A veces la ceremonia curativa es una especie de nueva actuación del trauma inicial (patógeno). En muchas curaciones ceremoniales (con o sin tales nue-vas actuaciones) el paciente es integrado en un grupo (notablemente una sociedad de curadores, como entre los zuñi). Finalmente, la ceremonia puede ser eficaz por la belleza de los ritos, los vestidos, la música y los bailes.2 Llamaríamos a tales procedimientos

terapéuticos tratamiento de choque psíquico o psicodrama.

Ellenberger en sus reflexiones nos hace notar que algunos de los procedimientos científicos actuales parecen estar fuera del campo de la psicología y otros provenientes de los primitivos procedimientos curativos parecen ser de plena actualidad (figura 1.1).

En la base de ciertas enseñanzas religiosas y filosóficas hay técnicas altamente de-sarrolladas de entrenamiento mental, con implicaciones terapéuticas. Las más famosas son el yoga en la mayoría de las religiones y escuelas filosóficas de la India y las técnicas que provienen del budismo. Para Henri Ellenberger3 la práctica común de la confesión

en la iglesia católica ejerce una influencia importante en el desarrollo de la psicología. En las últimas décadas del siglo xviii Franz Mesmer utilizó las fuerzas activas del grupo sin explicar claramente su carácter. Solía tratar grupos enteros conjuntamente, haciendo que un paciente retuviera en sus manos las del otro. Mesmer creía que la co-rriente que circulaba entre los miembros de un grupo, a la que denominaba magnetismo animal, proporcionaría nueva fuerza a cada individuo.

Desarrollando esquemáticamente la evolución del teatro y su arquitectura y com-parándola con la evolución del espacio mental, podemos proponer otras reflexiones de interés.

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4 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

Curaciones primitivas Terapias científicas

El curador es la principal personalidad del grupo

so-cial El terapeuta es un especialista junto con otros mu-chos El curador ejerce su acción primariamente a través de

su personalidad El terapeuta aplica técnicas específicas en un modo impersonal El curador es preponderantemente un

psicosoma-tista, trata muchos desórdenes físicos por técnicas psicológicas

Hay una dicotomía entre terapias físicas y psíquicas. El acento en psiquiatría es el tratamiento físico de la enfermedad mental

El entrenamiento del curador es largo e incluye la ex-periencia de la resolución de sus desórdenes emo-cionales para hacer posible la curación de otras per-sonas

El entrenamiento es racional y no toma en considera-ción los problemas personales médicos o emociona-les del terapeuta

El terapeuta pertenece a una escuela que tiene sus propias enseñanzas y tradiciones divergentes de otras escuelas

El terapeuta actúa sobre las bases de una medicina unificada, que es una rama de la ciencia y no una en-señanza esotérica

Figura 1.1. Estudio comparativo entre las curaciones primitivas y las terapias científicas (Ellenberger, 1970, p. 47).

En las primeras ceremonias los sistemas de comunicación eran intraficcionales, es decir todos bailaban y se sumergían en el mismo espíritu participativo (no hay audito-rio). El chamán tiene la principal intención de curar, no de recrear la ficción; está próximo a la divinidad, su trabajo es la evocación de rituales animistas sincréticos, necesarios para conseguir un poder mágico que le permite apropiarse de los demás para obtener la experiencia y sabiduría de sus antepasados.

Podemos distinguir entonces entre el rito en el que todos participan en la acción y el teatro fundado en la figuración (ficción), estando destinada esta ficción a un público que no pertenece a su realización.

En la figura 1.2 se presentan planos de teatros antiguos y modernos, las posiciones relativas del auditorio, la orquesta y el escenario son básicos para entender la historia del diseño del teatro. En el teatro primitivo se observa un pseudoauditorio rodeando totalmente el escenario, que coincide con la estructura escénica de los rituales y danzas primitivas; la presencia de este pseudoauditorio marca una primera diferencia entre el lugar de la representación y el lugar de la observación de la misma. En estas represen-taciones todos los participantes son actores, y el auditorio, como en las organizaciones totémicas, puede estar constituido por las fuerzas de la naturaleza, seres superiores o divinidades.

Entre el teatro griego arcaico y el teatro romano se produjo una evolución que marca, a partir del diseño teatral, un aumento del espacio destinado al escenario, una delimitación del espacio destinado al auditorio y la aparición de la orquesta entre el auditorio y el escenario.

En el teatro contemporáneo coexisten diferentes diseños que recorren los diferentes estadios de la evolución del teatro.

Como resumen podemos conceptualizar que los diseños de las arquitecturas teatra-les y de las estructuras mentateatra-les se han acompañado a lo largo de la evolución cultural, apareciendo en primer lugar un teatro primitivo, intraficcional, en el cual no existe

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el auditorio ya que todos los participantes intervienen en la representación ritual. A continuación aparece la estructura destinada al auditorio, que posteriormente va dis-minuyendo su importancia y va dando lugar a un incremento progresivo del espacio del escenario (lugar de la representación). Por otro lado, en la evolución también surgieron unas estructuras intermedias como el coro, la orquesta y el proscenio.

Esta evolución en el desarrollo de la arquitectura teatral y en el desarrollo del es-pacio mental parece indicar una mayor distancia entre la representación de la realidad y la realidad.

Al estudiar la historia reciente de la psicoterapia de grupo, encontramos en el siglo xx dos momentos cruciales de empuje en el desarrollo de la teoría y de la técnica de la psicoterapia de grupo que coinciden con los períodos circundantes a las dos guerras mundiales (la primera entre 1914-1918 y la segunda entre 1939-1945). Probablemente la conciencia de la capacidad de destructividad humana haya influido en el desarrollo de recursos para evitar o atenuar estos hechos en el futuro.

La perspectiva de Sigmund Freud en su intento de comprender los fenómenos de los grupos humanos y de la organización familiar, se ve reflejada en los denominados artículos socioculturales: Psicología de las masas y análisis del yo, Tótem y tabú y El

ma-lestar en la cultura.

En Psicología de las masas y análisis del yo, Freud, a partir de la observación de los fenómenos de masas, intenta comprender ¿qué es lo que mantiene unida a una masa? Freud hace pie teórico, especialmente en los fenómenos de identificación con el líder.

Marca una evolución que va desde los grupos desorganizados y primitivos hacia los grupos organizados, y desde la omnipotencia de la función del padre primitivo, hacia una sustitución progresiva del padre primitivo por el grupo centrado en una tarea y en

Curaciones primitivas Terapias científicas

El curador es la principal personalidad del grupo

so-cial El terapeuta es un especialista junto con otros mu-chos El curador ejerce su acción primariamente a través de

su personalidad El terapeuta aplica técnicas específicas en un modo impersonal El curador es preponderantemente un

psicosoma-tista, trata muchos desórdenes físicos por técnicas psicológicas

Hay una dicotomía entre terapias físicas y psíquicas. El acento en psiquiatría es el tratamiento físico de la enfermedad mental

El entrenamiento del curador es largo e incluye la ex-periencia de la resolución de sus desórdenes emo-cionales para hacer posible la curación de otras per-sonas

El entrenamiento es racional y no toma en considera-ción los problemas personales médicos o emociona-les del terapeuta

El terapeuta pertenece a una escuela que tiene sus propias enseñanzas y tradiciones divergentes de otras escuelas

El terapeuta actúa sobre las bases de una medicina unificada, que es una rama de la ciencia y no una en-señanza esotérica

Figura 1.1. Estudio comparativo entre las curaciones primitivas y las terapias científicas (Ellenberger, 1970, p. 47).

En las primeras ceremonias los sistemas de comunicación eran intraficcionales, es decir todos bailaban y se sumergían en el mismo espíritu participativo (no hay audito-rio). El chamán tiene la principal intención de curar, no de recrear la ficción; está próximo a la divinidad, su trabajo es la evocación de rituales animistas sincréticos, necesarios para conseguir un poder mágico que le permite apropiarse de los demás para obtener la experiencia y sabiduría de sus antepasados.

Podemos distinguir entonces entre el rito en el que todos participan en la acción y el teatro fundado en la figuración (ficción), estando destinada esta ficción a un público que no pertenece a su realización.

En la figura 1.2 se presentan planos de teatros antiguos y modernos, las posiciones relativas del auditorio, la orquesta y el escenario son básicos para entender la historia del diseño del teatro. En el teatro primitivo se observa un pseudoauditorio rodeando totalmente el escenario, que coincide con la estructura escénica de los rituales y danzas primitivas; la presencia de este pseudoauditorio marca una primera diferencia entre el lugar de la representación y el lugar de la observación de la misma. En estas represen-taciones todos los participantes son actores, y el auditorio, como en las organizaciones totémicas, puede estar constituido por las fuerzas de la naturaleza, seres superiores o divinidades.

Entre el teatro griego arcaico y el teatro romano se produjo una evolución que marca, a partir del diseño teatral, un aumento del espacio destinado al escenario, una delimitación del espacio destinado al auditorio y la aparición de la orquesta entre el auditorio y el escenario.

En el teatro contemporáneo coexisten diferentes diseños que recorren los diferentes estadios de la evolución del teatro.

Como resumen podemos conceptualizar que los diseños de las arquitecturas teatra-les y de las estructuras mentateatra-les se han acompañado a lo largo de la evolución cultural, apareciendo en primer lugar un teatro primitivo, intraficcional, en el cual no existe

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6 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

una organización. Esta evolución da lugar a la comprensión de los fenómenos familiares y grupales tal cual se los entiende hoy en día. Sin embargo quedan registradas huellas antiguas a las cuales pueden regresar tanto las familias como los grupos.

En Tótem y tabú Freud desarrolla una concepción mítica acerca del origen de la cultura, en el momento en que se estructuran las sociedades totémicas, inseparables de las denominadas prohibiciones totémicas: «No matar al animal totémico y no mantener relaciones sexuales con las mujeres pertenecientes al mismo clan totémico».

Estas leyes totémicas fomentan la salida de la endogamia del clan y las bases para la constitución de un complejo de Edipo instaurado en la estructura misma de la sociedad. Las prohibiciones totémicas surgen, según Freud, de los correspondientes deseos que empujan a la realización de las mismas.

La instauración de la ley totémica marca asimismo un punto de transacción des-de un funcionamiento puramente natural, vinculado al funcionamiento des-de la horda primitiva (un grupo difícilmente diferenciable de un grupo de animales), hacia una organización totémica que, a través de sus prohibiciones, delimita un posible desarrollo de lo pulsional y un necesario control o coacción de lo pulsional que está en la base misma del origen de la cultura humana. A partir de entonces naturaleza y cultura que-darán diferenciadas, en interacción dialéctica y promoviendo las bases pulsionales del sentimiento de malestar en la cultura.

Estas conceptualizaciones freudianas servirán de base teórica para intentar com-prender los estadios primitivos, regresivos y patológicos de la familia humana así como de los grupos humanos.

En El malestar en la cultura Freud intentará comprender este sentimiento de males-tar evidenciable en la cultura a partir de considerarlo como el producto de la represión de las tendencias tanáticas y destructivas de la naturaleza humana. De la lucha entre Tánatos y Eros (lo destructivo y lo constructivo) y de las diferentes posibilidades de resolución de esta lucha dependerá el futuro de la humanidad, así como la de los mo-dos de funcionamiento normal y patológico de los agrupamientos humanos y de las organizaciones humanas en general.

En cuanto a la relación entre grupo y multitud y entre lo individual y lo colectivo, Freud, en su libro Psicología de las masas y análisis del yo traduce como masse tanto el término groupe (grupo) como foule (masa); a su vez William McDougall tradujo al inglés el término de Gustave Le Bon (foule) como crowd (muchedumbre, multitud). La oposición entre actos anímicos sociales y narcisistas establece nuevos vínculos entre la psicología individual y la social, una relación dialéctica, más de complementariedad que de oposición. Podemos hablar del narcisismo de los grupos, no solo del narcisismo como un fenómeno estrictamente individual. Desde la patología del narcisismo es posible hablar de oposición si entendemos el narcisismo patológico como una defensa frente a la vivencia de desestructuración (psicosis) o vivencia de vacío (estructuras fronterizas), repliegue libidinal sobre el propio yo cuando la representación del otro no ha podido ser establecida con claridad como modelo, como objeto, como auxiliar ni como enemigo.

En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo. Por eso desde el comienzo mismo la psicolo-gía individual es simultáneamente psicolopsicolo-gía social (Freud, 1921, p. 67).

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En nuestra revisión remitiremos a través de la bibliografía a las diferentes versiones existentes, algunas de ellas disponibles online, e intentaremos transmitir una visión panorámica de la evolución de los conceptos relativos a la dinámica de los grupos y a su funcionamiento, especialmente en el campo de la psicoterapia. En un reconocido trabajo León Grinberg, Marie Langer y Emilio Rodrigué4 esquematizan la evolución histórica

de la psicoterapia de grupo, utilizamos este esquema como base para el desarrollo de la historia de la psicoterapia de grupo:

Psicoterapia por el grupo Psicoterapia en grupo Psicoterapia del grupo Psicoterapia en y del grupo

1. PSICOTERAPIA POR EL GRUPO

Decimos que las psicoterapias actúan por el grupo cuando utilizan al grupo como estí-mulo de emociones colectivas sin tratar de comprenderlas. El grupo se convierte en un recurso destinado a influir en numerosas personas como medio auxiliar para reforzar cierto plan terapéutico.

La psicoterapia por el grupo fue iniciada por Joseph Pratt en 1905 al introducir el sistema de clases colectivas en una sala de pacientes tuberculosos. La finalidad de la terapia era acelerar la recuperación física de los enfermos; las clases y sesiones a las que concurrían entre 20 y 50 pacientes consistían en una breve conferencia del terapeuta que disertaba sobre higiene y problemas del tratamiento de la tuberculosis; a continuación, los pacientes formulaban sus preguntas y discutían el tema con el médico. En estas reuniones los enfermos que mejor cumplían el régimen pasaban a ocupar las primeras filas del aula, estableciéndose un escalafón jerárquico bien definido, conocido y respe-tado por todos. En vista de los buenos resulrespe-tados que daba el método, Pratt escribió un trabajo preliminar en 1906 que amplió en los años siguientes. Pronto otros probaron su técnica con resultados similares.

El mérito de Pratt fue el de utilizar en forma sistemática y deliberada las emociones colectivas en la consecución de una finalidad terapéutica. El método estimula la iden-tificación del enfermo con el médico. El sistema de promociones que premia al buen paciente acercándolo al médico ilustra gráficamente dicho propósito. Considerando la importancia de la idealización del terapeuta, no es de extrañar que la estructura y función de este tipo de grupos sea similar a la de ciertos grupos religiosos que persiguen fines parecidos.

En esta primera etapa el método se empleó en pacientes que padecían trastornos orgánicos. A partir de estas corrientes se produjo una interesante diferenciación, que Grinberg denomina «terapias que actúan por el grupo con estructura fraternal».

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8 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

En este caso el dinamismo consiste en incitar y canalizar emociones colectivas en grupos solidarios, el tipo de relación entre el terapeuta y el grupo es opuesto al que se produce en el grupo de Pratt. En lugar de idealizar al terapeuta, el método busca esti-mular la fraternidad y la máxima homogeneización de sus miembros, disminuyendo por lo tanto el liderazgo al mínimo. Un ejemplo conocido de esta tendencia se encuentra en Alcohólicos Anónimos (los AA), organización fundada en 1935. Los AA más que un grupo terapéutico vienen a ser una sociedad con contribución económica y participación voluntaria de sus miembros. El efecto terapéutico se basa en que el exalcoholista puede influir más eficazmente a otro alcoholista al saber que éste ha tenido el mismo problema y ante el hecho de que ha podido superarlo. La dinámica de esta terapia es eficaz, pues el exalcoholista se beneficia a su vez rescatando al paciente, y de esta forma sublima y elabora vicariamente las tendencias que lo llevaron a la bebida.

Los AA se reúnen semanalmente en un tipo de sesiones similares a las de Pratt, en el sentido de discutir temas relacionados con su misión. Como dinámica de la curación este tipo de terapia busca a través de su carácter fraternal disminuir la rivalidad y envidia dentro del grupo, características estas que son precisamente las más marcadas en un grupo de alcohólicos, por tratarse de personas con una voracidad y agresividad orales destacadas5 (Grinberg, 1977). AA ha dado lugar al surgimiento de numerosos grupos

que utilizan sus principios para enfrentar problemáticas variadas: drogodependencias, tabaquismo, trastornos alimentarios, compulsiones diversas (sexo, juego, relaciones destructivas). Otros grupos unen al programa de AA los principios de la comunidad terapéutica.

Edward Lazell en 1921, adoptó el método grupal de Pratt para trabajar con esqui-zofrénicos en el hospital Saint Elisabeth de Washington. Se servía de discusiones de grupo con orientación psicoanalítica además de lecturas de apoyo, su técnica era más didáctica y fraternal y no tan impositiva como las anteriores.

Trigant Burrow en los EE.UU., después de asistir a las «Cinco conferencias sobre psicoanálisis» realizadas por Freud en 1909, divisa el psicoanálisis en grupo. En 1927 Burrow fue uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Americana y aplicó lo que denominó «análisis de grupo» con participación de pacientes, familiares y pro-fesionales.

En el caso de enfermos mentales se intentó que los exenfermos entren en contacto con pacientes hospitalizados, narrando la historia de su mejoría y contribuyendo en general a elevar la moral de la institución.

2. PSICOTERAPIA EN GRUPO

La utilización de pequeños grupos en forma planificada para el tratamiento de proble-mas de personalidad, comenzó en los EE.UU. en la década de los años treinta del siglo pasado, con los trabajos de Louis Wender, Paul Schilder, Jacob Levy Moreno, Samuel Slavson, Fritz Redl y Alexander Wolf.

Las corrientes de inspiración psicoanalítica (Slavson, Schilder y Klapman) intro-dujeron la interpretación en la situación colectiva, aplicando al grupo una técnica de orientación psicoanalítica. La interpretación es considerada un instrumento capaz

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de comprender los dinamismos más profundos del grupo y por lo tanto modificar su estructura.

Slavson comenzó como educador y trabajador social, actuando en grupo con niños y posteriormente con adolescentes y adultos. Fue el propulsor del desarrollo de la terapia grupal en el área de Nueva york y de la formación de la American Group Psychotherapy Association en 1942. Entre sus ideas sobre la aplicación del trabajo psicoanalítico indi-vidual a la terapia grupal enfatizó la importancia de la comprensión de las dimensiones emocionales en las relaciones de cada miembro con el terapeuta y con el grupo. Priorizó el insight como fundamento del cambio terapéutico e hizo uso del contexto de grupo considerando la principal influencia terapéutica como proveniente del líder.

Al pasar del análisis individual al colectivo enseguida se presenta un interrogante: ¿a quién interpretar? En la respuesta estriba la principal diferencia práctica, y también teórica, entre los procedimientos que pasaremos a describir.

Tanto Slavson como Klapman buscaron la solución tratando de unificar al grupo de varias maneras, de modo que la interpretación dada en su seno valiese para todos los participantes o para la mayoría de ellos.

La interpretación va casi siempre dirigida al problema de un determinado indi-viduo del grupo. Bajo la hipótesis de que, en la medida que el grupo es homogéneo, la interpretación que se da a un paciente es en gran parte beneficiosa para los demás pacientes del grupo, ya todos presentan una constelación análoga de conflictos. Se busca el beneficio indirecto o por resonancia de las interpretaciones dadas a un indi-viduo en el grupo.

Como se ve este método transporta al grupo la técnica del psicoanálisis individual; constituye un análisis individual realizado sobre un paciente con la presencia de un grupo. Por ello Grinberg lo denomina terapia interpretativa individual en el grupo.

Schilder6 en 1935 fue considerado pionero de la terapia analítica de grupo debido

a su sistemática interpretación tanto de la transferencia como de los sueños.

Moreno aplicaba métodos de acción dramática en Viena en los años veinte del siglo pasado y se autoerige como creador de la psicoterapia de grupo:

Mis comienzos prácticos se remontan al año 1910. En los parques de Viena comencé, entre 1910 y 1914, a formar grupos infantiles para jugar con ellos, improvisadamente, al teatro y plantar así la semilla de la psicoterapia de grupo y el psicodrama. Proseguí el experimento con grupos de discusión con prostitutas en Spittelberg, en los años 1913 y 1914. Mis ob-servaciones y estudios en un campo de refugiados en Mittendorf en Viena coronaron este primer período (Moreno, 1966, p. 24).

Los mecanismos de curación del psicodrama creado por Moreno son la «catarsis de integración» y el «insight dramático». La catarsis de integración consiste en trasla-dar al individuo y su mente fuera de sí y objetivarlos dentro de un universo tangible y controlable para, en una segunda fase, volver a subjetivar, reorganizar y reintegrar lo que ha sido objetivado.

En la catarsis de integración lo que sale es el paciente mismo (das ding ausser sich) y al salir de algo que lo estaba conteniendo realiza su yo. Dice Moreno que la catarsis de integración es engendrada por la visión de un nuevo universo y por la posibilidad

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10 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

de un nuevo crecimiento, siendo la abreacción y el desahogo de emociones solo mani-festaciones superficiales.

El insight dramático consiste en la posibilidad de adquirir una visión nueva y dife-rente de sí mismo a partir de la producción realizada a través de la acción. Para Moreno, el grupo, la acción y la creatividad son los ingredientes fundamentales del psicodrama y de la psicoterapia de grupo.

3. PSICOTERAPIA DEL GRUPO

Finalmente llegamos a la técnica interpretativa del grupo. Este tipo de terapia toma al grupo como fenómeno central y punto de partida de toda interpretación. Es decir, concibe al grupo como una totalidad, considerando que la conducta de cada uno de sus miembros siempre se ve influida por su participación en el seno colectivo.

Con la segunda guerra mundial la terapia de grupo cobró un llamativo impulso. Wilfried Bion, psiquiatra inglés de formación psicoanalítica a raíz del trabajo de Me-lanie Klein, hace hincapié en la importancia de la movilización colectiva de estados emocionales que se refieren a partes de la psique indiferenciada, es decir, la formación arcaica del inconsciente. El individuo se encuentra en una red de interacciones en las que los demás son necesarios como soporte de sus emociones internas. Bion trabajó en hospitales militares en el adiestramiento de soldados neuróticos durante la segunda guerra mundial. En la Tavistock Clinic de Londres escribió una serie de artículos entre 1943 y 1952, que fueron reunidos y publicados en el libro Experiencias en grupos y otros

papeles en 1961. Es el primer psicoanalista que pone en práctica un «psicoanálisis de los

grupos» entendiento el grupo como un todo y superando la fase psicoanalítica anterior basada en la personalidad magnética del líder (Le Bon). Bion no hace sino alinearse en la ideología dominante (democrática) acaecida tras el fracaso de las dictaduras en la segunda guerra mundial.

Respecto a la organización grupal, Bion acuña términos como mentalidad grupal y cultura de grupo. Describe un nivel superior o «grupo de trabajo» (work group), que es racional y consciente, donde los miembros llevan a cabo la tarea asumida volunta-riamente y eligen a sus líderes de acuerdo a las capacidades reales de llevar adelante cada situación planteada. El grupo de trabajo se ve perturbado constantemente por otro más profundo, el grupo de «supuesto básico» (basic assumption group) domi-nado por las emociones. Para Bion en el acontecer de todo grupo hay una oposición fundamental entre el grupo de trabajo y el grupo de supuesto básico. El primero depende de la capacidad de cooperación de los miembros para organizar el trabajo con vistas al desarrollo de determinadas funciones. El segundo no depende de esa capacidad consciente de cooperación, sino de necesidades emocionales que hacen que los miembros se aglutinen alrededor de la persona que mejor puede representarlas. Bion define el supuesto básico como una fantasía subyacente y unitaria; como una «creencia emocional de la que participan todos los miembros del grupo y que los impulsa a tener al unísono un determinado tipo de fantasías e ideas». Delimitó tres supuestos básicos (dependencia, emparejamiento y ataque-fuga) a los que correspon-dería un determinado tipo de líder.

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Como crítica, comenta Alejandro Ávila7, que las concepciones de Bion se

organi-zan sobre pautas en exceso individuales, como, por ejemplo, la importancia que otorga al lugar del líder. Por otro lado Bion polariza excesivamente la vida del grupo en sus aspectos racionales y afectivos.

Siegfried Heinrich Foulkes, judío alemán radicado en Londres, arriba a Inglaterra hacia 1933 después de dos años de entrenamiento con Kurt Goldstein. Según Malcolm Pines, crea en 1940 la psicoterapia grupoanalítica, que es una psicoterapia del grupo y para el grupo. En sus inicios analiza al individuo en el grupo, pero más adelante lo incluye como parte del grupo, considerando que la psicoterapia de grupo lo arranca de su red primaria familiar y lo mezcla con otros, formando un campo de interacción en el que cada sujeto empieza de nuevo.

Foulkes usa el concepto de grupo matriz o madre. El grupo como un todo es un organismo viviente independiente de los individuos que lo forman, tiene su humor y sus reacciones, su espíritu, una atmósfera, un clima. La relación adquiere un nivel trans-personal y supratrans-personal. Si un integrante del grupo trae su problema, este afecta de múltiples maneras al resto del grupo. Este tipo de enfoque no minimiza la importancia de lo individual, pero considera que lo individual debe ser siempre contemplado dentro del marco colectivo en el que se manifiesta.

Foulkes se ve influenciado, como Kurt Lewin, por los principios de la psicología de la Gestalt (gestalthéorie); las formas y el fondo son un todo inseparable, el concepto central del grupoanálisis foulkesiano le lleva a abogar por un nivel de escucha, com-prensión e interpretación en el aquí y ahora, teniendo en cuenta solo la transferencia del grupo y no las transferencias individuales. Con un planteo que toma al grupo como una gestalt entramos en el terreno de la microsociología. Es una psicoterapia del grupo y no del individuo en el grupo, o de los pacientes por el grupo.

Las dos principales asociaciones de terapeutas de grupo vieron la luz durante la segunda guerra mundial. La American Group Psychotherapy Association (AGPA), fundada por Slavson en 1943, tuvo como sus primeros presidentes a Samuel Slavson; Temple Burling; William Moody; Samuel Hadden; Lewis Loeser; Donald Carmichael; Hugh Mullan; Nathan Beckenstein; Maurice Linden; Milton Berger; Donald Shaskan; Aaron Stein.

La American Society of Group Psychotherapy and Psychodrama (ASGPP) fue fundada en 1942 por Moreno. Moreno y Slavson mantuvieron una abierta, prolongada e intensa rivalidad. Moreno pretendía ser el primero en haber acuñado el término «terapia de grupo» en 1931, Slavson declaraba que sus grupos de actividad de 1934 constituían el comienzo de la terapia de grupo y afirmaba que el psicodrama solo era útil para el tratamiento de pacientes psicóticos, como inductor de la catarsis, técnica de ensayo y medio de comunicación, pero nunca como una terapia total.

En los años cincuenta del siglo pasado aparece la terapia gestalt de Fritz Perls. El éxito de sus principios como el «aquí y ahora» y el acento en lo vivencial es tan grande que un grupo de autores los toman e incorporen a su corriente, como es el caso de yalom y su grupo interaccional. En la misma época también destaca el análisis tran-saccional de Eric Berne, que incluyen una serie de abordajes grupales en hospitales psiquiátricos, ambulatorios, programas de rehabilitación y penitenciarios y tratamien-tos comunitarios.

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12 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

El planteo de Carl Rogers presenta un enfoque de peso en la psicoterapia de grupo centrada en el cliente o conseling de grupo. Su libro Grupos de encuentro8 (1970) marca

un hito dentro de esta corriente.

Maxwell Jones en Gran Bretaña y en Estados Unidos en la década de los años cin-cuenta del pasado siglo desarrolló el concepto de «comunidad terapéutica», influyó en la presencia de programas intensivos basados en los grupos, en los que utilizó principios del psicodrama, componentes cognitivos, afectivos y de acción. El enfoque se centró en la educación en un ambiente de grupo que llevó a la elaboración de una «atmósfera de grupo». El tratamiento no se limita a la hora terapéutica, sino que se hace extensivo a un proceso continuo de funcionamiento a lo largo de la vida del paciente. Para lograr esto Jones tuvo que cambiar el orden de la sociedad hospitalaria y aplanar la tradicional pirámide jerárquica de la autoridad para promover una mayor interacción entre pacien-tes, enfermeras y médicos. Jones basó su trabajo en la idea de «aprendizaje social», que describe el proceso de entender algo del cambio que pueda resultar de la interacción interpersonal cuando un conflicto o crisis es analizado en una situación de grupo.

En el panorama español y más concretamente en el catalán la importancia de Emilio Mira y López es doble, por un lado posibilitó la presencia y el asentamiento del psicoanálisis y, por otro, fue el primero en practicar psicoterapia de grupo en Es-paña. Emilio Mira a mediados de los años treinta consideraba que la importancia de los tratamientos grupales se basaba en el aumento de la «eficacia curativa» y entendía las sesiones de grupo como un tipo de seminario psicoterapéutico donde el paciente escuchaba relatos de conflictos similares a los suyos y podía exponer sus opiniones bajo la tutela del psicoterapeuta. La SEPTG, creada en 1972, ha sido la primera asociación de profesionales de la Salud menta que se constituye en España con el objetivo de de-sarrollar y difundir el grupo como lugar de intervención terapéutica o de otro tipo. A Joan Campos, alumno directo de Foulkes se debe la introducción de gran parte de las ideas de este en España. En 1976 Alejandro Ávila, Antonio Caparrós, Nicolás Caparrós Sánchez, y los restantes miembros fundadores del Grupo Quipú de psicoterapia fundan la revista Clínica y Análisis Grupal.

En Argentina, en 1948, el psiquiatra y psicólogo social Enrique Pichon-Rivière, de influencia kleiniana, da a su elaboración teórica el nombre de «concepción operativa de grupos». Hacia los años cincuenta Raúl Usandivaras, Emilio Rodrigué y Juan José Morgan comienzan a trabajar con psicóticos en grupos. Grinberg, Langer y Rodrigué publican un libro sobre psicoterapia psicoanalítica de grupos introduciendo la escuela inglesa en América Latina.

La escuela argentina de psicodrama contó con Jaime Rojas Bermúdez, Eduardo Pavlovsky, Carlos Martínez Bouquet, Luis Frydlewsky y Hernan Kesselman a la cabe-za. Según el propio Pavlovsky, en 1962 Rojas Bermúdez, María Rosa Glasserman y él viajaron a Nueva york para estudiar con Moreno. El primer habilitado como «director de psicodrama» fue Rojas Bermúdez, al año siguiente lo fueron Martínez Bouquet y él, dando pie a la creación de la Asociación Argentina de Psicodrama en 1963. Sus aportes están recogidos en algunos libros y en las revistas Cuadernos de Psicoterapia y Clínica

y Análisis Grupal.

En Francia, Rene Kaës9 propone el concepto de «aparato psíquico grupal» para

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investigación actual en Francia está tratando de integrar no solo las teorías de Bion y Foulkes, sino también las de los escritores argentinos como Pichon-Rivière y José Bleger, que en 1971 describen en los individuos, en los grupos y en las instituciones dos tipos de sociabilidad: la primera, denominada sociabilidad sincrética, define las partes no diferenciadas de la psique, podemos relacionarla con la parte arcaica de la personalidad descripta por W. Bion; la segunda, denominada sociabilidad por la interacción, implica una relación interna con un objeto con diferenciación en el espacio psíquico y el espacio intersubjetivo.

Como antecedentes del trabajo grupal con niños y adolescentes citaremos la ex-periencia de Slavson, las técnicas de Moreno y, entre los autores franceses, el trabajo de Moreau-Dreyfus y Lebovici, La psichothérapie collective chez l’enfant, publicado en 1947.

Debe mencionarse que el psicodrama entra en Brasil de la mano del francés Pierre de Weil, y también de Dalmiro Bustos (Argentina). Según José Fonseca, en Brasil, se desarrolló una fuerte corriente conocida como psicodrama brasileño en la cual destacan el propio José Fonseca, Rosa Cukier y Luiz Cuschnir, entre otros, creándose la Asso-ciação Brasileira de Psicodrama e Sociodrama (ABPS) en 1970.

Durante el V Congreso Internacional de Psicodrama de Zurich, en el año 1973, la IAGP (International Association of Group Psychotherapy) fue cofundada por Jacob Levy Moreno (1889-1974, EE.UU.), nombrado presidente honorario un año antes de su muerte, A. Friedmann (Suiza), Anne Schützenberger (Francia), Raymond Battegay (Sui-za), Samuel Hadden (EE.UU.), Raoul Schindler (Austria), Siegfried Heinrich Foulkes (Reino Unido), Joshua Bierer (Reino Unido), Jay Fidler (EE.UU.), Zerka Moreno (EE. UU.), Grete Leutz (Alemania), Ambros Uchtenhagen (Suiza), Anne-Lise Heigel-Evers (Alemania), una docena de cofundadores (incorporados de acuerdo con el código civil suizo por Raymond Battegay).

En 1993, en el encuentro de Heidelberg de la IAGP, se iniciaron dos secciones: Group Analysis (coordinadores: Malcolm Pines y Joan Campos) y Psychodrama (coor-dinadores: Grete Leutzand y David Kipper).

Los pasados presidentes de la IAGP fueron: Samuel Hadden (EE.UU., 1973-1977), Raymond Battegay (Suiza,1977-1980), Malcolm Pines (Reino Unido, 1980-1984), Jay Fidler (EE.UU., 1984-1986), Grete Leutz (Alemania, 1986-1989), Fern Cramer Azi-ma (Canadá, 1989-1992), Alberto Serrano (EE.UU., 1992-1995), Earl Hopper (Rei-no Unido, 1995-1998), Roberto de I(Rei-nocencio (España, 1998-2000), Sabar Rustomjee (Australia, 2000-2003), Christer Sandahl (Suecia, 2003-2006), Frances Bonds-White (EE.UU., 2006-2009), Jorge Burmeister (Suiza/España, 2009-2012).

4. PSICOTERAPIA EN Y DEL GRUPO

Podemos pensar el proceso de la psicoterapia en y del grupo, como una articulación de los procesos individuales (psicoterapia en grupo) y del proceso grupal (psicoterapia del grupo) en una permanente relación de facilitación y/o de interferencia.

Desde esta perspectiva el grupo funciona como un organismo o sistema con caracte-rísticas propias y psicodinamismos que irán integrando lo que para Freud, en Psicología

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14 | Teoría y técnica en psicoterapia de grupo

de las masas y análisis del yo, aparece con el concepto de mente o pensamiento grupal.

Bion describe la mentalidad grupal constituida a través de las aportaciones inconscien-tes de los sujetos del grupo. La cultura grupal es para Bion el producto de la relación del grupo con el entorno social. Por último, Kaës con el concepto de aparato psíquico grupal describe un inconsciente dotado de un funcionamiento grupal.

Entendemos la psicoterapia grupal como un «proceso», con una historia, una cultu-ra y una evolución, que va tcultu-ransitando por distintos niveles de complejidad y experiencia. Cada uno de los cuales integra los niveles de complejidad anteriores.

Un proceso es el «conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial» (Diccionario de la RAE), un conjunto de actividades o eventos que se realizan o suceden (alternativa o simultáneamente) con un determinado fin. El «pro-ceso individual» (psicoterapia en grupo) es el que va desarrollando cada integrante del grupo individualmente y en su particular relación transferencial con el o los terapeutas. También consistirá en el proceso madurativo de las identificaciones y desidentificaciones con los personajes del mundo interno significativos.

En segundo lugar el «proceso grupal» (psicoterapia del grupo), requiere el desarrollo de una nueva entidad psíquica, el grupo, que funciona como un organismo o sistema con características y psicodinamismos propios y sigue el principio aristotélico de que el todo es más que la suma de sus partes.

Intentamos explicar esta idea del proceso grupal con una metáfora musical. Nos representamos la dinámica del grupo como una composición ejecutada por una orquesta de cámara o por una orquesta sinfónica. A veces surge algún solista, otras todos los intérpretes, con sus respectivas partituras, siguen una melodía común. Puede aparecer una nota disonante, a destiempo, o un instrumento que debería formar parte de otra orquesta.

Hablamos de psicoterapia en y del grupo cuando tomamos en consideración los procesos individual y grupal, los cuales se desarrollan simultáneamente, a veces se propician potenciándose el uno al otro, otras funcionan al mismo tiempo pero con escasa conexión y en ocasiones se interfieren entre ellos (figura 1.3).

Por último, en el desarrollo de esta breve historia de la psicoterapia de grupo (figura 1.4) intentaremos comprender el lugar de las nuevas tecnologías y de las transformacio-nes que se estan produciendo. Según la opinión de SherryTurkle «un sistema de redes que se expande con rapidez, conocido colectivamente como Internet, enlaza a millones de personas en nuevos espacios que están cambiando la forma con la que pensamos, la naturaleza de nuestra sexualidad, la forma de nuestras comunidades, nuestras verdade-ras identidades» (Turkle, 1997, p. 15). Estos nuevos espacios virtuales, que en conjunto Pierre Lévy10 denomina «ciberespacio», son construidos a través de la conexión en red

posibilitada por las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación).

En cuanto a los futuros desarrollos en Internet, Lévy11 recomienda estimular

pre-ferentemente los instrumentos que favorecen el vínculo social por el aprendizaje y el intercambio de conocimientos. Los métodos de comunicación aptos para escuchar, para integrar y restituir la diversidad más que la difusión mediática tradicional. Los sistemas que tienden al surgimiento de seres autónomos, cualquiera sea la naturaleza de los sistemas (pedagógicos, artísticos, terapéuticos) y seres (individuos, grupos humanos, obras, seres artificiales).

Figura 1.3. Psicoterapia en y del grupo. Articulación de los procesos individual y grupal.

Proceso grupal y proceso Individual

Proceso individual Proceso grupal Etapa de formación del grupo Etapa de cohesión grupal idealizada Etapa de cohesión grupal real Etapa de madurez grupal y final del grupo Inicio Pre ta re a

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En la historia de Internet Janet Abbate12 hace grandes esfuerzos para atribuir la

paternidad de Internet y de su antecesora Arpanet. En todo caso se puede ver claramente como ARPA (Advanced Reserch Proyects Agency), del Departamento de Defensa de Estados Unidos, desarrolló una idea concebida por Paul Baran, en Rand Corporation en 1960-1964, para diseñar un sistema de comunicaciones invulnerable a un ataque nuclear (figura 1.5). La privatización del proyecto, sumada a nuevos saltos tecnológicos, permitió la difusión de Internet en la sociedad en general.

La invención de la World Wide Web (w.w.w.) tuvo lugar en Europa en 1989 en el CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire) de Ginebra. Allí en marzo de 1989 el físico británico Tim Berners-Lee presentó ante sus superiores un documento llamado «Gestión de la Informática: una propuesta», un sistema de hipertexto que tenía como fin facilitar el intercambio y distribución de la información y que fue concebido originalmente para fortalecer la comunicación entre los científicos del propio laborato-rio. En resumen, una curiosa combinación de un espíritu anárquico, mediatizado por la cultura de los hackers de los años sesenta del pasado siglo, con el reciclaje del proyecto de ARPA, destinado a proteger al mundo de la destrucción nuclear masiva.

El comienzo de la World Wide Web quedará vinculado en el tiempo con la fina-lización de la guerra fría y, posteriormente, con la reorganización que se produce en

de las masas y análisis del yo, aparece con el concepto de mente o pensamiento grupal.

Bion describe la mentalidad grupal constituida a través de las aportaciones inconscien-tes de los sujetos del grupo. La cultura grupal es para Bion el producto de la relación del grupo con el entorno social. Por último, Kaës con el concepto de aparato psíquico grupal describe un inconsciente dotado de un funcionamiento grupal.

Entendemos la psicoterapia grupal como un «proceso», con una historia, una cultu-ra y una evolución, que va tcultu-ransitando por distintos niveles de complejidad y experiencia. Cada uno de los cuales integra los niveles de complejidad anteriores.

Un proceso es el «conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial» (Diccionario de la RAE), un conjunto de actividades o eventos que se realizan o suceden (alternativa o simultáneamente) con un determinado fin. El «pro-ceso individual» (psicoterapia en grupo) es el que va desarrollando cada integrante del grupo individualmente y en su particular relación transferencial con el o los terapeutas. También consistirá en el proceso madurativo de las identificaciones y desidentificaciones con los personajes del mundo interno significativos.

En segundo lugar el «proceso grupal» (psicoterapia del grupo), requiere el desarrollo de una nueva entidad psíquica, el grupo, que funciona como un organismo o sistema con características y psicodinamismos propios y sigue el principio aristotélico de que el todo es más que la suma de sus partes.

Intentamos explicar esta idea del proceso grupal con una metáfora musical. Nos representamos la dinámica del grupo como una composición ejecutada por una orquesta de cámara o por una orquesta sinfónica. A veces surge algún solista, otras todos los intérpretes, con sus respectivas partituras, siguen una melodía común. Puede aparecer una nota disonante, a destiempo, o un instrumento que debería formar parte de otra orquesta.

Hablamos de psicoterapia en y del grupo cuando tomamos en consideración los procesos individual y grupal, los cuales se desarrollan simultáneamente, a veces se propician potenciándose el uno al otro, otras funcionan al mismo tiempo pero con escasa conexión y en ocasiones se interfieren entre ellos (figura 1.3).

Por último, en el desarrollo de esta breve historia de la psicoterapia de grupo (figura 1.4) intentaremos comprender el lugar de las nuevas tecnologías y de las transformacio-nes que se estan produciendo. Según la opinión de SherryTurkle «un sistema de redes que se expande con rapidez, conocido colectivamente como Internet, enlaza a millones de personas en nuevos espacios que están cambiando la forma con la que pensamos, la naturaleza de nuestra sexualidad, la forma de nuestras comunidades, nuestras verdade-ras identidades» (Turkle, 1997, p. 15). Estos nuevos espacios virtuales, que en conjunto Pierre Lévy10 denomina «ciberespacio», son construidos a través de la conexión en red

posibilitada por las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación).

En cuanto a los futuros desarrollos en Internet, Lévy11 recomienda estimular

pre-ferentemente los instrumentos que favorecen el vínculo social por el aprendizaje y el intercambio de conocimientos. Los métodos de comunicación aptos para escuchar, para integrar y restituir la diversidad más que la difusión mediática tradicional. Los sistemas que tienden al surgimiento de seres autónomos, cualquiera sea la naturaleza de los sistemas (pedagógicos, artísticos, terapéuticos) y seres (individuos, grupos humanos, obras, seres artificiales).

Figura 1.3. Psicoterapia en y del grupo. Articulación de los procesos individual y grupal.

Proceso grupal y proceso Individual

Proceso individual Proceso grupal Etapa de formación del grupo Etapa de cohesión grupal idealizada Etapa de cohesión grupal real Etapa de madurez grupal y final del grupo Inicio Pre ta re a

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